nº 373/23-x-2003 semanario católico de información ... - Alfa y Omega

Nº 373/23-X-2003 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL
Testimonios de la misión

A
Ω
Etapa II - Número 373
Edición Nacional
Edita:
Fundación San Agustín.
Arzobispado de Madrid
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Alfonso Simón Muñoz
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Una semana
especialmente
intensa
en Roma:
18 Homilía de Juan Pablo II en el XXV
aniversario de su pontificado
19 El Papa, arropado por cientos
de miles de fieles
20 Crónica de la beatificación
de la Madre Teresa
21 Testimonios de los peregrinos
en Roma
26-27 Encuentro del Papa
con los cardenales
28 Nueva Constitución apostólica
Pastores gregis
El primero de los Libros Alfa y Omega
«¡No tengáis miedo!» puede adquirirlo
en su librería (disponible también en las
tiendas de El Corte Inglés,
http://libros.elcorteinglés.es, o llamando
al teléfono 902224411). Un libro, con
espléndidas fotos, que recoge la
quintaesencia de las enseñanzas del
3-7
«Nadie sabía allí
quién es Jesucristo...»
18-21
26-28
...y además
SUMARIO
8 La foto
9 Criterios
10 Cartas
11 Ver, oír y contarlo
Iglesia en Madrid
12 Ante las elecciones
en la Comunidad de Madrid:
Realismo y responsabilidad.
13 La voz del cardenal arzobispo
Aquí y ahora
12 Mantenerse en la Verdad
es ganar la batalla final.
13 El coladero...
o cuando los principios fallan
14 Testimonio
15 El Día del Señor
16-17 Raíces
Casi 80 obras reunidas en el Metropolitan
Museum: El Greco, en Nueva York
22-23 La vida
24-25 El pequealfa
Desde la fe
29 Libros.
30 Televisión.
Con ojos de mujer.
32 Contraportada

EN PORTADA 23-X-2003
Testimonios de misioneros de los cinco continentes en el Congreso Nacional de Misiones
«Llegué a un territorio inmenso y
superpoblado, adonde todavía no
había llegado la Iglesia. Nadie sabía
quién era Jesucristo, y me encontré
a mí mismo solo entre miles
de personas. No sabía por dónde
comenzar. No había nada. Así que
empecé a caminar. Caminé por el
fango de las calles durante días.
Me dejé ver, y esperé a que la gente
se preguntara quién era»: así comienza
el testimonio de un sacerdote
español destinado durante
decenas de años en la República
Dominicana. Su historia no es muy
distinta a la de los miles de misioneros
que, un día, dejaron casa,
familia y comodidades para vivir
en territorios olvidados. Son palabras
profundas que encierran una
gran soledad, siempre aliviada por
el Espíritu.
Este sacerdote, anónimo, discreto,
fue uno de los 760 asistentes al
Congreso nacional de Misiones
que, bajo el título Es la hora de la
misión, tuvo lugar en Burgos los pasados
18 a 21 de septiembre. Como
él, religiosos, religiosas, laicos y
contemplativos de los cinco continentes
fueron testigos de un intercambio
de experiencias y conocimientos
sobre la misión ad gentes
en el siglo XXI. Los asistentes pudimos
escuchar a la Iglesia viva hablando
de entrega total, de evangelización,
de amor, y también tuvimos
la oportunidad de compartir
mesa y comida y de escuchar historias
anónimas como la de este sacerdote
que, si bien no había escrito
una ponencia, llevaba impresas
en su corazón vivencias eternas.
Por eso, una de las frases más
repetidas por los misioneros era:
«Mi vida es un constante milagro»
«Nadie sabía allí
quién es Jesucristo...»
Juan Luis Vázquez
A. Llamas Palacios
(Micronesia, Oceanía)
«Tengo una familia en Micronesia»
R osario
Arberas es Mercedaria misionera
de Berriz. Lleva nada más y nada
menos que desde el año 1954 en las is-
las Marianas y Carolinas de la Micronesia,
en Oceanía. Éste es su testimonio:
Nuestro Instituto está concentrado en 8
distintas islas. Las Marianas tienen ya tres siglos
de cristianismo, la fe aquí está mucho
más arraigada, se puede decir que el 95%
de sus habitantes son cristianos.
En las Carolinas el primer cristiano fue
bautizado hace 100 años. La Iglesia allí ha
crecido, y a pesar de que es un pueblo que no
es piadoso, sí que es muy fiel.
Yo he estado siempre dedicada a la educación.
Al principio, sobre todo, nos dedicábamos
a Primaria; ahora, a Secundaria.
Nos preocupa mucho la promoción de la
mujer porque allí, no es que esté despreciada
o maltratada, pero sí que es verdad que no
tiene voz. En algunas de nuestras islas, incluso
nuestras hermanas indígenas del lugar
sufren porque el hombre tiene que estar
por encima de ellas, y a pesar de estar bien
formadas, y teniendo la autoridad, no pueden
casi actuar. El deseo único de la mujer allí es
ser madre. Nosotros queremos formarles
bien primero, para que puedan comprender
y hacer suyos los valores humanos, el respeto
a ellas mismas, y que la vida es algo tan sagrado
que hay que tratarla con cuidado.
Después de la segunda guerra mundial,
Estados Unidos ha intervenido allí porque
es un área muy importante, y en este momento
están desarrollando su propia economía
con asistencia exterior; pero falta formación,
faltan ciertos principios…
Puedo decir que he vivido allí 50 años
felices, porque son personas muy acogedoras,
muy abiertas, solidarias..., y a los misioneros
nos consideran tan suyos que puedo
decir: Hay una familia que me ha adop-
tado. Te dicen: «Tú eres nuestra, si caes
enferma te cuidaremos…» Es mucho gozo
ver que la gente es así, abierta, que no mira
las diferencias de raza, etc.
En cuanto a la fe, hay dificultades. Ahora
tenemos ya el primer obispo nativo. Es
muy difícil tener sacerdotes, porque el celibato
no lo acaban de entender allí, pero sin
embargo hay cantidad de diáconos casados,
con toda la responsabilidad de la Iglesia, llevando
las parroquias, y viviendo una vida
de matrimonio preciosa, ejemplares en la
sociedad.
Nosotras, como religiosas, hemos tenido
suerte, porque empezamos con una escuela
de Secundaria, y hoy son ellas, las nativas,
las que llevan el movimiento de nuestra
Congregación. Son ellas las que nos guían,
y a nosotras nos toca aprender de ellas su
manera de interpretar la fe, que es lo que
más puede mover al pueblo, más que algo
que les traes del exterior.
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(Macao-China)
«No se puede entrar como misionero»
El padre Luis Ruiz, jesuita, fue uno de los misioneros estrella del Congreso.
Ha pasado buena parte de sus 91 años anunciando el Evangelio de Jesucristo
y atendiendo a los más pobres en varias provincias chinas. A los 73 años empezó
a trabajar en la ayuda a los leprosos; hasta la fecha, ha prestado sus servicios
en más de 150 leproserías, y sigue evangelizando y trabajando...
do para entrar en China, me dicen: «Te lo
damos, pero no prediques». A mí sólo me
dejan concelebrar. A pesar de todas las dificultades,
la Iglesia avanza. Cuando salí de
China, había tres millones de fieles. Hoy, el
Gobierno da una cifra de diez millones de
católicos, contando las dos Iglesias.
¿C
ómo es la situación de los católicos
en China?
Varía según la provincia de que se
trate. Hay zonas, como los alrededores de
Pekín, donde hay un gran miedo a la influencia
de la Iglesia católica. De ahí vienen
las noticias de apresamientos de cristianos
y de obispos. En otras zonas no es
preciso organizar celebraciones clandestinas;
cada pueblo tiene su iglesia, y he podido
verlas repletas de fieles, incluso de noche.
¿Facilitan el trabajo de los misioneros
en el país?
Nosotros no podemos entrar como misioneros;
lo hacemos como profesores o trabajadores
sociales. Cuando me dan el visa-
L a
Hermana Mitsue Takahara
es carmelita en un con-
vento de clausura, en Sevi-
lla. Su testimonio en el Congreso
fue emocionante en todos los
aspectos, al narrar su conversión,
con su dulzura y su abandono
en el Señor. Éstas fueron
algunas de sus palabras para
«Alfa y Omega»:
A diario, como todas las carmelitas
tenemos vocación de misioneras,
hablamos de las cosas
que pasan en los países de misión,
llevamos algunas revistas y
compartimos los pareceres. Tam-
¿Cómo viven la fe los cristianos de las
zonas más difíciles?
Ellos tienen sus celebraciones de noche o
de madrugada, muchas veces en casas particulares.
Cuando se infiltra un espía en las
celebraciones, suelen coger a algunos hombres
y pasan unos días en prisión. Siempre
están nerviosos por lo que pueda pasar. Esto
también pasa con los sacerdotes; asumen
el riesgo y, a veces, los encarcelan durante
unos días. Tienen un valor formidable, un
gran coraje. Pero esta situación cambiará algún
día, con la ayuda del Señor. Lo que no se
comprende es la actitud de los países cristianos,
que van allí por motivos económicos
y no plantean el problema a las autoridades
chinas, que interpretan los derechos
humanos y la libertad religiosa a su manera.
Nosotros evangelizamos a través del trabajo
social, con leprosos, tuberculosos, etc.,
pero aprovechamos para anunciar el Evangelio
con mucha discreción, con catequesis
nocturnas. Y esto llega también al personal
del Gobierno; al vernos saludar al leproso,
darle la mano, se preguntan: «¿Por qué?»
Nuestra fórmula es bien sencilla: ayudar,
dar esperanza, dar una vida digna. Llega un
momento en que hasta el personal del Gobierno
nos pide Biblias.
Yo vivo de la fe. Si te paras a pensar si tienes
o no dinero, no haces nada. Nosotros
decimos: «Dios proveerá»; y Dios provee.
(Japón)
«Soy pobre, todo lo recibo del Señor»
bién decimos: Vamos a ofrecer
esto por los misioneros, y hacemos
todo con las intenciones para
el bien de las misiones. Es algo
muy natural para nosotras, lo
hacemos constantemente.
Estamos muy unidas en la oración
con el Papa y con los misioneros,
y recorremos todo el mundo
a través de la misión.
Lo que más me gusta y me llama
de santa Teresita de Lisieux
es la confianza y el abandono en
Dios. Como el niño en brazos de
Dios. Yo soy muy pobre. No soy
nada, recibo todo del Señor.
EN PORTADA
(India)
«Mi vida
ha sido
un milagro
constante»
a Hermana Rosa Porta ha pasado
L30 años de su vida en la India
(llegó allí en el año 1961).
Pertenece a la Compañía Misionera
del Sagrado Corazón de Jesús, y
actualmente reside en Madrid
apoyando la animación misionera
de grupos de jóvenes. Nos dice:
Mi primera adaptación en la India
fue tremenda, porque era un país
completamente distinto, con lenguas
distintas…, no fue fácil. Luego ya fue
muy bonito, porque me fui a la
leprosería, y estuve conviviendo con
mis enfermos que fueron parte de mi
familia. He aprendido de ellos una
barbaridad, en todos los sentidos: la
tolerancia, la relación entre las
religiones (a pesar de los
encontronazos entre musulmanes e
hindúes), pero aparte de eso el indio
es muy acogedor, es respetuoso, muy
religioso… Yo digo siempre que la
India me ha enseñado a descubrir a
Dios. Y a valorar más la figura de
Jesús en mi vida.
Yo digo siempre: La misión es un
milagro constante. Para mi vida
también. Mi vida ha sido un milagro
constante. Cuando a veces me
dicen «¿Cómo puedes creer en
Dios?» Yo contesto: «Es que no lo
puedo dudar, porque lo he
palpado».
Ahora soy considerada non-grata
para la India, y no pude volver. Me
fui de allí porque estaba enferma y
vine a recuperarme a España. Esto
es porque nuestra congregación ha
trabajado mucho con los adibasis,
los primitivos de la India, con
quienes se ha hecho una labor de
Iglesia muy importante. Los adibasis
estaban explotados por todos los
medios de allí… Empezamos por
escuelitas, y ahora ya hay adibasis
con carreras.

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EN PORTADA A
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(Madagascar, África)
«Soy muy
feliz. A pesar
de mi edad,
continúo
en la misión»
S or Inmaculada Fernández,
palentina, es Hija de la Caridad
de San Vicente de Paúl. Vive en
Madagascar desde 1971, es decir,
32 años. Hoy tiene 68 y una gran
labor a su cargo:
Primeramente me encargué de
los niños en un hospital. Ahora
estoy en una misión en el sur del
país, con las obras propias de Hijas
de la Caridad: colegio infantil;
también tenemos internado para las
chicas que quieren estudiar; nos
ocupamos de todos los pobres, y yo
especialmente me ocupo de un
dispensario, y, aunque sólo soy
enfermera, actúo casi como si fuera
médico. Al día paso alrededor de
100/110 consultas.
Y luego tengo 30 camas para los
tuberculosos. También nos
ocupamos de los leprosos, pero
para ellos sólo hay 8 camas, así que
cogemos a los más graves. También
tengo niños malnutridos que vienen
en un estado tremendo, y les
tratamos de ayudar con
alimentación y demás.
Desde el punto de vista de la fe
soy muy feliz, y estoy muy contenta
con la misión que el Señor me ha
confiado. El pueblo malgache que
vive en la miseria y que está un
poco olvidado me ha dado
muchísimo, porque saben
compartir, es un pueblo alegre que
se da al otro, y aunque la mayoría
son paganos, sobre todo en las
tribus en las que nosotros
trabajamos, es un pueblo que cree
en un Dios como ser superior, y no
nos es difícil transmitirles la fe,
porque nos aceptan. A pesar de mi
edad continúo en la misión.
(Camerún, África)
«Desarmado por la fe
del pobre»
Carlos Collantes es misionero javeriano, y actualmente lleva
tres años en España, trabajando en la animación misionera y
compartiendo su experiencia cristiana y misionera con su
parroquia y su comunidad de origen. Ha pasado más de 10
años en Camerún. Éstas son sus impresiones para Alfa y
Omega:
E stuve
en Camerún durante 10 años, en
una parroquia en la capital, en la peri-
feria urbana, un barrio que fue crecien-
do desde 7.000 a 50.000 habitantes, en unas
condiciones muy duras. Después estuve en
otra ciudad, la tercera del país; ahí estaba
como responsable de la formación de un
grupo de estudiantes camerunenses de Filosofía.
Los primeros javerianos camerunenses.
Mi experiencia de fe es una experiencia
que se va enriqueciendo, y la gente sencilla
nos ayuda a crecer en la propia fe. Hay gente
que anuncia el Evangelio con su sencillez
y su fe profunda. Una de las cosas que
yo he aprendido es la capacidad que tiene
la gente sencilla de alabar a Dios, en medio
del sufrimiento, de las dificultades; gente
que está sufriendo, que a lo mejor está haciendo
una comida al día, que te viene a la
misión, y que te dice espontáneamente:
«Dios es grande», y eso te desarma… Es
una experiencia de fe que yo acojo de ellos.
El estar en contacto con esta gente que siente
a Dios de forma espontánea enriquece mi
fe; y, luego, ver también cómo los pobres
son capaces de compartir, no todos, claro,
porque no se puede generalizar, ni hacer idealismos
fáciles, pero dentro de su pobreza
comparten con otros que están peor que
ellos.
También ha sido muy importante y bonito
ver cómo el Evangelio enriquece la solidaridad
que ellos mismos viven como un
valor muy importante de sus tradiciones locales.
La solidaridad es muy fuerte, aunque
a veces se queda limitada a la etnia o el clan.
El Evangelio ensancha y profundiza esa solidaridad.
Yo he vivido en situación pluriétnica.
En la capital y desde la parroquia intentábamos
responder a esta situación, con
una misa en la que utilizábamos 2, 3 lenguas,
y luego, como estaba diciendo, veíamos
cómo la solidaridad se enriquecía a través
de la caridad: la gente ayudaba al otro
porque lo necesita, y porque es hermano mío
en Jesús. La fe se enriquece allí, y, al volver
aquí, compartes ese poso que te ha ido
dejando esa experiencia.
(Zimbawe)
«Dios quiera que vuelva a Zimbawe»
Lola Pérez Carrasquilla es Misionera hija del Calvario. Nacida en
Córdoba, ha estado 15 años en Zimbawe. Nos da su testimonio:
Desde el año 82 he estado en Zimbawe. Allí he trabajado en el campo
de la sanidad, y me he encontrado con un lugar maravilloso de África
que me tiene cautivado el corazón.
Dios quiera que vuelva para quedarme en Zimbawe. Mi experiencia es
una experiencia de dolor, de alegrías, de todo… El pueblo africano es
un pueblo muy acogedor. Yo me sentí en mi casa, nada más llegar. Estuve
trabajando con la tribu tunga, los más pobres del país. Me sentí muy fortalecida
por la fe de la gente, aunque no fueran cristianos. Al poquito de
llegar allí, me dieron un nombre: muembe, que significa pájaro…, porque
soy muy inquieta y me muevo mucho. En la misión, ahora mismo, somos
cinco Hermanas: cuatro son africanas, yo soy la única española. Llevo viviendo
con ellas 15 años. Los sacerdotes también son africanos; ahora
hay uno español, de Segovia.

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(Paraná, Argentina)
«El misionero nos hace pensar
en la vida eterna»
El arzobispo emérito de Paraná, monseñor Estanislao Karlic, uno
de los principales ponentes del Congreso, respondió así a nuestras
preguntas:
¿C
uál es la situación de Argentina
en estos momentos?
La situación económica en Argentina
presenta algunos signos de mejora, pero
es muy profundo el desorden moral que
tenemos en el país, por la idolatría del tener.
Por otro lado, hemos tenido signos estupendos
de solidaridad en todo el país. La
colecta en las misas ha aumentado este año,
aun en una situación de crisis; se ha despertado
una mayor conciencia de solidaridad.
La historia más reciente de Argentina,
¿cómo afecta a los católicos en su país?
¿Se da el perdón?
La Iglesia ha hablado siempre del perdón,
y ha dicho que una caridad que no perdona
no es caridad en plenitud. Por otra parte,
nunca ha defendido lo que ha sido injusto
o criminal. Lo que pedimos al Señor es
que nos permita predicar la reconciliación,
que es una virtud de confianza en Dios y
también de esfuerzo nuestro. Hay algunas
manifestaciones contra la Iglesia que nos
hacen sufrir mucho, pero nosotros tenemos
que responder predicando el Evangelio.
J uana
Pagán, misionera comboniana, ha
recorrido Méjico de arriba abajo, du-
rante nueve años, prestando una especial
atención a los jóvenes y a las comunidades
indígenas del país, especialmente en la región
de Oaxaca. Éste es su testimonio:
En Oaxaca, la zona donde yo trabajé, hay
un gran problema de sincretismo; la carencia
de sacerdotes y de catequistas ha origi-
¿Cómo es la evangelización en Argentina?
¿Siguen dependiendo de misioneros
enviados de Europa?
Hay un cierto número de sacerdotes de
España y de Italia en nuestro país, pero también
tenemos cerca de 500 sacerdotes argentinos
misioneros en otras partes del mundo
en este momento. La mayor dificultad
en Argentina es el clima general de secularización;
el pueblo argentino está sometido
por los medios de comunicación a una visión
del hombre contraria al Evangelio. Son
proposiciones inmanentistas y hedonistas.
Nosotros trabajamos con la catequización
en las parroquias y realizando misiones populares,
lo cual es una fuente de gracia pensando
en la evangelización ad gentes.
Lo mejor que puede ofrecer un misionero
es su fe, su caridad y su esperanza. Por su
fe nos abre al misterio de Jesucristo; por su
caridad nos da su corazón y su compañía, y
tal vez alguna ayuda material; por su esperanza,
nos ayuda a caminar y pensar en la
vida eterna, porque no podemos dejar de
hablar de la eternidad.
(Oaxaca, Méjico)
«La Iglesia mejicana tiene una memoria
viva de sus mártires»
nado la aparición de los llamados rezanderos,
personas que han aprendido de memoria
algunas oraciones, incluso en latín, que
acuden en los momentos especiales de la vida:
nacimientos, muertes..., para darles un
sentido de trascendencia. Estos rezanderos
se aprovechan de la gente y obtienen mucho
dinero. La llegada de los misioneros ha
originado una oposición muy fuerte. Asi-
EN PORTADA
mismo, las sectas también están presentes
en todo el país, sobre todo los Testigos de
Jehová. Sin embargo, pienso que la presencia
de la Virgen de Guadalupe y la devoción
que le tiene el pueblo mejicano es una gran
barrera contra la penetración de las sectas. La
Iglesia mejicana tiene fuerza suficiente para
ser evangelizadora de sí misma y para
mandar misioneros al exterior. Lo que ocurre
es que la misión ad intra no se ha desarrollado
del todo, porque hay muchos misioneros
ad extra, fuera de las fronteras mejicanas,
pero la misión en algunas zonas del
interior del país se ha descuidado un poco.
Es necesaria también la recuperación de
la familia, porque en Méjico existe mucho
machismo, lo que hace que sea muy difícil
que los jóvenes se hagan una idea clara de
Dios como Padre.
La insurrección de los rebeldes en Chiapas,
provocada por la situación de pobreza y
miseria que afecta a muchas poblaciones indígenas,
fue vivida por la Iglesia con cautela,
rechazando siempre la violencia y apoyando
las iniciativas de paz de monseñor
Samuel Ruiz. El hecho de que el Gobierno
haya sido masón durante muchos años, hace
que la masonería esté aún implicada en la
política mejicana, lo que conlleva una cierta
persecución, unas veces abierta y otras
veces más sutil. En cuanto a los mártires católicos
de la historia de Méjico, la Iglesia
está muy orgullosa de ellos, hayan subido
o no a los altares, y hoy tiene una memoria
muy viva de ellos.

