Septiembre de 2012 - El Pitic

La Casa Hogar La ProvidenCia
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Año X Número 136 Septiembre 2012 Edición Mensual Hermosillo del Pitic, Sonora. Antes Villa del Pitic
PERSONAJES DE LA HISTORIA DE HERMOSILLO 1938
De derecha a izquierda 1ra. fila sentados: Don Fernando Méndez +, Don Felipe H. Seldner, Don Víctor Aguilar + ( Febrero de 1941), Don Cipriano Alvarez
(Gerente Banco Occidente), Don Juan de Dios Castro +, Don Francisco H. Aguilar +, Ing. Don Felipe Salido +, Don Jorge Lebrun , Don Benito Suárez +.
2da. fila
Lic. Taide López del Castillo, Don Dionisio González, don Carlos Ramírez, Lic. Aurelio D. Canale, Don Felizardo Verdugo, Don Antonio Honrado, Don
Vicente Rodríguez, Don Félix Tonella (h).
3ra. Fila Ultima
Don Fernando Cabral (Gerente del Banco Nacional de México) Don Celedonio C. Ortiz, Don Octavio Torres, Don José Ma. Paredes, Lic. Celerino Díaz,
Don Isidro Harrabaguer, Don Mario Clausen, Don Alberto Hoeffer. (Foto Abitia)
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2 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
DIRECTORIO
El hombre joven no tiene memoria
Más tarde, goza al recordar
vivencias pasadas.
Y mucho más tarde, vive de ellas.
Fundador
Arnoldo Salazar Woolfolk+
Director
Fernando Andrade Domínguez
H. Rangel Lugo No. 139
esq. 5 de Febrero.
Barrio La 5 de Mayo.
Tel. 217-28-04, 215-34-56 y
(6621) 73-81-22
andrade_nando@yahoo.com.mx
Distribución
Diego Redo Hoeffer
Lic. Armando Gastélum Alcaraz
Impreso en los talleres de
Editorial El Auténtico, S.A. de C.V.
Reg. en Trámite
Como sucede año tras año, llegan
los meses de Agosto y Septiembre y
los padres se ponen a temblar, fecha
de inscripciones, compra de útiles
escolares, uniformes, zapatos y todo
lo necesario para acudir al Kinder,
Escuela Primaria, Secundaria o
Preparatoria, esperando con ansias
que el hijo(a), culmine sus estudios
con una carrera profesional.
Fechas muy desgastantes, sobre todo
para los padres que por primera vez
tendrán que dejar a sus retoños al
cuidado de desconocidas maestras,
que harán lo posible por sustituir
por algunas horas diarias a las
atribuladas mamás y papás que
sienten que están lanzando a sus
pequeños hijos desde lo alto de un
avión y sin paracaídas.
Llantos, caprichosos berrinches,
jaloneos, gritos de protesta y ojos
llorosos llenos de angustia al ver la
incertidumbre de los niños que se
sienten abandonados y en compañía
de gente desconocida y un mar de
niños que como ellos también, dan
de gritos y se niegan a iniciar su
preparación escolar.
Viacrucis obligado de toda madre
que desee educación para sus
infantes y que con angustia viven
momentos de honda tristeza y
en algunos casos negándose a
abandonar las instalaciones escolares,
permaneciendo aferradas a las
rejas, sufriendo tanto o más que sus
hijos, que pasados algunos días
se comienzan a acostumbrar y a
gozar de la compañía de los demás
pequeños, que poco a poco reciben
de sus maestras todo el cariño y
ternura que de momento dejan en
casa.
Los tiempos no han cambiado y
en estos meses somos testigos de
profundas muestras de dolor que
dominan a las madres que se niegan
también a dejar a sus hijos al cuidado
de personas desconocidas. El tiempo
pasa y aquello que significó un gran
dolor, se convierte en una rutina que
lejos de sufrirla en muchas ocasiones
la gozan, al ver reflejadas en las caritas
de sus hijos la felicidad y viven las
emociones de compartir y convivir
E d i t o r i a l
con otros niños.
Qué hermosas fechas, quién no
recuerda su primer día de Kínder
o de Escuela Primaria, de conocer a
nuevos amigos, de compartir todos
esos momentos tan agradables que
poco a poco se convierten en fechas
inolvidables y que jamás dejarán de
ser de los momentos que se vivieron
tan gratamente.
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
CALLE SALVADOR ALVARADO
(COLONIA PITIC)
LiC. antonio ruibaL CoreLLa
REVOLUCIONARIO, POLÍTICO Y FILÓSOFO.- Nació en la ciudad de A fines de ese año regresó a la ciudad de México y empieza a escribir
Culiacán, Sinaloa, el 16 de septiembre de 1880, hijo de Timoteo Alvara- su extraordinaria obra de 3 tomos “La Revolución de México. Un mendo
y Antonia Rubio. A los 8 años de edad se trasladó con su familia a saje a los pueblos de América”. En la misma, fuertemente influenciado
PÓTAM y poco después el joven Alvarado emigró al Puerto de Guay- por la corriente filosófica denominada Socialismo Utópico”, del filósomas
a trabajar en la farmacia de Don Luis G. Dávila. Posteriormente se fo escocés Samuel Smiles que le había cautivado sin reticencias desde
trasladó a Cananea, donde abrió su propia botica pero ya con inquietu- su juventud, el antiguo tendero de Pótam rebasó los límites del militar
des sociales muy definidas, se adhirió al Partido Liberal Mexicano, ini- y del político, para adquirir dimensiones de un verdadero estadista.
ciándose de ese modo en actividades antiporfiristas y convirtiéndose En 1920 se adhiere al Plan de Agua Prieta y con el arribo de los sono-
en propagador clandestino del ideario político de Ricardo Flores Marenses al poder y siendo Presidente Interino Don Adolfo de la Huerta,
gón; en 1910 se afilia al maderismo y a fines de ese año, en compañía es designado Secretario de Hacienda y Crédito Público. No obstante,
de otros jóvenes revolucionarios idealistas, participó en un frustrado Alvarado sólo desempeñó su cometido por un corto lapso de 2 meses.
asalto al cuartel militar de Hermosillo. Algunos son fusilados y otros, Sus antiguos y encarnizados enemigos, los henequeneros miembros
como Alvarado, escapan rumbo a Arizona.
de la llamada “Casta Divina”, lo obligaron a seguir defendiendo su
A principios de 1911 cruzó la frontera y se incorporó con el grado de posición ahora en Nueva York, por asuntos relacionados con el hene-
Capitán a la lucha armada en contra del ejército federal de Porfirio quén en Yucatán.
Díaz. Durante 4 años mantiene un relevante papel entre los revolucio- En diciembre de 1923 se unió a la frustrada rebelión “Delahuertista”
narios sonorenses y en febrero de 1915 fue nombrado Gobernador y y defiende la plaza de Ocotlán, Jalisco, por once días; es derrotado y
Comandante Militar en Yucatán, entidad que se encontraba en condi- abandona México nuevamente rumbo a los Estados Unidos. El régiciones
sociales deplorables.
men de Obregón reprimió con tremenda energía el cuartelazo. Para el
La serie de medidas económicas, políticas y jurídicas que dictó en ese
Estado de la República, se anticiparon notablemente a la legislación
agraria y laboral de México; asimismo, instituyó avanzadas reformas
legislativas que fueron incorporadas a la Constitución Federal de 1917,
pues cabe mencionar que la Legislatura yucateca al Congreso Constituyente
fue portadora de esas iniciativas radicales, inspiradas en el
pensamiento visionario de Alvarado.
Entregó la gubernatura a su sucesor el 1o. de febrero de 1918, con un
existente en caja de ¡Cinco millones de pesos en monedas de oro!, hecho
y cifra insólitos para aquella época. Acto seguido, se hizo cargo de
la Comandancia de la Zona del Istmo con residencia sucesiva en Veracruz
y en Oaxaca. Don Venustiano Carranza se empecinó en imponer
como candidato a la Presidencia al Ing. Ignacio Bonilla, por lo que al no
estar de acuerdo Alvarado con dicha candidatura, solicitó licencia para
separarse de su cargo. Al negársele la misma es encarcelado por breve
tiempo y poco después se exilia en Nueva York.
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4 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
CaLLe saLvador aLvarado...
mes de febrero la revuelta prácticamente había sido dominada, salvo
algunos brotes aislados y sin importancia.
En estas condiciones, el regreso de Alvarado al país con el objetivo de
reavivar la rebelión, resulta absurdo y fuera de toda lógica. Hasta se
antoja pensar que, desalentado, fue conscientemente al encuentro de
su muerte. No cabe otra interpretación, después de leer este párrafo
de una carta que le escribió a su esposa, se encontraba residiendo en la
ciudad de San Antonio, Texas. “Compromisos de amistad y de política
me hacen volver a luchar con aquellos que convencí ir a la Revolución
y debo estar con ellos; recuerda siempre que: “Es preferible que seas la
viuda de un hombre valiente a la esposa de un cobarde…”.
Retorna al país y se hace cargo el mes de marzo de 1924, del movimiento
en el sureste de México. Las operaciones militares de los rebeldes
fracasan y viendo la causa perdida, Alvarado se dirige con un pequeño
grupo de seguidores a territorio de Guatemala, pero es interceptado
por fuerzas obregonistas cerca del rancho “El Hormiguero”, entre Tenosique,
Tabasco y Palenque, Chiapas. El 9 de junio de 1924, el personaje
es asesinado a quemarropa por el Teniente Coronel Diego Zubiaur.
(6).- Juan Antonio Ruibal Corella “Los tiempos de Salvador Alvarado”
y fotografía; Publicaciones del Gobierno del Estado de Sonora, Hermosillo,
1982.-
angiodermoLaserdeHermosiLLo@HotmaiL.Com
Previa Cita aL teL.
(662) 213-72-61
PLaza CHantaL, CaLLe Juárez no. 425-b
y ave. diez CoL. saCramento, HermosiLLo, sonora.
La CoLonia PitiC en sus iniCios....
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
GONZALEZ HERMOSILLO IX
ÚLTIMA
CAMPAÑA:
MICHOACÁN.
La Junta Subalterna
Gubernativa,
pretendiendo
reorganizar la lucha
de independencia,
ya muy diezmada
por la muerte de
sus principales
dirigentes, le
ordena a González
Hermosillo trasladar
sus fuerzas al partido
de Michoacán, y así
vemos a nuestro héroe en un nuevo escenario.
El 13 de febrero de 1818, la Junta Subalterna Gubernativa, instalada
en la hacienda de Zárate, le envía a González Hermosillo el siguiente
comunicado.-
Orden de la Junta de Gobierno a González
Hermosillo para que remita su fuerza armada.
Espera este gobierno que le comunique Vuestra Señoría el resultado
de la reunión que le dijo estaba haciendo y de la localización que
se le previno hiciera a la Plaza de los Reyes. Para realizar cierta
combinación importante al servicio de la Patria, es necesario que
Vuestra Señoría, remita a este punto cuarenta hombres bien armados
ignaCio Lagarda Lagarda
al mando de un oficial de toda su confianza, los que deberán llegar
aquí el día último del presente mes.
