1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

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por si mifmas hermófura, ó atradivo; qué ño • g§ cierto
que hay otra hermotura diftinta de aquella, que es la del
complexo, y coníifte en fa grata dífpofidon,orden,y proporción
, ó tea natural, ó artificióte, reciproca de las
partes.
i r Supongo lo tercero, que el agradar los objetos
Confifte en tener un genero dc proporción, y congruen-.
cía con la potencia, que ios percibe, ó fea con el órgano
de la potencia, que todo viene á reddir en lo mifmo,
fin mecernos por ahora en explicar en qué confifee efea
proporción. De fuerte, que en los objetos fimples folo
hay una proporción , que es ta que tienen ellos con la potencia
; pero en los compueftos te deben confiderar dos
proporciones, la una de tas partes entre si, la otra de
efta mifma colección de las parces con la potencia, que
viene á fer proporción de aquella proporción. La verdad
de efta fupoficion confia claramente, de qne un mifmo
objeto agrada á unos, y dttagrada a otros, pudiendo aífeguratte,
que no hay cofa alguna en el mundo,que tea
del gufto de todos: lo qual no puede depender de otra
cofa , que de que un mifmo objeto tiene proporción de
congruencia, refpedo del temple, textura, ü difpoficion
de los órganos de uno; y deíproporrion, refpedo de los
de otro,
§» V.
il Entados ellos fupueftos, advierto _ que lá
S duda, ó ignorancia expreflada en el no si
qu}, puede entenderte determinada á dos cofas diftintas,
tique, y al porqué. Explicóme con el primero de los
exemplos propueftos en el num. j. Quando uno dice:
.Tiene efta voz un n»se qui, que me deleita masque las
otras ; puede querer decir, ó que no fabe que es lo qae
le agrada en aquella voz, o que no fabe por qué aquella
Voz le agrada. Muy frequentemente , aunque laexprefíion
foena lo primero,en la mente de el que ta uta.fignifica
lo fegundo. Pero que fignifique lo uno g que lo otro,
yecs
DISCURSO XÍI. ^ 3-y-t
Véísáqii. defzífrado el myfterio. El qué de la voz precitamente
fe reduce á una de dos cofas, ó al fonido de
ella (ltarnafe comunmente el mecal de la voz) ó al modo
de jugarla; y á cafi nada de reflexión que hagas, conoceras
qual de eflas cotas es la que te deleita con eípeciaÜdad.
Si es el fonido (como por lo regular acontece) yá
fabes quanto hay que faber en orden al qué, Pero me dices
: no eflá refuelta la duda, porque efle fonido tiene un
tío sé qué , que no hallo en los íonidos de otras voces.
Refpondote (y atiende bien lo que te digo) que effe qué
llamas no sé qué, no es otra cofa que el ser individual del
mifmo fonido , el qual perciben claramente tus oídos , y
por medio de dios llega también íu idea clara al entendimiento.
Acafo te matas .porque no puedes definir, ni
dar nombre á effe fonido, fegun íu ser individual. Pero
no adviertes, que effo miímo te fucede con los fonidos
de todas tas demás voces que efeuchas ? Los individuos
no fon dtfinibles. Los nombres, aunque voluntariamente
fe les impongan, no explican, ni dan idea alguna diftint
; va de fu ser individual. Por ventura llamarte Fulano
Pedro, y Citano Francifco, me dá algún concepto de
aquella particularidad de fu ser, por la qual cada uno de
ellos te diflingue de todos los demás hombres ? Fuera de
éfto, no vés, que tampoco das, ni aciertas á darfele,nombre
particular á ninguno de los íonidos de todas tas de»
más voces ? Créeme, pues, que también enciendes lo
que hay de particular en effe fonido, como lo que hay de
particular en qualquiera de todos los demás} -y folo te
falta entender que ló entiendes.
13 Sí es el juego de la voz ¿ en quien hallas el no se
que( aunque efto pienfo que rara vez fucede) no podre
datte una explicación idéntica, que venga á todos los
cafos de efte genero, porqué no fon dé una efpecie todos
los primores, que caben én el juego de la voz. Si
yo'oyeífe effa mifma voz, te diria á punto fixO en qué
dte rila gracia , que tu llamas ociilta. Pero ce explicaíé
•rigunos de tifos primores ( acafo codos ) qué tu no aciertas
á exp.Lca»^ p^ que, quaüdo üegue el caló, por imo»
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