EN PORTADA 23-X-2003
(Francia)
Europa, o las «heridas
contra el hombre»
Doña Isabel de Andía, del Centre National de la Recherche
Scientifique, en París, una de las dos mujeres que participaron
en los trabajos del Sínodo de Obispos de Europa en 1999,
habla sobre la peculiaridad de la misión ad gentes en una Europa
necesitada de una reevangelización:
E s
la Iglesia la que ha creado el humanismo
europeo, transmitiéndole la tradi-
ción grecolatina. Hoy, sin embargo, se ha
producido una ruptura entre Evangelio y
cultura, una ruptura que va a más; hoy el
Papa llega a hablar de cultura de muerte,
por el rechazo de la vida que se da en la actualidad.
Europa ha perdido la memoria de
sus raíces cristianas, y también ha aislado
la razón de la fe; además, ha desgajado la
libertad del amor. Todo ello son heridas contra
el hombre. Lo primero que hay que recuperar
es la búsqueda de la verdad; sólo ha
partir de ahí se puede emprender el diálogo
con la cultura actual. El segundo paso nos toca
a nosotros, los cristianos: es el amor. Ser
¿P
or qué decidisteis ir a la misión
con vuestros hijos?
Por agradecimiento al Señor, por lo
bien que lo ha hecho en nuestras vidas; yo
–habla Florencio– pasé la juventud en el ateísmo
y en la droga, buscando un sentido a la
vida, que no encontraba. Después de un accidente
de coche en el que hubo varios muertos,
entré de nuevo en la Iglesia. Años después,
nos ofrecimos para ir a la misión; en
una convivencia, el Papa nos dio una cruz y
nos envió como misioneros a Marsella.
¿Cómo evangeliza una familia en uno
de los países más desarrollados del mundo?
En Francia, de cada tres matrimonios,
más de uno está divorciado; existen muchísimas
familias monoparentales, y familias
testigos, pero no sólo con la labor social; el
testimonio debe ser un testimonio de fe.
Cuando uno se pregunta: ¿Qué puedo
hacer por Europa?, la respuesta es inmediata:
Lo que haces. Debemos hacer lo que
tenemos que hacer, con valor, sin lamentarse
todo el tiempo diciendo que es imposible.
Hemos recibido mucho de la Iglesia.
Hay un momento en el que, escogiendo a
Cristo, Camino, Verdad y Vida, haces frente
a las acusaciones contra el cristianismo; es
un momento en que el espíritu obedece a la
doctrina de la Iglesia, aun cuando la cultura
en la que vive es contraria. Éste es un acto de
humildad, con el que la conciencia reconoce
la humildad del mismo Cristo.
«Estamos en la misión
por agradecimiento al Señor»
Florencio y María Fernanda son un matrimonio del Camino
Neocatecumenal en misión en Marsella (Francia). Casados
desde hace 17 años, tienen nueve hijos, de tres meses a 16 años:
formadas por hijos de distintos padres. Es
el Estado el que se encarga de la educación
de los hijos; pero como no existe una moral
–ya que el Estado francés es laico–, se
limita a poner parches, dando ayudas económicas.
Nuestra misión allí es hacer presente,
la familia, con nuestra vida cotidiana,
recogiendo la visión del Papa de evangelizar
Europa reconstruyendo aquello que
no existe: una familia tradicional, con un
padre y una madre, con hijos. Nosotros no
hacemos gran cosa, simplemente vivir y
ofrecer nuestra vida por este país.
¿Cómo os reciben allí?
No son muy expresivos. Nosotros hacemos
allí lo que yo llamo una pastoral de
contagio, entre los vecinos, los compañeros
de colegio de los niños… Cuando nos
preguntan, es cuando ofrecemos razones de
nuestra fe; pero sin imposiciones, porque
es una sociedad que está de vuelta y no quiere
escuchar ya nada que tenga que ver con la
religión. Existe una pobreza espiritual y humana
muy grande; las personas llegan de
nuevo a la Iglesia muy destruidas, sin voluntad
ni autoestima, aunque sean intelectuales,
o tengan una buena profesión. Jesucristo
las va reconstruyendo poco a poco.
Yo creo que el Señor nos ha enviado a Marsella
como una barrera frente a las sectas y
al Islam; y no es que hagamos proselitismo,
sino que sólo aportamos nuestra presencia.
(España)
«Demos gratis
lo que hemos
recibido»
L a Hermana María tiene
26 años y, desde los
17, pertenece a la
Congregación de las
Esclavas carmelitas de la
Sagrada Familia. Se trata
de una obra que nace en
1980 y que pronto, con
la ayuda de Dios, podrá
salir a la misión, allí
donde la Iglesia la
reclame. Nos da su
testimonio:
Nuestra aspiración
misionera es anunciar a los demás lo que nosotros
hemos recibido, darlo gratis. En esa llamada nos
sentimos invitados a salir y a anunciar el reino de
Dios.
Tenemos seis comunidades en España, y
queremos ir a anunciar a Jesucristo allí donde nos
llamen. Desde ahí queremos estar donde seamos
necesarias.
Nuestra vida es de oración por la mañana y
apostolado en las parroquias, colegios públicos e
institutos. No tenemos colegios ni hospitales ni nada,
no es nuestro carisma.
Personalmente, estoy gozosa, y doy gracias a Dios
cada día por la llamada que me ha hecho de la
vocación. Este Congreso, personalmente, está siendo
un impulso muy grande, para, cuando llegue a mi
comunidad, transmitirle esto que yo estoy
recibiendo. Hay que esperar el momento, que el
Espíritu tiene su momento, pero es verdad que
apetece llegar y decirle a la madre superiora:
¡Madre, vayámonos a la misión!
7 A
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8
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23-X-2003
Desde su puesto
Nos hubiera gustado traer a esta página
la foto de los embajadores de la
FAO en Roma sirviendo la comida a
miles de necesitados en el Aula Pablo
VI, el día de la beatificación de la
Madre Teresa de Calcuta, pero las
agencias internacionales, hasta el
momento al menos, no la han facilitado.
He aquí, en cambio, a las Misioneras
de la Caridad celebrando la
beatificación de su fundadora en Calcuta.
En su puesto de servicio. Lógicamente
les hubiera gustado estar en
la Plaza de San Pedro, pero están
donde tenían que estar, junto a los
más pobres, bien conscientes de que
lo que hagáis a uno de estos, a Mí
me lo hacéis.
LA FOTO
Una mirada al futuro
Al cierre de esta página, el Papa
Juan Pablo II celebra el
Consistorio en el que crea 31
nuevos cardenales. Concluye
así una semana eclesial en
Roma especialmente intensa,
con la celebración de los 25
años de su pontificado y con
la beatificación de la Madre
Teresa de Calcuta. En la foto,
la lúcida y atenta mirada de
Juan Pablo II se dirige, esperanzada
y confiada, durante
las celebraciones de estos
días, a algunos miembros del
Colegio cardenalicio.

CRITERIOS 23-X-2003
Esa secreta
novedad
de la vida
Después de las intensas jornadas
vividas en Roma, con
motivo de la celebración del
veinticinco aniversario del pontificado
de este gran misionero que es el
Papa Juan Pablo II, y de la ceremonia
de beatificación de la maravillosa
misionera Madre Teresa de Calcuta,
que han protagonizado de modo extraordinario
este DOMUND 2003, recordamos
en este número de nuestro
semanario esa secreta novedad de la
vida que encierran los testimonios de
la misión, como titulamos en la portada.
No son las meras palabras ni los
discursos ideológicos los que llenan
de sentido, de gozo y de esperanza
verdadera la vida. La llena únicamente
ese Misterio infinito que se hizo
carne y habita entre nosotros, del
que sin duda son testigos de excepción
los misioneros.
Con su habitual acierto publicitario,
los anuncios de premios millonarios
en los diversos sorteos y loterías dan
en el centro de la diana: ese deseo insaciable
de felicidad que tiene todo
corazón humano;
lo que ocurre es
que todos los millones
del mundo
son incapaces de
saciar lo que es
constitutivamente
insaciable. La decepción
que eso
supone termina
dejando vacío y
seco el corazón.
Son otros millones
los que éste en realidad
reclama;
sin éstos, que bien pueden resumirse
en la experiencia de la gratuidad del
amor, todo lo demás es basura, como
no tiene reparo en afirmar el mismo
san Pablo. Nada ideológicas, sino
llenas de realismo, siguen sonando
hoy, con la misma fuerza que hace ya
dos milenios, las palabras de Cristo:
«¿De qué le sirve al hombre ganar el
mundo entero, si arruina su vida?; o
¿qué puede dar el hombre, a cambio
de su vida?»
En medio de un mundo realmente
convulso por todo tipo de violencias,
que surgen incesantes del hombre viejo,
dominado por toda clase de pasiones,
incapaces de hacerle feliz porque,
en realidad, le conducen a la irresponsabilidad
y a la desesperación, brillan
sin duda de modo esplendoroso
los testigos de la Humanidad nueva,
a la medida sin medida de los deseos
del corazón. Son los misioneros, los
que marcharon a países lejanos y los
que se quedaron con los suyos, los que
han recibido expresamente la misión y
todos los otros que igualmente la viven
en su esencia, porque han encontrado
esa secreta novedad de la vida que se
llama amor verdadero, es decir, entrega
de sí mismo. El único poder que
cambia el mundo, paradójica pero verdaderamente,
es el de los pequeños
que se han dejado amar por el único
realmente Grande, y han recibido así la
capacidad de la auténtica grandeza,
que no es otra que la gratuidad del
amor.
Lo dijo muy claramente Juan Pablo
II en la beatificación de la Madre
Teresa, comentando las palabras del
Evangelio: «Quien quiera ser grande
entre vosotros debe ser vuestro servidor».
El testimonio de la pequeña gran
mujer de Calcuta resplandecía en la
plaza de San Pedro:
«Con particular emoción –son las
palabras del Santo Padre– recordamos
hoy a la Madre Teresa, una gran servidora
de los pobres, de la Iglesia y
del mundo entero. Su vida es un testimonio
de la dignidad y del privilegio
del servicio humilde».
Esta mujer, pequeña, arrugada y
desgastada, como el anciano Papa que
apenas puede moverse y apenas puede
hablar, dándose totalmente «sin importarle
el coste…, hasta que duela»,
desvela dónde está el secreto del hombre
nuevo, dónde está la fuente inagotable
de su alegría y de su esperanza.
Por mucho que tengamos, si ignoramos
quiénes somos, estamos viviendo
como
muertos en vida.
¡Qué diferente es
vivir de veras, con
el horizonte de la
plenitud y de la esperanza
de la vida
eterna! El secreto lo
explicó así Juan Pablo
II, al proponer
el testimonio de la
Madre Teresa: «Recordó
a todos el valor
y la dignidad de
cada hijo de Dios,
creado para amar y ser amado».
Juan Pablo II
L
9 A
Ω
a inmensa mayoría de los
católicos valoran el
pontificado, felizmente
inconcluso, de Juan Pablo II
como uno de los más fecundos y
ejemplares de la historia de la
Iglesia. Creo que con ello
reconocen, sobre todo, su
actitud personal, ejemplaridad y
coherencia. En segundo lugar, la
fidelidad a la misión espiritual
encomendada. Y, en tercer lugar,
las consecuencias de su
magisterio, especialmente su
contribución a la defensa de la
dignidad de la persona y de la
vida humana, a la defensa de los
marginados, a la causa de la paz
y al hundimiento del
totalitarismo comunista. Quien
sigue la enseñanza de Cristo no
puede dejar de sufrir la cruz. Si
Juan Pablo II no tuviera críticos y
detractores no sería un cristiano
ni un gran Papa. Unos quieren
lapidar a la adúltera, otros
piensan que no ha hecho ningún
mal. Sólo Cristo perdona, pero
también le pide que no peque
más. Un cristiano no puede ser
apreciado ni por los lapidadores,
ni por quienes trazan la frontera
entre el bien y el mal según su
conveniencia o capricho.
Otros le reprochan a Juan
Pablo II que no asuma la forma
de gobierno de la democracia
representativa, incluida la
división de poderes. Como si la
Trinidad fuera un invento de
Locke y Montesquieu para
fragmentar el poder absoluto de
Dios. Los de más allá le
reprochan que impida el diálogo
interreligioso. Como si la
manera de favorecer el diálogo
fuera negar la validez de las
propias convicciones. No hay
religión que no aspire a ser
depositaria de un mensaje
verdadero. Por lo demás, cuando
apenas existe institución que
haya reconocido pública y
oficialmente los errores
cometidos en el pasado como la
Iglesia católica, al parecer no
basta. Incluso apelan a un
regreso inquisitorial quienes
aspirarían a ver sus caprichos
teológicos convertidos en
verdades de fe. Al menos, la
Iglesia, sin vulnerar la libertad de
ningún teólogo, tendrá el
derecho de determinar quiénes
enseñan en su nombre y quiénes
no. Con eso no se vulnera la
libertad de ningún teólogo, sino
que se niega su derecho
absoluto a enseñar cualquier
cosa en nombre de la Iglesia.
Ignacio Sánchez Cámara
de ABC

A
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Ω
23-X-2003
Fidelidad y coherencia
n muchos medios están apareciendo comentarios sobre
EJuan Pablo II con motivo de los 25 años de su pontificado.
Es lógico que sean múltiples
las facetas del mismo
que se puedan resaltar. Para
mí lo que mejor define a este
Papa es su fidelidad y su
coherencia. Fidelidad, en
primer lugar, a Jesucristo y
al mensaje evangélico, al
magisterio universal y perenne
de la Iglesia, que ha
intentado conservar y enseñar
de manera adecuada al
hombre de hoy, de manera
coherente con una antropología
fundamentada en la Biblia
y con la que está totalmente
identificado. Fidelidad
al Concilio Vaticano II,
que ha tratado de aplicar y
desarrollar coherentemente,
con el espíritu y la letra de
todos sus documentos. Fidelidad,
por último, a su misión
apostólica de Pastor universal
de la Iglesia, que va
en busca de sus ovejas allá
donde estén, tratando de aliviar
sus sufrimientos y resolver
sus problemas. Y lo hace
con tal coherencia personal, que le lleva a buscar, en primer
lugar, su santidad personal, fundamentada en la oración y el
sacrificio, hasta llegar a ser mártir en vida.
Esta fidelidad y coherencia de Juan Pablo II explica que
sea quizá el mejor referente para muchos, y revulsivo de
conciencia para otros. Pienso que Juan Pablo II ha sido un
profeta de nuestro tiempo. No simplemente alguien que
pasará a la Historia, sino alguien que la está haciendo. Precisamente
por su fidelidad y coherencia.
Capitalismo
Federico Gómez Pardo
Gerona
En este mismo sentido hemos recibido cartas de Pilar
Martínez (Almería), Juan Ignacio Acebron (Madrid), Daniel
Martínez (Madrid), Juan Pablo Sánchez del Moral (Madrid),
José Molina (Granada), Amalia González de Castro (Vigo),
Maite Lequerica (Madrid), Mamen Güemes (Madrid), Álvaro
Gil (Madrid), Beatriz Duran Fuentes (Madrid) y Carmen
Hernando Hernando (Barcelona)
obres, siempre los tendréis con vosotros». El Evange-
«Plio no falla. Ahora bien, hay pobrezas peores que las
económicas (cito tres enormes: soledad, ignorancia y miseria
moral). De ahí que, aunque todos tuvieran dinero,
siempre habrá gente necesitada de algún tipo de atención.
El capitalismo produce dinero, no valores; pero no disminuye
el número de pobres sin cuartos, ni mucho menos el de pobres
en sentido espiritual; se trata –en palabras de L. Lerhman–
«de un mecanismo natural sin base moral», donde
todo se pretende arreglar a base de idolatrar al ego y de
concurrir egoísmos. El paradigma del ciudadano capitalista
CARTAS
ángel egoísta. H. Hude –liberal honrado– ya nos alertaba
de las formas erróneas de entender la libertad: su negación
antinatural (comunismo) y su desquiciamiento (capitalismo).
De esta manera el mercado deviene en explotador, el
trabajo en mercancía, y la democracia en totalitarismo encubierto.
No basta con tener libertad de mercado (aún no la
tenemos; sólo existe ley del embudo a favor del rico); hay,
además, que dotar de alma al capitalismo.
Xusto Otero
Carril (Pontevedra)
Los norteamericanos dicen
no al aborto
ajo el pseudónimo de Jane Roe, la feminista Norma Mc.
BCorvey logró, en 1973, que el Tribunal Supremo de Estados
Unidos legalizara el aborto. Hoy, treinta años después,
Norma ha declarado:
«Aspiro a ver el día en
que se haga justicia y la
carga de todas esas
muertes de bebés no recaiga
sobre mis hombros».Esa
actitud contraria
al aborto se está
generalizando en Norteamérica.
Una encuesta
llevada a cabo por el
New York Times y la cadena
de televisión CBS
revela que la proporción
de jóvenes, entre 18 y
29 años, a favor del
aborto ha descendido
del 48 al 39%. Y análoga
tendencia muestran
los sondeos realizados
en la Universidad de
California. ¿Cuáles pueden
ser las razones de
ese cambio de actitud?
El New York Times señala, entre otras: el desarrollo de la tecnología
de los ultrasonidos, que ha permitido contemplar el
rostro humano del feto; el descenso del número de embarazos
de adolescentes con el consiguiente descenso de la demanda
de abortos; la mayor aceptación de las madres solteras;
la mayor preocupación por el sida, que ha llevado a los
jóvenes a ser más cautos.
Sin comentarios
Francisco Lacalle Leloup
Madrid
uienes vuelven a solicitar la eutanasia, aprovechando la
Qcircunstancia del joven francés recientemente fallecido,
convendría que no olvidaran dos hechos fácilmente comprobables:
lo que ha ocurrido en Holanda y lo que sobre ella
piensan los médicos. Es terrible este dato: en 1990 hubo en
ese país más de 25.000 casos de eutanasia; de ellos, 14.700
–¡más de la mitad!– sin consentimiento del paciente.
¿Y qué piensan los médicos sobre la eutanasia? «El médico
no debe, a petición del enfermo o de cualquier otra
persona, administrar un tratamiento destinado a provocar
la muerte del paciente» (Comité permanente de Médicos
Europeos: resolución 14 de marzo de 2002).
Luis Riesgo Ménguez
Madrid
Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas.
Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

