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EXTRAVÍOS<br />
El mundo <strong>de</strong> los criollos ilustrados<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong>
Aída Martínez Carreño<br />
EXTRAVÍOS<br />
El mundo <strong>de</strong> los criollos ilustrados<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong><br />
Colección<br />
Temas y Autores Regionales<br />
Bucaramanga, 2009
© <strong>Universidad</strong> <strong>Industrial</strong> <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r<br />
Colección Temas y Autores Regionales<br />
Extravíos. Aída Martínez Carreño<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong><br />
Rector <strong>UIS</strong>: Jaime Alberto Camacho Pico<br />
Vicerrector Académico: Álvaro Gómez Torrado<br />
Vicerrector Administrativo: Sergio Isnardo Muñoz<br />
Vicerrector <strong>de</strong> Investigaciones: Óscar Gualdrón<br />
Director <strong>Cultural</strong>: Luis Álvaro Mejía Argüello<br />
Impresión:<br />
División <strong>de</strong> Publicaciones <strong>UIS</strong><br />
Comité Editorial:<br />
Armando Martínez G.<br />
Luis Álvaro Mejía A.<br />
Segunda Edición: Julio <strong>de</strong> 2009<br />
ISBN: 978-958-8504-14-8<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>UIS</strong><br />
Ciudad Universitaria Cra. 27 calle 9.<br />
Tel. 6846730 - 6321349 Fax. 6321364<br />
divcult@uis.edu.co<br />
Bucaramanga, Colombia<br />
Impreso en Colombia
A Inés Carreño Harker,<br />
Descendiente <strong>de</strong> Facundo
PRESENTACIÓN<br />
Aída Martínez Carreño nació en Bucaramanga el 16 <strong>de</strong><br />
abril <strong>de</strong> 1940 y rindió su cuerpo en su casa <strong>de</strong> Tabio durante<br />
la mañana <strong>de</strong>l 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2009. Seis semanas antes, su<br />
familia y sus amigos más cercanos le habían preparado en<br />
su casa una cálida reunión conmemorativa <strong>de</strong> sus 69 años <strong>de</strong><br />
fructífera existencia, acompañándola en la circunstancia <strong>de</strong><br />
un <strong>de</strong>senlace previsto. Cinco semanas antes, tres instituciones<br />
culturales <strong>de</strong> Bogotá habían organizado en la Casa Gómez<br />
Campuzano un coloquio sobre su vida y su obra. Dos semanas<br />
antes, el Ministerio <strong>de</strong> Cultura le había impuesto una medalla<br />
al mérito por su trabajo cultural. En fi n, todos sus amigos<br />
y colegas asistimos en silencio al testimonio <strong>de</strong> su entereza<br />
ante el agotamiento <strong>de</strong> su cuerpo. Esta segunda edición <strong>de</strong><br />
Extravíos, la obra con la que ganó en 1995 el Premio Nacional<br />
<strong>de</strong> Historia, es el homenaje que le rin<strong>de</strong> a su memoria la<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Industrial</strong> <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r.<br />
Bachiller <strong>de</strong>l Colegio bumangués <strong>de</strong> la Santísima Trinidad<br />
(1958), en la Escuela <strong>de</strong> Bellas Artes <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r mostró<br />
durante el año 1962 un abierto interés por la historia <strong>de</strong>l arte y<br />
por la pintura, fi nalmente premiado en 1978 con el curso que<br />
realizó en Londres sobre organización <strong>de</strong> centros culturales. El<br />
Banco Cafetero le permitió un <strong>de</strong>sempeño laboral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1971<br />
y le facilitó una rica experiencia en Bogotá como directora <strong>de</strong>l<br />
Fondo <strong>Cultural</strong> Cafetero (1975-1990), don<strong>de</strong> pudo ejecutar el<br />
proyecto <strong>de</strong> un museo <strong>de</strong>l siglo XIX en la casona <strong>de</strong> la Carrera<br />
Octava, frente al Palacio <strong>de</strong> Nariño. Fue en este escenario<br />
7
don<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrolló su vocación por la investigación <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong>l arte colombiano, la curaduría <strong>de</strong> exposiciones y la<br />
labor editorial. Poco a poco se fue interesando por la historia<br />
social <strong>de</strong>l vestido, <strong>de</strong> la cocina y <strong>de</strong> la alimentación, <strong>de</strong> las<br />
mujeres y <strong>de</strong> los niños, es <strong>de</strong>cir, por los temas <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong><br />
la vida cotidiana. Su asistencia a un seminario <strong>de</strong> maestría en<br />
historia, en las aulas <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> Nacional, amplió sus<br />
perspectivas intelectuales.<br />
Su inquietud intelectual, unida a su disciplina en los<br />
archivos públicos y privados, le fue dando una gran pericia<br />
en el ofi cio <strong>de</strong> la historia. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> Extravíos (1996), sus<br />
frutos fueron titulados Un siglo <strong>de</strong> moda en Colombia (1982),<br />
Mesa y cocina en el siglo XIX (1985), Tipos y costumbres<br />
<strong>de</strong> la Nueva Granada (1989), La prisión <strong>de</strong>l vestido (1995),<br />
Presencia femenina en la historia <strong>de</strong> Colombia (1997), La<br />
guerra <strong>de</strong> los mil días (1999), Placer, dinero y pecado: Historia<br />
<strong>de</strong> la prostitución (2002) y Gun Club Bogotá, más <strong>de</strong> 120 años<br />
(2004). Murió sin ver publicada una Historia <strong>de</strong> Colombia<br />
para Dummies y un ensayo sobre la Vida y obra <strong>de</strong> Josefa<br />
Acevedo <strong>de</strong> Gómez, que pronto aparecerá en Ediciones <strong>UIS</strong>.<br />
Se suman a estos libros muchos artículos <strong>de</strong> tema histórico<br />
publicados en el Boletín <strong>de</strong> Historia y Antigüeda<strong>de</strong>s, Historia<br />
Crítica, el Anuario colombiano <strong>de</strong> historia social y <strong>de</strong> la cultura,<br />
Cre<strong>de</strong>ncial Historia, el Boletín <strong>Cultural</strong> y Bibliográfi co <strong>de</strong>l<br />
Banco <strong>de</strong> la República y en algunos magazines culturales <strong>de</strong><br />
periódicos, entre ellos Vanguardia Liberal.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su trabajo como escritora <strong>de</strong> textos históricos,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1976 comenzó en el programa editorial <strong>de</strong>l Fondo<br />
<strong>Cultural</strong> Cafetero su actividad como editora <strong>de</strong> libros. Allí<br />
eligió los 26 títulos <strong>de</strong> la colección básica y supervisó los<br />
cinco tomos <strong>de</strong> la arquitectura <strong>de</strong> la colonización antioqueña.<br />
Editó varios títulos en formato <strong>de</strong> lujo tales como Pueblos <strong>de</strong><br />
Santan<strong>de</strong>r (1996), Así es Bucaramanga, Bucaramanga y el Club<br />
<strong>de</strong>l Comercio y Tipos y costumbres <strong>de</strong> la Nueva Granada. No<br />
hay que olvidar que escribió el texto <strong>de</strong>l libro conmemorativo<br />
<strong>de</strong> los 50 años <strong>de</strong> la <strong>UIS</strong>.<br />
8
Declarada en 1982 la mujer <strong>de</strong>l año en Santan<strong>de</strong>r por el<br />
Womans Club <strong>de</strong> Bucaramanga, en 1990 recibió la medalla<br />
“Simón Bolívar” que le otorgó el Ministerio <strong>de</strong> Educación<br />
Nacional. No hay duda alguna <strong>de</strong> que fue una mujer <strong>de</strong> letras<br />
pero, antes que todo, una señora en todo el sentido <strong>de</strong> esta<br />
palabra. Su notable belleza y su don <strong>de</strong> gentes, su carácter<br />
singularmente formado y su inquietud intelectual serán<br />
recordados por quienes pudieron conocerla.<br />
Extravíos, subtitulada “El mundo <strong>de</strong> los criollos<br />
ilustrados”, es un relato histórico vinculado a la familia Mutis<br />
<strong>de</strong> Bucaramanga y a la familia Valenzuela <strong>de</strong> Girón. Personaje<br />
central es doña Micaela Mutis Consuegra, una sobrina <strong>de</strong>l<br />
conocido médico y naturalista José Celestino Mutis, nacida<br />
en Bucaramanga en 1783. Su padre era don Manuel Mutis<br />
Bosio, quien había venido <strong>de</strong> Cádiz con su hermano y falleció<br />
en la villa <strong>de</strong> Mompós a fi nales 1786. Comerciante <strong>de</strong> notable<br />
éxito, fue alcal<strong>de</strong> mayor <strong>de</strong> minas <strong>de</strong> Bucaramanga y en 1769<br />
contrajo matrimonio con la señora gironesa doña María<br />
Ignacia Micaela Consuegra Estrada. De los seis hermanos<br />
<strong>de</strong> doña Micaela brillaron socialmente Sinforoso y Facundo,<br />
el primero por haber sucedido a su tío en la dirección <strong>de</strong><br />
la sección <strong>de</strong> botánica <strong>de</strong> la Real Expedición y por los<br />
embrollos en los que se metió en el Colegio <strong>de</strong>l Rosario por<br />
haber ganado el tercer premio en el concurso literario sobre<br />
el tema “Si sea o no útil trabajar en la averiguación <strong>de</strong> una<br />
verdad, <strong>de</strong> cuyo conocimiento no resulta otra utilidad que el<br />
conocimiento propio”. Fue <strong>de</strong>sterrado a España por el oidor<br />
Juan Hernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Alba y confi nado en el Castillo <strong>de</strong> San<br />
Sebastián <strong>de</strong> Cádiz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 3 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1795. Una vez<br />
liberado regresó a Santa Fe y se ajuició al lado <strong>de</strong> su tío don<br />
José Celestino. Facundo fue el más notable comerciante <strong>de</strong><br />
inmuebles <strong>de</strong> Bucaramanga durante las dos primeras décadas<br />
<strong>de</strong>l siglo XIX y <strong>de</strong> él <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> la madre <strong>de</strong> Aída, doña Inés<br />
Carreño Harker, a quien le <strong>de</strong>dicó la obra ganadora <strong>de</strong>l premio<br />
nacional <strong>de</strong> historia 1995.<br />
9
El doctor Miguel Valenzuela Mantilla nació en Girón en<br />
1767. Fue colegial porcionista y <strong>de</strong>spués becario en el Colegio<br />
<strong>de</strong>l Rosario, graduándose en 1790 <strong>de</strong> bachiller, licenciado y<br />
doctor en <strong>de</strong>recho canónico. Recibido <strong>de</strong> abogado en la Real<br />
Audiencia, se <strong>de</strong>dicó a los pleitos en los estrados judiciales. El<br />
30 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1810, cuando se organizó la junta gubernativa<br />
<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Girón, se convirtió en su secretario. Al<br />
contraer matrimonio en 1801 con doña Micaela Mutis la<br />
convirtió en cuñada <strong>de</strong> quien fuera párroco <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
por casi 50 años, el doctor Juan Eloy Valenzuela.<br />
Este enlace Valenzuela-Mutis prometía a los dos cónyuges<br />
una futuro promisorio en la parroquia natal <strong>de</strong> la esposa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
1810 convertida en villa <strong>de</strong> San Laureano <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
por la voluntad autonómica <strong>de</strong> sus vecinos. Pero el proceso <strong>de</strong><br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fue la hojarasca que todo lo confundió. Tanto el<br />
cura Juan Eloy como el doctor Miguel fueron <strong>de</strong>sterrados por<br />
la guerra civil en algún momento <strong>de</strong> sus vidas, y el largo exilio<br />
<strong>de</strong>l doctor Miguel en Maracaibo facilitó el amancebamiento<br />
<strong>de</strong> Micaela con un pariente. Herido en su honor, a su regreso<br />
interpuso una <strong>de</strong>manda contra su esposa ante los tribunales<br />
republicanos, embargando sus bienes y mortifi cando su<br />
vida. Representante <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Pamplona en las<br />
sesiones legislativas <strong>de</strong> 1823 a 1826, el doctor Miguel tenía<br />
las <strong>de</strong> ganar en este pleito contra su mujer. Pero esta historia<br />
extraviada, que Aída pudo reconstruir gracias a sus búsquedas<br />
documentales en el Archivo General <strong>de</strong> la Nación, tendrá el<br />
lector que apropiársela por sí mismo.<br />
Antes <strong>de</strong> su sensible fallecimiento, quiso Aída que sus<br />
Extravíos fuesen reeditados por la <strong>Universidad</strong> <strong>Industrial</strong> <strong>de</strong><br />
Santan<strong>de</strong>r. No le alcanzó la vida para tener en sus manos esta<br />
segunda edición, que <strong>de</strong>dicamos a sus hijos y al doctor Julio<br />
Carrizosa Umaña, su compañero <strong>de</strong> madurez y un colombiano<br />
ejemplar. Para ella nuestro recuerdo perenne.<br />
10<br />
Armando Martínez Garnica
INTRODUCCIÓN<br />
En 1991, cuando preparaba un texto sobre aspectos <strong>de</strong> la<br />
vida <strong>de</strong> las mujeres colombianas en el siglo XIX, revisé los<br />
tomos referentes a asuntos criminales en el Fondo República<br />
<strong>de</strong>l Archivo General <strong>de</strong> la Nación; buscaba información<br />
sobre índices <strong>de</strong> criminalidad femenina y tal vez, mediante<br />
la lectura <strong>de</strong> expedientes, pretendía conocer aspectos <strong>de</strong> su<br />
problemática y vivencias; buscaba sobre todo a las mujeres<br />
<strong>de</strong> las clases populares —indígenas, esclavas, sirvientas,<br />
chicheras, aguadoras, reven<strong>de</strong>doras o hilan<strong>de</strong>ras— cuya voz<br />
está ausente <strong>de</strong> cualquier otra forma escrita. Buscaba oír a las<br />
iletradas, a las marginadas.<br />
No quiero ocultar mi incredulidad cuando tropecé con el<br />
nombre <strong>de</strong> Micaela Mutis Consuegra, sobrina <strong>de</strong>l botánico<br />
don José Celestino Mutis, ni mi sorpresa cuando constaté que<br />
se trataba <strong>de</strong> la esposa <strong>de</strong>l doctor Miguel Valenzuela Mantilla,<br />
abogado <strong>de</strong> la Real Audiencia y miembro <strong>de</strong>l primer Congreso<br />
Constituyente <strong>de</strong> la República. ¿Qué error inscribía su nombre<br />
en un <strong>de</strong>plorable listado <strong>de</strong> infanticidas, ebrias, buscapleitos o<br />
rateras?<br />
La búsqueda <strong>de</strong> una respuesta me llevó a a<strong>de</strong>ntrarme en los<br />
vericuetos <strong>de</strong> dos períodos complejos —el fi nal <strong>de</strong> la Colonia<br />
y los inicios <strong>de</strong> la República— e indagar sobre la historia <strong>de</strong><br />
dos familias, los Valenzuela y los Mutis; me comprometió a<br />
estudiar los sucesos políticos <strong>de</strong> las antiguas jurisdicciones <strong>de</strong><br />
Girón y Pamplona, y principalmente me hizo ver la disyuntiva<br />
11
<strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>bieron tomar un partido entre dos opciones<br />
irreconciliables: lealtad a España o adhesión a la causa <strong>de</strong> la<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />
Los sucesos <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Micaela Mutis son coyunturales y<br />
ayudan a enten<strong>de</strong>r, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica femenina, el confl icto que<br />
toca por lo menos a dos generaciones que van a <strong>de</strong>batirse entre<br />
rupturas y <strong>de</strong>cisiones que las marcarán irremediablemente.<br />
Nacida a fi nales <strong>de</strong>l siglo XVIII, recibe la infl uencia <strong>de</strong>l<br />
pensamiento ilustrado y su primera juventud trascurre <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> un ambiente <strong>de</strong> cambio: es durante este período cuando<br />
los pensadores cuestionan la tradicional exclusión <strong>de</strong> la mujer<br />
<strong>de</strong>l sistema educativo: “…Si la educación <strong>de</strong> los hombres y<br />
las mujeres fuera igual podría resolverse el vano problema <strong>de</strong><br />
si lo es también su entendimiento...” y, como consecuencia<br />
<strong>de</strong> los nuevos planteamientos, las niñas <strong>de</strong> las clases altas<br />
comienzan a acce<strong>de</strong>r a la educación. Por otra parte, quienes<br />
manejan la economía <strong>de</strong>l Estado comienzan a consi<strong>de</strong>rar la<br />
utilidad que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong>l trabajo femenino aplicado<br />
a las artes, “en todo lo que es compatible con el <strong>de</strong>coro <strong>de</strong><br />
su sexo…”, aunque reconocen <strong>de</strong> antemano la difi cultad <strong>de</strong><br />
variar costumbres ancestrales y el riesgo <strong>de</strong> que ellas pierdan<br />
su recato “vulgarizándose en las tareas laboriosas” como<br />
principales obstáculos <strong>de</strong>l cambio 1 .<br />
En la metrópoli, bajo la infl uencia borbónica, las<br />
costumbres se tornan laxas: el lujo, el ocio y la diversión se<br />
convierten en ornamento <strong>de</strong> una nueva mujer, como antes<br />
lo fueron el recato, la mo<strong>de</strong>stia y la oración. Dan prueba <strong>de</strong><br />
esas nuevas ten<strong>de</strong>ncias costumbres como el “cortejo”, que, en<br />
pretendida recuperación <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales caballerescos, permitirá<br />
a las casadas contar con los servicios y atenciones <strong>de</strong> un<br />
varón distinto <strong>de</strong> su marido 2 “petrimetras” y “petrimetres”,<br />
1 Discurso sobre la educación popular <strong>de</strong> los artesanos y su fomento, Madrid, Imprenta<br />
<strong>de</strong> Don Antonio <strong>de</strong> Sancha, Capítulo XVII. 1775, pág. 357. (Biblioteca Nacional, Fondo<br />
Mutis)<br />
2 Carmen Martín Gaite, Usos amorosos <strong>de</strong>l dieciocho en España, Madrid, Editorial<br />
Anagrama, 1987<br />
12
personajes creados por una sociedad permisiva que hablan,<br />
visten, actúan, piensan y hasta sienten <strong>de</strong> forma diferente,<br />
serán símbolos <strong>de</strong> los nuevos i<strong>de</strong>ales con que los jóvenes<br />
enfrentan el rigor y severidad <strong>de</strong> los antiguos 3<br />
¿Hasta qué punto fueron permeadas por el cambio<br />
las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Hispanoamérica y concretamente la<br />
neogranadina? No existe aún un estudio que permita<br />
cuantifi carlo, aunque son indicios la organización <strong>de</strong> los<br />
primeros centros <strong>de</strong> enseñanza para niñas y el estímulo<br />
a las mujeres para efectuar algunos ofi cios artesanales,<br />
principalmente los relacionados con el hilado, el tejido y la<br />
producción <strong>de</strong> vestuario y adornos; por otra parte, y también<br />
como posible señal <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> cambio, entre los dos siglos<br />
se hacen más frecuentes los juicios por adulterio que implican<br />
a las damas <strong>de</strong> las clases altas y abundan las críticas <strong>de</strong> los<br />
moralistas tanto como los comentarios <strong>de</strong> los observadores<br />
extranjeros sobre un relajamiento en las costumbres<br />
femeninas 4 .<br />
Como signos exteriores <strong>de</strong>l cambio sobreviven unas pocas<br />
imágenes <strong>de</strong> las neogranadinas con sus sugerentes trajes que<br />
fl uctúan entre la <strong>de</strong>scotada túnica <strong>de</strong>l estilo Imperio, hecha<br />
para atraer las miradas, y el “tapado” o manto oscuro que les<br />
permitirá confundirse con la plebe y ocultar su i<strong>de</strong>ntidad.<br />
A las motivaciones fi losófi cas <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, a sus<br />
inmediatas causas políticas y económicas, prestó indudable<br />
servicio el <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> las instituciones, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la monarquía<br />
hasta el matrimonio; la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> Carlos IV se hacía patente<br />
en las liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la reina María Luisa y el <strong>de</strong>sparpajado<br />
proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la Corte.<br />
3 Del francés petit maître: persona que cuida <strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> su compostura y <strong>de</strong> seguir<br />
las modas.<br />
4 Cfr. Beatriz A. Patiño Millán, “Las mujeres y el crimen en la época colonial”; Aída<br />
Martínez Carreño, “Mujeres y familia en el siglo XIX”, en Las mujeres en la historia <strong>de</strong><br />
Colombia. TII. Bogotá. Editorial Norma. 1995.<br />
13
Las habladurías sobre la vida conyugal <strong>de</strong> los monarcas,<br />
cruzaban el Atlántico 5 .<br />
Un soterrado ambiente <strong>de</strong> rebelión que, pese a la dureza<br />
<strong>de</strong> los castigos impuestos, subsiste <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la insurrección<br />
comunera <strong>de</strong> 1781 se expresará <strong>de</strong> modos distintos <strong>de</strong> la<br />
rebelión armada. Las mujeres no son ajenas a ello y así lo<br />
<strong>de</strong>muestran en la década inicial <strong>de</strong>l siglo XIX durante los<br />
primeros movimientos <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia cuando activas o<br />
pasivas, por <strong>de</strong>cisión propia o infl uidas por los hombres que<br />
las ro<strong>de</strong>aron, ninguna fue ajena al <strong>de</strong>venir político.<br />
Sin embargo, carentes <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos políticos, inhabilitadas<br />
para el manejo <strong>de</strong> sus bienes, minusválidas ante la ley, terminarán<br />
rebelándose a través <strong>de</strong> su único bien intransferible: el propio<br />
cuerpo. Unas veces lo harán como heroínas que llegan al<br />
martirio, otras violando preceptos religiosos y morales que<br />
les han impuesto la castidad como virtud propia <strong>de</strong> su sexo. A<br />
esta situación contribuyeron el abandono y la <strong>de</strong>sprotección<br />
que trajeron consigo las guerras <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />
Todo ello hace particularmente valiosa la oportunidad <strong>de</strong><br />
rastrear la existencia <strong>de</strong> una mujer que, como en este caso,<br />
pue<strong>de</strong> reconstruirse sobre la base <strong>de</strong> documentos históricos<br />
que son la guía y el marco <strong>de</strong> los sucesos narrados. Surge<br />
con la vida <strong>de</strong> Micaela Mutis (Bucaramanga 1783 - Bogotá<br />
1841), rastreada en los archivos judiciales y notariales, en<br />
los estudios genealógicos y en la bibliografía histórica <strong>de</strong><br />
Santan<strong>de</strong>r, un mundo particular señalado por las vivencias <strong>de</strong><br />
la región, <strong>de</strong> su clase y <strong>de</strong> su época. Para escribir estas páginas<br />
se ha pretendido recoger los rasgos más sobresalientes <strong>de</strong>l<br />
carácter <strong>de</strong> los protagonistas, atisbándolos pacientemente<br />
entre múltiples referencias dispersas en distintos fondos <strong>de</strong><br />
los archivos regionales y nacionales. Para matizar el rigor <strong>de</strong><br />
5 AGN, Colonia, Juicios Criminales, TI 26, f1 a 79. Causa contra el ofi cial español Pedro<br />
Biturro por tratar a Carlos IV <strong>de</strong> cabrón y a la reina María Luisa <strong>de</strong> estar amancebada con<br />
Manuel Godoy.<br />
14
las fuentes se quiso colorear el relato con gran<strong>de</strong>s brochazos<br />
que contextualizan las acciones con los usos y costumbres<br />
<strong>de</strong> la vida doméstica. Se intentó, sobre todo, exprimir <strong>de</strong> la<br />
formalidad <strong>de</strong> la literatura judicial la esencia <strong>de</strong> piedad sobre<br />
la cual se construye el <strong>de</strong>recho, hasta comprobar la difi cultad<br />
<strong>de</strong> ejercer justicia en socieda<strong>de</strong>s como la neogranadina, en<br />
cuya urdimbre se cruzaron las estructuras <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r colonial,<br />
el peso <strong>de</strong> la religión y la existencia <strong>de</strong> castas para producir<br />
tensiones verda<strong>de</strong>ramente insoportables.<br />
Para no dar rienda suelta a una obvia sensibilidad que el<br />
género propicia, se dio prioridad al documento <strong>de</strong> manera<br />
que el impulso literario, que <strong>de</strong> todas maneras concurrió a la<br />
realización <strong>de</strong> este trabajo, jamás <strong>de</strong>svirtúe los hechos. Todo<br />
cuanto queda recogido ocurrió aun cuando aparezca como<br />
parte <strong>de</strong> las divagaciones, las refl exiones y los pensamientos<br />
<strong>de</strong> algunos personajes, o sea parte <strong>de</strong> la recreación <strong>de</strong> los<br />
ambientes y los hechos.<br />
Preten<strong>de</strong> esta investigación abrir espacios diversos a la<br />
historia <strong>de</strong> la mujer en Colombia para que no se encasille<br />
en los prototipos convencionales <strong>de</strong> heroína, bruja, santa o<br />
pecadora; por el contrario, la mezcla <strong>de</strong> todos esos rasgos es la<br />
que da realidad y presencia al personaje que por aquí transita<br />
con la forma <strong>de</strong> su medianía. Si es sugerente el rastro que <strong>de</strong>jó<br />
la vida <strong>de</strong> Micaela Mutis en los archivos <strong>de</strong> la República, es<br />
aún más sugerente y digno <strong>de</strong> análisis que estos hechos —<strong>de</strong><br />
tanta importancia en su momento— hayan sido olvidados,<br />
borrados hasta <strong>de</strong>sterrarlos <strong>de</strong> la memoria colectiva, para la<br />
cual se rescatan ahora, casi doscientos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su<br />
ocurrencia, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un aséptico campo <strong>de</strong> investigación<br />
histórica.<br />
Agra<strong>de</strong>zco al profesor Malcolm Deas su interés y el<br />
préstamo <strong>de</strong> valiosas obras que me ayudaron a enten<strong>de</strong>r los<br />
aspectos legales <strong>de</strong>l caso.<br />
15
Fueron <strong>de</strong>cisivas para la estructura fi nal las discusiones<br />
sostenidas con los participantes <strong>de</strong>l Seminario <strong>de</strong> Investigación<br />
<strong>de</strong> la Maestría en Historia <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> Nacional, cuyas<br />
puertas me fueron franqueadas generosamente por el profesor<br />
Hermes Tovar Pinzón. A su interés y a sus aportes <strong>de</strong>bo buena<br />
parte <strong>de</strong>l impulso para realizarlo.<br />
Gran<strong>de</strong>s temores me acompañan al poner un punto fi nal<br />
a este texto: la posibilidad <strong>de</strong> haber pasado por alto datos<br />
relevantes, el permanente cuestionamiento <strong>de</strong>l tono elegido,<br />
la forma como pueda ser percibido cuando haya salido <strong>de</strong>l<br />
dominio <strong>de</strong> la autora. Todos ellos se han doblegado ante la<br />
convicción <strong>de</strong> que, a mi manera, cumplí el compromiso con<br />
un personaje que surgió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las nebulosas <strong>de</strong> la historia para<br />
comprometerme en innumerables jornadas <strong>de</strong> trabajo y horas<br />
<strong>de</strong> insomnio.<br />
16
Capítulo 1<br />
EL ESCENARIO Y LOS<br />
ACTORES
El<br />
7 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1822, cuatro hombres<br />
comisionados por el alcal<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong><br />
la Villa atravesaron la plaza <strong>de</strong> Girón y se<br />
<strong>de</strong>tuvieron frente al portón cerrado <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l abogado<br />
doctor Miguel Valenzuela Mantilla. Uno <strong>de</strong> ellos, más <strong>de</strong>cidido,<br />
se a<strong>de</strong>lantó para golpear con fuerza el aldabón.<br />
Las calles circundantes, bien trazadas a cor<strong>de</strong>l, parecían<br />
vacías cuando por tercer día consecutivo, a la hora <strong>de</strong> la<br />
siesta, se repetía el <strong>de</strong>slucido cortejo. Ni un alma alre<strong>de</strong>dor<br />
<strong>de</strong>l cuadrilátero <strong>de</strong> tierra seca y amarilla en don<strong>de</strong>, raquítico<br />
y <strong>de</strong>sgonzado, un arbolito joven, la ceiba pomposamente<br />
bautizada <strong>de</strong> la Libertad, trataba <strong>de</strong> sobrevivir, ignorada<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la ceremonia y los discursos <strong>de</strong>l día en que la<br />
sembraron tres años antes.<br />
Detrás <strong>de</strong> los balcones silenciosos y como pegado a las<br />
rendijas <strong>de</strong> las ventanas resecas, un cuchicheo creciente igual<br />
al <strong>de</strong> las chicharras en marzo —que no se sabe <strong>de</strong> dón<strong>de</strong><br />
viene pero ahí está— invadió el aire cuando los funcionarios<br />
<strong>de</strong> la República, quizá más animados por unos vasitos <strong>de</strong> anís<br />
que por el compromiso con la patria y con la moral pública,<br />
hicieron saber a gritos que no se <strong>de</strong>volverían solos.<br />
Una pareja <strong>de</strong> bueyes que algún interesado facilitó<br />
oportunamente esperaba con paciencia el momento <strong>de</strong> echar<br />
abajo el formidable portón <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra claveteada, mientras<br />
miraba con apetito las hojas <strong>de</strong>l símbolo <strong>de</strong> la República; no<br />
tuvieron que hacerlo las bestias porque la puerta pequeña incisa<br />
19
en el gran portalón se abrió y, quienes la conocían, adivinaron<br />
más que vieron la cabeza <strong>de</strong> la negra Lucía, esfumada por el<br />
humo <strong>de</strong>l perenne chicote.<br />
—¿Ora, ora, y se pue<strong>de</strong> saber a qué se <strong>de</strong>be el estropicio?<br />
Antes <strong>de</strong> que los representantes <strong>de</strong> la autoridad hubieran<br />
unifi cado su respuesta, una mujer la puso a un lado con<br />
visibles muestras <strong>de</strong> ira. Micaela Mutis Consuegra, hija y<br />
nieta <strong>de</strong> españoles, hermana <strong>de</strong> los próceres José, Sinforoso y<br />
Facundo, <strong>de</strong> sor Bonifacia <strong>de</strong>l Sacramento, monja clarisa, <strong>de</strong><br />
la hermana Justa <strong>de</strong> Santa Teresa, religiosa <strong>de</strong> la Enseñanza,<br />
y <strong>de</strong> Dominga, esposa <strong>de</strong>l factor <strong>de</strong> tabacos <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta,<br />
encaraba a los representantes <strong>de</strong> la justicia.<br />
Sin permitir que la improvisada comitiva magnifi cada<br />
por la presencia <strong>de</strong> la yunta se a<strong>de</strong>ntrara en el zaguán <strong>de</strong> su<br />
casa, oyó la lectura <strong>de</strong>l ofi cio mediante el cual, por solicitud<br />
<strong>de</strong>l procurador José Ignacio Ordóñez Rubira, en nombre <strong>de</strong><br />
la ley se procedía a sacarla <strong>de</strong> su casa, <strong>de</strong>positarla en la <strong>de</strong><br />
Nepomucena Salas y embargar sus bienes.<br />
“¡Cobar<strong>de</strong>s…!”, le oyeron <strong>de</strong>cir, cuando levantó orgullosa<br />
la cabeza y se colocó con esmero la peineta <strong>de</strong> carey en el<br />
moño <strong>de</strong> cabellos rubios. ¡Traidores!”, gritó mientras se<br />
envolvía apretadamente con la mantellina <strong>de</strong> seda azul.<br />
Entonces añadió con voz fi rme: “Cuando todo esté listo, iré<br />
por mi propio pie”.<br />
Al sentir que todo era ya una realidad mejor que el suplicio<br />
<strong>de</strong> la espera, un insensato alivio la mantuvo erguida antes<br />
<strong>de</strong> cerrar nuevamente la portezuela. Afuera los sudorosos<br />
comisionados, sin saber si habían ganado la partida, se<br />
pusieron los sombreros que tampoco sabían por qué llevaban<br />
en la mano y se <strong>de</strong>volvieron hasta el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong><br />
Andrés Serrano.<br />
20
Nadie se acordó <strong>de</strong> mover los bueyes que vieron, sin<br />
asombro y sin rencor, cómo regresaba la vida a las calles<br />
<strong>de</strong>siertas en don<strong>de</strong> todos creían saber lo sucedido. Pero,<br />
¿quién conocía el principio <strong>de</strong> la historia? La que venía <strong>de</strong><br />
Andalucía, la que había comenzado en las Canarias, la que una<br />
tar<strong>de</strong> se truncó en Mompox… ¿O la otra, que comenzaba<br />
en los últimos años <strong>de</strong>l gobierno español, en las turbamultas<br />
comuneras, en las húmedas congojas <strong>de</strong> los días <strong>de</strong> Santafé<br />
y, tras acallarse en los amodorrados años <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta y<br />
Bucaramanga, estallaba ahora?<br />
Esa historia, construida silenciosamente a lo largo<br />
<strong>de</strong> muchos años, nadie podía conocerla, porque apenas<br />
comenzaba a tomar forma en el escenario que le prestaba la<br />
Villa <strong>de</strong> los Caballeros <strong>de</strong> San Juan Girón, fundada en 1631 por<br />
Francisco Mantilla <strong>de</strong> los Ríos en un distrito minero a orillas<br />
<strong>de</strong>l río <strong>de</strong> Oro, entre las jurisdicciones <strong>de</strong> Vélez y Pamplona;<br />
se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la gobernación <strong>de</strong> su nombre, Girón distaba doce<br />
jornadas <strong>de</strong> Santafé y cuatro <strong>de</strong> Pamplona.<br />
A fi nales <strong>de</strong>l siglo XVIII daban muestra <strong>de</strong> su prosperidad<br />
las amplias casas <strong>de</strong> teja, la iglesia enlucida y ornamentada,<br />
las capillas <strong>de</strong> las Nieves y <strong>de</strong>l Cementerio. El Cabildo,<br />
que funcionaba en pleno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong> la Villa,<br />
elegía anualmente a los alcal<strong>de</strong>s ordinarios <strong>de</strong> primer y <strong>de</strong><br />
segundo voto en quienes se <strong>de</strong>positaba la vara <strong>de</strong> la justicia,<br />
al procurador general, al mayordomo, a los dos alcal<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la Santa Hermandad y al padre <strong>de</strong> menores, quienes<br />
iniciaban funciones el primero <strong>de</strong> enero. Tanto los cargos<br />
rematados a perpetuidad como los <strong>de</strong> elección anual recaían<br />
invariablemente en los miembros <strong>de</strong> un cerrado círculo <strong>de</strong><br />
familias que ostentaba el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cuando la ciudad fue<br />
fundada; algo similar ocurría con la parroquia en don<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
mediados <strong>de</strong>l siglo se habían sucedido Antonio, Felipe y<br />
Pedro Salgar, sacerdotes miembros <strong>de</strong> una infl uyente familia<br />
<strong>de</strong>l lugar.<br />
21
La economía <strong>de</strong> la región estaba basada en la producción<br />
agrícola, principalmente <strong>de</strong> cacao, tabaco, caña y algodones, a<br />
lo cual se adicionaban el hilado y tejido <strong>de</strong> lienzos y. aunque ya<br />
muy disminuida, la tradicional minería <strong>de</strong> aluvión continuaba<br />
<strong>de</strong>jando algún oro <strong>de</strong> muy buena ley.<br />
Su población, un poco más <strong>de</strong> cinco mil almas según el<br />
censo <strong>de</strong> 1783, estaba conformada mayoritariamente por Los<br />
<strong>de</strong>nominados “libres”, grupo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual sedaban todas<br />
las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mestizaje y mulataje; los criollos, blancos<br />
<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> españoles nacidos en América, con todo su<br />
orgullo, po<strong>de</strong>r económico y político eran un escaso 20% <strong>de</strong> los<br />
habitantes, que aun así administraba las rentas, la justicia y las<br />
almas en una sociedad fraccionada por diferencias <strong>de</strong> clase y <strong>de</strong><br />
casta. Pese a su reconocida beligerancia, mediante la rotación<br />
en las diferentes dignida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Cabildo los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong><br />
los fundadores y beneméritos se apoyaban en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong><br />
sus intereses favorecidos por la política metropolitana 6 .<br />
Consecuente con los privilegios recibidos, entre los cuales<br />
se contaba la libertad para cultivar tabaco, Girón fue una ciudad<br />
realista y su posición política quedó consagrada durante la<br />
revuelta comunera <strong>de</strong> 1781 cuando las poblaciones vecinas se<br />
alzaron contra el mal gobierno mientras el Cabildo <strong>de</strong> Girón<br />
organizó una fuerza <strong>de</strong> trescientos milicianos agrupados en<br />
tres compañías —blancos, mestizos y negros libres— para<br />
resistir a los insurrectos <strong>de</strong> Socorro, Bucaramanga y Zapatoca.<br />
Tras conseguir una victoria pasajera en la parroquia <strong>de</strong> Pie <strong>de</strong><br />
la Cuesta, unos días más tar<strong>de</strong> vino una <strong>de</strong>sbandada general<br />
al divisar el tamaño abrumador <strong>de</strong> las tropas comuneras que<br />
estaban reuniéndose en un valle cercano; el 29 <strong>de</strong> mayo,<br />
cuando un ejército <strong>de</strong> aproximadamente cuatro mil hombres<br />
6 Sobre la sociedad <strong>de</strong> Girón en el siglo XVIII, Veanse Basilio Vicente <strong>de</strong> Oviedo,<br />
Cualida<strong>de</strong>s y Riquezas <strong>de</strong>l Nuevo Reino <strong>de</strong> Granada, Bucaramanga, Colección Memoria<br />
Regional, Gobernación <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r, 1990, pág. 243; Amado A. Guerrero Rincón,<br />
“Cultura política, movimientos sociales y violencia en la historia <strong>de</strong> Colombia”, en<br />
Confl icto y po<strong>de</strong>r político en la sociedad colonial. Girón Siglo XVIII, Bucaramanga,<br />
Publicaciones <strong>UIS</strong>, 1993.<br />
22
sitió la Villa, la encontró casi vacía. Los sacerdotes revestidos<br />
salieron a pedir el perdón para la ciudad, que fue ocupada por<br />
las tropas comuneras 7 .<br />
Entre los notables que habían dirigido la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Girón<br />
y que redactaron un instructivo para las tropas fi rmado el 2<br />
<strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1781 fi gura Pablo Antonio Valenzuela Martín<br />
Nieto, y entre los sacerdotes que pidieron clemencia, su hijo<br />
Juan Eloy. Pese a su clara fi liación realista, forzado por el<br />
comandante socorrano, abogado Ramón Ramírez, don Pablo<br />
Antonio Valenzuela tuvo que aceptar el título <strong>de</strong> capitán <strong>de</strong><br />
los sublevados 8 .<br />
La familia Valenzuela, <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> andaluces y<br />
aragoneses avecindados en la Villa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un siglo antes,<br />
ocupará un amplio espacio en los sucesos notables que vivió<br />
la ciudad en los años <strong>de</strong> la transición. El apellido se prolonga<br />
en la Nueva Granada en los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Nicolás, casado<br />
con María Josefa Con<strong>de</strong> y radicado en Gámbita, <strong>de</strong> quienes<br />
proviene la rama <strong>de</strong> la familia que en el siglo pasado se trasladó<br />
a Bogotá y a Buga, mientras la vertiente santan<strong>de</strong>reana se<br />
origina en Pablo Antonio, quien ocupó en Girón todos<br />
los puestos <strong>de</strong> importancia que el gobierno colonial podía<br />
ofrecer: fue alguacil mayor, alcal<strong>de</strong> ordinario, procurador<br />
general, padre <strong>de</strong> menores y familiar <strong>de</strong>l Santo Ofi cio <strong>de</strong> la<br />
Inquisición (“Jamás se le murmuró <strong>de</strong> mujeres y nunca altercó<br />
con la propia”, dice su partida <strong>de</strong> <strong>de</strong>función).<br />
De los trece hijos <strong>de</strong> su matrimonio con Nicolasa Mantilla<br />
y Arenas, <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l fundador y primer gobernador <strong>de</strong><br />
Girón, once llegaron a edad adulta y tres <strong>de</strong> ellos, Juan Eloy,<br />
Camilo y José María, fueron sacerdotes. Los otros varones,<br />
Francisco María, Germán y Miguel, continuaron la tradición<br />
familiar en el usufructo <strong>de</strong> los cargos públicos, distinguiéndose<br />
7 John Leddy Phelan, El pueblo y el rey. La revolución Comunera en Colombia 1781.<br />
Bogotá. Carlos valencia Editores, 1980.<br />
8 Véanse Anexos 1 y 2.<br />
23
el último por haber siclo colegial <strong>de</strong>l Rosario y ahogado<br />
<strong>de</strong> la Real Audiencia 9 . Entre las mujeres se <strong>de</strong>staca lgnacia,<br />
casada con José Ignacio Ordóñez Rubira, también colegial <strong>de</strong>l<br />
Rosario, mientras que <strong>de</strong> las solteras, Josefa, Paula e Isabel, así<br />
como <strong>de</strong> Cosme, no quedan mayores huellas en la historia.<br />
A estas gentes educadas con privilegios <strong>de</strong> casta y <strong>de</strong><br />
clase en aires <strong>de</strong> nobleza e hidalguía les correspondió ver la<br />
extinción <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r español. No pudieron sustraerse, muy a<br />
su pesar, al confl icto <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> la turbulenta<br />
formación <strong>de</strong> la República, una i<strong>de</strong>a que en los años fi nales<br />
<strong>de</strong>l siglo XVIII prosperaba clan<strong>de</strong>stinamente en las villas y<br />
ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Virreinato <strong>de</strong> la Nueva Granada y principalmente<br />
en su capital.<br />
Santafé, se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la corte virreinal, era una ciudad fría,<br />
<strong>de</strong>saseada e inhóspita que, según el censo <strong>de</strong> 1783, albergaba<br />
algo más <strong>de</strong> trece mil habitantes, en su mayoría indígenas.<br />
Su atraso material y carencia <strong>de</strong> servicios no estaban en<br />
concordancia con la importancia <strong>de</strong> las instituciones que<br />
allí funcionaban, y a su transformación se <strong>de</strong>dicaron serios<br />
esfuerzos en las dos últimas décadas <strong>de</strong>l siglo. Conjuntamente<br />
con la búsqueda <strong>de</strong> mejoras materiales, se pretendió abrir<br />
espacio al conocimiento científi co mediante la reforma a<br />
los programas <strong>de</strong> estudio en las universida<strong>de</strong>s. En esa tarea<br />
se vio comprometido don José Celestino Mutis, un médico<br />
naturalista nacido en Cádiz y venido a América en 1761 como<br />
miembro <strong>de</strong> la corte <strong>de</strong>l virrey don Pedro Messía <strong>de</strong> la Cerda.<br />
Aunque su verda<strong>de</strong>ra ambición era escribir una historia natural<br />
<strong>de</strong> la Nueva Granada, Mutis <strong>de</strong>bió aten<strong>de</strong>r los compromisos<br />
<strong>de</strong> organizar la cátedra <strong>de</strong> medicina, ejercer el protomedicato<br />
<strong>de</strong> Santafé e iniciar en el Colegio <strong>de</strong>l Rosario una cátedra <strong>de</strong><br />
matemáticas y <strong>de</strong> física que fuera el fundamento <strong>de</strong> toda carrera<br />
universitaria. Como perteneciente a la primera generación<br />
<strong>de</strong> médicos formados en España <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l pensamiento<br />
9 Simón S. Harker, ‘‘El Padre Eloy y los suyos’’, en revista Estudio, Año III, mayo a<br />
noviembre, Nos. 32 y 33, Bucaramanga, 1934.<br />
24
mo<strong>de</strong>rno, fue divulgador <strong>de</strong> los nuevos principios científi cos<br />
que condujeron a una manera diferente <strong>de</strong> concebir el mundo<br />
y las relaciones entre los seres 10 .<br />
Las mejores opciones educativas para los jóvenes<br />
neogranadinos las ofrecían en Santafé el Colegio Mayor<br />
<strong>de</strong> San Bartolomé y el Colegio Mayor <strong>de</strong> Nuestra Señora<br />
<strong>de</strong>l Rosario, claustros a los cuales podía ingresarse previa<br />
probanza <strong>de</strong> limpieza <strong>de</strong> sangre, nobleza e hidalguía; aquellas<br />
familias que querían y podían dar a sus hijos una educación<br />
<strong>de</strong> alto nivel se esforzaban por enviarlos a los colegios <strong>de</strong> la<br />
capital, en don<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1653 hasta 1820, los jóvenes oriundos<br />
<strong>de</strong> Vélez, Socorro, San Gil y Girón conformaron el mayor<br />
contingente <strong>de</strong> estudiantes provenientes <strong>de</strong> las provincias. En<br />
las dos últimas décadas <strong>de</strong>l siglo XVIII la capital comenzaba a<br />
mostrar los resultados <strong>de</strong> la tarea culturizadora <strong>de</strong> los virreyes<br />
ilustrados: la Real Expedición Botánica (que incluía, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> las plantas, los <strong>de</strong> la mineralogía y la zoología),<br />
iniciada en 1783 bajo la dirección <strong>de</strong> don José Celestino Mutis,<br />
funcionaba en la Calle Real en una casa amplia refaccionada<br />
por Domingo Esquiaqui, a espaldas <strong>de</strong> la cual se proyectaba<br />
instalar un jardín botánico y quizá, si el director Conseguía<br />
los recursos, construir un observatorio astronómico; el<br />
número <strong>de</strong> pintores <strong>de</strong> plantas adscritos al proyecto se había<br />
incrementado y tenía anexa una escuela <strong>de</strong> dibujo con casi<br />
treinta alumnos.<br />
Otro impulso importante que el virrey Ezpeleta dio a la<br />
vida cultural fue la organización <strong>de</strong> una Biblioteca Pública,<br />
proyecto que puso en manos <strong>de</strong>l cubano Manuel <strong>de</strong>l Socorro<br />
Rodríguez, como también la dirección <strong>de</strong> La Gazeta <strong>de</strong><br />
Santafé, una publicación periódica que alcanzó doscientas<br />
sesenta y cinco entregas a partir <strong>de</strong> 1791. Bajo la protección<br />
gubernamental y pese a la protesta <strong>de</strong> los prelados, en Santafé<br />
se construía un teatro como alternativa a las diversiones<br />
públicas por entonces reducidas a las mesas <strong>de</strong> truco, juegos<br />
10 José Antonio Amaya, Mutis, Madrid, Editorial Debate-Itaca. 1989.<br />
25
<strong>de</strong> loterías, bisbís y pasadiez, o a las corridas <strong>de</strong> toros que se<br />
efectuaban en fechas especiales.<br />
Hacia el fi nal <strong>de</strong>l siglo se hicieron frecuentes las tertulias,<br />
versión española <strong>de</strong> los salones ilustrados, en don<strong>de</strong> se<br />
reunían las gentes principales para intercambiar información,<br />
hacer gala <strong>de</strong> conocimientos, presumir <strong>de</strong> instruidos o tratar<br />
<strong>de</strong> pasar por sabios en un ejercicio que, <strong>de</strong> todas formas,<br />
activaba el pensamiento, planteaba nuevas i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong>stacaba<br />
la importancia <strong>de</strong> los temas científi cos en una sociedad que<br />
reproducía, aunque pobremente, las condiciones <strong>de</strong> vida<br />
europeas.<br />
Con las mejores oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estudio, Santafé ofrecía<br />
las <strong>de</strong> un buen <strong>de</strong>stino y en los años fi nales <strong>de</strong>l siglo XVIII<br />
los más distinguidos jóvenes <strong>de</strong> las provincias coincidían en<br />
la capital, ahora animada por conspiraciones y búsquedas que<br />
iban formando el ojo <strong>de</strong> una tormenta que arrasaría con todos.<br />
Don José Celestino Mutis, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cuatro años <strong>de</strong>dicados a<br />
restablecer una empresa minera en el Real <strong>de</strong> la Montuosa Baja<br />
en las Vetas <strong>de</strong> Pamplona, regresó a la capital en 1770. Vino en<br />
su compañía el joven gironés Juan Eloy Valenzuela Mantilla, <strong>de</strong><br />
cuyos estudios se había comprometido a servir <strong>de</strong> mentor; en<br />
octubre <strong>de</strong> ese año Valenzuela vistió la beca rosarista y en ese<br />
claustro recibió su grado en Cánones y Teología, fue profesor<br />
<strong>de</strong> fi losofía, matemáticas e historia natural y llegó a ocupar la<br />
Vicerrectoría en 1779. Or<strong>de</strong>nado sacerdote por el arzobispo<br />
virrey Caballero y Góngora, <strong>de</strong> quien fue familiar y secretario,<br />
a comienzos <strong>de</strong> los años ochenta Valenzuela fue nombrado<br />
segundo jefe <strong>de</strong> la Expedición Botánica, cargo que ejerció<br />
hasta su regreso como párroco <strong>de</strong> Bucaramanga en 1786.<br />
Los pasos <strong>de</strong> Eloy Valenzuela hacia el Colegio <strong>de</strong>l<br />
Rosario fueron seguidos por sus hermanos Camilo, Miguel<br />
y José María, los dos primeros matriculados en 1784 y el<br />
último en 1803. Entre ellos se distinguió Miguel, uno <strong>de</strong> los<br />
conciliarios más jóvenes que registra la historia <strong>de</strong>l plantel,<br />
26
en el cual permaneció por diez años <strong>de</strong>dicado al estudio <strong>de</strong><br />
la jurispru<strong>de</strong>ncia hasta especializarse en <strong>de</strong>recho canónico<br />
y ocupar una cátedra <strong>de</strong> fi losofía. En esos años fi nales <strong>de</strong>l<br />
siglo XVIII coincidieron en la capital los Valenzuela Mantilla<br />
<strong>de</strong> Girón con sus primos hermanos Crisanto y José Ignacio<br />
Valenzuela Con<strong>de</strong>, provenientes <strong>de</strong> Gámbita, rosaristas<br />
unos y bartolinos los otros. Al seguir la trayectoria <strong>de</strong> este<br />
pequeño grupo <strong>de</strong> primos hermanos, se hacen visibles las<br />
disyuntivas y enfrentamientos que marcan trágicamente a<br />
una generación que había sido preparada para perpetuarse<br />
en el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y el disfrute <strong>de</strong> unos privilegios que<br />
sentían como un <strong>de</strong>recho y suponían perpetuos, y que vieron<br />
esfumarse irremediablemente cuando inesperados virajes<br />
políticos hicieron evi<strong>de</strong>nte la crisis <strong>de</strong> la monarquía española;<br />
obligados, casi abruptamente, a escoger un partido sin matices<br />
entre la sumisión al antiguo régimen y la opción <strong>de</strong> un nuevo<br />
gobierno cuyos lineamientos aún no podían <strong>de</strong>fi nir, algunos,<br />
como Crisanto Valenzuela Con<strong>de</strong>, quien pasó <strong>de</strong> abogado<br />
<strong>de</strong> la Real Audiencia a fi rmante <strong>de</strong>l acta <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> Santafé, per<strong>de</strong>rán la vida. Otros muchos, como su primo<br />
Miguel Valenzuela Mantilla, sortearán el confl icto <strong>de</strong> las<br />
lealta<strong>de</strong>s y, mero<strong>de</strong>ando los asientos burocráticos <strong>de</strong>l viejo y<br />
<strong>de</strong>l nuevo régimen, van a sobrevivir con escaso honor. No hay<br />
opción distinta, todos quedarán <strong>de</strong>strozados.<br />
Durante la época en que don José Celestino Mutis estuvo<br />
al frente <strong>de</strong> la empresa minera en Pamplona, había venido<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> España Manuel, su hermano menor <strong>de</strong> sólo quince<br />
años. Instalado en el pueblo <strong>de</strong> indios <strong>de</strong> Bucaramanga, fue<br />
proveedor <strong>de</strong> los distritos mineros y asentista <strong>de</strong> las rentas<br />
<strong>de</strong> aguardientes <strong>de</strong> Cácota <strong>de</strong> Suratá y <strong>de</strong> Cepitá. En 1769<br />
contrajo matrimonio con María Ignacia Consuegra González<br />
<strong>de</strong>l Busto, rica here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> familias <strong>de</strong> Ocaña y Girón, cuya<br />
importante dote alcanzó la suma <strong>de</strong> doce mil pesos, mientras<br />
que el novio “no hubo ni tuvo capital al momento <strong>de</strong> los<br />
esponsales 11 ”<br />
11 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Archivo Municipal <strong>de</strong> Girón. Judiciales, paquete 4B, Inventarios y<br />
avalúos <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la mortuoria <strong>de</strong> don Manuel Mutis, f916 a 1028.<br />
27
Un año más tar<strong>de</strong>, el virrey Messía <strong>de</strong> la Cerda le envió<br />
el nombramiento <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>l Real <strong>de</strong> Minas <strong>de</strong> las<br />
Vetas <strong>de</strong> Pamplona y alguacil <strong>de</strong> la parroquia <strong>de</strong> Cácota <strong>de</strong><br />
Suratá, que <strong>de</strong>sempeñó hasta 1778, cuando el fi scal Francisco<br />
Antonio Moreno y Escandón <strong>de</strong>claró extinguido el pueblo<br />
<strong>de</strong> indios <strong>de</strong> Bucaramanga para dar lugar a una parroquia <strong>de</strong><br />
blancos; Manuel Mutis fue encargado <strong>de</strong> trasladar hasta el<br />
