Social - Escuela de Historia

REPÚBLICA DE COSTA RICA AMÉRICA CENTRAL
Social
SEMANARIO CATÓLICO DE"INTERESES GENERALES
Con aprobctci6n eclesiásticá
AÑo IV HEREDIA, SÁBADO 22 DE JULIO DE 1905
,..
;N9168
EL OnDEN SOCIAL aca ba, todo se lo llevad. Pateta y será
DIRECTOR:
Presbítero Rosendo de J, Valenciano
ADMINISTRACIÓN:
Imprenta y Papelería de Luis Cartín G,
Calle del Carmen N? JI. APartado N? J2.
Este pert:6dico se pu.blica los sábados.
La suscripcián por trimestre
vale 50 cts., el número suelto, 5 cts,
LA CONCIENCIA
ello, como en los tiem pos de política, que
el más hábil y acertado, es el más mentiroso
y el que mejores trampas fabrica.
¿Pues bien, qué es la conciencia?
Es un juicio práctico 6 dictamen de
la razón por el cual juzgamos sobre la
bondad ó malicia de nuestras acciones
para ejecutarías ó abstenemos de ellas.
Es la luz que nos dirije en el intrincado
y difícil camino de la vida racional;
es el mentor y consejero que vive en lo
íntimo de nuestro espíritu y nos da sus
mandatos ó reprensiones y al cual debe-
Lector querido: Has oído .tú hablar mas escuchar obedientes para no incurde
la conciencia no una sino muchísimas rir en errores lamenta bles.
veces en tu vida. Sin que me lo aseg u- El hom bre es bueno si su conciencia
res lo doy yo por cierto y bien sabido: es buena y es malo si su conciencia es mapero
¿~ahes acaso lo que es conciencia? la, ó si no obedece á su conciencia buena.
¿Cunoct·s tú el objeto de la conciencia en Por modo que bien puede asegurarel
horn bre? . se q ue la conciencia es el regulador ó ha-
O ¿te sucederá tal vez 1(\que sucede I rómetr o de b bondad del corazón huá
.tanto~, que sólo apelan i la conciencia mano. • .
ajena como último para peto cuando se Pero (:'sel caso, lector querido, que
ven oprimidos ; pero es ésa, la única ve? como la malicia humana todo lo falq
ue se acuerda'n de que existe. porq ue sea, ha metido sus enredos hasta en el
ellos mismos, si tienen conciencia no le criterio de la conciencia; hasta tanto que
hacen caso, ni oyen su voz y hasta se hoy por hoy no sabe uno ni cuantas conburlan
de sus advertencias? ciencias hay, ni si la conciencia sirve" pa-
Sea como. quiera, conversemos un ra maldita la cosa ni si el hombre tiene
rato sobre este asunto, La conciencia- una ó muchas conciencias.
es de suma importancia; hasta tanto que No sabe uno cuántas conciencias
si en la sociedad los individuos tienen hay. ¿Y cómo?
buena conciencia.todo marchará bien, ni Sidicen muchos que hay 19 Concienha
brá duelos ni quebrantos y todo será cia cristiana, Z') Conciencia política,' 3'1)
uda del-cielo: más si la conciencia se Conciencia de estadista, 4 9 ) Conde -:1i.1.

2 - EL ORDEN SOCIAL-
de a bogado, 59) Conciencia de comerciante,
6 9 ) Conciencia de niño, 7 9 ) Conciencia
de hom bre y 8 9 ) Conciencia de
m ujer. Y los inteligentes que sostienen
esta división de ocho conciencias, t.ie- •
ne sus pruebas y argu mentas de leguleyo::,;para
pararse en sus cinco y sostener
que, tan ocho son, como siete son los
Sacramentos de la Santa Madre Iglesia.
y lo .divertido del cuento, amigo lect
or-, no es tanto la multiplicidad de conciencias
en una sola individualidad, sino
10 otro.ó.sea que hay bárbaros que' tienen
ánimo de vivir y proceder según todas
esas conciencias fictici •.s y aun cuando
éstas los pongan á veces en contradicción
consigo mismos.