Con esta fecha se da también órden al Sr. Coronel Delgado, por lo
que si no hubiere inconveniente podrá hacer Vuestra Señoría que
vengan reunidas las partidas.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Palacio de Gobierno Mexicano en Zárate.
Febrero 13 de 1818.
Del Dr. San Martín, cumplido. P.S. , P.S.Villaseñor
Santiago Medina Prosecretario.
Al mariscal de Campo D. José María Hermosillo
Es copia rúbrica de Cruz.
Orden a Delgado sobre el mismo objeto que la anterior----- 13 de
febrero de 1818
Número 2.- Interesa al bien de la Patria que remita Vuestra Señoría
a disposición de este Gobierno, cuarenta hombres bien armados
los que deberán estar aquí él día último del presente mes, y se le
devolverán luego que se concluya cierta expedición.
Igual orden se ha comunicado al señor Mariscal Hermosillo, por
lo que si no hubiere inconveniente podrán venir reunidas ambas
partidas.
Nuestras armas todos los días consiguen notables ventajas sobre el
enemigo, y continuando nuestra unión y entusiasmo no se retardará
el día de nuestra libertad.
Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años. Palacio de Gobierno
Mexicano en Zárate febrero 13 de 1818.-----Doctor San Martín.----
Cumplido .---- Pedro Villaseñor.----
Santiago Medina, Prosecretario.---- Señor Coronel don Juan Bautista
Delgado.
Es copia .--- Rúbrica de Cruz.
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6 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
gonzáLez HermosiLLo...
Igualmente fue instruido el teniente coronel Don Miguel Ávila.
Al coronel Ávila igual órden que las anteriores.----
13 de febrero de 1818.
Número 3.--- Luego que reciba Vuestra Merced ésta se pondrá
en marcha para este punto con toda la tropa armada, del señor
comandante Ortiz, y para su socorro en el tránsito se le acompaña
a Vuestra Merced, una órden del señor intendente de esta provincia.
Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Palacio de Gobierno
mexicano en Zárate febrero 13 de 1818.--- Doctor San Martín.---
Cumplido .--- Villaseñor.--- Santiago Medina prosecretario.--- señor
teniente coronel don Miguel Ávila.
Es copia.--- Rúbrica de Cruz.
La órden llevaba la intención de comisionarlos a una misión secreta
para realizar un ataque sorpresa a la plaza de Pátzcuaro, con el
objetivo de distraer a las fuerzas realistas que estaban asediando el
fuerte de Jaujillo.
La carta fue entregada por el correo infiel a un comerciante de
Apatzingán, de nombre Francisco Morillo, a cambio de una
gratificación, misma que Morillo le hizo llegar al brigadier de la Cruz,
quien a su vez, la remitió al coronel Quintanar con las instrucciones
de que le llevara vivo o muerto al doctor San Martín y acabara de una
vez con la Junta Gubernativa.
El coronel Quintanar se valió del tuerto José María Vargas, un
insurgente desleal que había sido indultado que, haciéndose pasar
por González Hermosillo falsificando su firma, le envió una carta
a la Junta aceptando la orden que le habían dado y diciendo que
personalmente llevaría los soldados que le pedían.
Al mismo tiempo, el 17 de febrero de 1818, el coronel Delgado le
informa a la Junta de un enfrentamiento que tiene con los realistas,
donde se queja de la actitud de González Hermosillo y les hace saber
que recibió su comunicado pidiéndole cuarenta hombres.
Parte de una acción a que se refiere la comunicación de Cruz.--- 17
de febrero de 1818.
Habiéndome avisado ayer un amigo de Apatzingán que el día de
hoy venían doscientos
herejes de caballería a
darme ataque a este punto
que sabían que yo estaba,
preparé a mi gente a la
madrugada en la orilla del
río para de repente darles
fuego cuando estuvieran
pasando el rio, como así
fue, por que muy de
mañana vide la polvareda
y pené de la vida a todos
mis soldados si arrancaban
, y cuando estando ya
pasando como la mitad
de los herejes salió de la
emboscada mi ayudante
don Martín Francisco
Delgado dándoles fuego a los que venían por dentro del río y yo
por otro lado para no dejar entrar a los que venían adelante, y les
hice un destrozo más grande, por que solo unos cuantos escaparon
y para eso porque el señor mariscal Hermosillo, no me mandó el
auxilio muy pronto como se lo pedía yo, y solo me envió como veinte
hombres que llegaron tarde en el combate y se cogieron como veinte
fusiles, que yo porque no digan que ando en etiquetas no se los quité
a la fuerza de fuego, pues yo represento con vuestra excelencia en
toda forma para que el señor mariscal me vuelva esos fusiles porque
los quito mi gente y su gente de el nó, más los pepenó sin arriesgar
la vida, y yo también cogí sesenta fusiles de onza y tres pistolas más
de cien caballos ensillados con fundas para fusiles y dos cajones de
pertrechos llenos y otros dos hasta la mitad y también cogí nueve
prisioneros y un gachupín que lo tengo vivo porque dice que muchas
noticias sabe el muy buenas para la nación porque también dice que
ha tenido contestaciones con el señor Torres y que lo hará ver muy bién
y que no es soldado que solo es comerciante, y por esto su excelencia
me dirá que es lo que hago para no “gerrar” , y después han llegado
mis soldados con otros tres prisioneros y más nueve fusiles y no más
sino que Dios guarde a su alteza muchos años.
Cantón de Olanda y febrero 17 de 1818.----Juan Bautista Delgado.
P.D.---Ahora que se iba este correo me llegó el oficio de su alteza para
que mande cuarenta hombres para ese palacio y por no detener el
correo voy a ver al señor mariscal Hermosillo que está aquí abajo de
la Cofradía para ver que hacemos porque yo quiero ir a mi cantón
a llevar los soldados para que se curen y yo también curarme que
tengo un brazo herido con bala , y nomás suplico a su alteza que
vuelva mi gente pronto porque todos tienen sus familias y yo quiero
ir en cuanto me alivie a darle ataque a Cristóbal Peña que se indultó
con el enemigo y lo dejaron comandando en Tancítaro y no más.----
Vale.
Es copia .--- Rúbrica de Cruz.
(Continuará). . . . . . . . .
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
POR: MARIO GONZÁLEZ
La que sí murió fue doña Nati, la esposa de don José, y de eso, ya hace mucho.
Fue la primera muerta de la colonia, bueno, la que yo recuerde desde mi llegada.
Un largo féretro gris de madera cubierta de tela pobre y orlada, rodeado de cuatro
cirios y un crucifijo metálico de pie, se encuentra al centro de una mediana
sala de casa arrendada.
De sus paredes de un verde deslavado, cuelga la imagen de un santo a caballo,
un crucifijo de madera que sostiene a su sangrante Cristo de yeso pintado y un
almanaque donde está la foto de un Pedro Infante sonriente y con sombrero charro.
Puestas sobre el ataúd hay unas pocas flores de pálidos colores, que don José colocó
dispersas a la altura del pecho de la difunta, quien desde la ventana pequeña
del cajón asoma su rostro enjuto y descolorido, estragado por el cáncer, para el
pánico de los niños que curiosos acudieron a observarla, pues nunca habían visto
a un muerto.
A los lados los vecinos han empezado a colocar en baldes con agua, a falta del
dinero que compra flores caras, los ramos de adelfas, blancas, rojas y rosadas,
que crecen como plagas en todos los cercos de las casas. Alguien arrimó unas
margaritas que recién cortó de su jardín cuidado, y piadosas manos armaron con
ella una corona, la que quedó, junto a algunas rosas, girasoles y espuelitas, sobre
su cruz al día siguiente cuando la sepultaron.
Debajo de la caja de la muerta, una enorme tina galvanizada donde seguramente
se bañaba, contenía dos barras de hielo para que el cuerpo no se descompusiera
tan pronto, aunque ya no tenía dentros y el grueso del calor había pasado. Voces,
cánticos y rezos acompañaron hasta ya entrada la noche, en que don José se quedó
solo con ella.
Tan solos como cuando muchos años atrás, después de su modesta boda y entregados
a su tierno amor, disfrutaron la primera noche juntos; noche de ternura y
de arrebatos, de tímida y abnegada pasión, llena de esperanza. Un porvenir de
dicha los aguardaba. Brazo con brazo a sortear juntos por la vida; días y noches
creciendo al lado del amado, y la dulce espera de los frutos de su amor, de “Josesito”
que vendrá primero y de “Rosita” que le seguirá y después, los que Dios
quiera, hasta que la muerte los separe…
Pasa el tiempo en años. Visitas a los médicos. Algo no funciona, “Josesito” se
niega a venir. Amargo dolor, noches en vela. Juntos en la cama, pero separados,
con los ojos abiertos, pero sin hablarse, a veces él le mesa el cabello, otras ella le
pasa su brazo sobre el pecho.
Un día al irse José al trabajo, para despedirse le depositó un beso en la pálida
mejilla y al oído le pidió perdón, tal vez por sus íntimos pensamientos que a él
mismo lastimaban, o quizá por el grito eventual que su desesperación le sacaba
del pecho y la mataba; ella se soltó llorando, lo detuvo y le pidió quedito que la
dejara, que buscara un hijo con otra dama. Resolvió el amor que se brindaban y
desde entonces no se dijo ni tan siquiera un acento más.
Se cambiaron de colonia y un buen día llegaron a la Olivares. Sobra decir que
eran amables y serenos, y aunque por la enfermedad de ella no hacían mucha
amistad, la gente buena del barrio –que no hay de otra- los empezó a querer por
su trato afable y tierno. Caminaban siempre juntos. El la protegía con su abrazo.
No pasó mucho tiempo; apenas, los meses de dos años, contando dos primaveras.
Su vientre que no dio vida, vino por fín a causarle la muerte. José resignado,
ya lo esperaba; se lo habían dicho los médicos. Marchitándose día a día, una
noche ya entrada, fue llevada en taxi al hospital. No volvió viva. Pero tampoco
murió. Su alma se quedó flotando en espacios profundos, protegiendo en silencio
amoroso a los niños del barrio que nunca parió.
Aquel día tuve visita en mi árbol del barrio al que hace meses adopté, al dejar la
iglesia cuando me descubrieron los chamacos. Un mediano gavilán que colgaba
un largo mecate de su pata izquierda, se posó inseguro en una rama alta, a media
mañana de un soleado día de principio de la primavera.
A OJOS DE TECOLOTE
Vivencias de Hermosillo en un barrio típico
Oteaba inquieto como queriendo regresar hacia el sitio de donde había escapado:
una cercana pared de ladrillo a medio levantar, completada como barda divisoria
con palos de madera, de alguno de los cuales estaba todo el día atado. Su nerviosismo
no le permitió advertirme a pesar de su natural instinto y su potente vista;
y eso que desde su prisión había conocido mi escondite.