poblado <strong>de</strong> Guane a los últimos indios que habían vivido bajo<br />
su autoridad.<br />
Como otros miembros <strong>de</strong> las élites regionales cuyos<br />
intereses económicos iban a verse lesionados, el <strong>de</strong>sacuerdo<br />
con las medidas fi scales llevé a Manuel a sublevarse en<br />
1781 durante la revuelta comunera, cuando a ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l<br />
comandante <strong>de</strong>l Socorro incitó el levantamiento <strong>de</strong> los<br />
pueblos vecinos y él mismo capitaneó a los insurrectos <strong>de</strong><br />
Bucaramanga que pelearon con las gentes <strong>de</strong> Girón 12 . Esa<br />
actuación fue motivo <strong>de</strong> amarguras para su hermano, tan<br />
cercano a la causa española, y pese a la amnistía general que<br />
posteriormente se <strong>de</strong>cretó y a sus esfuerzos por recuperar el<br />
favor <strong>de</strong> la corte 13 , lo distanció <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong>l rey; se <strong>de</strong>dicó<br />
entonces al comercio <strong>de</strong> tabaco hacia la costa y <strong>de</strong> géneros <strong>de</strong><br />
Castilla hacia el interior, y en <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su actividad murió<br />
en Mompox —se dijo que en un ataque <strong>de</strong> ira— el 24 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1786, <strong>de</strong>jando bienes que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontadas<br />
las <strong>de</strong>udas sumaron 23.224 pesos.<br />
Manuel Mutis había a<strong>de</strong>lantado el proyecto <strong>de</strong> enviar a sus<br />
hijos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su Bucaramanga natal al Colegio <strong>de</strong>l Rosario y<br />
a su muerte tenía ya listo, por intermedio <strong>de</strong> don Antonio<br />
Caxigas, su apo<strong>de</strong>rado en Santafé, un contrato <strong>de</strong> “cuido<br />
y asistencia” <strong>de</strong> los escolares con don Nicolás Cuervo,<br />
resi<strong>de</strong>nte en la capital 14 ; el prestigio <strong>de</strong>l tío y el sólido capital<br />
12 Véase Anexo 1.<br />
13 AGN, Colonia, Milicias y Marina, TIII, f938, Mutis Manuel, su carta <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Bucaramanga al Virrey remitiéndole unos castellanos <strong>de</strong> oro para un cáliz. Año <strong>de</strong> 1784.<br />
14 Inventarios y avalúos <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la mortuoria <strong>de</strong> Manuel Mutis, documento<br />
citado.<br />
28
familiar prometían asegurar a los jóvenes Mutis Consuegra<br />
una educación privilegiada y un futuro envidiable. José y<br />
Sinforoso aparecen matriculados en el claustro rosarista en<br />
el año <strong>de</strong> 1787 y tres años <strong>de</strong>spués los sigue Facundo; ese<br />
traslado, <strong>de</strong>cisivo en la vida <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos, fue más<br />
fuente <strong>de</strong> pesares que <strong>de</strong> alegrías para el sabio botánico pues<br />
coincidió la llegada <strong>de</strong> sus pupilos con la época en que <strong>de</strong>bió<br />
radicarse en Mariquita, totalmente copado por la organización<br />
<strong>de</strong>l instituto científi co que realizaría la Expedición Botánica<br />
bajo su responsabilidad, circunstancia que le impidió ejercer<br />
sobre ellos la cercana vigilancia que hubiera <strong>de</strong>seado.<br />
Al regresar a la capital en 1791, encontró que las<br />
expectativas estudiantiles <strong>de</strong> José y <strong>de</strong> Facundo, por entonces<br />
<strong>de</strong> 19 y 16 años respectivamente, estaban por concluir y que,<br />
con muy poco provecho, querían retomar a la provincia natal,<br />
mientras Sinforoso, quien contaba con 18 años, quedaba<br />
en la capital, oscilando entre los estudios <strong>de</strong> botánica y los<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho; opinaba el sacerdote Mutis que don Antonio<br />
Caxigas había sido extremadamente pródigo no sólo con los<br />
colegiales sino también con el acudiente Nicolás Cuervo, y<br />
que <strong>de</strong> continuar así, terminarían gastando la herencia <strong>de</strong> las<br />
niñas. Recomendaba a su cuñada enviar a los “<strong>de</strong>saplicados”<br />
a Cartagena para que se impusieran <strong>de</strong> los negocios que<br />
había tenido su padre, <strong>de</strong> los cuales aún quedaban cuentas<br />
pendientes en manos <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rados.<br />
Fue entonces cuando acordó apoyar a María Ignacia en<br />
la educación <strong>de</strong> Bonifacia, Justa, Micaela y Dominga, cuyas<br />
eda<strong>de</strong>s fl uctuaban entre los doce y los seis años, y para<br />
quienes muy seguramente <strong>de</strong>seaba la vida conventual; obraba<br />
el sacerdote en concordancia con su mentalidad <strong>de</strong> ilustrado<br />
reconociendo la importancia <strong>de</strong> la educación femenina, cuyas<br />
posibilida<strong>de</strong>s en la Nueva Granada habían comenzado a<br />
concretarse con la fundación <strong>de</strong>l convento <strong>de</strong> La Enseñanza,<br />
que en 1783 fue autorizado para admitir “pupilas colegialas”.<br />
29
Primero llegaron Bonifacia y Justa, quienes en 1791<br />
aparecen inscritas en las listas <strong>de</strong>l exclusivo claustro, y a<br />
fi nales <strong>de</strong>l siguiente año, acompañadas por su madre, vinieron<br />
Micaela y Dominga, las más pequeñas. El largo y complicado<br />
<strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Girón hasta Santafé era inusual para<br />
mujeres <strong>de</strong> alto rango y sólo el fuerte carácter y la conveniencia<br />
<strong>de</strong> su cometido pudieron llevar a la matrona gironesa a<br />
esa expedición que, contando con amista<strong>de</strong>s a lo largo <strong>de</strong>l<br />
camino, acompañantes respetables, un buen séquito <strong>de</strong> mulas,<br />
sirvientas y peones, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un fuerte respaldo económico,<br />
tomaba tres semanas y obligaba a pasos tan riesgosos como<br />
el <strong>de</strong>l río Chicamocha, tal vez usando alguna <strong>de</strong> las “cabuyas”<br />
tendidas por los indios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales o, más<br />
probablemente, va<strong>de</strong>ando su ancho cauce.<br />
Antes <strong>de</strong> iniciar su viaje <strong>de</strong>bió fi nalizar, por exigencia <strong>de</strong>l<br />
procurador <strong>de</strong> menores <strong>de</strong> Girón, los engorrosos trámites <strong>de</strong><br />
la sucesión <strong>de</strong> su marido, quien había muerto intestado. Ello<br />
removió todos sus recuerdos <strong>de</strong> tal manera que en la primera<br />
semana <strong>de</strong> su recorrido, instalada en su sillón chapeado <strong>de</strong><br />
plata, al lomo <strong>de</strong> una mula hermosa y fuerte, la viuda sintió<br />
muy cerca la sombra <strong>de</strong> su difunto esposo que caminó a su<br />
lado, se <strong>de</strong>tuvo para la oración, la acompañó en el refresco y<br />
veló su reposo, libre ya <strong>de</strong> toda culpa gracias a los novenarios<br />
y misas que por la suma <strong>de</strong> 222 pesos ella había mandado<br />
rezar y cantar no sólo en Bucaramanga sino también en<br />
los principales conventos <strong>de</strong> Santafé 15 . Durante la fatigante<br />
travesía <strong>de</strong> la Mesa <strong>de</strong> Jéridas, poblada <strong>de</strong> espantos e historias<br />
<strong>de</strong> crímenes, María Ignacia rumió sus recuerdos <strong>de</strong> hija única,<br />
niña rica y solitaria <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su temprana orfandad hasta el<br />
encuentro con su único amor, bajo la mirada celosa <strong>de</strong> su tío,<br />
don Adriano González <strong>de</strong>l Busto, sacerdote <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
administrador <strong>de</strong> su herencia.<br />
Junto a ella, mucho más cerca que en vida, Manuel<br />
<strong>de</strong>sanduvo los pasos <strong>de</strong> aquel camino recorrido quince años<br />
15 Íbid.<br />
30
atrás para conducir a un afl igido grupo <strong>de</strong> indios hasta el<br />
poblado <strong>de</strong> Guane. Repasaba ella los sucesos <strong>de</strong> ese entonces,<br />
cuando los ánimos se levantaron, insatisfechos todos con los<br />
nuevos impuestos exigidos para costear la guerra contra los<br />
ingleses, y el <strong>de</strong>scontento, disimulado en un comienzo, dio<br />
lugar a la cólera; el espectro <strong>de</strong> la inconformidad se le asentó<br />
en el alma a Manuel, se le pegó en la lengua, se le plantó en<br />
los ojos y vino con él al regreso <strong>de</strong> la provincia levantisca y<br />
tumultuosa.<br />
Una vez vencida y castigada la insensata insurgencia <strong>de</strong><br />
1781, el mundo volvió a ser como el cielo en don<strong>de</strong> ángeles,<br />
arcángeles, serafi nes y potesta<strong>de</strong>s tienen su sitio y don<strong>de</strong> el<br />
pecado <strong>de</strong> la rebeldía es maldito con el fuego eterno. Pero la<br />
rabia terminó partiendo en dos el corazón <strong>de</strong> su marido.<br />
La señora Consuegra, auxiliada y homenajeada por sus<br />
relacionados <strong>de</strong> Barichara, San Gil y Socorro, muchos <strong>de</strong> los<br />
cuales eran sus <strong>de</strong>udores por mercancías que les fi ó cuando<br />
tuvo que hacerse cargo <strong>de</strong> los negocios <strong>de</strong>l fi nado, subió con<br />
su fatigada comitiva a la Sabana <strong>de</strong> Bogotá en los últimos días<br />
<strong>de</strong> 1792; no se alojaron en la casa <strong>de</strong> la Expedición Botánica<br />
pues, aunque era una <strong>de</strong> las mejores <strong>de</strong> la capital, estaba toda<br />
dispuesta para ofi cinas e invadida por herbolarios y pintores<br />
que la convertían en lugar ina<strong>de</strong>cuado para señoras y niñas.<br />
Luego <strong>de</strong> dos meses en “la corte”, regresó a Girón <strong>de</strong>jando a<br />
sus cuatro hijas sometidas al estrictísimo régimen <strong>de</strong> colegialas<br />
en el convento <strong>de</strong> La Enseñanza, regido por doña Magdalena<br />
Caycedo y Flórez para niñas <strong>de</strong> “noble nacimiento”, a don<strong>de</strong><br />
sólo podían ingresar quienes no hubieran cumplido los doce<br />
años. Con sus uniformes negros, sin asuetos ni salida ni<br />
siquiera por enfermedad, las colegialas permanecían recluidas<br />
hasta su retiro <strong>de</strong>fi nitivo <strong>de</strong>l claustro. Las niñas Mutis fueron<br />
especialmente recomendadas a los cuidados <strong>de</strong> la hermana<br />
Lucía, una monja que velaría por ellas durante el tiempo <strong>de</strong><br />
sus estudios.<br />
31
Ya <strong>de</strong> regreso a su provincia a comienzos <strong>de</strong> 1793, cuando<br />
apenas se estaba imponiendo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l pleito<br />
casado entre el advenedizo alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Bucaramanga, Juan<br />
Buenaventura Ortiz, y el Cabildo <strong>de</strong> Girón, recibió noticias<br />
<strong>de</strong> puño y letra <strong>de</strong> su cuñado don José Celestino, fechadas en<br />
Santafé el día 12 <strong>de</strong> enero:<br />
Mi estimadísima Herma. Recibí la <strong>de</strong> Vmd por la que<br />
veo la continuación <strong>de</strong> su salud, gozando <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scanso<br />
<strong>de</strong> su Patria; y talvez olvidando ya los atractivos <strong>de</strong> esta<br />
Capital. Las niñas se mantienen todas buenas y contentas,<br />
aprendiendo cada una en su respectiva escuela. Sinforoso<br />
igualmente se conserva bueno y ajuiciado. Yo siempre<br />
sufriendo mis males y remando con mis tareas.<br />
Celebro que José y Facundo no le <strong>de</strong>n a Vmd. que<br />
sentir. No por eso <strong>de</strong>be Vmd cesar <strong>de</strong> estar a la mira<br />
<strong>de</strong> sus inclinaciones y operaciones, aconsejándoles y<br />
mandándoles con todo el imperio <strong>de</strong> madre. Yo haré un<br />
lugarcito en otra ocasión pa. escribirle a mi amado Dr.<br />
Valenzuela recomendando a José: bien que éste necesita<br />
hacer todos los esfuerzos para manifestar aplicación; por<br />
qe. <strong>de</strong> lo contrario lo abandonaría el Dr. Valenzuela pues<br />
ni el ni nadie tiene su tiempo para per<strong>de</strong>rlo inútilmte. con<br />
<strong>de</strong>saplicados.<br />
La Sra. Lucía me entregó a su tiempo esa respuesta,<br />
que ahora incluyo, aviendoseme pasado el día <strong>de</strong>l correo<br />
por mis acostumbrados afanes.<br />
En estos días me entregó Caxigas la cuenta <strong>de</strong> los<br />
colegiales.<br />
Le acabé <strong>de</strong> pagar los últimos pesos <strong>de</strong> los dos mil y<br />
cuarenta que importa que suministró <strong>de</strong> mi or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
primero <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 89 hasta fi n 91: <strong>de</strong> modo que con<br />
lo que yo he contribuído por separado, que me asusta<br />
el pensarlo, inferirá Vmd lo mucho que han gastado<br />
estos niños para apren<strong>de</strong>r picardías, que es lo único<br />
que han sacado <strong>de</strong>l Colegio. Tambien inferirá Vmd el<br />
32
fundamento <strong>de</strong> las habladurías <strong>de</strong> José que ha creído se le<br />
avía mantenido con escasez. Tenga Vmd. por cierto que<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong> los colegios, ningunos han gastado<br />
más, y talvez ningunos han aprovechado menos. Tengo<br />
esta espina tan atravesada en mi corazón, qe. solo podré<br />
olvidar las punzadas que me ocasiona, con la muerte.<br />
Reciba Vmd. mil expresiones <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> la Sra.<br />
Lucía, a quien <strong>de</strong>bemos mucho por los cuidados que se<br />
toma en la educación <strong>de</strong> las niñas. Ruego a Vmd. que<br />
cuando envíe algo con peones, me lo remita a mí sin que<br />
ellos tengan que pasar al convento: pues como groseros<br />
y malcriados no saben guardar la atención y buen modo<br />
con que se <strong>de</strong>be dar aviso a las Religiosas; y por otra<br />
parte las niñas no <strong>de</strong>ben bajar a la portería a tratar con<br />
esos zánganos. Dirijalos Vmd en <strong>de</strong>rechura a mi casa y<br />
por medio <strong>de</strong> Sinforoso se practicarán las diligencias <strong>de</strong><br />
entregar las encomiendas y <strong>de</strong> recoger las respuestas. Me<br />
alegraré que Vmd se conserve sin novedad en su salud.<br />
Encargo a Vmd que vaya arreglando todos sus asuntos <strong>de</strong><br />
testamentaria con referencia a las amistosas advertencias,<br />
que hize a Vmd. aquí. Acuér<strong>de</strong>se Vmd. <strong>de</strong> que en siendo<br />
gran<strong>de</strong>s querran saber como se ha distribuído lo que<br />
a cada cual tocaba; y que yo no <strong>de</strong>bo permitir que los<br />
varones disipen las legítimas <strong>de</strong> las niñas 16 .<br />
Man<strong>de</strong> Vmd., pues soi su affmo Hermo.<br />
33<br />
J.C. MUTIS 17<br />
16 La señora Consuegra manejaba un capital signifi cativo y ese año la encontramos<br />
aportando 25 pesos fuertes como donativo espontáneo para la guerra contra Francia<br />
<strong>de</strong>clarada en Madrid el 27 <strong>de</strong> marzo y en Santafé 21 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1793. Papel Periódico <strong>de</strong><br />
la ciudad <strong>de</strong> Santafé, No. 110, pág. 460.<br />
17 Para la correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> J. C. Mutis, véase Guillermo Hernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Alba. Archivo<br />
epistolar <strong>de</strong>l sabio naturalista don José Celestino Mutis. Bogotá. Instituto Colombiano<br />
<strong>de</strong> Cultura Hispánica, 1983.
El compromiso familiar <strong>de</strong>l atribulado tío sólo cesaría al<br />
ver a sus sobrinos “bien colocados” y, por tanto, su mayor<br />
aspiración era que tornaran estado a<strong>de</strong>cuadamente. En 1793<br />
Bonifacia ingresó como novicia al convento <strong>de</strong> las Clarisas y<br />
allí profesó el 15 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1794, previa entrega <strong>de</strong> una dote<br />
<strong>de</strong> 2.000 pesos y <strong>de</strong> renunciar, en favor <strong>de</strong> su madre, a todos<br />
sus otros bienes 18 . José también tomó estado en esos años<br />
fi nales <strong>de</strong>l siglo cuando escogió como esposa a Nieves Navas<br />
Cal<strong>de</strong>rón, hija <strong>de</strong> los acaudalados gironeses Ignacio Navas<br />
Mantilla y Xaviera Cal<strong>de</strong>rón Estrada. Aunque aprobaron<br />
su elección, tanto el tío como la madre <strong>de</strong>l novio hubieran<br />
querido <strong>de</strong>morar la boda pues consi<strong>de</strong>raban que consentir<br />
en ella siendo el novio “...tan tierno y sin experiencias, sería<br />
exponer a la niña a una suerte trabajosa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l<br />
matrimonio… que sería mejor dilatarlo... hasta ver si José<br />
sabía manejarse por si...” No lograron su propósito y con<br />
este matrimonio se renovaron vínculos <strong>de</strong> parentesco que,<br />
reforzados por nuevos enlaces, tendrían consecuencias en la<br />
historia por venir.<br />
Mientras las niñas a<strong>de</strong>lantaban “en cristiandad y<br />
habilida<strong>de</strong>s”, Sinforoso, quien previa autorización <strong>de</strong>l virrey<br />
se había vinculado a los trabajos botánicos, los abandonó y<br />
se <strong>de</strong>dicó a “dormir, comer y pasear... expuesto a gravísimos<br />
peligros… en un país don<strong>de</strong> domina la corrupción <strong>de</strong><br />
la juventud, don<strong>de</strong> los peligros se cruzan y los vicios se<br />
convidan...”, como lo expresaba con preocupación el tío.<br />
Los temores que manifestaba diciendo “...el tiempo está muy<br />
crítico y yo <strong>de</strong>bo precaver los <strong>de</strong>sbarros <strong>de</strong> ese niño…”, no<br />
eran <strong>de</strong> ninguna manera infundados. En el mes <strong>de</strong> agosto<br />
<strong>de</strong>l confl ictivo año <strong>de</strong> 1794, cuando el virrey Mendinueta<br />
acentuaba la severidad contra las personas comprometidas en<br />
“…los indicios <strong>de</strong> sublevación, las máximas <strong>de</strong> libertad, los<br />
escritos sediciosos, las juntas clan<strong>de</strong>stinas, los actos repetidos<br />
<strong>de</strong> inobediencia, los levantamientos efectivos, los proyectos<br />
<strong>de</strong> Constituciones republicanas, los planes y conciertos...”,<br />
18 AGN, Colonia. Notaría 1a. Santafé, f 219r-221v.<br />
34
terminaron en prisión algunos estudiantes implicados en la<br />
<strong>de</strong>nominada “Rebelión <strong>de</strong> los Pasquines”; entre ellos, Miguel<br />
Valenzuela y Sinforoso Mutis. Algunos, como Valenzuela,<br />
obtuvieron prontamente su libertad, mientras que otros como<br />
Sinforoso, mucho más comprometidos, fueron <strong>de</strong>portados a<br />
un presidio en Cádiz. De una carta <strong>de</strong> don José Celestino se<br />
extrae su amarga refl exión sobre el asunto:<br />
...De Sinforoso no he querido escribir asta ver en que<br />
paran estas calamida<strong>de</strong>s. Déxome aora <strong>de</strong> hacer refl ex.<br />
sobre esta <strong>de</strong>sgraciada suerte <strong>de</strong> ese ingrato a quien Dios<br />
está castigando las <strong>de</strong>sobediencias a su tío...<br />
Al Sr. Dr. Valenzuela mis expres. y que tanto he<br />
sentido la prisión <strong>de</strong> su Hermo. como la <strong>de</strong> mi sobrino; y<br />
aun pudiera <strong>de</strong>cir qe. mas conociendo las prendas <strong>de</strong> este<br />
joven, <strong>de</strong> qn. he asegurado a mis amigos qe. no ha dado<br />
motivo a esta tropelía...<br />
A los 22 años Sinforoso Mutis partía rumbo al presidio<br />
español, mientras Facundo, dos años menor, ya vinculado a<br />
los tejemanejes <strong>de</strong>l gobierno provincial y en posesión <strong>de</strong> su<br />
herencia paterna, a<strong>de</strong>lantaba planes matrimoniales, sobre los<br />
cuales opinaba don José Celestino en carta <strong>de</strong> 1795:<br />
…Yo solo repruebo estas precipitaciones; porque<br />
no <strong>de</strong>bo oponerme a que se casen cuando ya pue<strong>de</strong>n<br />
hacerlo cristiana y honradamente... Yo ignoro todas las<br />
circunstancias <strong>de</strong> la novia y familia, que Vmd. <strong>de</strong>be tener<br />
presentes; y si fueren tales como Vmd. <strong>de</strong>be apetecerlas,<br />
sin respeto a algunas <strong>de</strong>sazones <strong>de</strong> poca monta, parece<br />
mejor con<strong>de</strong>cen<strong>de</strong>r que negar absolutamente la licencia...<br />
Pese a sus consejos, doña María Ignacia negó su autorización<br />
por estimar que la elegida, Antonia Amaya Castillo, no reunía<br />
las a<strong>de</strong>cuadas condiciones <strong>de</strong> nobleza; la insistencia <strong>de</strong> su hijo<br />
—¿amor o terquedad?— promovió un juicio que se extendió<br />
durante siete años y en el cual intervinieron más <strong>de</strong> veinte<br />
35
testigos para <strong>de</strong>mostrar “la distinción y nobleza” <strong>de</strong> don<br />
Jerónimo Amaya y doña Carmen Castillo Rueda, los padres<br />
<strong>de</strong> su amada, oriundos <strong>de</strong> San Gil y Barichara 19 ; en opinión <strong>de</strong>l<br />
novio, su madre actuaba instigada por don Manuel García, sus<br />
hijos los García Salgar y su yerno Jacinto Rubira, <strong>de</strong> quienes<br />
se afi rmó en el juicio: “...sólo ellos se reputan por nobles en<br />
ésta provincia…” 20 . Finalmente, sin el consentimiento <strong>de</strong> la<br />
madre y tras dispensarles las amonestaciones, siendo Facundo<br />
mayor <strong>de</strong> 25 años, el matrimonio se efectuó el 7 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />
1802 en la parroquia <strong>de</strong> San Laureano en Bucaramanga; la<br />
pareja se instaló en la hermosa casa levantada por don Manuel<br />
Mutis en una esquina <strong>de</strong> la plaza, que Facundo, por entonces<br />
administrador interino <strong>de</strong> la Renta <strong>de</strong> Correos, compró a su<br />
madre en la crecida suma <strong>de</strong> 1.000 pesos.<br />
Justa, a quien no interesó la propuesta <strong>de</strong> matrimonio <strong>de</strong><br />
don Sebastián Rubira Navas, hombre maduro perteneciente<br />
al orgulloso círculo <strong>de</strong>l Cabildo <strong>de</strong> Girón, había optado por<br />
ingresar al monasterio <strong>de</strong> La Enseñanza, para lo cual fue<br />
dotada por la fundación constituida por el arzobispo Baltasar<br />
Jaime Martínez Compañón. Encontrándose ya instaladas<br />
las dos hermanas mayores en sus respectivos conventos y<br />
convencido <strong>de</strong> que las dos pequeñas, a quienes califi caba <strong>de</strong> “...<br />
muy hábiles pero algo fl ojitas…”, no <strong>de</strong>mostraban vocación<br />
religiosa y ya habían “aprendido las habilida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> su<br />
sexo y calidad”, don José Celestino recomendó su regreso a la<br />
provincia <strong>de</strong> origen.<br />
Apresuraba esta <strong>de</strong>cisión el persistente interés <strong>de</strong> don<br />
Sebastián Rubira, quien ya había ostentado entre otras<br />
dignida<strong>de</strong>s la <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Bucaramanga, <strong>de</strong> casarse con<br />
19 AGN, Colonia, Genealogías, T5, f102 a 155.<br />
20 AGN, Colonia, Genealogías, T3, f863-901. Solicitud <strong>de</strong> Francisco García <strong>de</strong> ser<br />
comprendido como noble y usar pistolas <strong>de</strong> arzón. En 1782, como consecuencia <strong>de</strong> la<br />
insurrección comunera, se limitó a nobles y a militares el uso <strong>de</strong> armas; el virrey Ezpeleta<br />
<strong>de</strong>sestimó la solicitud presentada en 1796 a través <strong>de</strong>l apo<strong>de</strong>rado Miguel Valenzuela<br />
aclarando que “sólo se permiten pistolas a los ministros <strong>de</strong> justicia y empleados <strong>de</strong> Rentas<br />
Reales”.<br />
36
una <strong>de</strong> las ricas here<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> don Manuel Mutis. Este enlace<br />
contaba con la aprobación a priori <strong>de</strong> don Celestino, quien en<br />
carta <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1795 señaló como posible prometida a<br />
Micaela, pese a sus escasos doce anos:<br />
…aunque su edad no da lugar todas sus inclinaciones<br />
dan a enten<strong>de</strong>r que son dirigidas a ponerse en el estado<br />
<strong>de</strong> matrimonio según la repugnancia que siempre ha<br />
manifestado al claustro, al encierro y a todas las <strong>de</strong>más<br />
distribuciones religiosas <strong>de</strong> modo que aunque a los<br />
principios dió algunas muestras <strong>de</strong> no disgustarle esta<br />
vida, luego que cumplió el año y en todos estos dos<br />
últimos ha <strong>de</strong>scubierto una total aversión al encierro...<br />
soi <strong>de</strong>l parecer que con la mayor brevedad enbie Vmd.<br />
por ella... pues conviene que preceda algún tiempo<br />
teniéndola Vmd. a su lado sin que permita que se roze<br />
con algunas personas que puedan seducirla para otros<br />
amores; lo cierto es que yo tuve siempre para mí que<br />
Micaela sería <strong>de</strong>stinada por el Cielo para llenar los<br />
<strong>de</strong>seos <strong>de</strong> ese sujeto <strong>de</strong> quien Vmd. se halla también tan<br />
apasionada para preferirlo para su yerno... importa no<br />
per<strong>de</strong>r el tiempo; y para que también vea Rubira que se le<br />
ha sabido guardar consecuencia, tan <strong>de</strong>bida a su fi neza y<br />
constancia <strong>de</strong> preferir a nuestra familia, esperando todo<br />
este tiempo cual <strong>de</strong> las niñas le tocaría en suerte...<br />
Así terminaba la niñez y, tal vez, nacía la rebeldía <strong>de</strong> Micaela,<br />
quien <strong>de</strong> todas formas <strong>de</strong>soyó las opiniones <strong>de</strong>l tío tanto<br />
como los consejos maternos respecto al añejo pretendiente;<br />
sin embargo, fue muy corta su soltería ya que antes <strong>de</strong><br />
cumplir 18 años aceptó la propuesta matrimonial <strong>de</strong> Miguel<br />
Valenzuela Mantilla, abogado <strong>de</strong> 33 años que unía al prestigio<br />
<strong>de</strong> sus estudios <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia el <strong>de</strong> una carrera burocrática<br />
promisoria, auspiciada por el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su familia y <strong>de</strong> sus<br />
relacionados, quienes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía dos décadas dominaban el<br />
Cabildo <strong>de</strong> Girón.<br />
La importancia social <strong>de</strong>l enlace se trasluce en la partida <strong>de</strong><br />
su matrimonio, fi rmada por el cura Eloy:<br />
37
Bucarama y febrero 15 domingo <strong>de</strong> quinquagésima<br />
<strong>de</strong>l primer año <strong>de</strong>l siglo XIX; el Dr. Dn Felipe Salgar por<br />
recomendación <strong>de</strong> miel propio párroco atento a que<strong>de</strong><br />
la información ordinaria y tres proclamas no resulta<br />
impedimento ni público ni secreto casó y veló según<br />
ritual al Dr. Dn Miguel Valenzuela abogado vecino <strong>de</strong><br />
Girón con la Doña Micaela Mutis que lo ha sido <strong>de</strong> aquí<br />
atestiguando la mayor parte <strong>de</strong>l Cabildo, el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
Pie<strong>de</strong>cuesta Dn. Ignacio Mantilla y el factor <strong>de</strong> tabacos<br />
Dn. Pedro Pare<strong>de</strong>s 21 .<br />
El documento <strong>de</strong> entrega <strong>de</strong> dote fi rmado en la misma<br />
ciudad, en el mismo mes y año, no fi ja la cuantía <strong>de</strong> ésta; los<br />
futuros esposos pactan y capitulan que cada uno <strong>de</strong> ellos<br />
llevará un capital que será reconocido por la otra parte y, más<br />
que en los aspectos <strong>de</strong> dinero, el documento se extien<strong>de</strong> para<br />
puntualizar obediencia y sometimiento:<br />
...que la expresada Micaela le será al enunciado su<br />
esposo compañera fi el en su prosperidad y adversa<br />
fortuna y le seguirá por buenos y malos temperamentos,<br />
por los lugares <strong>de</strong> ésta y <strong>de</strong> cualesquier Provincia y<br />
aún por los riesgos y peligros <strong>de</strong>l mar, siempre que así<br />
sea conveniente para su subsistencia o su acomodo,<br />
su honor o su <strong>de</strong>sgracia. Que asimismo permitirá sin<br />
extrañar ni resentirse que el dicho don Miguel limite<br />
acorte o enteramente prohíba, la entrada en su casa a<br />
aquellas personas cualesquiera que sean, <strong>de</strong> cualesquiera<br />
clase distinción y grado que no le acomo<strong>de</strong>n o cuya<br />
frecuencia y libertad le sean <strong>de</strong>sagradables sin que sea<br />
necesaria más razón que el quererlo así y parecerle<br />
conveniente, reservando en el secreto <strong>de</strong> la confi anza y la<br />
franqueza que el <strong>de</strong>be a la esposa esperar que en efecto le<br />
prometa la libre y espontánea comunicación sin recelos<br />
ni motivos... 22<br />
21 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Parroquia <strong>de</strong> San Laureano, Matrimonios. Vol. I, 1773-1822.<br />
22 Notaría Única <strong>de</strong> Girón, 1800-1801, f253.<br />
38
Esta cláusula, que no era común, permite suponer que el<br />
abogado, asesorado por dos testigos <strong>de</strong> importancia, Felipe<br />
Salgar, cura vicario <strong>de</strong> Girón, y Eloy Valenzuela, cura <strong>de</strong><br />
Bucaramanga, se proveía <strong>de</strong> un documento para ratifi car su<br />
autoridad. ¿Por qué? ¿Incidían acaso las fricciones y <strong>de</strong>sacuerdos<br />
que entre las dos familias habían surgido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1798 a raíz <strong>de</strong><br />
un confl icto <strong>de</strong> autoridad entre Facundo Mutis, alcal<strong>de</strong> pedáneo<br />
<strong>de</strong> Bucaramanga, y el párroco don Eloy Valenzuela? 23<br />
Si era necesario suavizar algunos aspectos <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong><br />
la novia, la suegra parecía más dócil y el 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1801<br />
otorgó po<strong>de</strong>r general a su yerno para representarla en todos<br />
sus asuntos, incluido, naturalmente, el disenso al matrimonio<br />
<strong>de</strong> Facundo presentado en abril <strong>de</strong> 1802; todo hace pensar<br />
que la relación entre cuñados <strong>de</strong>bió ser imposible tras la<br />
intervención <strong>de</strong> Miguel en tan enojoso asunto, y aún más<br />
por la forma en que apoyó su <strong>de</strong>manda en la maledicencia<br />
lugareña, al afi rmar que la novia era “...hija <strong>de</strong> Doña Carmen<br />
Castillo y según opiniones, o <strong>de</strong> don Gerónimo Amaya su<br />
marido, o <strong>de</strong> don Fulano Pineda...”.<br />
Sinforoso regresó <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stierro y prisión en Cádiz a<br />
comienzos <strong>de</strong> 1802; venía con la ilusión <strong>de</strong> introducir en el<br />
Nuevo Reino la vacuna <strong>de</strong> la viruela, proyecto que fracasó<br />
por la difi cultad <strong>de</strong> trasladar a<strong>de</strong>cuadamente la materia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la costa hasta la capital. Había realizado estudios <strong>de</strong> botánica<br />
y se incorporó <strong>de</strong> inmediato a los trabajos científi cos <strong>de</strong> su<br />
tío, en a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> los cuales viajó a las provincias <strong>de</strong> Socorro,<br />
Pamplona y Cartagena. En Cuba, a don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>splazó con<br />
el doble propósito <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r un cargamento <strong>de</strong> quinas y<br />
recolectar especies vegetales, permaneció durante cinco años<br />
y allí contrajo matrimonio con la habanera Ángela Gama<br />
Fernán<strong>de</strong>z. En halago <strong>de</strong>l ilustre tío, con quien se había<br />
reconciliado totalmente, le dio su nombre al primogénito<br />
como consta en carta <strong>de</strong> 1808 “…se me ha muerto el niño que<br />
parió Angelita y a quien se puso el nombre <strong>de</strong> sumerced...”.<br />
23 AGN, Colonia, Empleados Públicos, Santan<strong>de</strong>r, T23, f205<br />
39
En junio <strong>de</strong> ese mismo año, en comunicación proveniente<br />
<strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta, doña María Ignacia participaba a su cuñado la<br />
propuesta <strong>de</strong> casamiento dirigida a Dominga por don Pedro<br />
Canal, hijo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> “los mejores sujetos <strong>de</strong> Pamplona”,<br />
y pedía su aprobación. Apenas enterado <strong>de</strong> su contenido,<br />
una sensación <strong>de</strong> alivio y una certeza <strong>de</strong> haber cumplido sus<br />
<strong>de</strong>beres familiares lo acompañaron hasta su muerte el día 11<br />
<strong>de</strong> septiembre.<br />
En manos <strong>de</strong> Sinforoso <strong>de</strong>jó la parte botánica, la principal<br />
<strong>de</strong> su empresa, recomendándole trasladarse a la casa para “...<br />
el mejor cuidado y conservación <strong>de</strong> las láminas, los herbarios<br />
y las <strong>de</strong>más cosas pertenecientes a la Historia Natural…”,<br />
tarea que en efecto cumplió. A partir <strong>de</strong> 1810 Sinforoso se<br />
vinculó al gobierno centralista presidido por don Antonio<br />
Nariño, <strong>de</strong>sempeñándose como vocal <strong>de</strong> la Junta Suprema;<br />
fue miembro <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Policía y Comercio, miembro<br />
<strong>de</strong>l Congreso Constituyente <strong>de</strong> Cundinamarca en 1811,<br />
teniente coronel en el Batallón Patriotas al año siguiente y jefe<br />
<strong>de</strong> policía <strong>de</strong> Cundinamarca en 1815 24 .<br />
En ese mismo año, doña María Ignacia Consuegra murió en<br />
Pie<strong>de</strong>cuesta, con la zozobra <strong>de</strong> ver a sus hijos comprometidos<br />
en un proyecto <strong>de</strong> gobierno cuya vali<strong>de</strong>z y estabilidad<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñaba. Tanto ella como don José Celestino tuvieron la<br />
suerte <strong>de</strong> no presenciar los <strong>de</strong>sgraciados sucesos que la patria<br />
y la familia sufrirían en los años siguientes.<br />
24 Jairo Gutiérrez Ramos, Sinforoso Mutis, un botánico bumangués <strong>de</strong>l Siglo XVIII,<br />
Bogotá, Fondo FEN Colombia, 1995.<br />
40
Capítulo 2<br />
LAS CARTAS DE UN<br />
EMIGRADO<br />
41
Terminó <strong>de</strong> arreglarlo todo, balanceó un poco la cuna<br />
<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra suspendida con lazos <strong>de</strong> las vigas <strong>de</strong>l<br />
techo y comprobó que el niño, todavía entrecortada<br />
la respiración por leves sollozos, estaba dormido. Colocó<br />
entonces una vela nueva en el can<strong>de</strong>lero <strong>de</strong> metal, encendió<br />
un tabaco y acomodada en la silla baja, una vez más leyó la<br />
carta <strong>de</strong> Miguel recibida ese día y fechada en Pamplona el 23<br />
<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1822, que <strong>de</strong>cía así:<br />
Mi amada Micaela:<br />
No puedo menos que tratarte así aunque vos no me<br />
tratáis pues Dios ha permitido que yo no te aborrezca,<br />
y su divina majestad es buen testigo <strong>de</strong> que hasta<br />
el presente te encomiendo al mismo en mis cortas<br />
oraciones. No te había contestado a la propuesta <strong>de</strong><br />
separación, porque me he reconocido capaz <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />
vivir contigo tranquilamente en otro lugar, así por el bien<br />
<strong>de</strong> nuestras almas como por el <strong>de</strong> nuestros hijos quienes<br />
<strong>de</strong> otro modo van a quedarse o sin padre o sin madre<br />
antes que Dios se los haya quitado. Pero ya que tienes<br />
tanto empeño en llevar a cabo tu proyecto, convengo<br />
en la separación y en que entregues el caudal que me<br />
correspon<strong>de</strong> a mi hijo Francisco María para que el me lo<br />
remita a esta ciudad o a don<strong>de</strong> yo dispusiese. Yo espero<br />
<strong>de</strong> tu promesa que no me <strong>de</strong>fraudarás en la partición, ni<br />
en cuanto a la cantidad que me correspon<strong>de</strong> ni en cuanto<br />
a la calidad <strong>de</strong> los bienes, porque nada es más justo que<br />
todos llevemos bueno y malo.<br />
43
Sírvate <strong>de</strong> gobierno que las <strong>de</strong>udas en contra se<br />
<strong>de</strong>ben sacar primero y que al Padre Venancio, según me<br />
dice Pablo se le están <strong>de</strong>biendo ciento sesenta pesos,<br />
a mi hermano Camilo el resto <strong>de</strong>dos mil pesos que<br />
como sabes y consta en mis libros, <strong>de</strong>positó en mí para<br />
alimentos <strong>de</strong> mis hermanas. Que también tenía en mi<br />
po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>jé don<strong>de</strong> bien sabes, mil y quinientos pesos <strong>de</strong><br />
un comunicato... 25<br />
A continuación se extendía en una prolija enumeración<br />
<strong>de</strong> bienes, herencias, legados y <strong>de</strong>udas que <strong>de</strong>bían tenerse<br />
en cuenta al efectuar la partición propuesta. No <strong>de</strong>jaba<br />
Valenzuela, con alguna intención muy precisa, <strong>de</strong> resaltar la<br />
escasez en que se hallaba:<br />
…Aquí me estoy manteniendo con una rifa que hice<br />
<strong>de</strong> un estuche <strong>de</strong> afeitar y otras cosas que me produjeron<br />
sesenta pesos, pues aunque te pedí cien pesos, ni siquiera<br />
me contestaste, lo que no se a que po<strong>de</strong>rlo atribuir,<br />
sino que así me convendrá... en mis baúles no tengo<br />
sino los dos pozuelos <strong>de</strong> plata, el jarrito, dos cucharas,<br />
y un tenedor que han traído los muchachos, pues la otra<br />
cuchara la perdieron en el río... Mi ropa se reduce a una<br />
chaqueta ordinaria <strong>de</strong> paño que todavía no he usado, una<br />
esclavina que me esta sirviendo y unas cuatro camisas<br />
buenas, lo <strong>de</strong>más son chaquetas y calzones viejos que ni<br />
aun sirven para una mediana <strong>de</strong>cencia. Vé lo que pue<strong>de</strong><br />
valer esto para hacer caso <strong>de</strong> ello, también tengo en mis<br />
baúles el cajoncito en que se pone el espejo que llevó<br />
Pachito y ahora se lo pido para ver si lo puedo ven<strong>de</strong>r<br />
o rifar... 26<br />
Sí, ella recordaba bien el cajoncito con sus compartimentos<br />
para guardar las navajas, los cepillos, los peines, las tijeras;<br />
recordaba también la hermosa caja <strong>de</strong> tocador que Sinforoso<br />
25 AGN, República, Criminales, TIII. Causa <strong>de</strong>l Doctor Miguel Valenzuela contra su<br />
mujer Micaela Mutis y Juan Bautista González por adulterio, f1r a 434r. En a<strong>de</strong>lante se<br />
citará como Causa.<br />
26 Causa, f245r y v.<br />
44
le trajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cádiz, al regreso <strong>de</strong> sus siete años <strong>de</strong> <strong>de</strong>stierro...<br />
Tenía forma <strong>de</strong> arcón, estaba forrada en tafi lete rojo con<br />
estampados en oro veneciano y venía llena <strong>de</strong> sorpresas: un<br />
peine para cada día <strong>de</strong> la semana, un espejo gran<strong>de</strong>, una hilera<br />
<strong>de</strong> botecitos <strong>de</strong> cristal y <strong>de</strong> Talavera con diversas pomadas:<br />
la Mariscala, la Duquesa, la <strong>de</strong> Artoa y la Franchipana. En<br />
sus cajoncitos se guardaban cabos <strong>de</strong> olor, jabón blando,<br />
cepillos, coloretes, pastas en polvo para lavarse los dientes,<br />
bolas <strong>de</strong> jabón <strong>de</strong> hierbas, polvos rubios, negros y cenicientos,<br />
esponjas, pomadas para los labios, una salserilla, alfi leres<br />
gran<strong>de</strong>s y chicos... ¡en Girón no sé había visto una igual…! 27<br />
Regresó <strong>de</strong> sus recuerdos a la carta y a la ambigua frase fi nal<br />
que le produjo, al releerla, un frío <strong>de</strong> temor y <strong>de</strong>sconfi anza:<br />
Vos haréis tu gusto: yo me contentaré con que Dios<br />
me dé vida para dar algunas enseñanzas a mis hijos pues<br />
no puedo <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rme <strong>de</strong> esa obligación. Y pues mi<br />
edad mis enfermeda<strong>de</strong>s y la distancia en que nos vamos<br />
a poner me quita toda esperanza <strong>de</strong> verte será adiós hasta<br />
el valle <strong>de</strong> Josafath. Tu legítimo marido, el mismo que<br />
Dios y la Iglesia te dieron.<br />
MIGUEL VALENZUELA 28<br />
La partición <strong>de</strong> bienes solicitada por Micaela y aceptada<br />
por su marido se efectuó el 24 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1822. Una<br />
vez sumada la totalidad <strong>de</strong>l capital se <strong>de</strong>dujeron las <strong>de</strong>udas<br />
relacionadas por Miguel así como los dineros ajenos que dijo<br />
tener en su po<strong>de</strong>r, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los aportes <strong>de</strong> cada uno en el<br />
momento <strong>de</strong>l matrimonio; el saldo, osea los gananciales, se<br />
partió entre dos. Al fi nal <strong>de</strong>l documento que fi rmaron Micaela<br />
y su hijo Francisco María, éste anotó lo que se entregaba a cada<br />
uno <strong>de</strong> ellos: “...a mi padre 5.902 pesos, a mi madre 4.498...”.<br />
27 Anónimo, Libro <strong>de</strong>l Agrado, impreso por la Virtud en la Imprenta <strong>de</strong>l Gusto a la<br />
Moda y al Aire <strong>de</strong>l presente Siglo, Madrid, 1785.<br />
28 Causa, f 246v.<br />
45
¿Cómo se habían trocado los aportes <strong>de</strong> manera que ahora<br />
favorecían al marido?<br />
Al efectuar esta liquidación, afi rmaba Micaela en carta<br />
dirigida al juzgado poco <strong>de</strong>spués, se habían atendido las<br />
instrucciones <strong>de</strong> Valenzuela,<br />
a toda su satisfacción pasando por mi parte partidas<br />
imaginarias por sólo su dicho... siendo público y notorio<br />
que nada trajo cuando casó conmigo: que lo que<br />
a<strong>de</strong>lantamos fue con el caudal <strong>de</strong> mi madre difunta, y<br />
que ahora llevó 2.500 pesos <strong>de</strong> capital que supuso haber<br />
traído al matrimonio, <strong>de</strong>duciendo igualmente diferentes<br />
cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> suposición que en la misma conformidad<br />
expuso tener en su po<strong>de</strong>r pertenecientes a sus hermanos.<br />
Por poco no se llevó también mi ropa <strong>de</strong> uso... 29<br />
A ella le quedaban, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la <strong>de</strong>volución <strong>de</strong> la dote,<br />
novecientos catorce pesos, y bien sabía que el capital <strong>de</strong> trabajo<br />
provenía <strong>de</strong> la herencia que su madre les había repartido en<br />
el año <strong>de</strong> 1812 30 y esto sin contar con que durante la ausencia<br />
<strong>de</strong> su marido había realizado operaciones comerciales con<br />
buenos resultados; le quedaban sobre todo el dolor y la<br />
rabia <strong>de</strong> sentirse burlada y en ese estado <strong>de</strong> ánimo, resentida<br />
y suspicaz, recibió otra carta, escrita en Pamplona el 15 <strong>de</strong><br />
septiembre <strong>de</strong> 1822:<br />
Mi amada Micaela:<br />
La tuya <strong>de</strong>l correo último me llenó <strong>de</strong> amargura y<br />
compasión: tus hijos son testigos <strong>de</strong> mi enternecimiento<br />
al verte confesar que conoces tu situación lamentable y<br />
que tratas <strong>de</strong> refugiarte a Bogotá; mas yo dudo que allí<br />
lo pases tan bien como piensas, conociendo que una sola<br />
persona <strong>de</strong> las que te han <strong>de</strong> tratar con frecuencia es<br />
capaz por su genio <strong>de</strong> amilanarte y confundirte. En fi n tu<br />
lo experimentarás y mudarás o no <strong>de</strong> parecer.<br />
29 Causa f341r<br />
30 AHR, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Libro 1812 a 1814, f114v a 115r.<br />
46
Recibí los cien pesos que me enviaste. No creas que<br />
al mandar a recoger mis hijos es por venganza ni para<br />
darlos a otra persona, sino para que estén a mi lado para<br />
darles el giro o carrera y la educación que me sea posible<br />
pues no puedo <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rme <strong>de</strong> la obligación que tengo<br />
acerca <strong>de</strong> todo esto y <strong>de</strong> sus alimentos. Para prueba <strong>de</strong><br />
que no pienso vengarme <strong>de</strong>l atroz <strong>de</strong>sprecio con que me<br />
has tratado, he dado or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> que te <strong>de</strong>jen la hija para<br />
ponerla en la Enseñanza <strong>de</strong> Santafé, porque no siendo<br />
así me es preciso recobrarla. Mira <strong>de</strong> cuanto me privo<br />
por vos; pues hasta la esperanza voy a per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> conocer<br />
siquiera una hija que tanto <strong>de</strong>seaba, y que habría sido el<br />
consuelo <strong>de</strong> mi vejez.<br />
Si por fi n te establecieres allá, no tardará mucho en<br />
que vea tus hijos que precisamente <strong>de</strong>ben ir a concluir<br />
sus estudios. Yo, si mi edad y mis achaques me lo<br />
permitieren, también iré algún día y no te pesará, yo<br />
te aseguro, <strong>de</strong> verme la cara. Por estas cortas palabras<br />
pue<strong>de</strong>s conocer cual es mi disposición hacía vos. Dios te<br />
guíe para bien <strong>de</strong> tus hijos y el tuyo propio.<br />
El mismo, M. VALENZUELA 31<br />
El mismo… que había reclamado peso por peso sus dineros<br />
—reales o supuestos— se mostraba ahora magnánimo,<br />
viéndola in<strong>de</strong>fensa y maniatada, la perdonaba y le imponía<br />
una gratitud perpetua, sujeta por los hijos, amenazada <strong>de</strong> no<br />
volver a verlos... Pablo Antonio, <strong>de</strong> 21 años, colegial <strong>de</strong>l Rosario<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1817, Francisco María, <strong>de</strong> 19, Aureliano, en sus 15, y<br />
hasta Ulpiano, <strong>de</strong> 13, quizá crecerían mejor junto a Valenzuela,<br />
quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía más <strong>de</strong> un año los había llevado lejos <strong>de</strong><br />
Girón; pero ella no quiere, no pue<strong>de</strong> pensar en <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse<br />
<strong>de</strong> los pequeños, Benito, <strong>de</strong> apenas 10, Juan José, tan débil<br />
en sus 4 años, y Dolores, a quien Miguel ni siquiera llegó a<br />
conocer, porque ya había emigrado a Maracaibo cuando la<br />
niña nació a comienzos <strong>de</strong> 1.820.<br />
31 Causa, f344r y v.<br />
47
Y el otro, su cruz, que ahora reposa en el camastro, los<br />
escasos mechones <strong>de</strong> pelo pegados a la cabecita por el sudor<br />
y el llanto: Domingo Cruz <strong>de</strong>l Carmen Mutis, bautizado en<br />
Girón el 17 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1822, su madrina Marcelina García...<br />
“hijo <strong>de</strong> la señora Micaela Mutis, casada, ausente su marido”,<br />
dice la partida <strong>de</strong> bautizo 32 .<br />
En el curso <strong>de</strong> la semana siguiente llegó una tercera carta,<br />
escrita el 1º. <strong>de</strong> octubre, cuyo tono amoroso y conciliador la<br />
movieron a creer, si no en la posibilidad <strong>de</strong> una reconciliación<br />
real, al menos en la <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> Girón e instalarse en Bogotá<br />
para que la distancia lo borre todo y —tal vez— le ofrezca<br />
una vida nueva. Sólo las utopías hacen digna la vida, le había<br />
dicho una vez Sinforoso, y si los godos habían salido <strong>de</strong> la<br />
Nueva Granada, nada era ya imposible. Los términos <strong>de</strong> la<br />
carta eran casi convincentes:<br />
Mi amada Micaela:<br />
Mil cosas tenía preparadas para <strong>de</strong>cirte pero el<br />
acci<strong>de</strong>nte en que me hallo por el frío y calentura <strong>de</strong><br />
anoche noto permiten; todo se reduce a hacerte ver que<br />
tus males y los <strong>de</strong> nuestros hijos no tienen más remedio<br />
que nuestra reunión. Yo te propongo <strong>de</strong> buena fe y te<br />
protesto <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios que pienso no recordarte lo<br />
pasado que te sea sensible. Si aceptas vente con los<br />
muchachos y si aqui no te acomodares nos iremos a<br />
Santafé a don<strong>de</strong> no te aconsejo que vayas sola, esto es sin<br />
tu marido pues creo que te expones a mil disgustos. En<br />
lo <strong>de</strong> venirte es necesario esperar en que para la chispa<br />
<strong>de</strong> Maracaibo que tiene sobresaltada a la gente. De todos<br />
modos la entrega <strong>de</strong> lo mío y <strong>de</strong> mis hermanos quiero<br />
que la hagas cuanto antes pues yo me hallo sin recursos y<br />
<strong>de</strong>seando mandar a Aureliano con Pablo, ya para sacarlo<br />
<strong>de</strong>l peligro como para que aproveche el tiempo; pero eso<br />
no puedo hacerlo sino atenido a ese dinero. También es<br />
menester pagarle al padre ciento sesenta pesos que se le<br />
<strong>de</strong>ben <strong>de</strong> las asistencias <strong>de</strong> Pablo. Este ha llorado como<br />
32 Parroquia <strong>de</strong> Girón, Libro 12 <strong>de</strong> Bautizos, f15.<br />
48
un muchacho <strong>de</strong> pensar en nuestra separación. En efecto<br />
es la mayor ruina para nuestros inocentes hijos. Con sumo<br />
dolor he sabido tu disgusto con Pachito. Yo advertí que<br />
por esta parte a él no le tenía cuenta nombrarle para<br />
recibir, porque el papel <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rado siempre es odioso;<br />
pero como <strong>de</strong> vos nació el nombramiento y yo le he dado<br />
repetidos consejos para que te venere y te respete creí que<br />
no era necesario en un asunto tan llano y sencillo nombrar<br />
uno <strong>de</strong> fuera que me cobrara un tanto por ciento o causara<br />
otros gastos. Te suplico pues lo vuelvas a tu amor <strong>de</strong><br />
madre y no hagas infeliz a un hijo que tiene tan bellas<br />
ilusiones <strong>de</strong> ser un hombre <strong>de</strong> bien. Recibí el cajoncito <strong>de</strong><br />
bocadillos que son <strong>de</strong> lo mejor que he visto. Si el correo<br />
quisiera llevarte un cajón <strong>de</strong> dulce <strong>de</strong> manzana te lo<br />
enviaré con otras manzanitas para los muchachos. Mucha<br />
falta me hace el tabaco curado. Si pudieras enviarme una<br />
arroba pues pienso que el correo anda con su mula te lo<br />
agra<strong>de</strong>cería mucho. Deseo tu felicidad y adiós.<br />
49<br />
Tuyo VALENZUELA 33<br />
Borrar el rastro, olvidar, doblar la página, era, y ella lo sabía,<br />
huir. Empren<strong>de</strong>r su <strong>de</strong>stierro cuando los <strong>de</strong>más volvían, huir,<br />
sí, pero llevándolo todo consigo, la caja <strong>de</strong> tocador con su<br />
forro <strong>de</strong> tafi lete rojo y sus ocho hijos; ¿qué era lo <strong>de</strong>más sino<br />
palos y trapos? Volver a la aborrecida Santafé <strong>de</strong> su niñez,<br />
ahora Bogotá, húmeda y fría con su lluvia incesante, don<strong>de</strong><br />
los arzobispos españoles se morían <strong>de</strong> angustia 34 , parecía<br />
una ilusión, un sueño casi tangible. Tal vez para apretarse<br />
en un abrazo a Justa a quien <strong>de</strong>sea confi ar la educación <strong>de</strong><br />
su hija, para oír la voz <strong>de</strong> Bonifacia a través <strong>de</strong> la reja <strong>de</strong> su<br />
clausura perpetua o para retomar al llanto incontenible <strong>de</strong> su<br />
33 Causa, f346r a 347r.<br />
34 El arzobispo Juan <strong>de</strong> Galavis, promovido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santo Domingo a la Arquidiócesis<br />
<strong>de</strong> Santafé en 1739, murió a los tres meses <strong>de</strong> su llegada; Francisco Antonio <strong>de</strong> la Riva,<br />
nombrado en 1768, no alcanzó a un año <strong>de</strong> vida en su cargo; el ilustrísimo Fernando<br />
Portilla, trasladado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santo Domingo en 1799, falleció en 1804 y, fi nalmente, el último<br />
arzobispo español, don Juan fl autista Sacristán, tomó posesión <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> arzobispal <strong>de</strong><br />
Santafé el 6 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1816 y falleció dos meses <strong>de</strong>spués (1o. <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1817).
