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El Hombre y su singularidad Antonio Gala, Eduardo Quiles ...

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Imaginemos<br />

Imaginemos un colega, un dramaturgo<br />

que no conociera lo que escriben nuestros<br />

colegas de América. Es mucho imaginar, ya<br />

lo sé. Porque ¿cómo va a darse un autor<br />

dramático en nuestro país que no esté al<br />

menos un poco informado de lo que se<br />

cuece por aquellas literaturas dramáticas,<br />

que al fin y al cabo son parte muy importante<br />

de la literatura en español? Pero no<br />

importa, imaginemos alguien así. Para<br />

alguien así y para alguien que quiera introducirse<br />

en la dramaturgia iberoamericana,<br />

el libro que ahora comentamos es <strong>su</strong> libro.<br />

Imaginemos un intelectual preocupado<br />

por la cultura, de esos que pueden llegar a<br />

ser jurados de premios importantes,como el<br />

premio Cervantes.Imaginemos que ese intelectual,<br />

cuando es miembro del jurado del<br />

Cervantes,no se plantea nunca premiar a un<br />

dramaturgo. Ya sabemos que ese caso<br />

extremo no existe,que los jurados son gente<br />

bien informada, culta, que saben que la literatura<br />

dramática es una literatura entre otras,<br />

que no tienen preferencias por la narrativa y<br />

la poesía en detrimento del ensayo y el<br />

teatro. No, ya sabemos que ese tipo de intelectual<br />

no existe. Pero imaginemos el caso,<br />

un caso extremo. Pues bien, ese caballero<br />

haría muy bien en leer este libro.<br />

Porque para acceder al conocimiento de<br />

la literatura dramática de la América hispana<br />

hay un solo camino, que se bifurca, como los<br />

senderos del jardín de Borges: leer piezas<br />

teatrales, ver representar piezas teatrales. Mas<br />

hay pasos previos. Uno de ellos es orientarse.<br />

Hay libros que nos orientan.Los manuales son<br />

demasiado generales. Un libro como el de<br />

Giella,en cambio,atiende a autores concretos,<br />

a obras muy precisas. Es una manera de<br />

empezar, quizá la mejor de las maneras.<br />

Unos cuantos nombres<br />

<strong>El</strong> libro de Miguel Angel Giella se divide<br />

en tres partes, una primera de carácter<br />

general, una segunda que consiste en seis<br />

charlas con otros tantos hombres de<br />

teatro, y una tercera que incluye ocho<br />

análisis. Son sobre todo aquellas charlas y<br />

estos análisis lo que introducirán al lector<br />

en ese mundo de palpitante creatividad<br />

que es la dramaturgia latinoamericana.<br />

Atención a las charlas: una es con José<br />

Monleón, padre de todos nosotros (y<br />

espero que si esto llega a <strong>su</strong>s oídos, no me<br />

retire el saludo ni me desherede); y cinco<br />

son con dramaturgos de la altura de<br />

Pavlovsky, Santana, Cabal, Rovner y Monti,<br />

nombres indiscutibles, la lectura de cuyas<br />

obras sería una de las mejores maneras de<br />

empezar a explorar ese mundo.<br />

Atención también a los análisis, que<br />

contienen las páginas más agudas de este<br />

libro. Se refiere a obras concretas, y son<br />

las siguientes: Los siameses (Griselda<br />

Gambaro), Historia de mi esquina,<br />

Historias para ser contadas, Los de la<br />

mesa diez (Osvaldo Dragún), Soledad<br />

para cuatro (Ricardo Halac), <strong>El</strong> acompañamiento<br />

(Carlos Gorostiza), Mustafá<br />

(Armando Discépolo y Roberto de Rosa),<br />

Gris de ausencia y La nona (ambas de<br />

Roberto Cossa), La otra orilla (Jorge Díaz),<br />

Mirando al tendido (Rodolfo Santana), <strong>El</strong><br />

Cardenal (<strong>Eduardo</strong> Pavlovsky). No son<br />

todos los que son, pues en América hay<br />

muchos que son; pero son todos los que<br />

están. Accedan a esas obras y ya irán por<br />

buen camino. Después de esas obras, se les<br />

habrá abierto el apetito y pedirán más. En<br />

este mismo número de Las Puertas del<br />

Drama, Fermín Cabal aporta una bibliografía<br />

para el más voraz de esos apetitos.<br />

Libro recomendado<br />

De dramaturgos: teatro<br />

latinoamericano actual<br />

de Miguel Ángel Giella<br />

Por Santiago<br />

Martín Bermúdez<br />

De dramaturgos:<br />

teatro latinoamericano<br />

actual<br />

de<br />

Miguel Ángel Giella<br />

Edición:<br />

Corregidor<br />

Buenos Aires, 1994<br />

Otoño 200l 17

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