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Núm. 30 Noviembre - Asociación Gaditana Jacobea "Vía Augusta"

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Director:<br />

José Luis Taboada Barberi<br />

Consejo de redacción:<br />

Antonio Miranda Sánchez<br />

Manuel Barea Patrón<br />

c/ Sopranis, núm. 26<br />

11006 CÁDIZ<br />

www.asociaciongaditanajacobea.org<br />

info@asociaciongaditanajacobea.org<br />

Cualquier manifestación incluida en esta<br />

publicación es responsabilidad exclusiva de su<br />

autor<br />

Nuestra portada:<br />

Sirva nuestra portada del mes de<br />

<strong>Noviembre</strong> – mes de los difuntos por<br />

antonomasia – como oración a la memoria<br />

de los peregrinos fallecidos en o a<br />

consecuencia del Camino de Santiago,<br />

para ello traemos a colación el crucerolápida<br />

que se encuentra en el tramo que va<br />

desde Bercianos del Real Camino (muy<br />

cerca de este) hasta El Burgo Ranero (en<br />

la actualidad este monumento se<br />

encuentra roto, esperemos que no tarde en<br />

repararse), que si bien pertenece a<br />

Manfred Kress Friedrich, queremos hacer<br />

extensivo a todos los demás,<br />

especialmente en un año que se ha<br />

caracterizado por la alta incidencia de<br />

accidentes con afectación de peregrinos<br />

<strong>Asociación</strong> <strong>Gaditana</strong> <strong>Jacobea</strong> «<strong>Vía</strong> Augusta»<br />

3<br />

EDITORIAL:<br />

«Llamé al Cielo y no me oyó;<br />

y, pues sus puertas me cierra,<br />

de mis pasos en la Tierra<br />

responda el Cielo<br />

y no Yo»<br />

«Don Juan Tenorio»: Parte 1ª, Acto IVº, Escena X<br />

Mes de Todos los Santos, mes de los difuntos y – por tanto – mes de Don<br />

Juan Tenorio, de ahí que hayamos decidido empezar nuestra revista correspondiente<br />

a <strong>Noviembre</strong> con este fragmento en que el protagonista de la obra de Zorrilla, a<br />

orillas del Guadalquivir, y haciendo acopio de toda la paciencia de que es capaz, se<br />

arrodilla ante el Comendador, asumiendo todas sus exigencias, pero requiriendo que<br />

en todo caso le sea concedida la mano de su amada Doña Inés.<br />

Es conocido por todos que – presa de un desmedido orgullo – Don Gonzalo<br />

de Ulloa, no solo desoye las súplicas de Don Juan, sino que se atreve a humillarlo,<br />

increparlo y amenazarlo, con lo cual consigue que el Hidalgo- desesperado - se<br />

rebele, enfrentándose con espada al Comendador de Calatrava, al cual da muerte,<br />

grita el verso antes citado, y emprende la huida…<br />

Nuestra asociación ha tratado de avenirse a unos parámetros que si bien en<br />

su mayoría no los vemos claros, hemos querido pensar que – según se nos dijo –<br />

redundaría en el bien para los Caminos (…suponemos que también para los Caminos<br />

de Cádiz) – y hasta ahora solo hemos obtenido respuestas poco comprensibles, en<br />

que parece que predominan más las motivaciones políticas que las meramente<br />

jacobeas tal como se nos había prometido.<br />

¡No importa! Como nosotros no vamos a pelearnos con nadie, y mucho<br />

menos vamos a huir, tenemos todo el tiempo del mundo para esperar respuesta si la<br />

hubiera…, tiempo en que vamos a seguir trabajando – por el Camino y por los<br />

peregrinos - como hasta ahora: Si la contestación llega, … bien; y si no llega nunca,<br />

… igualmente bien…, incluso con más libertad, por aquello de no deberle nada a<br />

nadie.<br />

Este mes de <strong>Noviembre</strong> en que nos encontramos, nuestra corporación<br />

cumple tres años… Gracias a nuestro trabajo hemos conseguido estar a un nivel en<br />

el que pocas hubieran podido decir lo mismo a esa “edad”. Por tanto, lo que menos<br />

nos preocupa es que personas cuyo objetivo es Ellas mismas, nos obsequien con sus<br />

favores y su aquiescencia, con palabras rimbombantes y gestos grandilocuentes…<br />

Por todo ello queremos terminar con otro verso de El Tenorio: La escena<br />

primera del primer acto de la primera parte, y que tiene lugar en un local que<br />

actualmente existe en Sevilla:<br />

«¡Cuán gritan esos malditos!<br />

¡Pero mal rayo me parta<br />

si en concluyendo la carta,<br />

no pagan caro sus gritos!»<br />

José Luis Taboada Barberi. Presidente

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