Parte 1 - Trasierra

Excmo. Ayto. de Trasierra FIESTAS PATRONALES, 2OO7
Cincuenta años de beneficios al
mundo por medio de un paisano nuestro.
Mas de 18.000 veces ha florecido en
sus manos el gran misterio de la
consagración haciendo bajar del cielo a
la tierra a Dios por medio de su palabra.
Cincuenta años dedicado a abrir las
puertas del cielo a los moribundos,
bendiciendo por última vez a los muertos,
poniendo paz en las conciencias por medio
de sacramento del la Confesión,
bautizando y haciendo cristianos a los
niños.
Fue un día espléndido de sol, las
flores de la primavera se marchitaban y
los frutos pendían de los árboles...
Aquella mañana feliz de Junio las
campanas de la Iglesia de Trasierra
tenían un suavísimo sonido (corría por el
bronce la alegría de tocar a cura nuevo)
aquellas campanas que tocaron en su
bautizo y en su primera comunión querían
tocar ahora con nuevos bríos porque el
óleo Santo de la ordenación sacerdotal
les sabía empujado a tocar a gran fiesta.
Y llegó otra mañana, por San Juan
Bautista, la Iglesia estaba llena y por
su puerta sagrada entraba aquel
jovencito, que hacía poco era sacerdote.
Todos le miraban con alegría y respeto y
daban gracias al Señor por lo que estaba
sucediendo.. . .
Con casulla blanca, rodeado de
sacerdotes, con olor a azucenas, a
incienso y a cera se desgranaban las
oraciones y cánticos de la primera misa
de Don Valentín Burgos... un sacerdote
desde el pulpito dio las gracias al
Señor, porque del pueblo de Trasierra
había salido un embajador divino, otro
Cristo con poderes de un Dios. Todos
lloraron, hasta el nuevo
sacerdote y llegó el
momento feliz. Dios bajaba
por voz primera a las manos
del sacerdote; el esquilón
interrumpió en salmodia
para que la campana
San Antonio y Santa Marta
anunciara que el milagro de la Eucaristía
estaba en las manos del hijo de Trasierra
sacerdote.. .
Después cantando el te Deum unas
ileras grandes fueron a besar a aquellas
manos quo estaban destinadas a hacer el
bien. Los familiares llorando y todos
dando la enhorabuena mientras la bandera
blanca en la torres anunciaba a los
cielos y a la tierra que había jurado al
Señor y no se arrepentiría que Don
Valentín Burgos es sacerdote para
siempre.
Han pasado 50 años. También tocan a
gloria las campanas, porque eso hijo
sacerdote del pueblo cumple el día 17 de
Junio sus bodas de oro con el sacerdocio.
Nuestro homenaje humilde es pedir al
cielo que sus manos no decaigan, que
siempre las tenga en alto como Moisés en
las campañas de los Judíos.
Gracias Señor porque de Trasierra
tenemos un embajador divino que se
acuerdan de nosotros y de los pobres,
cuya vida conserve Dios muchos años.
Heliodoro Almeida.