INFORME DE SALIDAS Y VIAJES EN MISION _1_ - Mision Rahma ...

ARGENTINA CAMINANDO ENTRE PROFECIAS
“Argentina mostrará luego de la prueba
al hombre nuevo, y el hombre nuevo...
¡enseñará!”
(Parravicini, Profecías 1972)
Me encontraba a comienzos del mes de Diciembre del año 2001 en Argentina cuando se
agudizó la terrible crisis de aquella nación. Los acontecimientos violentos desbordaron
rápidamente todos los controles, sumiendo al país en la anarquía y el desgobierno. Pero
todo ello había sido anunciado con mucha antelación por el gran psíquico y vidente
argentino, nacido a fines del siglo pasado Benjamín Solari Parravicini en su «Testamento
Profético», trasmitido a algunos de sus más queridos discípulos mediante un sin número de
psicografías premonitorias y precognitorias. En esta recopilación de escritos y dibujos hacía
especial énfasis a su país, que a comienzos del tercer milenio, se encontraría sumergido en
una de las peores pruebas de su historia. Pero también se hacía el anuncio de la llegada de
un providencial «hombre de gris» no surgido de la política, quien en el año 2002 sacaría
adelante a su patria. En relación a todo esto, y coincidiendo mi presencia en esa nación con
un ciclo de conferencias donde hablaba del tema de la “Antiprofecía”- que es la capacidad
que posee el ser humano consciente de modificar el futuro cuando éste nos resulta adverso-,
cité en mis disertaciones ante un numeroso público sediento de esperanza, que hay
profecías que debemos variar, mientras que hay otras que podemos variar o hasta permitir y
ayudar a que se cumplan, por cuanto marcarían hitos necesarios a partir de los cuales se
podrían consolidar convenientes cambios positivos. Mencioné que según las profecías de
Parravicini para el 2002, el presidente De la Rúa podría verse obligado de alguna manera a
tener que dejar anticipadamente el gobierno (su mandato terminaba en el 2003), lo cual
dejaría el camino expedito para aquel misterioso «hombre de gris»; y que por la misma
aclaración del profeta, de ninguna manera salía éste de la política, sino que sería ajeno a
ésta (¿quizás un religioso o un intelectual?).
Para la segunda quincena de Diciembre, estando en Buenos Aires, tuve la oportunidad de
consultar nuevamente en profundidad en unos libros, las psicografías de Parravicini y
relacionarlas con todo aquello que venía ocurriendo en el país y en el panorama mundial,
surgiendo las siguientes interpretaciones personales que no pretenden para nada ser la
“verdad”:
“¡Argentina llega a la gran prueba!
Argentina verá lo que no vio... ¡Será!” (Profecía de 1972)
Comentario:
La nación Argentina, quizás uno de los países potencialmente más ricos del planeta, por su
inmenso territorio rico en toda suerte de materia prima y por su gente trabajadora, durante
el mes de Diciembre del año 2001 no sólo vio terminar de caerse en el descrédito a su clase
política y derrumbarse su gobierno, saturado de corrupción sino que con dicha caída,
también se sintió profundamente herida y desilusionada como víctima de un aluvión de
agresiones por parte de quienes debían velar por ella. Intempestivamente todo aquello que
durante décadas había sido criticado en otras naciones, y considerado mal de otros,
creyendo que nunca le afectaría por ser una porción de Europa en América, le llegó, cruel y
despiadadamente: decepción, caos, violencia, desesperación, pánico, hambre y miseria.
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