El gavilán, aún joven, era junto dos o tres perros golpeados por el hambre, mascota
de un viejo medio chiflado, vecino inmediato de la casa de mi árbol, quien
pronto apareció hablándole locuras al rapaz desde su pie. Le mostraba como
señuelo entre llamados cariñosos, a un ratón moribundo de hocico sangrante,
segura víctima de un escobazo, que ahora se mecía en espasmos, de su cola aprisionada
en la mano de su captor.
Observé curioso el episodio; sabía el desenlace: De pronto, como fingiendo desdén,
se desprende de la rama el gavilán y va a posarse en planeada caída, en la
garruda mano izquierda del viejo, guante de cuero de por medio, y desde ahí
arrebata con su filoso pico al roedor, engulléndolo con ansias y volteando hacia
los ojos azules del amo en mudo reclamo de algo más de almuerzo. Para entonces
lo tiene el viejo de nuevo atrapado, asegurado a la altura de su pecho y caminando
de vuelta tranquilo; truena de repente un pedo frente a la chamacada, que
asombrada atestigua el episodio, soltando además una fuerte carcajada; al llegar,
empuja con un pie la puerta de madera del patio de su casa y después de caminar
un poco, trepándose en unas tablas, lo sube de nuevo a la barda, asegurando el
hilo de su pata con fuerte amarrijo en el cerco, volviendo de nuevo a sus quehaceres.
Yo observo al emplumado desde mi libertad y me consuelo. Él también me
observa ahora, con tristeza, como lamentándose… de mi suerte.
No es el primer gavilán que ha tenido don Tano, han sido sus macotas preferidas;
con ellas y con algunos de sus perros más avispados, llamó la atención como
bestias de circo, a las funciones de box que se daban desde mediados de los cincuentas
en el patio de su casa, con jóvenes del barrio que él mismo entrenaba.
Los días entre semana y los sábados de box, el patio de la casa se llenaba de gente;
se sentaban en tarimas de tablas y ladrillos y desde ahí gritaban en aullidos, vivas
y leperadas; no era infrecuente que el pleito más festejado era el que se daba entre
borrachos fuera del encordado, y por fuera también de la barriada. Más que aficionados
al violento deporte, quienes acudían era gente que no tenía otra diversión;
“maestros” de diversas artes y desocupados. Los circos apenas se acercaban,
y no existían en el barrio aparatos de televisión, lo que vino a cambiar hasta el ´58
en el que “El Chapo” Moreno compró la primera del barrio y orgulloso la exhibía
a un lado de su changarro, que sobrevive en la esquina de la Nogales con la Simón
Bley, donde impuso la moda de cobrar por verla, cuando el ´59 empezó a
funcionar el Canal 6, aunque apenas pedía veinte centavos.
(Continuará)…
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8 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
V I V E N C I A S
Por: Jaime romo aguilar
LA BOHEMIA
1947
En las calles Obregón y Comonfort, donde hoy se encuentra la Plaza
de la Bandera, estaba antes un centro social que se llamaba Círculo
Hermosillense, si mal no recuerdo, éste consistía en un amplio salón
de baile y su respectiva cantina.
Cuando este centro cerró sus puertas, parte del terreno fue rentado por
don Pedro Miranda, así como parte también del mobiliario, tales como
mesas, sillas, la barra y la contra barra, junto con una mesa o línea de
boliche que fue mucho tiempo la única en Hermosillo, hasta que se
instalaron años después las del Country Club o Club de Golf.
La Bohemia, que así se llamó la cantina, fue por mucho tiempo centro
de reunión de muchos jóvenes que llegaban a disfrutar de una cheve
o a enterarse de las últimas novedades o chismes, la mayoría chismes
entre los cuales las santas virtudes de muchas damas quedaban en
entredicho, mancillada su pureza por la escorpiona lengua de uno que
otro distinguido parroquiano, más, si algún cliente mostraba un mayor
interés o enojo sobre la certeza del casual comentario sobre cierta
regaza, podía pasar con don Crisanto Vega a la barbería adjunta para
que lo sacaran de dudas, aunque después de las aclaraciones la honra
personal del curioso y la de toda su familia, no sólo quedaba en entredicho
sino en el bote de la basura, ante las carcajadas de todos los
asistentes.
Con “Chanto” era costumbre y la costumbre es ley, que todo aquel que
deseara los servicios de barbería, tenía antes que invitar una ronda de
cerveza a todos los asistentes de la barbería; tenía a veces “Chanto”
otro barbero, no recuerdo su nombre, pero le decían el Sordo, pues
era muy sordo, abusaba muchas veces “Chanto” del sordo, gritándole:
“sordo hijo de tu tal madre”, a lo que el sordo contestaba “estas tijeras
son las mías o están en el cajón de allá”, ante la risa general en la cantina.
La barra y contra barra eran de buena calidad, mas bien elegantes, de
buena madera y buena construcción, parece que fueron traídas originalmente
de Francia, las mesas y sillas eran de alambre de acero retorcido
con buena madera, al igual que los asientos y la mesa.
En la pared estaban colgados algunos rifles viejos, como adorno, tal
vez regalados por algún cliente. En una ocasión un cliente de confianza
descolgó uno de los rifles y estuvo martillando, pero esta vez el
viejo rifle rezongó y ante el azoro de los presentes tronó. Existen dos
versiones, una que la bala se incrustó en la mesa y pegó en la pared, la
otra es que hirió a un parroquiano de nombre Fernando Araque y al
día siguiente los rifles ya no estaban colgados.
Armando Benard regaló a La Bohemia una ampliación de una foto
de un burro cubriendo a una burra, foto que causó polémica, es más,
cierto cliente de los que se persignan antes de, le exigía al “Chato” que
quitara la susodicha foto, ya que lo incitaba al pecado y además de ser
pecaminoso el acto, atentaba contra la moral y las buenas costumbres.
Le contestó el “Chato”: Fíjate que tenía pensado invitarte al campo,
pero vas a estar pecando constantemente viendo los toros, los cochis
y los gallos, aparte de los perros y gatos, y a lo mejor te toca ver una
pareja de humanos.
Tenía “La Bohemia” un perro que decían que era de la “secreta”, porque
parecía pastor alemán aunque no lo era, muy mansito el animal,
pero si le apuntabas como con rifle o pistola se te venía encima, dicen
que de chico le pegaron un tiro al “Úrsulo”, que así se llamaba el perro.
Un mesero al que le decían “El Tehuas”, tenía el vicio de que cuando
llegaba un borrachito muy crudo a tomarse un trago, se paraba detrás
de él y estrellaba la zafata de lámina contra el suelo, varias veces se les
tuvo que dar agua con azúcar para el susto al infeliz parroquiano.
“La Bohemia” cerró sus puertas para dar paso a la Plaza de la Bandera
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
VIVeNCIAS...
y se cambió al Callejón del Burro, donde todavía se encuentra dando
servicio a su numerosa clientela.
L I L Y
1962
Llegó en un circo, creo que fue en el Beas y Modelo, aunque no estoy
seguro, circo que entre sus muchas atracciones, traía un elefante del
sexo femenino, ya famosa en Estados Unidos, no sólo por su tamaño
sino por las varias gracias y trucos que hacía y ya había salido en algunas
revistas y películas.
La elefanta se llamaba Lily y fue adquirida por el circo en una fuerte
cantidad, así que los dueños estaban seguros de haber hecho una buena
inversión.
Llegó el circo a la ciudad de los naranjos y desfiló por la calle Serdán,
con sus payasos, trapecistas, bailarinas, domadores, leones, perros,
gatos y monosabios, camellos, caballos, los dueños y por supuesto, la
enorme elefanta Lily.
Pudo dar el circo dos o tres funciones antes de que ocurriera la tragedia,
pues a Lily, sin causa o motivo aparente se le ocurrió morirse y se
murió, muerte repentina, como decían antes.
Ante tan funesto accidente los dueños y demás personal circense estaban
desconsolados, pero como dijo Santana, negocios son negocios
y trató de vender La Nueva España, pero sólo se la compraban deshabitada,
o sea sin mexicas, los dueños entraron en acción, pensaron
demandar al vendedor de elefantes, pero una demanda toma tiempo
y además cuesta.
Así pensaron que de lo perdido, lo encontrado es ganancia. Trataron
de vender el cuerpo de la finada a algún museo zoológico o taquería,
pero nadie se interesó. Quisieron preparar el cuerpo, mas no encontraron
un taxidermista que le entrara al toro, la elefante estaba muy
grandota. Entonces se trató de regalar el cuerpo a los médicos, al ayuntamiento,
a los restauranteros, a los bomberos, al obispo, al Opus Dei,
a los masones, a la abarrotera, a la zona; mas nadie se interesó.
Pero el apremio era porque no sólo no se estaban dando funciones,
sino que aumentaba el clamor de los artistas que se quejaban de la
peste, pues no es igual a oler a león, olor característico de todo buen
cirquero, a oler a elefante muerto. Así que el dueño se vio en la desagradable
necesidad de rentar un camión para que se lo llevara, el
camionero la cargó y fue a tirarla al monte donde se le hizo bueno. Esa
noche en el circo, más payasos, más trapecistas, más artistas y sigue la
función.
En el campo La Paloma estaba Demetrio saboreando una taza de café,
cuando llegó su hijo Fausto, todo acalorado, para darle la noticia que
estaba un elefante muerto en el rancho, y le dice Demetrio, vete a revisar
el cerco, que elefante ni que nada, quién sabe qué clase de hierba
fumaste. No papá, ven para que veas, si no es elefante, se le parece mucho.
Llegan al lugar y efectivamente estaba lo que fue Lily y reclama
Fausto: ¿Qué clase de hierba fumaste?, ¿qué clase de hierba fumaste?,
se queda Demetrio pensativo, y exclama: ¡ni duda, está cambiando la
fauna! y le dice a su hijo: vete a revisar el cerco, pero llévate el 30 por
si te sale otro animal raro.
Junio 30 de 2008
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10 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
DISTINGUIDAS PERSONALIDA
Ing. Mario Yeomans
Gándara y Aguascalientes, Hermosillo, Sonora.
D I R E C T O R I O
S O N O R A ( 1 9 5 7 )
A NUESTROS LECTORES:
Desde hace algún tiempo, hemos tenido la idea de que un Directorio
Anual de las diversas actividades de nuestro Estado, puede ser muy
útil, a todos los que intervienen en la marcha de su vida.
El presente número, no es más que un principio, naturalmente
descordinado, incompleto y plagado de errores, pero de todas
maneras es la base, para perfeccionarlo y enriquecerlo cada año
hasta lograr el objetivo, de que el DIRECTORIO “SONORA”,
DE VALORES HUMANOS, CIVICOS Y MATERIALES, llegue
a ser un escaparate de nuestra entidad.¨Presentamos nuestro
respeto y nuestro reconocimiento tanto a las Autoridades, como a
organizaciones, empresas y personas, que con su patrocinio, están
haciendo posible nuestro propósito.
