Última Revista "Como las abejas" - Fundación Hogar Santa Rita

Abril - Julio - 2012 / Nº 58
FUNDACIÓN CANARIA HOGAR SANTA RITA
Como las Abejas
CENTRO RESIDENSIAL Y DE INVESTIGACIÓN
PARA EL ALZHEIMER " SANTA LEONOR Y SANTA RITA
MARUCA
Maruca
Página 41
Fundación Hogar Santa Rita y Fundación para el Alzheimer Santa Leonor y Santa Rita
Año AÑO 11 11 ABRIL Abril - Julio - JULIO de 2012 2012 Nº N 58 58
“¡Qué fácil es hacer felices a los demás:
un gesto, una sonrisa, una palabra
de aliento y nada más!
¡Qué poco cuesta y cuánta vida da!”
FUNDACIÓN CANARIA HOGAR SANTA RITA
“Nuestros Hogares: Hogar Santa Rita II y Edificio Fray Leopoldo”
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FUNDACIÓN CANARIA HOGAR SANTA RITA
PRESIDENTE: ROQUE SILVA FALCÓN
«COMO LAS ABEJAS»
DIRECTOR: ROQUE SILVA FALCÓN
SUBDIRECTORA: CANDY GARCÍA RUIZ
COLABORADORES:
ROQUE SILVA FALCÓN / TOMÁS VILLAR ESTÉVEZ /
CANGRU / CANDY / HILDA HERNÁNDEZ /
RAQUEL MARTÍN / ENRIQUE BURUNAT GUTIÉRREZ /
ABRAHAM GARCÍA PÉREZ /
JUAN Y FEFA YANES PÉREZ
LA TIRADA DE ESTA 58ª EDICIÓN ES DE 2.500 EJEMPLARES
E-mail: hogar1@hogarsantarita.com
E-mail: hogar2@hogarsantarita.com
E-mail: candy@hogarsantarita.org
Página Web: www.hogarsantarita.org
Tfno. Santa Rita I: 922 37 45 66 / Fax: 922 36 80 42
Tfno. Santa Rita II: 922 38 95 32 / Fax: 922 38 99 08
DEPÓSITO LEGAL: TF 292/2002
La fundación Canaria MAPfRE gUANARTEME
colabora con los "Hogares Santa Rita", en
diversas actividades sociales de animación.
DISEÑO: MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN: fOTOgRAfíA:
CANDY
FREDY
TIPOGRAFÍA GARCÍA, S.L.
LA PERDOMA - LA OROTAVA
E-mail: cristod@tipografiagarcia.com
CANDY - ARZOLA
FOTO ORLANDO
• Puedes olvidar a aquel con el que has reído, pero no
a aquel con el que has llorado.
• Cuando los demás te defrauden mira hacia arriba…
Dios es fiel.
• ¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando
sentimos el anhelo de volar?
• La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.
• Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos;
hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatriz;
pero hay personas que simplemente aparecen... en
nuestra vida y nos marcan para siempre.
• El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que
no pueden decirse con palabras.
• Cuando naciste tú, todos alrededor sonreían. Vive
la vida de manera que cuando mueras tú sonrías y
todos alrededor lloren.
• Cada fracaso supone un capítulo más en la historia
de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer.
No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de
ellos y sigue adelante.
• Cuando un amigo nos pide algo, la palabra «mañana»
no existe.
• Un amigo es aquel que adivina siempre cuándo se
le necesita.
• No tenía miedo a las dificultades: lo que le asustaba
era la obligación de tener que escoger un camino.
Escoger un camino significaba abandonar otros.
• Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo
a fracasar.
• Al amigo no le busques perfecto. Búscalo amigo.
• Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos
algo, inclusive aquellas que perdemos.
• Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden:
es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas
con amor y con voluntad, en busca de aquello que
se desea o en lo que se cree.
PROGRAMAS DE TELEVISIÓN QUE REALIZA CADA SEMANA EL PADRE ANTONIO:
➤ TEIDEVISIÓN. «MIS QUERIDOS AMIGOS LOS ENfERMOS DE ALZhEIMER».
Los Sábados, a las 19:00 horas. Es una gentileza de TEIDEVISIÓN y APYMEVO.
Síguenos en fACEbOOk y en la página Web: www.fundacionalzheimer.org
FRASES
SUMARIO
• Editorial ........................................................................... 3
• Queridos socios y amigos de la Fundación Canaria Hogar Santa Rita 4
• Testigos de primera fila del Hogar Santa Rita .................... 5
• Gracias Padre José Luis ................................................... 6
• Cuadro de Honor .............................................................. 7
• Roque Silva Falcón y el Padre Antonio .............................. 9
• Qué bueno sería ............................................................... 11
• Hablan nuestros Bienhechores .......................................... 12
• Momentos de la Obra y Vida del Padre Antonio ................. 15
• En honor a la vocación que nos mueve: “la salud y el
bienestar de nuestros Mayores” ........................................ 17
• Agradecimiento a las donaciones recibidas ....................... 19
• Destacamos: La Peluquería .............................................. 22
• ¿Somos realmente dueños de nuestros recuerdos? .......... 24
• Amor y senectud .............................................................. 28
• El Horóscopo de los Ángeles ............................................ 31
• Agradecimiento de honor. Dr. don Rafael Castro Fuentes ... 32
• Detalles que recordar ....................................................... 34
• Momentos de vida de Roque con el Padre Antonio ............ 35
• El Humor de los Ancianos ................................................ 36
• La Historia de una Vida .................................................... 37
• Agradecimiento ................................................................ 38
• Gracias a la labor del equipo de los Voluntarios ................. 39
•

Siempre se ha dicho, que
hay dos maneras de criticar:
«La crítica constructiva», la
que sabe ver los problemas
y buscar soluciones, y «La
Crítica destructiva», que
solo busca airear los defectos
que encuentra en personas e instituciones, sin aportar nada
positivo. En referencia a esta última, quisiera realizar una
pequeña reflexión:
«Criticar es más fácil que imitar», pues como dice el
refrán «fácil es criticar y difícil obrar».
Muchas veces se critica de oído, por aquello que te contaron
o que quizás alguien dijo… Al respecto, el Padre Antonio solía
decir: «Las palabras pasan y las obras quedan. Todo es
cuestión de tiempo y paciencia. Dar ejemplo no es la principal
manera de influir sobre los demás; es la única manera».
Normalmente son las personas superficiales, aquellas
que no han aprendido a vivir honestamente, las que más
suelen criticar a los demás; nadie se escapa a sus críticas:
familia, conocidos, compañeros de trabajo, etc. Si critican
con odio y rabia: no saben juzgar, y si no saben juzgar, no
son de confianza.
Muchas veces, criticar se hace más por mala costumbre,
que por maldad, porque es a lo que estamos habituados
en la mayoría de conversaciones. Ni siquiera sabemos el
alcance o la repercusión de nuestras críticas, pero ello no
nos hace menos culpables, pues esta mala costumbre hay
que erradicarla de nuestro comportamiento, si no queremos
sentirnos inmersos en una vida de mentiras, de supuestos,
de conjeturas, de falta de compasión. La misma compasión
que queremos también para nosotros mismos.
La crítica es infame. Destruye la confianza y nos hace
tímidos. Nos hace perder la serenidad al hablar. Consiguen
que no logremos expresar nuestros puntos de vista con
convicción, independientemente de si tenemos razón o no.
Destruyendo la ambición, la ilusión y el deseo de triunfar.
Curiosamente, la gente que más critica es la que tiene más
complejos de inferioridad, y paradójicamente, la que más se
molesta cuando se le critica.
Tener Valor, es asumir tus ideas como objetivos que
cumplir, creyendo primordialmente en ti y en la honestidad
de tus intenciones, impidiendo que nadie se interponga
negativamente, con la envidia, en la consecución de tus
propósitos. La envidia es sin duda, el motor y causante de
los que actúan a través de las críticas anónimas. Muestran
cuán desdichados se sienten, con su constante atención a
lo que hacen o dejan de hacer los demás.
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EDITORIAL
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«¿HABRÁ ALGO QUE TEMAS MÁS QUE A LAS CRÍTICAS?»
Por todo ello, aún con críticas, celos y envidias,
armándonos de valor espiritual, y llevando como antorcha la
luz de la vida que un día el Padre Antonio prendió en nuestros
corazones, seguimos adelante con más fuerza y templanza
que nunca.
Somos sabedores de las dificultades económicas
que actualmente azotan nuestra sociedad, y en este caso,
tristemente, las ayudas y subvenciones anteriormente previstas
para la Fundación, se han visto afectadas. En la voluntad de
dar calidad de vida a nuestros Mayores, hemos volcado pese a
todo, nuestras ilusiones y deseos, con la sincera sensación de
que en todo momento, es el mismo Padre Antonio el que toma
la voz y emite las decisiones pertinentes. Si existe una razón de
por qué estamos todos aquí, buscando maneras y soluciones
que nos ayuden a paliar las dificultades existentes, es porque
creemos firmemente en su Obra. Y créanme, GRACIAS a esta
fe que tanto nos ayuda a entender la sabiduría del silencio,
escuchando a los asesores que conforman el comité de
asesores designado por él mismo antes de su marcha al
Cielo, vamos descubriendo «la Piedra Filosofal» del verdadero
milagro de la Divina Providencia, en el que convergen múltiples
parámetros inmensamente importantes: la paciencia envuelta
en calma y confianza en lo que «somos y sentimos», la lucha
en pro de unos objetivos claros y reales, y finalmente, la
capacidad de saber reconocer nuestros errores, de corregirlos
y con ellos, con ilusión, superarnos una y otra vez.
Los Hogares Santa Rita fueron creados, por un gran
hombre que puso toda su confianza en la bondad de Dios
y la gente buena. Defendía con el alma la idea de que, «la
unión hace milagros», y que sólo unidos, podemos llegar a
hacer «cosas grandes». Por ello, hagamos entre todos, una
pequeña valoración de la misión personal de cada uno de
nosotros con respecto a la Fundación: ¿Cuál es la misión
que el Padre Antonio un día nos encomendó? ¿Cuál es el
fin que pretendemos conseguir? ¿En qué lugar queremos
estar? ¿Dentro de Casa luchando por los Mayores, o desde
fuera, con críticas destructivas que tan solo logran dañar,
y en nada promueven la voluntad de colaborar?
Ya el Padre Antonio lo decía: «Hagamos de los Hogares
Santa Rita, un lugar privilegiado, donde el idioma oficial sea
el lenguaje universal creado por Dios: EL AMOR».
Por el Padre Antonio, por tanto que nos ha dado y
enseñado, por los Mayores que actualmente viven en los
Hogares de Santa Rita, y otros muchos que ya han marchado
a la Casa del Padre, por las familias, trabajadores, voluntarios
y amigos: «HAGAMOS DE ESTA NOBLE OBRA, UNA REALIDAD
DE TODOS».
Candy García Ruiz

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«Queridos socios y amigos de la
Fundación Canaria Hogar Santa Rita»
Gracias por ayudarnos bajo el lema básico que definía y
distinguía al Padre Antonio: La Amistad. Especialmente, porque
Él siempre supo y quiso rodearse de amigos que sustentaron con
firmeza sus expectativas, sueños e ideas. El apoyo que recibió
de todos nosotros, resultaba básico e imprescindible para Él,
especialmente, porque cada uno de nosotros fuimos elegidos para
formar parte de esta bendita Fundación, por valores y virtudes
dignas y necesarias para luchar y seguir adelante con esta Obra
humana y solidaria. Por ello, todos y cada uno de nosotros somos
parte de este sueño, de que esta promesa de amor siga respirando
con un corazón vivo. En estos instantes, somos sus manos y
sus pies, y bajo la fe de esa Divina Providencia a la que también
nos aferramos firmemente, no vamos a parar de caminar, de seguir avanzando. Por supuesto,
siempre juntos, mano a mano, bajo sus mismos ideales y principios morales.
Han sido momentos difíciles y muy duros, sobre todo, porque sin el Padre Antonio, todo
ha resultado más complicado. La incertidumbre sobre lo que iba a ocurrir tras la marcha
al Cielo del Padre Antonio estaba en boca de todos: Trabajadores que temían perder sus
puestos de trabajo, ancianos que sufrían terriblemente ante la idea de verse sin un techo
bajo el que pasar sus días. Ante tal caótica situación, y haciendo honor a la amistad que
durante tantos años me ha unido al Padre Antonio como Vicepresidente de la Fundación,
llevando por bandera, el cariño y la confianza que en todo momento depositó en mí; me armé
de valor y asumí la responsabilidad de su Obra, gracias al apoyo incondicional del Patronato
de la Fundación, con la plena certeza de que, yo solo jamás podría conseguirlo.
Fue entonces cuando decidimos poner en marcha, bajo las directrices anteriormente
dictadas por el Padre Antonio, un equipo de Dirección, que a su vez fuera asesorado por un
Comité de asesores expertos, que nos apoyaran y nos guiaran en este duro caminar. Hoy,
con gran satisfacción puedo expresar y compartir con todos ustedes, que de momento, la
gravedad de la situación está siendo controlada y mitigada, con la conciencia de una
cruda realidad: la lucha sigue siendo diaria, ya que la situación actual económica se torna
muy difícil para todos, y por tanto, debemos permanecer siempre unidos. Sólo así seremos
capaces de vencer.
Mi objetivo como Presidente de la Fundación es claro y tajante: «Defender la Fundación
Hogar Santa Rita» con lealtad, honestidad y justicia. No existe ni cabe el individualismo en
esta Fundación. No será posible tirar de algo tan grande, si no arrimamos todos el hombro,
de la misma manera y con la misma intención que antes. Sólo en equipo entiendo esta lucha,
y con los resultados obtenidos hoy puedo decir con criterio y gran optimismo, que vale la
pena seguir trabajando.
Roque Silva Falcón (Presidente de la Fundación Hogar Santa Rita)