VER, OÍR Y CONTARLO 23-X-2003
¿Qué valor tiene la política?
El profesor Miquel Bastons i Prat, en
su reciente tratado sobre la filosofía
de la acción en Aristóteles, nos recuerda
que, «después de una larga pervivencia
de la tradición aristotélica y tomista,
lo que se llama Filosofía práctica –Ética
y pensamiento político– sufre, con Kant,
una profunda modificación. La unidad entre
Ética y Política, que era uno de los más sólidos
pilares, se quebranta al trasladarse el
fundamento de la conducta humana a la subjetividad.
La Ética se convierte en teoría de
la moralidad, y la Política, alejada de aquélla,
se convierte en teoría de la legalidad».
Nueva Revista
En el útimo número de Nueva Revista,
Rafael Llano escribe bajo el sugerente título
¿A quiénes consideramos hombres políticos
buenos?, y señala: «Aristóteles, que
al fin y al cabo era un hombre griego y llevaba
la ciudad en las entrañas, era, además,
filósofo y no sociólogo, razón por la cual,
si se ponía a escribir un libro tan complicado
como la Ética a Nicómaco, era con objeto,
no de describir los tipos de vida libre
posible –todos en principio buenos, por lo
menos para el individuo que los elige–, sino
de discutir, por medio de una severa inspección
racional, cuál de ellos cabría considerar
el mejor. Aristóteles, ya lo hemos dicho,
no tiene nada en contra del logro del
bien individual, al contrario, lo asume como
punto de partida; pero, puesto que le interesa
saber qué es, entre todas las cosas elegibles,
lo mejor por lo que puede decantarse
un ser humano, asegura que el logro del
bien de la ciudad es más deseable, mejor y
más perfecto en sí mismo, que el logro del
bien individual, y lo razona así: Si ya es apetecible
procurarlo [el bien] para uno solo, es
más hermoso y divino para un pueblo y para
las ciudades».
Boletín de la ACdeP
La revista de la Asociación Católica de
Propagandistas regala a sus lectores un magnífico
documento con el texto de la conferencia
que Alfredo Dagnino Guerra pronunció
en la XCI Asamblea General de la
citada Asociación. Allí se lee: «A la participación
de los católicos en la vida pública no
es dable oponer ni la aconfesionalidad del
Estado, ni la autonomía del orden religioso
frente al temporal. Tales valores no pueden
servir para impedir o dificultar las legítimas
aspiraciones de los católicos de abrir caminos
de presencia y colaboración en la vida pública.
Es evidente que hoy nadie piensa que
los católicos puedan imponer las normas morales
relativas a la vida social y política como
reglas de comportamiento y convivencia para
todos los ciudadanos. Tales pretensiones
no estarían de acuerdo con las propias enseñanzas
de la Iglesia acerca de la libertad religiosa
y de sus relaciones con la sociedad
secular, tal como han sido expresadas por el
magisterio pontificio y el Concilio Vaticano
II, ni se comparecerían con los principios y
reglas que informan nuestra Constitución.
Pero
es evidente también que
la aconfesionalidad (que no laicismo)
proclamada por el orden constitucional
imperante, cuyo fundamento y razón
reside en la necesidad de garantizar la libertad
religiosa y la de que el poder público no
abandone la neutralidad confesional a la que
está constitucionalmente obligado, tampoco
puede servir para prescindir del hecho religioso,
ni para imponer la reducción de lo
religioso al ámbito de lo privado, ni mucho
menos para dispensar a los poderes públicos
del cumplimiento del deber de reconocer y
tutelar los derechos de los católicos, a quienes
corresponde promover las condiciones
para que los derechos y libertades de los ciudadanos
y de los grupos sean reales y
efectivas, remover los obstáculos que impidan
o dificulten su plenitud y facilitar la participación
de los católicos en la vida política,
social y cultural. Del laicismo, sin embargo,
se destaca el riesgo de que se revele como
una limitación de los derechos inalienables».
Compañía de las Obras
Las ya inmediatas elecciones a la Comunidad
Autónoma de Madrid han tenido, por
parte de la Compañía de las Obras, ligada
al movimiento Comunión y Liberación, la
siguiente reflexión publicada en un manifiesto
que se pregunta: ¿Qué valor tiene la
política? Y responde: «Para una realidad del
pueblo, de hombres y mujeres implicados
en la vida social y que promueven iniciativas
empresariales y asociativas con el ideal de
que sirvan a las necesidades de todos, tiene
un valor
indiscutible.
Sin embargo, no lo esperamos todo de
ella. A los responsables de las Administraciones
públicas les pedimos, simplemente,
que respeten, favorezcan y apoyen subsidiariamente
la iniciativa de las personas, las
familias, las asociaciones y las organizaciones
sociales. Nada más lejos de la utopía,
no sólo de la de un mundo perfecto que
nos ahorre el uso de la libertad, sino también
de la de quienes exigen a los políticos
más de lo que pueden dar.
No nos escandaliza la incoherencia de
los políticos, ni tampoco la nuestra. Ni siquiera
exigimos para votarlos que piensen lo
mismo que nosotros. Les pedimos que busquen
el bien común y defiendan la libertad
de la sociedad.
Por ello, nos decantamos por quien asegure
un clima de estabilidad social y de convivencia
que permita a la sociedad civil
construir. Por quien apoye a los pequeños y
medianos empresarios y defiendan a las familias.
Por quién se muestre más comprometido
con la libertad de educación, la defensa
de la vida y la promoción de una cultura
respetuosa con el sentido religioso en
cuanto factor indispensable para una convivencia
en paz (Cfr. Nota de los obispos de
Madrid). Por quien favorezca la participación
de la iniciativa social y privada en la
gestión de los servicios públicos».
José Francisco Serrano
redactorjefe@planalfa.es
Ilustración
del Movimiento
Cristiano
de Trabajadores
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23-X-2003
Ante las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid
Y a
en las últimas elecciones municipales
y autonómicas, el pasado mes de mayo,
no pocos votantes católicos, ante los po-
líticos que no defienden todos y cada uno de
los principios y de los valores de quienes los
votan, estaban afectados por la desilusión, y
tentados por la idea de la abstención. Ante
unas elecciones como las convocadas para el
próximo domingo en la Comunidad de Madrid,
la abstención puede ser para algunos
una tentación acuciante, pero ciertamente inútil.
Caer en ella, sencillamente, no haría más
que empeorar la situación, máxime en el sistema
electoral vigente. La abstención empeora,
sin duda, aquello que pretende criticar.
Es en este momento cuando surge la gran objeción
de algunos: «Pero ¿cómo voy a darle
mi voto a quien no profesa toda la fe y la moral
católica? ¡Hay cosas que un católico no
puede apoyar!»
Los católicos deben tener siempre muy claro
el sentido de la realidad, frente a las ensoñaciones
utópicas que sólo consiguen empeorar
las cosas, sabiendo que dar un voto en unas
elecciones no es hacer un acto de profesión de
fe, sino, sencillamente, defender la propia li-
l pasado 8 de octubre, en el Seminario y presidida por el obispo auxiliar
Emonseñor Fidel Herráez, tuvo lugar la celebración del envío de los
profesores de Religión católica de la archidiócesis de Madrid. Participaron
unos 450 profesores, tanto de la escuela pública como de la concertada y
la privada. Tras las palabras de presentación del Delegado diocesano de
Enseñanza, don Avelino Revilla, monseñor Herráez dio la bienvenida a los
presentes y les animó a seguir en esa tarea de dar a conocer el mensaje
cristiano en el ámbito de la Escuela, por medio de la clase de Religión. A
continuación, el profesor Leonardo Rodríguez Duplá, Decano de Filosofía
de la Universidad Pontificia de Salamanca, pronunció la conferencia ¿Se
ha vuelto anacrónica la ética cristiana?, que puso de manifiesto la
bertad y la libertad de todos. Este principio de
defensa de la libertad, incluyendo lógicamente
la libertad religiosa, ha sido, desde siempre,
un criterio básico de la responsabilidad de los
cristianos en la vida política.
Ante la cita del próximo domingo en las
urnas, conviene recordar la Nota de los obispos
de la Provincia Eclesiástica de Madrid al
respecto, publicada íntegra en el número 369
de Alfa y Omega, de fecha 25 de septiembre
pasado, y cuya relectura es altamente recomendable:
«Los acontecimientos ocurridos
en la constitución de la Asamblea de la Comunidad
Autónoma de Madrid, que afectan
gravemente al bien común e interpelan de manera
significativa a todos los ciudadanos, han
generado un nuevo escenario político y social.
La relevancia de lo ocurrido supone una
llamada a asumir la responsabilidad moral y
política que a todos nos concierne. (…) Los
obispos (…) nos sentimos obligados, por la
gravedad de los hechos, a presentar algunos
criterios que contribuyan a clarificar la conciencia
moral en orden a la construcción del
bien común. (…) Para que el voto sea libre y
responsable se requiere, entre otras condicio-
IGLESIA EN MADRID
Realismo y responsabilidad
nes, un conocimiento objetivo de los programas
electorales y de las propuestas concretas
de cada uno de los partidos. Exhortamos a los
católicos, y a los que tienen a bien atender
nuestros requerimientos, (…) tengan presente,
en los programas electorales y en las propuestas
políticas concretas, los siguientes criterios
conformadores del bien común:
l La defensa de los derechos fundamentales
de la persona, especialmente el derecho
a la vida desde el primer momento de la concepción
(…)
l La defensa de los derechos de la familia,
fundada en la unión matrimonial indisoluble
del varón con la mujer (…)
l El derecho a una educación que facilite
a los padres el libre ejercicio de la elección del
modelo educativo integral que desean para
sus hijos.
l La promoción de una cultura que respete
los valores morales y religiosos como base
imprescindible para la paz y para el bienestar
social».
La reflexión, en esta clave de realismo y
responsabilidad, no puede menos que reconocer
que no hay peor consecuencia electoral
que el triunfo de una opción política que recorte
la libertad y la existencia misma de
nuestro pueblo, impidiendo su educación,
acosando a las familias o profundizando la
secularización, con el consiguiente deterioro
cultural. Según el dicho popular, el cesto de
la vida, y en este caso de la política, se hace
con los mimbres que tenemos, porque no hay
otros; y sabio es reconocer que lo mejor es
enemigo de lo bueno. Sólo desde este realismo
fundamental nuestro pueblo podrá crecer
y fortalecerse. Esto significa, ciertamente,
la grave responsabilidad de votar, y votar
con realismo en defensa de la libertad, pero no
sólo eso. Significa –además e inexcusablemente–
el trabajo de cada día para que, efectivamente,
nuestro pueblo crezca y se haga
fuerte, para el bien de todos.
Si el noble ejercicio de la política es el arte
de lo mejor posible, la actividad de los ciudadanos
en la vida política, y en particular la acción
de votar, lógicamente, no debe ser ajena a
este necesario arte del realismo responsable.
Alfonso Simón
Celebración del envío de profesores de Religión
especificidad de dicha ética en el diálogo con las éticas surgidas en la
modernidad. Con la celebración litúrgica del envío, en la que el obispo
envía a los profesores a «anunciar el Evangelio y a dar testimonio de
Jesucristo en su tarea escolar», concluyó esta jornada que, año tras año, va
ganando en importancia para el conjunto de profesores de Religión, que
han de ser competentes para ejercer su actividad docente y educativa, de
la cual han de responder ante la sociedad, al tiempo que están vinculados
a la Iglesia diocesana, que les envía a la Escuela con la misión de enseñar
los contenidos de la fe católica y de dar testimonio, con su vida, de lo que
enseñan.
Avelino Revilla Cuñado

IGLESIA EN MADRID 23-X-2003
La voz del cardenal arzobispo
Una exigencia de nuestra fe
Con María, llamados a la misión, lema del Domund de este año, abre
también la Carta pastoral de nuestro cardenal arzobispo en el Día por
excelencia de las misiones, que en esta ocasión ha tenido dos
protagonistas misioneros de excepción: el Papa Juan Pablo II, que ha
celebrado sus 25 años de pontificado; y la Madre Teresa de Calcuta,
cuya Misa de Acción de Gracias por su beatificación presidirá, el
lunes 27, en la catedral de la Almudena, a las 20 h., nuestro cardenal.
Éstas son las palabras que dirige a los fieles de la diócesis de Madrid
esta semana:
L a
Jornada del Domund ha escogido como
lema, en este Año del Rosario, el de
Con María, llamados a la misión. Si
la Iglesia es misionera por su misma naturaleza,
María, tipo y figura de la Iglesia,
nos estimula a la misión de llevar a Cristo
a todos los hombres. Pablo VI la invocó
como Estrella de la evangelización, título
utilizado en repetidas ocasiones por Juan
Pablo II y reforzado al definir a la Virgen
como Estrella de la nueva evangelización.
María, Madre de la Iglesia desde su inmolación
espiritual junto a su Hijo al pie de
la cruz, acompaña ciertamente a los Apóstoles
en su oración en el Cenáculo y en la
efusión del Espíritu Santo, que constituye
el inicio de la misión universal, precediendo
desde ese momento con serena audacia
a quienes hasta entonces se habían
mostrado pusilánimes.
La misión de la Iglesia, que, según Juan
Pablo II, «se halla todavía en sus comienzos»,
exige hoy de todos los cristianos el
mismo empuje y ardor misioneros de los
doce Apóstoles y de la primera Iglesia de
Jerusalén, dado además que la fuerza y el
poder del Espíritu Santo no decrece, son
exactamente los mismos, así como es idéntica
la gracia recibida por la Palabra y los
sacramentos. El Espíritu Santo viene a enseñarnos
y recordarnos todo lo que Jesús ha
dicho y ha hecho como Salvador del mundo,
nos ayuda a profundizar en el sentido
de su misión y, especialmente, a acrecentar
en nosotros el mandato misionero que Cristo
ha inculcado en los suyos con la promesa
de su asistencia hasta el fin del mundo,
promesa que se ha hecho realidad con
la presencia eucarística del Señor y con el
envío del Espíritu Consolador.
También María, la Madre del Señor,
está cerca de sus hijos, y nos acompaña
en este camino de la evangelización, no
exento de dificultades. Ella ha acompañado
a los grandes misioneros y apóstoles
de la fe, y a los modestos y no menos
heroicos misioneros y misioneras que, fieles
a su vocación y carisma, han salido de
su tierra a ejemplo de Abraham y han gastado
su vida entre pueblos desconocedores
de Cristo, mostrándoles, con la palabra y
el testimonio, al que es el Camino único y
personal que conduce al Padre. Para todos
ellos y para nosotros, en el aquí y ahora
de nuestras vidas, deben hacerse realidad
las palabras del Papa en su mensaje
para este día: «El recurso confiado a María
con el rezo del Rosario y la meditación
de los misterios de la vida de Cristo
pondrán de relieve que la misión de la
Iglesia se debe sostener, ante todo, con la
oración». No cabe, por tanto, la posibilidad
de ser anunciador del Evangelio sin la experiencia
de la contemplación del rostro
de Jesús, que pertenece a María de un modo
especial.
Un sí decidido
Si bien la cooperación misionera de todos
es necesaria por imperativo del Bautismo,
la Iglesia sin mancha ni arruga, cuya
juventud no puede sufrir detrimento,
reclama hoy, de forma especial, la presencia
evangelizadora de los jóvenes, que no
es la manifestación de un simple anhelo,
sino que, como el Papa reconoce, ha brillado
de modo espectacular como «un don
especial del Espíritu de Dios».
No es preciso remitirnos a encuentros
y jornadas internacionales; tenemos aún
en la viva emoción de nuestro recuerdo inmediato
el encuentro del Papa con los jóvenes
en su reciente visita a Madrid. En la
colosal explanada de la Base Aérea de Cuatro
Vientos, el Pontífice invitaba a la multitud
de jóvenes allí reunida a participar
en la Escuela de la Virgen María con estas
palabras: «Ella es modelo insuperable de
contemplación y ejemplo admirable de interioridad
fecunda, gozosa y enriquecedora.
Ella os enseñará a no separar nunca la
acción de la contemplación; así contribuiréis
mejor a hacer realidad un gran sueño:
el nacimiento de la nueva Europa del espíritu».
Una Europa a la que el Papa acaba
de presentar, en su último documento Ecclesia
in Europa, también como un objetivo
de la misión ad gentes, tanto por la realidad
creciente día a día de la inmigración,
como por la pérdida o abandono de la
herencia cristiana en no pocos ámbitos territoriales
o culturales bajo pretexto de ser
ésta incompatible con la modernidad. Dirigiéndose
a la multitud de fieles congregados
en la plaza de Colón y aledaños,
Juan Pablo II nos exhortaba a todos: «¡No
rompáis con vuestras raíces cristianas! ¡Sólo
así seréis capaces de aportar al mundo y
a Europa la riqueza cultural de vuestra historia!»
Con María, pues, y confortados por el
rezo del Rosario, nos es obligado pronunciar,
como discípulos de su Escuela, nuestro
sí decidido a la llamada a la misión universal,
que supone el mandato de Jesús. Como
he recordado al principio, María, Nuestra
Señora de La Almudena, es, por su
propia condición, misionera al igual que la
Iglesia. A nuestra Estrella de la nueva evangelización
acudimos confiados, seguros de
alcanzar su protección y de obtener, por su
intercesión, nuevos bríos para afrontar con
valentía y espíritu perseverante el compromiso
misionero en la hora presente.
+ Antonio Mª Rouco Varela
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Mantenerse
en la Verdad
es ganar la
batalla final
«The field is won», le dijo Moro a su yerno Roper.
La batalla está ganada, si nos mantenemos
en la Verdad, aunque sea a contracorriente.
Tomás Moro dio su vida por defender la Verdad:
servía a su rey, pero antes a Dios.
Ésta es una reflexión acerca de la doctrina
de la Iglesia y la homosexualidad,
y del testimonio que todos los cristianos
deben dar
Leyendo este verano La agonía de Cristo,
la última obra que escribió Tomás Moro
mientras esperaba paciente, manso y lleno
de paz interior, preso en la Torre de Londres,
su decapitación por orden de Enrique
VIII –de quien fuera fiel servidor pero de
Dios primero, como así dejó claro en la pantomima
de juicio que le montaron por alta
traición, por no avalar el divorcio real, que
políticamente tanto interesaba–, me han venido
a la cabeza ciertas ideas que he conectado
con el papel del magisterio de la Iglesia
en relación a la postura a tomar, como católico,
en el tema de la equiparación legislativa
de las uniones homosexuales, de dos
hombres o dos mujeres, con posibilidad de
tener hijos adoptados –que se presentan, en
campaña perfectamente orquestada, como
lo moderno y el modelo de convivencia sin
prejuicios antiprogresistas–, con las familias
de padre, madre e hijos –a las que muestran
como una opción más, ya caduca y retrógrada–.
La obra –cuya lectura recomiendo– está
llena de piedad y es una constante lección
de todo cuanto para el ser humano, y
muy en particular para el cristiano, significa
la Pasión de nuestro Señor, cuya agonía
en Getsemaní invita a contemplar como
testigo de esas horas amargas llenas de dolor,
sufridas voluntariamente para nuestra
redención, para así aprender, quienes nos
decimos cristianos, a parecernos más a
Cristo, descubriendo en Él no sólo su divinidad,
sino también su verdadera naturaleza
humana. La obra, en fin, es el testamento
de santo Tomás Moro como humanista
y como cristiano, como hombre leal e
íntegro en medio de los avatares del mundo,
donde las intrigas, el poder y los intereses
políticos son cosas que en todos los
tiempos asolan.
Estas líneas no son, empero, una glosa a la
obra –escrita por Moro en latín y traducida al
español por Álvaro de Silva–, sino que pretenden,
al hilo del documento de la Santa Sede
hecho público este verano Consideraciones
acerca de los proyectos de reconocimiento
legal de las uniones entre personas
homosexuales, destacar, como ya se ha adelantado,
ciertos aspectos que vienen al pelo en
relación a la postura que, por los católicos, se
ha de tomar con la equiparación en el tratamiento
normativo de las parejas homosexuales
con la institución del matrimonio.
El documento vaticano tiene por destinatario,
como no podía ser de otra forma, a todo
aquel que, de buena voluntad, desee conocer
la doctrina –no de ahora, sino de siempre– de
la Iglesia católica, y la postura que los fieles católicos,
hijos de ella, y muy en particular los
políticos católicos, han de tener para no apartarse
de la recta doctrina y no colaborar activa
o pasivamente en la aprobación de leyes que
establecen esta equiparación admitiendo, incluso,
la adopción por parejas del mismo sexo
de niños a los que, con ignorancia de sus más
elementales derechos, se les impone un modelo
antinatural de familia, que los especialistas
han tildado de pernicioso para el desarrollo
como persona de los menores.
Una doctrina clara
Ya Moro, en La agonía de Cristo, subraya
la responsabilidad de los políticos católicos en
su cotidiano hacer a favor del bien común de
los ciudadanos a quienes representan, o cuyos
derechos dicen defender. Moro también hace
una clara crítica al silencio de los pastores
de la Iglesia cuando, debiendo hablar para
aclarar temas controvertidos, no lo hacen,
aumentando la confusión de las ovejas que
se descarrían. A estos pastores que guardan si-
Narciso.
Caravaggio
AQUÍ Y AHORA
lencio Moro los conmina a que hablen, «que
no permanezcan en silencio, dormidos, como
los Apóstoles en el Huerto de los Olivos,
en la tarea de sembrar virtudes entre la gente
y mantener la verdadera doctrina cuando la fe
y la moral están en peligro», porque –como sigue
diciendo Moro– «el que niega a Cristo,
como hace el que no confiesa la verdad cuando
el silencio daña a su rebaño, al querer salvar
su vida empieza a perderla».
Con el Documento, la Iglesia, por medio
de su jerarquía, ha hablado. Y lo ha hecho
de forma clara, recordando lo que siempre ha
sido la doctrina católica en torno a la homosexualidad,
aunque moleste a sus enemigos
o a quienes dicen –quizá para no perder
votos– que son cristianos a su manera, o
de puertas para adentro, sin dar testimonio
de la verdad ni de la fe que dicen profesar.
Los católicos hemos de estar, una vez más,
con el Papa, Vicario de Cristo y Pastor de la
Iglesia universal por Él fundada. No hemos
de avergonzarnos. Todo lo contrario, hemos
de estar orgullosos y agradecidos, porque,
una vez más, se ha roto el silencio. Se ha oído
la voz clarificadora que hemos de propagar
y dar a conocer para que nadie pueda alegar
ignorancia de las enseñanzas pontificias
que, dicho sea de paso, no por el hecho de
no tratarse de una manifestación papal ex
cáthedra dejan de tener valor magistral. Por
coherencia, hemos de actuar en conciencia
conforme a la fe, apartados de las desviaciones
que se plantean y puedan surgir. Lo contrario,
es vivir con una religión a la carta,
sólo de puertas para adentro.
Al final, the field is won, como le dijo
Moro a su yerno Roper. Para gloria de Dios,
mantenernos en la verdad, aunque sea contracorriente,
es ganar la batalla final.
Santiago Miláns del Bosch