infancia cuando, tomada <strong>de</strong>l brazo <strong>de</strong> su cuñada Ángela, la<br />
graciosa “Habanera” <strong>de</strong> otros tiempos, ahora <strong>de</strong>strozada por<br />
la persecución, el <strong>de</strong>stierro y la viu<strong>de</strong>z, vayan a visitar la tumba<br />
recién abierta <strong>de</strong> su hermano Sinforoso, muerto en Santafé en<br />
agosto <strong>de</strong> 1822.<br />
Y, como salido <strong>de</strong> la nada, volvió a su memoria el viejo<br />
estribillo que cantaba su niñera:<br />
Me casó mi madre,<br />
chiquitita y bonita<br />
con un muchachito,<br />
que yo no quería<br />
ay! ay! ay!<br />
que yo no quería... 35<br />
Llamados por el estribillo <strong>de</strong> la negra Berania, vinieron a<br />
su memoria los esclavos que sirvieron y poblaron su infancia.<br />
A la muerte <strong>de</strong> su padre quedaron catorce negros, unos<br />
trabajadores <strong>de</strong> las haciendas y otros en el servicio <strong>de</strong> la casa,<br />
entre los cuales su madre fue seleccionando los <strong>de</strong> mayor<br />
confi anza. Algunos como Filomena y Xaviera, entregadas al<br />
ven<strong>de</strong>rse la hacienda “Trigueros”, se perdieron <strong>de</strong> vista 36 <strong>de</strong> los<br />
otros y pese al cuidado que puso en escogerlos, le quedaron<br />
algunas malas piezas que ocasionaban gran<strong>de</strong>s sinsabores,<br />
como Santiago, aquel mulato que se evadió y en 1794, tras<br />
engorrosas diligencias, lograron apresar en un pueblo a orillas<br />
<strong>de</strong>l Magdalena. En cuántos trabajos se vio el apo<strong>de</strong>rado don<br />
Antonio Caxigas para salir <strong>de</strong> él y lo que se recibió apenas<br />
cubrió la cuenta <strong>de</strong> gastos que por su captura y manutención<br />
pasó el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Guarumo 37 . Fue <strong>de</strong> todas maneras un alivio<br />
no verlo más, porque en Girón vagaba como un espectro el<br />
35 Enrique Rodríguez Solís, La mujer española y americana (su esclavitud sus luchas y<br />
dolores) reseña histórica, 2a. edición, Madrid, Librería <strong>de</strong> Fernando Fé, 1898.<br />
36 ...Inventarios y avalúos <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> la mortuoria <strong>de</strong> Manuel Mutis, documento<br />
citado.<br />
37 Guillermo Hernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Alba, Archivo epistolar <strong>de</strong>l sabio naturalista José Celestino<br />
Mutis, TII, Bogotá, ICCH, 1993.<br />
50
ecuerdo <strong>de</strong> lo ocurrido a don Lorenzo Navas, a quien sus<br />
esclavos rebelados le abrieron la crisma 38 .<br />
A los negros <strong>de</strong> su casa materna, si no les faltó nunca<br />
el castigo, tampoco se les negaron jamás los auxilios en<br />
sus enfermeda<strong>de</strong>s, la alimentación <strong>de</strong>bida, ni las velas el<br />
28 <strong>de</strong> diciembre para la fi esta <strong>de</strong> su patrono San Benito <strong>de</strong><br />
Palermo. Alcanzaba a recordar, en las tinieblas <strong>de</strong> sus seis<br />
años, centenares <strong>de</strong> rostros oscuros reunidos durante las<br />
solemnes honras por la muerte <strong>de</strong>l rey Carlos III que organizó<br />
y costeó el gobernador don Miguel Galindo: las familias<br />
principales, con su sequito <strong>de</strong> esclavos, hicieron guardia ante<br />
el túmulo funerario adornado con las Reales Armas, insignias<br />
e instrumentos militares, repitiendo en coro las hermosas<br />
estrofas puestas en la tumba, que comenzaban diciendo:<br />
Quanto este túmulo abarca<br />
<strong>de</strong>nota si con razón<br />
que llora San Juan Girón<br />
la muerte <strong>de</strong> su monarca,<br />
pero engañóse la parca<br />
juzgándose vigorosa,<br />
porque a espera más dichosa<br />
le trasladó con sus fi los<br />
don<strong>de</strong> ya en siglos tranquilos<br />
su feliz alma reposa...<br />
Micaela recuerda la alegría <strong>de</strong> los negros <strong>de</strong> su casa en<br />
las celebraciones por la jura <strong>de</strong> Carlos IV y su matrimonio<br />
con María Luisa <strong>de</strong> Nápoles, cuando se le remató el título <strong>de</strong><br />
Alférez Real <strong>de</strong>l Cabildo a don José Antonio Salgar, quien<br />
para la ocasión costeó <strong>de</strong> su peculio la construcción <strong>de</strong> un<br />
teatro en la mitad <strong>de</strong> la plaza; su madre concedió licencia a<br />
los esclavos para salir a recoger las muchas monedas que el<br />
alférez regó, para ver los juegos <strong>de</strong> pólvora, las carreras <strong>de</strong><br />
jinetes y el <strong>de</strong>sfi le <strong>de</strong> gigantes. Pudieron también, estrenando<br />
38 AGN, Colonia, Negros y Esclavos, Santan<strong>de</strong>r, T4, f109-183.<br />
51
vestidos <strong>de</strong> lienzo charaleño, atisbar a través <strong>de</strong>l cercado las<br />
presentaciones <strong>de</strong> fandangos y comedias que se ofrecieron<br />
durante tres días 39 .<br />
Tiene presente el llanto agra<strong>de</strong>cido <strong>de</strong> Manuela cuando<br />
consiguió que su ama María Ignacia, en gesto piadoso, aceptara<br />
el pago <strong>de</strong> 50 pesos para darle libertad a su hijo Genaro, un<br />
esclavito <strong>de</strong> un año <strong>de</strong> edad nacido en la casa 40 .<br />
Los primeros esclavos <strong>de</strong> su propiedad fueron aquel<br />
hombrazo noble y callado que Facundo le regaló el día <strong>de</strong><br />
su matrimonio y una mujer, prodigiosa molen<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> cacao,<br />
maga en la hechura <strong>de</strong> dulces y conservas, que también sabía<br />
liar tabacos, componer jabones, velas, hacer emplastos y<br />
curas, comprada por Miguel en 225 pesos a la viuda Juana<br />
Mantilla en 1801 41 . Hasta cuando murió <strong>de</strong> mal parto y mal<br />
amor dirigió la casa y allí el refresco tuvo siempre muchos<br />
concurrentes que competían por beber el espeso chocolate<br />
aromatizado con nuez moscada, vainilla, clavos, canela y un<br />
poquito <strong>de</strong> ají, servido todas las tar<strong>de</strong>s en pozuelos <strong>de</strong> plata o<br />
<strong>de</strong> china, apuntalado con cocadas, conservas <strong>de</strong> guayaba y <strong>de</strong><br />
sidra, pan<strong>de</strong>ros, prestillos, mojicones y melindres.<br />
Hasta entonces, Micaela jamás tuvo nada que saber <strong>de</strong><br />
las cocinas ni <strong>de</strong> los patios <strong>de</strong> atrás con todo su tejemaneje<br />
<strong>de</strong> gentes chismosas y peleadoras. Ni <strong>de</strong>bió preocuparse<br />
por las provisiones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spensa en don<strong>de</strong> se apilaban<br />
or<strong>de</strong>nadamente los costales con granos, las petacas con<br />
almendras <strong>de</strong> cacao o pepas <strong>de</strong> café, los zurrones con miel y<br />
los panes <strong>de</strong> azúcar socorrano, junto a las botijuelas <strong>de</strong> aceite<br />
y las aceitunas en salazón. Para mantenerla provista, en días<br />
prefi jados afl uían campesinos con canastos y catabres llenos<br />
<strong>de</strong> manzanas <strong>de</strong> Zapatoca, yucas <strong>de</strong> Bucaramanga, papas <strong>de</strong><br />
Ucatá, quesos <strong>de</strong> Aratoca, naranjas y limones <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta...<br />
39 Véase Anexo 3.<br />
40 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notariales <strong>de</strong> Girón, Protocolos y Escrituras, 1807-1808, f247r.<br />
41 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Protocolos y Escrituras, 1801, f253.<br />
52
¡Qué diferencia con esas mujeres mentirosas y enclenques<br />
que ahora la ro<strong>de</strong>aban y que, lo tenía por seguro, estaban listas<br />
a traicionarla en cualquier momento!<br />
Oyó los gallos y un poco <strong>de</strong> luz comenzó a fi ltrarse por las<br />
hendijas <strong>de</strong> su ventana mientras el sueño continuaba ausente;<br />
el aire <strong>de</strong> la madrugada refrescó un poco la pesada noche<br />
<strong>de</strong> Girón que venía cargada <strong>de</strong> recuerdos y <strong>de</strong> imágenes <strong>de</strong><br />
los tiempos <strong>de</strong>l extravío, <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sgracia... El<br />
4 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1810 Pamplona se <strong>de</strong>claró in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l<br />
gobierno central, el día 10 lo hizo el Socorro y el día 20 se<br />
proclamó Santafé. En medio <strong>de</strong> la zozobra <strong>de</strong> las noticias que<br />
comprometían a su hermano Sinforoso como fi rmante <strong>de</strong>l<br />
Acta <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Santafé, ella, cercada por el círculo<br />
<strong>de</strong> Girón, por su censura y por su miedo, los vio endurecer su<br />
posición <strong>de</strong> realistas y, a fi nales <strong>de</strong>l mismo mes, constituir un<br />
nuevo gobierno in<strong>de</strong>pendizándose... <strong>de</strong> la liberada Pamplona.<br />
Como autoridad local <strong>de</strong>signaron, bajo el título <strong>de</strong> capellán,<br />
a su cuñado Eloy Valenzuela, cura <strong>de</strong> Bucaramanga por más<br />
<strong>de</strong> veinte años, monárquico sin resquicios, discípulo preferido<br />
<strong>de</strong> su tío José Célestino y enemigo <strong>de</strong> su hermano Facundo.<br />
Sus relaciones con los Mutis se habían distanciado <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
1798 cuando se opuso a una medida policial <strong>de</strong> Facundo,<br />
quien siendo alcal<strong>de</strong> pedáneo <strong>de</strong> Bucaramanga or<strong>de</strong>nó<br />
pren<strong>de</strong>r a un ladronzuelo que formaba parte <strong>de</strong> la comitiva<br />
<strong>de</strong> la esposa <strong>de</strong>l factor <strong>de</strong> tabacos <strong>de</strong> Zapatoca, hospedada<br />
en la casa <strong>de</strong>l cura. Del intercambio <strong>de</strong> mensajes en que<br />
Valenzuela tachó a Facundo <strong>de</strong> “<strong>de</strong>satento y malcriado... <strong>de</strong><br />
un genio bastantemente insolente y altivo” y éste le respondió<br />
“...que podría enseñarle a <strong>de</strong>cir misa pero no educación y<br />
crianza…”, se pasó a una queja ante el gobernador <strong>de</strong> Girón,<br />
quien <strong>de</strong>terminó esa misma noche la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> Facundo,<br />
a la cual y ante su negativa <strong>de</strong> ofrecer explicaciones siguió la<br />
instauración <strong>de</strong> un pleito que se dilató por más <strong>de</strong> dos meses<br />
53
y que, como solía suce<strong>de</strong>r entre los gironeses, sólo vino a<br />
resolverse en Santafé 42 .<br />
No obstante sus excesos <strong>de</strong> autoridad, en don Eloy se<br />
reconocían sus acciones en benefi cio <strong>de</strong> los pobres con el<br />
ejercicio <strong>de</strong> la medicina y la aplicación <strong>de</strong> sus conocimientos<br />
botánicos a mejorar la agricultura. Había fomentado la industria<br />
<strong>de</strong> tejidos trayendo maestros <strong>de</strong>l Socorro, con su empuje<br />
se concluyó la construcción <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Bucaramanga y<br />
estaba empeñado en abrir un camino que conectara a Girón<br />
con el Cocuy. Hombre notable, sí, pero <strong>de</strong> difícil carácter.<br />
Bastaba recordar su disgusto con Caldas, en cuyo impreso<br />
El Semanario solía publicar sus trabajos científi cos y a quien<br />
terminó tildando <strong>de</strong> “bachiller presumido que se las quiere<br />
ven<strong>de</strong>r por sabio”. No podía, sin embargo, <strong>de</strong>sconocerse el<br />
prestigio <strong>de</strong>l cura Eloy, a quien dos provincias diferentes —<br />
Mariquita y Antioquia— habían candidatizado en 1809 para<br />
diputado <strong>de</strong> la Junta Suprema y a quien el Cabildo antioqueño<br />
había solicitado como su primer obispo. Después <strong>de</strong> retirarse<br />
<strong>de</strong> la Expedición Botánica había sido durante muchos años<br />
constante corresponsal sobre temas botánicos <strong>de</strong> su tío José<br />
Celestino. Era, tal vez, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> hombre <strong>de</strong>dicado a la<br />
ciencia que no habían querido seguir sus hermanos.<br />
Y ella, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, en medio <strong>de</strong> los partidos opuestos<br />
<strong>de</strong> dos familias que en privado y hasta en público <strong>de</strong>nigraban<br />
una <strong>de</strong> la otra: cómo <strong>de</strong>sconocer el justo rencor <strong>de</strong> su<br />
hermano José cuando supo que en 1805 Miguel ofi ció a las<br />
autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Santafé expresando que no lo consi<strong>de</strong>raba<br />
“…aparente ni <strong>de</strong> su satisfacción para el servicio y manejo<br />
<strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> Correos <strong>de</strong> Bucaramanga…”, tras<br />
lo cual fue <strong>de</strong>puesto <strong>de</strong>l cargo 43 . Pero allí no terminaban las<br />
diferencias: mientras en 1809 don Eloy era candidato a integrar<br />
la Junta <strong>de</strong> las Colonias españolas, último y <strong>de</strong>sesperado<br />
42 AGN, Colonia, Empleados Públicos, Santan<strong>de</strong>r, T23, f205.<br />
43 AGN, Colonia, Correos, Rollo 12 f919v.<br />
54
esfuerzo por mantener la vigencia <strong>de</strong> la monarquía hispánica<br />
frente el avance napoleónico, en 1811 Facundo actuaba como<br />
representante y diputado ante la Junta <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong><br />
Pamplona, que presionaba una in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia efectiva. Todo,<br />
hasta los territorios, parecía irremediablemente dividido<br />
entre quienes seguían a España y a Fernando VII (como los<br />
Valenzuela, apertrechados en Girón) y los que secretamente<br />
buscaban una nueva forma <strong>de</strong> gobierno como los Mutis,<br />
ubicados entre Santafé, Bucaramanga y San Carlos <strong>de</strong>l Pie <strong>de</strong><br />
la Cuesta.<br />
En esa nueva parroquia, poblada por familias ricas cuya<br />
separación <strong>de</strong> la Villa <strong>de</strong> Girón había <strong>de</strong>jado a lado y lado<br />
rencores profundos, y en su valle fértil, sembrado <strong>de</strong> tabaco<br />
y <strong>de</strong> naranjos, hubiera querido vivir. Allí pasó una larga<br />
temporada en 1809, tras el nacimiento <strong>de</strong> Ulpiano, alternando<br />
con gentes que, siendo fi eles al rey, sentían que había llegado<br />
la hora <strong>de</strong> manejar su propia suerte. Pero su <strong>de</strong>stino parecía<br />
sujetarla a Girón y amarrarla a España... Cuando se creó en<br />
Santafé la Junta Central <strong>de</strong> Gobierno y Pie<strong>de</strong>cuesta, fi el a<br />
la separatista Pamplona, comenzó a apertrecharse para una<br />
inevitable contienda, el gobierno <strong>de</strong> Girón, dirigido por el<br />
cura Eloy, dio po<strong>de</strong>r a Miguel, secretario <strong>de</strong>l Cabildo, para<br />
ir a conferenciar con los señores <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong>l Socorro,<br />
adicta a Cundinamarca, sobre la mejor manera <strong>de</strong> apaciguar<br />
los ánimos <strong>de</strong> sus vecinos. Volvió <strong>de</strong>rrotado y amargado por<br />
el fracaso <strong>de</strong> su misión, trayendo, pegado a los talones, un<br />
impreso humillante fechado el 25 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1811, dirigido<br />
por la Junta <strong>de</strong>l Socorro a los habitantes <strong>de</strong> la provincia, en<br />
el que <strong>de</strong>nigraba <strong>de</strong> la actitud <strong>de</strong> los gironeses. Sin que se<br />
enterara su marido, ella lo leyó y por alguna razón que no<br />
entien<strong>de</strong> bien, aún lo mantiene oculto.<br />
…la ciudad <strong>de</strong> Girón en vez <strong>de</strong> adoptar el sistema <strong>de</strong> la<br />
In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y libertad que han abrazado casi todas las<br />
Provincias <strong>de</strong>l Nuevo Reino <strong>de</strong> Granada se ha <strong>de</strong>clarado<br />
<strong>de</strong> repente contraria y enemiga <strong>de</strong> todos ellos solicitando<br />
55
su unión con las cortes <strong>de</strong> la Península invitando a la villa<br />
<strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta a que siga el mismo rumbo según consta<br />
<strong>de</strong> las noticias auténticas que existen en esta Secretaría <strong>de</strong><br />
Estado comunicadas por la junta provincial <strong>de</strong> Pamplona<br />
con objeto <strong>de</strong> dar parte y pedir auxilio para contener<br />
a los tiempos oportunos los gravísimos e irreparables<br />
perjuicios que Girón con su traidora conducta y maligno<br />
infl ujo pue<strong>de</strong> acarrear a todo el Reino durante muy poco<br />
tiempo tanto acerca <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la Libertad e<br />
In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia común como en los <strong>de</strong> la religión católica<br />
porque volvería el reino a caer en manos <strong>de</strong> la tiranía <strong>de</strong><br />
la opresión y <strong>de</strong> la esclavitud, sin duda más aún al que la<br />
había experimentado por más <strong>de</strong> 300 años, hasta que en<br />
el pasado <strong>de</strong> 1810 la sacudió a costa <strong>de</strong> su sangre y otros<br />
sacrifi cios constantes a la faz <strong>de</strong>l mundo.<br />
Penetrado internamente este superior gobierno <strong>de</strong>l<br />
más vivo dolor por la alta traición <strong>de</strong> Girón y fi rme<br />
en conservar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r los sagrados <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la<br />
religión, la patria y el Soberano Fernando VII que los<br />
pueblos han puesto bajo <strong>de</strong> su protección acordó que<br />
<strong>de</strong>bía dar a Pamplona todo el auxilio posible y noticiarlo<br />
al público a fi n <strong>de</strong> que todos preparen sus armas y estén<br />
inteligenciados <strong>de</strong>l fi n a que se dirije la expedición <strong>de</strong><br />
cien hombres que ha <strong>de</strong> ir contra Girón en caso <strong>de</strong> que<br />
no se sujete a Pamplona y <strong>de</strong>sista <strong>de</strong>l sistema que tiene<br />
adoptado... 44<br />
En 1812, cuando los pie<strong>de</strong>cuestanos a manera <strong>de</strong><br />
provocación <strong>de</strong>clararon anexado a su jurisdicción parte <strong>de</strong>l<br />
territorio <strong>de</strong> Girón, los gironeses atacaron en nombre <strong>de</strong>l “Rey<br />
don Fernando VII y <strong>de</strong>l Gobierno que <strong>de</strong>fi nitivamente quedare<br />
en el Reino”, advirtiendo que “usarían la fuerza conforme a lo<br />
establecido por las leyes”. La única batalla se dio en el llano <strong>de</strong><br />
Mensulí, don<strong>de</strong> fueron rápidamente vencidos los realistas, y si<br />
los muertos fueron solamente cuatro, se <strong>de</strong>bió a la velocidad<br />
<strong>de</strong> su huida, tras la cual quedaron muchos prisioneros 45 .<br />
44 AGN, Bogotá, Anexos, Gobierno Civil, T19, f134v y 135r.<br />
45 José Fulgencio Gutiérrez, Santan<strong>de</strong>r y sus municipios, 2a. edición, Bucaramanga,<br />
Gobernación <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r, 1990.<br />
56
Ese confl icto la mantuvo apartada <strong>de</strong> casi toda su familia<br />
resi<strong>de</strong>nte en Pie<strong>de</strong>cuesta, entre los cuales su hermano José, su<br />
cuñada Nieves, su ahijada Micaela; la distanció <strong>de</strong> su hermana<br />
Dominga, madrina <strong>de</strong> Pachito y <strong>de</strong> Aureliano, y casi la <strong>de</strong>jó<br />
incomunicada con su madre, cuyos últimos años y su muerte<br />
trascurrieron en esa población.<br />
El rompimiento entre las familias fue consecuente con el<br />
enfrentamiento entre ciuda<strong>de</strong>s vecinas cuando Pie<strong>de</strong>cuesta,<br />
Bucaramanga y Rionegro se separaron <strong>de</strong> la jurisdicción <strong>de</strong>l<br />
Cabildo <strong>de</strong> Girón y se proclamaron en villas, tituladas por<br />
la Junta Revolucionaria <strong>de</strong> Pamplona, <strong>de</strong>jando el Cabildo <strong>de</strong><br />
Girón reducido a la feligresía <strong>de</strong> la ciudad y las <strong>de</strong>l Pedral<br />
y Cañaverales, dos parroquias miserables. Mientras los Mutis<br />
se planteaban como partidarios <strong>de</strong> una in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia más<br />
efectiva, España tenía en don Eloy Valenzuela y en el cabildo<br />
<strong>de</strong> Girón sus más seguros aliados.<br />
Infl uido por su hermano, Miguel extremaba su adhesión<br />
a España causando en ella amarguras y <strong>de</strong>sacuerdos secretos<br />
que principiaron a formar un cauce <strong>de</strong> vergüenza y <strong>de</strong>sprecio.<br />
Sí, vergüenza <strong>de</strong> verlo siempre colocándose en el lugar<br />
conveniente, halagando a Sebastián Calzada, el coronel español<br />
recibido en triunfo por Girón en febrero <strong>de</strong> 1816, ignorando<br />
u olvidando que en el trágico combate <strong>de</strong>l páramo <strong>de</strong> Cachirí<br />
habían muerto más <strong>de</strong> mil soldados <strong>de</strong> las provincias vecinas<br />
y quedaban por lo menos doscientos heridos y quinientos<br />
prisioneros, muchos <strong>de</strong> ellos sus parientes o conocidos.<br />
No hubiera querido verlo haciendo coro a la admiración<br />
española por “el entusiasmo y lealtad <strong>de</strong> la fi <strong>de</strong>lísima ciudad<br />
<strong>de</strong> Girón...” en don<strong>de</strong> “...no cabía la gente en las calles con<br />
mil <strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> alegría, oyéndose solo las voces <strong>de</strong> viva<br />
el Rey, vivan nuestros hermanos…” 46 , envidiando, tal vez, las<br />
con<strong>de</strong>coraciones y distinciones que a su hermano Eloy y a otros<br />
<strong>de</strong> sus parientes concedió el general Pablo Morillo. Mientras<br />
los gironeses vivaban a los ejércitos españoles, ella pensaba en<br />
46 Véanse Anexos 4 y 5.<br />
57
las familias <strong>de</strong> quienes habían muerto, como el joven García<br />
Rovira, o en los que huían <strong>de</strong>jándolo todo como el doctor<br />
Fernando Serrano, y pensaba en sus propios hermanos,<br />
arrestados, juzgados y con<strong>de</strong>nados por insurrección.<br />
Para los “pacifi cadores” que en 1816 avanzaron regando<br />
el camino con sangre y lágrimas no eran <strong>de</strong>sconocidas las<br />
posiciones acomodaticias entre las dos ten<strong>de</strong>ncias enfrentadas<br />
y sabían que junto a realistas sin resquicios, al estilo <strong>de</strong>l cura<br />
Valenzuela, prosperaban burócratas como Miguel, dispuestos<br />
a servir al gobierno que ganare; pero el verda<strong>de</strong>ro peligro para<br />
la autoridad real lo representaban gentes como José, Sinforoso<br />
y Facundo Mutis, criollos ricos que pretendían nuevas formas<br />
<strong>de</strong> gobierno; José, quien siempre hablaba más <strong>de</strong> la cuenta, fue<br />
investigado por un tribunal <strong>de</strong> la Real Audiencia establecido<br />
en Vélez, tras lo cual lo llevaron preso a Santafé, con<strong>de</strong>nado<br />
a empedrar calles; Facundo, más rico y más infl uyente, fue<br />
<strong>de</strong>portado a Puerto Cabello y luego <strong>de</strong>sterrado a Curazao. A<br />
Sinforoso, director <strong>de</strong> la Expedición Botánica, lo retuvieron<br />
bajo sospecha <strong>de</strong> reinci<strong>de</strong>ncia y lo enviaron a una prisión<br />
en Cartagena, mientras que su esposa Angelita y sus hijos<br />
pequeños fueron obligados a marchar <strong>de</strong>sterrados hacia el<br />
pueblo <strong>de</strong> Guasca.<br />
Ella, Micaela, no tuvo problema diferente al <strong>de</strong> la angustia,<br />
ni dolor distinto a presenciar la humillación <strong>de</strong> su marido,<br />
quien al terminar agosto <strong>de</strong> ese tristísimo año pedía el recurso<br />
<strong>de</strong> purifi cación por haber permanecido durante la revolución<br />
entre los rebel<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>sempeñando las funciones <strong>de</strong> abogado<br />
<strong>de</strong> la Real Audiencia y administrador <strong>de</strong> Correos, sobre lo cual<br />
afi rmaba en ofi cio dirigido al Tribunal <strong>de</strong> Purifi cación:<br />
…que tampoco cooperó a la insurrección <strong>de</strong> estas<br />
provincias ni la sostuvo y que antes bien impidió terror<br />
en ella; que con sus consejos y dirección contribuyó a<br />
que se diese parte en sus principios para la contención<br />
<strong>de</strong> los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes al Excmo Sr. Virrey; que rehusó<br />
58
servir varios <strong>de</strong>stinos para los que fue nombrado por el<br />
gobierno insurgente y aún <strong>de</strong> asesorar como abogado<br />
en causa contra el español realista Don Pedro García;<br />
que por no ingerirse en los empleos abandonó su patria<br />
retirándose a provincias extrañas exponiendo su mujer<br />
hijos y familia; que nunca llegó a jurar la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
y que aunque sirvió <strong>de</strong> Secretario en la nueva forma <strong>de</strong><br />
Gobierno que por la necesidad <strong>de</strong> haberse <strong>de</strong>puesto las<br />
supremas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l reino se vio precisada a formar<br />
esa ciudad fue conservando siempre la <strong>de</strong>bida obediencia<br />
a nuestro soberano Fernando VII en cuyo propósito se<br />
mantuvo fi rme hasta ser sojuzgado por los insurgentes <strong>de</strong><br />
Pamplona, que su conducta ha sido pacífi ca y propia <strong>de</strong><br />
un verda<strong>de</strong>ro realista y fi nalmente, que aunque continuó<br />
por su abatida situación ejerciendo algún tiempo durante<br />
el trastorno el ofi cio <strong>de</strong> Administrador <strong>de</strong> Correos, no<br />
infl uyó ni proporcionó ventajas a los rebel<strong>de</strong>s... 47<br />
Actuaba Miguel <strong>de</strong> la misma manera que los alcal<strong>de</strong>s<br />
y regidores <strong>de</strong>l Cabildo <strong>de</strong> Girón, preocupados por hacer<br />
méritos ante don Pablo Morillo, comandante <strong>de</strong> los ejércitos<br />
<strong>de</strong> España en la Nueva Granada; para ello pon<strong>de</strong>raban las<br />
pérdidas económicas sufridas por el vecindario, exageraban<br />
los insultos y ultrajes recibidos <strong>de</strong> los rebel<strong>de</strong>s, lamentaban<br />
el reclutamiento <strong>de</strong> los jóvenes y ponían <strong>de</strong> presente la<br />
<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> guerra a muerte <strong>de</strong> que habían sido víctimas,<br />
reiterando en términos exaltados su adhesión a España:<br />
...Nos hemos <strong>de</strong>cidido por la España, y por eso<br />
hemos incurrido en el odio y persecución <strong>de</strong> los<br />
mismos hermanos, a quienes el infl ujo y enlaces <strong>de</strong>l<br />
Socorro ha hecho bastar<strong>de</strong>ar. Si por uno <strong>de</strong> aquellos<br />
sucesos incalculables tuviera otra revuelta Girón<br />
ciertamente perecería a fuego y sangre, y nuestros<br />
verdugos no vendrían <strong>de</strong> lejos ni se harían <strong>de</strong> rogar... 48<br />
47 AGN, Bogotá, Anexos, Gobierno, T39, f1069 a 1073.<br />
48 Véase Anexo 5.<br />
59
Entre tanto ella, aislada y ansiosa <strong>de</strong> noticias, daba a luz en<br />
Bucaramanga a Juan José, su sexto hijo; a su lado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
haber sido examinado por la Junta <strong>de</strong> Purifi cación instalada<br />
en Girón, Miguel reivindicaba su lealtad al rey “en todos los<br />
tiempos y señaladamente en la próxima pasada revolución<br />
<strong>de</strong>l reino” y quedaba en situación <strong>de</strong> recibir los privilegios<br />
que éste concedía a quienes hubieran <strong>de</strong>mostrado su celo y<br />
adhesión durante las turbaciones pasadas. En esos meses, con<br />
el propósito <strong>de</strong> clarifi car totalmente la situación <strong>de</strong> la ciudad,<br />
el Cabildo <strong>de</strong> Girón y algunos vecinos habían dado po<strong>de</strong>r<br />
a don Eloy para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlos ante los tribunales e inclusive<br />
acudir ante el mismo rey para hacerle saber la incuestionable<br />
fi <strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> esa población que, “...aunque sembrada en remoto<br />
lugar, estaba poblada por sus más leales vasallos…” 49 . Entre<br />
los fi rmantes se <strong>de</strong>staca el nombre <strong>de</strong> Miguel Valenzuela,<br />
quien nuevamente había logrado evadir el peligro, aunque esta<br />
vez por un plazo muy corto.<br />
Tres años más tar<strong>de</strong>, en agosto <strong>de</strong> 1819, temblaba Girón<br />
por la noticia: tras una victoria sorpresiva sobre los ejércitos<br />
<strong>de</strong> España, el caraqueño Simón Bolívar, al frente <strong>de</strong> una tropa<br />
<strong>de</strong>smantelada y casi <strong>de</strong>snuda, había entrado triunfante en<br />
Santafé, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> los españoles habían salido al amanecer <strong>de</strong>l<br />
día 9. No faltaron quienes se compa<strong>de</strong>cieran al imaginar a<br />
los empleados públicos y vecinos principales abandonando<br />
cuanto tenían, no contando con nada seguro para el viaje,<br />
penoso e incierto… los conventos <strong>de</strong> monjas —¿cómo estarán<br />
Justa y Bonifacia?— sin po<strong>de</strong>r cerrar sus puertas <strong>de</strong> tanto<br />
recibir arcas y cajas enviadas por las familias que huían con<br />
la esperanza <strong>de</strong> regresar a la ciudad algún día. Varias damas<br />
españolas se habían ocultado tras el hábito mientras que el<br />
viejo Juan Sámano, último virrey, huía disfrazado <strong>de</strong> paisano<br />
con ruana y sombrero <strong>de</strong> hule, en compañía <strong>de</strong> sus amigos<br />
más cercanos y <strong>de</strong> su capellán, a quien todos satirizaban como<br />
autor <strong>de</strong> panegíricos y alabanzas a los gobernantes españoles,<br />
49 Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Protocolos-Escrituras 1815 a 1817, f194v.<br />
60
especialmente <strong>de</strong> un ridículo poema laudatorio cuyas<br />
líneas terminaban en la letra A y que los patriotas repetían<br />
burlonamente:<br />
¡O Sámano, pues ya toda la tierrA<br />
Gran<strong>de</strong>s le da los soplos a esta llamA<br />
¡O apellido que el amor encierrA<br />
Tal es, que dice, SAMANO, NOS AMA! 50<br />
Se <strong>de</strong>cía que habían visto a José María Serna, tan rico y tan<br />
amigo <strong>de</strong> Bolívar, entrar a la casa <strong>de</strong> la Botánica en don<strong>de</strong> se<br />
guardaban las mercancías <strong>de</strong> los comercios españoles para sacar<br />
<strong>de</strong> allí petacas y baúles atiborrados, tal vez con géneros para los<br />
uniformes <strong>de</strong> los <strong>de</strong>snudos ejércitos libertadores 51 . Los niños<br />
se reían repitiendo lo sucedido al prior <strong>de</strong> los capuchinos, que<br />
por más que le daba fuete a la mula en que iba a emigrar, ésta<br />
no se movía... ¡porque había olvidado <strong>de</strong>samarrarla...! 52 . El<br />
relato <strong>de</strong> la hermosa ceremonia <strong>de</strong> coronación <strong>de</strong>l Libertador<br />
por parte <strong>de</strong> las señoritas bogotanas hacía brotar blasfemias<br />
en unos y provocaba suspiros en otras. Las gentes notables <strong>de</strong><br />
Girón estaban aterradas.<br />
Rápidamente se supo que se seguirían juicios a los realistas,<br />
para lo cual el nuevo gobierno estaba <strong>de</strong>spachando comisiones<br />
militares, y que Antonio Morales, el <strong>de</strong> la pelea con el ten<strong>de</strong>ro<br />
González el 20 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1810, vendría hacia el Socorro.<br />
Miguel Valenzuela comprendió que era el momento <strong>de</strong> huir,<br />
“…mas fi el a la causa <strong>de</strong> Fernando VII y a Don Pablo Morillo<br />
que a su mujer y a su familia...”, afi rmaría en su apelación,<br />
cinco años más tar<strong>de</strong>, el procurador Narciso García 53 . Fiel a<br />
su propia causa, pensó Micaela, pero no dijo nada y ayudó<br />
a llenar el almofrej con ropa y mantas, luego puso arepas,<br />
carne ahumada, unas bolas <strong>de</strong> chocolate, un mazo <strong>de</strong> tabacos,<br />
50 Véase Anexo 6.<br />
51 AGN República, Criminales, T48.<br />
52 Luis Augusto Cuervo, Los emigrados <strong>de</strong> 1819, Bogotá, Casa Editorial <strong>de</strong> Arboleda,<br />
1919.<br />
53 Causa, f422v.<br />
61
alfandoques y bastantes conservas <strong>de</strong> guayaba en una mochila<br />
y se compa<strong>de</strong>ció, más que <strong>de</strong> ella, <strong>de</strong> Miguel, quien en medio<br />
<strong>de</strong> la noche salía a buscar las tropas <strong>de</strong> Lucas González en su<br />
retirada hacia él norte.<br />
Cinco meses <strong>de</strong>spués, cuando ya había nacido la niña, vino<br />
a saber que <strong>de</strong> los mil quinientos pesos que su marido se llevó<br />
esa noche, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l saqueo que les hicieron en el Río <strong>de</strong><br />
Oro sólo le quedaron veinticinco escudos y la onza <strong>de</strong> oro<br />
que ella le escondió en un bolsillo secreto bajo el brazo. Con<br />
esa onza, pudo “...contentar a uno <strong>de</strong> los que nos prendieron,<br />
empeñado en llevarnos a Ocaña y sospechaba que era para<br />
matarnos…” 54 .<br />
Con la ayuda <strong>de</strong> muchos sacerdotes realistas que fue<br />
encontrando en los pueblos, llegó Miguel hasta Maracaibo<br />
en don<strong>de</strong> permaneció casi dos años, negándose a regresar<br />
en 1821 cuando el vicepresi<strong>de</strong>nte concedió indulto a los<br />
emigrados que juraran lealtad al nuevo gobierno.<br />
El gobernador Morales, en cumplimiento <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes<br />
superiores, envió al <strong>de</strong>stierro a varios sacerdotes realistas,<br />
entre ellos a don Eloy Valenzuela. No pasó éste más allá <strong>de</strong>l<br />
pueblo <strong>de</strong> Los Santos, al fi nal <strong>de</strong> la Mesa <strong>de</strong> Jéridas, don<strong>de</strong> se<br />
mantuvo alegando enfermedad sin que le faltaran la tolerancia<br />
<strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s, ni el apoyo <strong>de</strong> los vecinos infl uyentes, hasta<br />
su retomo a la parroquia <strong>de</strong> Bucaramanga en 1823 55 .<br />
A comienzos <strong>de</strong> 1822, siendo inminente la <strong>de</strong>sbandada<br />
española, Miguel Valenzuela había iniciado su regreso, primero<br />
hasta Cúcuta y luego hasta Pamplona, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> ahora le<br />
escribía.<br />
El llanto insistente <strong>de</strong>l niño, el único <strong>de</strong> sus hijos que tiene<br />
esos ojos <strong>de</strong> aceituna, negros e inmensos, interrumpe sus<br />
54 Causa, f245.<br />
55 AGN, República, Curas y obispos, T24, f92r a 96r.<br />
62
ecuerdos; llama al ama <strong>de</strong> cría que duerme profunda en el<br />
cuarto contiguo y lo oye tranquilizarse con las chupetadas <strong>de</strong><br />
leche, al arrullo <strong>de</strong> esa vieja nana “<strong>de</strong> adúlteros”, que dice:<br />
...el que está en la puerta,<br />
que no <strong>de</strong>ntre agooora,<br />
porque a vuelto a casa,<br />
el papa. <strong>de</strong>l niñu que Ilooora...<br />
Las primeras luces, al pasar por entre las colgaduras<br />
encarnadas <strong>de</strong> las dos ventanas, hacen visibles los muebles<br />
<strong>de</strong>l aposento que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la emigración <strong>de</strong> su marido ocupa<br />
en el primer piso <strong>de</strong> la casa. Eligió dormir allí para evitar<br />
las empinadas escaleras y para sentir la brisa y el rumor que<br />
vienen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la quebrada <strong>de</strong> Las Nieves. Es un salón amplio,<br />
las piedras <strong>de</strong>l piso recubiertas por una estera <strong>de</strong> juncos y,<br />
sobre un estrado ancho, la cama gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra con sus<br />
cuatro pilares torneados, entre los cuales, sujetas con argollas<br />
a la <strong>de</strong>lgadas varillas <strong>de</strong> hierro, pen<strong>de</strong>n las colgaduras <strong>de</strong> tela<br />
blanca; como a<strong>de</strong>rezo el rodapiés y la colcha bordados en<br />
ramazones <strong>de</strong> seda rojiamarilla, las sábanas y las fundas <strong>de</strong> los<br />
cuatro almohadones hechos en ruán con puntillas valencianas.<br />
Sobre la cabecera el Santo Cristo quiteño y al alcance <strong>de</strong> su<br />
brazo la mesa en don<strong>de</strong> cada noche la negra Lucía <strong>de</strong>ja agua<br />
fresca en un jarro <strong>de</strong> plata, una taza con cocimiento <strong>de</strong> lechuga<br />
y manzana para el <strong>de</strong>svelo y una botellita con infusión <strong>de</strong> tilo<br />
para el temperamento. Cerca a una ventana, la escribanía con<br />
incrustaciones <strong>de</strong> carey y <strong>de</strong> nácar y sobre ella algunos libros,<br />
tres can<strong>de</strong>leros <strong>de</strong> metal, unas <strong>de</strong>spabila<strong>de</strong>ras, las hojas <strong>de</strong><br />
papel, la tinta, las plumas, los polvos secantes. En el amplio<br />
espacio cabe, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un cancel junto a la puerta, una cuja<br />
don<strong>de</strong> duerme frecuentemente María Josefa <strong>de</strong>l Villar, parienta<br />
<strong>de</strong> Miguel tan pobre como una rata, que, servicial y solícita,<br />
se ofrece a acompañarla; caben a<strong>de</strong>más cuatro baúles cuyos<br />
estoperoles plateados brillan en la oscuridad, dos asientos <strong>de</strong><br />
cuero con brazos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y una mesa para colocar el platón,<br />
63
la jarra <strong>de</strong> peltre y las toallas <strong>de</strong> manos. En otra mesa aforrada<br />
con un paño adamascado, unas fl ores <strong>de</strong> cera, agobiadas por<br />
el calor <strong>de</strong> la noche pasada, inclinan humil<strong>de</strong>mente la cabeza<br />
ante la imagen <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> los Dolores, su corazón<br />
traspasado por siete puñales. Dentro <strong>de</strong> una caja sobredorada<br />
y con vidriera, una Virgen Madre aprieta contra su pecho al<br />
Divino Infante como para impedir que los ángeles que vuelan<br />
a su alre<strong>de</strong>dor puedan arrebatárselo.<br />
Sí, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse sometido a todo para conservar al<br />
inocente a su lado, jamás lo entregará para que otros lo críen,<br />
ni permitirá que Bautista se lo lleve como amenaza hacerlo en<br />
caso <strong>de</strong> que ella se reúna con su marido, aceptando la promesa<br />
<strong>de</strong> perdón y <strong>de</strong> olvido.<br />
No hay ninguna salida posible, sólo el sueño, que fi nalmente la<br />
<strong>de</strong>rrota mientras las campanas llaman a la misa. Como todos los<br />
días, don Pedro Salgar pedirá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el púlpito, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l dinero<br />
para la reconstrucción <strong>de</strong>l templo, el castigo <strong>de</strong> los escándalos e<br />
inmoralida<strong>de</strong>s, la impiedad y <strong>de</strong>más frenesíes <strong>de</strong>l siglo.<br />
64
Capítulo 3<br />
“A LO HECHO, PECHO”<br />
65
La República convocó su primer Congreso<br />
Constitucional para que comenzara a sesionar<br />
en la capital a partir <strong>de</strong>l 2 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1823; los<br />
representantes para el período <strong>de</strong> cuatro años <strong>de</strong>bían ser<br />
naturales <strong>de</strong> cada provincia, resi<strong>de</strong>ntes en su territorio durante<br />
los dos últimos años, propietarios <strong>de</strong> un bien raíz por valor<br />
<strong>de</strong> dos mil pesos o poseedores <strong>de</strong> una renta o usufructo <strong>de</strong><br />
quinientos pesos anuales; también podía ser electo quien se<br />
<strong>de</strong>sempeñara como “profesor <strong>de</strong> una ciencia” 56 . Pamplona<br />
<strong>de</strong>signó al sacerdote Lorenzo Santan<strong>de</strong>r, a Juan Bautista<br />
Valencia y a Miguel Valenzuela y así se publicó en la Gaceta<br />
<strong>de</strong> Colombia el domingo 24 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1822 57 . No<br />
siendo fácil encontrar sujetos que reunieran los requisitos<br />
exigidos, Pamplona hacía caso omiso <strong>de</strong> las actitu<strong>de</strong>s pasadas<br />
y, perdonando a Valenzuela su condición <strong>de</strong> emigrado realista,<br />
lo distinguía con la alta responsabilidad <strong>de</strong>l legislador.<br />
Antes <strong>de</strong> viajar a Bogotá para aten<strong>de</strong>r a su compromiso,<br />
teniendo ya en su po<strong>de</strong>r el dinero correspondiente a la partición<br />
<strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> la sociedad conyugal, el 12 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong><br />
1822, Miguel Valenzuela, haciendo constar sus calida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
“Abogado <strong>de</strong> los Tribunales <strong>de</strong> la República, Representante<br />
electo <strong>de</strong> ésta Provincia al Soberano Congreso y marido<br />
legítimo <strong>de</strong> la señora Micaela Mutis”, instauró causa penal<br />
por adulterio contra su mujer y Juan Bautista González en los<br />
siguientes términos:<br />
56 Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Colombia, sancionada el año <strong>de</strong> 1821, edición<br />
facsimilar, Bogotá, Banco Cafetero. 1971.<br />
57 Edición No. 58, domingo 24 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1822.<br />
67
Que por la sumaria información que con la<br />
solemnidad y juramentos necesarios exhibo, se<br />
comprueba el público y escandaloso amancebamiento<br />
adulterino e incestuoso que ha mantenido Juan Bautista<br />
González, casado y vecino <strong>de</strong> ésta ciudad con la citada<br />
mi esposa Micaela Mutis, por el cual <strong>de</strong>lito les acuso civil<br />
y criminalmente y en su consecuencia se ha <strong>de</strong> servir y<br />
proce<strong>de</strong>r inmediatamente a la prisión y seguridad <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>lincuentes y seguida la causa para todos los trámites<br />
legales, en su conclusión aplicarles las penas establecidas<br />
por las leyes.<br />
Igualmente se servirá usted pasar el embargo <strong>de</strong><br />
todos los bienes que se hallen en mi casa que habita<br />
la expresada Mutis, poniéndolos en seguro <strong>de</strong>pósito y<br />
compeliéndola a que los manifi este bajo <strong>de</strong> juramento,<br />
lo mismo que los <strong>de</strong> la pertenencia <strong>de</strong>l reo para que en<br />
su caso se apliquen a quien corresponda, conforme a<br />
<strong>de</strong>recho. Sobre cuyo particular y el perdimiento <strong>de</strong> dote<br />
y gananciales, lo mismo que <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la tenencia<br />
<strong>de</strong> los hijos, protesto formar artículo por separado<br />
conforme a la justicia...<br />
MIGUEL VALENZUELA<br />
San Juan Girón, noviembre 13 <strong>de</strong> 1822. 58<br />
Al plantear su acusación por el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> “público y<br />
escandaloso amancebamiento adulterino e incestuoso”<br />
procedía conforme a lo dispuesto por la ley, “que sólo permite<br />
esta acusación al marido, que no pue<strong>de</strong> acusar solamente a uno<br />
<strong>de</strong> los adúlteros vivos, más que a ámbos, adúltero y adúltera<br />
los ha <strong>de</strong> acusar o a ninguno”, haciendo el trámite “<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l<br />
juez seglar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cinco años contados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que sucedió<br />
el adulterio”.<br />
Planteada la acusación, otorgó po<strong>de</strong>r en Bucaramanga,<br />
“cumplido todo cuanto por <strong>de</strong>recho se requiere y es necesario”,<br />
a José Ignacio Ordóñez Rubira, esposo <strong>de</strong> su hermana<br />
58 Causa f4r.<br />
68
lgnacia Valenzuela, para que a su nombre y representando<br />
su propia persona, <strong>de</strong>rechos y aserciones, “...se presente por<br />
nominative y siguiere en la ciudad <strong>de</strong> Girón la causa que el<br />
po<strong>de</strong>rdante tiene pendiente en aquel juzgado ordinario por el<br />
<strong>de</strong>lito <strong>de</strong> adulterio incestuoso contra su esposa Micaela Mutis<br />
y el cómplice Juan Bautista González…” 59 ; tras esta acción<br />
comenzaron a cumplirse las instancias <strong>de</strong>l proceso en el cual<br />
se vieron comprometidos y llamados a servir <strong>de</strong> testigos<br />
muchos <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> Girón. Sus <strong>de</strong>claraciones, ceñidas<br />
al cuestionario que presentó el acusador, estuvieron dirigidas<br />
por una parte a probar el hecho y por otra, muy importante,<br />
a culpabilizar a Juan Bautista González. Se percibe en ello<br />
una forma <strong>de</strong> vindicta <strong>de</strong>l honor masculino, mancillado por<br />
otro hombre a través <strong>de</strong> la infi <strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> la esposa. Debieron<br />
respon<strong>de</strong>r bajo juramento las siguientes preguntas:<br />
—Si saben y les consta que es público y notorio,<br />
pública voz y fama en esta ciudad que Juan Bautista<br />
González casado y vecino y Micaela Mutis legitima<br />
mujer <strong>de</strong> mi parte, durante el tiempo <strong>de</strong> su ausencia han<br />
cometido el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> adulterio doble e incestuoso por<br />
ser parientes inmediatos y si han tenido un hijo que al<br />
tiempo <strong>de</strong> tres meses fué bautizado públicamente en esta<br />
santa Iglesia sirviendo <strong>de</strong> madrina la señora Marcelina<br />
García y <strong>de</strong> partera María Corzo.<br />
—Si saben y les consta o han oído <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> público<br />
y notorio que el <strong>de</strong>lincuente González se jactaba en las<br />
tertulias y lugares públicos diciendo que “aunque la<br />
manceba era vieja, como era goda y mujer <strong>de</strong> un godo,<br />
hacía un servicio a la patria en fornicarla”.<br />
Francisco Novoa, <strong>de</strong> 23 años, Francisco Tomás <strong>de</strong>l Barco,<br />
<strong>de</strong> 44, y Pablo Gómez, <strong>de</strong> 52, respondieron afi rmativamente<br />
a todas las preguntas. Segundo Prados y Vicente Navarro<br />
coincidieron con su respuesta afi rmativa a la primera y dijeron<br />
59 La Constitución <strong>de</strong> 1821, art. 188, <strong>de</strong>claraba “en fuerza y vigor las Leyes que hasta<br />
aquí han regido en todas las materias o puntos que directa o indirectamente no se opongan<br />
a ésta Constitución ni a los <strong>de</strong>cretos y leyes que expidiere el Congreso”. El juicio, por lo<br />
tanto, fue llevado según las leyes <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> Castilla.<br />
69
no conocer el contenido <strong>de</strong> la otra. Navarro adicionó su<br />
<strong>de</strong>claración con un “otro sí” para informar que:<br />
...en su casa a don<strong>de</strong> iban con mucha frecuencia<br />
González y la Mutis, estando una noche jugando<br />