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“TESTIGOS DE PRIMERA FILA
DEL HOGAR SANTA RITA”
A la fecha de hoy, 17 de julio de 2012, me he puesto a escribir mi
colaboración para con esta revista; y me permito esta licencia, en base
al conocimiento que tengo, de todos los hechos acontecidos desde
siempre junto a mi estimado Padre Antonio. Día a día, mi admiración
aumenta al observar las magníficas instalaciones de que dispone la
“Fundación Canaria Hogar Santa Rita”, y todo ello, gracias al empeño
de un hombre que dio su vida para y por los Mayores.
Recuerdo que en año 1991 empezaron los primeros movimientos oficiales para consolidar la
Fundación, consiguiendo hacer caminar el llamado Hogar I, con la inestimable ayuda del Barrio
de Punta Brava; el Hogar se hizo un sitio importante y con todos los méritos, en el panorama
de ayuda social de Tenerife.
En el transcurso de la década 1990 al 2000, el Padre Antonio y su equipo de trabajo consigue
consolidar y dar forma a la idea de asistir en la zona norte a la necesidad imperiosa de ayuda
que muchas familias necesitaban y de paso ayuda a generar puestos de trabajo con lo que de
algún modo colabora a paliar el paro de entonces.
Comienza la década del 2000 en adelante y en su cabeza bulle la idea de ampliar la ayuda a
los Mayores necesitados, y con ello trabaja y elabora un plan de actuación, que germina poco a
poco, y ahí nace el “Hogar Santa Rita II”. En el transcurso de todo ese tiempo, el Padre Antonio
siempre estuvo rodeado de grandes amigos y colaboradores que trabajaban codo a codo con el
mismo objetivo (consolidar la idea del Padre Antonio); muchos de esos amigos aún permanecen
en la Palestra, “dando el callo” como vulgarmente se dice, y que unos, desde dentro de la
Fundación, más exactamente en el Patronato, y otros desde fuera, colaboran para dar significado
a la razón de ser del “Hogar”. Amigos de la Fundación nombrados en la mayoría por el Padre
Antonio, para que le acompañasen en la travesía que significaba crear los “Hogares Santa Rita”.
En la actualidad albergamos a casi 800 Residentes y damos trabajo a unos 400 trabajadores,
somos el primer Centro del Sector Solidario en España y ocupamos casi 110.000 metros2 de
terreno, que actualmente, casi no tiene cargas ni gravámenes sobre ellos; no tenemos deudas
con la Seguridad Social ni con Hacienda, y todo esto es, fruto del trabajo del Padre Antonio y de
ese grupo de amigos que Él ha dejado en su representación; Asamblea de Socios Fundadores
con su Patronato al frente (formado por personas designadas por el Padre Antonio y de su entera
confianza) Consejo Asesor (amigos del Padre Antonio con una gran capacidad de análisis en
todos los campos) la Gerencia y un equipo de Administración que siempre ha estado minuto a
minuto al lado del Padre Antonio. Admiración tengo, por todos aquellos miembros del equipo que
no salen en la Foto, como vulgarmente se dice; amigos del camino en el ir y venir a La Orotava,
Puerto de la Cruz, Los Realejos, etc. Personas como doña Rosa, Conchita, Lala, Miguel, Antonio,
Mita, Lola, Eladia, Rafael, Julita y tantos otros que sería innumerable reseñarlos, que se han
ganado su trocito en el Cielo, y que el Padre Antonio sin duda, tendrá reservado para todos ellos.
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Con todo lo comentado quiero expresar, que hoy más que nunca debemos y tenemos que
seguir haciendo equipo, cada uno desde su posición social, y nunca hacer oposición destructiva
de algo que, todos tenemos que estar orgullosos y cuidar hoy más que nunca. La situación actual
del país, también nos está afectando y debemos y tenemos que trabajar aún más, para lograr
conseguir liquidez económica, para que el día a día en el “Hogar” sea satisfactorio, y para ello, el
Patronato de la Fundación y el grupo Asesor, se ha puesto en marcha y trabaja denodadamente,
para que nuestros Residentes reciban el atendimiento que se merecen y que nos distinguen de
otros Centros, y asimismo, con la intención de conservar los puestos de trabajo que en la fecha
de hoy existen.
Orgulloso de ser testigo de primera fila de los acontecimientos ocurridos en estas dos
décadas, testigo de la historia del “Hogar” y testigo de la Obra del Padre Antonio, que en un
futuro próximo quiera Dios se le distinga y se le reconozca esa gran labor hecha.
Tomás Villar Estévez
«GRACIAS PADRE jOSé LuIS»
En estos instantes, ya no podríamos imaginar el «Hogar Santa
Rita» sin la presencia del Padre don José Luis. Ante todo, tras la
marcha al Cielo de nuestro querido Padre Antonio, los Mayores
de nuestros Hogares, apenados por el terrible vacío que nos dejó,
han ido aprendiendo a soportar dicha angustia, gracias a la noble y
maravillosa manera de ser de este sacerdote, que incansable en su
inquietud por dar vida y crear esperanza, ha logrado que todos los
Residentes, acepten la sonrisa como un medio de acercamiento a Dios.
Nuestros Mayores contemplan en este gran hombre, el valor de la amistad, la confianza, el
cariño y el respeto que nos debemos como hermanos. Especialmente, porque para todos tiene
siempre palabras de aliento, tiempo para escuchar, para aconsejar, para compartir un sentimiento
de alegría o para simplemente, abrazar sus manos envejecidas, en un gesto de comprensión y
amparo.
Para don José Luis, la vida está hecha para hacer el bien, perdonar a los que nos ofenden
y alentar a los que siguen el camino que Dios nos indicó. Y no por ello, con ternura e infinita
bondad, escucha a los que proclaman no tener fe, a todos ellos, con especial psicología los
atrae a sus actividades más divertidas y emocionantes: paseos, excursiones, cantos y tertulias,
y poco a poco, casi por contagio, acaban imitándole en sus actos y en su manera de obrar. Es
entonces cuando Él manifiesta con gran satisfacción e inmenso gozo, ver y sentir a Dios como
guía y timón de su entrañable labor.
Gracias... Padre José Luis. Dios le dé siempre salud y fuerzas en su caminar. Le necesitamos
para seguir avanzando.

La labor de
don Máximo en el
«Hogar Santa Rita»,
es el resultado de
una vida repleta
de dificultades,
de adaptaciones a
nuevos retos, de un
andar sin una visión
clara del camino. Con la inquietud de buscar la
manera de sobrevivir a las contrariedades
recientemente sufridas, el día a día le fue dando
razones para luchar, y en base a ellas, pudo
encontrar, la esencia de su propio bienestar.
Descubriendo que para su felicidad, no necesitaba
de lujos ni riquezas, y que para recibir cariño de
calidad y sentirse sinceramente querido, sólo era
preciso comprender, que llevando a la práctica el
bonito lema tan oído por todos: «dar sin esperar»,
obtenía más y mejores recuerdos de momentos
bonitos vividos.
Don Máximo comenzó su labor humanitaria
en el «Hogar Santa Rita», bajo la gratitud y el
apoyo en todo momento, del Padre Antonio; el
cual, depositó en él, plena confianza y sincera
amistad, ofreciéndole su apoyo y su ayuda, en la
imperiosa necesidad de rehacer su vida.
Tras su llegada a Tenerife de su tierra natal,
Venezuela, don Máximo tuvo serias dificultades
para encontrar empleo, para comenzar de nuevo.
Todo parecía tornarse oscuro y sin sentido. Conocer
los Hogares de Santa Rita le ha proporcionado
el aprendizaje más maravilloso que jamás hubiera
podido descubrir. Una nueva filosofía de vida, en
la que el agradecimiento cobraba un protagonismo
sin igual. Día a día, superándose a sí mismo, en
esta ardua fatiga que le ha tocado vivir, este buen
hombre ha crecido espiritualmente de manera
abismal, entregándose en cuerpo y alma a la
voluntad de Dios y los más necesitados.
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CUADRO DE HONOR
«Máximo Calderón Vecino»
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Actualmente, don Máximo reside en el «Hogar
Santa Rita» desde hace algo más de año y medio,
ocupando desde ese mismo instante, el papel de
«voluntario a corazón abierto». Su labor consiste,
llevar a Fisioterapia, desde muy temprano, a los
Residentes discapacitados que han de recibir
rehabilitación, trasladándolos nuevamente al
finalizar la sesión, a su lugar de origen. Su
preocupación radica ante todo, en procurar que
los fisioterapeutas puedan rentabilizar el tiempo
al máximo, pudiendo así atender sin demoras,
a la mayor cantidad de Residentes posibles. Lo
cual supone, «un ajetreo diario» que él vive con
inmensa alegría e infinito cariño.
«He aprendido mucho en Santa Rita, siento
que mi manera de sentir y ver la vida, ha
cambiado considerablemente. Los mayores me
llenan, me demuestran cariño y sumo respeto.
Se alegran cuando me ven, me esperan y me
sonríen agradecidos. Yo siento, que algo nuevo
ha nacido en mi interior, y que poco a poco, con la
sensación de que no necesito demasiadas cosas
para ser feliz, este sentimiento se ha hecho cada
vez más grande, apoderándose de mis sentidos
y mis tristezas. Soy un hombre nuevo, renovado,
con ilusión y ganas de vivir. Me gusta lo que hago,
lo que siento. Me siento fuerte, con esperanzas.
Sé que soy útil e importante para ellos, ¡Eso me
alienta a seguir! Cada día, en cada amanecer,
recibo la oportunidad de hacer nuevamente el
bien, y sinceramente, no me lo quiero perder».
En nombre de la Fundación y la Dirección del
«Hogar Santa Rita», GRACIAS por hacer de este
camino, un dulce trayecto repleto de comprensión,
ternura y mucho amor. Tu llegada a esta Casa,
como siempre solía decir el Padre Antonio, no
fue por casualidad. El motor que nos mueve nos
mantiene enérgicos y llenos de voluntad y coraje.
Contigo a nuestro lado, nos sentimos más seguros
y más fuertes.
CANGRU

