12.05.2013 Views

El corrector de la Historia – Gabriel Guralnik (PDF - Los Revelados

El corrector de la Historia – Gabriel Guralnik (PDF - Los Revelados

El corrector de la Historia – Gabriel Guralnik (PDF - Los Revelados

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> Corrector <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Historia</strong> <strong>Gabriel</strong> <strong>Guralnik</strong><br />

mejor que cuente los hechos, más que <strong>la</strong>s sensaciones. Por eso, y<br />

porque todavía falta lo principal. La pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Rafael Montini.<br />

La Verdad contada por él mismo, como acordamos en un<br />

colectivo que saltaba bajo <strong>la</strong> lluvia.<br />

Pero hubo muchas cosas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquél acto <strong>de</strong> magia en el campo,<br />

luego <strong>de</strong> una cacería en <strong>la</strong> que cobré una pieza fuera <strong>de</strong><br />

programa, una vida humana que siempre, sea o no Daniel<br />

Kaufmann, me seguirá como una sombra.<br />

Rafael parece dormir, como agotado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> cena. <strong>El</strong><br />

colchón sin sábanas, <strong>la</strong> almohada sucia con tajos por los que<br />

asoma el relleno, <strong>la</strong> luz colgando <strong>de</strong>l techo, nada parece<br />

perturbarlo. Duerme sin sonidos. <strong>El</strong> cabello negro en <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n,<br />

<strong>la</strong>s manos <strong>la</strong>rgas, hermosas, apoyadas sobre <strong>la</strong>s palmas. Media<br />

cara <strong>de</strong> rasgos perfectos, con una aureo<strong>la</strong> <strong>de</strong> barba sin afeitar. Sé<br />

que al menor sonido extraño saltará <strong>de</strong> <strong>la</strong> cama, mucho antes <strong>de</strong><br />

que yo, en plena vigilia, lo <strong>de</strong>scubra. No parece vulnerable. No<br />

puedo creer que sea un con<strong>de</strong>nado. Y sin embargo, lo sé.<br />

En este momento, cuando falta tan poco para el final, no puedo<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pensar en <strong>El</strong>isa. No <strong>la</strong> voy a ver más. No <strong>la</strong> voy a<br />

soportar más. Por qué tengo este vago <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> no olvidar<strong>la</strong>, <strong>de</strong><br />

tener a mano ese recuerdo. No porque quiera volver a ver<strong>la</strong>,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. Ni porque me guste. Mucho menos por eso.<br />

Si algún ser extraterrestre (es <strong>de</strong>cir, no humano) viniese a<br />

nuestro p<strong>la</strong>neta, acaso preguntaría qué es lo que hace atractivos a<br />

un hombre, o a una mujer. Siguiendo <strong>la</strong>s miradas <strong>de</strong> <strong>Guralnik</strong> en<br />

el bar, diría que hay en <strong>la</strong>s mujeres un vistoso abultamiento<br />

posterior, separado en dos hemisferios, con una línea intermedia<br />

que oculta, y por eso muestra, lo que los ojos buscan. También<br />

existe en los hombres, pero yo hab<strong>la</strong>ría <strong>de</strong> lo atractivo que es en<br />

25

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!