12.05.2013 Views

PDF - Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento ...

PDF - Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento ...

PDF - Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

olfativos, visuales…) que pue<strong>de</strong>n ser muy rudimentarios o extraordinariamente<br />

sofisticados. Como si el mundo fuera la extensión <strong>de</strong> su cuerpo, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> percibir que<br />

posee su cuerpo. O a la inversa, como si su cuerpo, su modo <strong>de</strong> percibir y sentir, <strong>de</strong><br />

moverse y comportarse, fuera una extensión <strong>de</strong> su mundo. El animal, alerta, está siempre<br />

<strong>de</strong>sentrañando las señales <strong>de</strong> lo que irrumpe en su mundo. A diferencia <strong>de</strong> lo que ocurre<br />

con el ser humano, mientras vive nunca se distrae y cuando siente que está por morir<br />

busca, en silencio, un lugar solitario.<br />

Sin embargo, como ocurre con el animal, el verda<strong>de</strong>ro cazador, el que vive para cazar,<br />

está siempre a la espera, al acecho. Como un alucinado, percibe señales que otros,<br />

aunque estén junto a él, no perciben.<br />

Siento gran admiración por las personas que saben reconocer señales, los verda<strong>de</strong>ros<br />

cazadores que saben reconocer al animal que ha pasado por allí –en ese momento ellos<br />

son animal, tienen con el animal una relación animal. En eso consiste tener una relación<br />

animal con el animal (Deleuze y Parnet, 1988-1989, “A” <strong>de</strong> animal).<br />

El auténtico cazador no pacta con el club <strong>de</strong> cazadores, caza solo, aunque esté ro<strong>de</strong>ado<br />

<strong>de</strong> otros seres humanos. Cuando se interna en territorio extraño <strong>de</strong>sarrolla una manera<br />

<strong>de</strong> percibir y sentir, <strong>de</strong> moverse y comportarse, un estilo, que aunque no sea puramente<br />

animal tampoco es meramente humano.<br />

Solitario, busca <strong>de</strong> una presa solitaria. Aunque sea parte <strong>de</strong> una bandada, una jauría o un<br />

cardumen, <strong>de</strong> una multiplicidad, percibe o alucina en ella algo único, un bor<strong>de</strong> a acariciar,<br />

un umbral a trasponer o un muro a perforar, para llegar al otro lado, aunque no sepa a<br />

ciencia cierta qué o quién, fuera y <strong>de</strong>ntro suyo, lo empuja a <strong>de</strong>venir, a ir más allá <strong>de</strong> lo que<br />

pasa por ser humano o por ser animal.<br />

Pero también…<br />

el escritor está al acecho, el filósofo está al acecho, por supuesto, uno está al acecho<br />

(Deleuze y Parnet, 1988-1989, “A” <strong>de</strong> animal).<br />

El filósofo está al acecho <strong>de</strong> lo que no ha sido pensado. El escritor está al acecho <strong>de</strong> lo<br />

que no ha sido escrito. Reconoce signos que todavía no han sido traducidos a un<br />

lenguaje humano y experimenta con ellos. Para po<strong>de</strong>r escribir, suele pactar con fuerzas<br />

que lo terminan excediendo.<br />

Muchos suicidios <strong>de</strong> escritores se explican por esas participaciones contra natura, esas<br />

nupcias contra natura (Deleuze y Guattari, 1980: 293-294).<br />

Precisamente, el <strong>de</strong>venir-animal es una <strong>de</strong> esas fuerzas.<br />

Devenir-animal… es una composición <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> afectos entre individuos<br />

completamente diferentes, que hace que el animal <strong>de</strong>venga un pensamiento en el<br />

222

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!