1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

§7í EL ERROR ÜNIVERSAE;
en la menté. Dé, pues, tas gradas al que con fu luz le fa-;
co aquella idea de la obteuridad en que yacía, y con fu
tuitivo hizo frudlficar aquella ternilla fepulcada.
§. VIII.
5¿ T "f Afta aqui hemos díteurrido eñ orden álos.
I~J Enrendimíencos corros. De parce de los
excelentes concurren los mifmos principios, para que fe
fengañen en el concepto que hacen de sí mifmos ; no á
ta verdad en juzgarte excelences.pues fiendolo realmenteen
efto no hay engaño; fino en penfar , que fo excelencia*
eftá colocada en mas aleo grado, que cl que realmence
ocupa. Para encender que ello es afsi, no hay fino volver
los ojos á los Etericores mas infignes de codos tiempos:
Eftos fin duda hadan concepto de que acertaban en quam.
to efcribian;pnes fi dc alguna parte de lo que efcrlbieron
no hicieífen efle concepto , no huvieran eferito eíta par-i
te. Sin embargo ninguno fue Can feliz, que, fegun el co_i
mun fentir de los Sabios, no haya errado en algunas cofas:
luegoteeftimabanen mas délo que eran. Ni vale
refponderme, que acafo ellos acertaron en todo , y el
yerro eftá de parte de los Críticos, que hallan que cenfo»
rar en fus obras. No vale, digo: lo primero , porque la
razón natural dida, que nadie debe fer admitido por
Juez en propria caufa. Afsi no debemos eftár al juicio
que los Autores hirieron de fus Obras, fino al que hacen
otros , en quienes te fupone alguna aptitud para juzgarlas.
Lo fegundo, porque aunque concedamos, que alguw
no de aquellos Autores deba preponderaren el juicio de
fus Obras al de otro qualquiera Crítico tomado en par»,
ticular, masnoalcomnn fentir de todos, ó caíi todos;
por ter mucho mas verifimil que te engañe uno, porex-i
célente que fea , en caufa propria, que muchos, aunque
inferiores, en la agena.
24 Hacefe mas vifible efto, particularizando la reflexión
hada los antiguos Philofóphos. Y no confidere-
©os entre eftos ? fino aquellos, á quienes el gádkw&mie»
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DISCURSO XIII. 573
fb ümveríal dá la primacía del ingenio: Platón , digo, y
Ariftoteles. Qué duda tiene, que fueron eftos dos entendimientos
admirabllifsimos? A cada paffo fe encuentran
en fus obras rafgos, que demueftran una fublimidad , y
penecracion prodigiota. Pero quien negacá, que también
fe tropiezan grandes borrones en fus eferitos ? Muy
lexos eftaban ellos de penfar que lo fue-Ten ; antes bien,'
acafo preftimieron elevarfe mas fobre los demás mortales
, donde erraron mas torpemente, y donde mas
importaba acercar, que fué en el concepco de la Divini-:
dad. Entrambos desbarraron aqui enormemente , aunque
por diferentes caminos. De todo lo dicho parece
debe concluirte , que univerfalmente todos los hombres,
aprecian, el proprio entendimiento mas; de lo jufto.
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§. IX.
H Emos probado el aífumpto. Pero hó ls ¡rata
ron oculrar dosobjeciones.quetenos pue->
den hacer : la una metaphyfica; 1a otra experimental, y
pradica. La primera fe funda en la Máxima philofophi-
Ca dc que el entendimiento és reflexivo fobre si mifmoj
de donde parece fe infiere, que puede conocer, y medir
fu proprio tamaño. Por lo menos efta máxima anula la
paridad propuefta arriba entre ta villa corpórea, y la inteledual,
de que como los ojos corpóreos no fe vén á si
mifmos,tampoco el entendimiento, pues elle es reflexivo
fobre sí mifmo, y aquellos no.
26 Concedo, que el entendimiento és reflexivo fo-,
bte si mifmo, y fobre fus ados. Pero efto prueba, que
acierre en todas las reflexiones, que hace á efte aíTump-j
to? En ningún modo. Si fueffe afsi, ningún entendí-;
miento dexaria de conocer fus yerros, porque con ha-i
cer un ado reflexo fobre el diredo (que taponemos eu
rado) conocería el error, y le enmendarla. Lo comuniC?
fimo es, que quando el ado diredo es errado, lo es tam J
bien el reflexo. Es precifo que foceda afsi, fi defpues de
formado el ditero no fobreviene al entendimiento ata