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náutIca<br />
A p r o i n • 48<br />
Cuidado, niños a bordo<br />
Antonino García Villar<br />
periodista - agvillar22@yahoo.es<br />
HHace ya muchos años, incluso décadas,<br />
cuando desde el viejo pañol del<br />
Náutico vigués se podía ver a familias<br />
extranjeras llegar a bordo de sus barcos,<br />
los nativos se sorprendían en <strong>más</strong><br />
de una ocasión con la agilidad de los<br />
niños sobre la cubierta. Rubitos de<br />
apenas dos palmos se desenvolvían con<br />
una naturalidad marina innata y críos<br />
de unos pocos meses se echaban a andar<br />
con destreza entre cabos y poleas.<br />
parecía <strong>algo</strong> inalcanzable para los que<br />
intentaban dominar pequeños veleros.<br />
El secreto era el mismo, la educación<br />
sobre el agua y las horas de navegación<br />
para poder dominar el nuevo medio.<br />
como en cualquier otra práctica de la<br />
vida, las primeras experiencias logran<br />
un mayor calado, dejando imborrable<br />
su aprendizaje.<br />
El bien <strong>más</strong> preciado y el <strong>más</strong> débil,<br />
un niño, no está reñido ni mucho<br />
menos con la náutica y los meses de<br />
verano son el mejor momento para<br />
los denominados popularmente como<br />
bautismos de mar.<br />
Salvamento Marítimo ha aprovechado<br />
también la época estival para editar<br />
una pequeña guía que lleva el nombre<br />
de “Seguridad en las actividades náuti-<br />
cas”. El folleto de apenas unas decenas<br />
de páginas recoge todos los protocolos<br />
a seguir cuando usted se haga a la mar,<br />
pero dentro de esos consejos hay un<br />
pequeño apartado muy útil para todos<br />
los patrones que embarquen a pequeños<br />
grumetes de los que serán responsables<br />
en su primera travesía.<br />
la citada guía aconseja en primer<br />
lugar mostrarle a los niños la embarcación.<br />
un cuidadoso recorrido por el<br />
barco permitirá a los <strong>más</strong> pequeños conocer<br />
el vehículo en el que van a desplazarse.<br />
Explicarle los elementos con<br />
los que deberá convivir, los lugares en<br />
los que existe peligro o los puntos que<br />
no deben tocar puede ser un factor determinante<br />
para evitar accidentes. utilizar<br />
chaleco es <strong>algo</strong> que casi no debería<br />
ni ponerse en duda, pero siempre<br />
se pueden ver a muchos tripulantes -la<br />
mayoría de edad talludita- sin <strong>algo</strong> tan<br />
básico como un salvavidas.<br />
Tenerlos a la vista en todo momento<br />
tampoco se le escapa a ningún padre.<br />
No lo hace en la playa, mucho menos<br />
en un barco. De idéntica forma es obvia<br />
la necesidad de darles protección<br />
con un buen gorro, ropa adecuada y<br />
piel convenientemente untada.<br />
Salvamento incide en la necesidad<br />
de fijar con esmero las literas en las<br />
que descansarán y disponer de candeleros<br />
con una malla o una red a<br />
lo largo de toda eslora. Muy importante,<br />
al igual que se hace con un<br />
desplazamiento de varias horas en<br />
un coche, es ajustar los tiempos. los<br />
niños marcarán indirectamente el recorrido,<br />
la trayectoria y la velocidad<br />
para estar preparados ante cualquier<br />
imprevisto.<br />
Toda precaución es poca, pero cuando<br />
el rey de la casa lo necesita requiere<br />
toda nuestra atención. “cuidado, niño<br />
a bordo”. Esas pegatinas que adornan<br />
las lunetas traseras de miles de turismos<br />
son el mejor reclamo. El privilegio de<br />
llevarse a un niño al mar conlleva también<br />
muchas responsabilidades, porque<br />
a algunas de ellas no estamos habituados.<br />
El primer contacto con la naturaleza<br />
marina es una experiencia inolvidable<br />
y la seguridad es prioritaria.