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«A TODOS NuESTROS LECTORES»
El Padre Antonio marchó a la Casa del Padre, con la permanente sensación de
que tras Él había un maravilloso equipo de buenas personas que confiaban en Él y
en su Obra. Como solía decir en muchas ocasiones: “A grandes Obras, grandes
problemas”, y es que el Padre Antonio era muy consciente de todas las consecuencias
y dificultades que van implícitos en los grandes proyectos, y como Él todo lo hacía “a
lo grande”, los quebraderos de cabeza resultaban obvios y esperables. Sin embargo,
a pesar de todo, el disfrute que le proporcionaba su lucha, era infinitamente mayor
al dolor que padecía en la búsqueda y consecución de sus objetivos solidarios y
humanos. Y si había algo que realmente le motivaba a ser tenaz y perseverante, era
el perpetuo calor de los amigos que en todo momento le ayudaban a continuar, y
sobre los que Él sustentaba sus ánimos, sus alegrías, e incluso, sus tristezas.
La amistad de Roque Silva Falcón y el Padre Antonio, data desde hace unos
30 años aproximadamente. Época en la que el Padre Antonio comenzó su andadura
como Párroco en su bendito Pueblo de Punta Brava, siendo en aquel entonces, lugar
de residencia de Roque Silva, el cual nada más conocerle, contagiado por su espíritu
humanitario, emprendedor y luchador, puso a su disposición sus manos y las de su
familia, para todo lo que Él necesitara. Y así, poco a poco, en interminables charlas
de sueños e ilusiones proyectados por el Padre Antonio, Roque aceptó la alianza
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de servirle y ayudarle siempre, con la satisfacción de saber, de que todo cuanto se
llevaría a cabo, sería fruto del amor hacia los demás, en este caso: niños, jóvenes y
ancianos.
El Padre Antonio amarró sus velas en Punta Brava, con energía y fortaleza, porque
sabía que contaba con “amigos de calidad”, que se sumaban a sus inquietudes,
haciendo más sólidas y fuertes, sus manos y sus pies. Roque Silva, con el paso del
tiempo, supuso para el Padre Antonio, un pilar muy importante sobre el que depositó
su confianza, sus ganas de luchar, sus deseos, y en ocasiones, incluso, sus ganas de
llorar. Tal fue así, que ante la idea de crear una Fundación, cuyos fines englobaran
la misión por la cual Él sentía que tenía que gastar su tiempo de vida, le pidió
encarecidamente a Roque que, fuera el Vicepresidente de la misma, hecho que este
aceptó con mucha alegría, sobre todo, porque ciertamente sabía, que esto ayudaría
a caminar al Padre Antonio con seguridad y optimismo.
Poco a poco, y casi sin darse cuenta, Roque Silva, empresario de profesión, se
vio inmerso en una nueva filosofía de vida, de solidaridad y continua colaboración
con la Fundación. Tratando de consolidar dicho compromiso aún con más fuerza,
el Padre Antonio solicitó a su esposa Mary Paz que, fuera la secretaria de la misma.
Cargo que aceptó con inmenso cariño, y que ostentó durante muchos años, con la
satisfacción y el orgullo de saber también, que ayudaba a la Obra con su tiempo,
voluntad y buen hacer.
Fue entonces cuando la vida comenzó a cobrar sentido para esta familia. Para
Roque, trabajar duro durante jornadas enteras, era a lo que se había dedicado durante
toda su vida desde muy joven, estaba acostumbrado a dar todo por la empresa, nada
le parecía demasiado. La gestión de la misma dependía de su voluntad y esfuerzo, y
por supuesto, para Él, el bienestar de sus niñas y su señora era lo primordial y más
importante en su vida. No podía pararse o detenerse en ningún momento. Tenía que
pensar en los empleados, los gastos, los problemas, la rentabilidad, la calidad del
servicio y el atendimiento y satisfacción de los clientes. Y ciertamente, después de
largos años, todo ese esfuerzo había dado sus frutos: Su empresa tenía un nombre
y un prestigio. Se sentía orgulloso de lo conseguido.
Por todas estas circunstancias, El Padre Antonio encontró en Roque, un alma
gemela en la que descansar sus ideas, un corazón noble en el que inyectó sus
sueños y proyectos. Y ante la incertidumbre de no saber lo que el futuro deparaba, la
agradable sensación de contar con amigos que permanecerían aún en los momentos
difíciles, dispuestos a ayudar en todos los aspectos posibles y necesarios.
En la actualidad, Roque Silva Falcón, ha aceptado el reto de continuar la Obra
de su amigo, aquel que un día le pidió que le ayudara a soportar las dificultades y
los malos momentos. Así pues, en honor a tantos momentos vividos y experiencias
compartidas, Roque Silva quiso asumir la responsabilidad de la Presidencia de la
Fundación, prometiéndole en silencio a su eterno amigo, que cumpliría la promesa
de no abandonarle jamás.

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¡Qué BuENO SERÍA!
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Qué bueno sería si cada día, mirásemos al cielo agradeciendo que
estamos vivos, valorando el momento, el instante... alegrándonos por el
gran regalo de la vida. Abrumados por los problemas, acontecimientos
o enfermedades, nos olvidamos de algo fundamental: saber que vivir es
una bendición. Todos tenemos una misión preciosa que realizar, y que a
pesar de que el camino no es fácil, vale la pena llegar a la meta. Es verdad
que a veces nos olvidamos de que Dios está y es Él quien lleva nuestra
historia, pero con frecuencia estamos ciegos y no lo vemos. El estrés
que llevamos, la situación del paro, nuestros problemas, decepciones,
injusticias, etc. hacen que se tape el cielo y no veamos a Dios por ningún lado. Pero igual que aquel
ciego de Jericó que gritaba “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!” y tanto gritó, que Jesús se
paró y le dijo: “¿Qué quieres? -Que vea”. El Señor lo tocó y quedó curado. ¿No seremos nosotros como
ese ciego? Necesitamos gritar, rezar, para que Él nos cure. Si pudiésemos ver y experimentar cada
día que Dios está en nosotros para ayudarnos a caminar, ¡qué felices llegaríamos a ser! Con su luz
todo se ve mejor, los problemas son más llevaderos dejándonos iluminar por Él.
Qué bueno sería conformarnos con menos, aceptar los tiempos difíciles, vivir felices con nuestra
“heredad”, con lo que tenemos, con lo que Dios nos ha dado.
Qué bueno sería poder amar sin condición, perdonar y pedir perdón. “Abajarnos” un poquito y
ser feliz viendo felices a los demás.
Qué bueno sería, si cada día aprovechásemos el tiempo para hacer el bien. Estar al servicio del
otro, porque Jesucristo está en el otro: en el pobre, en el enfermo, en el que sufre, en el que nos pide
que le echemos una mano.
Qué bueno sería compartir nuestro tiempo con el prójimo. Cuántos frutos podríamos recoger a
lo largo del camino. Si plantamos bien la semilla en nuestros corazones, siendo esa buena tierra. Y
no cuesta nada, sólo dejarnos llevar, caminar de la mano de aquel que es el autor de la Vida.
Qué bueno sería transmitir una sonrisa, una palabra de esperanza, como flores perfumadas que
hacen aquietar el alma. Porque toda esta alegría brota del amor que Dios nos ha dado, compartirlo
con los demás hace presente que Jesucristo Resucitado vive en nuestros corazones. Que el Espíritu
Santo nos mueve a llevar una buena noticia a todos: Dios te quiere. Si amásemos como Él nos ama,
seguro que nuestros ojos brillarían de alegría y felicidad. Y a pesar de nuestros sufrimientos, no
perderíamos la sonrisa, porque el Amor lo puede todo.
Hilda Hernández
En la ternura de un niño
en la belleza de una flor
en el canto de las aves
en todo ello, el amor.
Una brisa que acaricia
el cálido rayo de sol
el mar, el cielo, las nubes
en todo ello, el amor.
En una mirada limpia
en una sonrisa abierta
en una palabra amable
y el sentir de corazón
en todo ello, el amor.
En todo ello,
el AMOR
En la paciencia, la confianza
en la humildad, la aceptación
en buscar a Dios
en todo ello, el amor. Hilda Hernández

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Hablan nuestros Bienhechores
La fundación Canaria Hogar Santa Rita, se sirve de
personas e Instituciones buenas y solidarias, para sacar adelante
la Obra del Padre Antonio, con el objetivo primordial, vital y
necesario, de ofrecer calidad de vida a nuestros Mayores. En
esta ocasión, hemos acudido a un gran amigo de esta Casa,
don Manuel Artiles, el cual, si bien es conocido por todos por su
dilatada experiencia profesional en los medios de comunicación,
para la Fundación, ha supuesto un pilar sobre el que sustentamos
nuestras esperanzas.
Como siempre solía decir el Padre Antonio, “necesitamos
de los demás, es por ello que debemos ser agradecidos
con todos los que nos ayudan a caminar”. Por ello, y en su
nombre, queremos hacer constar ante todos los que forman
parte de nuestros Hogares, que la generosidad y voluntad de este gran hombre, nos aligera las
piernas y nos hace más sencillo el continuar.
¿Qué tal Manuel? Encantados de tenerte con nosostros y compartir contigo este ratito.
Cuéntanos:
“Mírame TV” colabora con los Mayores de Santa Rita, a través de un programa que
semanalmente se emite.
¿Qué opinión le merece la fundación Hogar Santa Rita?
La Fundación Hogar Santa Rita es el mejor ejemplo de la solidaridad de un hombre que dio
su vida por los más necesitados: el Padre Antonio. Mantener el testigo de tanta generosidad es
una labor encomiable, más aún en los tiempos adversos que sufrimos. La sociedad necesita de
este tipo de fundaciones. Son la esperanza de mucha gente, y eso, les hace todavía más grandes.
¿Conocías al Padre Antonio, su Obra y sus inquietudes?
Su legado aún perdura en todas las personas que tuvimos la suerte de disfrutar de su
compañía. Recuerdo con especial cariño las palabras que me decía sobre la importancia de que
nuestra existencia no sea sólo pasajera. Él predicaba la necesidad de dejar el mundo un poco
mejor de como lo encontramos. Al menos, me da tranquilidad saber que el Padre Antonio pudo
cumplir su sueño.
La colaboración de “Mírame TV” es un apoyo maravilloso, porque nos permite darnos
a conocer ante todos los ciudadanos, nos permite ser trasparentes y promocionar nuestras
actividades. Manolo Artiles guarda en el alma la solidaridad en el más puro nivel de la expresión,
razón por la cual, en nombre de la fundación, le felicitamos por sus nobles proyectos que
continuamente emprende, siempre a favor de los más desfavorecidos, en la recaudación de
alimentos y recursos. Cuéntanos, ¿cuál es tu siguiente proyecto?
Antes que nada, gracias por sus palabras porque son un balón de oxígeno para todas las
personas que hacemos realidad el proyecto de “Mírame TV”. Nuestra cadena, desde sus inicios
hace ya nueve años, siempre ha mantenido la misma filosofía: estar al lado de las personas.

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Nuestro compromiso es la cercanía y sabemos que, en momentos difíciles, tenemos
que ser el altavoz de una ciudadanía que, por desgracia, atraviesa serias dificultades.
Los problemas de la sociedad son los problemas de nuestro canal y no podemos
mirar para otro lado cuando la gente pasa hambre. Por eso organizamos el Telemaratón Solidario
el pasado 29 de mayo en la plaza de La Concepción de La Laguna. Una gala benéfica en la que
logramos recaudar cerca de 80 toneladas de alimentos que fueron repartidos por Cruz Roja y Banco
de Alimentos entras las familias necesitadas. Es lo menos que podemos hacer; aunque la pena es
que no sean las administraciones las que lleven a cabo este
tipo de iniciativas. En los próximos meses volveremos a
dar alguna sorpresa solidaria al pueblo tinerfeño. Mientras
tanto, nos hemos propuesto mantener una programación
cercana, crítica y abierta a nuestra gente.
A todos los Mayores del Hogar Santa Rita les encanta
escuchar a Manolo Artiles, la simpatía y el carisma
que desprendes los ha cautivado por completo. En
definitiva, no se pierden un programa. ¿Cómo vives la
difícil situación de nuestra gente?
Como te decía, nos hemos convertido en el transmisor
de los problemas que sufre nuestra sociedad. Nuestro
cometido es muy duro, pero gratificante a la vez. Muchas
veces, nos llevamos a casa los dramas que nos cuentan
los ciudadanos, sus preocupaciones... La verdad es que
cuando empezó la crisis, sobre todo por lo que nos decían
nuestros políticos, parecía que esta situación iba a ser
pasajera. Ya han pasado cinco años y todo va a peor.
Tenemos las cifras más altas de paro, de pobreza y de
exclusión social. Hay muchas personas que pasan hambre,
niños y ancianos desamparados. Gracias a que somos un
pueblo solidario, como demuestra cada día la fundación
Santa Rita, hemos logrado frenar una hecatombe social.
No sé cuánto más aguantaremos.
Dedícanos unas palabras de apoyo, contágianos tu
fuerza, tu actitud positiva. Sin duda Manolo, siente que
te necesitamos, con personas como tú, el mundo sería
más fácil y solidario.
Gracias de nuevo pero esto no es una labor de una
sola persona. Tenemos que ser todos juntos los que
logremos dar un giro a la situación actual. Es importante
que despertemos a nuestros políticos para que bajen a la
realidad que se vive en la calle. Somos un pueblo solidario
y es nuestra obligación demostrarlo cada día. Gritemos
muy alto para que nos oigan. Que tengan claro que nunca
van a poder callar nuestra voz. Si logramos estar unidos,
podremos soñar con la esperanza.

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“Momentos de la Obra y Vida del Padre Antonio”
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Comenzar a recordar, es volver a vivir momentos
entrañables e inolvidables como este. Quizás, sean también
muchos los que recuerden estos instantes, con nostalgia y
cariño, el rememorar la fuerza y el entusiasmo de “aquel
cura” que tuvo la osadía de enfrentarse a retos grandes, en
los que era precisa la colaboración de todo un pueblo para
llevarla a cabo. No sólo para la obtención de los materiales,
sino también, para la ejecución de la Obra.
Por supuesto, ante todo, Él sería uno más, un ejemplo
a seguir. Él sabía perfectamente, que entre todos, el esfuerzo
se reparte y se comparte, y que para contagiar a otros del
amor que sentimos por los más necesitados, debemos ser
los primeros en dar sin esperar. Que para la obtención de
beneficios, es preciso sembrar, entregarte sin medidas, y
luego, con gratitud y paciencia, tener fe en Dios y en la Divina
Providencia.
La magia de estas imágenes está en la singularidad del
momento, especialmente, porque con el paso del tiempo,
en la sociedad que actualmente vivimos, la solidaridad, los
valores humanos y los principios morales, han dejado de ser
tan espontáneos y populares como antaño.