fumillico, y él sentado en el brazo <strong>de</strong> la silla <strong>de</strong> ella, <strong>de</strong><br />
intento González apagó la luz, y al <strong>de</strong>clarante le pareció<br />
la estaba besando… 60 .<br />
Máximo García Salgar administrador <strong>de</strong> Correos, afi rmó:<br />
...que estando una noche sentado junto al portón <strong>de</strong><br />
la casa <strong>de</strong> la C. Micaela Mutis llegó el C. Juan Bautista<br />
González y me dijo: “parece que esta puta goda trata <strong>de</strong><br />
juntarse con el godo <strong>de</strong> su marido, pero putas sobran y<br />
voy a oponerme a que se lleve el muchacho...” 61 .<br />
Cumplidos estos trámites, el 16 <strong>de</strong> noviembre compareció<br />
Juan Bautista González, vecino <strong>de</strong> la ciudad, casado, <strong>de</strong> treinta<br />
y siete años, “su calidad noble, <strong>de</strong> ofi cio comerciante”, preso<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía tres días a pedimento <strong>de</strong>l señor Miguel Valenzuela<br />
por atribuirle que se halla amancebado con su mujer, y dijo:<br />
—Que es falso, que él ha tenido amistad mucha con<br />
la señora Micaela Mutis y que la ha servido cuando lo ha<br />
ocupado, pero que no ha incurrido en este crimen, pues<br />
la respeta mucho, y ni aun siquiera se lo ha propuesto y<br />
que si acaso ha parido habrá sido <strong>de</strong> otro.<br />
—Reconvenido ¿cómo niega una cosa tan pública y<br />
probada hasta la evi<strong>de</strong>ncia, cuando <strong>de</strong> la sumada consta<br />
ser el autor <strong>de</strong>l crimen? dijo que conoce a todos los<br />
tres testigos <strong>de</strong> vista, trato y comunicación, pero que el<br />
Sr. Francisco Novoa es primo hermano <strong>de</strong> su legítima<br />
mujer la señora María Josefa Navas y pariente con el que<br />
<strong>de</strong>clara en segundo grado <strong>de</strong> afi nidad… que el señor<br />
Pablo Gómez es su enemigo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año pasado que<br />
60 Causa, f274 v.<br />
61 Causa, t275 v.<br />
70
como juez ordinario intentó atropellarle su casa… que<br />
el señor Segundo Prados también es testigo tachado<br />
porque <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> su tío político el señor cura<br />
Vicario Don Pedro Salgar quien es el móvil o interesado<br />
en la presente causa… porque tambien es su enemigo.<br />
—Que ninguno <strong>de</strong> los testigos lo han visto dormir<br />
con dicha señora ni menos en la ejecución <strong>de</strong>l crimen:<br />
que lo pue<strong>de</strong>n haber visto entrar a su casa <strong>de</strong> día y <strong>de</strong><br />
noche, aún tar<strong>de</strong> en la noche, pero que ha sido con<br />
asunto que ha llevado a tratar sobre intereses y porque<br />
visitaba la casa con muchísima frecuencia porque ésta es<br />
su pariente inmediata. Que por la puerta falsa <strong>de</strong> la casa<br />
<strong>de</strong> la señora Mutis ha entrado dos o tres veces tar<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
la noche, pero que ha sido por servir secretamente a la<br />
señora Micaela Mutis, y aún a su marido que en pago<br />
ahora le acusa <strong>de</strong> criminal.<br />
—Repreguntado: si no supo que todo el pueblo y aun<br />
algunos habitantes <strong>de</strong> este canton le echaron la culpa <strong>de</strong><br />
que había empreñado a la señora Mutis porque tenían<br />
fundamentos para <strong>de</strong>cirlo, dijo: que si lo supo, y que con<br />
ese motivo <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> tratarla con la frecuencia que antes o<br />
casi con ninguna 62 .<br />
Se percibe en estas respuestas la existencia y aceptación<br />
en las costumbres locales <strong>de</strong>l compromiso “caballeresco” <strong>de</strong><br />
servir a la dama y la legítima posibilidad <strong>de</strong> hacerlo, concedida<br />
a los varones cercanos al círculo familiar, que son la base <strong>de</strong> la<br />
costumbre dieciochesca <strong>de</strong>l “cortejo”.<br />
El parentesco existente entre los acusados, <strong>de</strong>l cual se<br />
<strong>de</strong>riva el agravante <strong>de</strong> incestuosa con que se señala su relación,<br />
era tanto <strong>de</strong> consanguinidad como <strong>de</strong> afi nidad:<br />
—Lorenzo González <strong>de</strong>l Busto, abuelo <strong>de</strong> Juan Bautista<br />
González, era primo <strong>de</strong> la madre <strong>de</strong> Micaela Mutis, quien<br />
resultaba por lo tanto prima en segundo grado <strong>de</strong> Juan<br />
62 Causa, f6r y v.<br />
71
Isidro González. Como prima <strong>de</strong> su padre, Micaela Mutis<br />
se convierte en tía <strong>de</strong> Juan Bautista González; cuando no<br />
mediaba una <strong>de</strong>bida dispensa, se consi<strong>de</strong>raban incestuosas las<br />
relaciones hasta el cuarto grado <strong>de</strong> consanguinidad.<br />
Otras relaciones signifi cativas en la maraña <strong>de</strong> los<br />
parentescos que unían a los implicados en el caso se <strong>de</strong>rivaban<br />
<strong>de</strong> los siguientes enlaces:<br />
—Nieves Navas Cal<strong>de</strong>rón, esposa <strong>de</strong> José Mutis, y por<br />
consiguiente cuñada <strong>de</strong> Micaela, era tía <strong>de</strong> María Josefa Navas,<br />
mujer <strong>de</strong> Juan Bautista González.<br />
—lgnacia Serrano era simultáneamente suegra y cuñada<br />
<strong>de</strong> Juan Bautista González, por haberse casado en segundas<br />
nupcias con José María González, hermano <strong>de</strong> éste.<br />
Después <strong>de</strong> su primera audiencia, 17 <strong>de</strong> noviembre, el<br />
acusado pidió audiencia verbal y, al serle concedida, expresó:<br />
…que en el día <strong>de</strong> ayer se le olvidó <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
hace diez y ocho meses mas o menos se halla impotente<br />
lo que pue<strong>de</strong> probar y que como inocente <strong>de</strong>l crimen que<br />
se le atribuye suplica se le pregunte a la señora Micaela<br />
Mutis quién fue el autor <strong>de</strong>l hecho 63 .<br />
Quedaba planteado uno <strong>de</strong> los mayores obstáculos para la<br />
resolución <strong>de</strong> este juicio: la difi cultad <strong>de</strong> establecer las pruebas<br />
que inculparan sin lugar a dudas a González; para ello el<br />
actor tenía que basarse en lo que en <strong>de</strong>recho se <strong>de</strong>nominaba<br />
“vehementes sospechas”.<br />
Cada uno <strong>de</strong> los testigos y el acusado fi rmaron ante el<br />
escribano público interino, Rafael Novoa, quien para principios<br />
<strong>de</strong> diciembre había agotado la existencia <strong>de</strong> papel <strong>de</strong> tres<br />
sellos en la ciudad y los lugares inmediatos. No encontrándose<br />
tampoco <strong>de</strong>l <strong>de</strong> cuatro sellos y pese a que se consi<strong>de</strong>raban<br />
“enteramente nulas las diligencias que se hicieren en papel<br />
63 Causa, f242r y v.<br />
72
común”, el alcal<strong>de</strong>, por tratarse <strong>de</strong> un asunto criminal que no<br />
podía <strong>de</strong>morarse, tuvo que autorizarlo a usar papel corriente<br />
siempre y cuando se le estampara como membrete “Hacienda<br />
Pública”.<br />
La participación <strong>de</strong> mujeres en los juicios, a no ser que<br />
fueran acusadas, estaba limitada por varias disposiciones y<br />
aunque podían abogar por sí mismas, no podían hacerlo por<br />
otros 64 al estar legalmente impedidas para “estar en juicio<br />
haciendo o <strong>de</strong>fendiendo”, para que valiera lo que una mujer<br />
<strong>de</strong>clarara, ésta <strong>de</strong>bía contar con la licencia <strong>de</strong>l marido 65 . Para<br />
recibir la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> Bárbara Nieto <strong>de</strong>l Villar, esposa <strong>de</strong><br />
Mariano Serrano, maestro a quien se tildaba <strong>de</strong> “confi <strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong> Micaela Mutis” y <strong>de</strong> quien sospechaban “se había ocultado<br />
maliciosamente”, el Juzgado Ordinario procedió a darle una<br />
autorización especial 66 . Ella se limitó a <strong>de</strong>cir su edad, 20 años, y<br />
“que ignoraba en todas sus partes el contenido <strong>de</strong> la pregunta<br />
pues ella duerme en su casa y no en la <strong>de</strong> la Mutis”. La señora<br />
Marcelina García se negó a <strong>de</strong>clarar y no fue obligada 67 .<br />
Comparecieron en el juzgado <strong>de</strong> Girón, para respon<strong>de</strong>r al<br />
cuestionario citado, la partera María Corzo, Josefa <strong>de</strong>l Villar y<br />
las criadas Lucía y Merce<strong>de</strong>s. Sus <strong>de</strong>claraciones, salpicadas <strong>de</strong><br />
comentarios, amplían el conocimiento <strong>de</strong>l caso y <strong>de</strong> la manera<br />
como se vivió la relación entre los acusados.<br />
El 9 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1822 la esclava Lucía Ordóñez, mayor<br />
<strong>de</strong> 40 años, afi rmaba:<br />
…que Juan Bautista González continuamente se<br />
estaba conversando todas o las más noches hasta media<br />
noche con la señora Micaela Mutis en el zaguán <strong>de</strong> la<br />
64 Recopilación <strong>de</strong> Las Leyes <strong>de</strong> Castilla, Libro III, título III, De los Abogados y<br />
Procuradores.<br />
65 Íbid. Libro 1, título IV.<br />
66 Causa, f281 r.<br />
67 En los archivos parroquiales <strong>de</strong> Girón se encuentran dos mujeres que llevan ese<br />
nombre: Manuela Marcelina García, nacida en 1755, hija legítima <strong>de</strong> Antonio García y<br />
Margarita Haby, y María Marcelina García, nacida en 1812. Por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus<br />
actuaciones y las consi<strong>de</strong>raciones con que se la trata se <strong>de</strong>duce que la primera <strong>de</strong> ellas<br />
fue la madrina <strong>de</strong>l niño.<br />
73
casa y a oscuras sin encen<strong>de</strong>r la luz: que no los ha vido<br />
juntos en la cama porque dormía en pieza separada <strong>de</strong><br />
su señora quien cerraba y trancaba todas las puertas<br />
quedándose sola en la sala y que quien pue<strong>de</strong> dar noticias<br />
<strong>de</strong> esto es la negra Merce<strong>de</strong>s a quien ella llamaba para<br />
traer can<strong>de</strong>la, o encen<strong>de</strong>r luz tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche y que así<br />
era que la negra le contaba que sentía ruidos sin saber<br />
quien era...<br />
El día 10 se presentó Merce<strong>de</strong>s Rivas, <strong>de</strong> 16 años, a quien<br />
por ser menor <strong>de</strong> edad el Juzgado le nombró un tutor y<br />
curador, y dijo:<br />
...que tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche vido a Juan Bautista González<br />
<strong>de</strong>ntrar a la cama don<strong>de</strong> estaba acostada durmiendo su<br />
señora Micaela Mutis; que la primera <strong>de</strong>ntró por las<br />
tapias <strong>de</strong>l solar <strong>de</strong> la casa, y al pasar por la entresala don<strong>de</strong><br />
estaban durmiendo las dos criadas y la ama <strong>de</strong>l niño, las<br />
sintió y retrocedió para la sala don<strong>de</strong> dormía y estaba<br />
acostada la señora… que la que <strong>de</strong>clara al momento<br />
fué a encen<strong>de</strong>r la luz, la que con el achaque <strong>de</strong> mandar<br />
encen<strong>de</strong>r un tabaco la citada Mutis mandó apagar, pero<br />
que la exponente ya había visto a González acostado en<br />
la cama <strong>de</strong> su Señora.<br />
Que por la segunda vez volvió a <strong>de</strong>ntrar González<br />
por el solar y luego para <strong>de</strong>ntrar al aposento... quitó dos<br />
bolillos a la ventana que estaban safados. Que todo esto<br />
lo vido por tres veces <strong>de</strong>ntrar a la tienda y encerrarse<br />
a dormir allí; que en dos ocasiones también vido a<br />
González y la Mutis <strong>de</strong>ntrarse al cuarto que servía <strong>de</strong><br />
Administración <strong>de</strong> Correos, cerrar las puertas y quedarse<br />
a<strong>de</strong>ntro solos; que una vez fué <strong>de</strong> día y otra <strong>de</strong> noche,<br />
pretestando iban a escribir 68 .<br />
El día 11 <strong>de</strong> diciembre la señora María Josefa Villar, esposa<br />
<strong>de</strong> Agustín Nieto, mayor <strong>de</strong> cuarenta años y pariente en cuarto<br />
68 José María González Serrano, hermano <strong>de</strong>l acusado, fue el administrador general <strong>de</strong><br />
Correos <strong>de</strong> Girón durante el año <strong>de</strong> 1821. La ofi cina funcionaba en casa alquilada por su<br />
esposa.<br />
74
grado <strong>de</strong> consanguinidad con el doctor Miguel Valenzuela,<br />
dijo:<br />
…que estando en la casa <strong>de</strong> la señora Micaela Mutis<br />
acompañándola, en la pieza don<strong>de</strong> ella dormía, tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la<br />
noche oyó un murmullo <strong>de</strong> un hombre conversando con<br />
ella en su cama, que no lo vió quien era, pero sospecho<br />
siempre era Juan Bautista González que visitaba la casa<br />
con mucha frecuencia y por las conversaciones que oía<br />
por fuera sobre este amancebamiento...<br />
Ninguna <strong>de</strong> ellas sabía fi rmar y en su lugar tuvo que<br />
hacerlo el alcal<strong>de</strong> ordinario. En realidad, <strong>de</strong> todas las mujeres<br />
que participaron en este juicio, Micaela Mutis fue la única que<br />
pudo fi rmar su <strong>de</strong>claración, cumplida el 12 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong><br />
1822, en los siguientes términos:<br />
…que bien público es su nombre y apellido; mujer que<br />
era <strong>de</strong>l Dr. Miguel Valenzuela natural <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
avecindada en esta ciudad, <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 39 años, su calidad<br />
noble, su ofi cio coser, leer, escribir & y que hoy hace<br />
cuatro días se halla presa en ésta cárcel <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Sr.<br />
Alcal<strong>de</strong> Ordinario que la examina por pedimento <strong>de</strong>l Dr.<br />
José Ignacio Ordóñez Rubira, apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l que era su<br />
marido y que ignora el motivo cual sea. 69<br />
Se le leyeron íntegramente las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> los testigos<br />
<strong>de</strong>l sumario, se le preguntó si los conocía y dijo que sí los<br />
conocía.<br />
—Preguntada: si es cierto que durante la ausencia <strong>de</strong><br />
su marido ha cometido el crimen <strong>de</strong> adulterio doble e<br />
incestuoso con Juan Bautista González, casado y vecino<br />
<strong>de</strong> esta ciudad dijo: Que es falso que ella es muy cristiana<br />
que jamás ha pensado en amancebarse con un pariente,<br />
69 Con esta <strong>de</strong>claración estaba pasando por alto que la Constitución había <strong>de</strong>clarado<br />
extinguidos “todos los títulos <strong>de</strong> honor concedidos por el gobierno español”.<br />
75
que es cierto parió un niño, el que está criando, pero que<br />
está muy lejos <strong>de</strong> ser hijo <strong>de</strong> González 70 .<br />
—Preguntada: Cómo niega un crimen tan probado<br />
y tan público no sólo en ésta ciudad sino en los <strong>de</strong>más<br />
lugares <strong>de</strong>l cantón, cuando a su casa lo han visto <strong>de</strong>ntrar<br />
tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche y acostarse en su cama dijo: que es falso,<br />
que González no ha estado en su casa tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche<br />
y menos acostándose con ella, y ¿cuál <strong>de</strong> los testigos lo<br />
vieron o habló con el para que fuera conocido?<br />
—Preguntada: quien es el padre <strong>de</strong>l niño que ha<br />
parido, dijo: que un ofi cial <strong>de</strong> la República que pasó por<br />
aquí, y ella se pagó <strong>de</strong> él y él <strong>de</strong> ella, con cuyo motivo se<br />
entregó a él y resultó embarazada.<br />
—Preguntada cómo se llamaba éste ofi cial, dijo: que<br />
no se acuerda porque le interesaba poco, pues su hijo no<br />
había <strong>de</strong> llevar su apellido sino el <strong>de</strong> ella.<br />
—Reconvenida: ¿Cómo niega ser González el padre<br />
<strong>de</strong>l niño que ha parido, cuando los amores <strong>de</strong> éste y ella<br />
habían sido públicos y escandalosos, que su casa ningún<br />
otro vecino la frecuentaba con la satisfacción que él, dijo:<br />
que lo había querido como a pariente, como quiere al<br />
otro hermano 71 , pero no por interés <strong>de</strong> amores y que su<br />
casa en todos tiempos, señalado ha sido el que no la ha<br />
visitado y que González no tenía tánta satisfacción como<br />
se supone.<br />
—Hechos <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong> que <strong>de</strong>ntraban <strong>de</strong> día y <strong>de</strong><br />
noche ella y González a la tienda y a la pieza que servía <strong>de</strong><br />
Administración, cerraban la puerta y se quedaban solos<br />
por <strong>de</strong>ntro aún a dormir, dijo: que esto es una falsedad, y<br />
que sólo la negra Merce<strong>de</strong>s que ha estado loca en Canta<br />
y aún pa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> ramos <strong>de</strong> loquera viendo al diablo y<br />
70 El incesto se cometía al yacer “a sabiendas con su parienta <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cuarto grado,<br />
tanto <strong>de</strong> consanguinidad, como por afi nidad”. El incestuoso, a<strong>de</strong>más, podía ser acusado<br />
por cualquiera <strong>de</strong>l pueblo. Recopilación…, op. cit., TII, título XXVII, <strong>de</strong> los adulterios y<br />
<strong>de</strong>más <strong>de</strong>litos contra la castidad.<br />
71 José María González Serrano, viudo <strong>de</strong> Joaquina Mantilla Ordóñez, casado en<br />
segundas nupcias con lgnacia Serrano, viuda <strong>de</strong> Ignacio Navas Cal<strong>de</strong>rón.<br />
76
viendo fi guras diferentes pue<strong>de</strong> haber <strong>de</strong>clarado eso.<br />
Y ultimamente que ya tiene dicho quien es el padre<br />
<strong>de</strong>l niño 72<br />
A partir <strong>de</strong> la confesión inicial <strong>de</strong> Micaela a su marido,<br />
que se infi ere <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong> éste fechada en Pamplona el 22<br />
<strong>de</strong> septiembre don<strong>de</strong> dice “...tus hijos son testigos <strong>de</strong> mi<br />
enternecimiento al verte confesar que conoces tu situación<br />
lamentable y que tratas <strong>de</strong> refugiarte en Bogotá...” y por<br />
cuanto mantenía a su lado al hijo reconocido por la partida <strong>de</strong><br />
bautizo, no existió ninguna duda respecto a su infi <strong>de</strong>lidad. En<br />
esas condiciones la acusación se planteaba con el objeto <strong>de</strong><br />
castigarla y ello podía darse en varias formas: la vergüenza y el<br />
<strong>de</strong>shonor, la pérdida <strong>de</strong> la libertad y la <strong>de</strong> los bienes. Vergüenza<br />
y <strong>de</strong>shonor habían sido asumidos por Micaela Mutis mucho<br />
antes <strong>de</strong> iniciarse el juicio cuando <strong>de</strong>cidió conservar consigo<br />
al hijo adulterino. El día en que el alcal<strong>de</strong> Andrés Serrano,<br />
“asociado <strong>de</strong> cuatro sujetos <strong>de</strong> distinción” y <strong>de</strong> Rafael Novoa,<br />
escribano público interino <strong>de</strong>l Cabildo, pasaron a su casa<br />
para notifi carla <strong>de</strong> que sería <strong>de</strong>positada en una casa, la que<br />
ella eligiera, por no haber una pieza <strong>de</strong>cente y separada en<br />
la cárcel, como tampoco casa <strong>de</strong> Divorcio, los rechazó, “...<br />
hartando a todos <strong>de</strong> insultos <strong>de</strong> mucha gravedad… remitió<br />
el seguir al <strong>de</strong>pósito expresando que solamente arrastrando<br />
iría, diciendo que solamente en ella se reparaba este hecho <strong>de</strong><br />
que se le acusaba sin ser <strong>de</strong>lito y que sobre todo, ‘a lo hecho<br />
pecho…’”.<br />
Quedaban en vigencia las dos otras penas posibles: la<br />
prisión y la pérdida <strong>de</strong> su fortuna, y ello iba a dirimirse entre<br />
la Constitución y el Derecho Real.<br />
Ante la insistencia <strong>de</strong>l abogado Ordóñez Rubira, el<br />
alcal<strong>de</strong> procedió el 7 <strong>de</strong> diciembre a sacar a Micaela <strong>de</strong> su<br />
casa, cerrando con llave las puertas hasta que se hiciera el<br />
reconocimiento <strong>de</strong> sus intereses, y a <strong>de</strong>positarla en la <strong>de</strong> la<br />
72 Causa, f273r y v.<br />
77
señora Nepomucena Salas. El mencionado Ordóñez estimó<br />
al día siguiente que esa casa no era <strong>de</strong> su satisfacción por ser<br />
la dueña una señora <strong>de</strong> edad avanzada, enferma y viuda; por<br />
ser legal tal solicitud se dio a la acusada la opción <strong>de</strong> escoger<br />
otra casa “<strong>de</strong> honor y <strong>de</strong> respeto”, a lo cual se negó por ser<br />
las dos que le brindaron “una <strong>de</strong> un <strong>de</strong>clarante en mi sumario<br />
y la otra <strong>de</strong> un compadre e íntimo amigo <strong>de</strong>l apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong><br />
Valenzuela” y dijo que prefería quedarse en la cárcel y allí fue<br />
instalada en una pieza <strong>de</strong>cente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>l balcón 73 .<br />
Ante la gravedad <strong>de</strong> los acontecimientos, el día 10 <strong>de</strong><br />
diciembre su hermano Facundo Mutis Consuegra, resi<strong>de</strong>nte<br />
en Pie<strong>de</strong>cuesta, dirigía por ella el siguiente ofi cio al alcal<strong>de</strong><br />
ordinario:<br />
Micaela Mutis, Ante Vmd. en <strong>de</strong>bida forma <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>recho digo:<br />
que sin proce<strong>de</strong>r los requisitos prevenidos por la<br />
Constitución me ha arrestado V en la cárcel pública y<br />
puesto en incomunicación faltando por lo mismo a su<br />
<strong>de</strong>ber sagrado, cometiendo la mayor violencia y faltando<br />
a la práctica que favorece a las personas <strong>de</strong> mi sexo, con<br />
este hecho inconstitucional, me ha privado V <strong>de</strong> mi<br />
natural libertad. Yo reclamo la recuperación <strong>de</strong> aquel<br />
inestimable y exijo <strong>de</strong> V la observancia más puntual <strong>de</strong><br />
la Constitución y leyes protestándole <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora hacer<br />
cargo <strong>de</strong> cuanto me sea <strong>de</strong>bido conforme a <strong>de</strong>recho.<br />
También hago a Vmd presente que me ha sacado<br />
<strong>de</strong> mi casa usando <strong>de</strong> la violencia más inesperada sin<br />
practicar las diligencias respectivas que asegurasen mis<br />
intereses e hiciesen contar sus clases y número, sobre<br />
cuya falta y sus resultados, hago <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora todas las<br />
protestas y reservas que sean <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho. Solicitando<br />
cuanto me sea <strong>de</strong>bido legalmente. Por mi hermana.<br />
73 Causa, f300r.<br />
74 Causa f278r<br />
78<br />
FACUNDO MUTIS 74 .
Se introducía en su representación el nuevo espíritu <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>recho ciudadano consagrado por la Constitución sancionada<br />
en Cúcuta en 1821, en la cual se establecían los po<strong>de</strong>res<br />
ejecutivo, legislativo y judicial, señalando, como justifi caciones<br />
<strong>de</strong>l último, hacer que “...los asaltos <strong>de</strong> la intriga pierdan toda<br />
su fuerza y el rico todo su ascendiente… <strong>de</strong>stinado a dirimir<br />
imparcialmente nuestras contiendas, reprimir al malvado y<br />
favorecer la inocencia...”. Facundo Mutis, en nombre <strong>de</strong> su<br />
hermana, se acogía a lo dispuesto en el Título VIII, Artículo<br />
158, que dice: “Todo hombre <strong>de</strong>be presumirse inocente hasta<br />
que se le <strong>de</strong>clare culpado con arreglo a la Ley. Si antes <strong>de</strong><br />
esta <strong>de</strong>claratoria se juzga necesario arrestarle o pren<strong>de</strong>rle,<br />
no <strong>de</strong>be emplearse ningún rigor que no sea indispensable<br />
para asegurarse <strong>de</strong> su persona”, al Artículo 159, “ningún<br />
colombiano pue<strong>de</strong> ser preso sin que preceda información<br />
sumaria <strong>de</strong>l hecho, por el que merezca según la ley ser<br />
castigado con pena corporal”, y al Artículo 161, que señalaba<br />
los requisitos para que un ciudadano pudiera ser privado <strong>de</strong><br />
libertad, que consistían en “una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> arresto fi rmada por<br />
la autoridad a quien la Ley confi era este po<strong>de</strong>r, que la or<strong>de</strong>n<br />
exprese el motivo <strong>de</strong> la prisión y que se le intime y <strong>de</strong> una<br />
copia <strong>de</strong> ella”.<br />
Actuaba simultáneamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<br />
español que conceptuaba “aunque por lo común y en caso<br />
<strong>de</strong> duda tienen el mismo <strong>de</strong>recho las hembras que los<br />
varones, con todo, por cuanto las leyes se acomodan a lo que<br />
regularmente suce<strong>de</strong>, y por lo regular los varones exce<strong>de</strong>n en<br />
pru<strong>de</strong>ncia y constancia <strong>de</strong> ánimo a las hembras, y estas tienen<br />
la naturaleza mas fl aca”, concluyendo “que sólo los hombres<br />
son capaces <strong>de</strong> los ofi cios públicos y que a las hembras no les<br />
daña el no saber <strong>de</strong> leyes” 75 . Los <strong>de</strong>rechos constitucionales<br />
fueron continuamente invocados a lo largo <strong>de</strong>l proceso pero<br />
éste se llevó según el espíritu <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho español, como<br />
podrá observarse en las motivaciones en que se apoyan los<br />
jueces para dictar su sentencia.<br />
75 Recopilación… TI, libro I, título II.<br />
79
Al instaurar su acusación y pedir la prisión y el embargo <strong>de</strong><br />
los bienes <strong>de</strong> los acusados, reservándose a<strong>de</strong>más el <strong>de</strong>recho<br />
a solicitar el perdimento <strong>de</strong> la dote y los gananciales, así<br />
como la tenencia <strong>de</strong> los hijos, Miguel Valenzuela contra<strong>de</strong>cía<br />
todo cuanto había manifestado en sus cartas y a ese punto<br />
Micaela ha <strong>de</strong> regresar una y otra vez: su engañosa actuación<br />
al acce<strong>de</strong>r a la partición <strong>de</strong> bienes, que le era necesaria<br />
por cuanto el capital familiar estaba en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ella, para<br />
luego entablar <strong>de</strong>manda solicitando embargo, pérdida <strong>de</strong><br />
la dote y entrega <strong>de</strong> los gananciales. El recurso judicial que<br />
abruptamente interpuso el marido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber expresado<br />
benevolencia y comprensión fue como una rueda puesta a<br />
girar colina abajo, que terminaría arrollándolo cuando ya no<br />
pudiera <strong>de</strong>tenerla: con su nombramiento como <strong>de</strong>legado al<br />
Congreso Constituyente, la República estaba incorporando<br />
entre sus legisladores a un connotado realista, teniendo<br />
mayor consi<strong>de</strong>ración en sus estudios <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia que<br />
en su posición política durante la guerra <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,<br />
<strong>de</strong>cisión que suscitaba el <strong>de</strong>specho <strong>de</strong> quienes habían servido<br />
la causa <strong>de</strong> la libertad. De ello se aprovecharon sus enemigos<br />
para enviar al ejecutivo, a fi nales <strong>de</strong> diciembre, una carta<br />
anónima en los siguientes términos:<br />
…Creo ser <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>ber por el sagrado juramento y por<br />
la obligación que me impone la naturaleza <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />
mi patrio suelo cuando esté amenazado o en peligro <strong>de</strong><br />
repetirse las escenas que con dolor hemos visto ejecutar,<br />
patentizar a V.E. la conducta <strong>de</strong>l Dr. Miguel Valenzuela<br />
representante por Pamplona para el próximo Congreso;<br />
un hombre que en el año 10, cuando el establecimiento<br />
<strong>de</strong> juntas con su hermano Eloy disiparon las rentas<br />
separándose <strong>de</strong> la confe<strong>de</strong>ración común, fomentaron la<br />
división <strong>de</strong> los pueblos circunvecinos <strong>de</strong> que resultaron<br />
algunas muertes y fi nalmente juraron las Cortes <strong>de</strong> España<br />
cuyo documento les garantizó para con los españoles<br />
por lo que obtuvo el premio siendo asesor <strong>de</strong> gobierno<br />
español y con su infl ujo fueron perseguidos todos los<br />
sospechosos, los que no los sustuvieron en el imperio<br />
80
que a semejanza <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Hungría podía establecerse, como<br />
dijo una vez. Después que atesoró cuantas riquezas su<br />
intriga le proporcionó <strong>de</strong> Bulas, Alcabalas, Correos.<br />
exaciones a los infelices que mendigaban su amparo<br />
un tiempo <strong>de</strong> los españoles, sin darle cuenta a ninguna<br />
autoridad emigró para Ocaña huyendo <strong>de</strong> nuestras<br />
armas, resistió a los indultos siguiendo por el camino <strong>de</strong>l<br />
Presi<strong>de</strong>nte a Maracaybo y ni el armisticio lo obliga a ce<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> su capricho hasta que incautamente cae en el lazo<br />
<strong>de</strong> la revolución que la voluntad <strong>de</strong>l pueblo promovió;<br />
cercado <strong>de</strong> inconvenientes para seguir la suerte <strong>de</strong> los<br />
españoles se fi nge patriota con el Gobernador Delgado,<br />
lo obsequia, corteja su amistad para que no se le persiga<br />
como a emigrado. ¿Y que <strong>de</strong>spués sea el primero <strong>de</strong> los<br />
nombrados para regir a Colombia cuando aún lucha por<br />
su In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia? no <strong>de</strong>be creerse; y si este cáncer no se<br />
ataja, su encono dirá a la posteridad hasta aquí llego mi<br />
venganza… la República tiene sujetos muy dignos que la<br />
fomenten y no la arruinen, que no merecen se les irrogue<br />
este insulto <strong>de</strong> preferir a sus luces las <strong>de</strong> un enemigo...<br />
A<strong>de</strong>más, en el articulo 87 No.2 <strong>de</strong> la Constitución sobre<br />
las Cámaras <strong>de</strong> Representantes previenen que hayan <strong>de</strong><br />
tener dos años <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia en la Provincia...<br />
Cumpliendo como he dicho anteriormente me<br />
explico en estos términos ocultando mi nombre porque<br />
sospecho que el gran<strong>de</strong> infl ujo <strong>de</strong> este hombre y la<br />
opinión expuesta sea con el tiempo el motivo <strong>de</strong> mi<br />
ruina...” 76<br />
La lectura <strong>de</strong>l documento anterior <strong>de</strong>nota que el confl icto<br />
<strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l juicio que se a<strong>de</strong>lantaba en Girón afi ló y puso en<br />
uso todas las armas posibles; señala también la existencia <strong>de</strong><br />
una <strong>de</strong>uda constante, cuya cuenta <strong>de</strong> cobro estaba en la mano<br />
<strong>de</strong> quienes habían participado en las luchas <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,<br />
que con mayores o menores <strong>de</strong>rechos exigían la recompensa<br />
<strong>de</strong> su esfuerzo. Siendo tan vulnerable la posición política <strong>de</strong><br />
Miguel Valenzuela, llama la atención su resolución <strong>de</strong> atacar<br />
76 AGN, República, Historia, T6, f619r a 620v.<br />
81
mediante la interposición <strong>de</strong> un juicio. ¿Fue presionado<br />
a ello por las <strong>de</strong>safi antes actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> González? ¿Se sintió<br />
obligado a entablar la acción previniendo el menosprecio <strong>de</strong><br />
sus enemigos? ¿Como abogado experto en cánones consi<strong>de</strong>ró<br />
que podría manejar el juicio para resolverlo rápidamente a<br />
su favor? Según sus palabras, “…el último motivo que me<br />
<strong>de</strong>terminó a la acusación fue la <strong>de</strong>fensa que un concubinario<br />
opuso, cuando se le trataba <strong>de</strong> correjir; diciendo que cómo a<br />
González y a la Mutis nada se les <strong>de</strong>cía siendo casados y a él<br />
que es soltero se le persigue...”; es <strong>de</strong>cir, Valenzuela justifi caba<br />
su acción en la salvaguardia <strong>de</strong> la moral pública.<br />
Sin aventurar acusaciones ni <strong>de</strong>fensas, la lectura cuidadosa<br />
<strong>de</strong>l caso señala que sean cuales hayan sido los motivos para<br />
interponer la acusación criminal, el dinero fue el lenguaje<br />
escogido para canalizar el odio y expresar el resentimiento. Fue<br />
también el instrumento que <strong>de</strong>sató el nudo <strong>de</strong> este confl icto<br />
en don<strong>de</strong> la ley prestó a la venganza el vestido <strong>de</strong> la moralidad.<br />
Los bienes que entraron en el litigio tenían distintos<br />
orígenes: por una parte estaban los aportados por los esposos<br />
en el momento <strong>de</strong> su matrimonio, a los cuales se sumaban las<br />
herencias recibidas y los gananciales. Según las leyes españolas<br />
la dote entregada “para ayudar a sostener las cargas <strong>de</strong>l<br />
matrimonio” quedaba a disposición <strong>de</strong>l marido, quien <strong>de</strong>bía<br />
procurar su mayor fomento y <strong>de</strong>volverla en caso <strong>de</strong> disolución<br />
<strong>de</strong>l vínculo. Los gananciales, o sea el producto o incremento<br />
<strong>de</strong> la dote como resultado <strong>de</strong> la gestión a<strong>de</strong>lantada con los<br />
bienes dotales, pertenecían por igual al marido y a la esposa<br />
y también <strong>de</strong>berían ser <strong>de</strong>vueltos. En este caso, cuando se<br />
verifi có la partición <strong>de</strong> bienes, estos se dividieron entre dos,<br />
aceptando ella que una suma similar a su dote había sido<br />
aportada en calidad <strong>de</strong> arras por su marido en el momento <strong>de</strong><br />
efectuarse el contrato matrimonial, y sin consi<strong>de</strong>rar la suma<br />
adicional recibida como herencia materna.<br />
82
Otros dineros que no se habían incorporado en la partición<br />
se habían generado en diversas activida<strong>de</strong>s productivas y<br />
sobre ellas estuvo avisor el ojo <strong>de</strong> Valenzuela, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
antes <strong>de</strong> instaurar la causa y casi simultáneamente con la carta<br />
amorosa <strong>de</strong>l 1o. <strong>de</strong> octubre otorgó a Francisco Novoa po<strong>de</strong>r<br />
para embargarlas. Se trataba <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> la actividad<br />
comercial que Micaela, como lo había hecho su madre María<br />
Ignacia veinte años antes, tras la ausencia <strong>de</strong>l marido había<br />
emprendido por su cuenta y con alto riesgo. Así se <strong>de</strong>duce <strong>de</strong> la<br />
reclamación que como principal <strong>de</strong>udora obligada presenta en<br />
abril <strong>de</strong> 1821, conjuntamente con su fi ador Francisco Tomás<br />
<strong>de</strong>l Barco, por el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>rías que su hijo Francisco<br />
María transportaba y que llegaron mojadas y pudriéndose<br />
tras haber sido embargadas en El Pedral por “atribuírsele ser<br />
dueño <strong>de</strong> una carga <strong>de</strong> tabaco <strong>de</strong> contrabando” 77 .<br />
Valenzuela estaba al tanto <strong>de</strong> estos negocios y aun él<br />
mismo había sido intermediario <strong>de</strong> un envío <strong>de</strong> mercancías<br />
pertenecientes al comerciante Rafael González por valor <strong>de</strong><br />
485 pesos; sabía también que José Antonio Valdivieso, quien<br />
había llevado 18 cargas <strong>de</strong> cacao <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> Micaela<br />
para ven<strong>de</strong>rlas en la Provincia <strong>de</strong> Antioquia, llegaría <strong>de</strong> un<br />
momento a otro con su valor invertido en otros artículos, para<br />
luego partir las utilida<strong>de</strong>s. Por ello, el 5 <strong>de</strong> octubre se ocupó <strong>de</strong><br />
solicitar el embargo, pese a lo cual, cuando Valdivieso regresó<br />
a Girón el 10 <strong>de</strong> noviembre, se negó a <strong>de</strong>positar el cargamento<br />
alegando que, según el contrato estipulado con la señora<br />
Mutis, habiéndosele confi ado, él mismo <strong>de</strong>bería ven<strong>de</strong>rlo.<br />
Las cuentas presentadas sobre los 1.080 pesos en que se<br />
vendieron las dieciocho cargas <strong>de</strong> cacao a razón <strong>de</strong> 60 cada<br />
una, una vez <strong>de</strong>ducidos 445 pesos 5 reales por transportes,<br />
sisa, alcabala y alimentación, <strong>de</strong>jaban un saldo <strong>de</strong> 644 pesos 3<br />
reales <strong>de</strong> ganancia. Esta suma se había invertido en la compra<br />
<strong>de</strong> cera <strong>de</strong> Castilla, botijas <strong>de</strong> vino seco, damasanas <strong>de</strong> vino<br />
<strong>de</strong> Málaga y <strong>de</strong> aguardiente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> acero, fi erro y plomo.<br />
77 Notaría Única Girón, Protocolos y Escrituras, l822 a 1825, f109r.<br />
83
Después <strong>de</strong> vendidas estas mercancías quedó la suma <strong>de</strong> 600<br />
pesos como utilidad <strong>de</strong>l negocio para repartirla entre la señora<br />
Mutis y Valdivieso. Por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l juzgado, la parte <strong>de</strong> ella se<br />
entregó el 21 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1823 al apo<strong>de</strong>rado Ordóñez Rubira,<br />
quien la reclamó arguyendo que “…no habiéndose <strong>de</strong>clarado<br />
el divorcio, tenía Valenzuela el <strong>de</strong>recho a la posesión <strong>de</strong> todo<br />
el caudal...” 78 .<br />
El inventario y embargo <strong>de</strong> los bienes que se encontraban<br />
en la casa <strong>de</strong> balcón situada en la plaza, resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Micaela<br />
Mutis, se hizo el 9 <strong>de</strong> diciembre y la calidad <strong>de</strong> los objetos<br />
enumerados <strong>de</strong>muestra que las alhajas y piezas <strong>de</strong> valor se<br />
habían sacado con anterioridad, por lo cual Ordóñez Rubira<br />
afi rmaba que no “<strong>de</strong>jó estaca en pared”.<br />
De lo que allí quedó se levantó un inventario en el cual<br />
fi guran: dos tarimas y dos canapés forrados en vaqueta, ocho<br />
sillas y tres taburetes, tres sillas <strong>de</strong> sentarse, una cómoda, una<br />
tarima ancha y un tinajero, cinco mesas, dos catres <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />
un bufete, un guardabrisa <strong>de</strong> cristal, dos can<strong>de</strong>leros <strong>de</strong> metal<br />
amarillo, un escaño, dos fondos <strong>de</strong> cobre, una romana <strong>de</strong><br />
fi erro, una jeringa <strong>de</strong> cobre, un almofrej, un armazón <strong>de</strong> catre,<br />
un sillón con sus chapetas <strong>de</strong> plata, tres frenos <strong>de</strong> fi erro, un<br />
hacha, una olleta <strong>de</strong> cobre mediana, una frasquera <strong>de</strong> cristal,<br />
cinco ban<strong>de</strong>jas <strong>de</strong> china, veintiún platos í<strong>de</strong>m, diez platicos<br />
dulceros, siete pocillos, una taza y una taquera <strong>de</strong> china, cuatro<br />
cuchillos, catorce tenedores <strong>de</strong> acero, ciento treinta y un libros<br />
<strong>de</strong> diferentes obras y cinco mapas <strong>de</strong> papel 79 .<br />
Para obtener el dinero efectivo, el 18 <strong>de</strong> diciembre Miguel<br />
Valenzuela expresaba ante el juzgado que “conforme a la<br />
Ley la mujer casada que adultera pier<strong>de</strong> la dote que aporté<br />
al matrimonio y los gananciales adquiridos todo en favor<br />
<strong>de</strong>l marido ofendido” y pedía se le exigiese en juramento<br />
<strong>de</strong>claración para saber “en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> que persona se hallan las<br />
78 Causa, f327r.<br />
79 Causa, f277r.<br />
84
cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dote y gananciales que la correspondieron con<br />
los más bienes que ha ocultado pertenecientes a la compañía<br />
conyugal...”. Fue éste el punto en que ella volvió a sentir lo<br />
que <strong>de</strong>nominaba una “cierta novedad en la sangre”, que la<br />
conducía siempre e inexorablemente a rebelarse y así lo hizo<br />
en el juzgado, don<strong>de</strong> dijo:<br />
Que las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dote y gananciales... las tiene<br />
en seguridad, enterradas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su casa y no las ha<br />
querido confi ar a persona alguna y que no las entrega<br />
por ser suyas propias. Que <strong>de</strong> los bienes muebles, no ha<br />
ocultado otra cosa que el sillon <strong>de</strong> su uso, el que vendió<br />
y se halla muy lejos <strong>de</strong> esta ciudad. Ultimamente que el<br />
dinero enterrado ofrece entregarlo cuando con dictamen<br />
<strong>de</strong> asesor letrado lo man<strong>de</strong> la justicia Ordinaria 80 .<br />
Al fi nalizar el año <strong>de</strong> 1822, encontrándose recluida en la<br />
cárcel <strong>de</strong> Girón con todos sus bienes embargados, Micaela<br />
solicitaba al alcal<strong>de</strong> le fueran fi jados alimentos y litis expensas,<br />
“exigiendo la proteccion que prescriben las leyes en benefi cio<br />
<strong>de</strong> los oprimidos”. La lucha que se había planteado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
marco <strong>de</strong> la ley tendría <strong>de</strong> allí en a<strong>de</strong>lante más relación con el<br />
dinero que con el honor o el amor. Sería una guerra a muerte.<br />
Un día <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber tenido que salir <strong>de</strong> su casa,<br />
Micaela recibió un baúl con su ropa que le llevó Feliciano<br />
Ruiz hasta la casa <strong>de</strong> Nepomucena Salas. No parecía que lo<br />
hubieran registrado y si así fuera, no importaba... ¿acaso tenía<br />
algo que no estuviera ya en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> todos? Sus secretos, sus<br />
angustias, su verdad y su mentira <strong>de</strong>ambulaban en boca <strong>de</strong><br />
peones y sirvientas.<br />
Mientras fue revisando su contenido, cada trozo <strong>de</strong> tela,<br />
cada prenda y cada papel la ayudaron a salir <strong>de</strong> allí, hacia<br />
un mundo en don<strong>de</strong> tampoco había sido feliz… el almaizal<br />
rosado, chorreado y con fl ecos <strong>de</strong> oro que llevó el día <strong>de</strong>l<br />
matrimonio, la saya y el guardapiés <strong>de</strong> brocado azul que<br />
80 Causa, f297r.<br />
85
jamás volvió a usar, porque diez meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la boda, en<br />
noviembre <strong>de</strong> 1801, nació Pablo Antonio y su cintura jamás<br />
volvió a ser la misma. Su madre había insistido en dotarla con<br />
ropas ricas, traídas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cartagena para ese único día, “...pues<br />
no queda que quedase por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las Carreazos, ni que nadie<br />
tuviera que preguntarse por la pata puso ese huevo...”. Pero<br />
mientras la hija se ilusionaba con una <strong>de</strong>lgada túnica <strong>de</strong> gasa<br />
estilo imperio y un rico chal <strong>de</strong> Oriente, su madre le impuso las<br />
telas pesadas y el amplio miriñaque ya en <strong>de</strong>suso y le compró<br />
enaguas blancas, polleras y camisas como para toda la vida,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ricas sayas <strong>de</strong> terciopelo y tafetán, medias <strong>de</strong> hilo<br />
y medias <strong>de</strong> capullo, pantufos <strong>de</strong> terciopelo guarnecidos con<br />
piedras y con puntera <strong>de</strong> plata y hasta pañuelos <strong>de</strong> moncelineta<br />
<strong>de</strong> 18 pesos. ¿Para qué, para quién?<br />
Sacó <strong>de</strong> la cajeta el abanico <strong>de</strong> varillas <strong>de</strong> marfi l con la<br />
vista <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> danzantes frente al Alcázar <strong>de</strong> Córdoba<br />
pintada sobre fi na tela, que le envió su hermano Facundo<br />
con el esclavo que le donó a manera <strong>de</strong> dote voluntaria:<br />
“Estás acostumbrada a que te sirvan y sabes mandar”, le<br />
dijo ceremoniosamente. Junto a la gorrita tejida en hilo que<br />
habían usado todos sus hijos al nacer salió un bolsillo en<br />
don<strong>de</strong> conservaba los mechoncitos rubios y los primeros<br />
dientes <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos; salieron también dos paquetes<br />
<strong>de</strong> cartas amarillentas, enviadas por Sinforoso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cádiz<br />
y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cartagena, gran<strong>de</strong>s servilletas <strong>de</strong> lino bordadas, un<br />
rascamoños <strong>de</strong> marfi l que le trajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cuba su cuñada<br />
Ángela y un juego <strong>de</strong> peinetas con incrustaciones <strong>de</strong> perlas<br />
falsas que le había regalado Dominga. Se las mandó envueltas<br />
en un papelito, recordándole —veinte años <strong>de</strong>spués— la<br />
indignación <strong>de</strong> la beata Lucía al encontrar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong><br />
oraciones <strong>de</strong> Micaela la fórmula para componer a una mujer<br />
hermosa:<br />
...tres cosas blancas: cutis, dientes, manos; tres<br />
negras: ojos, cejas y pestañas; tres coloradas: labios,<br />
mejillas y uñas; tres largas: cuerpo, cabellos, manos; tres<br />
cortas: dientes, orejas, piés; tres anchas: pecho, frente y<br />
86
entrecejo, tres estrechas: boca, cintura y empeine; tres<br />
gruesas: brazo, muslo y pantorrilla; tres <strong>de</strong>lgadas: <strong>de</strong>dos,<br />
cabellos, labios; tres pequeñas: pechos, nariz, cabeza...<br />
Esa fue la gota <strong>de</strong> rebeldía que colmó la copa <strong>de</strong>l tío Celestino<br />
y la que <strong>de</strong>cidió su regreso a Bucaramanga. Bucarama, como<br />
pretendía su cuñado Eloy, siempre estrafalario; al llegar allí<br />
comprendió que a sus espaldas los intrigantes miembros <strong>de</strong>l<br />
Cabildo <strong>de</strong> Girón, comandados por don Manuel García y en<br />
asocio <strong>de</strong> su madre, proyectaban arreglarle unos esponsales,<br />
nada menos que con don Sebastián Rubira, alcal<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong><br />
segundo voto <strong>de</strong> Bucaramanga, vinculado a ellos por familia y<br />
alianzas políticas. Nuevamente tachada <strong>de</strong> rebel<strong>de</strong>, lo rechazó,<br />
cediendo más tar<strong>de</strong> a las solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Miguel Valenzuela,<br />
administrador subprincipal <strong>de</strong> Correos <strong>de</strong> Girón, asesor <strong>de</strong><br />
todos los pleitos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se promovían en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los<br />
intereses <strong>de</strong> los cabildantes, cuya atildada presencia y elegante<br />
