Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

El viernes 17 de marzo del 2000 “se suicidan” más de 500 adeptos
de la secta «Restablecimiento de los Diez Mandamientos de Dios», en
Kanunga (al Sudeste de Uganda, una pequeña
población situada a 320 kilómetros al suroeste
de Kampala, cerca de la frontera con la
República Democrática del Congo), entre los que
se encontraban los restos de 78 niños.
Desde el miércoles los fanáticos se fueron
congregando en la iglesia, un edificio que era
utilizado por el grupo como escuela, y realizaron diversas
celebraciones, aunque parece que algunos de ellos ni siquiera sabían
cual era su verdadero motivo. Comieron tres vacas asadas, bebieron
setenta cajas de gaseosa, cantaron y rezaron. Afirman que muchos de
ellos, siguiendo las recomendaciones de su líder, vendieron antes sus
propiedades para prepararse para su último viaje y apenas hablaban
porque temían violar el mandamiento de «No mentirás». Sólo unos días
antes recorrieron las aldeas cercanas para despedirse de sus
habitantes. El viernes, 17 de marzo, era el gran día. Se les iba a
aparecer la Virgen y los iba a llevar al cielo. La locura colectiva
fue imparable.
Los fanáticos, hombres y mujeres en su mayoría procedentes del
sur del país, que llevaban a sus hijos con ellos, vestían togas
blancas, verdes y negras. Una vez en la iglesia, cerraron las puertas
con llave y tapiaron las ventanas para que nadie pudiera escapar.
Luego, según las investigaciones, se rociaron con gasolina... Y a
partir de ese momento se desató el infierno. «Se oyeron algunos
gritos, aunque no muchos», dijeron los vecinos de Kanunga. Las llamas
alcanzaron pronto unas dimensiones espectaculares. Nada se podía hacer
por los desdichados. Todo terminó muy rápido.
La secta, escisión de la Iglesia Católica, fue fundada a finales
de los 80 por Joseph Kibwetere, de 68 años, aunque otras fuentes
afirman que fue creada por Cledonia Mwerinde, de 40 años. En el grupo
tenían especial relevancia los ex sacerdotes Dominic Kataribabo, de 32
años, Joseph Kasapurari, de 39 y John Kamagara, de 69. Los agentes
desplazados al lugar donde se produjo la inmolación de los sectarios,
afirmaronn que «las escenas que estamos viendo son espantosas. Los
cadáveres están carbonizados y hasta ahora sólo hemos podido conocer
el sexo de tres o cuatro de ellos. Cuando llegamos aún había muchos
restos humeantes».
En el estado de Texas, se han contabilizado más de 2000 organizaciones
de carácter religioso que viven voluntariamente aisladas del
resto de la sociedad. Muchas están armadas hasta los dientes.
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