INFORME DE SALIDAS Y VIAJES EN MISION _1_ - Mision Rahma ...
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cada uno de los participantes, así como que las condiciones estén dadas previamente desde<br />
arriba.<br />
El Grupo Amor que coordina los grupos de Santiago, tenía un plan de trabajo que<br />
gentilmente me lo acercaron para que le echase un vistazo y les aconsejara al respecto.<br />
Realmente estaba todo muy bien programado y diagramado como para que fuese una<br />
experiencia enriquecedora en todo sentido.<br />
El primer punto de encuentro de los asistentes a la salida sería el paradero de transportes<br />
contratados para movilizar a la gran mayoría carente de vehículo propio. El segundo punto<br />
sería una estación de servicio o gasolinera en la carretera al sur, a la salida de Santiago; y<br />
el tercero en algún punto de la vía hacia las montañas.<br />
Tuve la fortuna de viajar en una movilidad particular gentileza de mi buen amigo y<br />
hermano Jaime Villamandos, quien se ofreció a llevarme junto con Maria Ester Dublé y<br />
Rosita Calaf. La pericia en el manejo de nuestro amigo permitió que evitáramos los tacos,<br />
trancones o atascos de la carretera, propios del gran éxodo de Semana Santa en el que los<br />
santiagueños huyen del estrés de la ciudad hacia el campo y la playa .<br />
En la estación de servicio se agolpaban las movilidades tanto de los participantes como de<br />
aquellos afortunados que pudieron cortar con sus actividades y compromisos para salir<br />
fuera del bullicio. El lugar era un hervidero de gente visitando los baños y haciendo<br />
compras de último momento. Fue una hermosa experiencia y una gran sorpresa<br />
reencontrarme con mucha gente de Chile y del extranjero que no me imaginaba que iba a<br />
estar presente en el lugar y en aquella ocasión. Allí estaban Ana María Camus, Armando y<br />
Lía Solari de Chile, Carlos Berga y Maribel García de España, Héctor Ibarra y Maru<br />
Friedkensen de México, Rafael Carderón de Ecuador, Carina Marzullo , Gustavo Maisenti<br />
de Argentina , Nimer Obregón, Hans Bauman y Julio Salas de Perú, entre otros muchos<br />
nacionales y extranjeros conocidos.<br />
Después del intercambio de abrazos y anécdotas nos dirigimos rápidamente en la movilidad<br />
de Jaime desde Rancagua hacia el Este, por una excelente carretera que lleva a la cordillera<br />
y hacia el importante asiento minero cuprífero “El Teniente”, y a una turística zona de<br />
baños termales . En el camino nos detuvimos durante un rato aguardando a los demás<br />
vehículos en un autoservicio llamado “El Punto Clave”. Me desmonté del auto<br />
acercándome a un puesto de revistas donde me llamó la atención una publicación en<br />
particular titulada «la Biblia para los niños», en cuya portada estaba “La Torre de Babel”<br />
(Capítulo 11 del Génesis) . Y entonces recordé como la clave del número once se había<br />
repetido tanto desde que salimos de Santiago como en el terrible atentado de Las Torres<br />
Gemelas de Nueva York. Jaime me había mostrado previamente el contador de kilometraje<br />
con hartos ochos y onces.<br />
Retomamos la marcha y empezamos el ascenso abandonando la pista principal y siguiendo<br />
por un camino secundario afirmado, flanqueado a derecha e izquierda por terrenos de<br />
cultivo, hasta alcanzar una parte alta en donde corríamos paralelos al cauce del río<br />
Cachapoal . Después de cruzar por un modernísimo y largo puente de concreto que se alza<br />
por encima del cañón que ha socavado el río a través de miles de años, pasamos al lado del<br />
complejo hotelero de los baños termales. El clima estaba cada vez mas seco y cálido, casi<br />
sofocante que invitaba a cabecear de sueño . Seguimos por un estrecho y polvoriento<br />
camino de tierra que se abría paso entre redondeadas colinas llenas de retorcidos espinos y<br />
cactus . Así que luego de muchas empinadas cuestas y un sin fin de curvas cruzamos las<br />
rejas del fundo “El Durazno”, las cuales se abrieron automáticamente gracias a una<br />
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