Te aseguro que el asunto este es para
rato muy y mucho más, si se detiene
uno en analizar lo q ue.llarna n conciencia
cristiana y conciencia polít ica que á veces
meten algunos en su único pecho: y
m-uerdan se ó no esas do-, conciencias, el
quidam se ése hace la niña bonita ~onriendo
va á ésta va á la otra, v haciénd
olas mrrir-e á celos v odios mut uos hasta
que de las conciencias polít ica y cristiana
no queden sino las colas, ó algún
olorcillo á azufre 'y..nada más.
Debo advert ir te. antes de meter me
en el alzodonal de tantas conciencias (lo
t-> •
que no es por cierto meterse en jard ín
de flore:o.,),q,ue yo no admito ni nadie que
teng-a dos dedos de frente y aIg'l1ito del
zacatillo que llaman saber djscur rir podrá
tampoco darse ~r contento con 10
de dos ó más conciencias en un sólo individuo;
r más si ese individuo es cristiano,
nadie- sensato podrá ad mitir en él
otra conciencia sino e..,. la conciencia cristia
na que regula sus actos de cristiano,
de política, de ciudadano, de comercian,
te, de abogado, de niño, de hom bre y de
mujer y cuantos actos más puedan encont
rar los cirujanos de conciencias.
El cristiano en tono debe ser cristiano,
y en ello no hay paños t ibios ni cornponenclas.
ni considera ndos amistosos ni
nada pur ei estilo.
,
Resérvome, 'sin embargo, para ir
tratando piano Piano este asunto 'que es
ríe vital y social im portancia.
~,+ ••..• --
Las.criaturas no pueden ser
obras de la casualidad.
Fenelón, este, g rande y apreciable
arzobispo de Cam bray, cuyo nombre es
respetado hasta por los mismos impíos,
se paseaba una tarde con un niño con- \ _
fiado á sus cuidados, La luz centelleaba
en el cielo, el horizonte estaba aún dora-
I '
do por los últimos reflejos del sol poniente,
todo en la naturaleza respiraba calma,
grandeza y majestad ... El niño pregunta
á Fenelón: Ql1é hora es? Saca éste su
reloj y VI: la hora que marca. [Oh, qué
hermoso reloj, ilust r ísimo señor! le dice
el joven discípulo, ¿me permitida Üs ía
mirarlo? El buen Arzobispo se lo entre-
ga, y se propone instruir al muchacho
~ . 1 1 .
con una chanza.-¡ Cosa smg u ar, e 'dijo
francamente Fvnelón, este reloj. mi
querido Luis, se ha hecho así mismo,
; Cómo! Uí sí mismo? respondió el niño
mirando á su maestro con extra ñczav--«
No lo d udes ; á :;;í mismo. Un viajero lo
halló en un desierto; y es indudable que
se ha hecho á sí mismo.-¡ Im posible! r~puso
el joven Luis; Usf a se burla de mí.
-.No hijo mío, no creas trate de burlarme
de tí. ¿Qué hay de im posible ien lo
que te dig-o?-Pero, Ilustrísimo señor,
jamás un reloj puede construirse á sí
mi"mo.--Quisiera me dijeses por q 11~.-
Porque es tanta la precisión con que están
arregladas las peq ueñas ruedas que
componen el movimiento y que hacen
funcionar los índices, que no solamente
se necesita de OTan inte!'ir"en'cia para or-
:" ,..,
denar tan complicado mecanismo, sino
que pocos hom bres serán ea pace-s de ello.
E~ im posible que esto se haga á sí mismo,
jamás podré creerlo. Usía Iltlstrí·
sima puede estar seguro de que 10 han
~Dgañ •.{do.