EL DIRECTOR
JOSE ABRAHAM MENDIVIL
GARMENDIA 22 NORTE APARTADO 388
HERMOSILLO, SONORA, MEXICO
Juan Mendívil Rincón
Nuevo León 183 Pte. Hermosillo, Sonora.
Nació en Agua Caliente, Municipio de Choix, Sinaloa, el 21 de Octubre de 1913.
En Choix inició sus estudios de primaria, que prosiguió en la “Cruz Gálvez” de Hermosillo
y los
terminó en la Federal Tipo de este mismo lugar,
bajo la vigilancia del ameritado y querido maestro
Gustavo Escoboza.
Su primer trabajo fue como aprendiz de carpintería
en el taller de don Domingo Echeverría, donde
mostró empeño y vocación para esta rama. Posteriormente,
en el año de 1929 ingresó a la Cervecería
de Sonora, como ayudante de carpintero,
donde laboró algún tiempo. Deseoso de superarse
buscó su independencia y por el año de 1936
montó un pequeño taller de carpintería, que fue
engrandeciendo poco a poco, a base de dedicación
y esfuerzo. En 1937 amplió su radio de acción y
se dedicó a la construcción de puentes en caminos
carreteros, tocándole participar en la construcción
de los mismos en los tramos Hermosillo-Nogales-
Guaymas, contando el puente de La Salada entre
los más importantes; y Culiacán-Mazatlán en Sinaloa,
sobre la carretera internacional. Durante breve lapso se trasladó a Mexicali, B.C., y
regresó a Hermosillo nuevamente donde radica hasta la fecha, dedicado a la construcción
de básculas para ganado y productos agrícolas en diferentes campos de la Costa
de Hermosillo, así como a la construcción de casas y edificios, contándose entre éstos
últimos el Edificio Santa Teresa ubicado en Guerrero y P. Elías Calles, y el que ocupa
la moderna zapatería en el corazón de la Avenida Serdán, frente a la Botica Moderna.
Desde la fundación del P.R.M., es miembro del Partido de la Revolución.
El 25 de Abril de 1936, contrajo matrimonio con la señorita Sahara Noriega, y han procreado
los siguientes hijos: Juan Francisco, Manuela Olimpia y Francisca Guadalupe.
Nació en Santa Ana, Sonora, el 29 de Junio de 1929.
Allí mismo hizo sus estudios de Primaria y en la
Universidad de Sonora los de Preparatoria, completando
su carrera en la Escuela de Ingeniería de
la Universidad Autónoma de México, donde se tituló
en 1958. Siendo estudiante trabajó en la propia
escuela como maestro de Topografía, y al mismo
tiempo fue Jefe de la Zona Norte de la Oficina de
Localización y Trazos del Distrito Federal.
Al titularse se vino a Sonora como Maestro de planta
de la Universidad de Sonora, tocándole colaborar
en la obra de Planificación e Impulso, que imprimió
a esta institución educativa el señor Rector
Luis Encinas.
Cuando el licenciado Encinas asumió el Gobierno
del Estado, el Ing. Yeomans fue de sus más fieles
colaboradores, actuando con toda diligencia como
Director de la Escuela de Artes y Oficios; Gerente
de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material;
y como ejecutor del “Plan Hermosillo”.
Lic. Anastasio Zamudio Fraga
Campodónico 376 Hermosillo, Sonora.
Nació en Morelia, Michoacán, el 22 de Enero de
1919. Estudió primaria allí mismo, Secundaria en
Extensión Universitaria en la Universidad de Morelia
y la Preparatoria y Profesional en la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Estos
últimos estudios los realizó ocupando el cargo de
Oficial Mayor del Congreso del Estado.
Después de algunos años de ejercer su profesión
llegó a Sonora, el mes de Septiembre de 1953, haciéndose
cargo del Juzgado Mixto de Primera Instancia
de Navojoa.
Un año después fue Agente Especial adscrito a la
Procuraduría General del Estado, después Abogado
Postulante y Catedrático de la Universidad
de Sonora, donde impartió las clases de Literatura
Universal, en la Preparatoria y en la Escuela de
Contabilidad y Administración. Derecho del Trabajo en las Escuelas de Leyes y Contabilidad
y Administración. Cursos Intensivos de Filosofía a un grupo de maestros Postgraduados,
de la Escuela de Altos Estudios. Derecho Agrario a quinto año de la Escuela
de Leyes.
Actualmente y a partir de 1967, ocupa el cargo de Magistrado Propietario del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, del cual fue Presidente el primer año de su gestión.
Lic. José Donato Contreras
Edif. Banco Ganadero (Altos), Hermosillo, Sonora.
Nació en Pachuca, Hidalgo, el 23 de Marzo de 1913. En México D.F. hizo sus estudios,
titulándose como abogado al 4 de Julio de 1941, en la Facultad de Derecho de la Universidad
Autónoma de México. En 1950 llegó a Sonora, siendo nombrado Juez de Primera
Instancia del Ramo Penal en Nogales; luego pasó a Guaymas con igual jerarquía, sien-
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
DES DE LA VIDA SONORENSE
do posteriormente Juez Mixto de Primera Instancia
en Navojoa, y luego Juez Penal en Hermosillo. Posteriormente
fue Magistrado Suplente del Supremo
Tribunal, Desde 1953 instaló su bufete, que atiende
hasta la fecha en el domicilio señalado al principio.
Desde hace varios años hasta la fecha es abogado de
la Unión Ganadera Regional de Sonora, de la Unión
de Crédito Ganadero y del Banco Ganadero y Agrícola,
S.A. Es Rotario y ha sido Presidente del Club
Hermosillo. Es miembro del Club de Golf. Es miembro
y ha sido presidente del Colegio de Abogados
de Sonora.
Dr. Alfredo Valdés Ramos
Hidalgo No. 4 Villa de Seris, Sonora.
Nació en Saltillo,
Coahuila, el 21 de Mayo de 1929. Fueron sus padres
Alfredo Valdés y Emilia Ramos de Valdés. Estudió en
el mismo lugar, haciendo su preparatoria en el Ateneo
Fuente y sus estudios profesionales en la Universidad
Autónoma de México, donde se tituló el 11
de Julio de 1953. El mismo año se vino a radicar a
Hermosillo, instalando su consultorio en el domicilio
arriba indicado, donde lo atiende hasta la fecha. Desde
1950 es miembro del PRI, a través de las filas de la
CNOP, habiendo sido Secretario General de la Liga
Municipal de esa central en Hermosillo. Fue jefe de
los Servicios Médicos Municipales y de los Centros
Asistenciales y también ocupó por algún tiempo la
Dirección de la Penitenciaría del Estado. Se casó el
16 de Julio de 1955 con la hoy señora María Amparo
Peralta de Valdés Ramos, originaria de Villa de Seris,
de cuyo matrimonio han nacido los siguientes hijos:
Alfredo Humberto, María Emilia, Francisco Arturo, Guadalupe, Areby Desiree, Rabindranath,
Valente y Juan Carlos.
Rodolfo Molina López
Aldama y Tamaulipas, Hermosillo, Sonora.
Nació en Hermosillo, el 19 de Marzo de 1908. En el
mismo lugar estudió hasta sexto año. Su primer trabajo
fue en la tienda “La Moda” de May Hermanos,
la que al poco tiempo lo comisionó para instalar y
dirigir una sucursal en Nacozari de García. En 1938
se independizó y en el mismo lugar instaló por su
cuenta la tienda “El Paso”, en el ramo de ropa y
calzado, cuyo negocio inició con muy poco capital,
pero lo fue engrandeciendo poco a poco, hasta ser
uno de los más importantes.
En 1943 regresó a Hermosillo, instalando la tienda
“El Bazar” en la calle Guerrero entre Serdán y Campeche.
Estando establecido en ese negocio, inició la
fábrica de tejas, a la que luego agregó el ramo de mosaico
y ya en 1943 se dedicó de plano a este último
negocio, que sigue atendiendo hasta la fecha y que
ahora tiene establecido en la dirección citada al prin-
cipio y que a base de tesonero esfuerzo ha logrado
engrandecer.
Se casó en 1933 con la señorita Manuela Loustaunau
hoy de Molina y han tenido los siguientes hijos:
Francisco, María del Carmen, Jesús Rodolfo, Manuel
y María Guadalupe. Cuando todavía en Nacozari,
durante la época de la guerra fue jefe de la Defensa
Civil y Presidente de la Cámara de Comercio
de aquel lugar. En Hermosillo ha sido miembro de
la Cámara de Comercio y actualmente lo es de la de
la Industria de la Transformación.
Pablo Castillón
Ramón Corral No. 39, Hermosillo, Sonora.
Nació en La Colorada, Sonora, el 23 de Noviembre
de 1915. Su primera escuela fue en Estados Unidos
y en 1927 ingresó a la escuela “J. Cruz Gálvez”, donde
terminó la primaria e hizo dos años de secundaria,
iniciando su aprendizaje de impresor. Luego trabajó en la misma imprenta con don José.
S. Healy cuando editaba el periódico “El Tiempo”. En 1937, al formarse la Cooperativa
de Artes Gráficas, fue socio fundador y miembro del Consejo de Administración, trabajando
en la formación del periódico “El Imparcial”, cuando fue fundador por José
Abraham Mendívil. En 1945 se independizó instalando su propia imprenta denominada
“NUEVO DIA”, ubicada en la calle Monterrey 19 Poniente, y que en la actualidad está
considerada en primera línea como imprenta comercial y a cuya atención se dedica por
entero. Fue Presidente de la Sociedad de Artesanos Hidalgo. Fue Tesorero de la Federación
de Sociedades de Padres de Familia y Amigos de la Escuela. Siempre ha sido
miembro del Partido de la Revolución, donde ha desempeñado diferentes comisiones.
Fue Secretario General del Sindicato de Artes Gráficas y dirigente de la Confederación
de Trabajadores de Sonora, además de dirigente de la Unión de Impresores de Sonora.
Cap. Francisco Cifuentes López
Naranjo y San Luis Potosí, Hermosillo, Sonora.
Nació en Comitán, Chiapas, el 8 de Diciembre de 1920. Allí mismo estudió Primaria, en
Tuxtla Gutiérrez Secundaria y dos años de Normal en la Ciudad de México. En el H.
Colegio Militar estudió carrera de Oficial del Ejército, saliendo con el grado subteniente,
prestando servicios en diferentes corporaciones, logrando obtener menciones honoríficas,
inclusive la condecoración al Mérito Militar, que
se otorga a oficiales distinguidos por varios servicios
prestados al ejército.
Desde 1942 está radicado en Hermosillo y desde entonces
goza de licencia ilimitada. Ha sido sub-jefe
y luego Jefe de la Policía Municipal, luego trabajó
como almacenista general del CEIMNSA. Durante
el gobierno del Lic. Encinas fue Jefe de Tránsito, de
la Policía Judicial y Director de la Penitenciaría del
Estado, sucesivamente. Cuando estuvo en la policía
formuló el proyecto para la creación de la Ley
de Tránsito Municipal, así como otros proyectos relacionados
con esa actividad. Fue Presidente de la
Sociedad de Artesanos Hidalgo y miembro de la
Alianza Hispano Americana. Actualmente se dedica
a negocios de comercio y ganadería. Se casó con
María Elena León, hija del revolucionario Enrique
León y tienen en la actualidad 6
hijos.
