“Splendida”… y algo más - Aproin

gina que, en este caso, no nos aporta
excesiva información sobre el restaurante,
su carta, su bodega, etc.
El día agradable, sin demasiado sol
ni excesiva temperatura, Sanxenxo
bien y el personal por las calles “mayormente”
de la tercera edad. El restaurante
se emplaza en el semisótano
del hotel que ocupa un edificio muy
bien situado, pero sin nada que destacar.
Nos lo encontramos casi vacío,
tres mesas contando la nuestra de las
doce que componen el local, en total
6 personas (dos portugueses) y salvo
nosotros, el resto huéspedes del hotel.
la decoración de la taberna, es clásica,
reciente, pero de toda la vida. los
cuartos de baño de azulejos con grecas,
sin mas. las mesas, mantelería,
etc. bien. la atención correcta.
como con el resto de los restaurantes
visitados, pedimos el menú de
degustación por considerarlo la firma
de la casa, la tarjeta de presentación.
El menú se sirve sin maridaje de vinos,
aunque en este caso, por petición
nuestra se nos ofrece y aunque corto
resultó acertado.
De entrada nos sirven un aperitivo
a base de mousse de queso acompaña-
do de un escabeche de mejillones, muy
acertado, acompañado por un ribeiro
blanco casal de Armán, excelente. A
continuación una tarta salada de salmón
y queso con ensalada de frutas.
Acto seguido unas navajas con esponjoso
de yogur y manzana. Seguidamente,
y con el mismo vino desde el
principio, unas xoubas rellenas con cachelos
y pimientos de padrón, donde
destacar las xoubas, muy buenas, así
como los cachelos y lamentar los quemados
pimientos que podían haber
dado bastante más juego. Finalmente,
una extraordinaria carrillera de ternera
estofada, acompañada de un rioja
Muriel 2001, todo ello memorable,
para terminar con un tartín de manzana,
café y aguardiente de hierbas. En
total (dos personas) 110 euros.
una vez mas, volvemos a reafirmarnos
en nuestras observaciones anteriores.
una estrella Michelín y cuatro
veces menos gente que el restaurante
colindante. Esto, en el país Vasco o en
cataluña, no pasaría ni por asomo.
Yayo Daporta, pepe Vieira y pepe
Solla no están en primera línea y han
apostado por una decoración minimalista,
muy moderna, bastante acorde
con este tipo de mensaje gastronómico
actual, pero ello no implica que Rotillo
no pueda estar en su linea, más
tradicional, tanto en la decoración
como en la comida, pero que también
se la juegan con una cocina estudiada,
apartada de la oferta tradicional.
la Taberna de Rotillo es otro lugar
para volver, donde quizá la oferta
del menú de degustación, salvo la
extraordinaria carrillera, no respon-
19 • Ap r o i n
de a las contrastadas excelencias de
su cocina de mercado, tradicional y
muy gallega, en la que el marisco, el
pescado y los platos de la tierra son
extraordinarios, como las ofertas que
se contienen en su carta y a quien,
sin duda, ayuda un excelente emplazamiento
en el centro turístico de
Sanxenxo, un arenal en origen que ha
sabido convertirse en la primera oferta
turística de la provincia.
Casa solla
www.noVe.biz/ga/solla
Finalmente, un viernes, a mediados
de julio, la cita otra vez en poio, esta vez
en “casa Solla” (www.nove.biz/ga/solla).
Extraordinario. ¡Que mérito tiene haber
reconvertido un restaurante tradicional
de enorme éxito en algo absolutamente
distinto, apostando por otra cocina también
distinta!. pepe Solla no hubiera podido
continuar con la cocina tradicional