Fenelón abrazó al muchacho y mostrándole
el cielo que brillaba encima de
sus cabezas, exclamó: Y bien, ¿qué diremos,
mi querido Luis, de aq uellos que
pretenden que tanta mult itud de maravillas
se han hecho y se conservan por
sí solas. y que Dios no" existe?-¡Qué!
¿habrá horn bres tan estúpidos y malos
que digan e~o?-Sí, querido, sí: hay
bom bres que esto dicen; pero yo no puedo
afirmar que haya hom bresq ue así 10
crean.
4-.
- EL ORDEN SOCIAL- 3
VIDA DEFENI.
" ",'. t por el amor, fijándose uI?lcamente en las
cándo-e exdu:Slvc~mente al de la \ irt ud , y dotes personales ó alucinadas por sus
fllnd~ en el hospital de Santa Ana,. e~ engañosas palabras, verdadero y peligro-
Mudnd, ,la Orden de. J:Ierrnanos MJO~- so canto de sirena que no les deja ver
HilIS, dedicados al Sel"l'l~IO de los !10~pl- claramente lo que es indispensable ,que
tales. La fuerza del ejemplo convlrtlO á
un vani.loso é irrascible en un verdadero vean, N ' d L' 7 S' o
I:;,'nto. ' ¿' o tema pa res uciana r , 1: per
E" t t 11· el P. BernarJi-" desdichadamente, en nuestra fr ívola y
"'" e sa n ° se a ma .
no de Obceg-óll. ' et alieada sociedad, aun los padres cn .

4 - EL ORDEN SOCIAL-
tianos rinden vasallaje al becerro de oro ...
prefieren al pretendiente rico, aunq ue
sea de dudosas costumbres, porque es
preciso que las niñ as se casen ... y q u~ se
casen bien ... lo que equivale á decir: que
el marido debe de tener riquezas ...
.Lo estamos palpando cada, día.
Hom bres que han prevaricado en todos
sentidos, que deberían ser rechazados
sin titubear, logran la realización de sus
deseos ... se casan con la joven cristiana y
perfectamente educada, que sólo debía
entregar su virgen corazón' á uno que se
le asemejara. Quizá, escribiendo renglones
derechos por líneas torcidas, Dios
permite estas, eq uivocaciones para que
se santifiq uen con el sufrimiento; y' salven
el alma de su marido á precio de lágrimas
y sacrificios,
Luciana se casó creyendo que iba' á
ser tan feliz como lo había soñado: pero
pronto se pudo convencer de que para
ella la cruz del matrimonio estaba erizada
de espinas que habían de herirla desgarrando
su corazón ...
A los desvíos egoistas, á la falta de
atenciones delicadas' que mantiene viva
la llama del amorvsig uieron Íos disgustos
ocasionados pOT la violencia del ear.icter,
por la, absoln ta falta de 'ge!.lerosi-,
dad, por esa manera cómoda y torpe de
considerar á la mujer, como un objeto
de lujo, un ama de, 'llaves Ó una cosa' de
la cual se puede disponer á capricho.
Luciana vió caer deshojadas las flores
de sus ilusiones al frío soplo de una
realidad muy amarga. Aquel á quien
ella, re hosa ndo confianza, había fijado
su porvenir, no la entendía, no sa hía
comprender su mérito; era como torpe
comerciante q ueposee soberbia joya creyéndola
de do-ublé,», la hería á cada mo-.
mento, la ultrajaba.en sus más delicadas
afecci(\nes, la traicionaba cruelmente ...
. 1 '
ipobre Luclana.~,.
