Vida de Rimbaud
Vida de Rimbaud Vida de Rimbaud
JEAN-MARIE CARRÉ Ahora es el habituado en un paisaje desolado. "Un enjambre de doradas hojas rodea la casa del general... Hay que andar por la roja ruta para llegar a la posada deshabitada. El castillo está en venta; las persianas se han desprendido. El cura debe haberse llevado la llave de la iglesia. En los alrededores del parque, las casitas de los guardias están deshabitadas...". Ernest Delahaye ha referido largas conversaciones que entonces sostuviera con él en los jardines devastados. "Hay - decía- destrucciones necesarias. Hay viejos árboles que es necesario derribar; hay sombras seculares cuya amable costumbre perderemos. Esta sociedad misma, sufrirá hachazos, y azadas y rodillos niveladores. Las fortunas serán arrasadas y abatidos los orgullos individuales. Sólo quedará la naturaleza.” Y como su amigo protestara: "Dónde podrás adquirir - le dijo, mientras recogía una hoja otoñal-, un objeto de lujo y de arte de una estructura más refinada?” ¿Qué podían importarle la guerra y la dureza del invierno? Andaba todos los días por las cuestas que pronto se cubrirían de nieve, molestando a los centinelas y declamando Baudelaire: "¡Oh, muerte! ¡Viejo capitán, ya es tiempo! ¡Levemos ancla!" O bien, en una cabaña respetada por la defensa y oculta en el fondo de un jardín, cerca del Bosque del Amor, de escarchados artesonados, se sumergía durante horas enteras, inmóvil y como insensible, fumando pipas, leyendo a Flaubert, Dickens, Banville o Leconte de Lisle. Entre tanto, siempre atormentado por el demonio del escribir, enviaba versos al Progrés des Ardennes, un nuevo diario democrático lanzado por un fotógrafo llamado Jacoby. 52
VIDA DE RIMBAUD Adjuntaba a ellos, sin mayor éxito también, "prosas" en las que insultaba al hombre de Sedan y a ese viejo bruto de Bismarck, a quien representaba ebrio e inclinado sobre el mapa de Francia, codiciando París. Su desprecio englobaba conjuntamente a los que invadían su país y a los que no sabían defenderlo. Es en esta época ( noviembre 1870 ) cuando escribe Rabia del César, la Deslumbrante victoria de Sarrebrük (según un grabado belga comprado en Charleroi ) , el patético Soñador del Val. Y el terrible soneto titulado El Mal: Tandis que les crachats rouges de la mitraille Sifflent tout le jour par l'infini du ciel bleu, Qu'écarlates ou verts prés du roi qui les raille, Croulent les bataillons en masse dans le feu... II est un Dieu qui rit aux nappes damassées Des autels, á 1'encens, aux grands cauces d'or, Qui, dans le bercement des hosannas, s'endort Et se réveille, quand des méres, ramassées Dans 1'angoisse et pleurant Bous leur vieux bonnet noir, Lui donnent un gros sou lié dans leur mouchoir. 37 37 Mientras el vómito ardiente del cañoneo Silba todo el día por el infinito azul, roja O verde, se desploma en el fuego La masa guerrera, cercana al rey que se mofa. Mientras un enloquecer espantoso Cruje y convierte a cien mil hombres en haz humeante ¡Pobres muertos! en verano, sobre la hierba, en tu gozo ¡Oh, Naturaleza! ¡tú a estos hombres creaste santamente! . . . 53
- Page 1 and 2: V I D A D E R I M B A U D J E A N -
- Page 3 and 4: VIDA DE RIMBAUD 3 A GABRIEL MARCEL
- Page 5 and 6: VIDA DE RIMBAUD Muy poca cosa. Los
- Page 7 and 8: VIDA DE RIMBAUD inestabilidad funci
- Page 9 and 10: VIDA DE RIMBAUD ADVERTENCIA PARA LA
- Page 11 and 12: VIDA DE RIMBAUD superhombre que res
- Page 13 and 14: VIDA DE RIMBAUD joven rival, ya má
- Page 15 and 16: VIDA DE RIMBAUD Antes de alzarse co
- Page 17 and 18: VIDA DE RIMBAUD voluntad como vivie
- Page 19 and 20: VIDA DE RIMBAUD Todos los domingos,
- Page 21 and 22: VIDA DE RIMBAUD Sin embargo, en 186
- Page 23 and 24: VIDA DE RIMBAUD lo citara can justo
- Page 25 and 26: VIDA DE RIMBAUD estropear sus recit
