Apuntes para Capitán de yate - Los siete mares

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anteojo, actuando simultáneamente sobre el tambor, hasta que el centro de dicha imagen (o uno de sus limbos si se observa sol o luna), tangentee al horizonte. Para facilitar el tangenteo, si el astro aún no ha pasado por el meridiano, dado que irá aumentando su altura, podemos dejar la imagen doblemente reflejada del astro dentro de la mar, y haciendo oscilar el sextante alrededor del eje óptico llegará un momento en que dicha imagen tangentee al horizonte. Si el astro ya ha pasado por el meridiano, su altura irá disminuyendo, y se puede dejar la imagen doblemente reflejada del mismo en el cielo, procediendo de forma análoga a la anterior. Una segunda forma de observar es dirigir una visual directa al astro, con la alidada en el cero de la graduación. Luego, avanzando la alidada al tiempo que se mueve el sextante hacia abajo, se lleva la imagen doblemente reflejada del astro al horizonte. Después, se realiza el tangenteo según el procedimiento explicado. Si se conoce previamente la altura aproximada del astro, se puede observar colocando previamente la alidada en la lectura prevista. 10) Si el sextante dispone de más de un anteojo, para observar el sol y la luna (de día) puede utilizarse el anteojo astronómico. En este caso, dado que el anteojo astronómico nos da imágenes invertidas, hay que tener en cuenta se verá la imagen del horizonte arriba y la del astro abajo. 88

11) Cuando se observa el Sol, el tangenteo se hace con uno de sus limbos. Es más fácil verificar el tangenteo con el limbo inferior, ya que de esta forma tendremos el astro sobre el horizonte de la mar, apreciando mejor el tangenteo. Cuando los limbos del sol se ven borrosos, por observarse a través de nubes o niebla, se llevará la imagen del sol al horizonte, de forma que éste lo bisecte. En este caso no se aplicará la corrección por semidiámetro. 12) Cuando se observe la Luna, es forzoso llevar al horizonte su limbo iluminado, excepto en plenilunio que podremos observar cualquiera de los dos. Cuando la luna esté próxima al plenilunio es difícil distinguir el limbo iluminado, por ser casi circular. Averigüamos en el almanaque náutico el instante en que la luna es llena y se sigue la regla siguiente: —Antes del plenilunio, la luna crece y presenta su borde circular a poniente, por lo que si la luna está al E se observará el limbo superior y si está al W el limbo inferior. —Después del plenilunio, la luna decrece y presenta su borde circular a levante, por lo que si la luna está al E se observará el limbo inferior y si está al W el limbo superior. En las observaciones nocturnas de luna hay que tener cuidado con los falsos horizontes. Si, por ejemplo, hay estratos cerca del horizonte, sus sombras pueden ocultar la verdadera línea del horizonte y, si la cara superior de la nube presenta una línea paralela a él, bien alumbrada por la luna, puede fácilmente engañarnos por su proximidad al horizonte. 13) La observación de estrellas se verifica en los crepúsculos náuticos, por distinguirse bien tanto estos astros como el horizonte. Si hemos elegido con anterioridad las estrellas que nos conviene observar, conoceremos aproximadamente su altura y azimut. Pondremos esta altura en la alidada y mirando por el anteojo al horizonte en la dirección del azimut, nos aparecerá la estrella. Si la estrella es la polar, pondremos en el sextante la latitud de estima y observaremos por el anteojo en la dirección del norte verdadero. Si desconocemos la altura del astro, podemos bajar la estrella al horizonte por cualquiera de los procedimientos descritos. Si la estrella está alta y es poco visible, para no perderla puede ser preferible llevar el horizonte al astro. Para ello, ponemos el sextante vertical pero invertido (limbo hacia arriba); mirando a la estrella por el cristal del espejo pequeño (sin anteojo) se desplaza la alidada hasta que en la parte azogada aparezca el horizonte; a continuación damos la vuelta al sextante y mirando al horizonte veremos la imagen del astro en el campo del anteojo. Una vez bajado el astro al horizonte por cualquiera de estos procedimientos, obtenemos la altura haciendo oscilar la imagen y actuando en el tambor, hasta llevar el centro de la imágen móvil de la estrella a tangentear el horizonte. 14) La observación de planetas se hace en todo igual a la de las estrellas. A veces, Venus y Júpiter se puden observar de día, para ello es necesario que sus azimutes se diferencien bastante del azimut del sol. 15) Observación de alturas meridianas. Si la declinación del astro y la latitud del observador son constantes, sabemos que al paso de los astros por el me- 89

anteojo, actuando simultáneamente sobre el tambor, hasta que el centro <strong>de</strong> dicha<br />

imagen (o uno <strong>de</strong> sus limbos si se observa sol o luna), tangentee al horizonte. Para<br />

facilitar el tangenteo, si el astro aún no ha pasado por el meridiano, dado que irá<br />

aumentando su altura, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar la imagen doblemente reflejada <strong>de</strong>l astro<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la mar, y haciendo oscilar el sextante alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l eje óptico llegará un<br />

momento en que dicha imagen tangentee al horizonte. Si el astro ya ha pasado por<br />

el meridiano, su altura irá disminuyendo, y se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar la imagen doblemente<br />

reflejada <strong>de</strong>l mismo en el cielo, procediendo <strong>de</strong> forma análoga a la anterior.<br />

Una segunda forma <strong>de</strong> observar es dirigir una visual directa al astro, con la<br />

alidada en el cero <strong>de</strong> la graduación. Luego, avanzando la alidada al tiempo que se<br />

mueve el sextante hacia abajo, se lleva la imagen doblemente reflejada <strong>de</strong>l astro al<br />

horizonte. Después, se realiza el tangenteo según el procedimiento explicado.<br />

Si se conoce previamente la altura aproximada <strong>de</strong>l astro, se pue<strong>de</strong> observar<br />

colocando previamente la alidada en la lectura prevista.<br />

10) Si el sextante dispone <strong>de</strong> más <strong>de</strong> un anteojo, <strong>para</strong> observar el sol y la<br />

luna (<strong>de</strong> día) pue<strong>de</strong> utilizarse el anteojo astronómico. En este caso, dado que el<br />

anteojo astronómico nos da imágenes invertidas, hay que tener en cuenta se verá<br />

la imagen <strong>de</strong>l horizonte arriba y la <strong>de</strong>l astro abajo.<br />

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