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12 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
CULTURA POPULAR / CULTURA URBANA
HERMOSILLO Y SU ENTRADA AL SIGLO VEINTE
ENTREVISTA AL DR. RAMÓN ANGEL AMANTE,
EX ALCALDE DE LA CIUDAD DE HERMOSILLO
P.- ¿Para qué cree que sirvan los nombres de las calles?
R.A.A.- Bueno, a las calles se les pone nombre para la orientación, así
como a las casas se les pone número para localización. Entonces, en
una ciudad o en un pueblo que va empezando a crecer, el ayuntamiento,
o el municipio, o la comisaría, debe planear la localización de las
casas y el nombre de las calles, eso en lo que se refiere a la cosa municipal.
Pero como no únicamente la autoridad municipal tiene terreno,
hay fraccionadoras particulares que tienen terrenos, entonces, las fraccionadoras
particulares presentan al ayuntamiento una solicitud de
ampliación de una zona de la ciudad, de una zona residencial. Se debe
cumplir con los requisitos que exige el Código Sanitario y las autoridades
municipales, que consiste pues en tener agua, drenaje, luz, si es
posible pavimento, con el objetivo de que sea un fraccionamiento que
se va a entregar después al ayuntamiento para su mantenimiento y
embellecimiento en caso necesario. Estas fraccionadoras, generalmente,
mandan el plano del fraccionamiento con los nombres, entonces el
ayuntamiento se lo pasa a Ingeniería Municipal, pero sigue esta línea:
se lo pasa a Cabildo, se lee, se manda a Ingeniería Municipal y al Departamento
Legal para que se vea si los nombres que se proponen no
son ofensivos o no están repetidos, o son nombres que se pueden poner
a una calle. Si se aprueba el proyecto, que se manda de nombres, se devuelve
y entonces ya la
fraccionadora les
empieza a poner los
nombres. Por eso hay
lugares, por ejemplo,
que todas las calles
son ríos, o que todas
las calles son presas
o que son maestros o
que… etcétera, etcétera,
de acuerdo con
la intención del que
amplió, o del propietario.
P.- Los nombres de
personajes que se han
dado a las calles, ¿qué
significado pueden
tener?
R.A.A.- Lo que es comúnmente
en las ciudades,
antes, cuando
no había, digamos
personas más importantes
a quienes recordar,
a quienes homenajear,
a las calles
Lian karp
se les ponía nombres de los estados de la República, nombres escogidos
de regiones o de partes del Estado, así como en la Capital de
la República hay calle Sonora, Quintana Roo, sí de estados. También
aquí en el Estado de Sonora había una calle Coahuila, Sinaloa, Sonora,
Baja California, es decir todas las calles de los estados, mismas que se
les han ido quitando (Colima, la Ciudad de Nogales, etc.,) para irles,
-digo yo- quitando el nombre sin ninguna razón. Hay calles que tienen
números: Uno, Calle Dos, la Calle Tres, la Calle Cuatro, etcétera,
etcétera. Hermosillo tiene calles que corren de norte a sur, que tienen
todavía números y esas son las calles a las que se les puede cambiar
el nombre por una persona a quien se quiera homenajear o descubrir,
pero nunca pues, digo yo, en donde el Estado (porque también fue una
galantería), del Estado de Sonora, ponerle a las calles de su capital, de
todos los estados de la República que ahora actualmente, muchas ya
no existen.
P.- ¿Han ido desapareciendo?
R.A.A.- Sí, desapareció también, es una manera de honrar a una persona,
de homenajear a una persona.
P.- Con el sector del nombre de números ¿qué…?
R.A.A.- Es nomás para la cuestión de orientación, como te decía: la
calle Uno, la Calle Dos, la Calle Tres, la Cuatro, la Cinco, la Seis, es de
orientación, para que sepa dónde vive fulanito de tal, pues en la Calle
Sexta, número Cuatro o Calle Séptima número Veintisiete, pues…
P.- ¿Y existe algún procedimiento legal por parte del Ayuntamiento?
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
CULTURA POPULAR/CULTURA URBANA...
R.A.A.- Sí, cuando no es un fraccionamiento el que propone los nombres,
entonces la Sección de Cabildo lo hace, ya sea porque alguno de
sus regidores recibe, o recibe el Ayuntamiento, la solicitud de que se le
ponga a la calle “José Carmelo” y viene la relación de porqué se pide
que se ponga así ese nombre. Entonces se lee en Cabildo, se le pasa al
Comité encargado de ponerle el nombre para que localice en dónde
se puede poner ese nombre y la siguiente sesión se ve la proposición,
se aprueba en Cabildo y entonces, aparecido en actas se pasa la orden
a Ingeniería Municipal para que vaya y ponga los nombres nuevos.
Cuando es una persona distinguida o que acaba de morir o que todavía
vive y está muy viejita y se le quiere honrar o se le quiere honrar
sin que esté viejita, entonces a sus familiares o a él mismo -si vive- se
le invita a la ceremonia de poner en una esquina, en una, el nombre de
la persona.
P.- ¿Y ha habido casos en que se les ponga esos nombres a las calles en
donde vive la persona o donde vivió?
R.A.A.- O de dónde vive o dónde vivió, por ejemplo, cuando pusimos
la calle Francisco P. Corella, es una callecita chiquita, en que, parte de
la esquina es su casa –esa fue mi época- bueno de ahí. De la Reyna de
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13
Palafox que era la Calle Novena, es su número y le quitamos el número
nueve, la Novena y le pusimos el nombre de la profesora muy
distinguida que fue Reyna de Palafox. Desde luego que nosotros no le
quitamos el nombre a una calle que tenía algún Estado o de otra persona
para cambiarle.
P.- Aparte de las que mencionó, ¿qué otras calles cambiaron de nombre,
se les dio nombre durante su administración?
R.A.A.- Pues es muy difícil que me acuerde porque más o menos cada
ocho, diez veces alguien llevaba la solicitud de cambio de nombre,
muchas veces no se hacía porque se ordenaban las placas y por esas
circunstancias no las entregaba a quien se las mandaba hacer, pero los
acuerdo de Cabildo ahí deben de estar.
P.- O sea, sí hay actas.
R.A.A.- Hay actas. Actas de acuerdos de Cabildo en donde dice a qué
calles debe ponérseles nombre, otras no se especifica qué calle, pero sí
dice qué nombre se debe poner. Realmente debe ponérsele nombre de
personas pues ahí se va con el promedio.
P.- Durante su administración ¿sí se recibieron solicitudes?
R.A.A.- Sí, solicitudes que presentaron los mismos regidores.
P.- ¿Regidores?
R.A.A.- Sí, a nombre de grupos de personas que se acercaban a ellos.
Para esto existe un lugar en la sala de regidores, ellos reciben al pueblo,
a la gente y ahí recibían solicitudes. Además nosotros teníamos un
buzón de sugerencias y de quejas, donde recibíamos también sugerencias
de darle a una calle el nombre. Por ejemplo, hubo una solicitud de
que se le pusiera el nombre de una calle el nombre de Loreto Encinas
de Avilés, nunca se llevó a cabo eso, yo ignoro por qué razón, pero la
orden...
P.- ¿Pero sí hay esa calle, no?
R.A.A.- Pues no sé si existirá ya, pero la orden partió, pues, en nuestra
administración.
P.- ¿Y en el caso de cuando se da nombre a la calle de personajes que
no son de la localidad?
R.A.A.- Pues eso ya es cuestión del acuerdo de Cabildo, ¿no?, yo nunca
he estado de acuerdo con que se dé el nombre de una calle a una
persona que no haya hecho nada muy relevante por la ciudad o por
el Estado. Esa es mi opinión particular, ahora la opinión de Cabildo es
diferente.
P.- Yo le pregunto por ejemplo: Juárez, Hidalgo (…) Morelos.
R.A.A.- ¡Ah, pero son héroes nacionales! Al Benemérito de las Américas,
se honra nuestra ciudad con tener una calle con su nombre. La
calle Hidalgo también. Donde se llama ahora Miguel Hidalgo I. Costilla,
esa calle se llama Centenario Norte, y se cambió no me acuerdo
cuándo.
P.- En general qué opina del cambio de nombres de las calles.
R.A.A.- Pues, del cambio de nombres yo opino que no debiera de cambiarse
cuando ya existe esa nomenclatura, porque trastorna después
posteriores direcciones. Aunque, no tiene mayor trascendencia si fueran
calles que tienen nombre de número o nombres de ríos o casas
que no tengan mayor trascendencia, pero inclusive calles que tengan
nombre de estados pues que hay que preservarlas y no quitárselas.
(Continuará…)

14 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
HOTEL SUITES KINO UN HOTEL CENTENARIO
Por: Franco Becerra B. y G. (Continúa…)
Un Niño muy Inquieto…
Doña Tere siempre ha sido una mujer muy optimista, la alegría la acompaña en todos los
actos de su vida. Habían transcurrido dos semanas de su regreso de San Diego, cuando
la vida la enfrentó a una delicada responsabilidad: su hermana Elvira Noriega de Benard
enfermó gravemente al alumbramiento de su bebé, el pequeño Armando Benard Noriega.
Fueron meses de desvelo en los que la joven se dedicó enteramente a cuidar a su sobrino.
De ahí brotó un profundo amor por el ¡Güero! Benard; amor que hasta la fecha le profesa.
Armando es para doña Tere uno más de sus queridos hijos. Doña Tere es para el “Güero”
una segunda madre. Recuerda divertida: “Era un niño muy inquieto, siempre corriendo
para acá y para allá, no se estaba sosiego un minuto”. Cuando el entonces jovencito Benard
lo operaron de los “juanetes”, ni así se puso en paz, se ató unos patines y andaba
rodando por todos lados con un “ruidajo” que aturdía a un sordo. A doña Tere, también
le llamaba mucho la atención que aquel infante pasara horas construyendo “casitas” y
tratando de arreglar cuanto aparato caía en sus manos. Afición que lo acompañaría por
toda la vida, y que veremos más adelante, cómo esa afición se tornó en una obsesión por
el mantenimiento del Hotel Kino.
LA FAMILIA CORRAL CANALIZO Se HOSPeDA eN eL HOTeL COHeN
Los atardeceres de octubre en Sonora suelen ser como incendios. Un viento suave se colaba
por las ventanas de un Dodge sedán modelo 1925, que recorría las calles regadas de
Hermosillo. Llegaba a la capital sonorense la familia Corral Canalizo.
Después de años de residir en Guaymas, encargado del mantenimiento de la planta de
luz del puerto, el Ing. Ramón Corral Escalante recibió la invitación de su madre doña
Amparo Escalante de Corral, para tomar las riendas del Molino Harinero Hermosillense,
antecedente empresarial de lo que es hoy el Molino La Fama.