uso <strong>de</strong>l bastón, por entonces concedido a los funcionarios <strong>de</strong><br />
correos, le parecieron notables 81 .<br />
Lo que ella no aceptó en ninguna forma fue trasladarse a<br />
Mompox cuando su marido solicitó una plaza allí y en 1802 lo<br />
hizo <strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> su postulación al cargo <strong>de</strong> teniente asesor <strong>de</strong> la<br />
justicia en esa ciudad 82 , para lamentarlo <strong>de</strong>spués cuando a raíz<br />
<strong>de</strong> los pasquines insultando a su marido que fi jaron durante<br />
la Semana Santa <strong>de</strong> 1803, percibió los odios y enemista<strong>de</strong>s<br />
con que cargaba Miguel, seguramente como consecuencia<br />
<strong>de</strong> su ofi cio <strong>de</strong> asesor <strong>de</strong> la justicia en Girón, San Gil y<br />
Socorro. Mientras sus amigos lo conceptuaban como “sujeto<br />
pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> bastante literatura… notorio por su arreglada<br />
conducta y buena fama...”, los <strong>de</strong>tractores se quejaban <strong>de</strong>l<br />
“...ascendiente que tiene en la mayor parte <strong>de</strong> los regidores<br />
por ser parientes…”, <strong>de</strong> su dominio sobre el alcal<strong>de</strong> y <strong>de</strong> sus<br />
resentimientos 83 .<br />
81 AGN, Colonia, Contrabandos-Cartas, Real Or<strong>de</strong>n concediendo el uso <strong>de</strong> bastón a los<br />
funcionarios <strong>de</strong>l Correo. f764r a 767v.<br />
82 AGN, Contrabandos-Cartas, T13, f712v a 716r.<br />
83 AGN, Colonia, Empleados Públicos, T4, f883r.<br />
87
Habían pasado ya veinte años, pero en su baúl aún se<br />
mezclaban los rencores con las olandillas y los rasos, y las<br />
lágrimas con piezas <strong>de</strong> puntibies y cintas <strong>de</strong> aguas compradas<br />
para coserle unos vestidos a María <strong>de</strong> los Dolores. Entre<br />
un pañuelo gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> cholete fi no estaban los zarcillos <strong>de</strong><br />
oro y corales, regalo que Bautista le trajo <strong>de</strong> Mompox el año<br />
pasado... con ocasión <strong>de</strong> ese viaje, como prenda <strong>de</strong> pasión<br />
y contra para el mal <strong>de</strong> ausencia, habían intercambiado un<br />
ramillete <strong>de</strong> sus vellos íntimos en inconfesable arrebato que<br />
todos terminaron conociendo cuando pasó a ser parte <strong>de</strong> la<br />
indagatoria a Antonio Navarro, el socio en esa excursión 84 .<br />
Cada día <strong>de</strong> separación fueron dos <strong>de</strong> tormento y al regreso<br />
el <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l pecado, la obsesión por el musculoso cuerpo<br />
<strong>de</strong>l jinete, intuido entre las sombras <strong>de</strong> su alcoba siempre<br />
cerrada, reconocido por las manos y la boca sin haberlo visto<br />
jamás.<br />
¿Debió negarse esa única felicidad? Sí.<br />
¿Hubiera podido hacerlo?<br />
84 Causa, f272r.<br />
88
Capítulo 4<br />
TÚ DEMANDAS,<br />
YO RECUSO<br />
89
Como primera respuesta a las acciones <strong>de</strong> Valenzuela,<br />
los acusados interpusieron excepciones dilatorias<br />
con el propósito <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir o enervar la <strong>de</strong>manda. La<br />
primera <strong>de</strong> ellas, <strong>de</strong>clinar al juez por incompetencia, la planteó<br />
González en ofi cio dirigido al gobernador <strong>de</strong> la provincia el<br />
19 <strong>de</strong> noviembre 85 . Por no existir un asesor letrado en Girón<br />
para aconsejar al alcal<strong>de</strong> en la administración <strong>de</strong> justicia como<br />
lo exigía la ley sobre organización <strong>de</strong> tribunales y juzgados 86 ,<br />
el alcal<strong>de</strong> Serrano <strong>de</strong>bió enviaren ese mismo mes un correo<br />
extraordinario para llevar el expediente a consulta <strong>de</strong>l doctor<br />
José María Baloco, resi<strong>de</strong>nciado en el Socorro.<br />
Aunque en ciuda<strong>de</strong>s más próximas residían asesores<br />
idóneos, fue necesario hacerlo así ante la renuencia y<br />
difi culta<strong>de</strong>s que éstos opusieron a participar en el asunto: el<br />
doctor Eusebio García Salgar, resi<strong>de</strong>nte en Bucaramanga, se<br />
ausentó hacia Cácota <strong>de</strong> Matanza; el doctor Joaquín Suárez,<br />
sacerdote <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta, se excusó por compromisos <strong>de</strong><br />
trabajo; a los letrados Joaquín Vargas, sacerdote resi<strong>de</strong>nte<br />
en San Gil, y Jacinto María Ramírez, radicado en el Socorro,<br />
el acusado, en nueva acción dilatoria, los recusó por<br />
“sospechosos”. Por lo tanto, un hombre contratado y pagado<br />
por González, quien por haber promovido la consulta <strong>de</strong>bía<br />
asumir su costo, llevó la causa hasta el Socorro y <strong>de</strong> allí hasta<br />
Chiquinquirá en don<strong>de</strong> se encontraba el doctor Baloco, quien<br />
85 Causa, f17r.<br />
86 “En las causas criminales y en <strong>de</strong>mandas civiles que excedan la cuantía <strong>de</strong> 25 pesos<br />
no se pronunciarán juicios sin dictamen <strong>de</strong> Asesor Letrado”.<br />
91
el 22 <strong>de</strong> noviembre fi rmó la respuesta a la consulta que se<br />
le había dirigido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Girón. Recomendaba la prisión <strong>de</strong><br />
ambos acusados sin posibilidad <strong>de</strong> excarcelación bajo fi anza,<br />
atenuando la <strong>de</strong> ella con la recomendación <strong>de</strong> que se cumpliera<br />
en una casa particular o en un monasterio.<br />
Juan Bautista González, en prisión <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 13 <strong>de</strong><br />
noviembre, dirigía personalmente su pleito apoyado en un<br />
Manual <strong>de</strong> la práctica forense, y en la experiencia adquirida por<br />
los innumerables pleitos a<strong>de</strong>lantados a lo largo <strong>de</strong> su vida<br />
y particularmente durante su año <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> ordinario. Hijo<br />
<strong>de</strong> Juan Isidro González Puyana y <strong>de</strong> Justa Serrano y Durán,<br />
gentes <strong>de</strong> capital y prestigio, se reputaba como “noble”;<br />
habituado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> joven al manejo <strong>de</strong> dinero, <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong><br />
pleitos, había ostentado algunas dignida<strong>de</strong>s locales como la <strong>de</strong><br />
regidor fi el ejecutor <strong>de</strong>l Cabildo municipal, juez conservador<br />
<strong>de</strong> la renta <strong>de</strong> Aguardientes, y había sido representante <strong>de</strong><br />
Girón al Colegio <strong>de</strong> Pamplona hasta cuando la Villa, bajo<br />
el gobierno <strong>de</strong> don Eloy Valenzuela, se in<strong>de</strong>pendizó <strong>de</strong> la<br />
provincia. Por entonces y hasta 1819, se había ausentado <strong>de</strong><br />
la ciudad, ubicándose entre Socorro y Zapatoca, época en la<br />
cual se sigue su trayectoria por escrituras <strong>de</strong> compraventa <strong>de</strong><br />
esclavos y otros negocios y <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> menor cuantía.<br />
Después <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia regresó a Girón, en don<strong>de</strong> él<br />
y Francisco Tomás <strong>de</strong>l Barco fueron electos primeros alcal<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la República para el año <strong>de</strong> 1820. De sus gestiones como<br />
alcal<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong> primer voto se <strong>de</strong>staca la tendiente a que la<br />
población <strong>de</strong> Bucaramanga fuera agregada a Girón, propuesta<br />
que revivía un largo confl icto que había enfrentado a las dos<br />
poblaciones en los últimos años <strong>de</strong>l siglo anterior 87 . En 1821,<br />
tras pagar mil pesos <strong>de</strong> fi anza, obtuvo junto con su hermano<br />
José María la concesión <strong>de</strong>l estanco <strong>de</strong> aguardientes <strong>de</strong> Girón.<br />
87 AGN, Colonia, Correos Santan<strong>de</strong>r, TV, 1800: El cabildo <strong>de</strong> Girón y la <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong><br />
Juan Buenaventura Ortiz, f440-49.<br />
92
Instigado por su temperamento, aun estando preso<br />
provocaba continuamente a las autorida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>safi aba a<br />
sus acusadores, olvidando lo comprometido <strong>de</strong> su situación.<br />
A comienzos <strong>de</strong> diciembre había escandalizado —una vez<br />
más— a las gentes <strong>de</strong> Girón al agraviar al cura Eloy Valenzuela<br />
en el momento en que salía <strong>de</strong> ofi ciar misa, gritándole entre<br />
otras cosas “...pícaro, godo, carajo, monigote, in<strong>de</strong>cente...”, e<br />
invitándolo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el balcón <strong>de</strong> la cárcel, situada en la casa <strong>de</strong>l<br />
Cabildo al otro lado <strong>de</strong> la plaza, a pelear con él 88 .<br />
Antes <strong>de</strong> que regresara Juan Antonio Mantilla, correo<br />
extraordinario que portaba el expediente enviado en consulta<br />
hasta Chiquinquirá, los interesados supieron que el concepto<br />
<strong>de</strong>l asesor les era adverso, infi <strong>de</strong>ncia posible por la calidad y<br />
extensión <strong>de</strong> sus relaciones. Con la pretensión <strong>de</strong> impedir que<br />
la sentencia se dictara con el rigor aconsejado por el doctor<br />
Baloco, en la noche <strong>de</strong>l 5 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1822 Juan Bautista<br />
González escaló la cárcel, robó la causa y marchó hacia Bogotá<br />
en don<strong>de</strong> presumía po<strong>de</strong>r arreglar la situación. Iba a quejarse<br />
<strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Girón y <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong> justicia local,<br />
justamente ante quienes trabajaban en la organización <strong>de</strong> los<br />
tribunales.<br />
El plan fue relativamente sencillo: el mismo día en la<br />
mañana, en un lugar <strong>de</strong>nominado “La Mano <strong>de</strong>l Negro”,<br />
muy cercano a la vecina población <strong>de</strong> Floridablanca, José<br />
Ignacio Anidos, hombre <strong>de</strong> confi anza <strong>de</strong> González, <strong>de</strong>tuvo<br />
a Mantilla y le pidió el encargo que portaba, indicándole<br />
que permaneciera allí hasta que se lo regresara. Mantilla,<br />
<strong>de</strong>scrito por su <strong>de</strong>fensor como “un hombre silvestre, apenas<br />
un jornalero, carente <strong>de</strong> malicia… hecho a obe<strong>de</strong>cer… y a<br />
mayor abundamiento ebrio <strong>de</strong> profesión...”, acató la or<strong>de</strong>n<br />
proveniente <strong>de</strong> quien lo había contratado, entregó los papeles<br />
que en calidad <strong>de</strong> correo extraordinario portaba y entretuvo<br />
el día en la tienda <strong>de</strong> Floriano Arenas bebiendo aguardiente<br />
y la noche durmiendo su borrachera. Al amanecer <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong><br />
88 Causa, f376v a 377r.<br />
93
diciembre llegaron el prófugo y Anidos, le <strong>de</strong>volvieron el<br />
encargo que él guardó en su mochila y sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />
partida <strong>de</strong> González se percató <strong>de</strong> que en un <strong>de</strong>scuido suyo se<br />
lo habían quitado nuevamente.<br />
Al llegar a Girón con la noticia y sin el expediente, Máximo<br />
García Salgar, administrador <strong>de</strong> Correos y uno <strong>de</strong> los testigos<br />
<strong>de</strong>l acusador en el juicio por adulterio, lo llevó a casa <strong>de</strong> su<br />
tío, el cura Pedro Salgar, en don<strong>de</strong> “habiéndole besado la<br />
mano y aún estando arrodillado, dicho Sr. Dr Salgar le tiró<br />
dos pescozones que recibió en la cara y le insultó diciéndole<br />
perro pícaro y mandándole al Administrador <strong>de</strong> Correos<br />
lo trajera a la cárcel como en efecto lo hizo...”. También<br />
encarcelaron a José Ignacio Anidos, cómplice <strong>de</strong> González en<br />
la fuga, y a ambos les remacharon grillos y les embargaron sus<br />
miserables propieda<strong>de</strong>s. Entre tanto, González, acompañado<br />
<strong>de</strong> Alejos Forero, peón <strong>de</strong> estribo a quien pagó diez pesos por<br />
acompañarlo, subía a la Sabana <strong>de</strong> Bogotá 89 .<br />
El robo <strong>de</strong>l ofi cio con el concepto <strong>de</strong>l letrado junto<br />
con los 25 folios que hasta ese momento conformaban el<br />
expediente añadió al caso elementos <strong>de</strong> confl icto, retardó su<br />
trámite, endureció la posición <strong>de</strong> los jueces y terminó dándole<br />
una difusión extraordinaria al involucrar a las autorida<strong>de</strong>s<br />
provinciales <strong>de</strong>partamentales, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la Alta Corte <strong>de</strong><br />
Justicia.<br />
El Cabildo <strong>de</strong> Girón eligió a Félix Ramón Serrano y Durán<br />
alcal<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong> primer voto para el año <strong>de</strong> 1823; como<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus funciones estaba la administración <strong>de</strong> justicia, le<br />
correspondía asumir este caso, quizá el más complejo que huera<br />
pasado por aquel <strong>de</strong>spacho. Una <strong>de</strong> sus primeras <strong>de</strong>cisiones,<br />
ante los continuos reclamos <strong>de</strong> Micaela Mutis <strong>de</strong> hallarse<br />
reducida a “prisión inconstitucional”, <strong>de</strong>bía ser resolver si se<br />
autorizaba su excarcelación bajo fi anza. Experimentado en el<br />
89 AGN, República, Criminales, TII, f2r a 121r., “Causa criminal contra el ciudadano<br />
Juan Bautista González, José Ignacio Anidos y Juan Antonio Mantilla por atentados<br />
cometidos contra la renta <strong>de</strong> Correos”. En a<strong>de</strong>lante Causa <strong>de</strong>l Correo.<br />
94
ofi cio que había <strong>de</strong>sempeñado veinte años atrás y conocedor<br />
<strong>de</strong> los problemas que se ganaría al encargarse <strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong><br />
adulterio, el 4 <strong>de</strong> enero se <strong>de</strong>claró impedido y pasó el asunto a<br />
Enrique Prada, alcal<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong> segundo voto. Motivó su<br />
impedimento en que Juan Bautista González, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser<br />
su sobrino carnal, se <strong>de</strong>claraba su enemigo. La responsabilidad<br />
que caía sobre Prada en su calidad <strong>de</strong> juez lego era tan<br />
compleja que quizá <strong>de</strong>seó cualquiera <strong>de</strong> los impedimentos<br />
establecidos por la ley para ejercer como juez: ser loco, fatuo,<br />
mudo, sordo, ciego, pródigo, enfermo habitual o mujer, con<br />
tal <strong>de</strong> evadir el cúmulo <strong>de</strong> problemas que veía venir. La natural<br />
avi<strong>de</strong>z pública ante los <strong>de</strong>litos “contra la castidad” se había<br />
exacerbado por ser todos los actores personas <strong>de</strong> fortuna y<br />
abolengo, pertenecientes a la “nobleza” local, en usufructo <strong>de</strong><br />
privilegios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muchas generaciones atrás.<br />
El adulterio, cuestión <strong>de</strong> fondo, se agravaba por la cercana<br />
relación entre las familias <strong>de</strong> los acusados y por un parentesco<br />
que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> familia extensa se consi<strong>de</strong>raba<br />
cercano. ¡Al fi n y al cabo, todos los blancos <strong>de</strong> Girón eran<br />
primos! La permanencia <strong>de</strong>l niño junto a la madre hacía<br />
crecer la tensión existente pues, como lo expresara Miguel<br />
Valenzuela, “...en todos los tiempos ha habido adulterios:<br />
pero siempre, han procurado disimularlos los adúlteros. Aquí<br />
por el contrario uno y otro se empeñaron en publicar su<br />
impunidad, el adúltero jactándose en las tertulias y corrillos<br />
y ella quedándose a parir en su propia casa, en medio <strong>de</strong><br />
su familia, y criando a sus pechos el fruto <strong>de</strong> su infamia, a<br />
vista <strong>de</strong> todo el mundo, para que todos supieran su heroica<br />
resolución...” 90 .<br />
La sociedad, representada por el marido ofendido, pedía<br />
tapujos, reclamaba engaños. La sinceridad <strong>de</strong> Micaela fue un<br />
<strong>de</strong>safío que bien podía refl ejar el <strong>de</strong>sequilibrio originado por<br />
una pasión amorosa, ser explosión <strong>de</strong>l rencor acumulado en un<br />
matrimonio infeliz o, quizá, la única forma posible <strong>de</strong> conseguir<br />
90 Causa, f432r.<br />
95
el <strong>de</strong>stierro, la soledad y la distancia. Fue, indudablemente, la<br />
más <strong>de</strong>sesperada vía <strong>de</strong> escape posible, porque si ella midió<br />
sus fuerzas, no calculó acertadamente las <strong>de</strong> sus adversarios,<br />
apuntaladas por la religión y la ley. Con particular arrogancia<br />
y su propia cuadrilla, cada uno se lanzó a la pelea: Miguel<br />
Valenzuela afi anzado en la legitimidad <strong>de</strong> su <strong>de</strong>manda, en la<br />
práctica forense y en el conspicuo respaldo <strong>de</strong>l clero local,<br />
que incluía a sus tres hermanos. Juan Bautista González, pese<br />
al sinnúmero <strong>de</strong> indicios que lo comprometían, se escudaba<br />
en la imposibilidad <strong>de</strong> una prueba plena y buscaba ampararse<br />
en los recientes servicios prestados por él y su hermano a la<br />
guerra <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Micaela, haciendo caso omiso <strong>de</strong> su<br />
<strong>de</strong>sgraciada situación, se apoyaba en su orgullo <strong>de</strong> clase y en la<br />
solidaridad familiar, confi ada en sus capacida<strong>de</strong>s intelectuales<br />
y sobre todo en las económicas, que <strong>de</strong>fendió furiosamente.<br />
El día 9 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1823 se fi jaron edictos en sitio público<br />
y por voz <strong>de</strong> un hombre que hizo las veces <strong>de</strong> pregonero se<br />
emplazó a Juan Bautista González para que en el término<br />
<strong>de</strong> nueve días se presentara a “estar a <strong>de</strong>recho en la causa<br />
criminal que se le sigue sobre adulterio doble e incestuoso...”.<br />
Esta diligencia se cumplió los días 12, 15 y 17 <strong>de</strong>l mismo mes.<br />
Des<strong>de</strong> su pieza <strong>de</strong> la cárcel, en el segundo piso <strong>de</strong> la Alcaldía,<br />
Micaela oyó el pregón que hizo a gritos Marcos Triana y las<br />
risas y los comentarios que se suscitaron en la plaza; le pareció<br />
reconocer la voz <strong>de</strong> la Nicolasa Gutiérrez relatando cómo “…<br />
estando preso don Bautista, una madrugada ella vido pasar<br />
un hombre calzado y embozado en una capa dirigiéndose<br />
quebrada arriba como para el portón <strong>de</strong> la señora Mutis…” 91 ,<br />
y que así se lo comentó al otro día al señor Máximo García.<br />
Sí, Juan Bautista libre ahora en Bogotá, tal vez festejando<br />
con otras mujeres, mientras ella se <strong>de</strong>sespera entre las cuatro<br />
pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un cuarto a don<strong>de</strong> sólo llega, tres veces al día,<br />
Fructuosa, la negrita esclava <strong>de</strong> su comadre Marcelina, para<br />
llevarle las raciones que <strong>de</strong>vuelve casi sin probar Sólo le<br />
91 Causa, f281v.<br />
96
pasan el cacao y tal cual amasijo, fuma un chicote tras el otro<br />
mientras rumia su <strong>de</strong>sesperanza.<br />
“A mujer que habla latín, no se le espera buen fi n”, dijo<br />
un hombre bajo su ventana, mientras otro replicó, “para<br />
eso querían la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia”. En un calabozo <strong>de</strong>l primer<br />
piso, Juana Rangel, mulata presa por infanticida, canta con<br />
estri<strong>de</strong>nte falsete una y otra y otra vez:<br />
Papeles son papeles,<br />
y cartas son cartas,<br />
palabras <strong>de</strong> hombre,<br />
son todas falsas...<br />
La golpean para callarla, entonces llora y grita. Luego vuelve<br />
a cantar. Bárbara Nieto <strong>de</strong>l Villar le mandó <strong>de</strong>cir que por su<br />
parte nadie sabría que la noche en que Bautista se fugó, vio<br />
cuando ella lo auxiliaba con los avíos <strong>de</strong> boca y un sombrero.<br />
Esto la animó a escribir otro ofi cio —el sexto— pidiendo su<br />
excarcelación.<br />
El 10 <strong>de</strong> febrero el doctor Joaquín Vargas, asesor resi<strong>de</strong>nte<br />
en San Gil, conceptuó que “...en atención a la <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za y<br />
<strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> su sexo...” podía conmutársele a la señora Mutis<br />
la prisión, “<strong>de</strong>positándola en una casa <strong>de</strong>cente y honrada<br />
que sea <strong>de</strong> la satisfacción <strong>de</strong> la parte contraria y aún <strong>de</strong> ella<br />
misma...”. Pese a la aparente sencillez <strong>de</strong> esta provi<strong>de</strong>ncia,<br />
resultaba imposible hallar una casa que fuera <strong>de</strong>l agrado <strong>de</strong><br />
ambas partes: el entramado <strong>de</strong> amista<strong>de</strong>s y parentescos había<br />
forzado a las gentes a ubicarse en una <strong>de</strong> las dos facciones y<br />
las siete casas ofrecidas para <strong>de</strong>positarla eran, naturalmente,<br />
<strong>de</strong> enemigos <strong>de</strong> ella: imposible ir a la <strong>de</strong> José María González,<br />
hermano <strong>de</strong> Juan Bautista y casado con la suegra <strong>de</strong> éste,<br />
y mucho menos a la <strong>de</strong> José María Valenzuela, sacerdote<br />
hermano <strong>de</strong> Miguel; ¿cuál sería su situación en la casa <strong>de</strong><br />
Francisco Antonio Novoa, cuñado y primo hermano <strong>de</strong> la<br />
mujer <strong>de</strong> González? ¿Y cuál don<strong>de</strong> Segundo Prados o don<strong>de</strong><br />
97
Máximo García, testigos en su contra? Inaceptable la casa <strong>de</strong>l<br />
alcal<strong>de</strong> Félix Ramón Serrano, tío <strong>de</strong> González y <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong><br />
su mujer... Prefería compartir la cárcel con infanticidas, locos<br />
o ladrones, oír los lamentos y los insultos <strong>de</strong> los implicados en<br />
el robo <strong>de</strong>l correo, antes que llegar en calidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>positada a<br />
cualquiera <strong>de</strong> ellas.<br />
A fi nales <strong>de</strong>l mes Micaela estaba acusada <strong>de</strong> rebeldía<br />
por insistir en que, estando embargados sus bienes, <strong>de</strong>bían<br />
fi jarle alimentos y los costos <strong>de</strong> su <strong>de</strong>fensa; por otra parte<br />
recusaba al asesor Joaquín Vargas “por odioso y sospechoso”.<br />
Desaparecido el expediente, la causa estaba paralizada y la<br />
única diligencia practicada había sido la reafi rmación <strong>de</strong> todos<br />
los testigos en su primera <strong>de</strong>claración.<br />
Como su permanencia en la cárcel no podía prolongarse<br />
in<strong>de</strong>fi nidamente, el 7 <strong>de</strong> marzo el procurador Ordóñez<br />
Rubira aceptó que volviera <strong>de</strong>positada a la casa <strong>de</strong> la señora<br />
Nepomucena Salas 92 . Su hijo, Antonio Navarro, era compadre<br />
<strong>de</strong> González y habían sido socios en muchas empresas <strong>de</strong><br />
don<strong>de</strong> a su vez habían resultado varios litigios 93 . También<br />
como pariente <strong>de</strong> Valenzuela lo conocía sobradamente, y por<br />
eso había evitado convertirse en testigo principal <strong>de</strong> la causa,<br />
evadiendo las presiones <strong>de</strong>l acusador. Cuando pretendieron<br />
inmiscuirlo forzando su testimonio para que se constituyera<br />
en prueba en contra <strong>de</strong> González, manejó pru<strong>de</strong>ntemente la<br />
situación, sin proferir ofensas ni avanzar acusaciones; por el<br />
contrario, afi rmé que “con motivo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>cires <strong>de</strong>l pueblo<br />
le trató <strong>de</strong>l asunto muchas veces a lo que González siempre<br />
estuvo negativo...” y que viajando en su compañía hacia<br />
Mompox, le registró los papeles que llevaba en las navetas <strong>de</strong>l<br />
espejo y le encontró “...un papelito con tres o cuatro pelos y<br />
le preguntó <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> eran, a lo que le contestó González que<br />
para qué lo quería saber...” 94 .<br />
92 Causa, f310r.<br />
93 AHR, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Protocolos 1818-1819. Juan Bautista González<br />
<strong>de</strong>manda a A. Navarro para que le rinda cuentas <strong>de</strong> los productos <strong>de</strong>l asiento <strong>de</strong><br />
aguardiente en los años 1814-15.<br />
94 Causa, f272r y v.<br />
98
En su casa se hallaba, por lo menos, en un ambiente<br />
neutral y misiá Nepomucena, aunque vieja y enferma, le<br />
brindaba las pequeñas atenciones que necesitaba tanto.<br />
Chismosa y vivaracha, recordaba los amoríos escandalosos<br />
<strong>de</strong> don Buenaventura Mantilla <strong>de</strong> los Ríos, tío <strong>de</strong> Miguel<br />
Valenzuela, y sus amancebamientos con mujeres solteras y<br />
casadas, escándalos que había pretendido ignorar el Cabildo<br />
hasta cuando en 1776 fue juzgado por el alcal<strong>de</strong> ordinario.<br />
Entonces se fue a Santafé <strong>de</strong> don<strong>de</strong> regresó… con el título<br />
<strong>de</strong> regidor <strong>de</strong>cano; en otra ocasión, refería, cuando acusaron<br />
a Ignacio Navas <strong>de</strong> concubinato público con la mujer <strong>de</strong> su<br />
mayordomo, el caso se envió hasta la Real Audiencia en don<strong>de</strong><br />
jamás se resolvió 95 .<br />
¿Podría González conseguir lo mismo? Los tiempos son<br />
otros.<br />
“Las hombres son los hombres”, sentenciaba<br />
fi losófi camente la vieja, al evocar los escándalos que había ido<br />
coleccionando a lo largo <strong>de</strong> la vida: las quejas <strong>de</strong> los indios<br />
cuando Juan Buenaventura Ortiz, alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
en 1792, dio en exigir que semanalmente fuera a servirle a<br />
su casa una india doncella <strong>de</strong> buen parecer, no admitiendo<br />
que las acompañaran las madres, que en caso <strong>de</strong> hacerlo<br />
eran castigadas poniéndolas en cueros tanto a ellas como a<br />
sus hijas vírgenes 96 ; gozaba refi riendo el adulterio <strong>de</strong> doña<br />
Luisa Llerena Polo <strong>de</strong>l Águila con Juan <strong>de</strong> Arrecha<strong>de</strong>rrete<br />
en Cartagena en 1757 97 , y otros más próximos, que brotaban<br />
como fl ores <strong>de</strong> la revolución: la fuga <strong>de</strong> Pedro Fermín <strong>de</strong><br />
Vargas con Bárbara Forero, mujer <strong>de</strong> Ignacio Nieto, en 1795 98<br />
y la escandalosa amistad <strong>de</strong>l canónigo Rosillo con Luz <strong>de</strong><br />
Obando, esposa <strong>de</strong> Francisco Rangel 99 , le hacían brillar los<br />
ojitos mientras apuntaba una sonrisa en la boca <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ntada.<br />
95 Amado Guerrero Rincón, op. cit.<br />
96 AGN, Colonia, Contrabandos-Cartas T12, f.<br />
97 AGN, Colonia, Miscelánea, Criminales, T4, f1 a 542.<br />
98 AGN, Colonia, Miscelánea, Criminales, T73, f71-74.<br />
99 AGN, Colonia, Miscelánea, Criminales, T125.<br />
99
Micaela recordaba entonces las alusiones <strong>de</strong> sus hermanos a<br />
la terrible congoja <strong>de</strong> Joaquín Eduardo Pontón, abogado <strong>de</strong><br />
la Audiencia, compañero <strong>de</strong> estudios y <strong>de</strong> trabajos botánicos,<br />
cuando supo <strong>de</strong> los amoríos <strong>de</strong> su esposa Josefa con Simón<br />
Cár<strong>de</strong>nas, el pintor payanés, o los <strong>de</strong>cires sobre el <strong>de</strong>sgraciado<br />
matrimonio <strong>de</strong> Caldas y su señora, María Manuela Barahona.<br />
Sí, ciertamente ella no era la única… era una más. Como<br />
la señora Nicolasa Ibáñez, la mujer <strong>de</strong> don Antonio Caro, en<br />
boca <strong>de</strong> toda la ofi cialidad que pasaba por Girón porque se<br />
entendía con el vicepresi<strong>de</strong>nte Santan<strong>de</strong>r 100 .<br />
El 18 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1823, cuando Juan Bautista González se<br />
vio obligado a reintegrarse a la prisión, ella estaba ya lejos <strong>de</strong><br />
Girón a don<strong>de</strong> juraba no regresar jamás. Había sido autorizada<br />
para trasladarse a Pie<strong>de</strong>cuesta con motivo <strong>de</strong>l matrimonio<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus sobrinos. Dejó entonces a Antonio Navarro<br />
constituido en su apo<strong>de</strong>rado.<br />
González había esperado —como el lujurioso don<br />
Buenaventura Mantilla <strong>de</strong> los Ríos— encontrar en Bogotá<br />
la ayuda necesaria para salir triunfante <strong>de</strong>l serio problema en<br />
que se hallaba por la acusación <strong>de</strong> adulterio, ahora agravada<br />
por el robo al correo. Según <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> Alejos Forero, su<br />
acompañante en la huida, inmediatamente llegó dos amigos,<br />
el seminarista Francisco <strong>de</strong> Paula Orbegozo y el ofi cial<br />
Pablo García, fueron a verlo y le reprocharon la fuga. Sin<br />
embargo, presentó su alegato y el 17 <strong>de</strong> enero los miembros<br />
<strong>de</strong> la Corte Superior <strong>de</strong> Justicia, magistrados Diego Fernando<br />
Gómez, Antonio Viana y Alejandro Osorio, conceptuaron en<br />
su contra, ratifi cándose tras la apelación. Debía, por tanto,<br />
presentarse en el término <strong>de</strong> 15 días en la prisión <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />
se había fugado. Estéril resultó la gestión emprendida por<br />
su hermano José María González Serrano pese a su riqueza<br />
y al prestigio <strong>de</strong> haber sido comandante <strong>de</strong> guerrillas en la<br />
In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Soberbio, tan habituado a mover las cosas a su<br />
100 Jaime Duarte French, Las Ibáñez, Bogotá, Fondo <strong>Cultural</strong> Cafetero, 1985.<br />
100
acomodo que aun en prisión había logrado burlar el encierro<br />
para con uno u otro pretexto salir por las noches a traer vino,<br />
le resultaba inconcebible regresar <strong>de</strong>rrotado a Girón. Sólo lo<br />
cumplió cuando falló su apelación ante el Ministerio Fiscal<br />
cuyos ministros, Vicente Borrero, Miguel Tobar y José Ignacio<br />
<strong>de</strong> Márquez, ratifi caron el concepto anterior. Presionado<br />
por el exhorto <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> Serrano y Durán al inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
Boyacá y a los alcal<strong>de</strong>s ordinarios <strong>de</strong> la capital, con el cual se<br />
remitía copia <strong>de</strong>l auto, <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> testigos y <strong>de</strong>cretos<br />
relativos al robo <strong>de</strong>l correo pidiéndoles aprehen<strong>de</strong>rlo, no le<br />
quedó otro remedio que acatar la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> volver a la cárcel.<br />
Todo el suceso hacía recordar a sus enemigos, con disimulada<br />
sonrisa, que en 1798, cuando el viejo Egidio Navas, notorio<br />
por los excesos <strong>de</strong> su carácter, quiso eludir la acción <strong>de</strong> la<br />
justicia <strong>de</strong>sapareciendo el expediente en que se le acusaba<br />
<strong>de</strong> matar el buey <strong>de</strong> un vecino y <strong>de</strong> cortarles las orejas a los<br />
cerdos <strong>de</strong> otro, le había resultado peor pues las autorida<strong>de</strong>s se<br />
habían enconado en contra suya 101 .<br />
Así mismo, a su regreso la situación había empeorado:<br />
huyendo <strong>de</strong> un proceso, ahora cargaba con dos y, prófugo <strong>de</strong><br />
una prisión benévola, <strong>de</strong>bía, como los otros implicados en el<br />
robo <strong>de</strong>l correo, llevar grillos. Se <strong>de</strong>dicó entonces y con mayor<br />
ahínco a entorpecer el avance <strong>de</strong>l juicio presentando quejas y,<br />
para evadir el pago <strong>de</strong> las consultas que él mismo solicitaba,<br />
intentó <strong>de</strong>mostrar que se hallaba en extrema pobreza.<br />
Presentó varios testigos <strong>de</strong> su ruina: según lo afi rmó Segundo<br />
Prados, en el año anterior González había perdido jugando a<br />
los dados tres o cuatro mil pesos; José Ignacio Mantilla juró<br />
que no tenía con qué mantener a su familia y que le había<br />
pedido a la mujer dinero para sostenerse en Bogotá; José<br />
María Pinzón aseveró que el acusado no tenía forma <strong>de</strong> cubrir<br />
el haber dotal <strong>de</strong> la esposa, cuando ella lo había solicitado.<br />
Sus bienes inventariados y embargados al iniciarse el juicio<br />
eran, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la bo<strong>de</strong>ga, tercena y ramada <strong>de</strong>l saque <strong>de</strong><br />
aguardiente, tres solares, ochos sacas vacías y una cargada,<br />
101 ‘‘Girón en 1798’’, en Boletín <strong>de</strong> Historia y Antigüeda<strong>de</strong>s.<br />
101
el tambor <strong>de</strong>l alambique y la cuchara, diez botijas vidriadas<br />
vacías, cuarenta y tres botellas, dos embudos, cuarenta y ocho<br />
frascos dobles <strong>de</strong> aguardiente y doce simples, cuatro frascos<br />
<strong>de</strong> mistela, un azumble <strong>de</strong> lata; a esto se sumaban un sillón<br />
chapeado <strong>de</strong> plata, un par <strong>de</strong> baúles, una mesa y tres taburetes,<br />
seis platos <strong>de</strong> china y una esclava llamada Dominga, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> una cómoda, una mesa con cajones, once sillas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />
una abotonadura y unas hebillas <strong>de</strong> oro que ofreció rifar.<br />
El juez no estaba muy convencido <strong>de</strong> su “extrema pobreza”<br />
y dirigió, por cuenta <strong>de</strong>l acusado, una consulta al doctor José<br />
Elías Puyana, abogado y cura <strong>de</strong> Floridablanca. En concepto<br />
<strong>de</strong> éste, al reputarse a González por administrador <strong>de</strong> los<br />
bienes dotales <strong>de</strong> su esposa, era inadmisible que estuviese en<br />
estado <strong>de</strong> pobreza y se le <strong>de</strong>bía exigir que atendiera el costo<br />
<strong>de</strong> las consultas.<br />
La dote a que se refería, consistente en tierras por valor <strong>de</strong><br />
1300 pesos representados en dos predios: el Alto <strong>de</strong> Gil, con<br />
el trapiche, sus útiles, cañas y casas, avaluado en 900 pesos, y el<br />
Potrero <strong>de</strong> Angelino, <strong>de</strong> la quebrada <strong>de</strong> Santa Rita para arriba,<br />
en 400 pesos, consta en testamento otorgado por Ignacia<br />
Serrano en 1817, en el cual afi rma: “a María Josefa la casé con<br />
Juan Bautista González a quien le tengo entregado todo el<br />
haber paterno que le tocó y <strong>de</strong> quien tengo recibo...”. A<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> la entrega <strong>de</strong> estos bienes, según el mismo documento,<br />
había dado en préstamo a su yerno 500 pesos y en 1820 había<br />
dado escritura <strong>de</strong> fi anza por valor <strong>de</strong> 6.000 pesos, para que<br />
tomara posesión <strong>de</strong>l cargo <strong>de</strong> juez <strong>de</strong> diezmos <strong>de</strong> la ciudad y<br />
su <strong>de</strong>partamento 102 .<br />
Pese al fuerte apoyo económico que le daba su suegra y<br />
a la aureola <strong>de</strong> prestigio republicano <strong>de</strong> que González había<br />
gozado, su conducta familiar <strong>de</strong>bió ser inaceptable pues antes<br />
<strong>de</strong> instaurada la causa <strong>de</strong> adulterio, el 9 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1821 María<br />
Josefa Navas había otorgado po<strong>de</strong>r a uno <strong>de</strong> los procuradores<br />
102 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, 1820, f46r.<br />
102
<strong>de</strong> número <strong>de</strong> Bogotá o a su tío Félix Ramón Serrano y Durán<br />
para que a su nombre y representando su propia persona “...<br />
establezcan, continúen y lleven hasta el fi nal la causa que<br />
sobre sevicia y malos tratamientos tiene intentada solicitando<br />
divorcio y separación <strong>de</strong> su marido”, autorizándolos para<br />
<strong>de</strong>mandar los alimentos y litis expensas que le obligaban, así<br />
como a la <strong>de</strong>volución <strong>de</strong> la dote 103 .<br />
La gestión no había prosperado en los atiborrados<br />
tribunales <strong>de</strong> la República y mientras María Josefa residía con<br />
sus hijos en la recién fundada población <strong>de</strong> Floridablanca,<br />
su marido, instalado en Girón, se <strong>de</strong>claraba comerciante, se<br />
benefi ciaba con la adjudicación <strong>de</strong> la renta <strong>de</strong> aguardientes<br />
y ejercía <strong>de</strong> tahúr; en la consulta elevada al doctor José Elías<br />
Puyana, éste hacía caso omiso <strong>de</strong> esa solicitud <strong>de</strong> separación<br />
e indicaba que la dote <strong>de</strong> la esposa <strong>de</strong>bía aplicarse a pagar las<br />
costas <strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong> adulterio basándose en que “no habiendo<br />
pedido la esposa la restitución <strong>de</strong> la dote” <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>ducirse<br />
que el matrimonio continuaba unido y “remitido el <strong>de</strong>lito por<br />
parte <strong>de</strong> la mujer…”. En junio <strong>de</strong> 1823 en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> María<br />
Josefa Navas y sus hijos no había más que una casa <strong>de</strong> media<br />
agua <strong>de</strong> tapias y teja, la tercena <strong>de</strong> sacar aguardientes y un solar<br />
¿Qué se habían hecho sus bienes? Habría que preguntárselo<br />
a los dados.<br />
Mientras el juzgado efectuaba esas diligencias, la<br />
permanencia <strong>de</strong> Micaela en la casa <strong>de</strong> su hermano en<br />
Pie<strong>de</strong>cuesta se fue prolongando. Todas las tar<strong>de</strong>s, la comadre<br />
Dominga la encuentra fatigada <strong>de</strong> leer, caminando por los<br />
espaciosos corredores enladrillados, impregnados durante el<br />
día por el olor dulzón <strong>de</strong>l tabaco y al atar<strong>de</strong>cer por el perfume<br />
<strong>de</strong> las fl ores <strong>de</strong> un jazmín. Juntas rezan el rosario, hablan,<br />
piensan y esperan… ¿qué hacer con los recuerdos?<br />
Jamás hubiera creído estar en esa situación, no lo hubiera<br />
soñado cinco años antes, no lo hubiera pensado hace tres.<br />
103 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Protocolos y Escrituras, 1822.<br />
103
¿Qué pasó? Nunca, ella lo sabe, amó a Valenzuela, pero lo<br />
respetó, le fue fi el y adicta durante casi veinte años en los cuales<br />
le dolió su cobardía frente al sufrimiento <strong>de</strong> sus hermanos y<br />
cuñadas por la libertad. Unida en un matrimonio impuesto<br />
por la dura voluntad <strong>de</strong> su madre, pretendió ver en su marido<br />
al compañero <strong>de</strong> su fi el Sinforoso, sabiendo como lo sabía<br />
que eran tan diferentes… mientras uno olvidó rápidamente<br />
las quimeras juveniles, el otro pagó su convicción patriótica<br />
con el presidio y el <strong>de</strong>stierro. Esa vieja complicidad juvenil y a<br />
su condición <strong>de</strong> cuñados había apelado Miguel para conseguir<br />
el perdón y el olvido <strong>de</strong>l nuevo régimen, cuando le escribió a<br />
Sinforoso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Maracaibo a punto <strong>de</strong> ser liberada la ciudad<br />
por los patriotas: “...Nadie nos quitará la gloria <strong>de</strong> haber sido<br />
los exploradores <strong>de</strong> la senda que condujo al veinte <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />
1810...” 104 .<br />
¡Qué hipocresía! Taimado, siendo un colegial <strong>de</strong>l Rosario<br />
se valía <strong>de</strong> sus infl uencias para acusar a los maestros en cartas<br />
dirigidas al virrey 105 rencoroso, no perdonó a las gentes <strong>de</strong><br />
Girón que en 1803, cuando obtuvo el nombramiento <strong>de</strong><br />
abogado <strong>de</strong> la Real Audiencia 106 , intentaron recusarlo por<br />
su aparente implicación en la Rebelión <strong>de</strong> los Pasquines;<br />
acoquinado, fue siempre el redactor y uno <strong>de</strong> los primeros<br />
fi rmantes <strong>de</strong> cuanta adhesión al monarca se produjo en la<br />
época <strong>de</strong>l Terror 107 . “Lo que se hereda no se hurta”, pensaba<br />
tristemente Micaela, recordando las <strong>de</strong>cididas acciones <strong>de</strong> su<br />
padre y las débiles y acomodaticias <strong>de</strong> su suegro durante el<br />
levantamiento comunero, que se repetían, como calcadas, en<br />
las <strong>de</strong> su hijo en los tiempos <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />
¿Qué sabe usted <strong>de</strong> las lágrimas que nos ha costando esta<br />
insurrección?, le increpó un día la esposa <strong>de</strong> José. Calló para<br />
no mostrar el dolor que le causaba la ciega lealtad <strong>de</strong> su marido<br />
104 Simón S. Harker, El Par<strong>de</strong> Eloy y los suyos. Op. cit.<br />
105 AGN, Colonia, Milicias y Marina, T128, f284r y v.<br />
106 AGN, Miscelánea, TII, Reales Provisiones, f805v.<br />
107 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notaría Única <strong>de</strong> Girón, Protocolos y Escrituras, 1816, f194 a 196.<br />
104
a la Corona. Una vida <strong>de</strong> silencio y <strong>de</strong> rabia, piensa Micaela,<br />
que se transformó en 1819 como se transformó la <strong>de</strong> las<br />
gentes <strong>de</strong> la provincia. Volvieron <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stierro sus hermanos,<br />
aunque arruinados y enfermos llenos <strong>de</strong> fe en el futuro <strong>de</strong> su<br />
nueva patria; las viudas y los hijos <strong>de</strong> quienes no regresaron,<br />
nimbados por el heroísmo, la hacían sentir avergonzada... Juan<br />
Bautista González vino con los ejércitos libertadores a fi nales<br />
<strong>de</strong>l año 19, e inmediatamente lo eligieron alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Girón.<br />
Durante el año 20, ella todavía amamantando a Dolores, <strong>de</strong>bió<br />
franquear su casa, la mejor <strong>de</strong> la Villa, a los ofi ciales que iban<br />
<strong>de</strong> paso o permanecían allí... Pudo entonces, al oírlos celebrar<br />
las <strong>de</strong>rrotas <strong>de</strong> los ejércitos realistas y la dicha <strong>de</strong> América<br />
ya próxima a su total liberación, revivir en sus narraciones<br />
emocionadas los aconteceres <strong>de</strong> la campaña y, a través <strong>de</strong><br />
las noticias que iban y volvían con los ejércitos, también ella<br />
participó <strong>de</strong>l avance <strong>de</strong> la libertad.<br />
En su casa, la más gran<strong>de</strong> y la mejor amoblada, se organizó<br />
el baile y se sirvió el ambigú con que Girón, a la manera <strong>de</strong><br />
las celebraciones acostumbradas en Bogotá, conmemoró el<br />
primer año <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. ¡Qué días aquellos! Las gentes<br />
parecían <strong>de</strong> buen humor, alegres y contentas, sin divisiones<br />
ni rencillas, dispuestas a divertirse. Tres días continuos que<br />
comenzaron por fi esta <strong>de</strong> Iglesia con una misa concelebrada<br />
y una procesión encabezada por los miembros <strong>de</strong>l Cabildo y<br />
los notables <strong>de</strong>l lugar, tras los cuales marcharon las señoras<br />
adornadas con pesados zarcillos, una sortija en cada <strong>de</strong>do <strong>de</strong><br />
la mano, manillas <strong>de</strong> perlas y cuentas <strong>de</strong> oro en las muñecas,<br />
rosarios preciosos sobre el pecho. Cubiertas con mantos <strong>de</strong><br />
seda, sus pesadas sayas mostraban los dobleces <strong>de</strong> los muchos<br />
años guardadas; <strong>de</strong>sfi laron ro<strong>de</strong>adas <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> negritos<br />
que avanzaron danzando, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la plaza principal hasta la <strong>de</strong><br />
Las Nieves. Brillantes las frentes por el sudor, brillantes los<br />
ojos por la emoción, brillante el cielo sin nubes <strong>de</strong> Girón.<br />
Durante las tres tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> festejo, Juan Bautista, achispado<br />
y eufórico, se lució con lances peligrosos en las corridas <strong>de</strong><br />
105
toros. El aguardiente, costeado por colecta, se consumió sin<br />
medida y en la última noche, mientras ardían dos castillos <strong>de</strong><br />
pólvora, la multitud achispada coreó vivas al Libertador, a los<br />
ejércitos patriotas y al alcal<strong>de</strong>.<br />
Ella los vio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su balcón revestido con telas y fl ores; más<br />
tar<strong>de</strong> en el salón congestionado <strong>de</strong> velas chorreantes, don<strong>de</strong><br />
sobre los cortinajes, jarrones y cornucopias pintados en los<br />
muros relucían las nuevas colgaduras <strong>de</strong> fi lipichín encanado, el<br />
alcal<strong>de</strong> dio comienzo al baile invitando a la dueña <strong>de</strong> casa que no<br />
pudo negarse a acompañarlo en la conocida danza <strong>de</strong>l Caracol...<br />
siguieron luego el baile <strong>de</strong>l Tío y la Sobrina, y el <strong>de</strong>l Sase; ella, cada<br />
vez más ligera, alegre, se fue <strong>de</strong>jando llevar... cuando vino el baile<br />
<strong>de</strong>l Molinillo, acompañado <strong>de</strong> la conocida seguidilla:<br />
Todo lo que se quiere<br />
se facilita<br />
por las causalida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> una viudita,<br />
jóvenes y viejos corearon el estribillo:<br />
¡anda Juanillo,<br />
no hay cosa más polida,<br />
que el molinillo! 108<br />
Sudorosa y arrebolada, mareada por las volteretas y por<br />
las mistelas que las negras repartieron acuciosamente y<br />
consumieron con disimulo, no quiso bailar más. Se instaló<br />
en el estrado con las señoras mayores y a la medianoche<br />
dirigió el servicio <strong>de</strong>l abundante refresco en que se ofrecieron<br />
empanadas <strong>de</strong> pescado, pasteles <strong>de</strong> pavo, frituras variadas,<br />
colaciones <strong>de</strong> frutas, naranjadas, horchatas, aloja y limonada,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un cacao tan espeso como para reparar las fuerzas<br />
<strong>de</strong> los bailarines; durante toda la noche sintió sobre su nuca la<br />
mirada negra <strong>de</strong> los ojos negros <strong>de</strong> Bautista González.<br />
108 Juan Antonio Zamacola, Elementos <strong>de</strong> la ciencia contradanzaria, Madrid, 1796.<br />
106
Luego fueron los días <strong>de</strong>l sobresalto, <strong>de</strong> las risas y las<br />
coinci<strong>de</strong>ncias, cuando se habituó a buscar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el balcón la<br />
silueta <strong>de</strong> ese caballo, también negro. Al comienzo eso fue<br />
sufi ciente. Des<strong>de</strong> la sombra calmosa <strong>de</strong> su casa aprendió<br />