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Lo más hermoso: “La personalidad de un gran hombre que pasó la vida
haciendo el bien”.
El Padre Antonio fue el Fundador de los Hogares Santa Rita, Presidente
y Director de la Fundación, y Padre protector de todos los Mayores que han
sido parte de esta bendita Casa.
Tras una larga trayectoria como misionero por Sudamérica, biólogo y
profesor de varias materias en varios colegios e institutos de la Península, el
Padre Antonio es destinado a Tenerife, donde vuelca su labor como párroco de
varios municipios de Canarias, tratando de fomentar entre niños y jóvenes, el
espíritu de lucha, amistad y compañerismo que en todo momento ha sentido
vibrar en su corazón.
Sus funciones sacerdotales siempre fueron muy compatibles con su
inquietud por dejar este mundo inacabado, un poquito mejor que cuando lo
encontró. Su motor, por supuesto, su ferviente fe en Dios y la Divina Providencia. La ilusión y la satisfacción de ser
feliz, obrando por el pobre y el necesitado.
En el año 1981, inauguramos “Santa Rita I”. Un Centro para personas de edad dirigido especialmente para
todos aquellos que por dificultades para permanecer solos en su domicilio –bien por soledad, enfermedad o
escasez de recursos–, debían de recurrir a una residencia en la que pudieran permanecer el resto de sus vidas de
manera digna. Para el mantenimiento del mismo, contábamos y contamos, con las pensiones de nuestros Mayores,
sosteniendo con gran dificultad, las necesidades mínimas y básicas que de ellos se derivan. Sin embargo, como
suspiros de aliento y coraje, las donaciones de alimentos nos han ayudado siempre a “pasar el mes”. La buena
voluntad de la mucha gente buena que hay, nos ha hecho que pudiésemos mantenernos a flote, y a toda vela,
tratando de hacer de este hogar, una casa de auténtico amor.

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EN HONOR A LA VOCACIÓN QUE NOS MUEVE:
“LA SALUD Y EL BIENESTAR DE NUESTROS MAYORES”
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“En la vocación médica se entremezcla un gran amor al
prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males,
un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de
enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre” -
Dr. Gregorio Marañón (1887-1960).
Felicitamos por la loable labor que desempeñan nuestros
médicos en los Hogares Santa Rita, porque aúnan en un solo
concepto, la visión y misión de nuestra Fundación. Enaltecemos
el trabajo de los profesionales médicos que a diario cuidan de
nuestros Mayores, con la preocupación y trato que tanto ansiamos
ofrecer. La coordinación de este Departamento es llevada a cabo
por el Dr. don Mario, el cual, ha sido capaz de llenar el corazón de todos los Residentes, de
esperanzas, aliviando el sufrimiento del cuerpo y el alma.
UN BUEN MÉDICO
Decía Hipócrates, que vivió antes de Cristo y es considerado el padre de la medicina, a
sus alumnos: “Es bueno que os preparéis para dos cosas: una, en ayudar al enfermo; la otra,
en no perjudicarle”.
UN BUEN MÉDICO DEBE:
• Respetar y ser amable con la gente sana y enferma, sin importar quiénes sean.
• Ayudar al paciente y a sus seres queridos cuándo y dónde lo requieran.
• Promover la salud y tratar la enfermedad.
• Abarcar el poder de la comunicación e información para ayudar a la gente con las
mejores preferencias posibles.
• Preguntar siempre con cortesía, dejar hablar a la gente y escucharles atentamente.
• Usar la evidencia como una herramienta, no como un determinante de la práctica;
aceptar humildemente la muerte como una parte de la vida; y ayudar a la gente a
hacer los mejores preparativos cuando la muerte está cerca.
• Trabajar en colaboración con los otros médicos cuando la situación lo requiera; tratarlos
bien y respetarlos.
• Ser un defensor pro-activo de sus pacientes, mentor de otros profesionales de la salud,
y estar dispuesto siempre y preparado para aprender de otros, sin importar su edad,
posición o situación.
“La gente quiere a los médicos que quieren a la gente; antes de ser un buen médico, sé una
buena persona”.

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El Dr. Carlos siente y ama su profesión, como solo lo saben
hacer los que han sido bendecidos con la estrella Divina. Aquella
luz que le dio la bendita oportunidad de acercarse al Cielo,
trabajando en esta tierra con lo que verdaderamente le hace
feliz, ofreciendo además al mundo, todo el bien que su profesión
y su talante de buena persona le otorga. Para el Dr. Carlos, ser un
buen médico forma parte de una excelente y sólida formación
científica y académica. Si bien, la excelencia está determinada
por la capacidad de entrega, sacrificio, preocupación por el
otro, generosidad, lealtad y honestidad. Ser un buen médico es
prevenir y, curar la enfermedad, es conocer las limitaciones de la
ciencia, es acompañar en la muerte digna. Ser un buen médico
es hacer uso racional y adecuado de los recursos, es conocer el sistema dentro del cual se
ejerce. Ser un buen médico es una responsabilidad y un deber, es sentirse comprometido
con el paciente, es entregarle lo mejor de nuestras capacidades, conocimientos y valores.
Ser un buen médico significa construir país y futuro, aportar para fortalecer las bondades
de nuestro sistema y trabajar para mejorar y corregir sus deficiencias. Ser un buen médico
es también ser maestro y lograr que las nuevas generaciones de médicos sean cada vez
mejores.
“Dios regala la vida, los médicos están para salvarla y protegerla”.
Para el Dr. Alfredo, Trabajar en el “Hogar Santa Rita” implica
un concepto diferente de entender la profesión, la medicina
en sí misma, y sobre todo, la vida y la manera de apreciarla y
valorarla. Para este gran profesional, ser médico es, como decía
el Dr. Gregorio Marañón, “entregar la vida a la misión elegida. No
cansarse nunca de estudiar y tener todos los días, la humildad de
aprender la nueva lección de cada día”.
El Dr. Alfredo lo tiene claro, los valores más importantes del ser
humano son la vida y la salud; los actos médicos están orientados
a cuidar la salud con la máxima meta de preservar la vida, siempre
dentro del más alto concepto de calidad y dignidad. Quienes se
dedican al noble ejercicio de la medicina debieran ser las personas
más capacitadas, las más correctas a toda prueba, y al mismo tiempo, las de mayor sensibilidad
humana, con espíritu de cooperación y de servicio a la colectividad.
La Dra. Estela forma parte del Equipo de médicos del “Hogar Santa Rita”, y al igual que
sus compañeros, su calidad humana y conocimientos médicos van unidos de la mano, como
filosofía de vida. Para ella, la atención al anciano será siempre desde una escucha abierta,
positiva y sin juicios de valor ni prejuicios. Esta atención lleva implícita la dedicación de un
cierto tiempo para escuchar cómo está esa persona mayor, qué siente, qué quiere, qué le
gusta, cómo percibe sus recuerdos y experiencias. Esta actitud es muy diferente a la de “oír
las batallitas del abuelo”. La escucha de la que ella habla es humana, y está teñida de aprecio,
consideración, cercanía y acompañamiento.

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La Dra. Estela nos comenta: “Ser mayor no debe constituir
un obstáculo para ser feliz. El camino deseable sería ir hacia un
envejecimiento saludable. Porque, hacernos mayores –¿cuándo
empezamos a ser realmente unos viejos, a los sesenta, a los setenta...
y por qué?– no es sinónimo de enfermedad, y uno de los retos de nuestra
época es vivir más, pero también mejor”.
Independientemente de la edad cronológica de un individuo,
su “interés por la vida” es el factor clave de la existencia y no sólo
depende de esa persona, sino también de las redes sociales en
las que funciona su vida. Las relaciones con las personas mayores
han de estar enmarcadas en ese principio de solidaridad e interés
por lo que les ocurre. La Dra. Estela lo tiene muy claro: “Hemos
de aportar lo mejor de nosotros mismos y adquirir la destreza de
transformar las dificultades en posibilidades de mejora. Esto es, en percibir los problemas
como oportunidades y como medios de superarnos como personas”.
AGRADECIMIENTO A LAS DONACIONES RECIBIDAS
Fundación Canaria Jesús Hdez.
Hortensia Pérez y Familia
Supermercados Alteza
Hipertrebol
Calidosafrut S.L.
Plátanos Donis
Ajos y Cebollas “Paco” S.L.
Frutas La Guagua
Tomates Teno
Plátanos Pepe
Plátanos La Fast
Mil Alimentación
Celgán
Colegio La Pureza
El Horno de Pan
Carnicería Chano
Mercatenerife
Jesumán
Molinos Chano
D.H.L.
Panadería Ciro
Panadería Relieve
Panadería Marrero
Panadería Gonzalo
Panadería Barroso
Pejomar
Pescado Chafiras
Piscifactoría Aguamansa
Granja Tigaiga
Granja La Lajita
Granja La Abejera
Agrorincón
Cooperativa Coagisora
Bimbo
Banco de alimentos
Mercado del Puerto de la Cruz
Domingo Gutiérrez
Garpa Alimentación
Fonteide
Matadero Insular
Clientes Farmacia Gracia Muñoz
Hotel Puerto Palace
Hermanos unidos
Hero España
Compras Anónimas
Tomás Acosta Lima

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Destacamos: LA PELuQuERÍA
Nos hemos acercado al departamento de Peluquería, y con grata alegría
e inmenso orgullo, queremos enaltecer la bonita labor de este equipo de
trabajadoras, que tanto sienten y quieren esta Casa. Como coordinadora
del mismo, tenemos a Cande, la cual repleta de experiencia y amor por los
Mayores, vive cada día su jornada de trabajo, con la agradable sensación de
felicidad, sólo conocida por quienes dedican su vida a hacer lo que en realidad
les hace tocar el Cielo con las manos.
Cuéntanos Cande, háblanos de tu trayectoria por el “Hogar Santa Rita”,
¿Qué te mueve? ¿Cómo funciona la peluquería?
Como bien dices, me mueve el amor. Tengo mi antigüedad en la empresa
gracias al Padre Antonio, creo que no hay nada más bonito que hacer las cosas
con el corazón. Antes no se daban tintes ni mechas, sólo cortes de pelo y
peinados. Hoy en día, se trabaja con los mismos servicios que una peluquería
de la calle. Los martes toca el servicio de peluquería a los hombres residentes
independientes. Durante el resto de días, vamos bajando de las quintas plantas por grupos a los Residentes con
mayores dificultades físicas y psíquicas. Este servicio les da a los Internos, mayor calidad de vida. Los auxiliares
nos van avisando de las personas que necesitan del servicio de peluquería.
El Equipo de trabajo de la peluquería lo forman profesionales y voluntarios, ¿Cómo se distribuye el trabajo?
Nuestro equipo está formado por dos peluqueras: Sonia y yo. Una manicurista: Idaira, y una especialista en
el tratamiento de los pies: Elsa. Contamos con el apoyo de dos voluntarios: Angélico y Fátima. El día a día es casi
imprevisible, puedes tener un servicio diario de hasta treinta Residentes que requieren del servicio, en el caso de
los hombres; y con respecto a las mujeres, dada la complejidad de los servicios que Ellas requieren, color, mechas,
etc., el volumen siempre es inferior.
El trabajo más duro, y al mismo tiempo, el más entrañable, se encuentra en la UCI. En estos casos, tenemos
que bajar a los Residentes de las camas a los carros de baño para realizar nuestro trabajo, o incorporarles en sus
camas con el mayor cuidado posible. Algunos Residentes se muestran algo agresivos a causa de su enfermedad,
es por ello que en ocasiones realizamos el trabajo entre bromas y cánticos, en la necesidad de calmarlos.
Hola Sonia, cuéntanos tu punto vista. Para muchas señoras, la
peluquería supone pasar un ratito entretenido, donde se sienten mimadas
y escuchadas. ¿Las familias valoran esta labor?
Pues sí, muchas familias lo valoran, especialmente, porque les encanta
ver bien a su padre o su madre. En ocasiones, nos llaman, o nos dejan una
nota para que las arreglemos para luego venir a verlas y sacarlas de paseo.
Ciertamente, para los Mayores eso es muy importante y les ilusiona muchísimo.
¿Qué te ha aportado trabajar en Santa Rita?
La experiencia más maravillosa jamás sentida. Yo empecé a trabajar en
el Hogar muy triste, ya que hacía muy poco que había fallecido mi madre, y
ciertamente, poco a poco, me he llenado de fuerza, gracias a la alegría y el
cariño que todos los Residentes nos muestran. Actualmente, acudo a trabajar
feliz, contenta y llena de vida. Nada más empezar, mis problemas se olvidan,
y es que ya no me imagino mi vida sin este trabajo que me ha dado tanto.

