Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

Rey, en este momento, va un tanto despistado, pero terminará gobernando
todo el mundo porque él es un ser espiritual protegido por el Padre.
España gobernará el mundo y acabará con este tercer imperio romano que
es Estados Unidos. Ni ellos ni los comunistas son limpios y el Padre
los destruirá.”
El fornicar trae el cáncer. La aversión al sexo, curiosamente, no
suponía el menor obstáculo para que Paco y Lola, fingiendo estar
metidos en tareas curadoras, sobaran obstentosamente, poniendo la mano
dentro de sus pantalones, los genitales de dos menores -niño y niñaque,
por la actitud resignada y sus jerseys con el emblema de los
curanderos, parecían estar acostumbrados a este tipo de manipulaciones.
A veces dice Paco: “algunos santos me ayudan a curar cosas difíciles.
Franco y Carrero [Blanco] me han quitado más de un cáncer”.
Utilizan agua recién salida del grifo de la cocina que ellos
mismos bendicen para obrar milagros.
En uno de los impresos que reparte en su consulta se puede leer:
“Lola y Paco BENDICEN AGUA para dolores de Reuma, Nervios, Enfriamientos,
Alergia (toda clase), Emorragias (Sic.), Heridas, Granos,
Infecciones y todas cuantas enfermedades tengan las personas; para los
matrimonios casados que no tienen hijos Bendecimos agua con grandes
resultados, para las mujeres embarazadas el parto sin dolor y para las
piedras del Riñón e Hígado. El cáncer no lo curamos pero sí quitamos el
dolor. LOLA Y PACO con este agua que bendicen CURAN LAS QUEMADURAS EN
DIEZ MINUTOS”.
Otro de sus panfletos va encabezado de la siguiente manera: “SOMOS
LA CREACIÓN”, junto con los nombres de Lola y Paco y acaba de la siguiente
manera: “Nota: CURAMOS MATERIA Y ESPÍRITU, PERO NO LA MUERTE”.
Paco no cobra por sus servicios, sólo acepta la "voluntad" con la
ayuda de dos de sus colaboradores. El primero actúa de "gancho" entre
la gente que está esperando turno. Su misión es comentar los grandes
prodigios que se hacen en aquella casa y lo necesitados que andaban de
dinero, dado que daban casi todo el dinero a los pobres. En un rincón
de la casa, al lado de una botella de agua, se dejan tirados en el
suelo algunos billetes. Toda la gente entiende perfectamente el mensaje
y "pasan por caja". Cuando el montón de billetes empieza a ser muy
abultado, entonces el segundo ayudante los recoge discretamente,
dejando algunos como muestra.
Paco es propietario de seis empresas -entre ellas una fábrica de
cal-zado en Petrel- y una importante granja en explotación situada en
Biar.
En la granja de Biar viven más de un centenar de personas que siguen
devotamente a Paco, al que tienen por mesías, mientras trabajan
para él. La comunidad allí reunida confía sobrevivir al inminente
66