¿Y qué hiz()?.~.:Loque debe hacer
toda l!~po::;acristiana p~seída de su de-
ber, que entiende la alteza de su misión,
que no deja la cruz porq ue pe~a demasiado,
sino q ue saca fuerzas del inagotable
manantial del amor divino, para
mantenerse siempre á la misma altura y
dar testimonio de grandeza de alma y
elevados sentimientos, procurando oponer
la dulzura á la rudeza, la paciencia
á las injusticias, la generosa abnegación al
torpe y brutal egoismo. el silencio i las
injurias, la caridad á todos los ultrajes ...
aún á aquellos que más rcruelmente hieren
á la mujer ...
( Concluir.á)
---~,~--
Pensamientos y máximas de
autores chinos yjaponeses
Tratad á los extranjeros con humanidad,
llevad .la instrucción,' á nuestros
vecinos; imi-tad á los que tienen talento¡
depositad vuestra confianza en los hombres
honrados y no tengais tratos con
los horn bres corrorn pidos ..
No dejéis sin recompensa una buena
acción, aunque os parezca dudosa.
Con el desprecio el hombre Se amilana
y su virtud decrece.
iOh legisladores! vosotros en q uien
la sabid ur ía debe brillar más que en el
resto de la gente, tened cuidado 'en condenar
al delincuente. Una vez prorn ulgadas
las leyes. fuerza es que se cumplan;
empero [cuán terrible fuera su ejecución
si resultaran inhumanas!
A un sabio, se le admira, más no se
observan sus instrucciones.
De la fuerza de la sangre, nace un
valor maq uinal y desordenado. El valor
verdadero. es dirigido. po.r la fuerza de.la
razón.
La vanidad de muchos hombres
\ . .'
consiste en que qLllereo ser maestros,
cuando 0'0. son más que discípulos.
•

INFORMACION VARIA
Rasgo de sinceridad
Muchos de nuestros 1e~tores conocerán
á Bonafoux, por lo menos de oídas.
Es un cronista desaforado que habla
desde París en varios periódicos liberales,
con gran desenfado de todo lo divino
y lo humano, sin morderse la lengua,
con un descaro que raya en cinismo
y siern pre a plicando el ascua á su sardina
Ó, como él mismo dice, pasando la vida
de "ogro revolucionarió "
Pues está el hombre tan chasqueado
de sus republicanos" y socialistas, que
conduye una de sus crónicas con el si·
g uiedte rasgo de sinceridad:
..y París aplaude al Papa. ¡No
ha de aplaudirle? ¡Está París tan. harto
de republicanos y socialistas, que no
hacen cosa de provecho para el pueblo.
y que atentos exclusivamente á su vanidad
loca y á su medro personal, pasan
la vida tirándose á la cabeza lo-s chirirn-
Le-los de /t.fariana y llamándose los Uíl0S'
á los otros vendidos, cs tafadores, asesi-.
nos, saltimbanq uis y bebedores de újenjo.
q'ue París vuelve involuntariamente
los ojos hacia la aug usta .Y serena faz. de
un Papa de corazón joven, aunque apa-
rezca á través del viejosó1 del Vaticano
, ..... "
~ EL ORDEN SOCIAL- 5
La epidelDia de la tosfer ina ha tornado
en es ta ciudad grandes proporciones
á pe__ar de los esfuerzos que al a parecer
los primeros casos se hicieron para
evitar que se propaga:;e. Por juzgarlas
de utilidad reproducimos á continuación
las indicaciones que para el tratamiento
de esa enfermedad pu blicó el Dr. Bansen
cuando apareció la epidemia de 1891.
Puestas en práctica en esa ocasión
dieron muy buenos resultados. Dicen
así:
"Ac;¡l'a

6 -.:..EL ORDEN SOCIAL-
puede r-ebajar selas tomas á dos: pero siernpre
debe durar aquél quince d ías.
· d 1
• S 1,se suspen en as tomas porque haya
mejor ia, se corre el peligro de una nueva gray
morir como católicos y basta como
santos.