a reconocer el relincho, a i<strong>de</strong>ntifi car el ritmo <strong>de</strong> los cascos<br />
que en la noche van y vienen frente a su puerta, sobre la<br />
calle empedrada, porque ¿al alcal<strong>de</strong> quién lo ronda? Una<br />
madrugada, cerca a la salida <strong>de</strong> campo que da a la quebrada,<br />
una potente voz <strong>de</strong> hombre acompañada <strong>de</strong> una guitarra la<br />
señaló con una copla:<br />
Anoche a la media noche<br />
tus ojos ver<strong>de</strong>s brillaron<br />
creyendo que amanecía<br />
hasta los gallos cantaron.<br />
En una <strong>de</strong> sus visitas a Girón, Antonio Navarro, a<br />
cargo <strong>de</strong> la renta <strong>de</strong> aguardientes <strong>de</strong> Cepitá, hizo alguna<br />
velada insinuación <strong>de</strong>l peligro, hablando <strong>de</strong> María Josefa, la<br />
pobre esposa <strong>de</strong> González, casi una niña, abandonada en<br />
Floridablanca, un pueblo apenas comenzando don<strong>de</strong> ni hay<br />
iglesia ni se consigue cura, mientras su marido tuna en los<br />
pueblos y en las fi estas.<br />
Ya era tar<strong>de</strong>, su respuesta fue un rechazo airado.<br />
No volvió a dirigirle la palabra y, pese a ello, ahora la<br />
apoya <strong>de</strong>safi ando a los gironeses a arrojarle la primera piedra<br />
y la apo<strong>de</strong>ra mientras ella resi<strong>de</strong> en Pie<strong>de</strong>cuesta. Hay gente<br />
buena, dicen las hermanas, mientras secan con el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> sus<br />
mantellinas las lágrimas que hizo correr la confi <strong>de</strong>ncia.<br />
107
Capítulo 5<br />
COMO SE HICIERON,<br />
SE DESHACEN<br />
109
Sólo en 1823, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l indio Agualongo,<br />
quien agitó los últimos ímpetus monarquistas en<br />
Pasto, y tras el triunfo <strong>de</strong>l mulato Padilla sobre<br />
los ejércitos españoles concentrados en Maracaibo, logró<br />
consolidarse la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en la Nueva Granada. El<br />
vicepresi<strong>de</strong>nte Santan<strong>de</strong>r, agobiado por el compromiso <strong>de</strong><br />
sostener los ejércitos que peleaban en el Perú, pretendía<br />
simultáneamente organizar la República e impulsar el cambio<br />
ofrecido: la extinción gradual <strong>de</strong> la esclavitud, el impulso a<br />
la instrucción pública y la abolición <strong>de</strong> los tributos indígenas<br />
comenzaban a volverse ciertos, aunque lentamente, en algunos<br />
<strong>de</strong> los principios consagrados por la Constitución <strong>de</strong> Cúcuta.<br />
La felicidad esperada con la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia se <strong>de</strong>moraba<br />
en llegar y los juzgados, atiborrados por representaciones y<br />
querellas, eran síntoma <strong>de</strong>l cambio en una sociedad cuyas<br />
reglas se <strong>de</strong>splomaban a la espera <strong>de</strong> un nuevo or<strong>de</strong>n. Mientras<br />
el Congreso Constituyente, reunido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1823,<br />
discutía las leyes <strong>de</strong> la República, en las poblaciones los alcal<strong>de</strong>s<br />
continuaban administrando justicia con procedimientos<br />
que mezclaban el viejo <strong>de</strong>recho real y los nuevos <strong>de</strong>rechos<br />
ciudadanos.<br />
En medio <strong>de</strong> tal <strong>de</strong>sconcierto, a comienzos <strong>de</strong> 1823 la<br />
justicia en Girón avanzaba como podía llevando a<strong>de</strong>lante la<br />
causa por robo <strong>de</strong>l correo, que por estar prófugo González,<br />
recaía en José Ignacio Anidos y Juan Antonio Mantilla.<br />
111
José Floriano Arenas, llamado a <strong>de</strong>clarar el 7 <strong>de</strong> diciembre,<br />
dio la siguiente versión sobre los hechos:<br />
...que ayer por la tar<strong>de</strong> llegó a su casa <strong>de</strong> campo<br />
Juan Antonio Mantilla y pidió posada diciendole traya<br />
unos autos y allí se quedó y a medianoche llegaron Juan<br />
Bautista González y José Ignacio Anidos, que González<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber hablado dos ocasiones con Mantilla<br />
<strong>de</strong>ntró para a<strong>de</strong>ntro volvió salió y montó a caballo y<br />
se fué; que Mantilla <strong>de</strong>spués se vino para esta ciudad<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber caminado algun trecho <strong>de</strong> la Casa<br />
volvió y le dijo “ya lo vé señor como ñor Bautista me<br />
robó el pliego” a lo cual le contestó el que <strong>de</strong>clara “usted<br />
tiene la culpa, no le dije ayer por la tar<strong>de</strong> que se fuera,<br />
que tenía tiempo <strong>de</strong> llegar a Girón?” 109 .<br />
Muy pocas personas se animaban a tomar parte en el<br />
complicado asunto: don Benedicto Niño, nombrado fi scal,<br />
dijo no hallarse capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar el cargo “...por carecer<br />
<strong>de</strong> luces y no tener inteligencia en la materia…” 110 para<br />
fi nalmente aceptar conminado por la amenaza <strong>de</strong> una multa<br />
<strong>de</strong> diez pesos, por cuanto los acusados estaban en prisión.<br />
El 31 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1823 el sargento Narciso Leyton se hizo<br />
cargo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Anidos; su primera acción fue señalar<br />
las fallas y errores en el procedimiento <strong>de</strong> ponerlo prisionero,<br />
con lo cual se quebrantaban los artículos 159, 161, 162, 167<br />
<strong>de</strong> la nueva Constitución, por cuanto se le aplicaron grillos<br />
antes <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a la información sumaria, no hubo or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> arresto ni se le entregó copia, y se le tomó juramento para<br />
que <strong>de</strong>clarara contra sí mismo.<br />
Anidos se retractaba <strong>de</strong> la confesión inicial <strong>de</strong> haber robado<br />
los pliegos <strong>de</strong> la causa, <strong>de</strong>clarando haberla hecho bajo presión<br />
<strong>de</strong>l administrador <strong>de</strong> Correos:<br />
109 Causa <strong>de</strong>l Correo, f3v.<br />
110 Causa <strong>de</strong>l Correo, f8r.<br />
112
...que el Sr. Máximo García le ha sorprendido, le ha<br />
dicho que confi ese que robó los pliegos y que le dijo<br />
que era el unico camino que le quedaba en su <strong>de</strong>fensa,<br />
que se le aturdió la vista <strong>de</strong> que le habían puesto preso<br />
sin saber por que... creyó que talvez habían restablecido<br />
la Inquisición <strong>de</strong> Cartagena y que ese era el motivo <strong>de</strong><br />
tomarle la confesión sin darle lugar a que pensase lo que<br />
<strong>de</strong>cía o se reparase <strong>de</strong>l susto que tenía…<br />
El 5 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1823, el juzgado <strong>de</strong> Girón encargó al<br />
ciudadano Felipe Valdivieso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Mantilla. Éste se<br />
apoyó en los errores procedimentales ya señalados y enfatizó<br />
en la incapacidad <strong>de</strong> su <strong>de</strong>fendido:<br />
…pongo en consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l juzgado la mala fé con<br />
que se procedió dandole una misión <strong>de</strong> esta naturaleza a<br />
un hombre que a pocos días <strong>de</strong> su nacimiento incurrió<br />
en el feo vicio <strong>de</strong> la beo<strong>de</strong>z lo que es constante al juzgado<br />
y a todo este vecindario…<br />
A continuación se inventariaron y <strong>de</strong>comisaron por or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong>l juzgado las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los dos acusados: los bienes<br />
<strong>de</strong> Anidos, puestos en <strong>de</strong>pósito en José Pérez, eran una casita<br />
<strong>de</strong> paja en tierra <strong>de</strong> su suegro, un par <strong>de</strong> petacas, un torno,<br />
un tinajero y dos taburetes. Los <strong>de</strong> Mantilla consistían en una<br />
casita <strong>de</strong> palos y teja, cinco bancos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, una banqueta<br />
y cuatro cueros <strong>de</strong> res, cuatro retablos viejos, todo lo cual fue<br />
<strong>de</strong>positado en José Benavi<strong>de</strong>s.<br />
Finalmente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> oír a diez testigos, con fecha 9 <strong>de</strong><br />
marzo el juzgado <strong>de</strong>jaba constancia <strong>de</strong> que el reo principal<br />
<strong>de</strong>l juicio era Juan Bautista González y procedía a dirigir un<br />
exhorto a las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Bogotá pidiéndoles remitirlo a<br />
Girón. El día 21, el fi scal señalaba la condición <strong>de</strong> cómplices<br />
<strong>de</strong> los prisioneros 111 .<br />
111 Causa <strong>de</strong>l Correo, f24v.<br />
113
Vino entonces la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> Anidos, basada<br />
en su hoja <strong>de</strong> servicios a la causa <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia:<br />
...mi parte ha hecho importantes servicios a la<br />
República pues pue<strong>de</strong> probar con documentos que a<br />
su solicitud se <strong>de</strong>be el haber embargado en Sogamoso<br />
los bienes <strong>de</strong>l español Miguel Hernán<strong>de</strong>z; haber<br />
<strong>de</strong>sempeñado las comisiones <strong>de</strong> juntar gente y mulas para<br />
el servicio, buscar a Jerónimo Mantilla, conducir mulas<br />
a Pie<strong>de</strong>cuesta, marchar <strong>de</strong> soldado raso a Santamarta<br />
abandonando su familia 112 .<br />
A esta solicitud <strong>de</strong> recompensa, seguía una serie <strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>raciones signifi cativas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas que la naciente<br />
República <strong>de</strong>bía satisfacer:<br />
…si estas consi<strong>de</strong>raciones no se tienen presentes,<br />
no habrá individuo que quiera servir en a<strong>de</strong>lante a una<br />
madre ingrata, que por leves sospechas carga sobre su<br />
hijo los grillos y las ca<strong>de</strong>nas con que <strong>de</strong>bía aprisionar<br />
a los tiranos; hago esta refl exión para que se vea que<br />
mi parte sin tener un <strong>de</strong>lito hace cuatro meses arrastra<br />
grillos viendo morir <strong>de</strong> hambre a su mujer y sus hijos<br />
párvulos; y ninguno <strong>de</strong> los traidores <strong>de</strong> la patria que se<br />
han cogido con las armas en la mano han sufrido tan<br />
larga prisión ni tan ignominiosa... 113<br />
Concluye el sargento Leyton su <strong>de</strong>fensa recordando la<br />
necesidad que la República tiene <strong>de</strong> proteger a sus amigos y<br />
amenazando solicitar a la Corte <strong>de</strong> Justicia una activa vigilancia<br />
que impida tales arbitrarieda<strong>de</strong>s. En el folio que sigue al ofi cio<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>fensor, el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>ja constancia <strong>de</strong> que el ciudadano<br />
Anidos no quiso confesarse ni comulgar el domingo <strong>de</strong><br />
Cuasimodo.<br />
La actitud <strong>de</strong>l representante <strong>de</strong> Mantilla resultaba bien<br />
opuesta y no teniendo nada que alegar en favor <strong>de</strong>l reo se<br />
112 Causa <strong>de</strong>l Correo, f26r.<br />
113 Íbid.<br />
114
limitaba a <strong>de</strong>stacar sus incapacida<strong>de</strong>s hasta el punto <strong>de</strong><br />
califi carlo <strong>de</strong> “fatuo”, en ofi cio <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> abril:<br />
Esta especie <strong>de</strong> hombres o autómatas nunca podrán<br />
hacer una distinción <strong>de</strong> hecho ni <strong>de</strong> dicho y el norte <strong>de</strong><br />
su obediencia es la mano que les <strong>de</strong>venga el trabajo... El<br />
Sr. Bautista González, principal autor <strong>de</strong> esta causa fué<br />
quien buscó a Mantilla para conducir el pliego y también<br />
quien pagó por su mano el salario… 114 .<br />
Invocaba la clemencia <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> para quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía<br />
cinco meses pagaba con calabozo, grillos, hambre, <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z y<br />
enfermedad el resultado <strong>de</strong> su ignorancia.<br />
El 20 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1823 Juan Bautista González se restituyó<br />
a la cárcel. En su primera <strong>de</strong>claración dada el día 21, luego<br />
<strong>de</strong> oír íntegramente las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> Anidos, Mantilla y<br />
Alejos Forero, afi rmó ignorar quién fue el autor <strong>de</strong>l robo <strong>de</strong><br />
la causa.<br />
Vista su posición y para evitar una nueva evasión, el alcal<strong>de</strong><br />
or<strong>de</strong>nó encerrarlo con los otros reos <strong>de</strong> su <strong>de</strong>lito y que se<br />
le remacharan grillos. Bien difícil resultó el cumplimiento<br />
<strong>de</strong> esta or<strong>de</strong>n pues el prisionero rehusó admitirlos, teniendo<br />
que colocárselos casi que por la fuerza entre varios sujetos<br />
llamados para el efecto.<br />
El alcal<strong>de</strong> Serrano y Durán cumplía los compromisos <strong>de</strong> su<br />
cargo, fatigado por las continuas intervenciones <strong>de</strong> González<br />
y acusado por éste <strong>de</strong> obrar arbitrariamente empeñado en su<br />
ruina, <strong>de</strong> haberle colocado los grillos que más lo dañaban y<br />
molestaban, y <strong>de</strong> recluirlo en una <strong>de</strong> las piezas más ínfi mas<br />
<strong>de</strong> la cárcel a propósito para hacerle per<strong>de</strong>r la salud. A<br />
sus interminables quejas respondió el alcal<strong>de</strong> ante el juez<br />
político <strong>de</strong> Bucaramanga en mayo <strong>de</strong> 1823 con las siguientes<br />
explicaciones, fundamentadas en el principio <strong>de</strong> igualdad<br />
republicano.<br />
114 Causa <strong>de</strong>l Correo, f30v.<br />
115
...viendo que la seguridad <strong>de</strong>l reo no podía<br />
conseguirse <strong>de</strong>jándolo sin grillos y en la pieza alta <strong>de</strong><br />
don<strong>de</strong> se profugó, lo hice poner en una pieza baja, seca<br />
y <strong>de</strong>cente y más segura con un par <strong>de</strong> grillos sencillos y<br />
lleva<strong>de</strong>ros. ¿Sería regular —pregunta— que sufriéndolos<br />
los dos reos cómplices con menos <strong>de</strong>litos que González,<br />
estuviera éste sin ellos paseándose en los balcones...?<br />
Entonces, ¿Qué dirían los pueblos <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> los<br />
ciudadanos ante la ley…? 115<br />
No obstante, la sentencia aconsejada en julio <strong>de</strong> 1823 por<br />
el abogado Ramírez, asesor <strong>de</strong>l gobernador <strong>de</strong> Pamplona,<br />
parecía ignorar que las leyes <strong>de</strong>bían proteger la igualdad<br />
como uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los colombianos y partiendo<br />
<strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> distintas calida<strong>de</strong>s entre los acusados,<br />
recomendaba castigos muy diferentes; para José Ignacio<br />
Anidos, dos años <strong>de</strong> presidio, para Juan Antonio Mantilla,<br />
un año <strong>de</strong> trabajos forzados en el sector minero <strong>de</strong> la Baja<br />
a ración y sin sueldo, y para Juan Bautista González, “con<br />
consi<strong>de</strong>ración a sus servicios y distinción <strong>de</strong> su persona, a<br />
<strong>de</strong>stierro perpetuo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento y pago <strong>de</strong> costas” 116 .<br />
Pese a la nueva Constitución, la nación aún <strong>de</strong>sconocía el<br />
signifi cado <strong>de</strong> la igualdad que se proclamaba en su artículo<br />
tercero.<br />
De todas formas, a la sentencia recibida el 5 <strong>de</strong> agosto en<br />
Girón siguió el recurso <strong>de</strong> la apelación y el envío <strong>de</strong> la consulta<br />
al doctor Tomás Barriga Brito, jefe político y militar <strong>de</strong>l cantón<br />
<strong>de</strong> Zipaquirá. Mientras se recibía su concepto vino una etapa<br />
<strong>de</strong> espera, agitada por el interminable alegato <strong>de</strong> González,<br />
quien acudía a las instancias superiores con reiteradas<br />
<strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> agravios, quejándose <strong>de</strong> una conspiración <strong>de</strong> sus<br />
enemigos interesados en tramar su ruina.<br />
115 Causa <strong>de</strong>l Correo, f40r.<br />
116 Causa <strong>de</strong>l Correo, f108r y v.<br />
116
Las autorida<strong>de</strong>s locales, fatigadas <strong>de</strong> sus quejas que iban <strong>de</strong><br />
diestra a siniestra, habían contestado con aspereza en junio<br />
<strong>de</strong> 1823:<br />
...que sus grillos eran los más livianos, <strong>de</strong> peso <strong>de</strong> tres<br />
libras, que se mandaron anchar y alargar, que la pieza es<br />
un corredor alto espacioso con vista a los caminos <strong>de</strong><br />
la villa <strong>de</strong> San Carlos y <strong>de</strong> Bucaramanga, que primero<br />
ve a los que entran a la ciudad que los que están <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> ella… divertido en mirar las verduras <strong>de</strong>l campo, en<br />
tener buen fresco <strong>de</strong> este corredor y al fi n <strong>de</strong> un cuarto<br />
muy aseado para reposar... la puerta y las ventanas que se<br />
le habían remachado son las que miran a la plaza porque<br />
por ahí se profugó; la diversión y trato con los hombres,<br />
su mujer y parientas las tiene <strong>de</strong> día y <strong>de</strong> noche y por esta<br />
razón pudiera mirar su prisión como si estuviera en el<br />
paraíso terrenal... 117<br />
A esta <strong>de</strong>claración <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> Félix Ramón Serrano, quien<br />
pese a haberse manifestado impedido para realizar el juicio<br />
por adulterio actuaba en el <strong>de</strong>l robo <strong>de</strong>l correo, González<br />
respondió invitándolo a disfrutar <strong>de</strong> dicho paraíso y así consta<br />
en el expediente.<br />
Los acusados José Ignacio Anidos, a quien le <strong>de</strong>clararon<br />
pa<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> “morbo gálico”, y Juan Antonio Mantilla habían<br />
recibido el benefi cio <strong>de</strong> excarcelación. Esperarían en libertad<br />
condicional la sentencia <strong>de</strong>fi nitiva, cuyo estudio se <strong>de</strong>moró casi<br />
un año en manos <strong>de</strong>l doctor Tomás Barriga y sólo se dictó en<br />
1825.<br />
Entre tanto, un suceso inesperado vino a reactivar el juicio<br />
<strong>de</strong> adulterio: el 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1823 a las siete <strong>de</strong> la noche,<br />
estando los alcal<strong>de</strong>s y el escribano en su <strong>de</strong>spacho, oyeron que<br />
por la ventana que daba a la plaza arrojaron un paquete, que<br />
una vez examinado resultó ser la causa perdida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mes <strong>de</strong><br />
117 Causa <strong>de</strong>l Correo, f91v.<br />
117
diciembre <strong>de</strong>l año anterior. Dentro <strong>de</strong> las hojas encontraron<br />
un papelito escrito con letra fi ngida que <strong>de</strong>cía:<br />
Señor Alcal<strong>de</strong> no juzgue con tánta temeridad ay está<br />
la causa perdida el peón borracho la botó y yo la topé...<br />
la había guardado por umanidad 118 .<br />
Exhaustos, el escribano y los alcal<strong>de</strong>s comprendieron<br />
que todo comenzaba nuevamente. ¿Lograrían en su año <strong>de</strong><br />
gobierno fi nalizar el proceso?<br />
Con la aparición <strong>de</strong> la causa <strong>de</strong> adulterio se activaron las<br />
diligencias, <strong>de</strong> ratifi cación <strong>de</strong> testigos. Algunas volunta<strong>de</strong>s,<br />
como la <strong>de</strong> Bárbara Nieto <strong>de</strong>l Villar, se quebraron; ésta añadió<br />
a su <strong>de</strong>claración anterior:<br />
que un día entró a la casa <strong>de</strong> Micaela Mutis y la<br />
encontró sentada en la hamaca con Juan Bautista<br />
González, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber parido al hijo adulterino<br />
los veía salirse juntos en la parte techada <strong>de</strong>l balcón a<br />
conversar, pero que ignoraba si estaban fornicando 119 .<br />
Su madre, Josefa <strong>de</strong>l Villar, recordó que:<br />
...en las diversas ocasiones que sintió un hombre<br />
acostado en la cama con Micaela Mutis tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche,<br />
siempre malició quien era y que algunas veces, al otro<br />
día, la citada Mutis le <strong>de</strong>cía que esa noche había estado<br />
ahí Bautista y que lo que quería era llevarse al niño.<br />
El 3 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1823, el profesor <strong>de</strong> medicina Miguel<br />
Moreno certifi có que González pa<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> “etico confi rmado”<br />
y para su curación necesitaba <strong>de</strong> temperamento fresco, lo cual<br />
dio motivo, con la autorización <strong>de</strong> los acusadores, a que fuera<br />
excarcelado bajo fi anza. Inmediatamente salió <strong>de</strong> la cárcel<br />
montó en su caballo y se fue a las fi estas <strong>de</strong> Llano Gran<strong>de</strong>,<br />
118 Causa, f21r.<br />
119 Causa, f382v.<br />
118
en el sitio <strong>de</strong>l Cóndor, distante una legua <strong>de</strong> Girón, a instalar<br />
un juego <strong>de</strong> bisbís 120 . A partir <strong>de</strong> su excarcelación siguió<br />
actuando como uno más <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> los notables<br />
<strong>de</strong> la población, en el cual se mezclaba con sus acusadores y<br />
sus jueces. EI 23 <strong>de</strong> septiembre, cuando el gobernador <strong>de</strong> la<br />
provincia pidió contribuciones voluntarias para componer el<br />
Camino <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong> que conducía hasta las Bocas <strong>de</strong> la Payoa,<br />
ruta <strong>de</strong>l comercio con el río Magdalena don<strong>de</strong> pretendía<br />
establecerse una bo<strong>de</strong>ga, González se asoció con el obsequio<br />
<strong>de</strong> cuatro botijas <strong>de</strong> aguardiente a la lista <strong>de</strong> donantes, entre los<br />
cuales también fi guran Eloy, José María y Germán Valenzuela,<br />
Facundo Mutis, Máximo García y Antonio Navarro 121 .<br />
Al fi nalizar el mes, estando ya ratifi cados todos los testigos<br />
y libres bajo fi anza ambos acusados, la causa estaba lista para<br />
dictar sentencia una vez se solucionara el pleito sobre las costas<br />
<strong>de</strong>l juicio y consultas cuyo pago proporcional, fi nalmente,<br />
aceptó González en los últimos días <strong>de</strong> octubre. Recusados<br />
como estaban todos los asesores <strong>de</strong> la provincia y habiendo<br />
recusado otros tres nombres propuestos (lo cual según la ley<br />
era inaceptable), el alcal<strong>de</strong> rechazó esta nueva acción y dirigió<br />
consulta sobre la sentencia al abogado Jerónimo Ramírez en<br />
Bogotá.<br />
El castigo aconsejado por éste se basó en su interpretación<br />
<strong>de</strong> las leyes españolas, según las cuales se imponía la pena <strong>de</strong><br />
muerte a la mujer que adulterase, aun cuando admitía que la<br />
práctica había mitigado su rigor. El 30 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1823,<br />
el escribano Rafael Novoa notifi caba a cada una <strong>de</strong> las partes<br />
interesadas la sentencia proferida por Enrique Prada.<br />
Micaela Mutis <strong>de</strong>bería pagar prisión perpetua en una casa<br />
<strong>de</strong> recogidas o ser remitida a la capital para hacerlo en un<br />
hospicio <strong>de</strong> mujeres o en la cárcel <strong>de</strong>l Divorcio; perdía a<strong>de</strong>más<br />
su dote y gananciales que serían aplicados al marido agraviado.<br />
120 AGN, República, Criminales, T17, f849 y 1824.<br />
121 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Archivos Notariales, Girón, Libro 18, f307r.<br />
119
Juan Bautista González era con<strong>de</strong>nado a uno <strong>de</strong> los<br />
presidios <strong>de</strong> Cartagena por ocho años y a <strong>de</strong>stierro perpetuo<br />
<strong>de</strong> esos lugares en don<strong>de</strong> tánto ha escandalizado” 122 . Ambos<br />
reos eran con<strong>de</strong>nados a pagar las costas <strong>de</strong>l juicio.<br />
Esta sentencia, en opinión <strong>de</strong>l apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> Miguel<br />
Valenzuela, resultaba ‘...equitativa, pues ni aún siquiera se<br />
aplica a los <strong>de</strong>lincuentes la pena ordinaria establecida por<br />
las leyes <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> Castilla que ni están <strong>de</strong>rogadas ni se<br />
oponen en modo alguno a nuestro sistema <strong>de</strong> gobierno y<br />
antes bien su puntual observancia pue<strong>de</strong> ser muy conducente<br />
a su estabilidad pues sin virtu<strong>de</strong>s no hay República...” 123 .<br />
Dos días <strong>de</strong>spués, el 1o. <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1824, una y otro<br />
apelaban ante José María Regueros, alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Girón para ese<br />
año, quien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consultar al señor teniente Francisco<br />
<strong>de</strong> Paula Orbegozo, resi<strong>de</strong>nte en Pie<strong>de</strong>cuesta, remitió el<br />
expediente a la Corte Superior <strong>de</strong>l Distrito <strong>de</strong>l Centro en<br />
don<strong>de</strong> fue recibido el 19 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1824.<br />
Ciertos indicios, como la presentación que había hecho<br />
González en julio <strong>de</strong> 1823 <strong>de</strong> cartas dirigidas a Micaela por su<br />
marido, permiten <strong>de</strong>ducir que las familias <strong>de</strong> los implicados,<br />
y ellos mismos, buscaban solidariamente la solución al<br />
confl icto; aun más, el abogado Narciso García, resi<strong>de</strong>nte en<br />
Bogotá, quien se había encargado <strong>de</strong> tramitar la separación <strong>de</strong><br />
los bienes dotales <strong>de</strong> María Josefa Navas <strong>de</strong>l embargo hecho a<br />
los <strong>de</strong> su marido, recibió en enero <strong>de</strong> 1824 po<strong>de</strong>res otorgados<br />
por Juan Bautista González, quien se había avecindado en<br />
Bucaramanga, y por Micaela Mutis, resi<strong>de</strong>nte en San Carlos<br />
<strong>de</strong>l Pie <strong>de</strong> la Cuesta, para apelar la sentencia proferida por el<br />
alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Girón.<br />
El extenso alegato <strong>de</strong>l apo<strong>de</strong>rado se orientó en el caso <strong>de</strong><br />
González a <strong>de</strong>mostrar los errores <strong>de</strong>l proceso, las fallas <strong>de</strong><br />
122 Causa, f401v.<br />
123 Causa, f406r.<br />
120
procedimiento y la ignorancia <strong>de</strong> las leyes por parte <strong>de</strong> los<br />
jueces <strong>de</strong> Girón; se fundamentó en la suposición <strong>de</strong> inocencia<br />
<strong>de</strong>l acusado y en que habiéndose <strong>de</strong>mostrado (en las cartas<br />
escritas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Pamplona) el perdón <strong>de</strong> Valenzuela a su mujer,<br />
no ha <strong>de</strong>bido seguirse el juicio. Apeló, una vez más, a manera<br />
<strong>de</strong> atenuante, a la existencia <strong>de</strong> odios políticos entre realistas<br />
y patriotas: “...el origen <strong>de</strong> los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> González<br />
no es otro que el <strong>de</strong> haberse prestado gustoso a todo cuanto<br />
fué necesario para las tropas <strong>de</strong> la República en año <strong>de</strong> 1819<br />
cuando otros huían <strong>de</strong> ellas, seguían las huellas <strong>de</strong> los enemigos<br />
y maquinaban contra el país...” 124<br />
Al fi nalizar lanzó una profunda estocada al punto más<br />
sensible <strong>de</strong>l acusador: habiendo éste emigrado y manteniéndose<br />
en Maracaibo que era un país enemigo, “…<strong>de</strong>bieron sus bienes<br />
haber sido confi scados y <strong>de</strong> ellos haber el erario público el<br />
tercio y el quinto <strong>de</strong>l caudal... que correspon<strong>de</strong> y ascien<strong>de</strong> por<br />
lo menos a la cantidad <strong>de</strong> 2.100 pesos...”.<br />
De inmediato presentó la expresión <strong>de</strong> agravios en<br />
nombre <strong>de</strong> ella, reconociendo “su <strong>de</strong>bilidad vergonzosa y<br />
el arrepentimiento <strong>de</strong> su extravío” en términos emotivos;<br />
atacaba, poniendo énfasis en lo “que son las pasiones <strong>de</strong> los<br />
jueces y las intrigas que se manejan en lugares pequeños por<br />
aquellos mismos que revestidos con el carácter <strong>de</strong>l sacerdocio<br />
<strong>de</strong>berían provocar la paz entre sus feligreses y mediar con su<br />
ejemplo la corrupción que advierten en las costumbres <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>mas...”; la <strong>de</strong>fendía diciendo: “...ella querría no haber<br />
cometido esa falta, ella quisiera haber muerto antes que haber<br />
perdido su honor y su reputación; pero arrepentida <strong>de</strong> su<br />
extravío, no pue<strong>de</strong> tampoco avenirse a una sentencia que es<br />
nula e injusta...” y eludía la acusación <strong>de</strong> adulterio, exponiendo,<br />
con especial dramatismo, la historia <strong>de</strong>l matrimonio:<br />
Enlazada por la casualidad y no por su libre elección<br />
con un marido que públicamente hacia ostentación <strong>de</strong><br />
estimarla, pero que en secreto la trataba ignominiosamente<br />
124 Causa. f415r a 419v.<br />
121
—así me encarga lo manifi este a V.E., en carta que acabo<br />
<strong>de</strong> recibir—; unida, repito, a un hombre que no podía<br />
ni quería hacer su felicidad, su vida era bien lamentable<br />
antes <strong>de</strong> la revolución política <strong>de</strong> 1810, mas <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
entonces hasta 1819 su <strong>de</strong>sgracia fué inmensa, porque<br />
ella patriota y él <strong>de</strong> contraria opinión, se conoce <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
luego cual sería la suerte <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>rdante. Llega por<br />
fi n el afortunado año <strong>de</strong> 1819, Girón es libertada; pero<br />
el Dr. Valenzuela más fi el a la causa <strong>de</strong> Fernando VII y<br />
a Don Pablo Morillo que a su mujer y familia, huye con<br />
los opresores, abandona a la esposa con quien siempre<br />
<strong>de</strong>bía vivir <strong>de</strong> consuno y la <strong>de</strong>ja expuesta a los asaltos que<br />
<strong>de</strong>bía sufrir en su ausencia… si pudiéramos interpretar el<br />
origen <strong>de</strong> los acontecimientos humanos observaríamos<br />
aquí que una infi <strong>de</strong>lidad obstinada a la causa santa <strong>de</strong> la<br />
libertad ha sido castigada en el Dr. Valenzuela con otra<br />
infi <strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> su mujer; pero con la diferencia que la<br />
última ha sido provocada por capricho <strong>de</strong>l marido.<br />
Marcha este con los españoles, en pos <strong>de</strong>l asesino<br />
González y la señora Micaela Mutis <strong>de</strong>be resistir sóla,<br />
sin apoyo y sin temor las seducciones <strong>de</strong> tántos que en<br />
aquella época y los años subsiguientes, pasaban por el<br />
lugar <strong>de</strong> su resi<strong>de</strong>ncia, o permanecían allí algunos meses.<br />
La virtud <strong>de</strong>sfalleció al fi n... Ah! la señora Mutis es tenida<br />
por adúltera, porque falla a la fi <strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> un marido que<br />
criminalmente la abandona por más <strong>de</strong> tres años, y este<br />
marido, único origen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>shonra <strong>de</strong> su mujer es quien<br />
<strong>de</strong>be acusarla… tales son las leyes <strong>de</strong>l mundo pero no las<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> la naturaleza.<br />
...A primera vista se <strong>de</strong>scubre que su culpa merece<br />
toda la piedad <strong>de</strong>l corazón humano. Su marido ausente<br />
sin esperanzas seguras <strong>de</strong> que volviese a Girón; su<br />
marido siguiendo las ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>l rey <strong>de</strong> España y<br />
haciendo causa común con los enemigos <strong>de</strong> la Patria:<br />
hé aquí cuántos motivos para disminuír la gravedad <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>lito. Si el hubiese estado presente, si la señora Mutis<br />
hubiese admitido en su lecho nupcial a otro hombre con<br />
<strong>de</strong>shonra <strong>de</strong> su esposo, si hubiese procurado engañar<br />
122
al Dr Valenzuela, protestándole una fi <strong>de</strong>lidad que no<br />
había tenido, yo confi eso que el encerramiento podía ser<br />
perpetuo... pero castigarla con una pena in<strong>de</strong>fi nida por<br />
un exceso hijo <strong>de</strong> la fragilidad <strong>de</strong>l sexo, <strong>de</strong> circunstancias<br />
particulares y no <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pravación inveterada <strong>de</strong> la<br />
voluntad, arrancarla para siempre <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong><br />
los virtuosos y sumergirla en una cárcel en compañía<br />
<strong>de</strong> otras mujeres homicidas, envenenadoras, sacrílegas<br />
o ladronas... no pue<strong>de</strong> compararse con ninguna<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las que han dictado los tribunales hasta<br />
ahora...<br />
En su <strong>de</strong>fensa, que se extien<strong>de</strong> en más <strong>de</strong> diez folios,<br />
impugna como injusto y nulo el dictamen y señala la pena<br />
perpetua como “...muy grave, inhumana e ilegal..., porque<br />
ninguna pena <strong>de</strong>be tener el carácter <strong>de</strong> perpetua y por el<br />
contrario, <strong>de</strong>ben aplicarse con carácter <strong>de</strong> revocables para<br />
estimular la enmienda”. Recuerda a<strong>de</strong>más que “...es el primer<br />
<strong>de</strong>fecto en que incurre <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos años <strong>de</strong> casada<br />
y <strong>de</strong> haber sufrido en su corazón todo el rigor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino<br />
que la había unido con un hombre <strong>de</strong> quien estaba segura<br />
no le guardaba toda la fi <strong>de</strong>lidad conyugal...”. Enfatizaba, con<br />
fi no instinto, en que siendo “…la única mancha que pue<strong>de</strong><br />
atribuírsele en toda su vida, así estando soltera como casada,<br />
su <strong>de</strong>shonra es el mayor castigo que pue<strong>de</strong> aplicarse a una<br />
mujer <strong>de</strong> sus principios y educación...”.<br />
Se remitió una vez más a las cartas en que Valenzuela<br />
expresaba su perdón y lo acusó <strong>de</strong> conformaría causa <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> haber recibido <strong>de</strong> su mujer los cinco mil novecientos dos<br />
pesos <strong>de</strong>l capital y gananciales.<br />
En el momento <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a esta habilísima <strong>de</strong>fensa, la<br />
posición <strong>de</strong> Miguel Valenzuela se había <strong>de</strong>bilitado pues José<br />
Ignacio Ordóñez Rubira, electo alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Bucaramanga, no<br />
podía continuar llevando su representación. Por otra parte,<br />
mientras el juicio se había a<strong>de</strong>lantado en Girón, él residiendo<br />
en Bogotá mantenía una conveniente distancia, pero ahora<br />
123
cuando por la apelación se había trasladado a la capital le<br />
causaba toda clase <strong>de</strong> incomodida<strong>de</strong>s, tormentos y <strong>de</strong>sazones<br />
el sentir que sus asuntos eran comidilla diaria entre los<br />
abogados y seguramente entre los escribanos.<br />
Tal vez por ello su respuesta trasluce un <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong>l<br />
acusador, que unas veces <strong>de</strong>fi en<strong>de</strong> el honor familiar, otras la<br />
moral pública y otras la dignidad <strong>de</strong> la justicia.<br />
Si yo pudiera —dice— tratar esta materia con la<br />
serenidad que lo haría un mercenario: si yo pudiera leer<br />
los autos sin conturbarme a cada paso por la <strong>de</strong>sgraciada<br />
suerte <strong>de</strong> mis inocentes hijos, labrada por su propia<br />
madre; el horroroso escándalo que ha pa<strong>de</strong>cido Girón,<br />
los pueblos inmediatos y varios otros muy distantes, yo<br />
me empeñaría en rebatir parte por parte cuanto se alega<br />
<strong>de</strong> contrario para obtener la impunidad <strong>de</strong> un crimen<br />
que por su circunstancia no tiene igual en los archivos<br />
<strong>de</strong> aquella Provincia, ni en la tradición <strong>de</strong> nuestros<br />
mayores allí... cuantas veces he tomado el proceso para<br />
leerlo, otras tántas se me ha caído <strong>de</strong> las manos por un<br />
movimiento insuperable propio <strong>de</strong> la indignación que<br />
causa ver usar <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> la justicia para proteger la<br />
iniquidad...<br />
Más a<strong>de</strong>lante expresa su dolor <strong>de</strong> marido agraviado:<br />
“..Para <strong>de</strong>sarmarme afectó arrepentimiento, yo me condolí,<br />
la propuse reunirnos en otro lugar distante <strong>de</strong>l que había sido<br />
teatro <strong>de</strong> su vergonzosa tragedia; pero no pudiendo separarse<br />
<strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> su lascivia, prefi rió mantenerse en su amistad...”,<br />
e inmediatamente se <strong>de</strong>fi en<strong>de</strong> <strong>de</strong> la acusación <strong>de</strong> infi <strong>de</strong>lidad<br />
a la patria “…con que se me ultraja... yo <strong>de</strong>mostraría mi<br />
patriotismo no <strong>de</strong> palabras sino <strong>de</strong> hechos”, apoyándose en<br />
haber sido elegido por la Asamblea Electoral <strong>de</strong> toda una<br />
provincia representante <strong>de</strong> la nación “.. por mi opinión y<br />
conducta…” 125 .<br />
125 Causa, f432r.<br />
124
Finaliza pidiendo confi rmar la sentencia apelada con<br />
con<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> costas. El 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1824 el fi scal<br />
ordinario, Nicolás Cuervo, basó en las cartas <strong>de</strong>l doctor<br />
Miguel Valenzuela su concepto <strong>de</strong> que éste había perdonado<br />
a su mujer el <strong>de</strong>lito cometido en su ausencia, por lo cual<br />
consi<strong>de</strong>raba toda la acusación injurídica e ilegal: “...no ha<br />
<strong>de</strong>bido imponerse pena alguna a dicha señora ni a Juan<br />
Bautista González su cómplice... y que la sentencia apelada es<br />
<strong>de</strong> revocarse por cuanto se ha dictado contra las terminantes<br />
disposiciones <strong>de</strong> las leyes...”.<br />
Eludió el fi scal manifestarse sobre la solicitud <strong>de</strong> embargo<br />
<strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> Valenzuela por estar atribuido a los<br />
gobernadores el conocimiento <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> secuestro y no<br />
ser <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong>l Tribunal Superior. De ello se notifi có<br />
a las partes el 5 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1824.<br />
Los magistrados Osorio, Sandino y Tobar, a quienes<br />
correspondió estudiar la apelación, conceptuaron que no<br />
constando que el matrimonio se hubiera reunido ni que la<br />
esposa hubiera aprovechado <strong>de</strong>l perdón ofrecido, era <strong>de</strong><br />
confi rmar la sentencia apelada, reduciéndose a sólo cuatro<br />
años la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> presidio hecha a Juan Bautista González<br />
y a cuatro los <strong>de</strong> reclusión a Micaela Mutis, imponiendo a<br />
ambos el <strong>de</strong>stierro perpetuo <strong>de</strong> Girón; así lo confi rmó la<br />
Corte Superior <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong>l Distrito Centro el día 28 <strong>de</strong><br />
julio <strong>de</strong> 1824.<br />
Pero la justicia tenía reservados otros recursos como el<br />
<strong>de</strong> súplica y el <strong>de</strong> nulidad, que esgrimidos por el <strong>de</strong>fensor<br />
surgieron inmediatamente. A todas esas, viendo cómo la pena<br />
iba disminuyéndose sin que lograra concluirse el insoportable<br />
juicio, Miguel Valenzuela ablandaba su actitud para pedir “...<br />
que dicha sentencia se reforme en la parte que pueda serme<br />
perjudicial o que no provoque el escándalo en los pueblos que<br />
han sido teatro <strong>de</strong> la iniquidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>lincuentes...”; pedía<br />
el regreso <strong>de</strong> González a la prisión, poniendo <strong>de</strong> presente<br />
125
el <strong>de</strong>scaro con que éste se burlaba <strong>de</strong> los procedimientos<br />
judiciales y el peligro que para su seguridad personal signifi caba<br />
su libertad ante la urgente necesidad <strong>de</strong> ir a su casa <strong>de</strong> Girón<br />
para arreglar los negocios <strong>de</strong> su familia “que se hallan en la<br />
más miserable situación ocasionada por esta causa”.<br />
Argüía Valenzuela que estando libre González peligraba<br />
su vida, como lo había afi rmado en diciembre <strong>de</strong> 1822<br />
cuando para venir a Bogotá para asistir al Congreso había<br />
obtenido autorización <strong>de</strong> hacerse acompañar por una escolta<br />
conformada por tres hombres armados <strong>de</strong> fusiles y machetes,<br />
un arriero, un paje y dos <strong>de</strong> sus hijos 126 . Sus temores eran<br />
califi cados por el apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> González como “recelos<br />
propios solamente <strong>de</strong> su raro modo <strong>de</strong> pensar...”.<br />
El 16 <strong>de</strong> agosto, el fi scal Cuervo, al conce<strong>de</strong>r el recurso <strong>de</strong><br />
apelación en tercera instancia, reiteró que González <strong>de</strong>bería<br />
regresar a prisión como ya se había conceptuado el 30 <strong>de</strong> abril<br />
anterior, censurando el procedimiento <strong>de</strong>l juez <strong>de</strong> Girón <strong>de</strong><br />
haberle dado libertad bajo fi anza.<br />
Antonio Navarro, alcal<strong>de</strong> y juez <strong>de</strong> Girón en ese año, se<br />
<strong>de</strong>fendió diciendo que no había sido él quien había convenido<br />
en esa excarcelación pero que jamás hubiera dado un paso<br />
para restituirlo “...aunque no fuera más que por librarse <strong>de</strong> sus<br />
amenazas, injurias, e irrespetos... y los malos tratos que dá a<br />
los <strong>de</strong>más encarcelados...” 127<br />
Habían llegado a un lugar sin salida en medio <strong>de</strong> la maraña<br />
legal y la única posible estaba en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> quien había<br />
instaurado acusación <strong>de</strong> adulterio; el 7 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1824<br />
la mano <strong>de</strong>l acusador fi rmó, conjuntamente con los acusados,<br />
en el mismo juzgado y ante el mismo escribano que había<br />
actuado durante todo el juicio, un acuerdo cuyos términos son<br />
los siguientes:<br />
126 Causa, f438r.<br />
127 AGN, República, Criminales, T17, f844.<br />
126
Miguel Valenzuela, animado <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong><br />
buena armonía que <strong>de</strong>be reinar entre los conciudadanos ha<br />
venido en dimitir como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego se dimite y aparta <strong>de</strong><br />
la acusación criminal que se halla pendiente en la Suprema<br />
Corte <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong>l Distrito <strong>de</strong>l centro, contra su legítima<br />
mujer la señora Micaela Mutis y el individuo Bautista<br />
González bajo las condiciones siguientes:<br />
1a- Que el último disponga <strong>de</strong> la crianza y habitación <strong>de</strong> la<br />
prole que ha ocasionado esta causa sacándola <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> su<br />
madre.<br />
2a- Que el dicho jamás trate con esta ni <strong>de</strong> palabra ni por<br />
escrito.<br />
3a- Que el mismo se retire inmediatamente <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong><br />
Girón y Floridablanca y por espacio <strong>de</strong> un año continuo no<br />
vuelva a ellos.<br />
4a- Que durante otro año no pueda residir en el lugar<br />
don<strong>de</strong> resida el espresado señor doctor Valenzuela.<br />
5a- Que dicho González pague al contado las costas<br />
erogadas en este Juzgado.<br />
6a- Que por la menor contravención a lo pactado se tenga<br />
por ninguna la transacción en cuanto al dicho señor doctor<br />
Valenzuela, quien en tal caso podrá continuar la causa.<br />
Se obligaron cada uno <strong>de</strong> los otorgantes y fi rmaron ante<br />
testigos. Concluía así la causa <strong>de</strong> adulterio, cuando aún no se<br />
había fallado sobre la <strong>de</strong>l robo al correo cuya responsabilidad,<br />
vistas las quejas <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Girón ante el Tribunal <strong>de</strong> la<br />
Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, recayó en el doctor Tomás Barriga;<br />
su respuesta, aconsejando dos años <strong>de</strong> prisión para González<br />
y tres <strong>de</strong> trabajos forzados a los otros acusados, sólo vino a<br />
recibirse en Girón en abril <strong>de</strong> 1825. A Francisco Valenzuela,<br />
alcal<strong>de</strong> en ese año, le correspondió dictar la sentencia que se<br />
acogió al dictamen <strong>de</strong>l asesor. Para José Ignacio Anidos y Juan<br />
Antonio Mantilla se iniciaba el castigo, que nunca se aplicó<br />
al autor intelectual y material; en cambio, al doctor Tomás<br />
Barriga, por su <strong>de</strong>mora en enviar su concepto y para castigar<br />
su “escandaloso abandono sumamente perjudicial a la buena<br />
administración <strong>de</strong> justicia”, los jueces <strong>de</strong> la Corte Suprema<br />
<strong>de</strong> Justicia, Diego Femando Gómez, José Joaquín Ortiz y<br />
127
Alejandro Osorio, lo suspendieron <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la abogacía<br />
por el término <strong>de</strong> un año.<br />
El tiempo, que todo lo lima y <strong>de</strong>sdibuja, fue difuminando<br />
el contorno <strong>de</strong>l confl icto, los años diluyeron los odios y todos<br />
procuraron olvidar esa historia <strong>de</strong> per<strong>de</strong>dores. El matrimonio<br />
<strong>de</strong> Juan Bautista González y María Josefa Navas continuo<br />
unido y así aparecen en 1829 fi rmando el recibo <strong>de</strong> la herencia<br />
<strong>de</strong> la abuela <strong>de</strong> ella, que junto con las tierras que conformaron<br />
la dote, va vendiendo el marido. El proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scrédito<br />
y ruina <strong>de</strong> González se percibe en diferentes documentos:<br />
en 1828 le fue negado el nombramiento <strong>de</strong> juez colector<br />
<strong>de</strong> diezmos <strong>de</strong> Girón, que por <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>l Libertador<br />
había <strong>de</strong>sempeñado en 1820 128 ; en 1831 volvió a prisión por<br />
