12.05.2013 Views

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El Universo Primig<strong>en</strong>io<br />

A veces, como físico teórico, me det<strong>en</strong>go a reflexionar sobre los difíciles vericuetos que debe saltar la astrofísica para int<strong>en</strong>tar<br />

determinar con la más absoluta confianza las propiedades de las estr<strong>el</strong>las (cómo nac<strong>en</strong>, evolucionan, se apagan y estallan), pese a que<br />

conocemos perfectam<strong>en</strong>te las leyes básicas de la física. Ello, vi<strong>en</strong>e a ser como ap<strong>el</strong>ar a la biología que <strong>en</strong>tregue una explicación sobre las<br />

propiedades de una célula a partir de las leyes de la química cuántica, lo que implicaría una tarea tan compleja que resultaría, prácticam<strong>en</strong>te,<br />

inviable. Y esta complejidad es un problema básico, que se halla vinculado a la naturaleza misma d<strong>el</strong> objeto de investigación.<br />

Es, sin dudas, una materia compleja que se debe a una especie de «desagregación causal» <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes niv<strong>el</strong>es organizativos<br />

cuando se pasa d<strong>el</strong> microcosmos al macrocosmos. Por ejemplo, para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la química hay que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las normas que obedec<strong>en</strong> la<br />

val<strong>en</strong>cia de los <strong>el</strong>ectrones <strong>en</strong> la parte externa de los átomos. Los detalles d<strong>el</strong> núcleo atómico (los quarks, que están d<strong>en</strong>tro de neutrones y<br />

protones) están «causalm<strong>en</strong>te desagregados» de las propiedades químicas d<strong>el</strong> átomo. Otro ejemplo de esta « desagregación causal»<br />

proced<strong>en</strong>te de la biología molecular es <strong>el</strong> hecho de que las funciones biológicas de las proteínas estén desagregadas de su codificación <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

material g<strong>en</strong>ético. En la ci<strong>en</strong>cia, abundan los ejemplos de esta «desagregación causal», una separación importante <strong>en</strong>tre los niv<strong>el</strong>es materiales<br />

de la naturaleza que se refleja <strong>en</strong> la formación de disciplinas ci<strong>en</strong>tíficas separadas.<br />

En consecu<strong>en</strong>cia, podemos puntualizar que: una cosa es conocer las leyes físicas microscópicas básicas y otra, muy distinta, intuir las<br />

consecu<strong>en</strong>cias de esas leyes <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema macroscópico que se requiere investigar. Lo anterior se da, pese al stock de conocimi<strong>en</strong>tos sobre las<br />

leyes de la física que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te comportan los astrofísicos, ya que la habilidad para formular las cuestiones precisas (por ejemplo, qué<br />

procesos son importantes, cuáles pued<strong>en</strong> desecharse, cuáles son las características básicas de un sistema concreto) vi<strong>en</strong>e a ser casi como un<br />

arte <strong>en</strong> donde aflora <strong>en</strong> propiedad un tal<strong>en</strong>to creador <strong>en</strong> sí.<br />

Salvo unos pocos escépticos ritualizados, hoy existe casi pl<strong>en</strong>o cons<strong>en</strong>so que las leyes físicas, deducidas de experim<strong>en</strong>tos terrestres,<br />

nos proporcionarán las bases de una teoría est<strong>el</strong>ar completa. Esta seguridad se avala, <strong>en</strong> gran medida, <strong>en</strong> la íntima r<strong>el</strong>ación que han alcanzado<br />

la física y la astronomía durante las fases d<strong>el</strong> desarrollo moderno de ambas. El motivo es que los astrónomos de observación están hoy<br />

investigando los quásares, los núcleos de las galaxias y la gran explosión, que se caracterizan por procesos de tal int<strong>en</strong>sidad que los<br />

experim<strong>en</strong>tos de la física terrestre no pued<strong>en</strong> igualarlos. Debido a <strong>el</strong>lo, para poner a prueba las teorías de la alta <strong>en</strong>ergía, los físicos sólo pued<strong>en</strong><br />

guiarse por la observación astronómica. En consecu<strong>en</strong>cia, <strong>el</strong> universo <strong>en</strong>tero pasa a convertirse <strong>en</strong> campo de experim<strong>en</strong>tación único para<br />

comprobar las leyes de la física. No hay otro campo posible, porque lo que los físicos pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> conocer es <strong>el</strong> universo <strong>en</strong> sus condiciones más<br />

extremas y primitivas.<br />

La necesaria mancomunidad que se fue dando <strong>en</strong>tre la física y la astronomía se hace claram<strong>en</strong>te visible al aflorar teorías, como la d<strong>el</strong><br />

Big Bang, sobre <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> d<strong>el</strong> universo. De acuerdo con la teoría d<strong>el</strong> Big Bang si retrocediésemos <strong>en</strong> <strong>el</strong> tiempo, la temperatura d<strong>el</strong> universo se<br />

increm<strong>en</strong>taría a límites casi inconm<strong>en</strong>surables. La temperatura expresa la <strong>en</strong>ergía cinética de las partículas, <strong>en</strong> este caso partículas cuánticas.<br />

¿Cuáles son, pues, las leyes físicas que rig<strong>en</strong> la interacción de las partículas cuánticas con esas <strong>en</strong>ergías <strong>el</strong>evadísimas?<br />

