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INFORME DE SALIDAS Y VIAJES EN MISION _1_ - Mision Rahma ...

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muchos de los cuales salían del suelo y no necesariamente caían del cielo. Entonces<br />

empezaron a asomar los cristales. Para esto las manos de los participantes se tornaron<br />

blancas como con una masa nubosa luminosa y una suerte de escarcha, esto nos motivó a<br />

los que estábamos alrededor como notarios de dicho suceso, a consultar a cada uno de los<br />

receptores sus sensaciones, y ayudarles a consolidar la recepción cruzándoles las manos a<br />

la altura de su pecho. Mientras se percibía en el ambiente movimiento hacia el sector donde<br />

debía aparecer el xendra. Para todos la recepción de cristales fue muy emocionante y<br />

contundente, la cual vino acompañada de un muy agradable aroma que retrataba el<br />

ambiente de hermandad que se había logrado. Cuan cierto era ese mensaje que decía:<br />

“Chilca mostrará su encanto. Este lugar que ha sido trabajado por todos ustedes con tanto<br />

amor y dedicación por mucho tiempo, ahora se dejará ver en todo su esplendor. Fueron<br />

activados estos lugares como para que recibieran las iniciaciones y vieran en ello el rostro<br />

de la Hermandad Blanca, fluyendo con ustedes y hermanándose.”<br />

(Joaquín, 10-7-01)<br />

Mientras, Silvia de Maranga sintió que debía entrar ella sola en uno de los círculos, y una<br />

vez dentro se desdobló, viendo a dos seres que la llamaban pidiéndole que los siguiera. En<br />

la medida que avanzaba astralmente se iba como introduciendo en el subsuelo del desierto.<br />

Su esposo Juan, quien es una persona muy pragmática, visualizó que ella se encontraba<br />

caminando por el desierto y que se introducía en la tierra. El se preocupó buscándola<br />

afanosamente y sin embargo ella estaba muy cerca. Por otro lado, cuando el grupo de<br />

damas se enteró de que Silvia estaba sola enfrascada en un trabajo muy intenso, las demás<br />

la rodearon y la apoyaron con energías. Al concluir, ella comentó que la habían llevado<br />

hasta donde se encontraba un gran cristal allí en Chilca, y en donde le pidieron que colocara<br />

la energía que ella había traído del Paititi en la expedición del 98. En el momento de<br />

introducir la energía, se produjo como una explosión de luz que salía de Chilca y se<br />

esparcía por el mundo. Comprendió entonces Silvia para qué era el trabajo que la llevó a<br />

desdoblarse delante de la piedra de Pusharo donde contactó con dos seres que la llevaron<br />

hasta un sitio y le integraron en su pecho una energía especial que ahora le pedían que<br />

depositara en el cristal de Chilca.<br />

Mientras los grupos se fueron acomodando para mantener una meditación con<br />

mantralizaciones continuas y constantes durante varias horas. Esto permitió que<br />

pudiéramos seleccionar a aquellos que se apreciaba que sus cristales resplandecían.<br />

Se formaron entonces tres grupos, siendo el primero integrado estrictamente por las damas<br />

integrantes del trabajo previo. Fueron unos cinco minutos de caminata hasta que le dimos<br />

la vuelta a los cerros y apareció a la distancia una forma como globular luminosa gaseosa<br />

palpitante, pero estaba relativamente lejos (a unos quinientos metros). Entonces les pedí a<br />

las chicas que marcharan derecho hasta ese lugar. Y muy confiado me di la media vuelta y<br />

me fui al encuentro de los otros dos grupos, cuando en el camino me encuentro con Cuqui<br />

que se devolvía. Ella me confió que no se sentía preparada para participar, pero yo le dije<br />

que sí lo merecía. Es más, ella me ayudó a escoger a aquellos que les correspondía según el<br />

estado de sus cristales.<br />

Una vez que llegamos a la zona con los otros dos grupos, me di con la sorpresa de que el<br />

grupo primero no había ido hasta el fondo, sino que se había desplazado hacia la izquierda,<br />

hallándose a unos cincuenta metros de donde estábamos. Pensé de inmediato que la<br />

humildad del grupo les había hecho desistir de entrar ellas primero, y que ese honor se lo<br />

estaban derivando a otros; y que ellas continuarían apoyando la apertura del umbral. El<br />

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