injurias contra Enrique Puyana, juez político y municipal <strong>de</strong><br />
Bucaramanga; en 1835 Ignacia Ortiz lo acusa junto con:<br />
...Pedro García y José María Prada por participar en<br />
juegos prohibidos <strong>de</strong> sumas consi<strong>de</strong>rables en dinero y<br />
fi ncas al dado corrido. El exponente (dice) perdió 169<br />
pesos en dinero, 25 quintales que llevaba en plata, 64<br />
que le emprestó José María Prada en la mesa y 80 que<br />
le emprestó la Sra Josefa González esposa <strong>de</strong> García,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dos mulas y un caballo y no teniendo dinero<br />
disponible les ofreció en pago su casa; que también se<br />
rifaron una mula <strong>de</strong>l Sr. Prada en 50 y un caballo <strong>de</strong><br />
Gonzalez en 25… 129<br />
La vida <strong>de</strong> María Josefa Navas, su carácter y su futuro<br />
también terminaron envilecidos; en 1849 la <strong>de</strong>mandó<br />
Carlos Seabright por insultar a su esposa Facunda Ordóñez,<br />
gritándole cuando pasó por enfrente <strong>de</strong> su casa en Girón: “...<br />
puta, zamba, guaricha, culimorada...” 130<br />
128 AGN, República, Curas y Obispos, T28, f261.<br />
129 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Judiciales Girón, Caja 041, f268 a 281.<br />
130 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Archivos Judiciales. Girón.<br />
128
Así como la fortuna, las posiciones políticas fueron<br />
variando a merced <strong>de</strong> afectos nuevos y alianzas cambiantes:<br />
en julio <strong>de</strong> 1828 varios miembros <strong>de</strong> la familia Mutis —José<br />
y sus hijos Jacobo y Celestino, Manuel y su tío político Pedro<br />
Canal— y <strong>de</strong> la familia Valenzuela —Eloy y José María—<br />
coincidían con Juan Bautista González en una carta <strong>de</strong><br />
adhesión al Libertador, pidiéndole encargarse <strong>de</strong> ejercer el<br />
“po<strong>de</strong>r sin límites”. En octubre <strong>de</strong> ese mismo año, don Eloy<br />
Valenzuela, cuya relación y compañía hicieron más lleva<strong>de</strong>ros<br />
los días <strong>de</strong> Bolívar en Bucaramanga, rendía público homenaje<br />
al padre <strong>de</strong> la patria convocando a una suscripción pública<br />
para fundir una medalla conmemorativa en agra<strong>de</strong>cimiento a<br />
la divina provi<strong>de</strong>ncia por haberlo salvado <strong>de</strong> la conspiración<br />
<strong>de</strong> septiembre.<br />
Facundo Mutis, más cercano a la órbita santan<strong>de</strong>rista,<br />
asistió a la Convención <strong>de</strong> Ocaña, para la cual también fue<br />
electo Miguel Valenzuela, quien no acudió. Terminaban viejas<br />
rencillas, cicatrizaban heridas pero sólo para <strong>de</strong>jar espacio a<br />
otras nuevas: a don Eloy Valenzuela, cura <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1786, venerable por su edad y su sabiduría, el 31 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1834 lo asesinaron vilmente dos sujetos que<br />
entraron a su casa para robarlo; él los conocía tanto que a uno<br />
<strong>de</strong> ellos lo había bautizado, y aun mal herido, como sacerdote<br />
tuvo el valor <strong>de</strong> perdonarlos; en su testamento, fi rmado el 20 <strong>de</strong>l<br />
mes anterior, quedaba la constancia <strong>de</strong> otras amarguras: “...en<br />
la tormenta que <strong>de</strong>scargaron sobre mí los patriotas instigados<br />
por mis paisanos pa<strong>de</strong>ció mi casa un saqueo consi<strong>de</strong>rable, no<br />
menos que mi bolsillo...”, lamentándose por la pérdida <strong>de</strong> “...<br />
impresos, periódicos, láminas, apuntes y libros.., sin esperanza<br />
<strong>de</strong> reposición...” 131<br />
Señalaba como albacea a su hermano don Miguel<br />
Valenzuela y en su <strong>de</strong>fecto a Germán o a José María. Entre sus<br />
disposiciones testamentarias, todas muy precisas, se <strong>de</strong>stacan<br />
la No. 12 según la cual <strong>de</strong>jaba un capital <strong>de</strong> 2.500 pesos con<br />
131 Véase Anexo 5.<br />
129
cuyos réditos se <strong>de</strong>bía fundar una beca o pensión escolar<br />
para uno o dos estudiantes <strong>de</strong> teología en el Colegio <strong>de</strong>l<br />
Rosario o <strong>de</strong> moral y liturgia en el <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nados, encargando<br />
<strong>de</strong> su cumplimiento en su or<strong>de</strong>n a Miguel y a José María,<br />
autorizándoles pagarse por sus gestiones con un <strong>de</strong>scuento <strong>de</strong><br />
diez pesos anuales <strong>de</strong>l rédito. Dejaba, en esa misma cláusula,<br />
ciento diez pesos para los hijos estudiantes <strong>de</strong> sus hermanos<br />
Francisco y Germán, acotando que a los hijos <strong>de</strong> Francisco<br />
por su pobreza serviría también para latinidad y fi losofía.<br />
Esa beca sólo vino a constituirse diez años más tar<strong>de</strong>, el<br />
27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1844, cuatro días antes <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Miguel<br />
Valenzuela a quien había confi ado el encargo. Algo similar<br />
ocurrió con la distribución <strong>de</strong> su biblioteca repartida entre<br />
sus hermanos y el Colegio <strong>de</strong>l Rosario (Cláusula 13), con clara<br />
advertencia <strong>de</strong> que reprueba y contradice toda conmutación<br />
y traspaso, “pues si no los necesita pue<strong>de</strong> ven<strong>de</strong>rlos y adquirir<br />
otros”, anotando inmediatamente que “la remisión queda a<br />
cargo y oportunidad <strong>de</strong>l Albacea...”. De este legado solamente<br />
llegó al Claustro rosarista una biblia políglota en cuatro tomos,<br />
entregada en el año <strong>de</strong> 1838 132 .<br />
La vida fue trazando sus líneas <strong>de</strong> fortuna y <strong>de</strong> pobreza, <strong>de</strong><br />
honor y <strong>de</strong> miseria en don<strong>de</strong> cada cual encontró su espacio:<br />
Rafael Novoa terminó siendo acusado por malos manejos<br />
en la escribanía <strong>de</strong> Girón 133 . Una hija <strong>de</strong> Antonio Navarro, el<br />
amigo y apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> Micaela que había retado a los gironeses<br />
a lanzarle la primera piedra, fue la esposa <strong>de</strong> Ulpiano Valenzuela.<br />
Miguel Valenzuela reunió una importante fortuna.<br />
Resi<strong>de</strong>nciado en Bucaramanga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1832, fue recaudador<br />
<strong>de</strong> diezmos, ejerció su profesión <strong>de</strong> abogado, manejó los<br />
132 María Clara Guillén <strong>de</strong> Iriarte, Nobleza e Hidalguía en el Nuevo Reino <strong>de</strong> Granada,<br />
TII, Bogotá, Colegio Mayor <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong>l Rosado, Instituto Colombiano <strong>de</strong><br />
Cultura Hispánica, 1994, pág. 501.<br />
133 AHR, Santan<strong>de</strong>r. Notariales, Girón, Caja No. 6, f105.<br />
130
negocios <strong>de</strong>l monasterio <strong>de</strong> Santa Clara <strong>de</strong> Pamplona, invirtió<br />
en tierras y dio dinero sobre hipotecas. Fue, inclusive, uno <strong>de</strong><br />
los damnifi cados <strong>de</strong> la quiebra <strong>de</strong>l banquero bogotano Judas<br />
Ta<strong>de</strong>o Landínez.<br />
Su testamento, fi rmado en octubre <strong>de</strong> 1843, no enumera<br />
sus bienes, pero <strong>de</strong>signa a sus siete hijos como here<strong>de</strong>ros<br />
universales y señala las sumas que les ha a<strong>de</strong>lantado 134 . La<br />
cuantía <strong>de</strong> sus bienes raíces se aprecia en las numerosas ventas<br />
que sus hijos realizan <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, ocurrida el 31<br />
<strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1844 135 . Dejaba en su testamento constancia <strong>de</strong><br />
haberles entregado lo correspondiente a la herencia materna<br />
y <strong>de</strong> haber dotado a su hija María <strong>de</strong> los Dolores con tierras<br />
y mil pesos y 72 y media onzas <strong>de</strong> oro, cuando se casó con<br />
Eugenio Rampon, médico “natural <strong>de</strong> los reinos <strong>de</strong> Francia”,<br />
en el año <strong>de</strong> 1843.<br />
Con la certeza <strong>de</strong> su gran <strong>de</strong>rrota, Micaela Mutis Consuegra<br />
murió en Bogotá el 12 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1841, en la casa situada en<br />
la calle <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Dios, cerca al puente <strong>de</strong> San Victorino.<br />
No pasó un solo día <strong>de</strong> su vida sin pensar en Domingo Cruz<br />
<strong>de</strong>l Carmen, entregado cuando apenas tenía un poco más <strong>de</strong><br />
dos años.<br />
“Agua”, “señora” y “adiós” eran sus únicas palabras. Ella<br />
se las hizo repetir muchas veces antes <strong>de</strong> montarlo en la<br />
cabeza <strong>de</strong> la silla <strong>de</strong>l caballo en que el peón <strong>de</strong> espuela <strong>de</strong><br />
su hermano José se lo llevó para entregarlo a Juan Bautista,<br />
quien <strong>de</strong>bía salir a recogerlo en las goteras <strong>de</strong> Floridablanca.<br />
Alegre, el niño se volvió varias veces haciendo señas con la<br />
mano a Micaela. Ella, frente a la puerta <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Facundo,<br />
los miró hasta que fueron sólo un puntico entre los caracolíes<br />
<strong>de</strong>l horizonte.<br />
134 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Notaría Primera <strong>de</strong> Bucaramanga, año <strong>de</strong> 1843<br />
135 AHR, Santan<strong>de</strong>r, Parroquia <strong>de</strong> San Laureano, Defunciones. Vol. 4, 1843-1851,<br />
partida 106.<br />
131
Debieron cambiar su nombre y una mentira, la palabra<br />
VALENZUELA, es la única anotación marginal en su partida<br />
<strong>de</strong> bautizo.<br />
Dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerta Micaela, a una <strong>de</strong> sus nietas,<br />
hija <strong>de</strong> Aureliano nacida en Mompox, le dieron su nombre.<br />
Ella no lo hubiera <strong>de</strong>seado, jamás lo hubiera permitido. “Sólo<br />
quiero que me olvi<strong>de</strong>n”, había dicho muchas veces.<br />
¡Como si el amor permitiera el olvido, como si el amor no<br />
olvidara un extravío!<br />
132
ANEXOS<br />
133
1<br />
CARTA DIRIGIDA POR MANUEL MUTIS<br />
CAPITAN DE COMUNEROS DE BUCARAMANGA<br />
A LAS GENTES DE OCAÑA<br />
Señores Dn. Antonio Josef <strong>de</strong>l Rincón, Dn Antonio<br />
Luis Jacome, Dn. Buenaventura <strong>de</strong> León, D. Martín Castillo<br />
y todo el Comun <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Ocaña y lugares <strong>de</strong> su<br />
Jurisdicción:<br />
Señores:<br />
Por or<strong>de</strong>n que se nos ha comunicado <strong>de</strong>l Superior Consejo<br />
<strong>de</strong> los comunes establecido a favor <strong>de</strong> la honesta libertad,<br />
y bien nuestro en la Villa <strong>de</strong> Socorro participo a V.M.s. que<br />
en atención a los muchos pechos, contribuciones y nuevos<br />
impuestos con que nos afl igian los ministros <strong>de</strong> S.M. lo que<br />
en consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> nuestro sufrimiento y tolerancia con que<br />
lo hemos admitido, nos prevenían ya otros mayores, y mas<br />
gravosos, con los que sin duda quedaríamos inhaviles, aun<br />
para dar el preciso sustento a nuestras familias y precisados<br />
a eximir sin remedio bajo <strong>de</strong> intolerable servidumbre; y para<br />
ocurrir con el remedio oportuno y evitar por medios honestos<br />
tan graves males; y que la Majestad catolica nos <strong>de</strong>je libres <strong>de</strong><br />
tan pesadas cargas, se ha tomado pon la Divina Provi<strong>de</strong>ncia el<br />
medio que ha inspirado a los havitadores <strong>de</strong> aquella Villa, cuyo<br />
partido tienen en el día abrazado mas <strong>de</strong> cinco jurisdicciones<br />
o provincias (sin contar las noticias que refi eren <strong>de</strong> otras que<br />
135
<strong>de</strong>l todo no nos consta) ascendiendo ya el número <strong>de</strong> nuestro<br />
exercito y hombres alistados con armas a 1189 q. acompañan<br />
gustosos y siguen con valor nuestro partido.<br />
No ignoran V.M. como en un avance y sin perdida <strong>de</strong> tiempo<br />
y <strong>de</strong> hombre alguno fué cogido un señor Ministro que venia<br />
remitido <strong>de</strong> la Audiencia a tomar satisfacción <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> S.M.<br />
el que fué aprisionado y lo está junto con los <strong>de</strong>más sugetos y<br />
ofi ciales <strong>de</strong> las tropas q. venían en su compañía; q. se le quitó<br />
todo cuanto traía y que sus tropas <strong>de</strong>sarmadas y casi <strong>de</strong>snudas<br />
se pusieron en libertad y lo mas q. contiene este suceso.<br />
Tampoco ignoraran q. nuestro Generalisimo siguió habra 20<br />
dias para la corte <strong>de</strong> Santa Fe cuya capital contemplamos ya<br />
ganada o sitiada a los menos <strong>de</strong> nuestras tropas que pasaran <strong>de</strong><br />
2.000 hombres haviendose reducido voluntariam.te a seguir<br />
ntr. partido, todos los lugares por don<strong>de</strong> marcharon, y que nos<br />
presumimos sin violencia, q. aquella capital no <strong>de</strong>seaba otra<br />
cosa q. <strong>de</strong>clararse por nuestro partido, y el verla sitiada por<br />
nuestros escuadrones. Por la premura no remitirnos algunos<br />
documentos para inteligencia <strong>de</strong> V.M.s. contentandonos solo<br />
con remitirles estos testimonios <strong>de</strong> cartas <strong>de</strong> don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n<br />
inferir algunas cosas <strong>de</strong> lo dicho.<br />
Esto supuesto suplicamos a V Ms. nos acompañen y<br />
sigan nst. partido y alianza, q en hacerlo así reciviremos gran<br />
contento y estaremos prontos en ayudarles en sus empresas,<br />
q <strong>de</strong>beran ser siempre con nuestra consulta, para ns.<br />
comunicarlas con aquel Supremo Consejo y ayudar a V.MS.<br />
con personas y gentes en todas las cargas q puedan resultar<br />
<strong>de</strong> esta <strong>de</strong>terminación y sacrifi carnos todos en benefi cio <strong>de</strong>l<br />
común y honesta libertad.<br />
Requerimos a V. Ms. con esta propuesta y esperamos <strong>de</strong><br />
V.Ms. (que atendiendo a las utilida<strong>de</strong>s q espera reportar el<br />
publico y cada individuo en particular con la abolicion <strong>de</strong><br />
pechos y solo quedando el dos por ciento <strong>de</strong> las acabalas, el<br />
estanco <strong>de</strong> aguardiente con su morigeración y los quintos para<br />
136
SM. y nomás; sin que se hable ya <strong>de</strong>l perjudicial estanco <strong>de</strong>l<br />
tabaco, ni <strong>de</strong> todo el sartal <strong>de</strong> nuevos impuestos, marquilla,<br />
guías, ni contraguías que nos molestaban,) nos han <strong>de</strong><br />
respon<strong>de</strong>r si aceptan nuestro partido y alianza, pues <strong>de</strong> lo<br />
contrario sería mui sensible a ns. tomar la <strong>de</strong>terminación q<br />
se tomo para la ciudad <strong>de</strong> Girón por no haber querido esta<br />
admitir ntro. partido, y oy llora sin consuelo su miseria y<br />
representa a los ojos un funesto esqueleto, lo que no gemiría<br />
si con pru<strong>de</strong>ncia hubiera admitido ntros. partidos y alianza.<br />
Con propio remitimos a V.Ms. este pliego y el mismo<br />
aguardará razon <strong>de</strong>l partido que <strong>de</strong>terminaran V.Ms a elegir,<br />
lo que estimaremos nos digan con toda claridad para nsta.<br />
inteligencia, interín los capitanes que vamos fi rmados a<br />
nombre <strong>de</strong> todo el común, nos ofrecemos a servir a V.MS, y<br />
pedimos a Dios les guar<strong>de</strong> muchos años, e inspire el partido<br />
q <strong>de</strong>van elegir.<br />
De esta parroquia <strong>de</strong> la Matanza y junio 5 <strong>de</strong> 1781.<br />
Besa las manos <strong>de</strong> V.Ms sus mas afectos servidores:<br />
MANUEL MUTIS, Capitán <strong>de</strong> Bucaramanga<br />
ANTONIO JOSE DE ALARCON Y REYES, PEDRO<br />
JAVIER SERRANO Y DURAN, MIGUEL ESTEVAN<br />
AGUSTÍN GUERRERO<br />
Biblioteca Nacional- Manuscritos- Comuneros Libro 374<br />
f312-314.<br />
137
2<br />
PABLO ANTONIO VALENZUELA SE<br />
JUSTIFICA EINFORMA SOBRE LO ACAECIDO EN<br />
GIRÓN DURANTE<br />
EL ATAQUE DE LAS TROPAS COMUNERAS<br />
Pablo Antonio Valenzuela, Familiar <strong>de</strong>l Santo Ofi cio, vecino<br />
<strong>de</strong> esta ciudad <strong>de</strong> San Juan Girón, con el repeto <strong>de</strong>bido puesto<br />
a los pies <strong>de</strong> V.A. digo: que estando esta ciudad amenazada<br />
<strong>de</strong> invasión por las gentes <strong>de</strong> las Villas <strong>de</strong> San Gil y Socorro y<br />
<strong>de</strong>mas <strong>de</strong> sus lugares intento resistir el acometimiento y para<br />
ello el Ilustre cavildo hizo junta <strong>de</strong>l vecindario en que todos nos<br />
ofrecimos con nuestras vidas y haciendas a fi n <strong>de</strong> conservar<br />
nuestra antigua lealtad a Nuestro Rey y Señor y <strong>de</strong> impedir<br />
los perjuicios que teniamos noticia causabn dichas gentes en<br />
la Hacienda Real, personas y Haciendas <strong>de</strong> los particulares:<br />
se mandó alistar las gentes y por no haber armas <strong>de</strong> fuego<br />
para armarla toda, se mandó hacer lanzas cargando el costo<br />
en el caudal que estaba <strong>de</strong>stinado para reedifi car el Cavildo y<br />
la cárcel puesto por los vecinos, y para la mejor dirección <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>fensa me nombraron a mi Diputado Director en compañia<br />
<strong>de</strong> Don Antonio Salgar y la Torre y <strong>de</strong> Don Nicolas <strong>de</strong>l Villar<br />
en cuio cumplimiento practicamos la diligencia e hicimos las<br />
refl ex. que nos parecieron mas estimativas al intento como<br />
consta <strong>de</strong> las q presentamos al citado cavildo hasta q tuvo a<br />
bien mandar suspen<strong>de</strong>rlas hasta tener la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> V. A. a quien<br />
habia consultado y como en ese tiempo cargó mas y mas la<br />
noticia <strong>de</strong> la mucha gente que se aprestaba para acometernos;<br />
se fué acobardando la nuestra <strong>de</strong> tal conformidad que en<br />
pocos dias quedo la ciudad solo con tres sacerdotes, el Dr.<br />
Francisco Gutierrez Alcal<strong>de</strong> ordinario, Dn Nicolas <strong>de</strong>l Villar<br />
y yó. Algunos invalidos que a ratos se <strong>de</strong>jaban ver y pocas<br />
mugeres que sí todos no huieron fué por no abandonar las<br />
familias y no tener provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> hacerlo con ellas y habiendo<br />
llegado dichas gentes en dos trozos <strong>de</strong> exercito, se acampo<br />
una en el cilio <strong>de</strong>l Corregidor media legua <strong>de</strong> la ciudad y el<br />
138
otro en la Parroquia <strong>de</strong> Pie <strong>de</strong> la Cuesta dos leguas poco mas o<br />
menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> escribieron para que se rindiera la ciudad<br />
covidandola <strong>de</strong> paz con muchas amenazas <strong>de</strong> no hacerlo<br />
prontamente en que se incluía la <strong>de</strong> hacer la entrada <strong>de</strong> noche<br />
incendiando las casas.<br />
En este aprieto y confusión aunque se les respondió no<br />
estar la ciudad <strong>de</strong> guerra, ni tenía gente con q hacerla, se<br />
pensó ver si podiamos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> las tropas<br />
ya que no con fuerza por no haberla, con el rendimiento, el<br />
ruego y promesa <strong>de</strong> seguirlos: a cuio efecto salió dicho Alcal<strong>de</strong><br />
Ordinario D. Nicolas <strong>de</strong>l Villar llevando para mas empeño <strong>de</strong><br />
respeto y persuación al Dr. D. Eloy Valenzuela, presbitero y<br />
llegados a uno y otro campo pasamos inexplicables fatigas sin<br />
po<strong>de</strong>r conseguir la contencion ni una cosa mas que por haber<br />
salido se nos aten<strong>de</strong>ria en no acabar con la ciudad, tratandonos<br />
como si fuesemos rendidos en guerra y blasonando <strong>de</strong> sus<br />
fuerzas con expresiones in<strong>de</strong>corosas a los vecinos <strong>de</strong> la<br />
ciudad, a la que en este termino entraron y no tuvieron mejor<br />
exito los ruegos <strong>de</strong>l cura Dn. Felipe Salgar que a la puerta<br />
<strong>de</strong> la Iglesia los exhortó, revestido <strong>de</strong> sobrepelliz con un Sto.<br />
Christo en la mano, consiguiendo solo que no matarian a<br />
nadie ni harían hostlidad; pero no por esto escapo el tabaco<br />
en hoja que estaba almacenado, mas <strong>de</strong> cuatrocientas cargs<br />
<strong>de</strong> S. M. que se lo repartieron todo con el <strong>de</strong> polvo, varajas<br />
y cuanto tuvieron a las manos. Saquearon algunas casas <strong>de</strong><br />
vecinos y con muchos mueran los pechos dieron al fuego<br />
los papeles que trataban <strong>de</strong>lIos, quemaron hasta los pesos y<br />
medidas, hicieron salir a algunos vecinos <strong>de</strong> sus escondrijos<br />
con quienes el Dr. Ramon Ramirez que los comandaba<br />
estando en la Sala <strong>de</strong>l Cavildo proveieron autonombrandome<br />
<strong>de</strong> comandante general, a D. Adriano Salas y Don Thomas<br />
Navas <strong>de</strong> Capitanes subalternos, obligandonos con pena <strong>de</strong><br />
la vida y perdición <strong>de</strong> bienes a aceptarlos y seguir baxo <strong>de</strong><br />
buena fe baxo sus ban<strong>de</strong>ras, como consta <strong>de</strong> la copia simple<br />
<strong>de</strong> dicho auto que a esta acompaña <strong>de</strong>jandonos or<strong>de</strong>nes para q<br />
con la mayor actividad ejecutaramos; y como esta no la podia<br />
139
haber en nuestro quebrantado espíritu para seguirlos, nos<br />
volvio a amenazar dicho Dr. Ramirez <strong>de</strong> que volvería sobre<br />
nosotros con seiscientos o ochocientos hombres a executar<br />
gravisimo escarmiento, y para el efecto hizo poner su van<strong>de</strong>ra<br />
<strong>de</strong> guerra en la plaza <strong>de</strong> dicha parroquia <strong>de</strong> Pielacuesta y<br />
apronto sus gentes <strong>de</strong> modo que para impedirlo fue necesario<br />
executar cuanto consi<strong>de</strong>rabamos necesario a persuadirle<br />
lo tratabamos <strong>de</strong> buena fe, siguiendo sus <strong>de</strong>signios como<br />
nuestros, teniendonos tan ocupados en la correspon<strong>de</strong>ncia y<br />
contestación <strong>de</strong> sus cartas, q trabajabamos <strong>de</strong> dia y <strong>de</strong> noche,<br />
sin preten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>scanso como en parte se dijo conocer por<br />
la copia <strong>de</strong> sus cartas q. en la misma confi <strong>de</strong>ncia incluyo; y<br />
todo esto con el <strong>de</strong>sconsuelo <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r dar parte a V.A.<br />
ni al Exmo. Sr. Virrey por temor <strong>de</strong> los espías q recelabamos<br />
aun en las centinelas que <strong>de</strong> aquella or<strong>de</strong>n poniamos en los<br />
puestos por habernos asegurado dicho Ramirez que el <strong>de</strong>jaba<br />
quien le avisara <strong>de</strong> lo q sucediera nuestra operación.<br />
Este ha sido el motivo q nos ha impulsado a hacer<br />
presiones y embargos <strong>de</strong> bienes y percepción <strong>de</strong> multas<br />
impuestas por un auto cuya copia es inclusa, poner guarda y<br />
centinela en las puertas sin que haigamos pretendido aprecio<br />
<strong>de</strong> dichos empleos, ni le preten<strong>de</strong>mos ni apreciamos sino<br />
fuera en cuanto conduzca al servicio y or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> V.A., <strong>de</strong> que<br />
nos comprometemos en irrevocable fi <strong>de</strong>lidad y vasallaje con<br />
todos los vecinos <strong>de</strong> esta ciudad que no se ha levantado contra<br />
las or<strong>de</strong>nes reales y superiores, sino tan solo gimiendo baxo<br />
el yugo <strong>de</strong> la maior fuerza conque nos han superao dichas<br />
gentes y pareciendome ser <strong>de</strong> mi obligación dar <strong>de</strong>llo parte<br />
a V.A. asi lo executo como tambien lo execute al Exmo Sr.<br />
Virrey luego q tuve ocasión q me parecio segura aunque no se<br />
si ha llegado a sus mnos.<br />
Esta ciudad esta sosegada por si y solo temerosa <strong>de</strong> nuevo<br />
insulto esperando ocasion en q explicar su fi <strong>de</strong>lidad en<br />
egecutar las or<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> V.A. y yo como tan interesado en su<br />
servicio como el mas humil<strong>de</strong> y leal soldado <strong>de</strong> su tropa.<br />
140
Ntr. Sr. Guar<strong>de</strong> la importante vida <strong>de</strong> S.A. los años que<br />
pueda.<br />
San Juan Girón y agosto 26 1781<br />
M. P. S. a los pies <strong>de</strong> V. A. su mas minimo vasallo<br />
PABLO ANTONIO VALENZUELA<br />
Biblioteca Nacional- Fondo Manuscritos- Comuneros<br />
T386 f 89r 92 r.<br />
141
DEMOSTRACIÓN DE TODO LO PRACTICADO<br />
EN LA CIUDAD DE SAN JUAN GIRÓN, EN LAS<br />
HONRAS, Y EXEQUIAS QUE SE HICIERONPOR EL<br />
ALMA DE NUESTRO CATÓLICO REY EL SEÑOR<br />
DON CARLOS TERCERO; Y A SU CONSECUENCIA<br />
EL PLAN CON QUE SE HIZO LA FUNCIÓN DE LA<br />
JURA DE NUESTRO NUEVO CATÓLICO MONARCA<br />
REY, Y SEÑOR NATURAL DON CARLOS QUARTO,<br />
ES COMO SIGUE:<br />
3<br />
HONRAS<br />
El Doctor Don José María Velázquez, Gobernador que fue<br />
<strong>de</strong> esta ciudad <strong>de</strong> San Juan Girón, en conformidad <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n<br />
superior que tubo y en unión <strong>de</strong>l Doctor Don Felipe Agustín<br />
<strong>de</strong> Salgar, Cura Vicario <strong>de</strong> esta ciudad, examinador sinodal <strong>de</strong><br />
este Arzobispado, dispusieron para el día veinte y tres, y veinte<br />
y quatro <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong>l pasado año <strong>de</strong> mil setecientos ochenta<br />
y nueve, se egecutase el acto fúnebre <strong>de</strong> las honras por la<br />
muerte <strong>de</strong> Nuestro Católico Rey y Señor Don Carlos tercero,<br />
para cuyo efecto promulgado su día se preparó y vistió <strong>de</strong><br />
luto este vecindario, y a su consecuencia en la santa Yglesia<br />
Mayor <strong>de</strong> esta ciudad, en la parte correspondiente, se levantó<br />
una tumba <strong>de</strong> quatro cuerpos, y su remate <strong>de</strong> arte admirable,<br />
capaz <strong>de</strong> igualar con el mayor <strong>de</strong> los que se han visto en las<br />
Yndias en su fi gura. Se pusieron en su lugar las Reales Armas,<br />
e insignias acostumbradas con instrumentos Militares, con<br />
varias <strong>de</strong>simas que <strong>de</strong>mostraban el sentimiento <strong>de</strong>la muerte<br />
<strong>de</strong> nuestro amado Monarca, colocadas por su or<strong>de</strong>n en parte<br />
visible. Hallavase adornado <strong>de</strong> la cera correspondiente a su<br />
edifi cación, y <strong>de</strong>cencia, ocasionando solo su vista gran pesar,<br />
y sentimiento aun a los menos racionales. Concluido este<br />
aparato, el dia veinte y tres <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong>l pasado año, concurrió<br />
gran concurso <strong>de</strong> gente, y la mas principal, con asistencia <strong>de</strong>l<br />
Gobernador, Cavildo, Cura vicario, y la Clerecía; por la tar<strong>de</strong><br />
142
se cantaron Vísperas con toda solemnidad, y al siguiente día<br />
veinte y quatro, la Misa solemne con un Diácono, haciendo<br />
<strong>de</strong> Preste: el dicho cura Vicario, quien preparó antes para<br />
orador al Doctor Don Josef Vizente <strong>de</strong> Quadros, Cura <strong>de</strong> la<br />
Parroquia <strong>de</strong> Mogotes, Sugeto <strong>de</strong> Letras, y <strong>de</strong> gran virtud, quien<br />
<strong>de</strong>sempeño la Cátedra con aplauso, y vivamente <strong>de</strong>mostró el<br />
<strong>de</strong>sengaño <strong>de</strong> la vida humana; en su Panegírico patentizó las<br />
virtu<strong>de</strong>s exemplares <strong>de</strong> nuestro difunto Rey por conclusión<br />
provo el eterno <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> su Alma. Acabada la Missa, y<br />
<strong>de</strong>más exequias; se retiró para su casa dicho Gobernador,<br />
Cavildo, el vicario con sus Eclesiásticos, y toda nobleza, y con<br />
expresivas muestras <strong>de</strong> dolor, hicieron publico el que les había<br />
ocasionado, la muerte <strong>de</strong> nuestro invicto Monarca, confi ados<br />
<strong>de</strong> su eterno <strong>de</strong>scanso. Las <strong>de</strong>simas que pusieron en la tumba<br />
fueron hechas por un ingenio <strong>de</strong> esta Patria, son las siguientes:<br />
Quanto este túmulo abarca<br />
Denota si con razón,<br />
que llora San Juan Girón<br />
la muerte <strong>de</strong> su Monarca:<br />
pero engañose la Parca<br />
juzgándose vigorosa,<br />
porque a esfera mas dichosa,<br />
le traslado con sus fi los,<br />
don<strong>de</strong> ya en siglos tranquilos,<br />
su feliz Alma Reposa.<br />
...Mas si acia su Majestad,<br />
la dicha se dirigió,<br />
para el mundo advierto yo<br />
que fue la infelicidad:<br />
pues su magnanimidad,<br />
y gran<strong>de</strong> venebolencia<br />
miraba a la subsistencia<br />
<strong>de</strong> los climas mas remotos,<br />
y ya (tristes <strong>de</strong> nosotros)<br />
nos vemos sin su clemencia.<br />
...Pero cobraos corazón,<br />
potencias volved en ti,<br />
y no os permitáis assi,<br />
143
arrastrar <strong>de</strong> la pasión:<br />
si Carlos en salvación,<br />
<strong>de</strong>scanza, que mas queréis<br />
cuando ya en su lugar veis<br />
otro Carlos que ha heredado<br />
Cetro, Corona y estado,<br />
nada hay en el que extrañéis.<br />
...O que pensión tan tirana<br />
es la <strong>de</strong> haver <strong>de</strong> morir<br />
sin po<strong>de</strong>rse redimir<br />
(porque fue también humana)<br />
la persona soberana<br />
<strong>de</strong> un tan po<strong>de</strong>roso Rey<br />
que comprehendido en la Ley,<br />
<strong>de</strong> morir quien ha nacido,<br />
<strong>de</strong> esta vida se ha partido<br />
a havitar en otra Grey.<br />
FIN<br />
Concluidas las honras y pasados algunos dias se trató por el<br />
pasado Gobernador y Cavildo <strong>de</strong> esta ciudad la función <strong>de</strong> la<br />
proclamación <strong>de</strong> nuestro nuevo Católico Monarca, haciendo<br />
Cavildo abierto, y Junta <strong>de</strong> vecindario, al fi n <strong>de</strong> solicitar<br />
dineros para el costo <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> Plaza en el tiempo<br />
<strong>de</strong> la Jura; lo que en efecto se verifi có dando cada vecino lo<br />
que voluntariamente pudo, y otros ofreciendo algunos pessos<br />
para este Ministerio. Y como en aquel tiempo se hallase este<br />
Cavildo sin el empleo <strong>de</strong> Regidor Alférez Real, por muerte <strong>de</strong>l<br />
que lo obtenía Don Juan Alonsso Carriazo, por consulta que<br />
se hizo se <strong>de</strong>terminó que proclamase a nuestro Católico Rey<br />
Don Buenaventura Mantilla, regidor <strong>de</strong>cano <strong>de</strong> dicho Cavildo,<br />
quien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pasados algunos dias, escrivió su carta <strong>de</strong><br />
ofi cio al dicho Gobernador citando día para la función <strong>de</strong><br />
la Jura: cuyo ofi cio fue respondido que con refl eccion a que<br />
estaba para llegar el nuevo Gobernador, se suspendiese el<br />
nombramiento lo que así se ejecutó; y llegado que fue el actual<br />
Señor Gobernador, impuesto <strong>de</strong> todos estos asuntos, tubo<br />
abien elegir, y nombrar el dia veinte <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> este presente<br />
144
año para la proclamación <strong>de</strong> nuestro rey, y Señor Don Carlos<br />
Quarto: en cuyo intermedio se le rematé el ofi cio <strong>de</strong> Alférez<br />
real <strong>de</strong> este Cavildo a don Josef Antonio <strong>de</strong> Salgar, a quien<br />
se le libré el correspondiente título, por el Excelentísimo<br />
Señor Virrey <strong>de</strong> este nuevo Reyno, Don Josef <strong>de</strong> Ezpeleta, en<br />
Santafe en quatro <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> mil setecientos y noventa, y se<br />
recibió este Cabildo al Ministerio <strong>de</strong> su Empleo el dia veinte<br />
<strong>de</strong> dicho mes, y año, con cuyo motivo dio principio dicho<br />
Salgar a prepararse para ejercer la función que por razón <strong>de</strong><br />
su Empleo, le correspondía; lo que con efecto egecuto como<br />
a<strong>de</strong>lante se dirá.<br />
JURA<br />
El dia veinte <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> mil seiscientos, y noventa<br />
hallándose convocado todo el vecindario por las cavezas que<br />
lo gobiernan, separadamente lo hizo por convite el Alférez<br />
Mayor Don Josef Antonio <strong>de</strong> Salgar, generalmente a todo<br />
vecino, seculares y Eclesiásticos, y lo mismo a los inmediatos<br />
<strong>de</strong> las contiguas jurisdicciones, cuyo po<strong>de</strong>roso concurso asistió<br />
en esta forma, dando principio a la función, sin embargo <strong>de</strong><br />
hallarse gravemente acci<strong>de</strong>ntado dicho Alférez Mayor.<br />
Hallabase <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el dia antes cercada la plaza, en forma y<br />
fi gura exferica, guarnecida <strong>de</strong> una vistosa cenefa, pintada <strong>de</strong><br />
varios colores, y fi guras. Tenia quatro Puertas principales <strong>de</strong>l<br />
mismo modo, y curiosidad, y a un lado dos jaulas que havian<br />
<strong>de</strong> servir para toril, con su puerta y pintura correspondiente,<br />
con ocho décimas que <strong>de</strong>notaban el amor, la lealtad a nuestro<br />
nuevo Monarca, concluyendo al fi n viva el Señor Don Carlos<br />
Quarto rey <strong>de</strong> España. Mirabase asimismo doce van<strong>de</strong>ras en<br />
el redor <strong>de</strong> la plaza, en las que se hallaban primorosamente<br />
gravadas las armas Rs., todo con la or<strong>de</strong>n correspondiente.<br />
145
El dia veinte <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong>stinado, a las tres <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, se<br />
juntaron los Capitulares en su sala <strong>de</strong> Ayuntamiento, y el<br />
Alcal<strong>de</strong> provincial, y Fiel Egecutor pasaron a la casa <strong>de</strong>l actual<br />
Señor Gobernador. Doctor Don Miguel Fermin Galindo,<br />
Abogado <strong>de</strong> la real Audiencia <strong>de</strong> este Reyno, y en su compañía<br />
pasaron a la Sala Capitular, <strong>de</strong> la cual salieron el Alguacil<br />
Mayor, y el Depositario general, y pasaron a la casa <strong>de</strong>l<br />
Alférez Mayor Don Josef Antonio <strong>de</strong> Salgar y la Nobleza <strong>de</strong><br />
esta ciudad, tomo Don Antonio Mantilla, Alcal<strong>de</strong> provincial,<br />
el Real pendón <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l Alférez Mayor, en las suyas, lo<br />
puso en las <strong>de</strong>l predicho Señor Gobernador, quien en toda<br />
forma recibió juramento al notado Alférez Mayor y lo hizo<br />
formando una cruz con la mano <strong>de</strong>recha y preguntándole si<br />
prometía lebantar aquel Real pendón que ponía en sus manos,<br />
en nombre <strong>de</strong>l Rey Nuestro Señor Don Carlos Quarto, que<br />
Dios guar<strong>de</strong>, en aquella ocasión y todas las que se ofreciesen<br />
<strong>de</strong> su Real servicio y <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r antes la vida que reconocer<br />
otro Monarca. Respondió el citado Alférez Mayor que así lo<br />
juraba, y prometía; en cuya atención le expreso el prenotado<br />
Señor Governador, que si así lo hacia Dios le ayudaría, sino lo<br />
castigaría como a perjuro, y <strong>de</strong>sleal a su Rey, y Señor natural:<br />
en cuyo acto, y teniendo dicho Alférez Mayor, el Real pendón<br />
en sus manos buelto para el pueblo, y con la señal <strong>de</strong> la<br />
Cruz en la mano <strong>de</strong>recha, les pregunto a los circunstantes,<br />
si Juraban por Dios Nuestro Señor y aquesta Santa cruz <strong>de</strong><br />
guardar lealtad, y fi <strong>de</strong>lidad a Nuestro católico Monarca el<br />
señor Don Carlos Quarto, que Dios guar<strong>de</strong>, Nuestro Rey, y<br />
Señor natural. Y todos respondieron a una voz, que así lo<br />
juraban: y dicho Alférez Mayor, les respondió, que si así lo<br />
hacían <strong>de</strong> Dios tendrían el premio, y <strong>de</strong> lo contrario el castigo.<br />
Y a tan serio acto concurrió, y presencio el citado cura<br />
Vicario Doctor Don Felipe <strong>de</strong> Salgar, con todos los clérigos<br />
que a la sazón se hallaban en esta dicha ciudad. Concluido lo<br />
referido salieron el Cavildo, y <strong>de</strong>más personas <strong>de</strong> distincion<br />
que le acompañaron, y montando a caballo siguieron para el<br />
teatro, que se hallaba en la mitad <strong>de</strong> esta Plaza, <strong>de</strong> hechura<br />
146
mui hermosa, bien adornado, y costeado <strong>de</strong>l Peculio <strong>de</strong> dicho<br />
Alférez Mayor, a ejecutar la Proclamación.<br />
Marchaban <strong>de</strong>lante dos compañías con un Cabo, Sargentos,<br />
Capitanes, y <strong>de</strong>más instrumento correspondientes: iban <strong>de</strong><br />
quatro en fi la, guardando la distancia <strong>de</strong>bida: seguía <strong>de</strong>spués<br />
la caballería, guardando el mismo or<strong>de</strong>n, hasta terminar<br />
en el Alférez Mayor, que iba guardado <strong>de</strong> los dos Alcal<strong>de</strong>s<br />
Ordinarios. El adorno <strong>de</strong> jaezes, y galas, era sobresaliente, y<br />
<strong>de</strong> mucho costo, según se requería para celebrar tan plausible<br />
función. No era menos la gala <strong>de</strong> la Infantería, y la que se<br />
reparaba en el numeroso concurso que esperaba en los<br />
Balcones y circunferencia <strong>de</strong> la Plaza. Cerraban la retaguardia<br />
seis hombres con sus Armas correspondientes. Y haviendo<br />
llegado al famoso, y lucido Teatro, puestos todos en <strong>de</strong>bido<br />
or<strong>de</strong>n al pie <strong>de</strong> él subieron solos el Alférez mayor, los dos<br />
Alcal<strong>de</strong>s ordinarios, y los Reyes <strong>de</strong> Armas, quienes habiendo<br />
prestado el cilencio en la forma acostumbrada, el Alférez<br />
Mayor con el Real Pendón en las manos en altas voces, dixo<br />
así:<br />
Castilla. Leon, las Yndias y San Juan Girón, por el Señor<br />
Don Carlos Quarto Nuestro Católico Rey y Señor, que Dios<br />
Guar<strong>de</strong>. Concluyendo la voz en general <strong>de</strong> Viva Nuestro Rey. A<br />
cuyo tiempo tremolando el Real pendón dicho Alférez Mayor,<br />
rego muchas monedas en dicho Teatro; y las dos compañías<br />
que según el militar egercicio, se hallavan con las Armas<br />
presentadas, hicieron los movimientos correspondientes,<br />
hasta llegar al <strong>de</strong> dar la <strong>de</strong>scarga, la que vatidas las van<strong>de</strong>ras,<br />
se egecuto con gran <strong>de</strong>streza, y <strong>de</strong>spués tomando el paseo en<br />
la forma referida se condujeron al Altozano, y Puertas <strong>de</strong> la<br />
Santa Iglesia Mayor, don<strong>de</strong> se hallaba ya el citado Cura Vicario,<br />
y <strong>de</strong>más clerecía, y con el citado Pendón Real en las manos,<br />
repitió el dicho Alférez Mayor la proclamación, regando<br />
dineros como antes lo había hecho y con aquel general Viva<br />
Nuestro rey, vatiendo van<strong>de</strong>ras y haciendo nueva <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong><br />
147
fusiles. Y puestos en or<strong>de</strong>n, como al principio, se encaminaron<br />
por la Plaza, tomando las calles principales <strong>de</strong> la ciudad, hasta<br />
llegar a la Plazuela <strong>de</strong>l Humilla<strong>de</strong>ro, en don<strong>de</strong> dicho Alférez<br />
Mayor tremolo el pendón Real, regó dineros, y se egecutó la<br />
misma aclamación; y fecho continuando el paseo, y bolbiendo<br />
por la plaza Mayor, terminó en la casa <strong>de</strong>l Alférez real, en la<br />
cual se apeo toda la Caballería, Cavildo, Justicia, y Regimiento,<br />
con asistencia <strong>de</strong>l Señor Gobernador, Cura Vicario, Clerecía e<br />
Ynfanteria, y todo el vecindario: en cuya casa dio dicho Alférez<br />
Mayor, un famoso refrezco, bastante, cumplido, sin <strong>de</strong>xar que<br />
notar al publico, y remato con un fandango que duro hasta las<br />
tres <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong>l siguiente dia, concurriendo a él numeroso<br />
concurso <strong>de</strong> Damas, y Sugetos <strong>de</strong> la mayor Nobleza.<br />
Y como el retrato <strong>de</strong> nuestro Católico Monarca se hallase en<br />
las puertas <strong>de</strong> este Cavildo, a la vista <strong>de</strong>l publico, pareciéndole a<br />
dicho Alférez Mayor, no estar allí con la <strong>de</strong>cencia que su amor<br />
y Lealtad apetecía, costeó un famoso solio y poniéndolo en el<br />
Balcón <strong>de</strong> su casa, a<strong>de</strong>rezándolo con la gala correspondiente,<br />
y con el permiso <strong>de</strong> dicho Señor Gobernador, paso el Retrato<br />
<strong>de</strong> nuestro Católico Monarca a su Casa, y lo coloco en el solio<br />
que tenia preparado, alumbrándolo <strong>de</strong> noche con achas <strong>de</strong><br />
cera, y muchas luminarias, y bajo <strong>de</strong> la guardia, y custodia<br />
correspondiente, regando en aquel acto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Balcon,<br />
algunos dineros, hasta que al tercero dia, con la <strong>de</strong>bida<br />
<strong>de</strong>scencia restituyó el retrato a su lugar, que es la Sala Capitular.<br />
Al siguiente dia veinte y uno <strong>de</strong> Junio, se celebro en<br />
la Santa Yglesia Mayor, Missa Solemne <strong>de</strong> hacimiento <strong>de</strong><br />
gracias, patente el santísimo sacramento: se canto el Te <strong>de</strong>um<br />
Laudamus por el Cura Vicario con toda la Clerecía: asistió<br />
el Señor Gobernador, y Cavildo,con todas las personas<br />
principales, sacando <strong>de</strong> su casa dicho Señor Gobernador, y<br />
Cavildo, al Alférez Real quien llevaba el Pendón, y lo mantuvo<br />
hasta la conclusión <strong>de</strong> la Missa, y <strong>de</strong>spués lo volvieron a traer<br />
a su casa, en la cual el citado Alférez real, manifestó su amor, y<br />
Lealtad, con otro refrezco nada menos que el primero, el qual<br />
148
presencio y asistió el nominado señor Gobernador, Cavildo,<br />
Clerecía, y vecindario; y por la noche <strong>de</strong> este día hubo Juegos<br />
<strong>de</strong> Pólvora que divirtieron el tiempo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las siete a las ocho<br />
<strong>de</strong>la noche, hallándose iluminada toda la ciudad en las noches<br />
antece<strong>de</strong>ntes y siguientes.<br />
El tercero dia veinte y dos por la tar<strong>de</strong> hubo una famosa<br />
diversión, en que se <strong>de</strong>mostró el modo <strong>de</strong> reñir los Yndios<br />
Brabos, con los Christianos, y duro hasta serca <strong>de</strong> las seis, con<br />
muchos vitores a su Magestad, y <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> fusiles.<br />
El dia veinte y tres por la tar<strong>de</strong>, con el motivo <strong>de</strong> ser Víspera<br />
<strong>de</strong>l Patrono Titular, hubo mucha Ginetería, con lo que se<br />
divirtió el concurso, habiendo precedido antes las Vísperas<br />
<strong>de</strong>l Patrono y por la noche un famoso fandango en la Casa<br />
<strong>de</strong>l Depositario General Don Julian Rey, que duró hasta las<br />
cuatro <strong>de</strong> la mañana, concurriendo a él por combite toda la<br />
gente principal.<br />
El día veinte y cinco por la tar<strong>de</strong> para salir los toros a la<br />
plaza, hubo un paseo <strong>de</strong> dos Gigantes fi ngidos, siguiendo<br />
<strong>de</strong>spués la lidia <strong>de</strong> toros, que los governaban diez ginetes<br />
<strong>de</strong>scentemente vestidos, y la noche <strong>de</strong> este dia se represento<br />
la comedia intitulada Dar la vida por su Dama. representándose<br />
primero una Loa, <strong>de</strong>dicado todo su asunto a nuestro Católico<br />
Monarca.<br />
El dia veinte y seis <strong>de</strong>l mismo, en la misma conformidad,<br />
hubo lidia <strong>de</strong> toros, y por la noche se represento la comedia<br />
titulada Los Amantes Portugueses.<br />
El veinte y siete consecutivo, se verifi co la misma función<br />
<strong>de</strong> toros, y por la noche se represento la comedia intitulada El<br />
Bruto <strong>de</strong> Babilonia.<br />
El dia veinte y ocho <strong>de</strong>l mismo mes por la tar<strong>de</strong>, hubo<br />
Juego <strong>de</strong> Carreras, <strong>de</strong> a ocho ginetes en cada esquina con<br />
149
diferentes vestidos: cada Esquina con sus tambores, clarines<br />
y retaguardia, cuyo juego causo mucha diversión al público<br />
y por la noche se verifi co una contradanza en el Coliseo <strong>de</strong><br />
diversidad <strong>de</strong> fi guras, verifi cada entre diez y seis sugetos, cada<br />
uno con su Acha <strong>de</strong> Cera encendida, concluyendo esta función,<br />
y diciendo en altas voces Viva Nuestro rey, y Señor natural<br />
Don Carlos Quarto. Concluida que fue dicha contradanza,<br />
tenia preparado y dispuesto dicho Señor Gobernador Doctor<br />
Don Miguel Fermin Galindo, Abogado <strong>de</strong> la real Audiencia<br />
un lucido Banquete para las personas <strong>de</strong> distinción <strong>de</strong> ambos<br />
sexos <strong>de</strong> esta ciudad: cuya mesa se hallaba guarnecida <strong>de</strong><br />
diferentes platos, assi <strong>de</strong> Aves, como <strong>de</strong> manjares, y refrescos:<br />
cuyo banquete concluyo con las palabras <strong>de</strong> Viva el rey. Las<br />
ventanas <strong>de</strong> esta cassa que dan vista a la Plaza, se mantuvieron<br />
con luminarias todas las noches, llegando a mas <strong>de</strong> cincuenta<br />
el numero <strong>de</strong> las Señoras que componían el Estrado, y que<br />
a porfía en sus adornos, no se podía distinguir el superior.<br />
Duró el Banquete hasta las tres <strong>de</strong> la mañana, y se concluyó<br />
con repetidos vixtores a Nuestro católico Monarca el Señor<br />
Don Carlos Quarto, en cuyo honor se egecutó este festejo,<br />
dando fi n a él. JOSE ANTONIO DE SALGAR (Firmado y<br />
rubricado)<br />
AGN, Colonia, Contrabandos, Cartas, T5, f 863 a 872.<br />
150
4<br />
EXERCITO EXPEDICIONARIO - BOLETÍN NUM.<br />
25 QUARTEL GENERAL DE MOMPOX 16 DE<br />
MARZO DE 1810<br />
Con fecha <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> febrero, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Pie <strong>de</strong> Cuesta le dice<br />
el Coronel D. Sebastián <strong>de</strong> la Calzada al Exmo. Sr. D. Pablo<br />
Morillo lo siguiente:<br />
Exmo Señor- Tengo la mayor satisfacción en comunicar a<br />
V.E. la completa <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l exercito enemigo, que en numero<br />
<strong>de</strong> tresmil hombres mandaban los Jefes <strong>de</strong> Brigada Custodio<br />
Rubira, Timoteo Ricaurte, Santan<strong>de</strong>r, Madrid y el Zambo<br />
Arévalo, en las alturas <strong>de</strong> Cachirí. Supe el 20 que intentaban<br />
atacarme, y traté <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantarme el 21 para sorpren<strong>de</strong>rlos<br />
y <strong>de</strong>rrotarlos como se consiguió el mismo día, cogiendo<br />
una partida avanzada. En este estado reunidas parte <strong>de</strong> las<br />
compañías <strong>de</strong> cazadores al mando <strong>de</strong>l Capitán Don Silvestre<br />
Llórente, mandé reconocer los bosques inmediatos, y atacar<br />