- Page 27 and 28: VIDA DE RIMBAUD Muy a menudo fue re
- Page 29 and 30: VIDA DE RIMBAUD Sourit avec des ple
- Page 31 and 32: VIDA DE RIMBAUD CAPÍTULO II ALMA E
- Page 33 and 34: VIDA DE RIMBAUD que sólo contenía
- Page 35 and 36: VIDA DE RIMBAUD Rimaba apasionadame
- Page 37 and 38: VIDA DE RIMBAUD Picoté par les bi
- Page 39 and 40: VIDA DE RIMBAUD Square oú tout est
- Page 41 and 42: VIDA DE RIMBAUD pinteros y de todos
- Page 43 and 44: VIDA DE RIMBAUD Con la noche, la in
- Page 45 and 46: VIDA DE RIMBAUD ha perdido la cabez
- Page 47 and 48: VIDA DE RIMBAUD un pretexto para ab
- Page 49 and 50: VIDA DE RIMBAUD o de pollos asados
- Page 51: VIDA DE RIMBAUD mente obstinado en
- Page 55 and 56: VIDA DE RIMBAUD Le boulanger au gro
- Page 57 and 58: VIDA DE RIMBAUD método, la discipl
- Page 59 and 60: VIDA DE RIMBAUD oídos del bibliote
- Page 61 and 62: VIDA DE RIMBAUD para vivir en esta
- Page 63 and 64: VIDA DE RIMBAUD ye ha relatado la a
- Page 65 and 66: VIDA DE RIMBAUD go en mi casa!" Y d
- Page 67 and 68: VIDA DE RIMBAUD recibe ni armas ni
- Page 69 and 70: VIDA DE RIMBAUD muniones. Con Parí
- Page 71 and 72: VIDA DE RIMBAUD sencia. Inefable to
- Page 73 and 74: VIDA DE RIMBAUD chado al Barco ebri
- Page 75 and 76: VIDA DE RIMBAUD cesar enriquecido y
- Page 77 and 78: VIDA DE RIMBAUD do, misterioso, con
- Page 79 and 80: VIDA DE RIMBAUD CAPÍTULO V EL TEMP
- Page 81 and 82: VIDA DE RIMBAUD Y ahora su marido l
- Page 83 and 84: VIDA DE RIMBAUD humor terco v corta
- Page 85 and 86: VIDA DE RIMBAUD quien me intimidar
- Page 87 and 88: VIDA DE RIMBAUD calle Madame, a esc
- Page 89 and 90: VIDA DE RIMBAUD Font crépiter, par
- Page 91 and 92: VIDA DE RIMBAUD Pero ya se vislumbr
- Page 93 and 94: VIDA DE RIMBAUD Delirios (El infern
- Page 95 and 96: VIDA DE RIMBAUD dentemente heroica
- Page 97 and 98: VIDA DE RIMBAUD CAPITULO VI LA DOBL
- Page 99 and 100: VIDA DE RIMBAUD los palacios. El ag
- Page 101 and 102: VIDA DE RIMBAUD mera sus referencia
VIDA DE RIMBAUD<br />
Adjuntaba a ellos, sin mayor éxito también, "prosas" en las<br />
que insultaba al hombre <strong>de</strong> Sedan y a ese viejo bruto <strong>de</strong><br />
Bismarck, a quien representaba ebrio e inclinado sobre el<br />
mapa <strong>de</strong> Francia, codiciando París. Su <strong>de</strong>sprecio englobaba<br />
conjuntamente a los que invadían su país y a los que no sabían<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo.<br />
Es en esta época ( noviembre 1870 ) cuando escribe<br />
Rabia <strong>de</strong>l César, la Deslumbrante victoria <strong>de</strong> Sarrebrük (según<br />
un grabado belga comprado en Charleroi ) , el patético<br />
Soñador <strong>de</strong>l Val. Y el terrible soneto titulado El Mal:<br />
Tandis que les crachats rouges <strong>de</strong> la mitraille<br />
Sifflent tout le jour par l'infini du ciel bleu,<br />
Qu'écarlates ou verts prés du roi qui les raille,<br />
Croulent les bataillons en masse dans le feu...<br />
II est un Dieu qui rit aux nappes damassées<br />
Des autels, á 1'encens, aux grands cauces d'or,<br />
Qui, dans le bercement <strong>de</strong>s hosannas, s'endort<br />
Et se réveille, quand <strong>de</strong>s méres, ramassées<br />
Dans 1'angoisse et pleurant Bous leur vieux bonnet noir,<br />
Lui donnent un gros sou lié dans leur mouchoir. 37<br />
37 Mientras el vómito ardiente <strong>de</strong>l cañoneo<br />
Silba todo el día por el infinito azul, roja<br />
O ver<strong>de</strong>, se <strong>de</strong>sploma en el fuego<br />
La masa guerrera, cercana al rey que se mofa.<br />
Mientras un enloquecer espantoso<br />
Cruje y convierte a cien mil hombres en haz humeante<br />
¡Pobres muertos! en verano, sobre la hierba, en tu gozo<br />
¡Oh, Naturaleza! ¡tú a estos hombres creaste santamente! . . .<br />
53