12.05.2013 Views

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Nuestro Vecindario Galáctico<br />

LAS GALAXIAS<br />

03.10.02<br />

El disco de la galaxia de la Vía Láctea ti<strong>en</strong>e una anchura aproximada de ci<strong>en</strong> mil años luz. Si nos alejásemos un millón de años luz de<br />

<strong>el</strong>la y mirásemos atrás, veríamos que la Vía Láctea no está sola: la rodea un grupo de galaxias satélites m<strong>en</strong>ores. Pero desde la Tierra sólo<br />

pued<strong>en</strong> percibiese fácilm<strong>en</strong>te, a simple vista, tres galaxias <strong>en</strong> todo <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o. El trío pert<strong>en</strong>ece al d<strong>en</strong>ominado Grupo Local, un ramillete de treinta o<br />

más galaxias que incluye la Vía Láctea. Dos de <strong>el</strong>las se conoc<strong>en</strong> como la Gran y la Pequeña Nube de Magallanes, llamadas así por <strong>el</strong> explorador<br />

portugués d<strong>el</strong> siglo XVI Fernando de Magallanes. Los navegantes a bordo de sus barcos las v<strong>en</strong> como un par de brillantes manchas nubosas <strong>en</strong><br />

<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> hemisferio sur; la fotografía moderna rev<strong>el</strong>a que <strong>en</strong>globan miles de millones de estr<strong>el</strong>las. Su luz, viajando por <strong>el</strong> espacio a 299.792<br />

kilómetros por segundo, emplea 170.000 años <strong>en</strong> alcanzar la Tierra desde la nube más grande, y 190.000 desde la más pequeña. Se trata de<br />

galaxias de forma irregular próximas a la frontera de la Vía Láctea, fragm<strong>en</strong>tadas y deformadas por interacciones de marea gravitatoria con <strong>el</strong>la.<br />

El tercer miembro d<strong>el</strong> trío reside <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o sept<strong>en</strong>trional, <strong>en</strong> la const<strong>el</strong>ación de Andrómeda. Puesto que su luz emplea más de dos millones de<br />

años <strong>en</strong> alcanzar la Tierra, vemos esta galaxia tal como era cuando los primeros homo sapi<strong>en</strong>s daban sus primeros pasos.<br />

Estos son algunos de nuestros más cercanos vecinos galácticos: virtualm<strong>en</strong>te los de la puerta de al lado, según los estándares<br />

astronómicos. Sin embargo, junto con otros ci<strong>en</strong>tos de millones de sistemas est<strong>el</strong>ares parecidos que hoy podemos ver a través de los<br />

t<strong>el</strong>escopios, no fueron más que crípticas manchas de luz hasta hace unas pocas décadas. Hasta mediados los años veinte de nuestro siglo la<br />

mayoría de los astrónomos no aceptaron por completo la exist<strong>en</strong>cia de galaxias más allá de nuestro propio <strong>en</strong>jambre est<strong>el</strong>ar. La razón de que<br />

este reconocimi<strong>en</strong>to necesitara tanto tiempo puede resumiese <strong>en</strong> una sola palabra: distancia. Para g<strong>en</strong>eraciones de observadores d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, las<br />

cabezas de alfiler de radiación luminosa <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o nocturno eran una especie de historia bidim<strong>en</strong>sional, una imag<strong>en</strong> que carecía totalm<strong>en</strong>te de<br />

profundidad. Hasta que los astrónomos no desarrollaron formas de determinar qué estaba lejos y qué estaba cerca, qué era grande y qué era<br />

pequeño, los ci<strong>el</strong>os albergaron muchos más misterios que hechos.<br />

Irónicam<strong>en</strong>te, <strong>el</strong> primer paso t<strong>en</strong>tativo hacia <strong>el</strong> descubrimi<strong>en</strong>to de las galaxias y de la escala d<strong>el</strong> universo fue dado por un hombre cuyos<br />

intereses no se ext<strong>en</strong>dían mucho más allá d<strong>el</strong> Sistema Solar. El astrónomo francés d<strong>el</strong> siglo XVIII Charles Messier era un cazador de cometas,<br />

siempre al acecho de estos fascinantes vagabundos de la familia solar. Messier afirmó haber descubierto veintiún cometas a lo largo de toda su<br />

vida, aunque según los estándares modernos que rig<strong>en</strong> los descubrimi<strong>en</strong>tos probablem<strong>en</strong>te sólo quince o dieciséis pued<strong>en</strong> de hecho atribuírs<strong>el</strong>e.<br />

Sea cual fuere su número, <strong>el</strong> rey Luis XV se refirió a él como <strong>el</strong> «hurón de los cometas».<br />

http://www.astrocosmo.cl/h-foton/h-foton-03_10-02.htm (1 of 4)29/12/2004 23:23:07

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!