Doña Amparo era la viuda de don Ramón Corral Verdugo; Un sonorense de excepción,
que brilló en la política a finales del siglo XIX y principios del XX, al ser gobernador de
Sonora (1887-1891) y de la ciudad de México (1900-1903), Secretario de Gobernación
(1903-1911) y Vice-presidente (1904-1911, con el General Porfirio Díaz Mori.
La memoria de Ramón Corral Verdugo, merece ser rescatada del casillero en que lo colocó
la historia oficial mexicana: una historia plagada de falacias e inexactitudes, como
efecto de una disciplina sometida al capricho del grupo en el poder. Por ello, resulta
incomprensible que los restos de un mexicano ejemplar, se encuentren en el cementerio
parisino de Pére Lachaise, lejos, muy lejos de su tierra.
Era el 3 de octubre de 1928, cuando la familia Corral Canalizo arribó a la ciudad de
Hermosillo. Demos un vistazo a lo que sucedía en México y el mundo de aquella época.
Llegaba a la Presidencia de México un sonorense, recio como político, temible como
enemigo,: Plutarco Elías Calles, a quien, según cuenta la tradición oral de la familia
Corral, siendo Ramón Corral Verdugo gobernador de Sonora, le compró un traje, para
que el entonces joven maestro de Guaymas, asistiera propiamente ataviado a un evento
magisterial en la ciudad de México.
En Europa surgieron dos noticias que colocaban a los españoles a la vanguardia: En Madrid
nacía una nueva organización religiosa, se trataba de la Sociedad Sacerdotal de la
Santa Cruz y del Opus Dei, gracias a la iniciativa del joven sacerdote aragonés José María
Escrivá de Balaguer.
En París, surgía un manifiesto surrealista cinematográfico con la premiere de “Un Perro
Andaluz”, obra realizada por Luis Buñuel, quien tuvo como colaborador a Salvador Dalí.
Al llegar a Hermosillo, la pareja, Ramón Corral Escalante y su esposa doña Guadalupe
Canalizo de Corral, eran acompañados por sus seis hijos: María Luisa, Guadalupe,
Ramón, Jorge, Amparo y Enrique. El pequeño Ramón, con sus ocho años, era un niño
cuyos ojos vivaces delataban su conducta. El departamento que la familia ocuparía en el
segundo piso del molino estaba aún en reparación, por lo que la familia Corral decidió
hospedarse en el Hotel Cohen; empresa hotelera hoy conocida como Hotel Suites Kino.
El Cerro de la Campana, testigo fiel del acontecer hermosillense, era cubierto por las
sombras de la noche. Una lluvia pertinaz, apuró a la familia a entrar con su equipaje a la
recepción del Hotel. Después de largo viaje, Ramoncito jugaba por los pasillos, mientras
su padre se registraba en la recepción. La familia fue hospedada en la habitación en donde
hoy se encuentra el Restaurant del Pitic.
Han transcurrido ocho décadas. Aquel infante que jugueteaba por el hotel, es hoy don Ramón
Corral Canalizo, un hombre de bien con una actitud positiva que irradia optimismo.
Ha formado una familia sonorense ejemplar, nadie duda que nobleza obliga. Este singular
hermosillense cuyos amigos se cuentan por cientos, ha trazado en Sonora una estela de
honorabilidad.
Don Ramón se lleva la mano al mentón y da paso al recuerdo infantil: “Era un hotel enorme,
el primero que yo conocía; me acuerdo que nos dieron una habitación muy amplia,
con techos altos y ventanales que daban a la calle. Las camas eran de latón con tambores
que rechinaban. En una esquina había una palangana de porcelana con agua, con la que
mi madre me lavaba la cara”. Una llamada telefónica interrumpe la conversación. Don
Ramón levanta el auricular, es su hijo mayor, Ramón “Mon” Corral Ávila, quien está
siempre pendiente de su padre. “Anda en Japón”, me comenta orgulloso don Ramón, y
yo imagino a su hijo en alguna gira de trabajo como responsable de la Comisión Nacional
de Acuacultura y Pesca. El orgullo que muestra un padre por un hijo exitoso, es una
expresión humana inocultable.
La charla se lleva a cabo en la oficina de su casa. Don Ramón es un apasionado de la fotografía.
Sobre los anaqueles detrás de su escritorio, reposan cámaras de diferentes épocas.
En su espacio de trabajo mantiene una computadora, un scanner y una fina impresora
digital de última generación. Su fotografía está presente en los diferentes espacios de la
casa. Bellos y variados paisajes; fotos familiares de diferentes épocas, que recuerdan un
pasado memorable. Por allá una foto en blanco y negro de su abuelo con don Porfirio; por
acá una foto con don Alberto Herrera Fernández, compañero fotógrafo con el que fundó
el Club Fotográfico de Hermosillo. Agrupación de grata memoria entre los artistas de la
lente. Acompañados por un rico té verde que nos preparó su gentil esposa, la Sra. Lourdes
Gándara de Corral, la charla continúa. “Me acuerdo que los baños del hotel quedaban
al final de un pasillo. En medio de la habitación había una mesa de hierro forjado, con
una pesada placa de mármol blanco, donde mis padres desempacaron las maletas, para
después guardar las prendas en un gran ropero”. La familia Corral Canalizo permaneció
ocho días en el hotel, tiempo suficiente para que la familia se acostumbrara al ritmo de
una nueva ciudad.
Con las habilidades heredadas de su padre, Ramón Corral Canalizo y su hermano Jorge
iniciaron con un servicio que vino a hacer más placenteros los veranos sonorenses. En
1945 se establece Ramón Corral y Compañía, la empresa pionera de refrigeración en
Hermosillo, servicio que hasta nuestros días continúa ofreciendo la familia Corral.
Con el tiempo don Ramón trenzó amistad con el Ing. Armando Benard Noriega. Don Ramón
no recuerda el año, pero cree que fue a finales de los sesentas cuando el Hotel Kino
instaló un gigantesco sistema de refrigeración de “15 caballos de fuerza con compresor
abierto”. Don Ramón, apoyándose con simpáticos gestos afirma: “Era tan potente que se
meneaba todo”, una peculiaridad de aquellos primeros y rudimentarios aparatos. Esto era
un problema técnico que el “Güero” Benard no podía ignorar. Benard, que ha sido siempre
muy escrupuloso por ofrecer un servicio eficiente en el Hotel, se aplicó a resolver el
problema de aquel aparato que sobre el techo parecía un oso bailando polka.
Recorrió uno a uno los “yunques” de Hermosillo, hasta que encontró unos resortes grandes
que colocó bajo una base de acero que mandó fabricar y en la que montó cuidadosamente
el enorme aparato. El problema que amenazaba con interrumpir el descanso de los
huéspedes y lesionar la estructura de los techos, fue solucionado al ejercer la virtud que
posee el mexicano, cuando de resolver un problema se trata: el ingenio.
Don Ramón Corral sostiene convencido que el “Güero” Benard es un “Ciro Peraloca”.
Aclaración: si usted tiene menos de cincuenta años, probablemente no conozca a ese personaje
de Walt Disney, pero mire usted, si desea saber a lo que se refiere don Ramón, tiene
dos opciones: preguntar a la gente que peina canas o bien, consultar en Google.
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
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16 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
CERVECERÍA DE SONORA
arq. CarLos martín quintero orCí
DEDICADO A LA MEMORIA DE DON LUIS HOEFFER FIERRO (Q.E.P.D.), A QUIEN
SIEMPRE LE ESTARÉ AGRADECIDO POR SUS AMABLES ATENCIONES Y SU
COLABORACIÓN PARA ELABORAR ESTE ARTÍCULO.
Entre todas las magníficas edificaciones históricas que hemos perdido en nuestra ciudad,
tal vez aquella cuya pérdida haya sido mayormente sentida sea la de la Cervecería de Sonora,
cuya breve existencia llegó a constituir una tradición memorable en nuestra ciudad.
En los años en que transcurrieron desde que fue desocupada (1969) hasta su demolición
(1980), su aún imponente presencia hacía no solamente imposible el que pasara inadvertida,
sino que en el pensamiento de quien volteaba a verlo aún podía percibirse la actividad
de los obreros y el ruido de las máquinas. Los aromas que se percibían al pasar junto a
alguna de sus ventanas evocaban otros tiempos.
Todo esto, además del saber que hay tantas historias relacionadas con este inmueble, y el
conocer la influencia que tuvo en la vida y en la arquitectura de nuestra comunidad, contribuía
a darle un aire de leyenda, colocándolo en una categoría aparte.
Esta empresa fue fundada a fines del siglo XIX por los alemanes Jacobo Schuehle, George
Grünig, y el Dr. Alberto Hoeffer, contando también con la participación de los señores
Gustavo Torres, Víctor Aguilar y Felizardo Torres.
De Jacobo Schuehle no se sabe mucho. Fue el primer sub-director y vice-presidente de la
compañía, aunque parece que su relación con la cervecería no duró mucho tiempo. Hasta
donde se sabe actualmente, sólo de 1897 a 1899.
George Grünig llegó a nuestra tierra allá por 1893, llegando a contraer matrimonio con la
Srita. Dolores Monteverde. Hizo amistad con don Ramón Corral, el Gral. Luis E. Torres y
con el Dr. Alberto Hoeffer, entre otros. Fue directivo de la cervecería desde su fundación
hasta –al parecer- 1911, y quien le dio su primer gran impulso. Sin embargo, creo que su
labor no ha sido justamente reconocida, ya que su nombre queda siempre a la sombra del
Dr. Hoeffer, que fue quien condujo a la cervecería a lo que puede considerarse como su
“época dorada” (décadas de los 20’s y los 30’s). El cuerpo de Grünig reposa en una modesta
tumba en el panteón de la Yáñez.
El Dr. Alberto H. Hoeffer von Dick es a quien más asocia la historia con la cervecería.
Nació en Alemania, en 1863, en un pueblo cerca de Colonia. A los 18 años, con poco dinero
y en contra de la voluntad de sus padres, emigró a los Estados Unidos. Trabajaba
de día y estudiaba de noche, llegando a graduarse como médico, en Filadelfia. Cuando
logró establecerse, llegaron también a los Estados Unidos dos hermanos suyos, que eran
licenciados, y se fueron los tres a vivir a Denver, Colorado (un sobrino suyo vivía en San
Luis, Missouri). La tumba de Don Alberto también está en el panteón de la Yáñez, a poca
distancia de la de Grünig.
Don Alberto llegaría a ser jefe de doctores en la compañía ferrocarrilera Southern Pacific,
en Clifton, Arizona. En una ocasión quiso conocer México. Fue así como vino por Hermosillo,
y paseando por la plaza Zaragoza vio a una señorita que le gustó mucho. Se resolvió
entonces a saber quién era ella. Se trataba de la señorita Genoveva Fierro, de Choix, Sinaloa,
que en esos días vacacionaba en nuestra ciudad. Era hija de padres españoles, quienes
vinieron a nuestro país a invertir en el negocio de las minas, pero les fue de la patada. La
Srita. Fierro –quien era 20 años menor que Don Alberto- se hospedaba ni más ni menos
que en la casa del general Luis E. Torres. Y como Hoeffer en ese entonces no hablaba español,
ni Fierro inglés, seguramente tuvieron que tener a alguien que sirviera de intérprete.
