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JEAN-MARIE CARRÉ<br />
tri<strong>de</strong>ntes fritos, poblada por fantasmas, éxtasis y pesadillas.<br />
"Yo percibí la conversión al bien, a la felicidad, a la salvación.<br />
¿Podré <strong>de</strong>scribir la visión? ¡La atmósfera <strong>de</strong>l infierno<br />
no pue<strong>de</strong> soportar himnos! Eran millones <strong>de</strong> criaturas encantadoras,<br />
un suave concierto espiritual, la fuerza y la paz,<br />
nobles ambiciones, ;no sé qué más!" Todo se ha <strong>de</strong>svanecido<br />
y el con<strong>de</strong>nado, recobrándose, ruge su <strong>de</strong>safío. "Soy esclavo<br />
<strong>de</strong>l bautismo. Padres, habéis labrado mi <strong>de</strong>sgracia y habéis<br />
hecho la vuestra." ¡Ah! ¡Si volviera a hallar su primitiva fuerza,<br />
su paganismo integral y victorioso! "El infierno no pue<strong>de</strong><br />
atacar a los paganos." Pero no, la gracia original la ha perdido<br />
para siempre. El paganismo ha entenebrecido su vida<br />
mediante la amenaza <strong>de</strong>l pecado, y ha encendido llamas infernales.<br />
Es <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. El alma es presa <strong>de</strong> los buenos<br />
y malos <strong>de</strong>monios. Escuchad las voces entrecortadas, las<br />
respuestas enfurecidas, estos <strong>de</strong>sesperados lamentos: "¡Basta!...<br />
Errores que se insuflan; magias, falsos perfumes, músicas<br />
pueriles. Y <strong>de</strong>cir que conozco- la verdad, que sé <strong>de</strong> la<br />
justicia: tengo un juicio sano y justo, estoy hecho para la<br />
perfección... Orgullo. La piel <strong>de</strong> mi cabeza se diseca. ;Piedad!<br />
Señor, tengo miedo. ¡Tengo sed, sed! ;Ah! Infancia, hierba,<br />
lluvia, lago sobre piedras, el claro <strong>de</strong> luna cuando el campanario<br />
daba las doce... En esta hora, el diablo está en el campanario.<br />
¡María! ¡Santa Virgen! ¡Horror <strong>de</strong> mi estupi<strong>de</strong>z!" Y<br />
la crisis prosigue, implacable, verda<strong>de</strong>ro acceso <strong>de</strong> locura que<br />
busca su paroxismo en un <strong>de</strong>sesperado llamado al sufrimiento:<br />
"¡Exijo, exijo! ¡El castigo <strong>de</strong> la horquilla, una gota <strong>de</strong><br />
fuego!”<br />
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