a 300 cazadores enemigos que venían a observar mis fuerzas,<br />
los cuales fueron arrollados sobre el grueso <strong>de</strong> su ejército. A<br />
las cinco <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> me hallaba a tiro <strong>de</strong> cañón <strong>de</strong>l campo<br />
enemigo, hice a<strong>de</strong>lantar el segundo batallón <strong>de</strong> Numancia, y la<br />
columna <strong>de</strong> cazadores que <strong>de</strong>splegada en guerrilla batía los <strong>de</strong><br />
los enemigos que estaban bien parapetados, hasta que llegada<br />
la noche y continuado el fuego, dispuse para que <strong>de</strong>scansase<br />
la tropa, que las compañías <strong>de</strong> cazadores <strong>de</strong> 1o. y 2o. Batallón<br />
tomasen la altura <strong>de</strong> la izquierda, cuya subida aunque difícil<br />
vencieron, quedando por este movimiento fl anqueados los<br />
enemigos. Durante la noche mudaron estos su campamento,<br />
y la invirtieron toda en construir parapetos. Al amanecer las<br />
guerrillas lo arrojaron hasta sus trincheras, tomándoles un<br />
Ofi cial y diez soldados; y aprovechándose en esta situación <strong>de</strong>l<br />
entusiasmo con que mis valientes tropas ansiaban el combate,<br />
man<strong>de</strong> la columna <strong>de</strong> cazadores a las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l Teniente<br />
Coronel Sargento mayor <strong>de</strong>l regimiento <strong>de</strong> la Victoria D. Matías<br />
151
Escuté por la altura <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha, y por la izquierda el resto<br />
<strong>de</strong> la columna a las <strong>de</strong>l Capitán Llórente, a fi n <strong>de</strong> fl anquear las<br />
trincheras enemigas, y lo consiguieron felizmente colocando<br />
una pieza <strong>de</strong> artillería que les hacía gran daño. Ya se habían<br />
empeñado la sexta compañía <strong>de</strong>l primer Batallón y la segunda<br />
<strong>de</strong>l segundo, cuando dispuse que las <strong>de</strong> grana<strong>de</strong>ros atacasen<br />
a la bayoneta por el frente verifi cándolo con tal intrepi<strong>de</strong>z al<br />
mismo tiempo que los cazadores, que unos y otros llegaron a<br />
la segunda trinchera mezclados con los enemigos, quienes a<br />
pesar <strong>de</strong> haber perdido más <strong>de</strong> cien hombres redoblaron su<br />
ataque hasta llegar a la tercera. El comandante <strong>de</strong> carabineros<br />
D. Antonio Gómez con algunos <strong>de</strong> esta arma, se introdujo<br />
entre los rebel<strong>de</strong>s para <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>narlos y ponerlos en confusión<br />
como sucedió aterrándoles la intrepi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> acciones tan<br />
arrojadas, en términos <strong>de</strong> dispersarse, y huir vergonzosamente,<br />
en cuyo caso fueron perseguidos por los carabineros, y parte<br />
<strong>de</strong> la bizarra ofi cialidad <strong>de</strong> infantería, todos a caballo, quienes<br />
a pesar <strong>de</strong> las diligencias que hicieron por rehacerse los<br />
rebel<strong>de</strong>s, los fueron siguiendo, y <strong>de</strong>struyendo hasta la villa <strong>de</strong><br />
Matanzas.<br />
Yo que he sido testigo ocular puedo asegurar a S.E. que no<br />
llegaron a treinta los enemigos que pudieron escapar por el<br />
camino, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cachirí a la villa no se veían más que cadáveres,<br />
armamento, cajas <strong>de</strong> guerra, acémilas, equipajes y <strong>de</strong>más tren.<br />
El enemigo ha tenido <strong>de</strong> pérdida más <strong>de</strong> mil muertos, <strong>de</strong><br />
los cuales cuarenta ofi ciales, doscientos heridos, quinientos<br />
prisioneros, incluso 28 ofi ciales, dos piezas <strong>de</strong> artillería, cuatro<br />
ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> batallón, 750 fusiles, 300 lanzas, 45000 cartuchos,<br />
provisiones, ganado, y otros varios efectos: a<strong>de</strong>más se sigue<br />
todavía encontrando consi<strong>de</strong>rable numero <strong>de</strong> armamento, y<br />
gruesas partidas <strong>de</strong> prisioneros <strong>de</strong> los que andan errantes por<br />
los montes. Nuestra pérdida ha consistido en 150 hombres<br />
entre muertos y heridos, y al benemérito y valiente Capitán<br />
D. Francisco Daza, que a pesar <strong>de</strong> haber recibido dos balazos<br />
por la mañana, continuó en la acción hasta ser el primero que<br />
asaltó la primera trinchera, don<strong>de</strong> recibió una herida mortal.<br />
152
El 2o. Batallón <strong>de</strong> Numancia a las or<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l Teniente<br />
Coronel D. Carlos Tolrá, con una pieza <strong>de</strong> artillería, y una<br />
compañía <strong>de</strong> caballería ligera, ha marchado sobre Pamplona,<br />
con el fi n <strong>de</strong> <strong>de</strong>struír un <strong>de</strong>stacamento <strong>de</strong> 300 infantes enemigos<br />
que ocuparon dicha ciudad sin resistencia, consiguiente a la<br />
or<strong>de</strong>n que <strong>de</strong>xé a su Gobernador para que no se empeñase<br />
con fuerzas superiores, y fuese a proteger los vestuarios y<br />
municiones que habían llegado a Cucuta proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />
Maracaybo. Puedo asegurar a V.E. que si estos insurgentes<br />
no se han retirado con anticipación por el camino real <strong>de</strong><br />
Tunja, no podrá escapar ni uno; pues que tengo prevenido al<br />
Gobernador Teniente Coronel D. Francisco Delgado, obre en<br />
combinación con las expresadas tropas <strong>de</strong> Tolrá.<br />
No <strong>de</strong>bo pasar en silencio, Exmo. Sr., el entusiasmo y<br />
lealtad <strong>de</strong> la fi <strong>de</strong>lísima ciudad <strong>de</strong> Girón al ver llegar la división<br />
a mi mando y la buena acogida que tuvo igualmente en los<br />
pueblos <strong>de</strong> Bucaramanga, y Pie <strong>de</strong> Cuesta. De Girón habían<br />
emigrado algunos, seducidos por las mentiras <strong>de</strong> los malvados,<br />
pero aquellos se presentaron inmediatamente, y media hora<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi llegada no cabía la gente en las calles con mil<br />
<strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> alegría, oyéndose solo las voces <strong>de</strong> viva el<br />
rey, vivan nuestros hermanos, pronunciadas con la sinceridad<br />
<strong>de</strong> un pueblo fi el que salía <strong>de</strong> la opresión insurgente. A las dos<br />
horas marchó una compañía <strong>de</strong> gironeses compuesta <strong>de</strong> 60<br />
hombres a la cabulla <strong>de</strong>l Chocó, en seguimiento <strong>de</strong> las bandas<br />
dispersas que andaban errantes, y ayer se me han presentado<br />
con una partida <strong>de</strong> diez y siete prisioneros y trece fusiles, cuya<br />
acción distinguida, unida a la constante fi <strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> Girón me<br />
estimulan a recomendar a V.E. tan bravos y leales habitantes<br />
dignos vasallos <strong>de</strong> S.M.<br />
Todos los ofi ciales y tropa <strong>de</strong> esta división se han cubierto<br />
<strong>de</strong> gloria mostrándose quejosos por no ser los primeros en<br />
atacar los puntos más arriesgados, y faltaría a la justicia si<br />
<strong>de</strong>jase <strong>de</strong> recomendar particularmente a los Comandantes<br />
<strong>de</strong> Batallón D. Carlos Tolrá, que mandaba la columna que<br />
153
atacó por el frente los parapetos, y D. Ruperto Delgado, que<br />
a pesar <strong>de</strong> hallarse gravemente enfermo siguió a la cabeza <strong>de</strong>l<br />
suyo constantemente. Al Teniente Coronel Sargento mayor<br />
D. Matías Escuté, que mandó la columna <strong>de</strong> cazadores, y al<br />
Capitán D. Silvestre Llórente. A los capitanes y ofi cialidad <strong>de</strong><br />
las compañías <strong>de</strong> cazadores <strong>de</strong>l 1. y 2o. Batallón. A D. Antonio<br />
Gómez Comandante <strong>de</strong> Carabineros y D. Cirilo Molina <strong>de</strong><br />
Idm. al Capitán D. Ramón Cifuentes, al Comandante <strong>de</strong><br />
Artillería D. José María Quero. A D. Joaquín Echegaray, D.<br />
Francisco Jiménez y D. Blas Cer<strong>de</strong>ña. A los Tenientes D.<br />
Manuel Pérez Delgado, D. José Segovia y al Subteniente<br />
D. Gregorio Alonso. Al capitán <strong>de</strong> Carabineros Ex Manuel<br />
Morales, al Teniente D. Felipe Ruiz, y al intrépido D. Francisco<br />
Espejo. Teniente <strong>de</strong> cazadores <strong>de</strong>l primer Batallón. Al padre<br />
capellan <strong>de</strong> la División D Ta<strong>de</strong>o Montilla, e igualmente<br />
a los Subtenientes <strong>de</strong> Exercito D. Miguel Martínez y D.<br />
Bernardo Rodríguez. Sargentos primeros <strong>de</strong> las compañias <strong>de</strong><br />
cazadores y <strong>de</strong> Victoria y Castilla. A Miguel Palenciano <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong> Barbastro, a los Sargentos Bernardo Artajera, Fernando<br />
Perez y Eligeo Alsures. A los carabineros Cristobal Brener,<br />
Pedro Figueras. Al Sargento 1o. aban<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> dicha arma<br />
José Maria Venegas, al 2o. <strong>de</strong> grana<strong>de</strong>ros Diego Morales. Al<br />
cabo 1o. Fernando Serrano, a los <strong>de</strong> igual clase Fernando<br />
Baquero e Isidro Lavera a los segundos Santiago Arjus y Juan<br />
Moraes. Al tambor Juan Castro y a los soldados Rafael Ojeda,<br />
Juan Quintero y Francisco Cap<strong>de</strong>vila; no recomendado por<br />
ahora a varios individuos que no tengo presentes por hallarse<br />
en Pamplona.<br />
Tal ha sido Excmo Sr. el resultado <strong>de</strong> las gloriosas acciones<br />
<strong>de</strong>l 21 y 22, y me prometo los mismos y aun mayores <strong>de</strong> unas<br />
tropas acostumbradas a <strong>de</strong>rramar su sangre en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> su<br />
Rey, como tantas veces lo han ejecutado; estando fi rmemente<br />
persuadido que no <strong>de</strong>smentirán su caracter bizarro, en cuantas<br />
acciones se ofrezcan el cual las llevara a <strong>de</strong>spreciar la muerte y<br />
correr a la victoria, hollando los peligros.<br />
154
Tengo la confi anza <strong>de</strong> que V.E. conociendo el distinguido<br />
mérito <strong>de</strong> los que se han señalado, recompensará sus hazañas<br />
y no olvidará <strong>de</strong> ninguna suerte tantas como han hecho los<br />
bravos <strong>de</strong> esta división y valientes cazadores <strong>de</strong>l ejército.-<br />
Pie <strong>de</strong> Cuesta 25 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1816- Exmo. Sr. D. Pablo<br />
Morillo.<br />
En fecha 2 <strong>de</strong> marzo avisa el mismo Coronel que el<br />
Gobernador <strong>de</strong> Pamplona ha batido con 150 hombres el<br />
mismo dia 20 <strong>de</strong> febrero 600 rebel<strong>de</strong>s que fueron a atacarlo,<br />
les mató 50 hombres, hubo varios prisioneros y les cogió<br />
cantidad <strong>de</strong> fusiles y lanzas.<br />
Imprenta <strong>de</strong>l Exercito Expedicionario.<br />
AGN, Anexos Historia T2, Boletín No. 25, Ejército<br />
expedicionario, Cuartel general <strong>de</strong> Mompox, 16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong><br />
1816 (impreso).<br />
155
5<br />
EL CABILDO DE GIRÓN A DON PABLO MORILLO<br />
Señor: al conci<strong>de</strong>rar esta ciudad la dicha <strong>de</strong> tener en su<br />
recinto al héroe español que con tanto valor, y esfuerzo ha<br />
peleado por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la nación; al que por sus<br />
gloriosos hechos ha merecido la estimación <strong>de</strong>l Soberano, y<br />
viene revestido <strong>de</strong> sus faculta<strong>de</strong>s, po<strong>de</strong>río y confi anza para<br />
restablecer el or<strong>de</strong>n la paz y tranquilidad; por muchos que<br />
haian sido los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> su vecindario en esta época<br />
<strong>de</strong> furor, y estrago, ya hemos trocado el luto en regocijo, y<br />
el abatimiento, y temor en seguridad, y satisfaccion. No<br />
preten<strong>de</strong>remos hacer mérito <strong>de</strong> lo que solo ha sido un respeto<br />
a la gravedad <strong>de</strong>l juramento que nos ligaba con la persona<br />
<strong>de</strong>l Sober.no y <strong>de</strong> un amor fraternal hacia la nación que nos<br />
ha dado origen, establecimiento y protección. Asi que por la<br />
revolución <strong>de</strong> los principales puntos <strong>de</strong>l Reyno se corto la<br />
comunicación con España.<br />
Como el Virrey Espeleta por una infracción manifi esta<br />
<strong>de</strong>las estipulaciones echas entre el Rey y los fundadores <strong>de</strong><br />
esta ciudad la había privado <strong>de</strong> su Govno. propio, y la había<br />
agregado al nuevo corregimiento <strong>de</strong> Pamplona: luego que la<br />
reciente capital se levanto, y reduxo a prisión al Corregidor<br />
Balitus, ofi cio en Girón convidando al Cavildo y vecindario,<br />
para que hiciesen causa común y se sometiesen a la junta<br />
tumultuaria que habían creado. El cavildo informo al Virrey<br />
ofrecin.do sus faculta<strong>de</strong>s en servicio <strong>de</strong>l rey, y pacifi cación<br />
<strong>de</strong> aquel alboroto, pero haviendose levantado a pocos dias el<br />
Socorro, interceptaron el pliego, y corriendo copia a Pamplona<br />
se mancomunaron en la <strong>de</strong>sconfi anza y aversión a Girón.<br />
El cavildo siempre atento a su fi <strong>de</strong>lidad costeo dos sugetos<br />
que por el Magdalena y puerto <strong>de</strong> Honda diesen parte al Virrey<br />
y Audiencia pero estos regresaron a pocos dias confi rmando<br />
la triste noticia <strong>de</strong> que en Santafe se habian <strong>de</strong>puesto las<br />
156
autorida<strong>de</strong>s, y levantado una Junta que aspiraba al mando<br />
<strong>de</strong> todo el Virreynato. Quedo pues Giron en pupilage, y<br />
en mano <strong>de</strong>dos alcal<strong>de</strong>s campesinos, y sin instrucción que<br />
convencidos <strong>de</strong> su insufi ciencia para tiempo tan revuelto se<br />
apresuraron a convocar Cavildo abierto <strong>de</strong> la ciudad, y sus<br />
parroquias. El voto común fue se confi ase el govierno, y la<br />
dirección al cura <strong>de</strong> Bucaramanga, a quien no bastando las<br />
repetidas instancias por ofi cio y las escusas que oponía, por<br />
fi n se le avocaron en cuerpo <strong>de</strong> Regimiento a su casa <strong>de</strong> la<br />
parroquia, y así lo condugeron a la junta aplasada para el<br />
treinta <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> ochocientos diez que se verifi co con el<br />
maior concurso <strong>de</strong> toda la provincia. Expresado el voto por<br />
escrito <strong>de</strong>l Procurador general, y en seguida por aclamación<br />
<strong>de</strong> las salas, y <strong>de</strong> la plaza admitió la presi<strong>de</strong>nsia o govierno<br />
haciendo antes jurar <strong>de</strong> nuevo al Sr. D. Fernando séptimo,<br />
y su legitimo govierno: que no se sugetaria la provincia a<br />
ninguna <strong>de</strong> las juntas <strong>de</strong>l Rno. que todo quedaría obligado a<br />
los cargos y responsabilidad que le resultase en algún tiempo,<br />
y q. los alcal<strong>de</strong>s ordinarios habían <strong>de</strong> ser socios inseparables<br />
con igualdad al voto y autoridad. Mientras se cumplían quince<br />
días <strong>de</strong>l plazo señalado para revocas o confi rmar lo acordado<br />
se provi<strong>de</strong>nció castigar ladrones, prohibir juegos <strong>de</strong> pólvora;<br />
aplicar a ofi cio los vagos, y entre otras cosas se mandó al factor<br />
<strong>de</strong> tabacos <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta que diese cuenta <strong>de</strong> las existencias<br />
<strong>de</strong> la Factoría por cuanto estaba en insolvencia, y quiebra a<br />
causa <strong>de</strong> haber embargado Pamplona el grueso situado que le<br />
venía. Esta medida tan justa que resguardaba los intereses <strong>de</strong>l<br />
Rey contra las contingencias o mala fe <strong>de</strong> un mero particular<br />
porque no agradaba al Factor comenzó a minar la tranquilidad<br />
<strong>de</strong> la Provincia.<br />
Se dice que para <strong>de</strong>clinar y eludir el apremio se convino<br />
con los principales vecinos <strong>de</strong> la parroquia <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta<br />
que odiaban a Girón <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los levantamientos <strong>de</strong> ochenta y<br />
uno, en que asociándose a las gavillas <strong>de</strong>l Socorro, y lugares<br />
inmediatos invadieron y hostilizaron a su matriz, y fueron<br />
recompensados altamente colocando allí las administraciones<br />
157
<strong>de</strong> aguardiente y tabaco para engruesar y enriquecer aquella<br />
ingrata hijastra con el sudor, y trabajo <strong>de</strong> los fi eles Gironistas.<br />
Llegado el termino para la segunda reunión se ratifi caron<br />
en lo acordado sin la menor replica ni <strong>de</strong> palabra, ni por<br />
escrito. Solamente el Bachiller Serrano se presentó a nombre<br />
<strong>de</strong> Pielacuesta para que este govierno le diese el titulo <strong>de</strong><br />
Villa, cuia pretensión había sido recomendada a España<br />
por el Virrey Amar <strong>de</strong>spreciando la contextacion sumisa <strong>de</strong>l<br />
cavildo en que recordaba lo pasado, y pronosticaba lo por<br />
venir. Se le reprendió la osadía con que en publica asamblea<br />
trataba al regimiento municipal <strong>de</strong> falso calumniante y se le<br />
instruio que aquellas faculta<strong>de</strong>s eran propias <strong>de</strong>l trono, y no<br />
<strong>de</strong> un gobierno provincial, y provisorio que en ningún tiempo<br />
convenía mas la reconcentración <strong>de</strong> la provincia para rebutir las<br />
pretensiones <strong>de</strong> Pamplona y últimamente que aquella negativa<br />
<strong>de</strong> ningún modo obstaría a sus pretensiones en España, ni<br />
a la cordialidad y buena armonía entre los dos vecindarios,<br />
en cuia prueba se le ofrecía que en a<strong>de</strong>lante se continuaría<br />
tomando <strong>de</strong> Pie<strong>de</strong>cuesta uno <strong>de</strong> los Alcal<strong>de</strong>s ordinarios para<br />
la ciudad. La suerte ya estaba echada, y estos caballeros que<br />
acababan <strong>de</strong> ratifi car unos juramentos justos, espontáneos y<br />
mui <strong>de</strong>liberados partieron aquel mismo dia a forxar lanzas, y<br />
disponer armas y compañías para hacer su proclamación en<br />
que se <strong>de</strong>sagregaban <strong>de</strong> su cavildo, se sometían a Pamplona, y<br />
se erigían en Villa y regimiento por titulo que les había librado<br />
el tumulto <strong>de</strong> aquella ciudad.<br />
Des<strong>de</strong> este momento cayo el animo <strong>de</strong> los buenos vecinos:<br />
se suspendieron las provi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> policía: se perdieron<br />
muchos caudales <strong>de</strong> las rentas en Pielacuesta, y se gastaron<br />
otros en prevenirnos contra la fuerza porque nos amenasaban<br />
para que reconociésemos su Villa, y la agregación a Pamplona.<br />
Para escusamos <strong>de</strong> uno y otro procuramos la mediación <strong>de</strong>l<br />
Socorro, y Santafe, con manifi estos, agasajos y esperansas;<br />
pero en vano teniendo en los alares un punto <strong>de</strong> contradicción<br />
que cada día a<strong>de</strong>lantaba partidarios, y nos hacia odioso a todo<br />
este continente.<br />
158
Sin embargo <strong>de</strong> este trastorno como nadie tiraba renta, y se<br />
zelaba su inversión, huvo para mandar a Cartagena que havía<br />
jurado la Regencia el socorro <strong>de</strong> dos mil pesos, a fi n <strong>de</strong> dar<br />
ejemplo a las otras juntas provinciales, y que se proveiese el<br />
antemural <strong>de</strong>l Rno. contra las intrigas y sorpresas <strong>de</strong> Napoleón,<br />
o sus emisarios. Posterior.mte se libraron otros dos mil para<br />
Sta Marta, que se escaparon <strong>de</strong> ser embargados en Mompox<br />
por los agentes <strong>de</strong> Cartagena.<br />
Giron se mantuvo sobre la <strong>de</strong>fensiva sin atreverse a<br />
emplear la tuerza para reducir a Pielaeuesta a su <strong>de</strong>ber, y al<br />
cumplimiento <strong>de</strong> juramentos tan expresos y recientes, hasta<br />
que los nuevos Alcal<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Pielacuesta fueron con gente<br />
armada al partido <strong>de</strong> los Santos, y prendieron, y arrastraron<br />
a D. Feliz Mantilla, que era el Alcal<strong>de</strong> puesto por el cavildo,<br />
y fi el a su obligación se resistía a la agregación <strong>de</strong> Pamplona.<br />
Los inauditos pa<strong>de</strong>cimientos que sufrio en el camino y<br />
en la cárcel <strong>de</strong> la parroquia <strong>de</strong> Sanandrez hasta don<strong>de</strong> lo<br />
condujeron ignominiosamente el mismo los podrá expresar.<br />
Nosotros añadiremos que se hizo consulta con tres abogados<br />
para usar <strong>de</strong> represalias: se estendio el ofi cio con urbanidad<br />
excitándolos a que nos diesen nuestro Alcal<strong>de</strong>, o los autores<br />
<strong>de</strong> su prisión, y se acompaño este papel con el cavildo,<br />
clérigos, y casi todos los vecinos <strong>de</strong> respeto. Antes <strong>de</strong> llegar<br />
al sitio don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>bía hacer alto, salieron <strong>de</strong> emboscada,<br />
hicieron fuego sobre los primeros, y aunque <strong>de</strong> nuestra parte<br />
se les procuro correspon<strong>de</strong>r, ya la confusión y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n no<br />
daban lugar a exhortaciones. Entonces se conoció que todos<br />
a una trataban <strong>de</strong> resistir encarnizadamente al cavildo, y<br />
que para mas aumentar habían traido pagados y seducidos<br />
todos los <strong>de</strong>salmados <strong>de</strong> Sepita, Sanandrez, y cerca mas.<br />
Quedaron muertos cuatro Gironistas; los <strong>de</strong>más se retiraron<br />
a la ciudad para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla <strong>de</strong> la invasión que se preveía, y <strong>de</strong><br />
los ignominiosos tratamientos que amenasaban especialmente<br />
al cura <strong>de</strong> Bucaramanga, a quien habían vuelto a sacar <strong>de</strong> su<br />
retiro, y cuias repetidas renuncias no se admitieron, por no<br />
159
aniquilar el espíritu publico, y por dar tiempo al auxilio que<br />
nos prometíamos <strong>de</strong> Santamarta o Maracaibo.<br />
Luego que se instalaron las Cortes se creio oportuno hacer<br />
otra tentativa a Pielacuesta para que se reuniese a Giron, a<br />
lo que convidaba el <strong>de</strong>safecto que se suponía <strong>de</strong> algunos<br />
principales, y la cooperación <strong>de</strong> otros Españoles avecindados,<br />
quienes <strong>de</strong>bieron ver que en estos esfuerzos solo se trataba<br />
<strong>de</strong>l a común <strong>de</strong> la nación, y <strong>de</strong>l Gobierno que entonces la<br />
regía. Se les mando pues el plan <strong>de</strong> concordia por el que se<br />
les concedían las maiores ventajas a sus representantes, y no<br />
pocas a los <strong>de</strong> Bucaramanga que ya se havia <strong>de</strong>sagregado <strong>de</strong><br />
Giron y en recompensa se le había concedido el titulo <strong>de</strong><br />
Villa, y cavildo por Pamplona: no a la verdad por voto <strong>de</strong>l<br />
pueblo, sino por agencia <strong>de</strong> algunos blancos y a <strong>de</strong>specho <strong>de</strong><br />
su cura quien inmediatamente los abandonó <strong>de</strong>xandoles un<br />
excusador, y tirándose poco <strong>de</strong>spués a tomar el Magdalena por<br />
el puerto <strong>de</strong> Botijas. De estos diputados se había <strong>de</strong> nombrar<br />
el presi<strong>de</strong>nte hasta la rason <strong>de</strong> España, y un Procurador<br />
o Comisionado para marchar cuanto antes a las Cortes:<br />
ofreciendo en conclusión que estrecharíamos efi cazmente los<br />
esfuerzos para inutilizar la agresión <strong>de</strong> Pamplona.<br />
Esta oferta tan <strong>de</strong>sinteresada como importante abrevió la<br />
caída <strong>de</strong>l govierno porque inmediatamente los <strong>de</strong> Pielacuesta<br />
circularon copias a todas las Provincias: se levantó el grito<br />
contra Girón como traidores ala causa común: se hacia mérito<br />
<strong>de</strong> venir a combatirlo; se predicaba que eramos hereges y<br />
no tuvo un lugar <strong>de</strong>los muchos a quienes pedimos auxilio<br />
o mediación que no nos abandonara, en primer lugar los<br />
bribones que habían aparentado las buenas disposiciones <strong>de</strong><br />
Pielacuesta. Quisimos ocurrir a Mompox; pero allí no había<br />
cien fusiles; tampoco bahía muchos en Santamarta, y aun<br />
quando se consiguiera el auxilio <strong>de</strong>bía tardar algunos meses.<br />
Fácil era prever el suceso, y sinembargo <strong>de</strong>terminaron<br />
hacer resistencia alas gavillas convinadas <strong>de</strong>l Socorro y<br />
Pamplona conducidas y aguijonadas por nuestros vecinos. Nos<br />
160
prometíamos a los menos dar ejemplo al Rno. y no <strong>de</strong>smentir<br />
la opinión que nos grangeamos en los levantamientos<br />
<strong>de</strong> ochenta y uno. Los dosmil pesos que mandábamos a<br />
Santamarta, y felizmente habían escapado nos sirvieron para<br />
municiones, y pie <strong>de</strong> la gente acuartelada. Nos mantuvimos<br />
armados, y en bloqueo sobre diez dias los coligados no se<br />
cercaban a la ciudad; pero talaban y robaban todo el campo,<br />
llevados a sus madrigueras quanto allaban. Esto empezó a<br />
resfriar a los egoístas; otros mas refi nados <strong>de</strong>sacreditaban<br />
nuestros esfuerzos y se entendían con el enemigo; el dinero<br />
se había concluido; las sementeras abandonadas y el trato<br />
enteramente parado. Llego pues el momento <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a<br />
la propuesta <strong>de</strong> capitulación antes <strong>de</strong> que todo el Rno. nos<br />
atacase con artillería y con numerosos pelotones a quienes<br />
incitaba el pillage. Esta se redujo en sustancia a la obediencia<br />
al Rey; a no extraer armas ni gente <strong>de</strong> la provincia, y a no<br />
molestar por la oposición pasada.<br />
Luego que se fi rmaron estos papeles salieron <strong>de</strong> la ciudad<br />
el presi<strong>de</strong>nte y caci todos los vecinos, y al momento entraron<br />
los sitiadores pa. apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>las armas, crear jueces, y exigir<br />
el juramento a Pamplona. El cura <strong>de</strong> Bucaramanga dió parte<br />
a sus corresponsales <strong>de</strong> Maracaibo y Santamaría, y por mano<br />
<strong>de</strong> uno dirigió representación a las Cortes, <strong>de</strong> que no tubo<br />
razón porque se cortó la comunicación, y se establecieron las<br />
pesquisas, amenasas y <strong>de</strong>laciones contra los que mandaban o<br />
recibían cartas. Mui señalados fueron los que admitieron la<br />
diputación a Pamplona; ningún noble se alistó y los plebeios<br />
que llevaron en diferentes ocasiones fueron violentamente<br />
sorprendidos en el mercado o en los campos; era preciso<br />
llevarlos maniatados, y custodiados, y solamente duraban hasta<br />
la primera ocasión <strong>de</strong> fugarse, y así es que <strong>de</strong> los gironeses mui<br />
raros entraron en Venezuela, ni se han hallado en las acciones<br />
<strong>de</strong> Santafé, y Popayán, y ni aun en las <strong>de</strong> Chitagá y Cachiri.<br />
Ocioso es apuntar las perdidas que ha sufrido el vecindario<br />
en ganado, cavallerias y dinero; los insultos y ultrajes <strong>de</strong>los<br />
161
vencedores; el continuo sobresalto en que vivían sus principales<br />
vecinos por las <strong>de</strong>laciones y sumarias; por la conscripción <strong>de</strong><br />
sus hijos alas armas, y por el ultimo fallo <strong>de</strong> expatriación, o<br />
<strong>de</strong>guello. La Provi<strong>de</strong>ncia que salvó <strong>de</strong> su ruina a la España,<br />
y por modo <strong>de</strong> milagro le ha restituido su rey: esa misma ha<br />
querido que subsista Giron para egemplo <strong>de</strong> una fi <strong>de</strong>lidad<br />
<strong>de</strong>sinteresada, y constante.<br />
En el corto termino <strong>de</strong> treinta años hemos sufrido dos<br />
levantamientos, y en ambos no ha <strong>de</strong>s<strong>de</strong>cido este vecindario<br />
<strong>de</strong>la sangre castellana <strong>de</strong> sus primeros pobladores. Nos hemos<br />
<strong>de</strong>cidido por la España, y por eso hemos incurrido en el odio,<br />
y persecución aun <strong>de</strong> los mismos hermanos, a quienes el<br />
infl uxo y enlaces <strong>de</strong>l Socorro ha hecho bastar<strong>de</strong>ar. Si por uno<br />
<strong>de</strong> aquellos sucesos incalculables huviera otra revuelta Giron<br />
ciertamente perecería a fuego, y sangre, y nuestros verdugos<br />
no vendrían <strong>de</strong> lejos, ni se harían rogar.<br />
Toca pues a la sabia provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> V. Exa. cortar <strong>de</strong><br />
raíz estos males, cimentar una vigorosa subordinación,<br />
afi ansar la seguridad <strong>de</strong> este punto y hacerlo un baluarte <strong>de</strong><br />
resistencia, como lo ha sido <strong>de</strong> fi <strong>de</strong>lidad. Vea todo el Rno.<br />
que los leales Gironistas prosperan, se multiplican, y logran<br />
los aplausos <strong>de</strong> los buenos pa. que los díscolos, y reboltosos<br />
que<strong>de</strong>n avergonzados, y corridos. Sea V. Exa. para esta ciudad<br />
el numen consolador que enjugue sus lagrimas, remedie sus<br />
perdidas, restablezca sus <strong>de</strong>rechos y multiplique sus bienes,<br />
y consuelos conforme han sido sus males, y apuros. Todo es<br />
fácil sin multiplicación <strong>de</strong> privilegios ni dispendio <strong>de</strong> la Real<br />
hacienda; pero esto no toca a nuestro ofi cio, ni a la cortedad<br />
<strong>de</strong> una relación sumaria, que en muchas partes podrá<br />
aclararse y esten<strong>de</strong>rse por los documentos originales, o por<br />
las explicaciones ulteriores que V. Exa. se sirva <strong>de</strong>mandamos.<br />
Dios guíe a V. Exa ms. as. Girón y Mayo 12 <strong>de</strong> 1816.<br />
Exmo Señor General en Gefe Dn Pablo Morillo<br />
Los Alcal<strong>de</strong>s y Regidores <strong>de</strong>l Cavildo<br />
162
Miguel Hernan<strong>de</strong>z Alonso- Jose Ignacio Ordoñez- Antonio<br />
Mantilla- Manuel Mantilla- Fernando Serrano- Andres<br />
Ordoñez- Justo Pastor Troyano- Francisco Valenzuela.<br />
AGN, Anexos, Historia, T20, f46.<br />
163
6<br />
POESÍAS EN HONOR DEL VIRREY<br />
JUAN SÁMANO<br />
SONETO<br />
Señor, <strong>de</strong>spues <strong>de</strong> larga ausenciA<br />
A la que te rigió mano divinA<br />
No es el acaso ciego el que <strong>de</strong>stinA<br />
Tu vuelta, sino alta Provi<strong>de</strong>nciA<br />
Ahora es que grata mi experienciA<br />
Fomenta, revive, me iluminA<br />
En gozarme <strong>de</strong> un Gefe que reclinA<br />
Dulce apoyo a mi dicha, su presenciA<br />
Es Dios, y Dios <strong>de</strong> paz, y no <strong>de</strong> guerrA<br />
Bendiciones me imparte con tu famA<br />
O Samano, pues ya toda la tierrA<br />
Gran<strong>de</strong>s le da los soplos a esta llamA<br />
O que apellido que el amor encierrA<br />
Tal es, que dice: SAMANO, NOS AMA<br />
De Va. Exa. minimo Capellan y S.S.<br />
J.L. <strong>de</strong> A y L<br />
29 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1818<br />
AGN, Anexos, Historia, T25, f 421<br />
164
7<br />
TESTAMENTO DE JUAN ELOY VALENZUELA<br />
En nombre <strong>de</strong> Dios Todopo<strong>de</strong>roso Amen. Yo el D. Juan<br />
Eloy Valenzuela Presbítero cura ppo. <strong>de</strong> Bucaraman.a, hijo<br />
legitimo <strong>de</strong> Dn. Pablo Antonio Valenzuela y <strong>de</strong> Dn. Nicolasa<br />
Mantilla, vecinos <strong>de</strong> Girón: hallándome (gracias a Dios)<br />
en mi sano juicio, creiendo sin difi cultad y casi por pleno<br />
convencimiento en Dios, uno y trino, creador, conservador<br />
y Re<strong>de</strong>ntor y Santifi cador <strong>de</strong> los hombres, según como y<br />
por lo menos lo enseña la Iglesia Romana Apostólica único<br />
centro <strong>de</strong> la vida, cátedra y columna <strong>de</strong> la verdad: en cuia<br />
fé he vivido, y protesto vivir y morir invocando mi alma los<br />
pa<strong>de</strong>cimientos y méritos <strong>de</strong> mi Re<strong>de</strong>ntor Jesús y los dolores<br />
<strong>de</strong> su Augustísima Madre, con todos los Bienaventurados <strong>de</strong>l<br />
cielo especialmte. los <strong>de</strong> mi especial <strong>de</strong>voción: queriendo estar<br />
<strong>de</strong>socupado para la muerte y ahorrar litigios y disgustos a mis<br />
confi <strong>de</strong>ntes: como pretensiones injustas e in<strong>de</strong>corosas a los<br />
que han hambre y sed <strong>de</strong> lo ageno: or<strong>de</strong>no mis testam.to. en<br />
la forma siguiente:<br />
1. Encomiendo mi alma a Dios, y el cuerpo<br />
lo <strong>de</strong>jo a la tierra para que sea sepultado según Ritual<br />
Romano sin pompa ni fausto, y ojalá no (...) sino lo mui<br />
preciso para el ofi cio y mis <strong>de</strong>bidas obsequias.<br />
2. Declaro que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año <strong>de</strong> 86 <strong>de</strong>l siglo<br />
p.po. soi cura <strong>de</strong> este Iugar. Que el primer paso que di<br />
fue el nombramiento <strong>de</strong> Mayordomo <strong>de</strong> fabrica por la<br />
Junta <strong>de</strong>l Vecindario, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> años con las ulteriores<br />
formalida<strong>de</strong>s que se prescribieron: jamas he corrido a la<br />
cobranza <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos, pero si con agenciar a precios<br />
bajos efi gies, alajas <strong>de</strong> plata y cobre, ornamentos, altares,<br />
y sus adornos <strong>de</strong> que se entregan al vecindario en alguna<br />
<strong>de</strong> las tres juntas anuales <strong>de</strong> cofrad.s y esperar sino había<br />
conq. pagarme. Ahora esta para llegar <strong>de</strong> Franc.a un<br />
palio <strong>de</strong> conte <strong>de</strong> tisú y lama q. saldrá mui costoso por<br />
los crecidos <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> introduc. q. son mui puestos en<br />
165
azón y solo <strong>de</strong>searia se rebajasen para los usos <strong>de</strong>l culto.<br />
Se pagaran cumplidamente a mi sobrino Francisco que<br />
fue recomendado; pero no se entregarán al Mayordomo<br />
en Junta <strong>de</strong> vecindario, sin que antes haia pagado el<br />
ultimo cuartillo.<br />
3. Declaro que nada <strong>de</strong>bo a la Iglesia, y antes<br />
ella se me ha quedado con muchos miles <strong>de</strong> pesos en<br />
rebajas <strong>de</strong> cofradías y suplementos como consta pr.<br />
menos en cuenta corriente, comprobada y litigada que<br />
<strong>de</strong>be estar en el archivo <strong>de</strong> este cavildo.<br />
4. Tampoco <strong>de</strong>bo a ningún particular: me<br />
<strong>de</strong>ben si, y algo consta por Vales, pero si como suele<br />
acontecer salieren cobros, se liquidará y justifi cará por<br />
vias legales hasta el último recurso.<br />
5. He sido albacea <strong>de</strong> D. Ignacio Gutiérrez y<br />
<strong>de</strong> algunos pobres: estos han quedado chancelados sin<br />
ruido ni oposición; pero el <strong>de</strong> Gutiérrez <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />
calma <strong>de</strong> casi quarenta as. ha sido rebuelto en el día y<br />
se aguarda la <strong>de</strong>cisión: sobre q. encargo a mis Albaceas<br />
miren por el honor <strong>de</strong> un cura viejo q. jamas ha sido<br />
notado <strong>de</strong> usurpador ni codicioso.<br />
6. Declaro q. en la tormenta q <strong>de</strong>scargaron<br />
sobre mí los patriotas instigados por mis paisanos,<br />
pa<strong>de</strong>ció mi casa un saqueo conci<strong>de</strong>rable no menos q.<br />
mi bolsillo: no contentos con apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> mi casa<br />
y hacerla tribunal <strong>de</strong> muerte, obligaron a un hermano<br />
q quedaba en Girón a q. la <strong>de</strong>socupase <strong>de</strong> libros y<br />
papeles sin discernimiento <strong>de</strong> importantes o curiosos:<br />
como este no tenia casa aquí, con muchachos y como<br />
pudo los traspasó a la nuestra <strong>de</strong> la ciudad y allá en un<br />
único cuarto <strong>de</strong>socupado y sin estantes ni andamios<br />
los amontonó a la discreción <strong>de</strong> cucarachas, comegen<br />
y polilla; don<strong>de</strong> estuvieron hasta mucho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi<br />
regreso cuando ya me consi<strong>de</strong>re seguro en mi curato.<br />
Impresos, periódicos, laminas, apuntes y libros han sido<br />
presa <strong>de</strong> los insectos sin esperanza <strong>de</strong> reposición: entre<br />
ellos algunos parroquiales, los tres <strong>de</strong> cofrad.s y el <strong>de</strong><br />
mandatos y or<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> la curia. Testigos son S. Antonio<br />
González, S. José María Bretón, S. Longino Bretón, S.<br />
166
Miguel Reyna y otros que quedaron en el lugar cuando<br />
me sacaron expatriado.<br />
7. Ha mas <strong>de</strong> quarenta años q. etoi en pacifi ca<br />
poseción <strong>de</strong> los solares y cercas <strong>de</strong> mi habitación y será<br />
ocioso cualquier <strong>de</strong>talle que pudiera añadir.<br />
8. Sobre la casa <strong>de</strong> ellos en q. habito fun<strong>de</strong><br />
por escriptura publica <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l año 1794 un<br />
patronato <strong>de</strong> legos <strong>de</strong> principal <strong>de</strong> quinientos pesos p.<br />
los aniversarios <strong>de</strong> mi difunto padre, y mi buen tío el M.<br />
Jorge Fran.co <strong>de</strong> Valenzuela: en el día están reducidos a<br />
veinte misas anuales: el sucesor será José Ma. mi herm.<br />
y el patronato en el Dr. Miguel q lo es <strong>de</strong> ambos a quien<br />
recomiendo el arreglo <strong>de</strong> patronato y Capellán. si yo no<br />
lo añadiere a este testam.to.<br />
9. De las cercas <strong>de</strong> la posesión se esceptuan<br />
veinte varas <strong>de</strong> frente a la plaza y todo el largo q. es mas<br />
q el <strong>de</strong> dos solares pr. algunas varas q. hube <strong>de</strong> comprar<br />
a D. Anton. Serrano; y esta es donación hecha a dicho<br />
Miguel como herm. y Albacea.<br />
10. Declaro q D. Antonio Benitez <strong>de</strong>xo<br />
seiscientos ps. para el Sagrario y camarín <strong>de</strong> Chiquinquirá.<br />
Los trescientos y mucho mas se invirtieron en el Sagrario:<br />
los restantes se pusieron a redito y disfruto <strong>de</strong> ellos la<br />
fabrica hasta q concluida la capilla maior tuvo lugar el<br />
camarín; el gasto se recomendo al S. Je. Ma. Breton, y<br />
rindio cuenta mui exacta al vecindario <strong>de</strong> la q consta<br />
fue necesaro suplir algo al caudal <strong>de</strong> la Iglesia para su<br />
conclus.n<br />
11. Des<strong>de</strong> el primer año <strong>de</strong> cura puse imagen <strong>de</strong><br />
Dolores, capilla, camarin, altar con sus adornos y muebles<br />
en q solo he sido aiudado por algunas donaciones <strong>de</strong><br />
fuera y los quartillos y medios <strong>de</strong> las <strong>de</strong>votas q ya se<br />
acabaron quando ha crecido el coste <strong>de</strong>l alumbrado. Es<br />
mi voluntad q este Santuario se que<strong>de</strong> don<strong>de</strong> está; a cuio<br />
efecto he puesto a sus lados dos altares con las efi gies<br />
<strong>de</strong> mi pertenencia S. Jose y S. Antonio a que sirven <strong>de</strong><br />
remate dos cuadros <strong>de</strong> la Psn. existentes en mi sala, con<br />
mas la araña <strong>de</strong> talla <strong>de</strong> alli mismo. La lista <strong>de</strong> efectos <strong>de</strong><br />
esta pertenencia queda confi ada a mi hermana Ignac. y<br />
167
sus hijas para q cui<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l adorno <strong>de</strong> la imagen y <strong>de</strong> sus<br />
fi ncas, y nigun otro pueda mandar y disponer <strong>de</strong> ellas.<br />
Lo contrario haciendo sea cura prelado o corporacion<br />
les confi ero facultad plena y cuanta en mi resida para q<br />
las vendan y reduzcan a misas en honor y gloria <strong>de</strong> los<br />
Dolores. Como tambien si alguno o algunos quisieran<br />
en efecto volver dicha imagen a su capillita antigua<br />
y <strong>de</strong>sposeerla <strong>de</strong> esta q yo tambien levante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />
cimientos: En tal caso y para tal evento revoco, <strong>de</strong>rogo<br />
y anulo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora para entonces la donacion <strong>de</strong> araña<br />
y <strong>de</strong> las dos efi gies mencionadas y por la propiedad y<br />
<strong>de</strong>recho que nadie pue<strong>de</strong> quitarme, las endoso y traspaso<br />
a la Iglesia <strong>de</strong> Girón avisando al intento al cura q. alli<br />
fuere.<br />
12. En po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> D. Manuel Mantilla y S. Je. Maria<br />
González tengo el principal <strong>de</strong> dos mil y quatrocientos<br />
pesos sugetos al redito anual <strong>de</strong> cinco p. ciento, con<br />
q he suplido la escacez <strong>de</strong>l curato. Sin escusa <strong>de</strong> los<br />
pretendientes, hare yo a mi albacea el fundo formal <strong>de</strong><br />
una beca o pension escolar para uno o dos estudiantes<br />
<strong>de</strong> Theologia en el Colegio <strong>de</strong>l Rosario, o <strong>de</strong> moral y<br />
liturgia en el <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nados precisamente en la capital <strong>de</strong><br />
Arzobispado, sin conmutación ni traslación a otra parte<br />
pues <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora lo repruebo, contradigo y resisto. El<br />
Patrono será Miguel y <strong>de</strong>spues Je. Ma. mis hermanos, y<br />
por su vigilancia tomará el q. lo fuere diez pesos anuales<br />
<strong>de</strong>l redito: los ciento y diez para los hijos estudiantes <strong>de</strong><br />
mis hermanos Francisco y German partidos por igualdad<br />
si concursan al mismo tiempo. Si por entonces el uno<br />
esta para concluir el curso aca<strong>de</strong>mico <strong>de</strong> Theologia en el<br />
Rosario, o el <strong>de</strong> moral en el <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nados. A los hijos <strong>de</strong><br />
Francisco por su pobreza servira tambien para latinidad<br />
y fi losofía. Con las vacantes servira el redito para misas<br />
a dos pesos mientras fuere Capellan Jose Ma. dicho<br />
hermano, <strong>de</strong>spues <strong>de</strong> sus dias seguira el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la beca<br />
en la posteridad legma. <strong>de</strong> Dn Pablo Ant. Val. en vista a<br />
estilo <strong>de</strong> Maiorazuos.<br />
13. Mis libros estan repartidos entre hermanos y<br />
Colg. <strong>de</strong>l Rosario en Bogota: en cuanto a estos repruebo<br />
y contradigo toda conmutacion y traspaso pues si no los<br />
168
necesita pue<strong>de</strong> ven<strong>de</strong>rlos, y adquirir otros. La remision<br />
queda a careo y oportunidad <strong>de</strong>l Albacea.<br />
14. En cargo estrechamente al albacea y<br />
hermanos que saquen <strong>de</strong> mis bienes acciones y <strong>de</strong>rechos<br />
quinientos ps. para otras tantas misas que tengo ofrecidas<br />
y reputadas como <strong>de</strong>uda, pr. las faltas erratas, omisiones<br />
y olvidos que puedo haber incurrido en mas <strong>de</strong> 50 años<br />
y casi todos con la conciencia <strong>de</strong> muchas por diversos<br />
titulos y estipendios. Cuidado hermanos mios.<br />
15. De lo q. restare poco o mucho, nombro y<br />
<strong>de</strong>claro por mis unicos y universales here<strong>de</strong>ros mis<br />
muchos y gravisimos pecados por los q tomo el rigor<br />
<strong>de</strong> la Divina Justicia, si la sangre <strong>de</strong> S. Cristo ofrecida<br />
en el ara <strong>de</strong> la cruz y la <strong>de</strong> los altares nose me aplica en<br />
satisfacción, purifi cación y reconciliación: luego misas y<br />
mas misas asta la ultima peseta pero con distincion en<br />
repartirlas entre sotana y levita.<br />
16. Y para lo dicho, sus conexiones y<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias nombro por mi albacea a D. Miguel<br />
Valenzuela mi herm. y por su <strong>de</strong>fecto a los otros German<br />
y Jose Ma. Valenzuela uno en pos <strong>de</strong>l otro según la falla:<br />
a los q cada uno en su caso prorrogo el año fatal cuanto<br />
necesiten: les confi ero para la egecución y cumplimiento<br />
<strong>de</strong> este mi testamento quanta facultad y po<strong>de</strong>r se<br />
necesita por las leyes; auanta facultad y <strong>de</strong>recho resi<strong>de</strong><br />
en mi, haciendolos otro yo sin necesidad <strong>de</strong> justicia, ni<br />
responsabilidad; pues <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora doy por bien hecho<br />
lo que dispusieren como si lo hicieran <strong>de</strong> cosa propia;<br />
y por tanto <strong>de</strong>claro este testamento libre <strong>de</strong> visita<br />
eclesiastica ni aun por las obras pias <strong>de</strong> su contenido,<br />
pues mas confi anza me asiste <strong>de</strong> estos q <strong>de</strong>l Visitador<br />
q. no conozco: lo q se entien<strong>de</strong> sin perjuicio <strong>de</strong> las leyes<br />
sobre este caso.<br />
17. En consecuencia anulo y <strong>de</strong>rogo cualquier<br />
otra disposición sea testamento, codicilio o donación q<br />
no sea esta, a la q unicamente se ha <strong>de</strong> estar como legitima<br />
y vale<strong>de</strong>ra en juicio y fuera <strong>de</strong>l. Fecha en Bucaramanga a<br />
20 dias <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> Septiembre <strong>de</strong>l año <strong>de</strong>l Señor 1834 <strong>de</strong><br />
nota y pluma <strong>de</strong>l otrogante q suscribe.<br />
169<br />
ELOY VALENZUELA
Testigos: JOSE MA. BRBTON, SINFOROSO NAVAS,<br />
ANTONIO SERRANO, RAFAEL NAVAS, JOSE MA.<br />
ARAUS<br />
AHR- Santan<strong>de</strong>r- <strong>UIS</strong> - Caja No. 10- Notaria 1a <strong>de</strong><br />
Bucaramanga, 1834, f 150r a 152 v.<br />
170
Colección Temas y autores Regionales<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong><br />
- Santan<strong>de</strong>r: La aventura <strong>de</strong> pensarnos<br />
- El mundo Guane: Pioneros <strong>de</strong> la arqueología en Santan<strong>de</strong>r<br />
- Historia oral <strong>de</strong>l sindicalismo en Santan<strong>de</strong>r<br />
- Luis A. Calvo. Vida y Obra<br />
- Juan Eloy Valenzuela y Mantilla (Escritos 1786 - 1834)<br />
- De literatura e Historia: MANUELA SÁENZ<br />
entre el Discurso <strong>de</strong>l Amor y el Discurso <strong>de</strong>l otro<br />
- Agenda Liberal Temprana<br />
- Historia <strong>de</strong> la radiodifusión en Bucaramanga<br />
(1929 - 2005)<br />
- La Alianza Nacional Popular (Anapo)<br />
en Santan<strong>de</strong>r 1962 - 1976<br />
- Cultura, Región y Desarrollo<br />
- Ensayos críticos sobre la obra <strong>de</strong> Elisa Mújica<br />
- José Antonio Galán<br />
Episodios <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> los comuneros<br />
- La óptica <strong>de</strong>l camaleón y otros relatos<br />
- Demasiados jóvenes para morir<br />
Cuentos <strong>de</strong> la generación <strong>de</strong>l abandono<br />
- Emociones <strong>de</strong> la guerra<br />
Relato <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> los mil dias en el Gran Santan<strong>de</strong>r<br />
- Geo Von Lengerke<br />
Constructor <strong>de</strong> caminos