Terminarían casándose apenas a los 3 meses de haberse conocido.
Si nos ponemos a pensar, ¿qué pudo haber hecho que Hoeffer se dedicara a este negocio?
Después del gran recorrido hecho desde Europa hasta el Oeste de Estados Unidos, siendo
ya médico en una empresa muy importante, cuando era ya lógico pensar en establecerse y
echar raíces, ¿qué le hizo ahora decidirse a dejar todo eso y venir a vivir a un país desconocido
para él, y cuyo idioma ni siquiera sabía, para dedicarse a una actividad totalmente
diferente? Sólo nos queda especular, atando algunos cabos. Es de suponer que en ese
primer viaje o en alguno posterior a nuestra ciudad haya conocido a Grünig, quien seguramente
lo invitó entonces a invertir en el negocio de la cervecería que estaba planeando, y
una vez que comenzó a operar, y viendo además que progresaba rápidamente, se decidió
a dejar la medicina para venirse a Hermosillo y dedicarse de lleno a esta actividad. En un
principio, cuando fue la reunión en que se redactó el acta constitutiva del negocio, Alberto
H. Hoeffer, quien es mencionado aún como residente de Clifton, Arizona, no estuvo físicamente
presente, sino que fue representado por el propio Grünig. De hecho, no fue parte
del primer Consejo de Administración durante 1897 y 1898, ni queda alguna constancia de
que haya participado de algún otro modo en la cervecería, salvo como accionista. Es sólo
hasta el primero de enero de 1899 cuando se sabe que se dedica a este negocio, cuando
funge como comisario. Para el primero de enero de 1900, ya era Vice-director General y
Vice-presidente. Uno de sus hermanos -José- también vendría a vivir en Hermosillo (el
otro hermano se quedó en Denver). Un pariente suyo –Harry Hoeffer- haría lo mismo, llegando
a casarse con una señorita de apellido Paredes. José y Harry, con el tiempo, también
llegarían a formar parte del Consejo de Administración.
Fue el día 22 de septiembre de 1897 cuando se presentaron ante el notario Lic. Miguel A.
López los señores George Grünig (residente de Hermosillo) por sí y como apoderado del
Dr. Alberto H. Hoeffer (Clifton, Arizona), Jacobo Schuehle (Hermosillo), Gustavo Torres
(Hermosillo) por sí y en representación de Felizardo Torres (Alamos), y Víctor Aguilar
(Hermosillo), para formar, por medio de la escritura número 98, una sociedad anónima
con el nombre de “Cervecería de Sonora”, cuyo objetivo sería la elaboración de cerveza y
hielo, y su venta al mayoreo y menudeo. La duración estipulada sería de 10 años, contados
a partir del primero de agosto anterior, aunque podría prorrogarse si así lo acordaba la
Asamblea General por los votos que representaran por lo menos las 8/4 partes de las acciones
emitidas. La sociedad se constituyó con un capital de $60,000.00 representado por
240 acciones de $250.00 cada una, y que quedaron repartidas del siguiente modo: George
Grünig (106 acciones), Jacobo Schuehle (65), Alberto H. Hoeffer (65), Gustavo Torres (2),
Víctor Aguilar (1) y Felizardo Torres (1).
Estos dos últimos habían adquirido en pública subasta los bienes de la fallida compañía
de hielo artificial y baños públicos “El Progreso” –embargados el 20 de febrero de 1888- y
el 3 de agosto de 1897 los vendieron a su vez a los señores Grünig, Hoeffer y Schuehle,
ante el mismo notario público (López). Los bienes que quedaban de esa compañía eran: la
máquina de hielo artificial (a la que hubo que hacerle reparaciones), un caldero, un condensador,
un “aparato para elevar pesos” (probablemente un tecle para sacar las barras de
hielo de los fosos), solar y casa habitación (sic). Su dirección era calle Allende Nos. 1 y 3, y
Guanajuato (hoy Dr. Hoeffer) No. 13, colindando al Norte con la calle Guanajuato, por el
Sur con la calle Tehuantepec, por el Este con la calle Allende, y por el Oeste con propiedades
de Don Manuel Rodríguez E. y de Don Fernando Orcí (bisabuelo de un servidor). Es
decir, la cervecería en un principio no abarcaba toda la cuadra. En la escritura de compraventa
quedó estipulado que Gustavo Torres, Víctor Aguilar y Felizardo Torres tendrían
una representación de $1,000.00 en la nueva sociedad.
El Consejo de Administración de la cervecería quedó, a partir del 22 de septiembre de
1897, y, según lo estipulado, hasta el 31 de diciembre de 1898, conformado de la siguiente
manera: George Grünig (director general y tesorero), Jacobo Schuehle (vice-director), y
Gustavo Torres (secretario). Se acordó que este consejo se renovaría anualmente en el mes
de diciembre de cada año, nombrándose en asamblea general a las personas que deberían
formarlo, para que los nuevos miembros comenzaran a ejercer su cargo el primero de
enero siguiente. La vigilancia de la sociedad se confió a un comisario, que sería nombrado
cada año por la Asamblea General. En esa primera ocasión, se nombró a Víctor Aguilar,
quien desempeñaría el cargo hasta el 31 de diciembre de 1898. Testigos de la formación
de esta nueva sociedad fueron los señores Lic. Taide López del Castillo y Carlos M. Uruchurtu.
Grünig manifestó que Alberto Hoeffer ratificaría la escritura en cuanto viniera a
Hermosillo, y lo mismo manifestó Gustavo Torres con respecto a Don Felizardo.
(Continuará).
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
Sucedió en Villa de Seris
Música, músicos y compositores
La música es el alma de un pueblo y en él encontramos a los artistas
populares que con sus cantos nos llenan la vida de alegría, nos
hacen bailar, cantar, reír y llorar. Villa de Seris es un mosaico de
sorpresas vernáculas y grandes intérpretes, así como connotados
y prestigiados compositores de melodías, con partituras y letras
que han trascendido el tiempo y el espacio, que las actuales generaciones
aún las siguen disfrutando.
El primer grupo rocanrolero lo fueron “Los Gammy Rams” de
El Jito, integrado por: Martín Baldenegro al requinto, “El Pollo”
Madrid al acompañamiento, “El Güile” Arvayo al bajo, en la batería
“El Botas” de la Nacha Paredes y cantantes Toño Zamora y
El Pepe Vallejo.
Un grupo cantinero lo fueron “Los Seris”, integrado por “El Meneco”
a la guitarra, “El Lomo Largo” al tololoche y Ezequiel al
acordeón. Otro grupo cantinero lo fueron “Los Broncos de Bacadéhuachi”
integrado con Pedro Ramírez al tololoche, Miguel
Ramírez al acordeón y “El Güero” Ramírez a la guitarra.
“Los Vaqueros de Sonora” de los hermanos Acosta Espinosa, reconocidos
a nivel nacional e internacional, integrado por: Bernabé
al acordeón, Chamín al bajo, El Chuy bajo sexto y Pancho a la
batería.
Un gran cantante lo fue el famosos chaparrito Ángel Vázquez “El
Morito”, quien llegó a ser reconocido a nivel nacional por la grabación
de la canción “El Golpe Traidor” y fue el mejor intérprete
de la canción “El Moro de Cumpas”, de allí su apodo de “El Morito”.
Grandes intérpretes de Villa de Seris lo fueron: El Bibi y El Pepe
Vallejo, Ubaldo Valenzuela, Humberto Madrigal “El Coyotero”,
Rodrigo Márquez y su hermana Lola Márquez “La Perica”. “El
Palomino” Moreno, Carmen Palacios López, La Panchita Ruiz de
El Paletas Miranda, La Tomasa Romero, Rafael Ramírez “El Flaco”,
“El Mago” Poncho Durazo Ávila.
Un gran cantante profesional lo fue el niño “El Pequeño Desi”,
hijo del suaqueño Güilibaldo Arvayo integrante de “Los Gammy
Rams” y “Los Suaqui Boys”.
“El Ligui” Alegría y “El Caramelo” hacían dueto a guitarra y cantaban
boleros en las serenatas. En el barrio de El Vado del Río se
formó el grupo “Los Topos”, integrado por los hermanos Burruel
“El Dadá” y “El Chibeto”, quienes se dieron a conocer con la canción
“La Bamba”.
El grupo “Torpedo de La Villa” integrado por Alejando Urquídez
Henry a la guitarra, Guillermo “Pelón” Calles al peine con
Cronista: Enrique “Kiki” Vega Galindo
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papel de celofán, José “El Cochito” Franco a la guitarra y José
“El Soldado” Calles primera voz, fueron los más polifacéticos;
imitaban a Tin Tan y Marcelo, y a Viruta y Capulina, fueron ingeniosos
arreglistas y compositores. Una de sus más grandes
aportaciones a la música sonorense fue la que ellos le hicieron a
la canción “Las Mulas de Moreno”, compuesta por el villasereno
Sr. Juan Tapia, quien tenía su residencia a un costado del Cine
Seris por la Ave. Comonfort y otro gran éxito del Sr. Tapia lo fue:
“Que me traigan a mi Lola”. Ahora bien, “Los Torpedos” son
quienes le incluyeron a la canción “Las Mulas de Moreno” el estribillo:
“…fain, fain, fain, very good, very good, very good…”.
“El Tibiri” Tapia fue motociclista de Tránsito y mata cochis, pero
ante todo un gran cantante ranchero, junto con sus hermanos
Julio, Arturo y “El Prieto”, Alfredo “El Cochinadas” Tapia fue
baterista del grupo “La Marina”.
Jesús Peralta “El Chito”, nació en Villa de Seris el 28 de marzo
de 1889 en la calle Zaragoza final, donde aún existe su casa. Estudió
música con el Profr. Rodolfo Campodónico; sus composiciones
más famosas son: “La Rosa de Mexicali”, “La Higuerita”,
“Mavi”, “Viva mi Desgracia”, “Rosalía” y “Amor de Madre”.
Sería larga e interminable la lista de los artistas pueblerinos villaserenos
y corto el espacio para nombrarlos a todos, pero debo
agregar a “El Bobby” pianista y cantante bohemio y su hermano
“El Bobbito”, quien imitaba a Rapahel y cantaba en La Candelaria,
pero ante todo, la mejor de lo mejor lo fue mi hermana Patricia
Edelmira Vega Galindo, quien a los 7 años en el programa
de aficionados de la XEDL, cuando estaba al pie del Cerro de la
Campana, cantaba “Los Laureles” y tocaba el piano magistralmente.
Aunque Usted no lo crea.

