Vida de Rimbaud
Vida de Rimbaud Vida de Rimbaud
JEAN-MARIE CARRÉ Pero lo persigue una idea fija: ¡Oriente! ¡Oriente! Vuelve a salir para Marsella, donde tras de haber ganado algún dinero, trabajando como cargador, se embarca hacia Alejandría. En los primeros días de mar, se enferma, y lo desembarcan en Civita-Vecchia. Diagnóstico textual del médico: fiebre gástrica, inflamación de las paredes del estómago causada por el roce de las costillas contra el abdomen, consecuencia de las excesivas marchas. (Verlaine tiene realmente razón al llamarle "el hombre con suelas de viento".) Ya curado, visita Roma y regresa para invernar en Charleville. La tregua sólo dura algunos meses, pues sigue siendo presa de su obsesión. La primavera del año 1878 lo encuentra en Hamburgo, allí busca trabajo en una casa de productos coloniales y, en el otoño siguiente, ya terminada la cosecha en Roche, desciende por pequeñas etapas hasta el Mediterráneo: el alma siempre perseguida por el fantasma del Oriente. 158
VIDA DE RIMBAUD CAPÍTULO III EN LAS CANTERAS DE CHIPRE Lo que ocurrió durante sus andanzas, desde los Vosgos hasta Génova, lo sabemos por una larga carta fechada el 17 de noviembre de 1878, uno de los pocos documentos que existen referentes a este período de transición, período de tanteos y de tentativas abortadas, transición de la vida literaria a la vida comercial, de la bohemia al negocio. Carta sin rebuscamientos, pero con esas sorprendentes negligencias de sus cartas africanas, abundante descripción que contrasta con la sequedad de los epítetos vulgares dirigidos a su familia. Pareciera que se concede un momento de reposo, que toma aire, que respira un poco antes de lanzarse, en cuerpo y alma, a la lucha por la vida y el dinero. Más adelante desdeñará el relato de sus viajes y la evocación de sus aventuras, no describirá ni Aden y sus ardientes rocas, ni Harrar y sus elevadas planicies de hierbas, pero aquí narra minuciosamente sus proezas alpestres y la travesía del Gotardo. "La ruta, que sólo tiene seis metros de ancho, por la derecha, está cubierta en toda su extensión por la nieve, que ha caído hasta dos metros de altura. la que, de tanto en tanto, se 159
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CAPÍTULO III<br />
EN LAS CANTERAS DE CHIPRE<br />
Lo que ocurrió durante sus andanzas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los Vosgos<br />
hasta Génova, lo sabemos por una larga carta fechada el 17<br />
<strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1878, uno <strong>de</strong> los pocos documentos que<br />
existen referentes a este período <strong>de</strong> transición, período <strong>de</strong><br />
tanteos y <strong>de</strong> tentativas abortadas, transición <strong>de</strong> la vida literaria<br />
a la vida comercial, <strong>de</strong> la bohemia al negocio. Carta sin<br />
rebuscamientos, pero con esas sorpren<strong>de</strong>ntes negligencias <strong>de</strong><br />
sus cartas africanas, abundante <strong>de</strong>scripción que contrasta<br />
con la sequedad <strong>de</strong> los epítetos vulgares dirigidos a su familia.<br />
Pareciera que se conce<strong>de</strong> un momento <strong>de</strong> reposo, que<br />
toma aire, que respira un poco antes <strong>de</strong> lanzarse, en cuerpo y<br />
alma, a la lucha por la vida y el dinero. Más a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñará<br />
el relato <strong>de</strong> sus viajes y la evocación <strong>de</strong> sus aventuras,<br />
no <strong>de</strong>scribirá ni A<strong>de</strong>n y sus ardientes rocas, ni Harrar y sus<br />
elevadas planicies <strong>de</strong> hierbas, pero aquí narra minuciosamente<br />
sus proezas alpestres y la travesía <strong>de</strong>l Gotardo.<br />
"La ruta, que sólo tiene seis metros <strong>de</strong> ancho, por la <strong>de</strong>recha,<br />
está cubierta en toda su extensión por la nieve, que ha<br />
caído hasta dos metros <strong>de</strong> altura. la que, <strong>de</strong> tanto en tanto, se<br />
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