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ALBERCA<br />
Segundo piso<br />
Rollover<br />
COMPLEJO<br />
PRINCIPAL<br />
Video<br />
La situación de 2012 es similar a un incidente ocurrido a principios<br />
del siglo 20. Los juegos estaban programados para 1906, pero<br />
Roma no pudo recibir la antorcha olímpica debido a la erupción<br />
del Monte Vesubio.<br />
Londres salió al rescate. Los juegos se llevaron a cabo en 1908<br />
gracias a los donadores que con sus aportaciones permitieron la<br />
construcción de estadios y la organización del evento.<br />
En aquella ocasión, se tomó la decisión de cambiar los juegos<br />
para reconstruir Nápoles, destruida por la erupción del volcán. En<br />
la actualidad, la razón sería el derrumbe del sistema financiero y la<br />
necesidad de mantener la economía a flote.<br />
No ha habido ninguna declaración oficial en donde se plantee<br />
la idea de regresar a Beijing, pero después de analizar este panorama,<br />
no suena tan absurdo.<br />
Después de que Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico<br />
Internacional, dirigiera un mensaje a los británicos en noviembre<br />
del año pasado, el deseo de los ingleses por ser organizadores aparentemente<br />
disminuyó:<br />
“Estoy conciente de que salimos del enorme éxito de Beijing y<br />
entramos en dificultades económicas. Pero los juegos han sobrevivido<br />
a momentos difíciles. Los juegos nos recuerdan que las dificultades<br />
pasajeras de la vida se pueden superar con trabajo arduo<br />
y determinación. Nos enseñan que las guerras, las bajas económicas,<br />
los desastres naturales y los ataques violentos no pueden<br />
disuadir ni descorazonar a la humanidad”.<br />
Tal vez Rogge no tomó en cuenta que durante las dos guerras<br />
mundiales las olimpiadas fueron canceladas. Que los desempleados,<br />
sus familias y la gente que ha tenido que cerrar sus pequeños<br />
negocios están más preocupados por que el gobierno ayude a la<br />
economía y no al espíritu olímpico.