1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

•
I
2(5 ¿
EXAMEN PHILOSOPHICO,&C.
lilis in ponto jucundum efi qu&rere pontum-,
Corpora, qui mergunt undis, ipfumque fub antris
Nerea, Ó" aquoreas conontur vifere Nympbas.
Í4 Es regla general, que cada uno exerce con ma§
¡deleite aquel Arte , para el qual fe fíente con roas facili-i
dad, y deftreza, como yá notamos en otra parce, cican-i
do aquella fencencia deBarclayo: Unumquodque animal,
eo,m quo potifsimum valet,máxime deleÍiatur.\o nunca
he nadado, ni aprendido á nadar. Con todo , acá fe me
repretenca vivamence que effe exércicio es fomamence
deleitable para los que fon ventajofos en él. La razón
también lo mueftra. pues fiendo una diverfion tan arrieígada,
no 1a frequentatian tanto los hábiles en ella, fi d
deleite no fueffe mucho.
§• IV-
55 T A fuerza, y habilidad de nueftros dos hS*.
I _ dadores, aunque extraordinaria, no tiene
mucho de admirable, fupuefto fu mucho exércicio. Alexandro
de Alexandro refiere de otro nadador Napolitano
, á quien él mifmo conoció, el qual con movimien-.
to continuadocorriael efpacio de feis millas, quehay
entre 1a Isla Enaria, y 1a Prochita en el Golfo de Ñapo-.
les; y tal vez fue, y volvió en cl mifmo dia. Efto ferá in-,
creíble á algunos; pero es fácil hacértelo creiblé.folo con
repretentarles una cofa, que ellos ciertamente creen; ef-j
to es-que un hombre, por robufto que fea , fi paffa una
yida quietifsima.y fin exércicio alguno.mas que algunos
paffosdencro defo cafa,quando llegue el cafo de determinarte
a un paffo largo , apenas puede andar nn quarto
de legua fin grandifsima fatiga ; y al contrario otto
mucho menos robufto, pero muy «xercitado en andat á
pie, camina leis, y ocho leguas de una tirada fin inco- 1
«nodarle mucho. Confiderete ahora, que d exércicio de
los nadadores ordinarios viene á ter cafi mnguno,tefpec-
- tp-
DISCURSO OCTAVO. 26^
io ÓC aquél que tiene uno, que, dominado dé fina vio-.
lenca pafsion, goza de 1a diverfion del nado codos los
dias, y codos los ratos que puede, y quiete. Afsi es ve-,
riíimil, que aunque aquellos no puedan nagevar fin inJ
terrupcion, mas que cincuenca.ó fetenta brazas de agua;
efte pueda difeurrir hafta feis, ó fiete millas. Añádate,
que acafo los nadadores infignes, dc que hablamos, eran,
dotados de gran robuftéz nativa para todo genero de tra-í
bajo corpóreo, lo que,concurriendo con fo mucho exer*.
¡ricio, era capaz de hacerlos„ en 1a facilidad, y perfevci
rancia de romper las aguas,cafi iguales á los Delfines,
§• VIL
E $*
L capitulo de ta falta de refpiracion és má2
difícil. No obftanre, fobre efte punco re-i
Shicimos el Ledor á lo que hemoseferico,Tomo quin».
to, Difcurfo 6. num. 7. y 8. donde verá como en varios
cafos, y por difereoces caufas pueden los hombres vivit;
confidérable riempo fin refpirar, Alli diximos debaxo
de 1a autoridad de Galeno, que la caufa porque ett los
gravifsimos afedos hiftericos eftán las mugeres mucho
tiempo fin refpirar, es porque durante aquella efpecie de
dolencia, tienen el corazón muy refrigerado. Es el cafo,que
cn 1a fentencia de Galeno, y comun entre los SeAa-i
ríos, la refpiracion no es neceffaria en ta vida de los ani-i
ina'es para otra cofa , que para templar el nimio ardotl
del corazón, y la fangre. En efta opinión te puede entender
bien, que los que fe habitúan á vivir en el agua, co-i
mo los Pezes por nacuraleza , y los Buzos por oficio, noi
necefsícen de refpirar tan frequencemence, como los de-i
más animales. El agua les refrigera el corazón, y la fan-¡
¿re, con que íe fuple la falta del ayre.
27 No ignoro.que ta fentencia Galénica padece gra-J
¡ves dificultades, y que hoy es mas plaufible la que confiícuye
neceffaria la refpiracion, porque el nitro aereo, a»
efpiricu nicrofo.que refide en el ayre, conferve en íu flu-.
?»bil¡dad,y movimiento la fangre, ta qual fin el focorr-oj
Si