Núm. 30 Noviembre - Asociación Gaditana Jacobea "Vía Augusta"

que está situado en la parte posterior del
albergue de Zarautz.
Cuando apagan las luces del albergue
de Zarautz, ocurre un hecho curioso que no
había visto aún en el Camino y que nos da una
muestra de a qué velocidad evoluciona nuestro
mundo, la forma de comunicarnos y la manera
de mantenernos conectados unos con otros.
Recuerdo que cuando empecé a hacer el
Camino, allá por agosto de 2006 (tampoco
hace tanto), cuando se apagaban las luces, la
única luz que veías era alguna linterna que otra
para seguir leyendo (aquí me incluyo yo) y
algún que otro móvil para mandar algún SMS.
Pero ahora ves una auténtica pléyade de “smart
phones” y la gente chateando con el What´sup,
Facebook, Twitter,… Yo aún me resisto a esta
Hoy la etapa que hemos completado
nos ha conducido hasta Deba. Iniciamos la
etapa a las siete de la mañana (para variar) y
hemos llegado a Deba cerca de la una de la
tarde. En la salida de Zarautz hemos podido
experimentar uno de esos “momentos
mágicos” del Camino, hemos visto como se
elevaba el Sol sobre la interminable playa de
Zarautz. Este momento y otros de años
Asociación Gaditana Jacobea «Vía Augusta»
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“revolución” comunicativa, y hago el Camino
con un móvil sencillo, móvil que llevo apagado
y sólo enciendo al llegar a los albergues. No
sé, creo que el Camino pierde cierto encanto si
estás más pendiente de la interacción exterior
que de la interior. A mi el Camino me gusta
hacerlo en modo “unplugged”. Es como una
especie de viaje interior en el que necesito
desconectar de todo y de todos. No sé, si sigo
así, supongo que en unos años seré una “rara
avis” en el camino, o al final sucumbiré
acabaré abducido y subyugado por la
“mardita” tecnología de Steve Jobs. Espero
que no, porque como dicen por ahí: no hay
nada peor que el extremismo e intransigencia
de la fe del converso.
08/08/2012 ZARAUTZ – DEBA
anteriores, son momentos realmente singulares
que por más que se cuenten con palabras no es
posible describirlos, son momentos que hay
que vivirlos, hay que estar presente para
experimentar esas sensaciones singulares. Tras
este amanecer en el camino, hemos continuado
por un agradable paseo marítimo hasta la
localidad de Guetaria, siempre acompañado