12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

400.000 mil en los que acontecería alguna glaciación, los cuatro millones<br />

en los que la especie humana era joven, los 140 millones que vivieron los<br />

dinosaurios hasta su extinción hace 65 millones o los cuatro mil millones<br />

que algunos se aventuran a fijar como una fecha en la que Madre Tierra<br />

se estaría conformando. Valorar como remotos 400 años dejaría sin<br />

palabra a los cuatro mil millones de años.<br />

Dirigiéndose a sus señorías, <strong>el</strong> alcalde intentó olvidar las<br />

despampanantes cifras diciendo:<br />

—Como están comprobando —anunció <strong>el</strong> alcalde—, se nota la<br />

influencia de la secuestrada Universidad Complutense y de la<br />

remodernizada Magistral porque hasta los escuderos de la ciudad parecen<br />

más doctos que sus amos.<br />

—Si por amos se refiriere a vuestras mercedes, es fácil que cualquiera<br />

se considere doctor; pero existen maestros reales tan humildes que <strong>el</strong><br />

bosque no los deja ver y los presidentes no le harán callar. Pero si les<br />

parece, volvamos a lo que estipula <strong>el</strong> contrato en cuanto a lo que me van<br />

a retener d<strong>el</strong> dinero A y dejemos a un lado la parte en B que ya me han<br />

anticipado, no sea que terminemos como la tonadillera.<br />

—¡Sancho! —interrumpió <strong>el</strong> alcalde— me refería a que <strong>el</strong> contrato<br />

obliga a que digas las gracias d<strong>el</strong> Quijote para culturizar a los catetos.<br />

—Ésa será la parte que corresponde a don Quijote porque en<br />

verdad, en verdad os digo, que yo soy Sancho y las gracias que oigáis<br />

serán las mías.<br />

<strong>El</strong> trío de las p<strong>el</strong>ículas se esforzaba tanto por entender la situación<br />

que no se daba cuenta de que la multitud se congregaba en torno a <strong>el</strong>los.<br />

Más atento al diálogo que a la muchedumbre, <strong>el</strong> Servicio de Seguridad<br />

tampoco percibió la masificación de los alrededores por los que se<br />

empezaba a cuchichear: «¡Se están produciendo dos justas, la una entre<br />

don Quijote y <strong>el</strong> rey y la otra entre Sancho y tres chorizos. A ciencia<br />

cierta, no se puede saber en qué terminará la componenda pero dicen<br />

que no se puede perder ni ripio!» La gente acudía a la llamativa<br />

convocatoria sin saber de buena tinta si era uno de los teatrillos de calle<br />

de los que faltan en estas fiestas virtuales o un espectáculo ecuestre de<br />

los que sobran en las fiestas feudales (pregunten a Enrique II de Francia,<br />

<strong>el</strong> padre de Dulcinea, de Of<strong>el</strong>ia o de Lucrecia).<br />

Esta es otra de las ventajas que tienen los lectores, no sólo conocen<br />

lo que en ambos diálogos acontece sino que están sabiendo de buena<br />

tinta que lo que sucede es un encuentro causal. Todos se podrán<br />

364

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!