1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

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494 IMPUNIDAD DE LA MENTIR.-..te,
puedo,ó debo denigrarlas mas. Pero miradas á la luz
de la Politica , juzgo que la común opinión eftá nimia»,
menee indulgence con efta efpecie de vicios.
.3 En qué confifte efta indulgencia nimia? En que
nó te tiene el mentic por afrenca. La nota de mentiroío
a nadie degrada de aquel honor, que por óteos refpetos
fe le debe. El Caballero, por mas que mienta, fe queda
con la eftimacion de Caballero.el Grande con 1a de Grande
, el Principe con la de Principe. Contrario me pare-:
ce efto á toda razón. El mentir es infamia, es ruindad,es
vileza. Un mentirofo es indigno de toda fociedad hu-,
mana; es un alevofo, que traidoramente te aprovecha de
la fee de los demás para engañarlos. El comercio mas
preciofo , que hay entre los hombres, es el de tas almas:
efle fe hace por medio de la converfacion, en que reciprocamente
te comunican los géneros mentales de las
tres potencias, los afedos de 1a voluntad, los didamenes
del entendimienco, las efpeeies de ta memoria. Y qué es
un mencirofo , fino un folemne trampofo de efte eftima-.
bilifsimo comercio ? Un embuftero , que permuta .lufio».
nes á realidades? Un monedero falfo, que paffa el hierro
de la mentira por oro déla verdad t Qué le falca, pues, a
efte hombre para merecer,que los demás le defearcen co-,
mo crafto vil de corrillos , immundo enfociador de con¿
yerfariones, y deteftable falfarió de noticias?
§- II-
"j T TNamonftruofaincontequencia notó, qué fe
\^J padece comunifsimamente en efta materia.
Sí á un hombre, que fe precia de fer algo , fe le dice en
la cara que miente, lo repuca por graviísima injuria i y.
tanco, que fegun tas crueles leyes de el honor humano
queda afrentado, fi no toma una tacisfaccion muy fangrienca.
Quifiera yo faber, como el decirle que míence
puede ter gravífsima injuria, fi el mentir no es un gravifsimo
defedo. O como puede un hombre quedar afren-
£ado,pqrque le digan que miente , fi la miüna acción de
B>cn-
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DíSCURSO IX, *2p*f
mentir no és afrentóte. La ofenta, qué te cómete improperando
un vicio, te gradúa fegun la nota, que entre los
hombres padece effe vicio. Sí el vicio no es de 1a claffe
de aquellos , que defdoran el honor , tampoco fe fieme
el honor herido, porque te diga á un hombre que le cieñe.
Siendo efta una verdad tan notoria , lo que de la obfervacion
hecha infiero, es, que la frequencía de mentfe
mírigó en el comun de los hombres el horror que la na-:
tu raleza racional, confiderada por si fola, tiene áefte
vicio; pero de modo, que, fin embargo, ha quedado en
el fondo del alma cierto confufo conocimiento de que