18 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
ESPÍRITU Y DIGNIDAD
BIOGRAFÍA DE MONSEÑOR
PEDRO VILLEGAS RAMÍREZ
Y LAS INSTITUCIONES KINO
IGNACIO LAGARDA LAGARDA
GUAYMAS EN 1927
El niño llegó al mundo con un presagio contradictorio en su vida: el 3 de
mayo, Día de la Santa Cruz, el símbolo del martirio de Jesucristo en el
Gólgota, y en 1927, en plena guerra cristera. Cuando nació, la persecución
religiosa estaba en todo su apogeo y clausuradas todas las iglesias
de Sonora. Muchos sacerdotes habían huído del país y los que se quedaron
ofrecían los servicios religiosos y daban los sacramentos amparados
por la clandestinidad de las casas particulares.
Diecisiete días antes, el 16 de abril, Sábado de Gloria, a miles de kilómetros
de distancia, en una remota aldea de la Baviera Alemana, una madre
daba a luz al tercero de sus hijos, su nombre: Joseph Alois Ratzinger.
Un niño con el que, a lo largo de su vida, mantendría una coincidencia
vocacional y familiar extraordinaria.
Ese mismo año nacerían también otros seres humanos que le darían a
la humanidad un respiro de
esperanza con sus dones: Olof
Palme, un demócrata sueco
que llegaría a ser Primer Ministro
de su país; Gabriel García
Márquez, escritor y periodista
colombiano, Premio Nobel de
Literatura en 1982; Hugo Avendaño,
barítono y actor mexicano;
Raúl Alfonsín, abogado,
político y presidente argentino,
y Günter Grass, escritor alemán,
Premio Nobel de Literatura
en 1999.
En 1927, Achille Damiana
Ambrogio Ratti Galli, Pío XI,
gobernaba la Iglesia Católica,
mientras el mundo se debatía
entre el incipiente desarrollo de
las comunicaciones, la tecnología
y el preludio inadvertido
del conflicto armado más grande
y sangriento de la historia
de la humanidad: la Segunda
Guerra Mundial.
Ese año hubo una gran cantidad
de eventos trascendentes
para la humanidad. Los primeros días de enero, un día después de que
el imperio norteamericano invadiera la pequeña nación centroamericana
de Nicaragua, se concretaba la primera llamada telefónica trasatlántica
de Nueva York a Londres. Al mismo tiempo, iniciaba la intercomunicación
iberoamericana al echar a andar el servicio telegráfico entre España
y Argentina.
En España se llevaría a cabo la coronación canónica de la Virgen de la
Fuensanta, patrona de Murcia, y en América del Sur se haría lo mismo
con la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Lima, en la Basílica Catedral
de aquella ciudad peruana.
Una hazaña aérea conmovería a la humanidad: Charles Lindbergh marcaría
un hito en la historia de la aviación al cruzar, sin escala, el Océano
Atlántico, de Nueva York a París, en un avión monomotor llamado Spirit
of Saint Louis.
En Estados Unidos se estrenó The Jazz Singer (El cantante de Jazz), la
primera película sonora de la historia,
y Louis B. Mayer fundó la
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas
y con ella el Premio
Oscar al cine norteamericano.
Por su parte, el arqueólogo Leonard
Wooley – en su frenética
búsqueda de los orígenes de la
civilización- obtendrá firmes indicios
de los aún más remotos
orígenes de los primeros reyes
de la dinastía de Ur, la tierra de
Abraham y sus ancestros.
Ese mismo año murió Miguel
Agustín Pro, el sacerdote jesuita
mexicano, mártir y beato de la
Iglesia Católica, fusilado por el
General sonorense Roberto Cruz,
y en un juicio sumario en la comunidad
de Huitzilic, Morelos, fueron
fusilados el general Francisco
R. Serrano y sus acompañantes.
Su delito: haber enarbolado la
bandera del antirreeleccionismo
en contra del candidato oficial, su
antiguo jefe y viejo amigo, el General
Álvaro Obregón Salido.
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Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
MON. PEDRO VILLEGAS...
Un año antes, en 1926, el Presidente Plutarco Elías Calles, general revolucionario,
había promovido la reglamentación del Artículo 130 Constitucional,
con la finalidad de tener instrumentos más precisos para ejercer
los severos controles que la Constitución de 1917 había establecido,
como parte del modelo de sujeción de las iglesias del Estado. El reglamento
fue aprobado por los constituyentes y ordenó que todos los católicos
se registraran ante las autoridades federales; asimismo, eliminó,
excepto para los españoles, la prohibición que pesaba sobre los clérigos
extranjeros de residencia en el país.
La decisión derivó en un conflicto armado que se prolongó de 1926 a
1929, entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y las milicias de laicos,
presbíteros y religiosos católicos, que resintieron la aplicación de la legislación
y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la
Iglesia Católica, que sería reconocida como Guerra Cristera.
Por esos años, en Guaymas aún se respiraba el esplendor del siglo que
recién había pasado. La fresca brisa del golfo llevaba a todos los rincones
del puerto el recuerdo de las glorias vividas por los heroicos habitantes
de aquella cosmopolita ciudad.
El estruendo de los fusiles de la batalla del 13 de julio de 1854 contra el
invasor extranjero aún se escuchaba en los zaguanes y pasadizos de las
viejas casonas coloniales e inundaban la atmósfera de orgullo y dignidad.
Las batallas de Santa Rosa y Santa María, en el asedio revolucionario
de 1913, en la que el Coronel Álvaro Obregón Salido derrotó a las fuerzas
federales de los generales Miguel Gil, Luis Medina Barrón y Pedro
Ojeda, todavía inundaban de olor a pólvora los cerros de El Vigía, Las
Batuecas y San Germán.
Desde el mar, Guaymas semeja un enorme anfiteatro, resguardado por
cinco gigantes geológicos cretácicos, conocidos como Cerros El Vigía, El
Gandareño, El Cabezón, San Vicente y La Cantera.
En 1904, el escritor francés M. Henri de Joannis, en un folleto titulado
Guaymas, publicado en 1904 escribió:
Mas después de correr la locomotora por llanuras sin fin, polvosas y
desoladas, como si un reciente simoun hubiese soplado sobre de ellas, al
llegar a las Batuecas, punto distante 5 kilómetros de Guaymas, el paisaje
cambia por completo; el viento, impregnado de yodo, cargado de emanaciones
salinas, vivifica los pulmones, las olas del golfo de Cortés se
acercan tímidas a lamer el maderámen que sirve de sustento al terraplén
de la vía férrea y, poco después, vencida una curva muy pronunciada, se
presenta a la vista del viajero el espectáculo maravilloso del mar, terso
como un espejo, fulgurante como bruñido acero, tranquilo, imponente,
majestuoso […] hemos llegado a Guaymas. Quizá lo brusco de la
transición, el cambio imprevisto de la triste extensión grisácea al piélago
movedizo y luminoso, influya en la agradable impresión que se apodera
del ánimo del visitante.
Si en alguna parte el Pacífico ha legitimado su nombre, es, sin duda, en
la Bahía de Guaymas. Encajonada entre altos cerros que forman una especie
de anfiteatro, resguardando su entrada diversas eminencias que,
nuevas ondinas emergen del mar, asomando curiosas sus cabezas, para
atisbar el paso de los barcos, su superficie es serena como la del más
tranquilo lago. Apenas sí el viento riza sus olas, en las cuales la luz juega,
salta, cintila, cabrillea y se descompone en mil cambiantes que ora
salpican de puntos de oro la comba cerúlea, ora semejan chorros de fundido
metal, fingen ramilletes policromos o prenden en el albo penacho la
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19
impoluta espuma, la llamarada de un incendio tan brillante como fugaz.
Este mar apacible, no conoce tempestades, sus aguas jamás han sido agitadas
por la violencia ni sabe, como otros, lanzar espumarajos de ira en
un supremo desafío al cielo; el silbar ronco del viento enfurecido, nunca
lo ha hecho estremecer, es un mar pacífico…
Sólo ha escuchado el melancólico grito de las gaviotas que pasan acariciándolo
con sus alas o el alegre canto de los marinos que se sienten
en seguro puerto; y en las noches, cuando el sol, después de enviarle su
último beso, se hunde en las profundidades para surgir al siguiente día
brillante como una ascua encendida. Potente y magnífico, el mar parece
que entona una tierna y dulce canción, tierna como un lamento, dulce
como un arrullo.
En 1927, de los nueve distritos en que estaba dividido el Estado de Sonora,
el de Guaymas era el más importante, no sólo por localizarse en el
centro del mismo, sino por ser el tercer puerto más importante del Pacífico,
comunicando con todos los del litoral mexicano y con los del norte,
centro y sur de América, además de ser la vía terminal del ferrocarril que
comunicaba con Estados Unidos.
Sus comunidades eran: El Médano, Pótam, Tórim, Cócorit, Cruz de Piedra,
San José de Guaymas, San Marcial, Buenavista y Cumuripa.
A principios del siglo XX, Guaymas tenía la flota de marina mercante
más grande que había conocido México, gracias al empeño y visión de
don Luis A. Martínez Pesqueira. Desde ese puerto zarpaban los barcos
mercantes para recorrer toda la costa del Pacífico Mexicano y parte de la
de Estados Unidos, llevando y trayendo pasajeros y mercancías.
Por ser la puerta más importante del Estado, desde el siglo XIX en los
muelles del puerto atracaban los barcos cargueros de todo el mundo,
como el Newbern, famoso por haber traído a Sonora la fiebre amarilla en
1883, el Willameit Valley, Korrigan, Orizaba y Curacao, que después de
dar la vuelta a toda la América y cruzar hacia el Pacífico por el Cabo de
Hornos, llegaban hasta ese extremo septentrional de México, trayendo
sus bodegas repletas de productos y materiales de todos tipos.
La población guaymense vestía telas de seda, lana, algodón, dril de tejido
compacto, casimires de todas clases y lino inglés, traído de Liverpool,
utilizaba vajillas de cristal, loza de porcelana, utensilios de cocina con
esmalte, papel de diversas clases, mercería, juguetes, instrumentos musicales,
perfumería, alhajas con piedras preciosas, objetos de fantasía y
muebles, todo importado desde los más recónditos rincones del mundo.
Consumía manzanas rojas, papas y cebollas frescas del sur del país, carnes
y mariscos en conservas, quesos, latas de jamón y sardinas, vinos
rojos Claretty Zinfaldell, procedente de los viñedos de California, vinos
de Burdeos, cogñac y champaña de la Viuda de Clicqot llegaban desde
Europa a través del puerto francés de El Havre; arroz, té, mantones de
seda, abanicos de marfil, artefactos de bambú, cajitas de laca, salsas y
yerbas aromáticas venían de la China por la ruta de San Francisco; tabaco,
puros y azúcar de Nayarit, incluso hasta velas de estearina y ladrillos
refractarios y de cemento, productos que algunos eran consumidos en la
ciudad y otros introducidos a los mercados del Estado.
(Continuará en el próximo número)…
Esta reproducción cuenta con la autorización del autor y de la Universidad
Kino, a la cual pertenecen los derechos de reproducción, parcial o
total.

20 Hermosillo, Son., Septiembre de 2012
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