Vivimos tiempos en que hay que ser
vedad. lo que se es, de día, de noche, en la vida
. Este remedio es inofensivo, yen la prác- Y en la muerte y no andar con medias
tica ha dado magníficos é inesperados resul- tintas. Sean para los católicos en vida,
tad?s, siempre que se apliq uen 'las dosis por
el tiempo y en la cantidad mencionados.
El sulfato debe ir disuelto en agua; si fue-
10s auxilios de la Relizión en la m uerte y
h.
el entierro cristiano: para los que en vire
vomitado deberepetit'se." ,da no creyeron y más bien hostilizaron el
El 15del corriente mes murió el Lic. don Catolicismo, ah í está la ' muerte laica y
Mauro Fernández. El Supremo Gobier- el entierro laico. Or be or not be.
no decretó oficiales las honras fúnebres Nos dicen que un orador de.los vq ue
por haber sido don Mauro Ministro del hablaron en el sepelio de don Mauro hi-.
Gobierno, y actualmente diputado en el zo resaltar aunq ue ~n subidos tonos 'que
Congreso.. el que sin Dios vive, de Dios no necesita
Dcn Maurc murió consecuente con en la muerte: y que no faltaron liberalosus
pricipios de liberalismo que descono- tes que lo censuraron de inoportuno. A
~e la Religión de Cristo: y P':" eso no. buen seguro no era el lugar aquél. ni
quiso recibir ni los auxilios que la Igl~sia tampoco el momento de externar esas
Católica ofrece á sus hijos cuando están ideas: pero el principio sentado si es el
en las puertas de la eternidad, ni quiso' qu~ hemos indicado, es un principio muy
tampoco la presencia del sacerdote que IC'¡g'lc()en quien ni tiene fe 'oi la q ui-re.
los ad minist ra. 'Se escandalizará n de ese pr.ncipio y

abasadas.? ... y si Ud. hubiese sido un
poq UI'11 io ditscret o .... pero nada..... 1 ' ha
bía de tornar el casquillo, mojar la pluma
"en tintaneg-ra, escribir un artículo
de reformas que Ud. llama contra d(lgmas,
toser g-rqeso, encender un cigarrillo
y ¡;al1á va el disparatazo que le enseñaron!!
lo estampó
de que lo cogieran
sin ningún temorcillo
in /1 ag"aJltz" por si ha-
Lía algún tonto que se la creyera.
Don Rómulo: Yo me asusté mucho
cuando leí los t it ulos del último número
de . 'La Siern bra ' v entre ellos el
espeluznante de Cm'pus CIlristi y Contra
dogl'lws; puede Ud. creer que
me calée el chapeo
req uer í la espada ....
pero al leer estereot ipada la gran sabiduría
suya v de los otros. . .. "
fti ín{e.
.... ya no hay nada. ..
Por qué? Porq ue esa revista es un
fárrago de di:--p•.uates y hasta de mentiras
m u"y grotescas.
l)on •.Julio 8n1nzar G.
Mur ió en e~t(}s días este caballero
jiJsefil1(), hermano de la muy estimable
d ofia Adela dé E~quivel, esposa del Sr.
Pre- idente de la República.
Presentamos á la dist ing uidfsima
mat rc.na y demit~ familia nue- tra sincera
J respct uosa C(\I1

- EL ORDEN SOCIAL-
IffiPf6nta U raD616fía
,
LUIS CARTIN G.
Heredia
C. del Carmen No. 3I:ApartadoNo. 32.
~**~»**~~**~*~
Se ejecuta toda clase de trabajos
tipográficos.
,Expendio de útiles escolares y
de oficina á precies sin competencia
en plaza.
Libros. piadosos y novelas morales
de muy buenos autores.
Se reciben órdenes para la fa- .
bricación á la mayor .brevedad de
toda clase de sellos de caucho.
Precios módicos,
SE "'VENDI~
á
un magnífico caliz con inc rustaciones de piedras
finas, pcr tenecierite á la sucesión del Pres bo, don
Bruno Pc re ira. Costó