INFORME DE SALIDAS Y VIAJES EN MISION _1_ - Mision Rahma ...

espino había como una delgada nubecita azul celeste, en parte sobre las ramas y en parte
colgando o ascendiendo hacia el aire o el vacío. Me acerqué sorprendido por esta visión
por cuanto era la primera vez que yo lo contemplaba, y era a plena luz del día. El árbol
vibraba, lo cual me hizo recordar la escena de Moisés y la zarza ardiendo en el Monte
Horeh (Sinaí). Me acerqué y preferí confiar en lo que sentía. Cerré los ojos y acercarme con
las palmas hacia arriba y los brazos extendidos sentí que aquello tenía volumen y densidad.
Volví a abrir los ojos, y pude contemplar bastante sutil un domo celeste de unos ocho
metros de diámetro.¡Se había formado un Xendra Gimbra en el lugar y a pleno sol ! Había
que llamar a los compañeros pues el umbral dimensional estaba abierto. Al llegar al área de
las tiendas de campaña el 90% del campamento permanecía dormido, por lo que con
algunos voluntarios empezamos a hacer la cúpula de protección y la meditación solar,
incorporándose en cuestión de minutos todo el campamento. Terminada la práctica y
aprovechando la presencia del colectivo en pleno Camilo de Chile dirigió unas palabras de
reflexión a todos y se contaron las experiencias de la noche. Pedí entonces la palabra y releí
las comunicaciones recibidas lenta y pausadamente desentrañando su significado y su justa
aplicación a los acontecimientos. Se había señalado la Semana Santa del calendario
Cristiano para la realización del Encuentro Mundial, justo cuando las fechas estaban
cargadas de trascendentes simbolismos y mensajes espirituales. El Jueves fue la última
cena, en la que los apóstoles no sospechaban el drama de los acontecimientos que venían a
continuación. El Viernes fue la cruxifición , cuando el mundo violentamente se les vino
abajo a los seguidores del Rabí de Galilea. Aparentemente nada podían hacer para evitar el
descalabro. Muere Jesús y con él las expectativas e ideales de los apóstoles. Fue el día de
la tormenta y la desesperanza. El Sábado a pesar del evidente cumplimiento de las
profecías, el nivel de inconciencia fue tal que la confusión, la incredulidad y el pesimismo
pudieron más. Pero al día siguiente domingo, era el de Gloria. Jesús resucita en la
madrugada, y con él la fe y el ánimo de las y los seguidores del Cristo que en pequeños
grupos empiezan a ser testigos. El horizonte nuevamente se torna luminoso y esperanzador.
Al tener captadas la atención de los presentes di a conocer la existencia del Xendra, e hice
la invitación a siete personas de Chile, cuatro mujeres y tres varones para que me
acompañaran con Maribel y Nimer al lugar. En el campamento Camilo y los miembros de
la coordinación del evento y de los grupos dirigirían los trabajos de apoyo de energía y
concentración.
Fue emocionante llegar al lugar y verificar que aunque había desaparecido la nubecita
gaseosa azul celeste, se había terminado de definir entre dos árboles el domo celeste
grisáceo. Allí fuimos colocando una a una a las personas que transpondrían el umbral, y
cuyo cuerpo al ingresar cambiaba de coloración. Con una de las personas ingrese sin
quererlo hasta la mitad de mi cuerpo, y Nimer pudo contemplar como la mitad que ingresó
se tornó azul. Yo sentí la atmósfera distinta. Al retirarme unos diez metros donde estaban
Maribel y Nimer, veía y sentía todo lo que estaban viviendo los compañeros y compañeras
en el Xendra. Vi tres guías: Sampiac, Antarel y Mardorx en una habitación blanca con una
especie de pantalla al frente donde le hablaban a cada uno del grupo de siete sobre la
legendaria civilización de Lemuria y su último período de Mu hace unos 70,000 años.
Especialmente veía a Andrea y a Silvia de Santiago recibiendo instrucción. Mientras que
tenía esa visión desde fuera, escuche evidentes pasos que se colocaron a los lados de donde
nos hallábamos nosotros. Entonces pensé que los del xendra ya había terminado, por lo que
abrí los ojos y no había nadie. Los volví a cerrar y percibí claramente a dos seres altos a
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