Nadie puede contestar con seguridad a esta pregunta. Sería fantástico que los físicos pudies<strong>en</strong> comprobar sus teorías creando durante<br />

una fracción de segundo, <strong>en</strong> un laboratorio de ac<strong>el</strong>eración de partículas, las condiciones que imperaban al iniciarse <strong>el</strong> Big Bang. Los<br />

ac<strong>el</strong>eradores de partículas más pot<strong>en</strong>tes que exist<strong>en</strong> logran llevarnos hasta la época <strong>en</strong> que <strong>el</strong> universo t<strong>en</strong>ía sólo una milmillonésima de<br />

segundo de antigüedad, lo cual constituye, sin duda, un <strong>en</strong>orme triunfo. Pero las soluciones a los importantes problemas r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong><br />

universo que hoy formulan los físicos, dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de las propiedades que comportaba <strong>el</strong> propio universo antes de que tuviese una milmillonésima<br />

de segundo de vida. Es obvio que, por ahora, esos tiempos d<strong>el</strong> inicio d<strong>el</strong> cosmos quedan fuera d<strong>el</strong> alcance de los experim<strong>en</strong>tos prácticos con<br />

ac<strong>el</strong>eradores de partículas. En consecu<strong>en</strong>cia, para estudiar <strong>el</strong> universo primig<strong>en</strong>io y resolver los <strong>en</strong>igmas que <strong>en</strong>vu<strong>el</strong>v<strong>en</strong> su orig<strong>en</strong>, los físicos y<br />

los demás investigadores han de adoptar una actitud distinta. En vez de buscar indicios con ac<strong>el</strong>eradores de alta <strong>en</strong>ergía, <strong>el</strong> camino viable<br />

disponible es estudiar <strong>el</strong> «gran ac<strong>el</strong>erador d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o»: <strong>el</strong> Big Bang y sus consecu<strong>en</strong>cias. En la práctica, es <strong>el</strong> universo <strong>en</strong> su conjunto <strong>el</strong> que es<br />

utilizado a la vez como «laboratorio y experim<strong>en</strong>to» d<strong>el</strong> que se pued<strong>en</strong> deducir las leyes básicas de la materia. Esta nueva disciplina de<br />

investigación íntegra la ci<strong>en</strong>cia de los objetos más pequeños conocidos (los cuantos) con la de la de los más grandes (<strong>el</strong> cosmos).<br />

Ahora bi<strong>en</strong>, para poder desarrollar esa monum<strong>en</strong>tal investigación que repres<strong>en</strong>ta int<strong>en</strong>tar des<strong>en</strong>trañar los más recónditos misterios d<strong>el</strong><br />

universo primitivo, los cosmólogos y los físicos cuánticos empiezan por utilizar las teorías r<strong>el</strong>ativistas d<strong>el</strong> campo cuántico aplicadas a las<br />

partículas cuánticas, que explican los experim<strong>en</strong>tos de alta <strong>en</strong>ergía que se realizan <strong>en</strong> los laboratorios de ac<strong>el</strong>eración. Luego, proced<strong>en</strong> a<br />

extrapolar, con cierta dosis de audacia, esos mod<strong>el</strong>os teóricos a la <strong>el</strong>evadísima <strong>en</strong>ergía d<strong>el</strong> universo primig<strong>en</strong>io. Utilizan luego estos mod<strong>el</strong>os<br />

para deducir ciertas características notables d<strong>el</strong> universo, como por ejemplo, por qué está compuesto de materia y no de partes iguales de<br />

materia y antimateria, o la exist<strong>en</strong>cia de pequeñas fluctuaciones cuánticas <strong>en</strong> la ardi<strong>en</strong>te sopa primordial, que acabarían formando galaxias,<br />

cúmulos de éstas y, también, supercúmulos galácticos.<br />

Esta tarea de <strong>el</strong>aborar mod<strong>el</strong>os matemáticos d<strong>el</strong> universo primig<strong>en</strong>io no es una necesidad única de los ci<strong>en</strong>tíficos <strong>en</strong> sus investigaciones<br />

sobre los misterios que <strong>en</strong>cierra <strong>el</strong> cosmos. En efecto, exist<strong>en</strong> otras que se iniciaron con anterioridad, como la de <strong>el</strong>aborar mod<strong>el</strong>os d<strong>el</strong> interior de<br />

las estr<strong>el</strong>las basándose <strong>en</strong> la física nuclear, ya que parece más que obvio que nadie puede p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> <strong>el</strong> interior de una estr<strong>el</strong>la par comprobar<br />

directam<strong>en</strong>te la exactitud de esos mod<strong>el</strong>os, como nadie puede viajar por <strong>el</strong> pasado hasta la bola de fuego d<strong>el</strong> Big Bang para comprobar la<br />

aut<strong>en</strong>ticidad de los mod<strong>el</strong>os de partículas cuánticas de alta <strong>en</strong>ergía. Pero esa analogía es lo único que equipara las dos tareas; las difer<strong>en</strong>cias<br />

son significativas. En primer lugar, hay muchísimas estr<strong>el</strong>las, cada una con propiedades distintas y <strong>en</strong> distintas etapas de evolución, que<br />

proporcionan a los astrofísicos una multiplicidad de anteced<strong>en</strong>tes que limitan <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te los mod<strong>el</strong>os matemáticos. En contraste con la<br />

http://www.astrocosmo.cl/h-foton/h-foton-06_01.htm (2 of 3)29/12/2004 23:25:45

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!