La luz detras de la puerta.pdf - Biblioteca Mexiquense del ...
La luz detras de la puerta.pdf - Biblioteca Mexiquense del ... La luz detras de la puerta.pdf - Biblioteca Mexiquense del ...
Se había convertido en su ángel recíproco: un lector. Sin él su mundo no existía. Sin ellos, él quedaba preso en la espesura del suyo. Así descubría la virtud paradójica de la lectura que consiste en abstraernos del mundo para hallarle sentido. Daniel Pennac Si bien lo que me lleva a las noches en vela, y a mi escritura, es la descarga convulsa de las palabras, también me lleva el momento en el cual la calma se hace presente y me arroja al otro lado de la orilla: transmuto en lector. Soy de los que escriben y leen, ¿acaso hay de otros? Las serpientes siempre terminan mordiéndose su cola. Soy un Minotauro con cola de serpiente. Siento la responsabilidad de dirigirme a ustedes mientras continúo engendrado en mí, dejando de lado a Legión, aunque siga aquí, nunca se va. Ustedes —o usted, desconozco la suerte que tendrá este texto, estoy siendo optimista— han leído hasta esta [73]
- Page 21 and 22: El silencio que somos: el silencio
- Page 23 and 24: El silencio que somos: el silencio
- Page 25 and 26: El silencio que somos: el silencio
- Page 27 and 28: El silencio que somos: el silencio
- Page 29 and 30: El silencio que somos: el silencio
- Page 31 and 32: El silencio que somos: el silencio
- Page 33 and 34: El silencio que somos: el silencio
- Page 35 and 36: El silencio que somos: el silencio
- Page 37 and 38: El silencio que somos: el silencio
- Page 39: El silencio que somos: el silencio
- Page 43 and 44: …del mismo modo que quien cae baj
- Page 45 and 46: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 47 and 48: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 49 and 50: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 51 and 52: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 53 and 54: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 55 and 56: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 57 and 58: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 59 and 60: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 61 and 62: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 63 and 64: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 65 and 66: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 67 and 68: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 69: El horizonte del acontecimiento: el
- Page 74 and 75: 74 La luz detrás de la puerta pág
- Page 76 and 77: 76 La luz detrás de la puerta caba
- Page 78 and 79: 78 La luz detrás de la puerta el p
- Page 80 and 81: 80 La luz detrás de la puerta un p
- Page 82 and 83: 82 La luz detrás de la puerta aban
- Page 84 and 85: 84 La luz detrás de la puerta pala
- Page 86 and 87: 86 La luz detrás de la puerta 2. O
- Page 88 and 89: 88 La luz detrás de la puerta Lo q
- Page 90 and 91: 90 La luz detrás de la puerta espi
- Page 92 and 93: 92 La luz detrás de la puerta qued
- Page 95: La comunidad del silencio: el silen
- Page 98 and 99: 98 La luz detrás de la puerta para
- Page 100 and 101: 100 La luz detrás de la puerta gra
- Page 102 and 103: 102 La luz detrás de la puerta se
- Page 104 and 105: 104 La luz detrás de la puerta Rim
- Page 106 and 107: 106 La luz detrás de la puerta ver
- Page 108 and 109: 108 La luz detrás de la puerta and
- Page 110 and 111: 110 La luz detrás de la puerta Veo
- Page 112 and 113: 112 La luz detrás de la puerta El
- Page 114 and 115: 114 La luz detrás de la puerta enc
- Page 116 and 117: 116 La luz detrás de la puerta La
- Page 118 and 119: 118 La luz detrás de la puerta , L
- Page 120: La luz detrás de la puerta: el sil
Se había convertido en su ángel<br />
recíproco: un lector. Sin él su mundo<br />
no existía. Sin ellos, él quedaba preso<br />
en <strong>la</strong> espesura <strong>de</strong>l suyo. Así <strong>de</strong>scubría<br />
<strong>la</strong> virtud paradójica <strong>de</strong> <strong>la</strong> lectura que<br />
consiste en abstraernos <strong>de</strong>l mundo<br />
para hal<strong>la</strong>rle sentido.<br />
Daniel Pennac<br />
Si bien lo que me lleva a <strong>la</strong>s noches en ve<strong>la</strong>, y a mi escritura, es <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong>scarga convulsa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras, también me lleva el momento en<br />
el cual <strong>la</strong> calma se hace presente y me arroja al otro <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> oril<strong>la</strong>:<br />
transmuto en lector. Soy <strong>de</strong> los que escriben y leen, ¿acaso hay <strong>de</strong><br />
otros? <strong>La</strong>s serpientes siempre terminan mordiéndose su co<strong>la</strong>. Soy<br />
un Minotauro con co<strong>la</strong> <strong>de</strong> serpiente.<br />
Siento <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> dirigirme a uste<strong>de</strong>s mientras continúo<br />
engendrado en mí, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> <strong>la</strong>do a Legión, aunque siga<br />
aquí, nunca se va. Uste<strong>de</strong>s —o usted, <strong>de</strong>sconozco <strong>la</strong> suerte que<br />
tendrá este texto, estoy siendo optimista— han leído hasta esta<br />
[73]