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que la gente tiene que, la Iglesia tiene ya que limpiarse
de muchas cosas. Igual que nosotros tenemos que hacer
nuestra labor de limpiar nuestras vidas. También nosotros
tenemos nuestros errores. Como la Iglesia nos indica
de pecadores y de todo, nosotros también tenemos que
indicar a la Iglesia que también tiene cosas muy malas, y
también tienen que limpiarse ellos.
CA: Allí está el tema, Flora. Yo te agradezco mucho que
nos hayas permitido conversar contigo esta mañana. Que
nos hayas contado algunos detalles. Bueno, más que detalles,
estás contando algo muy fuerte. Es la manera en que
tu madre perdió la fortuna que tu padre heredó a ella y a
ustedes como hijos. Diría yo, me atrevo a decir, un modus
operandi, porque has dicho que tu madre no solamente le
dio, rendida a los pies de Marcial Maciel, su fortuna, sino
que siendo una de las mujeres más ricas de la época, lo
puso en contacto con otras personas, con otras mujeres.
¿Qué recuerdas, para cerrar, Flora, de la manera en que
Marcial Maciel se allegó de una fortuna inmensa que hoy
acompaña precisamente a la Legión de Cristo construida
a partir de situaciones como las que vivió tu madre?
FB: ¿Perdón?
“Mamá lo llevó a presentar con don Eugenio,
con don Roberto Garza Sada, con los
Zambrano León, con la señorita
Zambrano León”.
CA: Te pregunto sobre esta parte que
nos decías de que tu madre puso en
contacto a Marcial Maciel con otras
personas, con otras fortunas.
FB: Ah, pues mamá lo llevó a presentar
con don Eugenio, con don
Roberto Garza Sada, con los Zambrano
León, con la señorita Zambrano
León, con don Guillermo Zambrano.
Gente de aquella época verdad. De
lo que yo recuerdo, déjame acordarme…
de aquella época. Pues, eran de
las gentes que ahorita de momento
es lo que yo recuerdo.