Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
R. M. Frank ARSE 45: 17-64 (2011) 9<br />
Sigamos explorando los significados asociados con la palabra. Según los datos<br />
recopilados en Mich<strong>el</strong>ena (1987, Vol. III, 262). Se observa que la palabra tiene dos<br />
acepciones: una es ‘garra’ y la otra ‘<strong>de</strong>do’. Empecemos con la primera:<br />
Garra, zarpa, uña (sentido prop. y fig.). Pue<strong>de</strong> referirse tbn. a la mano d<strong>el</strong> hombre, generalmente en<br />
un sentido aumentativo o <strong>de</strong>spectivo. ‘Rostrum acceptoris et unges, falzoñáren moko atzapárrak’<br />
Urt I 74. ‘Dedos corvos’, ‘uñas arriba’, atzaparrak gora. Lar. ‘Patte’, ‘Griffe’ Bon-Ond 141.<br />
(Mich<strong>el</strong>ena 1987, Vol. 3, 262)<br />
Teniendo todo esto en cuenta, lo más lógico sería ver la expresión hatzamar (junto con<br />
su variante fonológica hatzapar) como una forma compuesta y buscarle una explicación<br />
partiendo <strong>de</strong> la morfología semántica d<strong>el</strong> propio euskera. En primer lugar, en compuestos<br />
como hatzamarka / hatzaparka, <strong>el</strong> sufijo euskérico -ka es bastante obvio y lo es también<br />
la raíz hatz- ‘<strong>de</strong>do’, algo que admite también Lakarra. Lo que falta es <strong>de</strong>terminar cuál es<br />
<strong>el</strong> segundo <strong>el</strong>emento. La <strong>el</strong>ección es entre -amar y -apar. Y dado que las dos formas,<br />
tanto atzamar como atzapar, significan la misma cosa, <strong>el</strong> problema viene a ser buscar <strong>el</strong><br />
nexo cognitivo que ligara los conceptos ‘garra’ y ‘<strong>de</strong>do’.<br />
El primer paso en esta indagación será examinar más <strong>de</strong> cerca <strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo cognitivo<br />
<strong>de</strong> la raíz hatz. Dicho <strong>de</strong> otra manera, para explorar la motivación cognitiva que dio lugar<br />
a un compuesto en hatz-amar, es necesario investigar primero los significados que se le<br />
atribuyen a la raíz hatz. Según Azkue, tiene dos acepciones. La primera es ‘rastro,<br />
vestigio, pisada’ y la segunda es ‘<strong>de</strong>do’, siendo la primera conceptualmente más general<br />
que la segunda, lo cual hace pensar que <strong>el</strong> significado <strong>de</strong> ‘<strong>de</strong>do’ ha resultado <strong>de</strong> un<br />
proceso <strong>de</strong> reanálisis acompañado <strong>de</strong> ‘narrowing’ o estrechamiento d<strong>el</strong> concepto<br />
abarcado en un principio por <strong>el</strong> vocablo, es <strong>de</strong>cir, <strong>el</strong> concepto <strong>de</strong> ‘rastro, vestigio’. El<br />
proceso <strong>de</strong> cambio semántico es bastante transparente. Partiendo d<strong>el</strong> concepto <strong>de</strong> ‘rastro,<br />
hu<strong>el</strong>la, pisada’ <strong>el</strong> enfoque cognitivo pasó a abarcar también <strong>el</strong> objeto que causaba <strong>el</strong><br />
‘rastro, hu<strong>el</strong>la, pisada’. Por ejemplo, en un principio había distintas clases <strong>de</strong> ‘hu<strong>el</strong>las’, p.<br />
ej. oinatz (oin-atz) ‘hu<strong>el</strong>la d<strong>el</strong> pie’, y por tanto ‘hu<strong>el</strong>las’ que se distinguían por las<br />
distintas clases <strong>de</strong> objetos que <strong>de</strong>jaban atrás <strong>el</strong> rastro. La transición conceptual se nota por<br />
ejemplo en frases como éstas don<strong>de</strong> la voz que supuestamente no quiere <strong>de</strong>cir nada más<br />
que ‘<strong>de</strong>do’ aparece modificada por la palabra esku, obviamente una colocación semántica<br />
que <strong>de</strong>ja clara la necesidad sentida por parte <strong>de</strong> hablantes <strong>de</strong> distinguir una clase <strong>de</strong> hatz<br />
<strong>de</strong> otra: Euki egizu eskuko atz bat kand<strong>el</strong>a exetu baten garretan; Obe da bear orduan<br />
esku atz bat ebaki, gero eskutur guzia bano; Eraztuna astiroago ikusi ta ezkerreko<br />
bigarren esku-atzean ipintzea [‘Ponga un <strong>de</strong>do <strong>de</strong> la mano en las llamas <strong>de</strong> una v<strong>el</strong>a<br />
encendida; es mejor si es necesario cortarse un <strong>de</strong>do <strong>de</strong> la mano que luego toda la<br />
muñeca; observar lentamente y poner <strong>el</strong> anillo en <strong>el</strong> segundo <strong>de</strong>do <strong>de</strong> la mano izquierda’.]<br />
(Mich<strong>el</strong>ena 1987, Vol. 3, 257).<br />
Así po<strong>de</strong>mos postular <strong>el</strong> siguiente camino cognitivo para <strong>el</strong> concepto <strong>de</strong> hatz, <strong>de</strong>finido<br />
hoy como ‘<strong>de</strong>do (<strong>de</strong> la mano)’, significado que para muchos es <strong>el</strong> significado más común<br />
y corriente d<strong>el</strong> vocablo: que este significado haya resultado <strong>de</strong> un largo proceso <strong>de</strong><br />
reanálisis en que la atención pasaba <strong>de</strong> ‘rastros’ y ‘hu<strong>el</strong>las’ clasificados, por ejemplo, por<br />
medio <strong>de</strong> oin-atz y esku-atz, al objeto que producía <strong>el</strong> rastro y luego, hecho este<br />
reanálisis, <strong>el</strong> significado pasaba a abarcar cualquier objeto que <strong>de</strong>jaba un rastro. De esta<br />
manera se <strong>de</strong>rivaba una acepción que se refería a una clase <strong>de</strong> objetos mucho más