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LO qUE CALLA LA IGLESIA
CA: Flora Garza Barragán, hija de Flora Barragán de Garza,
esta mujer que, como nos has contado, como te oímos y
ahora te escuchamos, puso su fortuna, que era enorme, en
las manos de Marcial Maciel.
Estás hablando de 50 millones de dólares en esta parte.
Sabemos que la fortuna de tu mamá, Flora, sirvió para
crear la primera obra de la legión, que fue el Instituto
Cumbres. Como tú dices, una de las mujeres más ricas de
México de aquellos años. Tu padre, uno de los hombres
ricos de este país, se murió estando ustedes muy pequeños.
Tú de 11 años. Tu hermano fue separado de ustedes
por orden de Marcial Maciel, según contaste en la presentación
del libro.
Dime una cosa, Flora. ¿Qué piensas cuando hoy los
legionarios aceptan que Marcial Maciel tuvo una vida
doble, que tuvo una amante, que tuvo por lo menos un
hijo o una hija?
FB: Digo, sí me sorprendió lo de la mujer. Pero por otra
parte, había leído en un libro de los que se escribió de
Marcial Maciel, de que este señor sí había recibido en el
colegio de Roma a dos, tres, muchas jóvenes de Monterrey,
y que pedía ahí en la enfermería que se les llevaran unas
piyamas de seda. Entonces, como que además de que le
gustaban los muchachitos, además como que sí le gustaban
las mujeres jóvenes.
Entonces no me extrañó mucho, mucho, la cosa de que
de repente al señor también le gustaran de vez en cuando
las mujeres jóvenes. ¿Qué tanto? Pues a lo mejor le gustaban
más los niños. Pero pues en la Iglesia Católica, tú
sabes, Carmen, existe mucho eso de callar.
Tanto la cuestión de que los sacerdotes tienen mujeres,
como que les gustan también los niños, que violan niños y
niñas, que los sacerdotes tienen mujeres. Eso se da mucho
en la Iglesia Católica y se calla en la Iglesia Católica.
Tú sabes que Eduardo del Río, Ríos, ha declarado
valientemente y te ha puesto a ti como un gran ejemplo,
como una mujer valiente, como lo eres, y muchas mujeres
que son valientes las ha puesto como un ejemplo, y él es un
ejemplo también, igual que José Barba, igual que muchos
hombres y muchas mujeres valientes, declarando abiertamente
lo que calla la Iglesia y lo que han callado los papas,
las inmoralidades tan grandes que ha cometido la Iglesia
Católica, en contra de las inmoralidades que han hecho y
que ha callado la Iglesia. Y ésa es una verdad que no podemos
negar, todas las gentes que sabemos y que leemos y
que nos enteramos de todas las barbaridades que hace la
Iglesia y que calla la Iglesia.