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Hola Iraida, cuéntanos tus sensaciones, tu experiencia, háblanos de esa
parte emocional y psicológica tan vital para la vida en el “Hogar Santa Rita”.
Mantener la autoestima bien alta es una necesidad para todos imperiosa,
¿verdad?
En el tiempo que llevo trabajando en el “Hogar Santa Rita”, he descubierto miles
de razones para afirmar, que el departamento de Peluquería resulta de gran utilidad
para lograr que los Mayores se sientan bien en todos los aspectos. Desde mi área
de trabajo, hago todo lo posible por conseguir que se sientan útiles y motivados.
Disfruto de la compañía que me ofrecen, eschuchándoles y aprendiendo a la vez,
mientras les arreglo las uñas, y es que, esta etapa de la vida, es única y singular,
especialmente, porque el cariño, la comprensión y la ternura, cobran inmensa fuerza
e importancia. Trato en todo momento, que la imagen que tengan de sí mismas,
sea positiva, que se sientan felices con la imagen que proyectan hacia los
demás.
En tu opinión, ¿Todas son presumidas, o son sólo una minoría?
En general, Todas son muy presumidas. Suelen solicitar mayoritariamente,
el servicio de las manos y pies, aquellas mujeres que durante toda su vida
dieron importancia a este cuidado. De cualquier manera, tratamos de crear
en todo momento, la necesidad de “estar bonitas” siempre, especialmente,
si esperan salir de paseo o la familia las va a venir a recoger.
Dentro del departamento de Peluquería, contamos con la labor de
una gran profesional, Elsa, cuya función se basa esencialmente en el
cuidado y tratamiento especializado de los pies. Cuéntanos
Elsa, tu experiencia en el “Hogar Santa Rita”.
Cuento con una larga trayectoria de ocho años. La
actividad que desarrollo con respecto a los abuelos es íntima
y personalizada, debido a que no todo pasa por la necesidad
de arreglarse los pies. Gracias a eso se establece un diálogo
basado en los motivos por los cuales me visita, las molestias
que puede estar sintiendo, en donde además, se entremezclan
comentarios y vivencias que sienten la necesidad de expresar
durante la consulta, y así lo hacen. Mientras tanto, observo sus
pies para realizar un diagnóstico, el cual puede definirse según
la afección que presente, tales como: uñas encarnadas, callos
dorsales o ungueal, trastornos de micosis, hiperqueratosis en el metatarso o en la planta del pie, el que muchas
veces viene acompañado de un callo plantar, el cual, resulta muy molesto y doloroso. Una vez finalizada la sesión,
me queda una gran satisfacción personal, al ver como se van aliviados, contentos y agradecidos por lo que han
recibido.
¡¡¡gRACIAS CHICAS!!! Por la bonita y gran labor que llevan a cabo día a día en el “Hogar Santa Rita”. La unión,
el respeto y cariño que mantienen en todo momento en el desempeño de las tareas, las enaltece con el sello de
la excelencia, especialmente, porque el concepto de “trabajo en equipo” se respira y se siente, nada más entrar
en la peluquería. Y es que, como siempre solía decir nuestro querido Padre Antonio: “La unión hace milagros”.
La PELUQUERíA del “Hogar Santa Rita”, es un vivo ejemplo de amor, ternura e infinita paciencia.
Una huella más del paso del Padre Antonio por la Tierra. Un detalle del que nos sentimos inmensamente
orgullosos, especialmente, porque tras sus pasos, seguimos escuchando sus pisadas a través del corazón de
estas grandes mujeres. Que Dios las bendiga, y el Padre Antonio desde el Cielo, desde su infinita sabiduría,
las ayude siempre.

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¿Somos realmente dueños de nuestros recuerdos?
Esta pregunta se la plantearán sin duda muchos de
los familiares de pacientes que padecen la enfermedad de
Alzheimer, al constatar cómo la memoria de sus allegados
se va apagando indefectiblemente. Tan dramáticamente
como se describió en el libro de Rosa Quintero “La hija
del Caníbal”, “el Alzheimer es una dolencia cruel, que
te va devorando la memoria, de modo que no sólo
acaba con tu futuro, sino que también te roba lo que
has sido”.
Con su creciente importancia en nuestra sociedad,
nos surgen mil y una preguntas alrededor de esta
enfermedad, de sus orígenes, de su evolución, e incluso
de su historia entre nosotros, los humanos. Porque nuestra especie es la única que
padece de manera natural Alzheimer, si bien no sabemos con exactitud cuándo nació
y se introdujo en nuestras vidas. El primer caso descrito de esta neuropatología se
efectuó por el psiquiatra y neurólogo alemán que dio su nombre a esta enfermedad,
Alois Alzheimer (1864-1915), el cual identificó por primera vez los síntomas y patología
en una mujer de 51 años (Auguste D) en 1901. Al morir la paciente, 4 años después,
Alois observó una gran atrofia cerebral y la existencia de unas formaciones anómalas en
el cerebro (placas amiloides y ovillos neurofibrilares) que aún hoy en día se utilizan para
establecer el diagnóstico post mortem. De esta manera, el Dr. Alzheimer puso nombre
y “cara” a una enfermedad cuya incidencia ha aumentado progresivamente desde su
identificación, considerándose en el momento actual la enfermedad neurodegenerativa
de mayor incidencia en la población.
¿Y cuáles son las causas del incremento progresivo en la incidencia de Alzheimer?
Esta pregunta presenta múltiples respuestas, si bien no se conocen a ciencia cierta las
causas cruciales para el desarrollo de esta enfermedad. En la mayor parte de los casos es
sin duda una enfermedad íntimamente ligada al estilo de vida, sexo (las hormonas sexuales
femeninas o estrógenos son neuroprotectoras) y, en particular, al envejecimiento. Y, como
dice el refrán, “el envejecimiento es una enfermedad que se adquiere al nacer”, por lo
que no estamos exentos de un progresivo deterioro cognitivo con el paso de los años.
Hay que tener en cuenta que, al menos en el mundo occidental, la esperanza de vida
ha aumentado en más de 10 años en las últimas décadas y, con el aumento de nuestra
esperanza de vida, también estamos en consecuencia más expuestos a enfermedades
derivadas del detrimento de nuestras facultades físicas y mentales como consecuencia
de la edad.
Y ese progresivo desgaste a diversos niveles, reflejado (entre otros) por un aumento del
estrés oxidativo, procesos inflamatorios, modificaciones génicas, proteicas y metabólicas,
e incluso infecciones virales, se puede ver acompañado de alteraciones en los parámetros
moleculares más característicos de esta enfermedad, que cursan con una progresiva
agregación aberrante de dos moléculas representativas de la patología: el amiloide y

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la proteína Tau. La acumulación masiva en las neuronas de agregados de amiloide
(responsable de las placas seniles) y de Tau (que forma ovillos neurofibrilares) provocaría,
en última instancia, la muerte neuronal y, en consecuencia, la pérdida paulatina de
nuestra actividad cerebral. Y con ello, unos años después, podemos dejar de ser dueños
de nuestros recuerdos, de nuestro pasado y futuro, de nuestra autonomía y nuestra
libertad…
Porque el cerebro, ese órgano fascinante cuyo estudio intenso y complejo no cesa
de revelarnos nuevos hallazgos, es en gran parte responsable de nuestra identidad, del
sentido de nuestra existencia. Como los antropólogos afirman, el conocimiento intelectual,
la elaboración de conceptos abstractos y universales, es algo exclusivo de los humanos.
Los animales “perciben”, por ejemplo, que se están comiendo varias piezas de alimento
pero tan solo un humano puede diferenciar su identidad, su número. Tenemos capacidades
cognitivas únicas de nuestra especie Homo sapiens, como es la consciencia de nuestra
propia existencia, y de la existencia de los demás. Competimos intelectualmente entre
nosotros, intentando anticiparnos a los actos de los ajenos, para que se asocien en
nuestros objetivos y proyectos, o incluso para engañarlos. Juan Luis Arsuaga (Catedrático
de Antropología y afamado investigador de los yacimientos burgaleses de Atapuerca)
define que nuestra mente es simbólico-emocional, es decir que manejamos símbolos
(palabras, canciones, objetos) y asociamos emociones a esos símbolos. “Los símbolos
encarnan de tal modo nuestros ideales, que verdaderamente llegan a suplantarlos”.
Por ello, somos la única especie capaz de reunir un gran número de individuos que no
se conocen entre sí en un recinto cerrado para gritar al unísono el nombre de su equipo
favorito. Y, sin querer ponernos dramáticos, los grandes símbolos de la Humanidad de
carácter político, religioso o nacionalista han sido también capaces de aniquilar a un gran
número de individuos de nuestra propia especie. “En esta interminable partida entre
ideas inmortales, los mortales mueren” (del cuaderno de Arsuaga). Y, en consecuencia,
cuando nuestra mente simbólico-emocional se degrada en sus facultades, nuestra propia
identidad parece desvanecerse.
Pero ¿cómo podemos saber que tenemos Alzheimer? Evidentemente, esta pregunta
está expuesta al progreso en los avances científicos para desarrollar diagnósticos más
específicos y eficaces. Cuando el enfermo acude a la consulta aquejado de los primeros
síntomas, que cursan normalmente con alteraciones en la memoria reciente (¡No recuerdo
lo que he desayunado hoy! Pero recuerdo las magdalenas que hacía mi madre cuando
era niño), el neurólogo sigue una serie de criterios de diagnóstico establecidos que incluyen
desde una historia médica y somática detallada, examen neuropsiquiátrico y neurológico,
una batería de exámenes neuropsicológicos, análisis de sangre para excluir demencias
secundarias, resonancia magnética y neuroimagen. No obstante, no nos engañemos,
los estadíos avanzados del Alzheimer son actualmente incurables, y es por ello que uno
de los grandes retos de la investigación del Alzheimer se basa en la detección precoz
de esta enfermedad. Es decir, la captación de algunos “signos identificativos” que nos
den indicios de la posible aparición temprana de un deterioro cognitivo leve, señales
que los investigadores llamamos “biomarcadores” de la enfermedad de Alzheimer. Los
biomarcadores serían pequeñas moléculas (proteínas, lípidos, genes) que puedan verse
alterados incluso antes de que estemos empezando a olvidar lo que hemos desayunado.
Por consiguiente, es de gran interés la búsqueda e identificación de estos biomarcadores

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que puedan ser detectados en líquidos periféricos (sangre, saliva, líquido cefalorraquídeo)
en la fase pre-clínica, y permitan de esta manera iniciar una terapia preventiva más eficaz
para mejorar y prolongar la calidad de vida del paciente.
¿Y qué podemos hacer para prevenirla? Como ya se ha comentado anteriormente,
además del inevitable envejecimiento, el Alzheimer está ligado a varios parámetros diferentes
como son el estilo de vida (nuestra actividad intelectual, nuestra nutrición, nuestra actitud
ante la vida) y, en el caso de la mujer, la llegada de la menopausia que conlleva una
disminución de las hormonas sexuales femeninas, aumentando considerablemente las
posibilidades de desarrollar Alzheimer. Es particularmente interesante la importancia de
los denominados factores nutracéuticos (carotenos, policosanoles, folatos, ácidos grasos
poliinsaturados, etc.) que pueden promover la prevención de la neuropatología. En
efecto, el lema “Somos lo que comemos” es particularmente relevante a nivel cerebral,
órgano que consume un 60% de la energía total en el momento del nacimiento, y
un 20% en un individuo adulto. Numerosos científicos defienden que la evolución del
cerebro del homínido moderno ocurrió gracias a un cambio en la dieta, que pasó de ser
inminentemente vegetariana a ser una dieta con un relativo alto consumo de carne, lo
que conllevó un aumento de la ingesta de proteínas y grasas, un aumento del volumen
del cerebro y, consecuentemente, un desarrollo progresivo de la inteligencia. El célebre
Arsuaga en su libro “Los aborígenes. La alimentación en la evolución humana” califica
de “acontecimiento fundamental de nuestra evolución” el hecho del nacimiento de la
inteligencia humana a partir del aumento del volumen cerebral, como consecuencia del
aporte energético del consumo de carne. Y al hablar de carne, quizás deberíamos añadir
además la carne de pescado, ya que las investigaciones en diversas áreas han demostrado
el papel crucial que ejerce la ingesta de pescado sobre el desarrollo y funcionalidad
cerebral. En apoyo de estas investigaciones, sabemos que la transición al homínido
moderno tuvo lugar en la interfaz agua/tierra, donde surgieron las primeras grandes
civilizaciones humanas, en los valles de los ríos Tigris, Eufrates y Nilo (civilizaciones de
Mesopotamia y Egipto), así como en el río Indo y el río Amarillo en el Lejano Oriente.
Hoy en día sabemos cada vez más sobre la importancia de la ingesta de pescado
en la preservación de la actividad neuronal y, en particular, sobre los ácidos grasos
poliinsaturados (más conocidos como “omega-3”), componentes abundantes en este
alimento que constituyen uno de los nutrientes esenciales de nuestra dieta. De hecho,
las investigaciones recientes sobre los “omega-3” indican que estos ácidos grasos no
solamente son primordiales para el desarrollo y mantenimiento de la funcionalidad
cerebral sino que, además, su carencia a nivel neuronal parece contribuir al desarrollo de
neuropatologías como el Alzheimer. No obstante, aún quedan por elucidar gran parte de
los mecanismos por los cuales estos ácidos grasos podrían actuar de manera preventiva
contra el paulatino deterioro neuronal.
Y retomando la pregunta que encabeza este texto, mi opinión es que es probable que
nuestros recuerdos no siempre nos pertenezcan, de hecho son dinámicos y cambiantes,
y están íntimamente maquillados por las emociones que los acompañan. Pero, lo que es
irrefutable, es que siempre vivimos en el recuerdo de nuestros seres queridos, de aquellos
incondicionales que de alguna manera nos inmortalizan en sus memorias, prolongando
nuestra existencia más allá de la vida de nuestro cerebro.
Raquel Marín

