Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

el acercamiento del Hale Bopp es la señal por la que hemos estado
esperando. Nuestros 22 años de colegio en el planeta Tierra están
llegando a su conclusión, la graduación del Nivel de Evolución Humano”.
Un ex-miembro de la secta había recibido unos vídeos en los que los
adeptos se despiden de su antiguo compañero, repitiendo las creencias
que les unían.
Los miembros de la secta se consideraban ángeles enviados
transitoriamente a California. Eran célibes, no bebían alcohol y no
fumaban. Se levantaban cada día a las tres de la madrugada para rezar,
y tenían una única y comunal comida dos horas después, manteniéndose
durante la jornada con fruta y zumo de limón. El líder y 6 de los
adeptos de La Puerta del Cielo se habían sometido hace tiempo a
castraciones quirúrgicas, culminando así la androginia que
caracterizaba a los 39 sectarios (llevaban todos el pelo muy corto y
vestían un sobrio uniforme negro).
La secta había alquilado un almacén en la localidad de Escondido,
a 50 kilómetros del nordeste de San Diego; en dos armarios del almacén
se han encontrado tres revólveres, dos pistolas semiautomáticas, tres
rifles y abundante munición. Otra pistola fue encontrada en una de las
bolsas que los integrantes de la secta dejaron preparadas, como el
equipaje para un viaje, junto a sus lechos de muerte.
El 31 de marzo de 1997, en el condado de Yuba (california), la
policía encuentra el cadáver de Robert Nichols, de 58 años y seguidor
de La Puerta del Cielo, acostado en una cama y con una mortaja triangular
de color morado cubriendo su rostro y pecho. Nichols se quitó la
vida colocándose en la cabeza una bolsa de plástico en la que introdujo
un tubo de goma por el que aspiró gas propano. En la nota del suicidio
que dejó se podía leer: “estoy viajando hacia el cometa Hale Bopp para
reunirme con aquellos que me han precedido”.
El 7 de enero de 1998, la policía de Santa Cruz de Tenerife
detiene en Canarias a la psicóloga alemana Heide Fittkau-Garthe (de 56
años y denominada por sus seguidores como Madre Aida y La Jefa) junto
con 32 de sus seguidores. La detención se llevó a cabo para evitar un
supuesto inminente suicidio colectivo para las 8 de la tarde del día
siguiente en algún lugar del Parque Nacional de las Cañadas del Teide,
tras el cual, tanto la líder de la secta como sus seguidores serían
recogidos por una nave extraterrestre que les transportaría a otro
plano de existencia. La operación policial, llevada a cabo
conjuntamente por la policía alemana, londinense y española, se desató
a consecuencia de la denuncia de Claudia Remlinger, ex-miembro del grupo,
la cual durante los días previos había estado en Tenerife
intentando convencer a su madre Margot Remlinger, para que regresara a
Alemania con ella.
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