AQUÍ Y AHORA 23-X-2003
ENTREVISTA A DON JUSTO AZNAR
¿C
El coladero..., o cuando
Tras varios años de debate,
a finales de julio, el Parlamento
aprobó un proyecto de ley del
Gobierno para modificar la Ley
de Reproducción Asistida de
1988, con el objeto de adaptarla
a los nuevos avances técnicos y
de intentar solucionar el
problema de los embriones
humanos congelados que
actualmente existen. La ley tiene
dos partes bien diferenciadas:
una, relativa a la reproducción
asistida, y otra, a las células
madre embrionarias y a su
posible utilización para
investigaciones. Así responde a
nuestras preguntas el doctor
Justo Aznar, Jefe del
departamento de Biopatología
Clínica del Hospital
Universitario La Fe, de Valencia
onsidera positivo que se haya limitado
a tres el número de embriones
que pueden ser fecundados
en cada ciclo y posteriormente implantados?
Esto mejora la situación anterior, pues si
se cumpliera, se evitaría la congelación de
embriones, que en este momento pueden ser
en nuestro país más de 200.000.
¿Cree que con la nueva ley se conseguirá
realmente reducir el número de embriones
congelados?
Con la redacción inicial así nos parecía,
pero en el mismo texto legal se indicaba la
posible existencia de casos excepcionales, en
los que se podrían fecundar e implantar más de
tres embriones, aunque se limitaba esta posibilidad
a muy concretas circunstancias clínicas.
Sin embargo, en la redacción definitiva del
proyecto de ley aprobado por el Parlamento,
se desdibujan de forma manifiesta las condiciones
que permiten fecundar, y después implantar,
más de tres ovocitos, indicándose que
podrá hacerse «en los casos en los que lo impida
la patología de base de los progenitores...
y sea asumido por la pareja dentro de un proyecto
reproductivo». Indudablemente, esta
redacción concreta tan poco cuáles van a ser
los casos excepcionales, que posiblemente
deje con escaso contenido a la norma legal,
que establece que solamente se podrán fecundar
tres ovocitos e implantar los correspondientes
embriones. Ésta ha hecho que los
que juzgamos positiva la redacción del primer
borrador pensemos ahora que difícilmente
esta ley pueda ser un instrumento eficaz para
reducir los excedentes de embriones congelados.
los principios fallan
Además, las condiciones últimas que regulen
el número de ovocitos que puedan ser
fecundados y el de embriones que se puedan
implantar «serán especificadas en un
protocolo elaborado por el Ministerio de Sanidad
y Consumo, con el asesoramiento e
informe previo de la Comisión Nacional de
Reproducción Asistida», lo que aún nos hace
temer más sobre la laxitud legal que ha de
regular estos casos, si la propia Comisión
Nacional de Reproducción Asistida es la que
tiene que definir cuáles son los pasos excepcionales.
En la segunda parte de la ley se aborda
el tema de la utilización de las células
madre de embriones sobrantes de fecundación
in vitro. ¿Puede darnos su opinión
sobre esto?
También esta parte tiene aspectos positivos
y negativos. Los aspectos positivos
son que queda prohibido todo tipo de clonación
humana, tanto terapéutica como reproductiva.
Los negativos, que se abre una
puerta al uso de embriones humanos para
utilizarlos como material biológico en investigaciones
biomédicas. En efecto, en la
disposición final de la ley se indica «que el
material biológico obtenido en el momento
de la descongelación podrá ser utilizado
con fines de investigación», aunque las circunstancias
concretas que determinen el uso
de estos embriones serán especificadas por
una reglamentación ulterior, que estará encaminada
a «asegurar la calidad y el control
científico y ético de la investigación biomédica
que se realice a partir de las estructuras
biológicas que se obtengan», por lo
que en ningún caso estará dirigida a limitar,
y menos aún a prohibir, el uso experimental
de estos embriones. Todo ello, sin duda, confirma
que los embriones congelados sobrantes
de fecundación in vitro van a ser utilizados
en nuestro país para fines experimentales.
Además, nos parece que existe en la
nueva ley otra circunstancia que apunta a
que se desea abrir la mano para el uso de
los embriones humanos congelados, y es
que en ella aparece de nuevo, de forma sistemática,
el término de preembrión. Este
término prácticamente ya no se utiliza en
los artículos médicos especializados, lo
que se refleja porque no aparece en ninguna
ocasión, ni en el Informe sobre Investigación
con Células Troncales, del Comité
Asesor de Ética en la Investigación
Científica y Tecnológica, de febrero de
2003, ni en el de la Comisión de la Comunidad
Europea sobre Investigación con Células
Troncales Embrionarias Humanas,
de abril de 2003. En ellos, al embrión humano
de pocos días siempre se le denomina
embrión temprano o preimplantatorio,
pero nunca preembrión. En este sentido,
conviene resaltar que la palabra preembrión
sólo aparece citada en las revistas
internacionales especializadas, en el año
2002, trece veces, mientras que la palabra
embrión preimplantatorio o temprano aparece
más de 700 veces. Por ello, a nuestro
juicio la inclusión del término preembrión
no tiene otra finalidad que despojar al embrión
temprano de su carácter de embrión
humano vivo, para así poder manipularlo
sin trabas éticas.
En la redacción
definitiva del
proyecto de ley,
las condiciones
para evitar
la congelación
de embriones
no quedaron
suficientemente
concretas
13 A
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A
14
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23-X-2003
La entrada del otoño
H ace
TESTIMONIO
poco más de un mes, se celebró el Día Mundial del
Alzheimer. No puedo evitar recordar todos estos años de
cuidados, lloros, alegrías y tristezas. Nunca pensé que los
padres, en un momento de la vida, se pueden convertir en maestros.
Tú, junto a mi padre, lo has sido. He madurado a vuestro
lado. ¡Cuánto me habéis enseñado! Desde vuestra quietud. Desde
vuestra mirada serena, y, a veces, en la que yo pretendía entender
el porqué del declinar de la vida. Algún día expresaré en
toda su dimensión el agradecimiento que os he tenido, y a ti especialmente,
que estás acompañándome cuando empiezo a recoger
la cosecha. Puedo hablar tanto del declinar de la vida, sin
haber llegado, que no necesito instrucciones para saber distinguir
lo esencial de lo que no lo es.
La luz que siento dentro de mí, me la habéis proporcionado vosotros.
Mi entrega amorosa en vuestros cuidados cotidianos me
ha ido arrebatando las impurezas y los sentimientos de vanidad,
poder, prepotencia… ¡Qué humilde y grande me he sentido
a la vez!
He representado para ti la madre que en su día fuiste tú. No sé
si he satisfecho todas tus necesidades, pero sí te puedo decir
que lo he hecho desde el amor que me inspiras, desde el agradecimiento
de haberme llevado a una situación límite que hoy
ha superado muchas fronteras.
Este pasado verano, especialmente caluroso, temía que ya te
marcharas, pero también entendía que algún día te irás. Tengo
asimilados durante tanto tiempo tus cuidados, que a veces llego
a pensar que forman parte de mi vida. Siempre te tengo presente,
pero no me agobias, ni entristeces. Sí me alegra haber
decidido, hace ya muchos años, el atenderte en casa, pese a que
ello ha supuesto una separación, una vida sin hijos, un alejamiento
del mundanal ruido y un aceptar lo cambiante y efímero
que es el amor, los proyectos, las ilusiones, los sueños.
A vuestro lado, he aprendido, sobre todo, a entender lo que muchos
maestros han dicho siempre: “Vive el aquí y ahora”. Eso es
lo que más fuerza ha cobrado en mí. Me habéis mantenido alerta
y despierta. Habéis sido cómplices y aliados en el camino
que durante una década os he acompañado, cuidándoos, sirviéndoos,
amándoos. Querida Madre, te sigo diciendo que te
quiero y que te seguiré queriendo, y que me perdones -yo también
lo he hecho- si no he estado a la altura que tú merecías.
Un abrazo muy grande de tu hija querida.
María José González Martínez
Diez años de catequista
e han cumplido ya diez años de la Pe-
Sregrinación a Santiago, en el Año Santo
de 1993. En aquella experiencia, sentí que
el Señor me pedía más. Yo siempre he sido
creyente y practicante. Siempre he intentado
mantenerme fiel a mi fe, a pesar de
mis muchos fallos, incertidumbres, vacilaciones
y limitaciones. Ya no concibo una
vida sin Jesús.
Cuanto más me pide y más le voy dando,
más me ayuda. Aquel verano de 1993, yo
era estudiante, con una vida cómoda, sin
problemas, y con inquietudes que seguir
cultivando, por lo que me había reunido
con un grupo de amigos, con los que compartía
oración, campos de trabajo, Pascuas,
ejercicios espirituales, peregrinaciones…
En una de las etapas de aquella peregrina-
ción, se acercó a mí un formador del seminario
de Madrid, y, me recordó las palabras
del Evangelio, «Dad gratis lo que habéis recibido
gratis», que se me quedaron grabadas
ya en el resto del Camino. Entonces vi claro
que no podía seguir eludiendo el ofrecimiento
de mi párroco para que diera catequesis.
Era el Espíritu Santo actuando. Sin
embargo, no me encontraba preparada, me
daba miedo, porque me parecía una gran
responsabilidad el tener unos niños a quienes
transmitir la fe: ¿cómo conseguir llegar
a cada uno? El Señor me salió de nuevo al
paso, mostrándome la solución: la Escuela
de Catequistas de la Vicaría VII-Oeste. En
ella encontré esa formación, seguridad y
confianza que me faltaban, y el apoyo de
catequistas y profesores.
Y aquí estoy, contenta y con alegría,
ofreciéndole al Señor estos diez años al
servicio de su Iglesia. Con ánimo e ilusión
para continuar. Le doy las gracias por toda
la ayuda, y le encomiendo a todas las personas
que han ido contribuyendo para que
yo llegara hasta aquí. Le pido por todos los
niños que he ido enseñando en las catequesis,
para que Él ponga su Gracia y supla
mis fallos. También le pido por todas las
personas que dedican su esfuerzo a la catequesis.
Una vez más, renuevo el compromiso
hecho hace diez años, pidiéndole
que la luz del Espíritu no deje nunca de
guiarme, y que la Virgen, Reina de los catequistas,
me acompañe.
Mª del Pilar Ortiz y Ruiz del Castillo

EL DÍA DEL SEÑOR 23-X-2003
XXX Domingo del Tiempo ordinario
«¡Que pueda ver!»
Ante los hechos que sorprenden es muy fácil pentinta a la lección del Padrenuestro, cuya medida de oporsar
que acontecieron por casualidad. Sin embartunidad en lo que se pide fue bien manifiesta al invitar- Evangelio
go, la fe nos dice que, en lo que nos narra el Evannos a decir: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el
gelio, no hay casualidad alguna, sino realización del cielo». La voluntad del Señor es nuestra plenitud en la
plan de Dios manifestado
en Jesucristo, en
verdad y en el bien por
el camino de la cari-
n aquel tiempo, al salir Jesús de
EJericó con sus discípulos y
sus palabras y acciodad,
que es el amor de bastante gente, el ciego Bartimeo (el
nes. Así ocurre en tor-
Dios y el amor según hijo de Timeo) estaba sentado al
no al ciego Bartimeo.
Dios.
borde del camino pidiendo limosna.
Lo que sorprende es
A Dios, pues, debe- Al oir que era Jesús Nazareno,
que, pidiendo limosna
mos pedirle lo funda- empezó a gritar:
a los transeúntes, no la
mental, esto es, que po- «Hijo de David, ten compasión
pidiera al Señor. A Jedamos
ver, que alcan- de mí».
sús le pide ver. Se da
cemos a percibir, a re- Muchos le regañaban para que se
una diferencia notable:
conocer la verdad y a callara, pero gritaba más: «Hijo de
a los hombres el ciego
amarla más que a no- David, ten compasión de mí».
les pide ayuda para
sotros mismos para Jesús se detuvo y dijo:
subsistir. A Jesucristo,
centrar en ella el curso «Llamadlo».
en cambio, le pide la
de nuestra vida. Aun- Llamaron al ciego diciéndole:
solución radical de sus
que suene a paradoja, «Ánimo, levántate, que te llama».
males: «Maestro, que
es cierto que muchas Soltó el manto, dio un salto y se
pueda ver». Importan-
veces lo que pedimos acercó a Jesús.
te lección que no nace
a Dios desde nuestra Jesús le dijo: «¿Qué quieres que
de la casualidad y que
perspectiva, tantas ve- haga por ti?»
puede ayudarnos a puces
empobrecida por El ciego contestó: «Maestro, que
rificar nuestra actitud
nuestras limitaciones y pueda ver».
en la oración.
concupiscencias, pro- Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha
A Dios no debevoca
nuestro empobre- curado».
mos pedirle cosas accimiento,
en lugar de Y al momento recobró la vista y
cidentales sin poner en
nuestro beneficio real. lo seguía por el camino.
sus manos la orienta-
La desconfianza y la
ción misma de nuestra
decepción ante la ora-
Marcos, 10, 46-52
vida. Dios no es el reción
nacen muchas vecurso
de nuestras imces,
aun sin saberlo nopotencias
al servicio de
sotros, de nuestro error
nuestros planes. Dios
en la forma de orar, y
es el Señor de cielos y
en el contenido de
tierra, el dueño de
nuestra plegaria. Como
nuestra existencia, la
solución a ello, bueno
razón de nuestra vida
sería que, además de
y el Maestro que nos descubre la verdad, fundamento de aprender la lección de este pasaje evangélico, meditá-
todas nuestras acciones y de nuestra misma relación con ramos las palabras del Padrenuestro y el ejemplo de la
Él. No es justo, sino pecaminoso, recurrir a Dios como
garantía para nuestros planes. Cuando el Señor nos in-
Santísima Virgen: «Hágase en mí según tu palabra».
vita a orar diciéndonos: «Pedid y recibiréis, llamad y
+ Santiago Garcia Aracil
se os abrirá, buscad y encontraréis», no enseña cosa dis-
obispo de Jaén
Esto ha dicho el Concilio
ondequiera que Dios abre la puerta de la palabra para anunciar el misterio de Cristo a todos los hombres, confiada y constantemente, hay que
Danunciar al Dios vivo y a Jesucristo, enviado por Él para salvar a todos, a fin de que los no cristianos, bajo la acción del Espíritu Santo, que abre sus
corazones, creyendo se conviertan libremente al Señor y se unan a Él con sinceridad, quien, por ser Camino, Verdad y Vida, colma todas sus
exigencias espirituales, más aún, las colma infinitamente. Esta conversión hay que considerarla, ciertamente, inicial, pero suficiente para que el
hombre perciba que, arrancado del pecado, es introducido en el misterio del amor de Dios, quien lo llama a iniciar una comunicación personal con Él
en Cristo. Puesto que, por la acción de la gracia de Dios, el nuevo convertido emprende un camino espiritual por el que, participando ya por la fe del
misterio de la muerte y de la resurrección, pasa del hombre viejo al nuevo hombre perfecto en Cristo. Trayendo consigo este tránsito un cambio
progresivo de sentimientos y de costumbres, debe manifestarse con sus consecuencias sociales y desarrollarse, paulatinamente, durante el
catecumenado. Siendo el Señor, al que se confía, blanco de contradicción, el convertido sentirá con frecuencia rupturas y separaciones, pero también
gozos, que Dios concede sin medida. La Iglesia prohíbe severamente que a nadie se obligue, o se induzca, o se atraiga por medios indiscretos a
abrazar la fe, lo mismo que defiende con energía el derecho de que nadie sea apartado de la fe con vejaciones y amenazas. Según la antiquísima
costumbre de la Iglesia, investíguense los motivos de la conversión y, si es necesario, purifíquense.
Decreto Ad gentes, 13
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23-X-2003
La mayor retrospectiva de El Greco realizada desde hace 20 años
El Greco, en Nueva York
El museo de arte Metropolitan, de Nueva York, un imponente edificio situado
a la orilla del gran pulmón de la ciudad, Central Park, acoge, hasta el próximo
11 de enero, una retrospectiva de El Greco, con cerca de 80 obras reunidas
para la ocasión
Vista del museo Metropolitan, de Nueva York. En el recuadro, una de las salas principales
Un estilo único, una sugestiva distorsión de
las imágenes, una expresividad y un contenido
místico que le ha perpetuado en la
Historia, sin haber creado escuela en su
tiempo, el siglo XVI, pero de gran influencia
en los grandes artistas de los siglos
XIX y XX, desde Picasso a Jackson
Pollok o Matisse: es Domenikos Theotokopoulos,
El Greco, uno de los grandes pin-
tores de la historia del arte. Su trabajo ha sido
asociado con frecuencia a los grandes
místicos de la contrarreforma española.
Desde el pasado día 7 de octubre hasta el
próximo 11 de enero de 2004, el museo
Metropolitan de Arte, de Nueva York, una
de las ciudades más modernas y cosmopolitas,
considerada la capital del mundo, alberga,
entre sus salas, una gran retrospec-
Mater Dolorosa, finales del siglo XVI
RAÍCES
tiva de este pintor nacido en Creta, que recorrió
Italia estudiando su arte y que se estableció,
finalmente, en Toledo, centro intelectual
y religioso de nuestro país en ese
momento.
Se trata, ésta, de la mayor retrospectiva de
El Greco realizada desde hace dos décadas,
con un conjunto de casi 80 obras del pintor,
que abarcan las de contenido religioso, la
mayoría, hasta sus escasas incursiones en la
técnica del retrato o del paisaje.
Todos los aspectos de la actividad del artista
son explorados en esta exposición temporal,
que, por cierto, continuará en la National
Gallery, de Londres, desde el 11 de
febrero hasta el 23 de mayo de 2004.
La exposición recoge obras que El Greco
realizó en Creta, como La dormición de la
Virgen, o San Lucas pintando a la Virgen,
donde se puede observar la influencia de la
tradición bizantina como herencia de su origen
griego. Un origen que, a pesar de los
viajes y los distintos lugares en los que El
Greco vivió, siempre mantuvo presente, como
pone de manifiesto que siempre firmara
sus trabajos con su nombre griego original:
Domenikos Theotokopoulos.
La estancia del pintor en Venecia, desde
el año 1567, y después en Roma, marca unos
cambios en su estilo personal: se advierten
en sus obras influencias de artistas italianos,
como Tiziano o Tintoretto.
En 1577 El Greco viajó a España, donde
esperaba encontrar el mecenazgo o la protección
de la Casa Real, aunque nunca lo
llegó a conseguir. Sin embargo, se estableció
en Toledo, y encontró su lugar entre un círculo
de personajes que apreciaron su estilo
peculiar de formas alargadas y ondulantes.
La obra Adoración del Nombre de Jesús
fue realizada con el deseo, probablemente,
de captar la atención de Felipe II, que aparece
representado en el cuadro, arrodillado.
El artista pintó dos versiones de esta escena
religiosa, que, por cierto, son mostradas juntas
en esta exposición por primera vez. El
cuadro más grande de los dos que hizo El
Greco está expuesto en El Escorial.