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«AMOR Y SENECTuD»
Si bien en años recientes comienzan a surgir publicaciones que reconocen
la relevancia de la sexualidad a edades avanzadas, y términos como menopausia
y andropausia se asocian con facilidad a una relativa disminución del interés o la
actividad sexual en mujeres y hombres, son menos frecuentes las aportaciones
que reconocen en estas edades el clímax de la capacidad de amar que nos hace
humanos.
No considerar suficientemente la importancia del amor de la vida del anciano
surge del fatal error de la absoluta conexión establecida por la sociedad actual entre
amor y sexualidad. Si bien es cierto que la mayor parte de nuestra vida el amor
encuentra una vía de expresión y reconocimiento a través de la sexualidad, también es cierto que el amor es lo que
nos hace humanos, no la sexualidad. En otras palabras, es posible considerar la capacidad de amar como el atributo
esencial del ser humano, independientemente de otros factores, como la inteligencia, el lenguaje, o la sexualidad en la
plenitud física de la juventud.
Es en este sentido en el que cabe contemplar al anciano, en ocasiones afectado por patologías que cursan con
disminución de su inteligencia, de su memoria, de su lenguaje, o de su movilidad, como un ser humano en el que la
capacidad de amar está intacta, aunque esté imposibilitado de moverse, o limitado para poder expresarse o entender
el lenguaje verbal simbólico; también aunque sea incapaz de conectar los hechos de su vida al irse desintegrando su
memoria, o quizás siendo incapaz de reconocer a sus familiares más próximos.
Del mismo modo que el amor puede bañar al recién nacido, igualmente incapaz que el anciano en las últimas
etapas de muchas enfermedades terminales, algunas tan terribles como la enfermedad de Alzheimer, también debemos
contemplar la necesidad de arropar con todo el amor posible a los seres humanos en esta última etapa de su vida,
independientemente de sus facultades cognitivas. Independientemente de cuál sea su estado fisiológico, sano o debilitado
física o mentalmente por alguna enfermedad.
Porque en la senectud el amor puede permanecer alumbrando la vida de la persona. Si se asume que el ser
humano lo es por su capacidad de amar, y que la inteligencia y el lenguaje son atributos posteriores surgidos en una
especie ya humana por su capacidad de amar, es imprescindible que la sociedad haga honor al atributo original de la
humanidad, la capacidad de amar, y que la devuelva al ser humano en la senectud con intereses, por su dedicación al
amor a lo largo de su vida y por haberlo desplegado desinteresadamente sobre las siguientes generaciones.
Por desgracia, la dificultad o la imposibilidad de comunicarse que se presenta con frecuencia a edades avanzadas
como consecuencia de fallos orgánicos, puede hacer creer a los demás con frecuencia que el anciano sufre una
reducción en su capacidad de amar. Si no habla, si no responde, si parece no detectar la presencia de sus seres
queridos, la inteligencia analítico-sistemática característica de la actual especie humana extrae la conclusión de que
no percibe, de que no entiende, de que está ausente ante sus seres queridos. Y consecuentemente, puede que se le
abandone, aunque sea en las mejores condiciones sanitarias y asistenciales posibles, dado que quizás la mejor manera
de soportar el alejamiento que parece manifestar el anciano sea para sus familiares el interpretar que, efectivamente,
ha iniciado su viaje a un mundo mejor y ya no se encuentra junto a ellos.
Pero, no es así. Aunque el deterioro físico corporal y cerebral termine creando un muro aparentemente infranqueable
entre el anciano que padece una enfermedad terminal (el Alzheimer para la mitad de los Mayores de 85 años y cerca
de la décima parte de los Mayores de 65 años), quizás su capacidad de amar esté intacta, y si no es a través de
la palabra, podrá percibir el amor a través del tacto, y aunque no pueda expresarlo, sí es posible beneficiarse de su
sonrisa, o con suerte, ya al final de su vida, de un brevísimo destello de su atención. Detrás de esa sonrisa, o de
ese instante de atención, o de ese momento en el que parece fijar la mirada y que brotan con esfuerzo de un cerebro
en vías de desintegración, es muy probable que perdure relativamente intacta la capacidad de amar que nos hizo
humanos.

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Si tal ocurre en situaciones que cabe calificar de terribles por enfermedades o tratamientos paliativos, se comprenderá
que en un envejecimiento no afectado por daños físicos o mentales importantes, la capacidad de amar debe estar intacta.
Cosa distinta es la que se refiere a la sexualidad, en la que puede detectarse un declive notable en ambos sexos a partir
de los 50 años. Pero que el amor es lo más importante también en la vida del anciano, como en todo el ciclo vital,
es algo que suele escaparse a la comprensión de la especie humana actual, en la que la pretendida asociación entre
amor y sexualidad está claramente establecida, llegándose a la errónea conclusión de que, si hay menos sexo, debe
de haber menos capacidad de amar. Y es ésa una asociación falaz, en tanto que el amor surge en la especie humana
como una nueva fuerza que nos hace humanos, y que coadyuva a la eficacia reproductora de la especie humana, pero
que trasciende de la sexualidad para adquirir entidad propia: el amor existe en la especie humana, independientemente
de la sexualidad, al igual que en los animales que pueden experimentarlo, también se añadió el placer a la sexualidad;
así también persiste en la senectud, probablemente intacta, si no incrementada por la experiencia y la sabiduría, la
capacidad de amar.
Es muy probable que la Ciencia haya contribuido a la desconsideración actual de la importancia del amor en el
envejecimiento. Como quiera que las distintas disciplinas científicas que estudian el cuerpo y la mente humanas lo
hacen desde el método científico-experimental, y evalúan el estado de las variables en estudio desde una perspectiva
racional y lógica, se comprueba repetidamente que, en todas las personas, hay un continuado declive, más o menos
acusado, en el rendimiento físico y mental, con las escasas excepciones que como es sabido, sólo sirven para confirmar
la regla. Tal regla se aplica también, equivocadamente, a la capacidad de amar.
También es posible contemplar tales excepciones al deterioro físico y mental, no como ocasionales anormalidades,
sino más bien como posibilidades. Es posible comprender que, si una persona mayor y sin enfermedad alcanza
edades avanzadas con un estado físico y mental relativamente bien conservado respecto a sus capacidades previas
en la edad adulta, todas las personas sanas podrían alcanzar igualmente tal edad avanzada en similares condiciones.
La desintegración del cuerpo y del cerebro, si bien inevitable aún en nuestros días, no tendría que ocurrir, salvo en
enfermedades que aún no tengan cura, antes que la de las personas que alcanzan edades muy avanzadas en un
estado fisiológico y mental excelente. Aunque es cierto que las experiencias vividas, así como el material hereditario
que se posea, juegan un papel esencial en la velocidad y curso del envejecimiento, también es cierto que los posibles
defectos físicos y mentales que se pueden ir presentando no tienen por qué asociarse necesariamente al núcleo que
mejor caracteriza la esencia de la humanidad, que es la capacidad de amar.
Entender el discurrir de la vida como la paulatina adquisición del conocimiento lleva implícito que, a edades
avanzadas, debe situarse más próxima la consecución de la sabiduría y la felicidad. Por ello son frecuentes en las
sociedades primitivas instituciones como los Consejos de Ancianos, que con sus diversas y dilatadas experiencias de
todo tipo pueden orientar a la sociedad ante los eventos a los que se van enfrentando los ciudadanos y que muchas
veces constituyen repeticiones del pasado. Así, de manera generalizada y en todas las culturas, el anciano era respetado
por su utilidad por el resto del colectivo. En cambio, en las sociedades occidentales actuales, de un modo misterioso,
pero menos si se contempla desde la perspectiva de la cada vez mayor relevancia del desempeño físico, de la actividad,
y también de la sexualidad, tienden a resaltarse los valores juveniles, cuando no infantiles, tanto en la apariencia, con
cada vez más frecuentes y agresivas intervenciones quirúrgicas, como en el comportamiento, con la potenciación de
hábitos de conducta más propios de la adolescencia y que tienden a preferirse a todas las edades.
La exaltación de la sexualidad lleva aparejada simultáneamente la desconsideración del amor como factor
caracterizador del ser humano. La construcción de un falso círculo imaginario en el que el amor está contenido y
delimitado dentro de la sexualidad, como una simple emoción añadida a la sexualidad, hace que la vida de jóvenes y
adultos de ambos sexos gire en torno a la sexualidad, que sirve de frontera, pero también de pantalla de ocultación del
amor. De este modo, al mismo tiempo que se potencian cuerpos y mentes más proclives físicamente a la reproducción,
se desdeñan y evitan las características que antes sirvieron como señales de sabiduría y conocimiento –las arrugas,
el pelo blanco, los achaques– y que eran el resultado de una larga vida.
Un cuerpo agradable y cuidado, y una mente ágil, inquieta y diversificada en sus intereses, no se buscan por
su utilidad para conservar al organismo en buen estado a edades avanzadas, sino, por el contrario, para prolongar un
estado juvenil y activo en términos sexuales, y alejar así el fantasma del deterioro y la inactividad sexual. El triunfo de

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la apariencia sobre la esencia, del tener sobre el ser, del mantenerse sobre el estar, parecen convertirse en el sueño
del actual ser humano occidental. Sobre este panorama general planea el descrédito de la capacidad de amar, con la
consecuente desvalorización del amor como concepto social y como potencialidad del anciano.
En esta perspectiva predominante en la actualidad, la consideración del amor y de la capacidad de amar que
posibilitaron el surgimiento de la humanidad, simplemente desaparecen, precisamente por la unificación entre amor
y sexualidad que ha potenciado la mente analítico-sistemática del ser humano actual, incapaz de captar la verdadera
significación del papel del amor en el origen del ser humano.
Estas reflexiones no sólo tienen consecuencias generales y teóricas sobre el curso de la evolución humana actual.
También pueden tener relevancia en relación con aspectos prácticos tan importantes como la duración y calidad de
la vida en la etapa final del ciclo vital de cada persona. Muchos indicios sugieren que el amor es un factor clave en
la vida del ser humano, también a edades avanzadas, incluso en términos de supervivencia efectiva del anciano. No
son infrecuentes los casos de parejas de muchos años que fallecen con poco tiempo de separación entre ambos, y
sin causa aparente para la muerte del sobreviviente tras el fallecimiento del primero. Como se ha comentado en otra
parte, aunque inicialmente incomprensibles para las ciencias médicas, estos casos constituyen una prueba esencial que
permite resaltar la importancia del amor en la vida humana sobre todo a edades avanzadas. Porque esa importancia va
más allá de los factores psicológicos puntuales a los que suele recurrirse para explicar estos decesos, como la tristeza,
la soledad, el aislamiento, etc., y que apuntan a un fallo fisiológico brusco en el sobreviviente y que está asociado
directamente a la desaparición de la persona amada.
El amor podría considerarse el principal nutriente del motor que mantiene con vida al ser humano de edad avanzada
que ha amado, y este motor parece poder alimentarse sólo de la presencia de la persona amada. Los bienes materiales
que se posean, los logros alcanzados, el reconocimiento social y público que se hayan podido conseguir, el apoyo de
los descendientes, de otros familiares o de amigos, o su presencia constante, nada significan.
La desaparición de la persona amada, cuando se ha vivido una relación amorosa plena, genera cambios brutales
en la percepción, en la comunicación, y en el razonamiento del superviviente. También en otros aspectos más sutiles
del funcionamiento cerebral y de toda la fisiología, a través de emociones, sentimientos, ilusiones, felicidad, rutinas, y
multitud de cambios difícilmente mensurables del sobreviviente. Éste o ésta pueden perdurar algunos meses o años,
manifestando de manera más o menos explícita su pesar por la ausencia de la persona amada, pero de alguna manera,
los más cercanos comprenden que la persona afectada se está apagando, como efectivamente ocurre sin remedio,
tras un tiempo variable y usualmente corto. Un caso paradigmático entre tantos otros lo constituye el del Premio Nobel
español D. Severo Ochoa, a quién desde la distancia tantos compatriotas acompañamos en sus sentimientos en su triste
discurrir final en soledad hasta que alcanzó la paz del descanso que anhelaba. Para él, como para tantos amantes, nada
significaron todos los logros y reconocimientos obtenidos a lo largo de una vida plena profesional y socialmente, quizás
sacrificando una mayor dedicación a su amor, una vez que la luz que lo iluminó durante su vida dejó de acompañarle.
El amor puede mantener físicamente la vida de la persona anciana que ha amado. No todas las personas aman
a lo largo de su vida, ni todas son amadas. Por ello, y por otros factores antes mencionados, el amor no se considera
habitualmente un factor clave para la supervivencia y, sin embargo, tantas personas mayores que fallecen poco tiempo
después de su cónyuge, probablemente constituyen una prueba adicional de la importancia del amor en la aparición de
la especie humana, así como la prueba de que el lenguaje, la inteligencia y todas las restantes capacidades humanas
son secundarias frente a esa extraordinaria fuerza evolutiva que es la capacidad de amar, la única que puede constatarse
que, cuando desaparece uno de los miembros de una pareja de amantes, era realmente la que justificaba el interés por
la vida del superviviente. De hecho, probablemente era toda la vida del superviviente.
A tal punto llega la importancia del amor en la senectud. El despliegue continuado u ocasional del amor que
ha podido mostrar de distintas maneras, a su pareja, sus hijos, su familia, sus amistades, merece nuestro mayor
reconocimiento. Aunque se presente la triste realidad de una enfermedad terminal que le afecte y llegue a incapacitarle
para reconocerlos o transmitirlos, el amor es para el anciano algo más que la palabra, el afecto o la sonrisa que pueda
entender o expresar. Probablemente sea el amor, en suma, lo último que experimente su cerebro en funcionamiento,
lo último que pueda sentir, su única y cálida compañía cuando las fuerzas y su propia mente le abandonan.
Enrique Burunat Gutiérrez - Psicobiólogo

