Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
Calculando el nivel de confianza: - Euskararen Jatorria
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
R. M. Frank ARSE 45: 17-64 (2011) 16<br />
inclino por esta opción: hatzamarka > hatzaparka > *(hat)zaparka > *zapar(ka) ><br />
zarpa. Otra posibilidad, por supuesto, es que no haya r<strong>el</strong>ación etimológica alguna entre<br />
las dos expresiones. Pero al mismo tiempo nos enfrentamos con <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que la<br />
etimología d<strong>el</strong> vocablo zarpa no es nada clara (Corominas 1954, Vol. 2, 500, 879-880). A<br />
la vez, quisiera enfatizar que por medio <strong>de</strong> un estudio más <strong>de</strong>tenido se podría recopilar<br />
más datos r<strong>el</strong>ativos a la difusión d<strong>el</strong> étimo hatz-amar en <strong>el</strong> norte <strong>de</strong> la Península,<br />
siguiendo algunas <strong>de</strong> las pistas que nos suministra Corominas (1954, Vol. 2, 500, 879-<br />
880). 15<br />
Resumiendo, con lo que llevamos dicho sobre la alternativa <strong>de</strong> una etimología<br />
puramente autóctona para hatzamar espero haber <strong>de</strong>mostrado que existen <strong>el</strong>ementos <strong>de</strong><br />
fondo para pensar que <strong>el</strong> acercamiento <strong>de</strong> Lakarra al problema es muy superficial, basado<br />
solamente en aplicar reglas inventadas por él: la <strong>de</strong> la metátesis consonántica <strong>de</strong> “la r a la<br />
<strong>de</strong>recha” junta con la otra <strong>de</strong> g-n > n-g. 16 En fin, la etimología suya presenta graves<br />
carencias. Hay que reconocer también que <strong>el</strong> acercamiento <strong>de</strong> Lakarra a los datos<br />
lingüísticos se fundamenta en una metodología anclada, como hemos visto, en la<br />
construcción <strong>de</strong> reglas que le permiten explicar los fenómenos presentados.<br />
Por eso, su acercamiento difiere mucho d<strong>el</strong> “usage-based approach” que pauta muchos<br />
estudios lingüísticos contemporáneos y que forma parte d<strong>el</strong> campo más amplio abarcado<br />
por las ciencias cognitivas. Tal acercamiento preten<strong>de</strong> tener en cuenta los procesos<br />
cognitivos <strong>de</strong> los hablantes, reconocer <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que estos procesos son actos <strong>de</strong><br />
“distributed cognition” y que <strong>el</strong> lenguaje es un sistema con distintos niv<strong>el</strong>es que entran en<br />
juego al producirse cambios lingüísticos (Frank and Gontier 2010). 17 Al mismo tiempo<br />
los investigadores parten <strong>de</strong> la creencia <strong>de</strong> que <strong>el</strong> lenguaje en su totalidad es un “Sistema<br />
Complejo Adaptivo” (Complex Adaptive System o CAS) (Bechner et al. 2009; Ellis and<br />
Larsen-Freeman (eds.) 2009; Frank 2008b; 2008; Sharifian 2009; Ste<strong>el</strong>s 2000). En fin, es<br />
una metodología que analiza los cambios lingüísticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro prisma y formula<br />
preguntas <strong>de</strong> otra índole, preguntas que se alejan mucho <strong>de</strong> las que su<strong>el</strong>e formular <strong>el</strong><br />
filólogo vasco.<br />
15 También sería interesante analizar más <strong>de</strong>tenidamente los pasos conceptuales que hicieron posibles <strong>el</strong><br />
paso <strong>de</strong> hatz <strong>de</strong>finido como ‘rastro, vestigio, hu<strong>el</strong>la’, a hatz <strong>de</strong>finido como <strong>el</strong> objeto que <strong>de</strong>ja este rastro,<br />
vestigio o hu<strong>el</strong>la, aunque es un salto semántico cognitivo nada inusual que pasa d<strong>el</strong> resultado a la causa. Y<br />
luego sería necesario documentar <strong>el</strong> paso cognitivo <strong>de</strong> hatz a atze ‘<strong>de</strong>trás’. Sin embargo, es siempre algo<br />
p<strong>el</strong>igroso remontarse en <strong>el</strong> tiempo en base a étimos que a su vez tienen que ser consi<strong>de</strong>rados hipotéticos. En<br />
este caso, asumimos que <strong>el</strong> campo morfo-semántico <strong>de</strong> este vocablo nos llevaría a una época en que las<br />
hu<strong>el</strong>las y rastros <strong>de</strong> animales y <strong>de</strong> seres humanos llamaban la atención d<strong>el</strong> hablante, mucho más que hoy en<br />
día, aunque sabemos que los pueblos cazadores-recolectores siguen siendo fascinados por las hu<strong>el</strong>las<br />
<strong>de</strong>jadas por su presa y la información que les suministran.<br />
16 Zawiszewski (2001) menciona la <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> hatz-amar ‘diez <strong>de</strong>dos’ citando a Chantlatze (1998: 48).<br />
17 Ver <strong>el</strong> trabajo <strong>de</strong> Romano Mozo (2001) que da una visión general sobre las similitu<strong>de</strong>s que existen entre<br />
<strong>el</strong> comportamiento d<strong>el</strong> lenguaje y <strong>el</strong> <strong>de</strong> los llamados sistemas complejos y dinámicos. A la vez muestra<br />
cómo las llamadas Teorías d<strong>el</strong> Caos están ayudando a explicar <strong>el</strong> funcionamiento d<strong>el</strong> lenguaje a través <strong>de</strong><br />
sus premisas filosóficas y matemáticas. Obviamente, este acercamiento contrasta también con <strong>el</strong> <strong>de</strong><br />
mod<strong>el</strong>os más estructurales y generativos.