RAÍCES 23-X-2003
Vista de Toledo, en torno a 1597-9 (conservado en el Metropolitan Museum, de Nueva York)
La dormición de la Virgen, anterior a 1567 (conservado en la catedral de la Dormición de la Virgen, Syros)
Obras brillantes como La Resurrección,
uno de sus trabajos más famosos, o la Adoración
de los pastores, diseñado por el artista
para figurar encima de su propia tumba, son
algunas de sus obras maestras que se recogen
en la exposición.
Además, la retrospectiva incluye retratos
de gran intesidad psicológica, como el
retrato del Cardenal, probablemente don
Fernando Niño de Guevara, o raros ejemplares
de paisajismo, como la Vista de Toledo,
en los albores del siglo XVII.
A. Llamas Palacios
La Resurrección,
finales de 1590
(Museo Nacional
del Prado,
Madrid)
Datos de interés
Dónde: Museo Metropolitan, de Nueva York.
Cuándo: Hasta el 11 de enero de 2004.
Organización: Metropolitan Museum, de Nueva
York, y National Gallery, de Londres.
Página web: www.metmuseum.org
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23-X-2003
C antaré
sin fin la misericordia del Señor.
Hace 25 años experimenté de ma-
nera particular la divina misericordia.
En el Cónclave, a través del Colegio cardenalicio,
Cristo me dijo también a mí, como
tiempo atrás a Pedro en el Lago de Genesaret:
«Apacienta mis ovejas». Sentía en mi
alma el eco de la pregunta dirigida entonces
a Pedro: «¿Me amas más que éstos?»
¿Cómo podía, humanamente hablando, no
temblar? ¿Cómo podía no pesarme una responsabilidad
tan grande? Ha sido necesario
recurrir a la divina misericordia para que, a
la pregunta: «¿Aceptas?», pudiera responder
con confianza: «En la obediencia de la
fe, ante Cristo mi Señor, confiándome a la
Madre de Cristo y de la Iglesia, consciente
de la gran dificultad, acepto».
Hoy, queridos hermanos y hermanas, me
es grato compartir con vosotros una experiencia
que se prolonga ya un cuarto de siglo.
Cada día se desarrolla, en el interior de mi
corazón, el mismo diálogo entre Jesús y Pedro.
En mi espíritu, me fijo en la mirada benévola
de Cristo resucitado. Él, aun conociendo
mi humana fragilidad, me anima a
responder con confianza como Pedro: «Señor,
Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo»;
y me invita a asumir la responsabilidad que
Él mismo me ha confiado.
«El Buen Pastor ofrece la vida por las
ovejas»: mientras Jesús pronunciaba estas
palabras, los Apóstoles no sabían que habla-
ba de Él mismo. No lo sabía ni siquiera Juan,
el apóstol predilecto. Lo comprendió en el
Calvario, a los pies de la Cruz, viéndolo ofrecer
silenciosamente la vida por sus ovejas.
Cuando vino para él y para los otros Apóstoles
el tiempo de asumir esta misma misión,
recordaron entonces sus palabras. Se dieron
cuenta de que serían capaces de cumplir la
misión sólo porque había asegurado que sería
Él quien obraría a través de ellos.
Fue especialmente consciente de esto Pedro,
testigo de los sufrimientos de Cristo,
que advertía a los presbíteros de la Iglesia:
«Apacentad la grey de Dios que os ha confiado».
En el curso de los siglos, los sucesores
de los Apóstoles, guiados por el Espíritu
Santo, reúnen la grey de Cristo y la guían
hacia el reino de los cielos, concientes de
que pueden asumir tan grande responsabilidad
por Cristo, con Cristo y en Cristo. Esta
misma conciencia tuve yo cuando el Señor
me llamó a desarrollar la misión de Pedro
en esta amada ciudad de Roma y al servicio
del mundo entero. Desde el inicio del
pontificado, mis pensamientos, mis oraciones
y mis acciones han sido animadas por
un único deseo: testimoniar que Cristo, el
Buen Pastor, está presente y obra en su Iglesia.
Él está en continua búsqueda de cada
oveja perdida, la retorna al rebaño, le cura las
heridas; cuida a la oveja débil y enferma, y
protege a la fuerte. Por ello, desde el primer
MUNDO
«Os repito: ¡No tengáis miedo.
Abrid las puertas a Cristo»
La Plaza de San Pedro del Vaticano fue, el pasado jueves, el lugar donde estaban puestos los ojos de todos los católicos
del mundo, unidos a la multitud que llenaba la Plaza en torno al Santo Padre Juan Pablo II, para agradecer sus 25 años
al servicio de la Iglesia como Vicario de Cristo. En la homilía, cuyo texto íntegro reproducimos a continuación,
el Papa aprovechó la ocasión para poner, una vez más, su vida y su ministerio en manos de Dios:
El Papa Juan
Pablo II, durante
la Misa de su 25
aniversario
día, no he dejado de exhortar: «¡No tengáis
miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!»
Repito hoy con fuerza: ¡Abrid, más
aún, abrid de par en par las puertas a Cristo!
¡Dejaos guiar por Él! ¡Confiaos a su amor!
Al iniciar mi pontificado pedí: «Ayudad
al Papa, y a cuantos quieren servir a Cristo y
con la potestad de Cristo, a servir al hombre
y a toda la Humanidad». Mientras con
vosotros doy gracias a Dios por estos veinticinco
años, marcados enteramente por su
misericordia, siento una particular necesidad
de expresar mi gratitud también a vosotros,
hermanos y hermanas de Roma y del
mundo entero, que habéis respondido y continuáis
respondiendo de diversas maneras a
mi petición de ayuda.
Sólo Dios sabe cuántos sacrificios, oraciones
y sufrimientos han sido ofrecidos
para sostenerme en mi servicio a la Iglesia;
cuánta benevolencia y solicitud, cuántos
signos de comunión me han rodeado
este día. ¡Que el buen Dios recompense a
todos con generosidad! Os ruego, queridísimos
hermanos y hermanas, que no interrumpáis
esta gran obra de amor por el sucesor
de Pedro. Os lo pido una vez más
aún: ¡Ayudad al Papa, y a cuantos quieren
servir a Cristo, a servir al hombre y a la
Humanidad entera!

MUNDO 23-X-2003
P eregrinos
«Ayudad al Papa, a cuantos
de distintas regiones de Italia
y de diferentes naciones del mundo,
se congregan en la plaza de San Pedro
para celebrar junto al Papa el aniversario de
sus 25 años de pontificado. Sobre el balcón
central de la basílica se ha colgado un enorme
tapiz con el escudo mariano de Juan Pablo
II, bajo éste, un gran cortinón color burdeos
por el que han ido saliendo los concelebrantes
a la ceremonia. El sol se pone y
comienza a dibujar nubes color pastel en el
cielo romano, cuando los cardenales anuncian
con sus aplausos que el Papa acaba de
salir de la basílica. Una lluvia de falshes de
cámaras de los más de tres mil periodistas
acreditados para el acto y los cuatrocientos
permanentes en Roma, seguida de una emotiva
ovación, se hace notar entre los miles
de peregrinos que ya ocupan toda la plaza
y el comienzo de la Vía de la Conciliación.
Aparece ahora, a la vista de todos, la figura
inconfundible de Juan Pablo II. Sobre una silla
móvil, acompañado de dos cardenales,
el hombre encorvado por el peso del fructífero
trabajo de más de un cuarto de siglo
dedicado a Cristo en su Iglesia, y que mantiene
la firmeza de aquel que nos invitaba
en la misma Plaza, 25 años atrás, a no tener
miedo, a abrir las puertas a Cristo. A una, la
multitud emite un ensordecedor aplauso, varias
pancartas son muestra de la cantidad de
compatriotas polacos que no han dejado pasar
esta oportunidad de estar junto al Papa.
El saludo del Santo Padre, mientras es conducido
delante del altar, refleja lo que él
mismo dice en esta etapa de su vida: el cuerpo
del Pontífice está muy limitado. Para algunos,
esto es motivo de crítica a su autoridad
y eficacia, palanca para levantar castillos
de humo en polémicas sucesorias y debates
de salud. Juan Pablo II lo vive con garbo y
sin ocultarlo, consciente de su limitación.
Es, precisamente esto, lo que más emociona
a los peregrinos, que llenan la plaza de vivas
al Papa.
«Tú sabes que te amo»
quieren servir a Cristo»
Se hace el silencio cuando el cardenal
Joseph Ratzinger dirige, en nombre de todos
los cardenales y demás asistentes, una
sencilla y sincera felicitación, recordando
el ¡Habemus Papam! que tanto sorprendió al
mundo en aquel 1978, resaltando su ejemplo
de seguimiento a Cristo y dando gracias por
su fidelidad. El Santo Padre le estrechó prolongadamente
las manos, fuerte y efusivamente,
mientras el cardenal, arrodillado, le
miraba lleno de reverencia. En la celebración
Eucarística, como es habitual, se intentó
representar al mayor número de lenguas
del mundo; se dio prioridad a las más
utilizadas, el inglés y el español, en las lecturas
y peticiones.
En el momento de la Homilía la plaza
enmudeció para escuchar la voz del Santo
Padre. Como se viene haciendo en los últi-
mos meses, está previsto que el Papa no lea
toda la homilía, dejando que lo haga uno de
sus colaboradores; esta vez fue el Sustituto
de la Secretaría de Estado, monseñor Leonardo
Sandri. El clamor y los aplausos de
los peregrinos a cada una de las frases del
discurso, reflejaron la comprensión a esta
limitación del Papa, que no dejó de incorporarse
al repetir, una vez más y con fuerza:
«¡Abrid las puertas a Cristo!»: Por dos veces
repitió lo que pedía al inicio de su pontificado:
«Os lo digo ahora otra vez: ¡ayudad
al Papa, a cuantos quieren servir a Cristo,
al hombre y a la Humanidad entera!»; y, por
dos veces, la plaza se unió en un aplauso y
clamor unánime que afirmaba la respuesta,
el mayor regalo que se puede hacer al Sucesor
de Pedro.
Lo inesperado fue la declaración íntima
del Santo Padre al reconocer que cada día
de su pontificado se repite en su corazón el
Acompañaron al Papa...
diálogo entre Jesús y Pedro. Y cómo Jesús,
conociendo su fragilidad humana, le daba
valor para responder con fe, como Pedro:
«Señor, Tú sabes que te amo».
La celebración terminaba con un amplio
saludo del Papa a todos sus colaboradores,
a los cardenales, Patriarcas, obispos y sacerdotes
presentes, a las autoridades, y a
los fieles todos en las distintas lenguas, expresando
en cada una su agradecimiento.
A los participantes de lengua española nos
dio las gracias por la adhesión a las enseñanzas
de la Santa Sede. Tras despedir al
Papa y los intensos momentos vividos, los
asistentes estallaron en cantos, lágrimas y
oraciones, hasta que, poco a poco, abandonaron
la plaza.
Carmen María Imbert. Roma
T odo el Colegio cardenalicio, los Patriarcas, obispos y arzobispos concelebrantes
de todo el mundo, y los párrocos de la diócesis de Roma unidos a su obispo en
esta celebración, iban ocupando sus puestos mientras el coro Mater Ecclesiae
entonaba las Letanías de los santos. Los representantes y autoridades italianas e
internacionales tomaron asiento en el lado derecho de la plaza: entre ellas estaba
el amigo del Papa, Lech Walesa, que vino acompañado de un gran número de
familiares. Los únicos Jefes de Estado presentes fueron el Presidente de Polonia,
Aleksander Kwasniewski, y el Presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi.
Plaza
de San Pedro
durante
la Eucaristía
del día 16
19 A
Ω

A
20
Ω
J uan
23-X-2003
Pablo II presentó la vida de la Madre
Teresa de Calcuta este domingo, al ins-
cribir su nombre en el catálogo de los Be-
atos, como «un camino de amor y de servicio
que va contra toda lógica humana».
En la religiosa de origen albanés –constató–,
el mundo entero ha comprendido una
de las frases que aparentemente parecen más
indescifrables del Evangelio para la sociedad
contemporánea: «Quien quiera ser grande
entre vosotros debe ser vuestro servidor».
La homilía de la celebración eucarística,
leída en italiano e inglés, respectivamente,
por el arzobispo Leonardo Sandri, sustituto
para los Asuntos Generales de la Secretaría
de Estado del Vaticano, y por el arzobispo
de Bombay, cardenal Ivan Dias, se
convirtió, al mismo tiempo, en una larga
confidencia sobre los recuerdos de la amistad
que une al Papa y a la fundadora de la
Misioneras y Misioneros de la Caridad.
«Estoy personalmente agradecido a esta
valerosa mujer, a quien siempre he sentido
cerca de mí. Imagen del Buen Samaritano,
ella se acercaba a cualquier lugar para servir
a Cristo en los más pobres entre los pobres.
Ni los conflictos ni las guerras lograban detenerla»,
evocó el Santo Padre. «De vez en
cuando venía a hablarme de sus experiencias
en el servicio de los valores evangélicos
–añadió en su homilía–. Recuerdo, por ejemplo,
cuando dijo, al recibir el Premio Nobel
de la Paz: Si oís que alguna mujer no quiere
tener a su hijo y desea abortar, intentad
convencerla para que me traiga a ese niño.
Yo lo amaré, viendo en él el signo del amor
de Dios (Oslo, 10 de diciembre de 1979)».
«Eligió ser, no sólo la última, sino la sierva
de los últimos. Como una verdadera madre
de los pobres, se inclinó a los que
sufrían diferentes formas de pobreza. Su
grandeza reside en su capacidad de dar sin
importar el coste, dar hasta que duela. Su
vida fue una vida radical y una valiente proclamación
del Evangelio», afirmó el Santo
Padre ante 300.000 peregrinos de los cinco
continentes.
«El grito de Jesús en la cruz: Tengo sed,
expresando la profundidad del deseo de Dios
por el hombre, penetró el alma de la Madre
Teresa y halló tierra fértil en su corazón –siguió
diciendo–. Saciar la sed de amor y de
almas de Jesús, en unión con María, la Madre
de Jesús»: esto se convirtió en el objetivo
de la existencia de la Madre Teresa, y en
la fuerza que la sacó de sí misma y la llevó
a recorrer el mundo para trabajar por la salvación
y la santificación de los más pobres
entre los pobres.
Signo del amor de Dios
MUNDO
Teresa de Calcuta, un desafío
«contra toda lógica humana»
La homilía de la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta se transformó en un
momento salpicado de confidencias sobre la relación de amistad espiritual que se
creó entre Juan Pablo II y Agnes Gonxha Bojaxhiu. En el fondo –reconoció el
obispo de Roma–, la vida de la nueva Beata se convierte en un desafío a toda
lógica: trabajando con los más pobres entre los pobres, es considerada hoy como
uno de los personajes más destacados del siglo XX
Tapiz de
la Madre Teresa
en la fachada
de la basílica
de San Pedro,
en el día de
su beatificación
«En total donación de sí misma a Dios y
al prójimo, la Madre Teresa halló su gran
realización y vivió las más nobles cualidades
de su feminidad», explicó este Papa que durante
veinticinco años ha luchado porque
dentro y fuera de la Iglesia sea reconocido el
auténtico genio femenino.
«Quiso ser un signo del amor de Dios,
de la presencia de Dios, de la compasión de
Dios, y así recordó a todos el valor y la dignidad
de cada hijo de Dios, creado para
amar y ser amado. Así hizo la Madre Teresa,
llevando las almas a Dios y Dios a las almas,
y saciando la sed de Cristo, especialmente
en aquellos más necesitados, aquellos
cuya visión de Dios había quedado oscurecida
por el sufrimiento y el dolor».
El Pontífice dedicó la última parte de su
homilía al aspecto más misterioso de la vida
de la nueva Beata, la noche del alma: «La
Madre Teresa participó en la pasión del Crucificado,
de forma especial durante largos
años de oscuridad interior. Fue aquella una
prueba a veces muy dolorosa, acogida como
un singular don y privilegio».
«En las horas más oscuras se aferraba
con mayor tenacidad a la oración ante el
Santísimo Sacramento –siguió revelando el
Santo Padre–. Este duro trabajo espiritual
la llevó a identificarse cada vez más con
quienes servía a diario, experimentando la
tristeza y hasta el rechazo. Amaba repetir
que la mayor pobreza es no ser deseado, no
tener a nadie que se ocupe de uno».
«Cuántas veces la Madre Teresa en los
momentos de desolación interior repitió a
su Señor: ¡En Ti, en Ti espero, Dios mío!»
Este amor en la oscuridad, y su entrega a los
últimos de los últimos –concluyó el Papa–,
hacen de ella «una de las personalidades
más relevantes de nuestra época». Por eso
–invitó–, «acojamos su mensaje y sigamos
su ejemplo».
Jesús Colina. Roma