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EL HORÓSCOPO DE LOS ÁNGELES
Tu ángel te protege para
que puedas superar las
dificultades familiares que
en este momento tanto te
desorientan. Las tensiones te causan
mucho malestar.
Te aconseja: No pongas grandes
expectativas en tratos comerciales
pendientes. Ten calma, las cosas van a
mejorar. No pierdas el humor. No vale la
pena. Un nuevo mundo de esperanzas
te espera.
Tu ángel te protege para
que sigas recibiendo
comprensión y tolerancia.
Tu vida está atravesando
un momento maravilloso que debes
cuidar. Sé meticuloso y comedido en
tus palabras.
Te aconseja: que no te rindas ante el
primer obstáculo, la vida está llena de
ellos, pero tras el más alto, está lo que
más ansías. Lucha por ello.
Tu ángel te protege para
que seas capaz de superar
las tensiones que en estos
momentos tanto te desbordan.
Tus energías están enfocadas en tus
perspectivas laborales o económicas.
Te aconseja: que no te confíes de los
halagos ni las palabras de aquellos que
dicen apreciarte tanto. Sé justo con
tus actos y con lo que obtienes de los
demás. Mantente en alerta. Lo mejor
está por venir.
Tu ángel te protege para
que seas capaz de tomar las
decisiones sin que el miedo
al fracaso sea superior al
deseo de cumplir tus deseos y sueños.
No te canses de luchar.
Te aconseja: que sigas aprendiendo,
que sigas creciendo, y mejorando de
los demás. No pierdas el horizonte, el
camino está lleno de compensaciones
importantes.
Tu ángel te protege para que
conviertas la amistad en el
principal eje de tu vida. Valora
y sorpréndete con los gestos
de calor y humanidad que eres capaz
de ofrecer. Déjate amar sin condiciones.
Te aconseja: que seas humilde.
Abandona la soberbia y el orgullo. Pronto
descubrirás el verdadero sentido de la
vida en todos sus aspectos.
Tu ángel te protege para
que los momentos difíciles
y tensos que has de vivir, lo
superes con éxito. El apoyo
de tu pareja es vital para ti. Todo
tendrá un significado muy pronto. Ten
Paciencia.
Te aconseja: que recuperes el gusto
por la lectura, disfruta de tu tiempo en
soledad. Esfuérzate por escuchar un
poco más.
Tu ángel te protege para que
sigas con tus perspectivas
de futuro. Tus pensamientos
te van a favorecer mucho.
Este momento es muy especial para
ti. Aprovecha lo bueno de los cambios.
Te aconseja: que mantengas tu espíritu
lleno de optimismo y claridad. Sin
miedos ni rencores. Visualiza tu sueño,
y preocúpate por lo que pronto harás
con él, porque se va a cumplir.
Tu ángel te protege para
que seas capaz de perdonar
aunque hayas sido lastimado,
porque corres el riesgo de
vivir en tu propia cárcel lo que te queda
de vida. No te dejes intimidar. Vales
tanto como tú desees. Sólo necesitas
creer en ti.
Te aconseja: que aparques el odio y
la rabia, para dar paso al perdón y la
comprensión. Tu dolor puede causarte
muchas heridas lamentables.
Tu ángel te protege para
que no te dejes influenciar
por esas mentes poderosas
que tanto daño pueden
hacerte. Tu extraordinaria perseverancia
y esfuerzo, te ayudarán a lograr lo que
te propones.
Te aconseja: que trates de combatir el
estrés con la oración. Fortalece tu interior
y protege tu autoestima. No permitas
que nadie robe tu alegría.
Tu ángel te protege para que
tu sentido del deber no te
cause tantas dificultades. Se
presentan momentos excelentes
para ti. Aprovéchalos con mucha
inteligencia. Novedades laborales.
Te aconseja: que para evitar altibajos
en tu pareja, recurras al sentido común,
y no permitas que las inseguridades te
atormenten tanto. Podrías perjudicarte
mucho.
Tu ángel te protege para
que comprendas lo que
tratan de hacerte ver. Has
dejado de lado muchas
cosas importantes y vitales tu equilibrio
emocional. Las consecuencias pueden
ser lamentables.
Te aconseja: que prestes atención a tu
pareja. Que cuides tu corazón, y que te
nutras del amor de Dios.
Tu ángel te protege para
que trates de serenarte en
estos momentos, en los que
los enfrentamientos se han
apoderado de tus días. Reflexiona antes
de hablar y actuar. Puedes quedarte
solo.
Te aconseja: que confíes en tu
capacidad de trabajo y tus habilidades,
no te subestimes ni te dejes ganar por
sentimientos negativos. Dios piensa en
ti.
CANDY

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“AGRADECIMIENTO DE HONOR”
Dr. don Rafael Castro Fuentes
En nombre de la Fundación Canaria Hogar Santa Rita,
residentes, familiares, voluntarios y amigos de esta casa,
queremos agradecer al Dr. don Rafael Castro, su labor
y desinteresada colaboración con la Fundación. Es para
nosotros un gran honor, contar con la estimable ayuda
de este prestigioso científico, docente e investigador del
Departamento de Fisiología de la uLL.
Su aportación con la Fundación para el Alzheimer
Santa Leonor y Santa Rita, su ilusión y empeño en fomentar
la inquietud por aprender y conocer más sobre esa fatídica
enfermedad del Alzheimer que tanto daño causa a
pacientes y familiares. Sus conocimientos, sus ganas de trabajar, sus principios
morales y valores humanos, hacen de este gran maestro, el gran soporte sobre el
cual el Padre Antonio depositó sus sueños y esperanzas, como base y fundamento
de su gran proyecto, “El Centro especializado para enfermos de Alzheimer”.
Actualmente, dadas las difíciles circunstancias económicas actuales que azotan
nuestra sociedad, la creación de dicho Centro ha tenido que hacerse esperar, todo
ello, con la permanente ilusión de que, quizás algún día, si Dios lo permite y el Padre
Antonio nos alienta en la consecución de dicho proyecto, lograremos convertir esta
terrible pena en “una fructífera misión cumplida”, con el sello del Amor de un ser
único y maravilloso, que entregó su vida a favor de los más desfavorecidos.
Mientras, los días transcurren, los meses, e incluso los años, y a pesar de todo,
la esencia de la generosidad de don Rafael Castro permanece, la voluntad de seguir
adelante sigue siendo una realidad latente, su participación con nuestra revista en
la publicación de diferentes artículos de índole científico, así como la involucración
también de otros compañeros de profesión, que contagiados de su perseverante labor,
se suman a la edición de la misma, con la ferviente inquietud de ayudarnos a no
perder la esperanza.
Muchas Gracias don Rafael. Gracias por estar, como le hubiera dicho el Padre
Antonio: “Gracias por existir. Usted no llegó a Santa Rita por casualidad”. Nuestro
protector desde el Cielo, en su necesidad continua a ser agradecido con todos los
que nos ayudan, le guiará y le cuidará siempre.

Página 34 Abril - Julio - 2012 / Nº 58
“Detalles que recordar...”
Para el Padre Antonio, el concepto
familia resultaba inmensamente
importante. Sin calor, sin alma, nada
valía la pena ni tenía sentido. Crear una
Residencia para Ancianos, no era lo que
realmente Él deseaba, se alejaba con
horror de la idea de crear un almacén
de personas mayores abandonadas en
el olvido, como si de estorbos inservibles
se tratara. Para Él, el ser humano,
independientemente de su condición
social, color político o religión, hasta el
último instante de su vida, era un ser
creado por Dios, un hijo de Dios, digno y
merecedor del respeto y la misericordia. Sin embargo, como pruebas y señales de vida, a
su encuentro seguían acudiendo, ancianos pobres y necesitados, suplicándole esperanza,
fe, una solución a su desgracia, a la soledad que tanto les ahogaba...
Momentos de reflexión, de inspiración, de confianza en la Divina Providencia, le hicieron
ponerse manos a la Obra. Él se sentía seguro y tranquilo, tenía como Capitán, nada más y
nada menos, que al mismo Dios, y claramente, con Él a su lado, nada podía salir mal. Las
casualidades no existen, sólo la causalidad, y por muchas razones dictadas por el Cielo, su
misión comenzaba en Punta Brava, con la edificación de un Hogar para personas de edad,
donde prevalecería el amor, la ternura, y sobre todo, la vida en familia. Y Él, como Padre
y protector de todos, lucharía con el alma, para que no les faltara nada. Por todo ello, se
esmeró muchísimo en cuidar los detalles que quizás más necesitaban: el calor humano.
Cada día, además de encomendarse a Dios en la búsqueda de recursos económicos,
ya que muchos de ellos, sólo tenían pensiones muy pequeñas, incluso algunos, sin ninguna.
Disfrutaba hablando con ellos, contando anécdotas, haciéndolos cantar, bailar, emocionarse,
reír... en definitiva, vivir.
Las necesidades seguían, crecían, y una vez más, una nueva señal de continuidad
visualizó el camino que aún debía seguir. Un residente agradecido, don Óscar Regalado,
le pidió al Padre Antonio que, edificara un segundo Hogar con jardines, más grande, que
diera la posibilidad de ofrecer esperanza, a tantos que como él habían necesitado un lugar
donde vivir sin la falta de amor, en amistad y fraternidad plena. Para ello, le ofreció un
dinero que él bien sabía, estaba en las mismas manos de la fe y la buena voluntad. Y así,
nuevamente, con el entusiasmo que tanto caracterizó al Padre Antonio, en prácticamente
dos años, milagrosamente, El HOGAR SANTA RITA se logró edificar, gracias a la ingeniosa
y divina idea de la venta de los “Pedacitos de Cielo”. Y bajo un lema que defendió hasta el
último instante de su vida, y que pidió rotularan en un cartel luminoso ubicado en lo más
alto del mismo: “Este edificio es un monumento a la bondad de Dios y la gente buena”.
Cumpliendo así su objetivo: la creación de un Hotel de Lujo para Pobres, y en el que jamás
faltaría la calidad humana y la razón por el que fue creado.

Abril - Julio - 2012 / Nº 58
“Momentos de vida de Roque con el Padre Antonio”
Página 35
¡Son tantos y tantos los momentos vividos! Muchos
son los recuerdos que jamás podrán ser olvidados.
Instantes que quedarán por siempre, instalados en
la retina de don Roque Silva, como regalos de vida de
experiencias compartidas, con su gran amigo de viaje,
Padre Antonio.
Hablamos de aventuras, sueños, ideas, proyectos,
ganas de luchar, de dar paso a nuevas iniciativas, de
“cargar pilas” con el optimismo, la fe en Dios y la Divina
Providencia.
Así fueron transcurriendo los años, y si bien el paso
del tiempo puede desgastar en gran medida nuestro físico,
sin duda lo más bonito, lo verdaderamente importante,
permanece intacto, sin arrugas, sin el menor daño,
hablamos de la amistad.
La amistad lleva implícita valores y compromisos
que ante todo, el Padre Antonio y don Roque supieron
siempre mantener. Entre ambos existió un pacto de lealtad
y fraternidad, que ha permanecido siempre en el corazón de
ambos, con la certeza de que dicha unión sería mantenida,
aún más allá de las estrellas.
Llegó el momento, la gran prueba de cumplir con lo
convenido, de no abandonar a la deriva aquellas promesas
de “continuar aunque yo no esté” de “seguir hasta el final”.
Tener una relación implica compromisos y obligaciones.
Y es que uno firma un contrato. Tácitamente, claro
que sí. Uno firma sin mirar la letra chiquita, sin garantías
y sin seguro de riesgo. Y aún sin darse uno cuenta, ya ha
firmado, con el corazón.

