Descargar - Archivo General de la Nación
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170 Ma r i a n o a. Ce s t e r o<br />
es <strong>la</strong> verdad como pudiera <strong>de</strong>círsele a Dios. Quien trajo una misión<br />
c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stina fue Lafí. Llegó el 9, hab<strong>la</strong>mos <strong>la</strong>rgamente con él, lo excitamos<br />
a que se fuera seguidamente, y nada nos dijo ni <strong>de</strong> recursos<br />
ni <strong>de</strong> su misión. Salió para Dajabón el 21, por vía <strong>de</strong> Fort Liberté. Al<br />
presentarse en el Cuartel fue bien recibido y se le preguntó si llevaba<br />
algunos recursos, respondió que no pero que los aguardaba. Ahora<br />
bien, aquel día se necesitaban $40 para una operación y fue preciso<br />
buscarlos por toda Juana Mén<strong>de</strong>z a 1, a 2 pesos, a 4, Lafí tenía $1,200<br />
recibidos en Puerto Príncipe –para <strong>la</strong> Revolución y $300 aquí.<br />
Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> entrevista se tras<strong>la</strong>dó a Juana Mén<strong>de</strong>z y allí significó<br />
que llevaba instrucciones <strong>de</strong>l general Cabral para hacerse<br />
cargo <strong>de</strong>l mando <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución, haciendo separar a Luperón<br />
<strong>de</strong> el<strong>la</strong>.<br />
Esto produjo un disgusto sin consecuencias allí. Luego vino para<br />
aquí don<strong>de</strong> permanece.<br />
No entiendo lo que te dice Pereyra. Aquí no hay junta <strong>de</strong> generales<br />
ni <strong>de</strong> nadie, no hay sino el Agente, general Segundo Imbert.<br />
Pereyra recibió po<strong>de</strong>res e instrucciones para abrir empréstitos sendos<br />
unos y otros por los cinco generales, firmantes <strong>de</strong>l manifiesto,<br />
más Pimentel, Luperón y creo que Lafí, que se hal<strong>la</strong>ba en Dajabón<br />
entonces.<br />
No entraría en esos <strong>de</strong>talles sobre Luperón y Lafí si no me hubiera<br />
forzado el tono <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> <strong>la</strong> carta y los errores que contiene.<br />
Porque, a <strong>la</strong> verdad, me repugna todo lo que pueda tener el<br />
aire <strong>de</strong> política chismográfica.<br />
Hay una postdata en <strong>la</strong> tuya que me hará enten<strong>de</strong>r un poco más<br />
esta ya bien <strong>la</strong>rga.<br />
Hab<strong>la</strong>s <strong>de</strong> “todo nuevo, etc.” ¿Qué quieres <strong>de</strong>cir con eso? ¿Será,<br />
por ventura, Lafí lo nuevo? ¿En <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> teniente <strong>de</strong> Cabral?<br />
José Gabriel, entre nosotros no hay hombres nuevos, todos son<br />
viejos, todos más o menos conocidos. Son <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as tuyas, <strong>la</strong>s mías,<br />
<strong>de</strong> Emiliano, etc., lo que constituye <strong>la</strong> novedad. Luchar porque<br />
triunfen es nuestro <strong>de</strong>ber y <strong>de</strong>be ser nuestra aplicación. Pero no<br />
<strong>de</strong>bemos, porque no lo po<strong>de</strong>mos, intentar el trabajo imposible <strong>de</strong><br />
anu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s influencias más marcantes <strong>de</strong>l país, porque nuestra fuerza<br />
–si acaso existe– es moral, débil en razón <strong>de</strong> ser hombres sin