MUNDO 23-X-2003
«D
esde que la conocí, ya la sentí como santa, daba
testimonio del amor a lo que más le impor-
ta a la Iglesia: los más pequeños. Una vez más,
brilla el reconocimiento de nuestra Madre la Iglesia a
los más pobres»: así respondía una postulante de las Misioneras
de la Caridad, justo después de la ceremonia
en la que su Madre fundadora, la Madre Teresa de Calcuta,
era proclamada Beata por Juan Pablo II. Desde primera
hora de la mañana, los peregrinos habían ido llegando
a la plaza de San Pedro. Predominaban los indios
y albaneses; pude hablar con personas de cada continente,
que refrendaba lo que un día dijo la Madre Teresa
sobre sí misma: «De sangre soy albanesa. De nacionalidad,
india. De fe, una monja católica. De vocación
pertenezco al mundo. Mi corazón pertenece totalmente
a Jesús». Sólo seis años ha durado su proceso de beatificación.
Hasta ahora sólo se conocía un caso semejante,
el de san Francisco de Asís. Esta «pequeña mujer enamorada
de Dios», como la denominó el Santo Padre, es
un testimonio para todas las naciones donde están presentes
sus hijas. «Que no sepa tú mano derecha lo que hace
la izquierda», comenta una voluntaria que lleva ya
un año en Calcuta, con las Misioneras de la Caridad.
Igual que las religiosas, esta chica no quería hablar; su trabajo,
según ella, era sencillo. En el grupo encontramos a
Julián, que desde el año 1996 deja durante largas temporadas
sus ocupaciones, su familia, para ir a Calcuta. Daban
fe de que el «Santo Padre ha sido el ser humano más
rezado en estos últimos meses, porque las Misioneras
lo han hecho intensivamente, de forma especial desde
que llegó a Calcuta la noticia de la beatificación».
Su secreto: la oración
Dios ensalza
a los humildes
La plaza de San Pedro, durante la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta
Estos días se ha preguntado toda la Humanidad por el
secreto de la Madre Teresa; no fue otro que su profunda
vida de oración. El testimonio de las Misioneras ha acercado
a muchas personas a Dios. La Madre Teresa es un
gran espejo donde debe mirarse el mundo.
Monseñor Stephen Lepcha, obispo de Darjeeling,
próximo a Calcuta, ha venido desde su país para participar
en la beatificación de Madre Teresa: «En Calcuta, to-
dos, sean cristianos, hindúes o musulmanes, la llaman
Madre, porque se hacía cargo de los más pobres entre
los pobres. Allí todos se maravillan en lo que hizo. En mi
diócesis, damos mucha importancia al diálogo interreligioso
(...); la oración no es extraña a nadie. Aquí, en países
occidentales, no encontramos eso tan fácilmente.
(...) Lo que la Madre Teresa hizo, muy pocas personas podrían
haberlo hecho. Es una personas de Dios. Viene de
arriba, es lo que piensa allí muchísima gente. Era católica
y su dedicación era amar a Cristo y a la Humanidad.
De eso se trataba todo».
La Hermana Morín, que viene con un grupo desde Cali
y es Misionera de la Caridad desde hace 33 años, ha vivido
con la Madre Teresa durante siete años. «Era una
mujer muy sencilla; seguro que a ella no le gustaría que hiciésemos
esta fiesta por ella, pero también sabía que Jesús
es muy grande». Ella lo dijo: «A quien es humilde, Dios lo
ensalza»; sólo tenemos que hacer con los pobres lo poco
que podemos, y Dios nos ayuda. El obispo castrense de Perú,
monseñor Piñeiro, reconoce en esta beatificación un
gran gracia: «Esta mujer de nuestro siglo nos enseñó el camino
del Evangelio. Tuve el gozo de recibirla en una de sus
visitas al Perú. Ella amaba tanto a los sacerdotes y quería
que creciésemos en santidad, que ordena a sus Hermanas
que en todas sus casas, al llegar el sacerdote para Eucaristía,
pueda leer este mensaje tan sencillo: Celebra la misa como
si fuera la primera, la única o la última de tu vida.
Es la mujer de la Eucaristía que sabía partir el pan para los
pobres». Coincide con el obispo de Alcalá de Henares,
monseñor Jesús Catalá Ibáñez. El mensaje de la Madre
Teresa es patente: «Una evangelización en la caridad, con
amor a la Iglesia y al hombre».
«La Madre Teresa –explica una Misionera de la Caridad,
de Calcuta– es la madre de todos, la santa de todos,
por eso el Santo Padre no ha querido esperar veinte o
treinta años. Es nuestra fiesta hoy, estamos contentísimas.
Humilde mensajera del Evangelio, la define el Santo
Padre en la homilía de su beatificación, e infatigable benefactora
de la Humanidad. Hoy la Iglesia la reconoce
Beata: un ejemplo de lo que es ser católico».
C. M. I. Roma
Habla el Papa
Misionera
de la vida
21 A
Ω
o hay duda de que la nueva Be-
Nata ha sido una de las misioneras
más grandes del siglo XX. De esta
mujer sencilla, proveniente de una
de las zonas más pobres de Europa,
el Señor ha hecho un instrumento
elegido para anunciar el Evangelio
a todo el mundo, no con la predicación,
sino con gestos cotidianos de
amor hacia los más pobres. Misionera
con el lenguaje más universal: el
de la caridad sin límites y exclusiones,
sin preferencias sino hacia los
más abandonados.
Fue una misionera de caridad, una
misionera de vida. Siempre habló en
defensa de la vida humana, incluso
cuando su mensaje fuese mal recibido.
Toda la vida de la Madre Teresa
fue un himno a la vida. (...) Su misma
sonrisa fue un sí a la vida, un sí alegre,
nacido de una fe y un amor profundos,
un sí purificado en el crisol del
sufrimiento. Renovó ese sí cada mañana,
en unión con María, a los pies
de la Cruz de Cristo. Teresa de Calcuta
ha sido realmente madre. Madre
de los pobres, de los niños, de
tantos jóvenes que la han tenido como
guía espiritual. De una pequeña
semilla, el Señor ha hecho crecer un
árbol grande y rico de frutos.
Sois los signos más elocuentes de
esta fecundidad profética. Conservad
inalterado su carisma y seguid su ejemplo,
y ella desde el cielo no dejará de
sosteneros en el camino cotidiano. El
mensaje de Madre Teresa es, más que
nunca, una invitación a todos. Toda su
existencia nos recuerda que ser cristianos
significa ser testigos de la caridad.
Haciendo eco a sus palabras, exhorto
a cada uno a seguir con generosidad
y valentía los pasos de esta auténtica
discípula de Cristo. Madre
Teresa camina a nuestro lado por la
vía de la Caridad.
(20-X-2003)
(a las Misioneras de la Caridad)

A
22
Ω
23-X-2003
Nombres
El Papa ha aceptado la renuncia de monseñor Francesco
Marchisano a la presidencia de la Pontificia
Comisión de los Bienes Culturales de la Iglesia, y
ha nombrado para tal cargo al sacerdote monseñor
Mauro Piacenza, hasta ahora Subsecretario de la
Congregación para el Clero, quien será ordenado
obispo. El nuevo cardenal Marchisano seguirá
siendo arcipreste de la basílica de San Pedro.
Su Majestad la reina doña Sofía ha presidido en
Guadalupe los actos conmemorativos del 75 aniversario
de la Coronación canónica de la Virgen
de Guadalupe como Reina de las Españas.
Monseñor José Diéguez Reboredo, obispo de Tuy-Vigo,
ha dirigido una carta a sus diocesanos al comienzo
de la 2ª etapa del Sínodo que la diócesis
está llevando a cabo. Después de recibir las
aportaciones sobre las necesidades, inquietudes
y deseos de la comunidad diocesana, han sido
elegidos los núcleos temáticos del Sínodo:
primero, La Iglesia, cuna y hogar de la fe; segundo,
La Iglesia, comunidad que celebra; tercero,
La Iglesia, comunidad viva; y cuarto, La
Iglesia, fermento de amor en la sociedad.
Las familias del colegio de Fomento El Prado, en
Madrid, han tenido una original iniciativa en el
25 aniversario del pontificado de Juan Pablo II:
una jornada de oración mariana de 25 horas,
una hora de oración por cada año del pontificado
del Papa.
El arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor
Antonio Cañizares, presidirá el próximo
miércoles 29 de octubre, a las 20 h., en el salón
de actos de la Fundación Universitaria Española
(calle Alcalá, 93), la apertura de curso de dicha
Fundación. Tras la celebración de la Santa
Misa, pronunciará una conferencia sobre La Iglesia,
ante los desafíos del siglo XXI.
Desde mañana viernes 24 de octubre hasta el lunes
27 tendrá lugar, en el Recinto Ferial de la
Casa de Campo (Pabellón 11), de Madrid, de 11
a 21 h., la quinta edición de Ekumene (www.
ekumene.com), Salón de la Liturgia, Imaginería
y Patrimonio; está considerada como una de las
muestras más importantes en su ámbito. Alrededor
de 150 expositores ocuparán los 8.500
metros del pabellón, y se espera que acudan alrededor
de 20.000 personas a los diversos stands
sobre educación católica, música religiosa, editoriales,
productos artesanales o turismo religioso,
complementados con exposiciones monográficas
y ciclos de conferencias, que este
año estarán dedicadas a la liturgia.
La relación de ayuda en la enfermedad mental será
el tema de las II Jornadas de Formación para Voluntarios
en Salud Mental que, organizadas por
las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón
de Jesús, tendrán lugar en Ciempozuelos, Madrid,
los días 25 y 26 de octubre, en el complejo
asistencial Benito Menni (calle Jardines, 1.
Tel. 91 893 01 50).
Popular TV ha estrenado un nuevo programa de actualidad
titulado Debate popular, que dirige Fernando
de Haro. El primero tuvo lugar el pasado
14 de octubre, con motivo del 25 aniversario
de pontificado de Juan Pablo II. El programa será
los martes.
La manipulación política de la educación es el título
de la conferencia que el ex-ministro de Educación
y Ciencia don José María Otero Novas
pronunciará en la sede del Foro Juan Pablo II,
en la parroquia de la Concepción de Nuestra
Señora, de Madrid (calle Goya, 26). El acto será
presentado por don Teófilo González Vila.
Gracias, Félix
sí ha titulado la publicación diocesana de Bilbao
AComunicación /Alkarren Barri la noticia de la
jubilación, después de 13 años como Delegado de
Medios de comunicación de la diócesis bilbaína, de
don Félix García Olano, un creyente convencido y un
espléndido profesional del periodismo. Félix García
Olano publica, en la revista que dirigió durante tantos
años, una carta de despedida llena de sensibilidad. Le
sucede al frente de la revista y en la Delegación de
Medios, don Federico Merino.
Premio al padre Cándido Pozo
a Pontificia Facultad Teológica Marianum, de Roma, en la sesión
Lde clausura de su XIV Simposio Internacional Mariológico, ha
conferido, el pasado 10 de octubre, al profesor Cándido Pozo,
jesuita, docente emérito de Teología Dogmática en la Facultad
Teológica de Granada, el premio René Laurentin– Pro Ancilla
Domini. Presidió el acto el cardenal Saraiva, Prefecto de la
Congregación de las Causas de los Santos. René Laurentin disertó
sobre Los puntos característicos en la investigación mariológica del
profesor Cándido Pozo. Cerró el acto el padre Pozo con una
lección magistral sobre el acontecimiento salvífico de la
Concepción Inmaculada de María.
Otra lectura de Atapuerca
sta es la portada del libro que, bajo ese título y con el subtítulo
ÉLa fe cristiana en diálogo con la ciencia, acaba de publicar don
Raúl Berzosa, profesor de Antropología Teológica en la Facultad
de Teología del Norte de España, en cuyas páginas se ofrece el
resultado de una investigación dentro del apasionante campo
fronterizo del diálogo entre fe y ciencia. La tesis del autor es que
fe y ciencia se necesitan, no se pueden ignorar «y no podemos
resignarnos a dar como válida una visión estrecha y reductivista del misterio
humano; la fe cristiana tiene mucho que decir sobre el origen del hombre, sobre su sentido y
significación y sobre las claves de su futuro».
Condecorados por
el Vaticano
l cardenal Rouco Varela, arzobispo de
EMadrid, y monseñor Monteiro,
Nuncio Apostólico en España, han
impuesto la Gran Cruz de Caballero de
la Orden de San Gregorio Magno a 26
personalidades; entre ellas, al Secretario
de Estado para las Relaciones con las
Cortes, don Jorge Fernández Díaz, al
Secretario General de la Presidencia del
Gobierno, don Francisco Javier
Zarzalejos; a don José Pedro Sebastián
de Érice, ex Subsecretario de Asuntos Exteriores; a don Francisco Javier Ansuátegui, Delegado del
Gobierno en la Comunidad de Madrid; y a don José Antonio Sánchez, Director General de RTVE.
El Cristo
de las tres manos
sta es la portada del libro que acaba de aparecer sobre el Santo
ÉCristo de El Salvador (El Cristo de las tres manos), de Teruel. Una
minuciosa investigación, por parte de su autor don Carlos
Hernández, hace que este libro, magníficamente ilustrado, sea del
mayor interés.
LA VIDA

LA VIDA 23-X-2003
Un interesante DVD
ara celebrar los 25 años de pontificado de Juan Pablo II, ha sido
Ppresentado, en la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, el DVD Juan
Pablo II en España y en el mundo, realizado por Goya Producciones, con
las mejores imágenes de los 5 viajes del Papa a España. En el acto
intervinieron el Nuncio de Su Santidad, monseñor Manuel Monteiro de
Castro, el Presidente de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, don
Alfonso Coronel de Palma, y el Consejero Delegado de Goya
Producciones, don Andrés Garrigó. Este DVD único, que, tras una síntesis
biográfica del Santo Padre, recoge los cinco viajes del Papa a España, tiene
una duración de 98 minutos, y se encuentra en los puntos de venta
habituales.
Principales déficits de la vivienda en España
Personas en barrios desfavorecidos en ciudades
de 20.000 habitantes o más: 3.750.000 personas
Hogares con humedades: 2.487.902 hogares
Hogares con goteras: 1.402.494 hogares
Hogares con podredumbre en suelos o ventanas de madera: 731.736 hogares
Hogares con altos índices de delincuencia en sus alrededores: 2.439.120 hogares
El chiste de la semana
Viñeta de Gallego y Rey, publicada en 1998
La dirección de la semana
l colegio Erain ha creado una página en Internet orientada a los profesores de Religión. Abor-
Eda muchos de los temas de actualidad que les afectan, además de varios artículos y casos
Wprácticos que contribuyen a su formación Wespecífica, que harán Wmás fácil su explicación a los
alumnos. Ya entrados de lleno en el curso escolar, seguro que esta página resultará de gran utilidad
a los profesores de Religión
www.erain.es/departamentos/religión/index.htm
Beata Teresa
de Calcuta
É sta es la
portada del
folleto de
Miguel Ángel
Velasco que la
colección,
Mundo
cristiano, de
Palabra, acaba
de reeditar,
con ocasión
de la
beatificación de la Madre Teresa de
Calcuta. Ediciones Palabra ha
publicado asimismo un espléndido
libro realizado por el equipo de
redacción de la revista Mundo
cristiano, que dirige Darío Chimeno,
titulado Madre Teresa de Calcuta, el
consuelo de Cristo en los más
necesitados. En 75 páginas
magníficamente ilustradas a todo
color, recoge un perfil biográfico de la
nueva Beata, un apunte sobre la tarea,
día a día, de las Misioneras de la
Caridad, que ella fundó, una entrevista
exclusiva a la Superiora de la
Congregación, sor Nirmala, y diversos
reportajes, artículos y testimonios.
Libros
23 A
Ω
í es el original título de estas 350 páginas
Sque acaba de editar, en Palabra, don
Jesús Urteaga, cuya personalidad y figura
no necesita presentación. Es un libro
dirigido a jóvenes y
mayores, cuya filosofía
resume el propio autor
así: «Si vemos a Dios
detrás de los
acontecimientos
diarios, nuestra vida se
llenará de Síes que
dejarán rastro
generoso en el alma de
cuantos nos rodean. Al
igual que los
protagonistas que
viven en estas páginas, nos hallaremos con
alguna frecuencia en la tesitura de optar por
soluciones generosas, o, desgraciadamente,
por componendas escuchimizadas». El
libro está publicado en la colección
Mundo y cristianismo.
En la misma colección Mundo cristiano,
acaba de aparecer también otro valioso
volumen, cuyo autor es Francisco
Fernández-Carvajal, que, durante muchos
años, ha sido Redactor Jefe de la revista
Palabra, y que se titula El día que cambié mi
vida. El autor cuenta, en estas sugestivas
páginas, el cambio de rumbo que se da en
toda persona después de un encuentro con
Jesucristo, y saca partido a las más diversas
vivencias personales, para meterse en el
Evangelio y mostrar su perenne actualidad.
l autor de estas 142 páginas, el
Earchimandrita Spiridón, no tenía
intención de
publicarlas. Bajo el
título de Recuerdos de
un misionero en
Siberia, con un estilo
espontáneo y
descriptivo, el monje,
predicador y
misionero Spiridón
introduce al lector en
un mundo de profunda
humanidad: evoca las
cosas que vió y vivió
durante sus misiones en tierras siberianas.
El resultado es una obra a la vez fascinante
y lacerante, en la que, por encima de las
flaquezas y miserias de los personajes,
triunfa siempre el amor al ser humano y la
misericordia. La edición por Sígueme de
este clásico de la espiritualidad rusa y
universal, contemporáneo del famosísimo
Relatos de un peregrino ruso, está dedicada
a José María Hernández Blanco. Estos
apuntes de un monje ruso misionero en
Siberia fueron publicados por primera vez
en 1917, en la revista Christjanskaja mysl
(El pensamiento cristiano).
M.A.V.

A
24
Ω
23-X-2003
Historias de la Biblia
Esther
ienes alguna foto especial de este ve-
¿Trano? Te proponemos que nos envíes tu mejor
foto del verano. Queremos ver tus fotos
más originales, más graciosas, más bonitas…
¡Anímate a participar!
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en 80 euros, cedido por la editorial
Palabra.
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Pequealfa. Concurso La foto del verano.
C/Pasa, 3. 28005. Madrid
También: pequealfa@planalfa.es
El fallo del Concurso se publicará en el
próximo número del Pequealfa: 6 de
noviembre. Así que quienes todavía no
nos hayáis mandado la foto… ¡ésta es
vuestra última oportunidad! ¡Y preparaos,
porque vienen muchos más concursos!
No se conoce el nombre del autor del Libro de Esther,
aunque la hipótesis más común dice que fue un
judío del siglo II antes de Cristo, bien informado de
las costumbres persas. En este libro, se trata de explicar a
los lectores que Dios salvó a su pueblo, Israel, de un
gran peligro, gracias a dos personas: Esther, y su tutor,
Mardoqueo.
Eran los tiempo del rey Asuero, Esther, una joven
muy bella, es llevada a palacio con otras
muchas doncellas para que el rey escogiera
entre ellas. La belleza de Esther cautiva al
rey, que la nombra nueva reina. Esther
no tenía padres, y su tutor era
Mardoqueo, un judío que trabajaba
en la corte del rey y que, tiempo
antes, había salvado la vida al rey.
Aunque el rey había premiado a
Mardoqueo por esto, ascendió
con el tiempo a Amán, otro
hombre de confianza. Amán
no podía ni ver a Mardoqueo,
pues éste, al ser judío, no se
rendía a las costumbres del
pueblo, sino que tenía sus
propios principios y valores:
los del pueblo de Israel, que
adoraba a sólo Dios. El simple
hecho de que Mardoqueo no
quisiera arrodillarse ante
EL PEQUEALFA
Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Elena de la Cueva
Concurso: La foto del verano
Hermanos Sánchez Tovar (Madrid)
Judith Arucas (Las Palmas)
Juán José Sánchez (Granada)
Miguel Moreno (Madrid)
María Álvarez (Sevilla)
Amán, hizo que éste montase en cólera e informase al rey de
que había en su reino un pueblo, el de los judíos, que eran
rebeldes y no querían someterse a las leyes. El rey, entonces,
cansado de desobediencias, autorizó a Amán para que
hiciese lo que le pareciera con el pueblo de los judíos. Y la
reacción violenta de Amán no se hizo esperar: los judíos
serían exterminados.
Al enterarse de esto, Mardoqueo se vistió de saco y se
cubrió la cabeza con ceniza, como hacían en aquellos
tiempos los que querían expresar su tristeza y desolación, en
señal de penitencia y de súplica al Señor, e hizo saber a
Esther que su pueblo iba a ser eliminado por una injusticia.
Esther reacciona de forma valiente y toma una decisión: hará
ayuno y oración constante durante tres días, y después se
presentará ante el rey, a pesar de que hacerlo sin ser llamada
era motivo de pena de muerte en aquellos tiempos. Esther
oró con mucha fe y, después de cumplir el ayuno, se dirigió
hacia el rey, muy débil, valiente y bella, pero con el corazón
encogido por el miedo. Una vez delante del rey, empezó a
hablar, pero se desmayó. El rey, preocupado, la cogió en
brazos, e intentó reanimarla. Cuando volvió en sí, pidió al
rey que se dignase asistir a un banquete que había preparado
para él, junto con Amán. Una vez en el banquete, el rey le
dijo a Esther: «Pídeme lo que quieras, te daré todo, aunque
me pidas la mitad de mi reino, te lo daré». La respuesta de
Esther fue: «Concédeme mi vida y la de mi pueblo. Porque
vamos a ser todos exterminados». El rey se sorprendió
«¿Cómo va a ser eso?» Entonces Esther le cuenta cómo Amán
ha condenado a todo su pueblo a morir, y el rey comprende
que había ensalzado a un funcionario que no merecía el
puesto que tenía.
El pueblo de Israel se salva, de este modo, gracias a la
valentía y a la confianza de los más pequeños en Dios.
Isabel Moya (Cuenca)
Manuel Carmona y
Encarna (Arjonilla, Jaén)
Fernando Amaro (Sevilla)
Ángela Santos (Sevilla)
David Barranco (Torreblanca, Castellón)