Página 36 Abril - Julio - 2012 / Nº 58
El Humor de los ANCIANOS
... aún
ancianos
1. ¿Me da una habitación con baño? Le damos la
habitación, pero el baño se lo tiene que dar usted.
2.
3. En la escuela, la maestra dice: a ver Luis, ¿cómo
te imaginas la escuela ideal? ¡Cerrada, maestra!
4. ¿Mamá, la estufa tiene dientes? No, hijo. Entonces,
el abuelo se prendió fuego.
5. Oye, ¿qué es peor, la ignorancia o el desinterés?
Pues ni lo sé, ni me importa.
6. Doctor, soy asmático, ¿es grave? No amigo, es
esdrújula.
7. ¡Mamá, mamá, en el colegio me estaban pegando
una paliza! ¿Y te has vengado, hijo? ¡Hombre! ¡Si
no me vengo, me matan!
8. ¿En qué se parecen los hombres a los calcetines?
En que sólo sirven para meter la pata.
9. Era un hombre tan flaco, pero tan flaco, que no
tenía ni dedo gordo.
10. ¿Qué le dice una impresora a otra? ¿Esta hoja es
tuya o es impresión mía?
11. En un autobús van unos bizcos turistas por París
y dice el guía: Si miran a la izquierda, verán a la
derecha la torre Eiffel.
12. Esta es una señora que llama a una carnicería y
pregunta: ¿Tiene orejas de conejo? Sí señora. ¿Y
cabeza de cerdo? Pues si, también. ¡Dios mío! Es
usted un monstruo.
13. Dijo el capitán: ¡Suban las velas! Y abajo se
quedaron a oscuras.
14. Dijo el capitán: ¡Den vueltas a estribor! Y Estribor
quedó patas arriba y mareado.
15. Dijo el capitán: ¡Suelten amarras! Y marras salió
y se los comió a todos.
16. Era un niño tan bruto, tan Bruto, que cuando la
maestra borraba la tarea del pizarrón, él la borraba
del cuaderno.
17. Va un niño y le pregunta a su mamá: Mamá,
mamá, ¿cuál es la fecha de mi nacimiento? Y
dice la mama: El 22 de abril. ¡Que coincidencia,
el mismo día de mi cumpleaños!
18. Llega un chico y le pregunta a su amigo: ¿Viste
el apagón de anoche? Y le contesta: No, en mi
casa se fue la luz.
19. ¡Mama! ¡Mama! en el colegio me dicen fin de
semana. ¿y eso porque Domingo?
20. Este era un niño tan feo, pero tan feo, que
cuando iba a salir a la calle, para darse ánimos
le preguntaba al teléfono: ¿Quién es el niño más
bonito? Y el teléfono sonaba tu tu tu tu tu tu tu
tu tu…
21. Do you speak English? ¿Cómo dice usted? ¿Do
you speak English? ¡No lo entiendo! Le pregunto
que si habla usted Inglés. ¡Ah sí, perfectamente!
22. Dice un ciego: ¡Veo sombras! Dice un sordo: ¡Oigo
pasos! Dice un cojo: ¡Sea quien sea, lo agarramos
a patadas!
23. Dijo el capitán: ¡40 grados a babor! Y Babor murió
calcinado.
24. ¿Cómo se dice, “estoy perdido” en Chino? ¿Ontoi?
25. Entra un nuevo profe al curso y se presenta:
Buenos días, mi nombre es Largo. Dice Juanito:
No importa, tenemos tiempo.
26. Un francés quería ir a un safari y contrató a un
guía mexicano y se fueron al safari. Estando en
plena selva apareció un tigre, el mexicano corrió y
el francés le gritó: ¡Esperra, esperra! Y el mexicano
le responde: No, no es perra es un… ¡tigre!
27. Un español se encuentra a un chino y dice: ¡Hola!
Y el chino dice: Las 12:30.
28. A ver, hijo, ¿cuánto es 4 por 4? Empate. ¿Y cuánto
es 2 por 1? Oferta.
29. ¿Cómo se dice estoy muerto en Inglés? Memory
30. Llaman a la escuela: ¿Hola? ¿Si? ¡Buenos días!
Mi niño hoy no pudo ir a la escuela porque estaba
enfermo. ¿Ah sí? ¿Y con quién hablo? Con mi
papá.
31. Va una pareja en su coche camino a casa de los
padres de la esposa. Dicha casa se encuentra
fuera de la ciudad, y por el camino pasa un grupo
de vacas y la señora le pregunta a su esposo: ¿Son
tus parientes? El esposo la mira con seriedad y le
contesta: Sí, son mi suegro y mi suegra.
32. ¿Cuál es la ciudad con la tierra menos productiva

Abril - Julio - 2012 / Nº 58
“La Historia de una Vida”
Página 37
Nací el 14 de enero de 1936, en un barrio de Los Realejos:
hoy, antes: Realejo Bajo. Mi infancia no fue de lo peor, pues no
sufrí lo que la mayoría de mi generación, hambre, enfermedades, la
más común era la tuberculosis. Buena parte de los recién nacidos
padecían raquitismo, debido a la mala alimentación de las madres,
pues los menos hijos que tenían eran sobre 8. La mortandad infantil
era muy elevada.
Por otras circunstancias, mi infancia y adolescencia me
marcaron, las cuales no las voy a revelar en estas líneas.
Tras un breve paso por los colegios de la época, sólo nos
enseñaban a leer y escribir durante 5 años aproximadamente. A los 12
años, y hasta los 20, comencé a trabajar en la finca donde vivíamos,
en el Puerto de la Cruz. Fue ésta una época llena de malos momentos.
Recuerdo con 17 años, ejerciendo de guardia nocturno, en uno de
los más emblemáticos empaquetados de plátanos y papas del Puerto de la Cruz, cuyos dueños eran
los mismos que los de la finca en que vivía, y durante el día, el trabajo de la platanera. Si bien sólo
fue durante una temporada, los recuerdos y las emociones sentidas, permanecieron en mí siempre.
A los 21 años, y pese a la oposición recibida, decidí cambiar de trabajo, y solicité una plaza
de cobrador en la única empresa de transporte que había: “Transportes de Tenerife S.L.”. El acceso
a la misma estaba complicado, dado que mi bajo nivel académico resultaba un impedimento notorio
para ello, es por eso que, debía de hacer prácticas en dicha empresa para obtener al menos, la
posibilidad de ocupar dicho puesto con garantías, si bien tenía que compatibilizarlas con el trabajo
de la Platanera.
Afortunadamente, conseguí el tan ansiado puesto de trabajo, si bien, al año, que tuve que
ausentarme para hacer el servicio militar. En estos 18 meses, intenté formarme con ilusión, tesón y
esfuerzo, especialmente, en los temas relacionados a la atención al público, amén de otros que tenían
relación con el funcionamiento de las estaciones. En 1957, el 17 de diciembre, contraje matrimonio,
sobre todo, me permitió alejarme del ambiente donde había crecido.
Durante cuatro años, estuve prestando mis servicios como cobrador, sin dejar de formarme,
pues en la estaciones se creó la figura de Factor, que consistía en la venta de billetes a los cobradores,
programación de servicios, etc. En definitiva, ayudante del Jefe de estación. Para una sola plaza
existían muchos candidatos, tras las pruebas pertinentes, conseguí la plaza, pero dado que no era
del grado del Jefe de Estación, ya que éste realmente quería dicho puesto para un compañero con el
que mantenía una relación muy íntima y especial. Por dicha razón, sufrí en mis comienzos, muchos
problemas por parte de dicho señor, con desprecios continuos y actitudes vejatorias hacia mi persona.
Lo cual finalizó, en el momento en que tuvo conocimiento de dicha circunstancia, el Director General
de la empresa del Puerto de la Cruz. El cual, reconocía mi trabajo con gran satisfacción por mi parte,
razón por la cual, fui nombrado con la misma categoría, como relevo de los Jefes de Estación del
Puerto de la Cruz y La Orotava, y factores adjuntos. Si bien el acoso sufrido cesó en gran medida,
por desgracia, la relación con este señor jamás fue aceptable.
En el año 1966, salieron a concurso oposición de Régimen interno, dos plazas de Inspector,
para la adjudicación, habían 82 aspirantes, 8 meses más tarde se celebraron las pruebas, tiempo

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más que suficiente para prepararme. Según el resultado de los exámenes, logré obtener la nota más
alta. Por tanto, mi función como Inspector la llevé a cabo desde diciembre de 1967 hasta el 31 de
enero de 2000.
Hasta aquí, mi vida laboral. Mi vida sentimental me causa tristeza recordarla, pues no se la
deseo ni a mi mayor enemigo. Sólo voy a mencionar algunos detalles: me tocó una mujer excelente
como esposa y madre, con la que compartí 46 años de matrimonio. La gran desgracia vivida fue
que perdí un hijo con 18 años, y a ella, con 68. Ambos, de una terrible enfermedad.
Hoy, a mis 76 años, me doy cuenta que con esfuerzo y voluntad, se puede llegar lejos. Eso
sí, es necesario trabajar duro, prepararse y formarse bien. Pues, sólo así pude llegar hasta donde
llegué, aún sin ayuda, sirviéndome de mis propios medios, manteniendo siempre muy alto, el talante
de superación y una actitud positiva.
Al final de mi vida, y a pesar de tantos sinsabores, me considero una persona afortunada.
A través de estas líneas, animo a mis tres nietos, a seguir adelante. No a mejorar, porque eso
sería imposible. Sólo quisiera que sepan, que yo sin ayuda, todo lo contrario (como se suele decir),
“poniéndome palos en la ruedas”, llegué lejos. Ustedes, con esfuerzo y con el nivel académico que
tienen, serán grandes figuras. Desearía, transmitan a los suyos, los valores que han heredado de sus
padres.
¡Adelante chicos! Sigan en la misma línea. «¡Los estaré acechando!», aunque no esté entre ustedes.
Abuelo
Abraham García Pérez
“AGRADECIMIENTO”
En agradecimiento a todas las Cuidadoras de la uCI de FÁTIMA, de la
“Fundación Canaria Hogar Santa Rita” en el Puerto de la Cruz; por todo su cariño
y profesionalidad dedicado en el cuidado y la atención, dado a nuestra madre NÉLIDA
PÉREZ SOCAS (fallecida el 16 de abril de 2012).
En estos casi 5 años de su estancia allí, nosotros, sus hijos, Juan y Fefa Yanes Pérez,
hemos encontrado una segunda familia en vosotras.
Toda palabra es poca para agradecer todo el cariño ofrecido a nuestra madre.
Nos vemos en la obligación de ANIMAR y RECOMENDAR a otras familias que, algún
día necesiten del cuidado de alguno de sus Mayores, NO LO DuDEN, “Fundación
Canaria Hogar Santa Rita”.
Con todo el aprecio del mundo, GRACIAS POR SER COMO SON.
Un saludo muy fuerte.
juan y Fefa Yanes Pérez

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“GRACIAS A LA LABOR
DEL EQuIPO DE LOS VOLuNTARIOS”
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Don Angélico, voluntario del “Hogar Santa Rita”
en diversos departamentos, entre ellos, el comedor y
Peluquería, lo tiene muy claro: “El voluntariado social
es un camino para ejercer la solidaridad. Es una acción
concreta que se sustenta y simboliza en una actitud de
búsqueda de justicia social, coherencia y solidaridad
hacia los más débiles”.
HAY MuCHAS RAzONES PARA SER VOLuNTARIO:
• Porque siempre quisiste ser voluntario/a, porque quieres poner tu “granito
de arena”, porque quieres conocer gente, o simplemente, porque tienes
tiempo y quieres invertirlo en los demás.
En el “Hogar Santa Rita”, hay casi tantas razones como voluntarios tiene la
entidad. A pesar de ello, todos comparten una sensibilidad muy especial
hacia las personas mayores que se sienten solas.
¿POR Qué HACERSE VOLuNTARIO?
• Porque podrás ofrecer tu compañía a una persona mayor que la necesita
y que, sin ti, no obtendría este apoyo.
• Porque aprenderás mucho de las personas mayores, que son fuente de
experiencia vital e historia viva, pero sobre todo, porque te sorprenderá su
actitud de respeto y agradecimiento.
• Porque te permitirá ser consciente de las diferentes realidades sociales que
existen, y así, enriquecerte como persona.
• Porque harás muy buenos amigos, de los que recibirás tanto como les
darás.
• Porque participarás de un proyecto social único, que tiene la amistad
como eje principal.

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¿Quieres ser voluntario?
¿Te lo estás pensando?
¿No sabes qué has de hacer?
Programa de Mejora de Calidad de Vida
de las Personas Mayores que residen
en el Hogar Santa Rita
HOGAR SANTA RITA
Ctra. Gral. Las Dehesas,127
38400 Puerto de la Cruz
Departamento Social
Teléfono: 922 38 95 32 - Ext. 1507
www.hogarsantarita.org
trabajadorasocial@hogarsantarita.com
VOLUNTARIADO