EL PEQUEALFA 23-X-2003
Pasatiempos
¡Crea tu propio
horario de clases!
CD ROM
Titulo: La quinta palabra
Producciones: Paso Alto
a ha salido a la luz, en DVD, la
Ybiografía de la Madre Teresa de
Calcuta, que lleva por título La quinta
palabra. Se trata de una película de
dibujos animados, de 30 minutos de
duración, donde tanto pequeños como
grandes podrán disfrutar de la biografía
de la Madre Teresa, beatificada el
pasado domingo por Juan Pablo II en
Roma. Se puede adquirir en librerías y
en grandes centros comerciales.
Título: Crea y colorea con Mía
Producción: Zeta Multimedia
na simpática ratita nos presenta, en
UCD, todo un taller creativo lleno de
actividades para niños a partir de los
cinco años. En el ordenador, los más
pequeños podrán colorear, crear
divertidos personajes, dibujar, hacer
tarjetas de felicitación, postales, y
muchas cosas más, todo ello con la
compañía de la ratita Mía y sus amigos.
25 A
Ω
¿Te has preguntado alguna vez
cómo es la vida de un misionero en tierras lejanas? Te damos la
oportunidad de conocerlos personalmente, escribirles una carta o
un e-mail, y contarles directamente todas tus inquietudes, tus
curiosidades, y también, por qué no, darles ánimos, rezar por ellos,
e incluso ayudarlos en alguno de sus proyectos.
Esta semana…
Hazte amigo
de un misionero
Rubén Morales, Zimbawe (África)
l padre Rubén Morales es sacerdote misionero del Verbo Divino, y
Elleva 7 años viviendo en Zimbawe, un país situado en el sur de
África, vecino de Mozambique. El padre Rubén, además de las
labores propias de un sacerdote, tiene una pequeña escuelita, como
él dice, con ¡700 niños! Lleva una pequeña comunidad cristiana y
trabaja mucho con niños enfermos de sida, y también con todos
aquellos que se han quedado huérfanos por esta misma enfermedad.
Está muy preocupado, pues el número de enfermos y los huérfanos
crecen constantemente, y desde la misión hace un llamamiento a
todos los niños españoles para que se unan a los amigos africanos.
Su dirección es: lcmagama@ecoweb.co.zw
¡Si queréis escribirnos y contarnos cómo va vuestra
correspondencia con los misioneros que os estamos presentando,
podéis hacerlo, y así, a lo mejor, otros amigos del Pequealfa pueden
animarse como vosotros!
También podéis encontrar las direcciones que ya hemos ido
publicando en Internet:
www.alfayomega.es

A
26
23-X-2003
Ω
Encuentro del Santo Padre con los cardenales de la Iglesia católica
El Papa Juan Pablo II clausuró este sábado
un encuentro de cardenales, Patriarcas
orientales, Presidentes de Conferencias
episcopales y miembros de la Curia romana,
pidiendo oraciones para que «yo pueda servir
a la Iglesia hasta que el Señor quiera»,
y denunciando
la cizaña de la división como el mayor
escándalo que hay en la Iglesia
Clausura del encuentro de Juan Pablo II con el Colegio Cardenalicio
La Iglesia, unida
en torno a Pedro
H a
sido una de las cumbres más representativas
de la Iglesia católica en los
últimos años: 149 cardenales, 7 Pa-
triarcas católicos orientales, 109 Presidentes
de Conferencias Episcopales que no son cardenales,
así como los responsables de los
principales dicasterios de la Curia romana, se
reunieron en un Congreso entre el 15 y el
18 de octubre pasado para analizar los grandes
desafíos de la Iglesia católica, a la luz
del vigésimoquinto aniversario del pontificado
del Papa Juan Pablo II.
El Santo Padre, que no participó en las
sesiones previas de trabajo, se encontró con
todos los presentes, el sábado por la mañana,
en un encuentro festivo que acabó arrancándole
lágrimas de emoción y pidió a los
pastores de la Iglesia que entreguen hasta la
última energía de su existencia al anuncio
del Evangelio.
DESDE LA FE
El cardenal Joseph Ratzinger conmovió
al Santo Padre y a los presentes al hacer un
perfil del ministerio papal en estos 25 años:
subrayó una constatación personal: «Usted,
Santo Padre, ha vuelto a encender en nosotros
la alegría del Señor. Ha anunciado incansablemente
–a tiempo y a destiempo– el
Evangelio, y, desde su luz, ha recordado a todos
los hombres los valores humanos fundamentales:
el respeto de la dignidad del
hombre, la defensa de la vida, y la promoción
de la justicia y de la paz», dijo el cardenal
Ratzinger, en nombre del Colegio cardenalicio,
del que es Decano.
Los cardenales, como regalo por los veinticinco
años de pontificado, ofrecieron un
donativo de 750.000 euros. El Papa pidió
que este dinero sea destinado en ayuda a los
católicos de Tierra Santa.
Este Congreso, de tres días, ha servido

DESDE LA FE 23-X-2003
«Hasta que el
Señor quiera...»
l encuentro del Santo Padre con
Elos cardenales de la Iglesia
católica concluyó con un discurso
en que el Papa se encomendó a las
oraciones de los presentes:
«Seguid rezando por mí para que
pueda cumplir fielmente mi
servicio a la Iglesia hasta que el
Señor quiera».
Su mensaje, que fue leído, en
parte, por el arzobispo argentino
Leonardo Sandri, Sustituto de la
Secretaría de Estado del Vaticano,
contenía una clara exigencia: «El
valor en la proclamación del
Evangelio nunca debe desfallecer;
es más, debe ser, hasta el último
respiro, nuestro principal
compromiso, afrontado con una
entrega siempre renovada». Al
mismo tiempo, el Santo Padre
expresaba la preocupación más
profunda que puede experimentar
un Papa: «Es indispensable cultivar
entre nosotros una unidad
profunda, que no se limite a una
colegialidad afectiva, sino que se
funde en una plena comunión
doctrinal, traducida en un
entendimiento armonioso a nivel
operativo. ¿Cómo podemos ser
auténticos maestros para la
Humanidad y creíbles apóstoles
de la nueva evangelización si
dejáramos entrar en nuestros
corazones la cizaña de la división?
Nuestra acción será más incisiva
cuanto mejor sepamos hacer
resplandecer el rostro de la Iglesia
que ama a los pobres, que es
sencilla y que se pone de parte de
los más débiles», añadió,
recordando el ejemplo de la
Madre Teresa de Calcuta.
para analizar algunos de los grandes desafíos
que tiene que afrontar la Iglesia católica,
y para estudiar la manera en que han sido
abordados por este pontificado, que abarca
ya un cuarto de siglo.
La ponencia conclusiva corrió a cargo
del cardenal Angelo Sodano, Secretario de
Estado del Vaticano, quien habló de este
pontificado como Veinticinco años de servicio
al Evangelio de la paz. Tras anunciar
que pronto se publicará una colección de los
veinticinco mensajes que ha escrito el Papa
con motivo de la Jornada Mundial de la
Paz, el cardenal Sodano constató que su hilo
conductor se resume en la convicción de
que «el respeto a los derechos humanos es el
único camino para asegurar la paz entre los
pueblos».
Paz y justicia, por tanto, son las palabras
clave, según el cardenal Sodano. Aparecen
en la primera encíclica de Juan Pablo II, Redemptor
hominis, cuando dice que, «en de-
finitiva, la paz se reduce al respeto de los
derechos inviolables del hombre, mientras
que la guerra nace de la violación de estos
derechos».
El cardenal hindú Ivan Dias, arzobispo
de Bombay, afrontó el tema de la misión
evangelizadora de la Iglesia en estos momentos,
calificando a Juan Pablo II como
un Papa misionero, que, con sus viajes apostólicos,
ha sido capaz
de armonizar la promoción
de la unidad
«entre fe y comu-
nión», fundamento de
su ministerio petrino.
En la jornada el
viernes tomó la palabra
el cardenal colombiano
Alfonso López
Trujillo, que ilustró
el desafío a la familia
y a la vida,
seriamente amenazadas
en este mundo en
transición, en el que
en ocasiones se impone
una cultura de la
muerte. El Presidente
del Consejo Pontificio
para la Familia
consideró que la batalla
en defensa de la
verdad, de la vida humana
y de la familia
ha sido una contribu-
ción decisiva de este Pontífice, que será recordada
en el futuro, pues ha alzado valientemente
la voz contra la masacre mundial
de los inocentes, es decir, de los que están
por nacer, así como contra la negación de
la familia basada en el matrimonio en favor
de otras formas alternativas de unión.
El camino del ecumenismo y del diá-
«El valor
en la proclamación
del Evangelio nunca
debe desfallecer;
es más, debe ser,
hasta el último respiro,
nuestro principal
compromiso, afrontado
con una entrega
siempre renovada»
logo interreligioso recorrido por Juan Pablo
II, simbolizado en los encuentros de
oración por la paz, de Asís, fue el tema
ilustrado por el cardenal Nasrallah Pierre
Sfeir. El Patriarca libanés de Antioquía,
de la Iglesia maronita, constató dos logros
indiscutibles y decisivos para la Humanidad
en estos momentos: las buenas relaciones
que este Pontífice ha instaurado
con los creyentes
musulmanes y con
los judíos.
El Congreso se
inauguró con las intervenciones
del
cardenal beninés
Bernardin Gantin,
Prefecto emérito de
la Congregación
para los Obispos,
quien explicó que
los argumentos centrales
de estos 25
años de pontificado
se convertirán en
puntos de referencia
para el futuro de
la Iglesia.
El cardenal Jean-
Marie Lustiger, arzobispo
de París,
que también intervino
en la sesión introductiva,reconoció
que esta reunión
de cardenales, Patriarcas y obispos ha servido
para reconocer que «Karol Wojtyla ha
sido empujado por su vocación más lejos de
lo que él mismo hubiera podido imaginar».
Jesús Colina. Roma
Entrada
de los cardenales
al encuentro
con el Papa
27 A
Ω

A 28
Ω
23-X-2003
DESDE LA FE
Nueva Exhortación apostólica: Pastores gregis (Los pastores de la grey)
E l
La santidad,
prioridad del obispo
«Los obispos, primero deben ser santos, y después santificar»; esta frase
de san Gregorio Nacianzeno podría resumir el mensaje central de la Exhortación
apostólica postsinodal, que firmó Juan Pablo II
el pasado 16 de octubre, en el vigesimoquinto aniversario de su pontificado
El Papa firma
la Exhortación
Los pastores
de la grey
nuevo documento del Papa recoge las
conclusiones que surgieron del Sínodo
de los Obispos que se celebró en el Va-
ticano entre el 27 de septiembre y el 30 de
octubre de 2001, con el lema El obispo, ministro
del Evangelio de Jesucristo para la
esperanza del mundo.
El Papa tomó la palabra para subrayar
que el documento recuerda a los 4.695 obispos
católicos de los cinco continentes que
«están llamados a ser padres, maestros, amigos
y hermanos de todos los seres humanos,
siguiendo el ejemplo de Cristo. Recorriendo
fielmente este camino, el obispo podrá llegar
a la santidad, una santidad que deberá crecer,
no junto al ministerio, sino a través del ministerio».
Para Juan Pablo II, el obispo «será
profeta de justicia y de paz, defensor de los
derechos de los pequeños y de los marginados;
proclamará a todos el Evangelio de la
vida, de la verdad y del amor; y mirará con
predilección a la multitud de pobres que pueblan
la tierra».
Tras reconocer las dificultades propias
del ministerio episcopal, Juan Pablo II concluyó
su intervención animando a todos los
pastores de las diócesis del mundo: «El Pa-
pa está con todos vosotros».
La nueva Exhortación se divide en siete
capítulos. El primero de ellos analiza el Misterio
y ministerio del obispo, y subraya la
dimensión de buen pastor que debe caracterizarle,
a imagen de su Maestro. A continuación,
afirma que el obispo nunca está solo,
pues siempre está en comunión jerárquica
con sus hermanos en el episcopado y con
el sucesor de Pedro.
El segundo capítulo, dedicado a la La vida
espiritual del obispo, subraya la llamada
a la santidad de todo obispo, pidiéndole una
profunda vida espiritual, alumbrada a través
de la Palabra de Dios, la Eucaristía y la
oración –en especial, la Liturgia de las Horas–;
también hace hincapié en las virtudes
de la castidad, pobreza y obediencia como
medios indispensables para ponerse al servicio
de la Iglesia. El texto destaca que, «si
bien es cierto que nuestra época está en continuo
movimiento y frecuentemente agitada,
el obispo debe ser el primero en mostrar,
con el ejemplo de su vida, que es preciso
restablecer la primacía del ser sobre el hacer.
Además, teniendo como modelo al mismo
Cristo, el obispo es obediente al Evangelio y
a la tradición de la Iglesia, venciendo toda
tentación de individualismo».
El tercer capítulo, Maestro de la fe y heraldo
de la Palabra, presenta al obispo como
custodio de la Palabra y le pide predicar
con la palabra y el ejemplo.
Ministro de la Gracia del Supremo Sacerdocio
–el cuarto capítulo– resalta el papel
del obispo como moderador de la
liturgia, y subraya la importancia del Día
del Señor, la iniciación cristiana y la disciplina
penitencial para promover la santidad
entre los fieles: «Todo obispo –afirma la
Pastores gregis–, cuando ejerce el ministerio
de la santificación, pone en práctica el
ministerio de enseñar y, al mismo tiempo,
obtiene la gracia para el ministerio de gobernar,
modelando sus actitudes a imagen
de Cristo Sumo Sacerdote».
Una guía para los obispos
El capítulo quinto, dedicado al Gobierno
pastoral del obispo –uno de los más esperados
tras el Sínodo para los obispos–, se
detiene en las visitas pastorales dentro de la
diócesis, y en la relación entre el obispo y su
presbiterio, así como con los laicos y con
las familias. Al mismo tiempo, esta faceta
supone un desafío exigente: «El gobierno
del obispo será pastoralmente eficaz si se
apoya en la autoridad moral que le da su
santidad de vida. El ejercicio de la autoridad
en la Iglesia no se puede entender como
algo impersonal y burocrático, precisamente
porque se trata de una autoridad que
nace del testimonio».
La Comunión de las Iglesias es el tema
del capítulo sexto, que profundiza en la relación
entre el obispo y el Papa, y en el papel
del Sínodo de los Obispos y de las Conferencias
Episcopales: «El principio constitutivo
para el ejercicio de la autoridad episcopal
–afirma uno de los puntos de la Exhortación–
es la comunión jerárquica de cada obispo
con el Romano Pontífice y con el Colegio
episcopal. Los padres sinodales estimaron
que, por lo que concierne al ejercicio de la autoridad
episcopal, el concepto de subsidiaridad
resulta ambiguo, e insistieron en profundizar
en el principio de comunión».
Por último, el capítulo séptimo aborda el
tema de El obispo, ante los retos actuales; insiste
en que el obispo debe ser artífice de
justicia y de paz, y promotor del diálogo interreligioso,
sobre todo en favor de la paz
en el mundo.
En definitiva, a inicios del tercer milenio,
el Papa considera que la Iglesia no necesita
sólo buenos obispos; lo que hacen falta
son obispos santos.
J. C. Roma

DESDE LA FE 23-X-2003
L I B R O S
Clima y contexto del hombre
Título: Humanidades para un siglo incierto
Autor: J. Jareño Añarcón y M. Á. García Olmo (eds.)
Editorial: Universidad Católica de Murcia
M ario
Victorino, escritor cristiano de los primeros siglos,
retórico, maestro de retórica de san Jerónimo, laico, hu-
manista, escribió aquello de que, «cuando encontré a Je-
sucristo, me descubrí hombre». El descubrimiento del hombre
es la tarea principal de la humanización. Sin olvidar lo que, también,
escribió Guardini: «Sólo quien conoce a Dios, conoce al
hombre». El descubrimiento del hombre lo es de su naturaleza, de
sus facultades, de sus acciones, de su pensamiento en la Historia,
de su realidad constitutiva y constituyente. El descubrimiento
del hombres es un largo camino de comprensión, que no se puede
desligar del orden social y del contexto en el que vivimos.
Hoy las Humanidades rentan a la baja, en un tiempo que premia
todo lo que se refiere a una tecnología utilitarista de amplio
espectro y a las ciencias prácticas encaminadas al lucro personal
y social. Sin embargo, el sustrato de lo humano no se puede desarrollar
más que en el clima de lo humano; y lo humano, pendiente
y dependiente de su naturaleza creatural y de sus potencialidades
constitutivas de apertura a lo trascendente. Las artes
son, en este sentido, una forma de apertura a la trascendencia
que caracteriza lo humano. Es cierto, y cada vez parece serlo
más, que la nueva sociedad, las nuevas formas de vivencia y
convivencia, exigen nuevos mapas mundi. Vivimos en un desgaste del limes, de las fronteras de lo
real, de las fronteras de lo perceptible, de las fronteras de lo sensorial –¿o acaso la fuga atribulada
de las drogas de diseño, del botellón, de la movida, no tiene mucho de desgaste de percepciones?–
que potencia la incertidumbre de un mañana por serlo de un presente. La respuesta a las preguntas
por lo humano está en el hombre en cuanto que es y se sabe destinado a un destino más alto que el
que marcan sus propias limitaciones.
La Universidad Católica San Antonio, de Murcia, una vez más, ofrece en este libro colectivo una
muy a tener en cuenta contribución al debate sobre las Humanidades. Este texto nace de la reflexión
de un cuidado seminario de profesores, en y de la citada Universidad, que, con contribuciones de
esta categoría, prestigian la labor docente e investigadora, y contribuyen significativamente a la nueva
evangelización, raíz y fuente del citado proyecto universitario. Una labor que se hace sin los complejos
de otras épocas, de otros tiempos, en los que el pensamiento de raíz cristiana parecía estar continuamente
pidiendo carta de naturaleza y de residencia en ciertos ámbitos académicos y docentes.
Varias son las cuestiones abordadas: el sentido de la Historia; la llamada leyenda negra; el universo
literario; pensar el arte en un siglo incierto; y la sociedad ideal; y la personalidad a la luz de
la experiencia; y el conocimiento emocional. La Universidad Católica de Murcia se ha lanzado a
una muy interesante política editorial, que producirá un relevante fruto de nueva semilla en defesa
del hombre, de la vida y del Evangelio.
La fe que se hizo cultura en la Edad Media
Título: Historia intelectual del occidente medieval
Autor: Jacques Paul
Editorial: Cátedra
José Francisco Serrano
a historia intelectual de la Edad Media, una edad menos media de lo que se pien-
Lsa, tiene una línea de continuidad que arranca de la decadencia de los estudios
y de las letras latinas –con la perspectiva de la retórica en el fondo–, pasando por
el renacimiento carolingio y el del siglo XII, hasta la llegada de la restauración
humanista en las nuevas letras del Renacimiento. Esta historia de la cultura de la
Edad Media arranca de una predominante concepción literaria, para facilitar al
lector un esquema evolutivo de los focos de atracción cultural durate esta época,
no siempre bien conocida, ni bien interpretada. Lo que sí le queda claro al lector
es que la historia cultural de la Edad Media no se entiende sin un cristianismo que
fue capaz de construcciones intelectuales audaces, en el fondo y en la forma,
fecundas, y que no eran meras repeticiones del pasado.
J. F. S.
Punto de vista
De Gasperi
29 A
Ω
toño en Roma. Resplandece la Urbe
O–las demás, mejores o peores, son
imitaciones–, que se prepara con fervor
para dos magnas celebraciones: las Bodas
de Plata de Juan Pablo II con el pontificado
y la beatificación de Teresa de Calcuta.
Otro acontecimiento, menor pero
significativo, inicia allí una andadura de dos
años; pues en 2005 se cumplirán cincuenta
de la muerte de Alcide de Gasperi. Su
proceso de beatificación ha sido iniciado
por quienes creen que aquel cristiano
ejemplar sorteó todas las trampas que la
política coloca en el camino de la santidad.
Con una solemne sesión en la Cámara
de los Diputados y una gran exposición en
la Piazza Venezia, comenzó a recordarle la
Fundación que lleva su nombre. Inició los
trabajos el senador Angelo Bernassola, que
la presidía y había llevado con tacto las
relaciones internacionales de la
Democracia Cristiana; su doloroso
fallecimiento en los calores de agosto pasó
esa tarea al senador vitalicio Giulio
Andreotti, muchas veces Primer Ministro,
por cuya animosa lucidez no pasan los
años. Y allí hablaron todos los que debían,
encabezados por el señor Presidente de la
República italiana, lo que exime citar a los
demás. La Radiotelevisión Italiana cooperó
con un programa –Porta a Porta–, que sería
deseable imitar en Celtiberia.
¿Las razones del homenaje? Varias muy
simples: De Gasperi asentó una doctrina,
que definió como democrática, católica y
popular; en el país con el mayor Partido
Comunista del mundo libre, ganó limpia y
sucesivamente tantas elecciones como para
asegurar que la DC gobernase siempre, sola
o en coalición con partidos menores,
también libres del dictado de Moscú; situó
a una nación vencida en las organizaciones
de los vencedores, desde la ONU hasta las
Comunidades europeas, desde la Alianza
Atlántica hasta una relación fraternal con
los Estados Unidos, que mucho ayudaron a
reconstruir un país enemigo; transformó
una nación superpoblada y emigrante en
una gran potencia industrial, sobre la base
de la creativa laboriosidad de su pueblo,
que él y su partido estimularon y
respetaron; y, por fin, con la Caja para el
Mediodía (Cassa del Mezzogiorno) y otras
iniciativas, intentó resolver el choque de la
Italia pobre con esa Italia rica, donde
algunos quieren ahora inventar una
nacioncita separada a la que no poco
aportó el sudor de los pobres ex
campesinos del sur.
Concejal en Trento, diputado en Viena,
estudioso en la Biblioteca Vaticana, líder
político... De Gasperi dio a su pueblo fe,
paz y bienestar. Y fue siempre un político
pobre. No es poco legado.
Carlos Robles Piquer

A
30
Ω
23-X-2003
Agustín García-Gasco,
arzobispo de Valencia
Resulta paradójico que el sentido ecológico del
pensamiento actual no reflexione sobre lo que la
naturaleza ha diseñado para la familia, la procreación
y el crecimiento del ser humano. La
Iglesia está llamada a romper la inercia intelectual
de los que creen que la familia debe evolucionar
hacia la pareja inestable. La unión exclusiva
e indisoluble entre un hombre y una mujer
es la relación más perfecta para formar una
auténtica familia, de acuerdo con la propia naturaleza
física y psicológica del ser humano.
Radio y Televisión
La guerra en una foto
D
entro del barullo cotidiano de nuestras experiencias, siempre hay un puñado
que despuntan porque nos dejan sumidos en un estado de conmoción.
Cuando uno entra en la basílica de Santa Sofía de Estambul, se queda absolutamente
paralizado por el diseño del espacio, y a uno se le estremece el espinazo,
como si viera el mar, o el parto de un cervatillo. Cuando mi madre vio por
primera vez en el Moma un cuadro de Jackson Pollock (el pintor que inventó
la técnica del dropping, el goteo de la brocha sobre el lienzo), se quedó absolutamente
desconcertada y dijo: «Aquí hay una belleza de primer orden». El Nobel
Gao Xingjian dice, en La montaña del alma, que cuando vio en un rincón
meridional de China una escultura de un Buda Tathagata frente a él, sintió como
si le embargara una profunda indeferencia ante todo y el tiempo se detuviera.
Por otra parte, cuando los cristianos nos ponemos delante del Señor crucificado,
en seguida nos nace en el vértice del alma un diálogo incipiente con Aquel
que no hizo alarde de su categoría de Dios y se rebajó hasta la muerte de
cruz.
Las películas quieren captar precisamente esos momentos en los que uno pasa
del estado acostumbrado al catatónico, con imágenes indelebles, como la de
Robert de Niro, en La Misión, expiando el crimen cometido en una escena
memorable, en la que se funde el llanto con una alegría desbordante; o la sorpresa
que recibe el espectador cuando reconoce la Estatua de la Libertad emergiendo
como un barco varado en la orilla del mar, en El planeta de los simios.
Los pintores también han querido captar no sólo la emoción de un instante, sino
toda su profundidad, como La pubertad, de Eduard Munch, cuadro en el que
se ve en el rostro de una niña, que se incorpora de la cama, toda la fragilidad e
inocencia basculante de la adolescencia.
El pasado sábado pasaron por La 2 un reportaje nominado al mejor documental
sobre el fotógrafo de guerra norteamericano James Nachtwey; un documental
impecable sobre la vida de un profesional que se ha tomado en serio
una profesión en la que uno deambula por los cañaverales más sombríos del alma
humana. Nachtwey no es un frívolo de la imagen: se ha colado en todas las
guerras recientes, pero no va oliendo como un sabueso dónde está el dolor
para retratarlo, como muchos periodistas. Nada de esto ocurre con Nachtwey.
«Mi trabajo depende de mi responsabilidad –dice el profesional–, porque de la
manera cómo captures la realidad así la gente va a darse de bruces con ella. Mi
papel es profundizar en la realidad, preocuparme por ella». Así, todas sus fotos
son mudas declaraciones de la devastación que produce toda guerra, y de
un interrogante permanente para el observador sobre la necesidad de construir
un mundo donde prime la dignidad del ser humano. Toda una sorpresa para
un sábado en el que el otoño crecía con sus fríos en Madrid.
Pierce Brosnan,
actor
Como pasa en todas partes, en la Iglesia católica hay
gente que lo hace mal. Pero, cuando funciona bien,
la Iglesia católica es fuente de una gran alegría y
ayuda para muchas personas. Yo soy católico practicante;
de modo que, para mí, es muy importante
tener fe.
Javier Alonso Sandoica
Con ojos de mujer
DESDE LA FE
Robert Spaemann,
filósofo
La demanda de algunos ecologistas de permitir
el aborto está en grotesca contradicción con su
programa de reconciliación con la naturaleza.
Quien esgrime el legítimo derecho de autodeterminación
de la mujer contra la necesaria protección
de la vida del no-nacido está pidiendo
claramente: Yo quiero poder decir si puedo matar
a mi hijo o no. Pero esto es un absurdo. Si, de
repente, alguien abandona a un bebé en mi casa,
al que yo no deseo en absoluto, no por ello
puedo tirarlo al cubo de la basura.
El posible silencio del Papa
e leído en un perió-
Hdico que Juan Pablo
II pronto va a quedarse
mudo; también insisten
en que le falta capacidad
para regir los destinos
de la Iglesia, por
su deterioro físico. Pero
los que sostienen esos
criterios ignoran que,
más allá de la palabra
hablada, existe la palabra
silenciosa del espíritu.
Esa palabra que
mueve a las masas con
mayor fuerza que las
lanzadas a través de la voz, porque no pertenecen a la simple materia, sino que
vienen dictadas por Quien no precisa palabras, ni cuerpo material para imponer
criterios, expresar realidades y, sobre todo, para contagiar amor.
Por eso, el Papa, actualmente atosigado por decaimientos materiales, está
tan acosado por los que no toleran que la debilidad (tan parecida a la que se vio
sometido el propio Dios hecho hombre) sea capaz de remover los cimientos de
arcilla que los enemigos de la fe tratan de asentar, construyendo día a día, con su
indudable debilidad, la mayor fortaleza que precisa el ser humano para ser algo
más que una criatura endiosada: la fe. La fe que Juan Pablo II no sólo predica y
practica, sino que transmite.
No es su deterioro físico lo que impide a los hombres que ignoran la verdad
del Evangelio comprender la grandeza de ese santo en vida; antes al contrario,
es su propia ignorancia lo que alimenta en ellos el famoso deterioro mental y espiritual
de sus inútiles y absurdos comentarios.
Por ello, la fe que Juan Pablo predica no está tanto en su palabra como en su
comportamiento, tan lleno de amor a Dios y a los hombres,
También Cristo guardó silencio y se mantuvo callado ante los que le juzgaban.
Sin embrago, después de habernos introducido en el tercer milenio –lo que
parecía un señuelo para los ignorantes y soberbios–, hoy es todavía una pauta indiscutible
entre las gentes de buena voluntad.
No, no debe preocuparnos el silencio del Papa, si llegara a quedarse mudo. Su
voz espiritual continuará gritando en su inevitable mutismo físico, con mayor vigor,
la verdad del Evangelio que Cristo nos desveló.
Mercedes Salisachs

DESDE LA FE 23-X-2003
Punto de vista
¿Qué va a hacer usted
este domingo?
ecuerdo bien las primeras veces que participé
Ren unas elecciones. Me habían dejado bien
claro que era algo muy importante. En casa,
cuando cumplíamos la mayoría de edad, mi
padre, inmediatamente, nos apuntaba a una
autoescuela y, luego, nos explicaba, muy
concienzudamente el deber que adquiríamos
como ciudadanos. Llegado el tiempo de
elecciones, se aseguraba que cada uno de
nosotros tuviera, en un lugar bien visible, la tarjeta
del censo en la que se indica el colegio electoral,
la sección y la mesa en la que nos tocaba votar.
Esas tarjetas se pasaban semanas en la mesa del
hall de entrada. Las mismas que él necesitaba para
recordarnos, de vez en cuando y como quien no
quiere la cosa, que ese día había que ir a votar.
También se aseguraba, por las conversaciones de
los días previos, que no se te había ocurrido salir,
precisamente ese día, de Madrid.
Llegada la mañana de marras, se paseaba, a
primera hora, de cuarto en cuarto, con su alegre
cantinela: «Carlita, ¡hay que votar». Ni que decir
tiene que a esa hora, después de haber llegado
tarde la noche anterior, más de uno le hubiera
estrangulado. Eso sí, convertía la votación en
todo un acontecimiento. Y se ofrecía para hacer
plan con el novato de turno al que acompañaba
en tan magna ocasión. A la hora de comer,
aprovechaba para confirmar que todos ya
habíamos pasado por el colegio electoral.
Todavía hoy, ya todos casados y con hijos,
sigue ejerciendo de Pepito Grillo, a distancia. Los
días previos aprovecha cualquier ocasión para
llamar por teléfono, y asegurarse de que tenemos
todo en regla. A las nueve de la mañana del día
de las elecciones, suena el teléfono e,
invariablemente, es él, con su cancioncilla de
siempre. Y, a media tarde, nos vuelve a llamar…,
para comentar y asegurarse de que has ido a
votar.
¡Hombre, por Dios! Tengo todavía clavada en
la memoria la voz de profunda decepción
cuando, hace unos años, madre agobiada y
primeriza, le dije que se había puesto el niño
malo y no había podido ir a Segovia, donde
estaba empadronada. Eran las siete de la tarde, y
sólo llamaba para completar su ronda de
confirmaciones: «¡Todavía te da tiempo!, yo me
quedo con él».
Este domingo se volverá a producir la escena
de siempre. Es increíble, pero hasta ahora que lo
escribo no me había dado cuenta de la gran
maniobra que ha desplegado a lo largo de todos
estos años para mentalizarnos de la importancia
de un puro y simple acto cívico. Hoy día, todos
tenemos muy claro que las elecciones a la
Comunidad nos afectan directamente; en el día a
día de nuestra vida; en las cuestiones que más
nos importan: educación, sanidad, trabajo… El
que no se acerque a votar este domingo, no sólo
habrá incumplido un importante deber –que
supongo le dará igual–; también habrá perdido
cualquier derecho a protestar si las cosas no
funcionan como le gustara. Por cierto, ¿qué va a
hacer usted este domingo?
Carla Diez de Rivera
No es verdad
La exhibición de sectarismo que algunos
medios de comunicación –no hace falta decir
cuáles– han dado estos días, con motivo de
la celebración de los 25 años de pontificado
de Juan Pablo II, de la beatificación de la
Madre Teresa de Calcuta y del Consistorio
de cardenales, ha sido tan descarada que, si
no diera pena, por el menoscabo que sufren
la verdad y la justicia, daría risa. Desde el
punto de vista profesional, lo único que
merece es desprecio. Ver, por ejemplo, cómo
determinados canales de radio y de
televisión, o determinados periódicos como
El País o El Periódico, de Barcelona, han
buscado a la teóloga feminista de guardia o
al pobre sacerdote resentido para tratar de
manchar la limpia ejecutoria del servicio
ministerial de Juan Pablo II, o para tratar de
apagar el esplendor de la verdad, es algo
que, no por previsto, deja de ser deleznable.
Causa sonrojo y vergüenza ajena citar
nombres concretos; ellos solos se ridiculizan
haciendo bueno el dicho italiano Viva la
Franza, viva la Spagna, pur
che se magna (Viva Francia,
viva España, lo que importa
es comer). El Mundo, bajo el
título El ajuste de cuentas al
pontificado de Karol Wojtyla,
no tiene reparo en publicar el
siguiente subtítulo:
«Teólogos, movimientos
católicos, homosexuales y
ortodoxos se desmarcan de la
euforia general y de los
elogios al Papa». ¿Qué
teólogos?, ¿todos?,
¿cuántos?, ¿quiénes son?,
¿qué movimientos católicos?,
¿todos?, ¿cuántos?, ¿quiénes
son? ¿Cómo es posible titular
así y pretender pasar por
periódico serio, fiable y
creíble?
En El País, E.G. califica
así, desde Roma, la
Exhortación apostólica que,
estos días, el Papa ha dirigido
a los obispos del mundo:
«Una Exhortación a favor del
poder del Pontífice». Es
evidente que no la ha leído, y no menos
evidente todavía que no es verdad, porque
esa Exhortación habla de todo, menos del
poder del Pontífice. Mientras sigan leyendo
y enjuiciando a Juan Pablo II en clave de
poder, seguirán sin haber entendido una
palabra. Es lo que, bien significativamente,
revelaba el teólogo que desde la pantalla de
TVE anunciaba, urbi et orbi, que los que
piensan como él están preparando (¡ojo al
dato!) «una Constitución para la Iglesia, una
especie de código», dijo textualmente. ¿No
les entra la risa? Son los mismos que no
dejan de piarla todo el día, con la cantinela
de que sobran las reglas en la Iglesia. Son los
que, profesionales del resentimiento, todavía
no han digerido que Juan Pablo II,
coherentemente, reprendiese en público al
ministro nicaragüense Ernesto Cardenal por
su constante y pública desobediencia; son
los mismos que, llenos de ardor evangélico,
recuerdan que Cristo vino al mundo, no para
salvar a los justos, sino a los pecadores, y
eso les vale para Fidel Castro, pero para
Pinochet, no; son los que, cuando se les
muere un compañero, escriben en la
necrológica eso tan conmovedor de que «se
ha ido al otro lado del espejo». Son los que
titulan un editorial: El Papa, sin el Nobel,
cuando lo que deberían titular, si fueran
ecuánimes, es: El Nobel, sin el Papa. Son los
que, como Hans Küng, han aprovechado
estas fechas para publicar en El País un
artículo titulado Un pontificado con
contradicciones fatales, y para calificar al
Papa de desastre, lo cual, en boca de
semejante lumbrera, sería ya por sí solo
suficiente para acreditar al insultado. Juan
Pablo II, ¡signo de contradicción para
Küng!: ¡qué regalo de cumpleaños!
Díganme la verdad: aunque no gran cosa,
¿no sería algo preocupante que Hans Küng
estuviera de acuerdo con Juan Pablo II?
En China, se ha anunciado estos días una
nueva variante de manipulación de la vida
Jordi Labanda, en Magazine, de La Vanguardia
humana, en el intolerable ámbito de la
clonación; algunos conspicuos
observadores, apelando a un rigor científico
que tanto se ha echado de menos hasta ahora
en ellos, han empezado a poner el grito en el
cielo y a rasgarse las vestiduras
llamativamente: «No, eso no, por ahí no ...»
Pero, vamos a ver: se pasan la vida
aceptando la manipulación de embriones, la
fecundación in vitro, la contracepción, y
defendiendo el «todo vale». Pues si todo
vale, ¿a qué viene ahora, cuando empiezan a
verle las orejas al lobo, poner el grito en el
cielo? «Es que hay unos límites legales»,
tratan de argumentar. No, no es verdad: no es
cuestión de límites legales; es cuestión de
límites morales, naturales. No se puede jugar
con la vida. Nunca; porque, si todo da igual,
entonces nada vale nada.
Gonzalo de Berceo
31 A
Ω
¿Un intelectual es alguien que cobra por pensar?

A
Ω
Reflexiones de la Beata Teresa de Calcuta
«El día más bello es... hoy»
Era bajita, desgarbada... Pero las cámaras se fijaron en ella, porque en aquella
mujer de apariencia frágil era fácil intuir una singular fortaleza de espíritu.
Católicos y no católicos la identifican sin mayor discusión como una de las
grandes heroínas del siglo XX, como uno de los grandes iconos de nuestro
tiempo, aunque lo suyo no era posar para las cámaras ni sorprender con
espectaculares declaraciones.
Aceptó la fama porque la publicidad les venía bien a los pobres, y con el
ruego de que cada fotografía sirviera para rescastar a un alma del Purgatorio.
La Beata Teresa de Calculta, que ni por todo el oro del mundo hubiera hecho
lo que hizo, siguió a lo suyo, o sea, a lo de Cristo, reflejado en el rostro de
cada pobre. Con su sonrisa en la cara, quitaba siempre hierro a sus proezas.
No eran obras sobrehumanas las que ella hacía, sino signos auténticos de
humanidad. Todos estamos llamados a la santidad, pero antes debemos salir
de nuestro ensimismamiento, abrirnos a la vida, a las alegrías y a las tragedias
de los demás. La Beata Teresa de Calcuta nos dejó estas reflexiones que, con
total sencillez, nos ofrecen nada menos que el camino a la santidad:
La Vida
La vida es una oportunidad; aprovéchala.
La vida es belleza; admírala.
La vida es beatitud; saboréala.
La vida es sueño; hazlo realidad.
La vida es un reto; afróntalo.
La vida es un deber; cúmplelo.
La vida es un juego; juégalo.
La vida es preciosa; cuídala.
La vida es riqueza; consérvala.
La vida es amor; gózala.
La vida es misterio; desvélalo.
La vida es promesa; cúmplela.
La vida es tristeza; supérala.
La vida es himno; cántalo.
La vida es combate; acéptalo.
La vida es una tragedia; domínala.
La vida es aventura; arrástrala.
La vida es felicidad; merécela.
La vida es la vida; defiéndela.
Cuál es...
El día más bello: hoy.
La cosa más fácil: equivocarse.
El obstáculo más grande: el miedo.
El error mayor: bajar los brazos.
La raíz de todos los males: el egoísmo.
La distracción más bella: el trabajo.
La peor derrota: el desaliento.
Los mejores profesores: los niños.
La primera necesidad: comunicarse.
Lo que hace más feliz: ser útil a los demás.
El misterio más grande: la muerte.
El peor defecto: el malhumor.
La persona más peligrosa: la mentirosa.
El sentimiento más ruin: el rencor.
El regalo más bello: el perdón.
Lo más imprescindible: el hogar.
La ruta más rápida: el camino correcto.
La sensación más grata: la paz interior.
El resguardo más eficaz: la sonrisa.
El mejor remedio: el optimismo.
La mayor satisfacción: el deber cumplido.
La fuerza más potente del mundo: la fe.
Las personas más necesarias: los padres.
La cosa más bella de todas: EL AMOR.
Beata Teresa de Calcuta
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