Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

7.1. DESPROGRAMACIÓN.
Durante la década de los años setenta y hasta mediados de los ochenta,
el método que más se empleó para intentar el desbloqueo mental
de adeptos de Sectas Destructivas fue la controvertida desprogramación,
pero hoy ya ha quedado en desuso debido a su elevado coste económico y
riesgo (debía retenerse al sectario en contra de su voluntad,
cometiendo un delito de detención ilegal), y ha sido sustituida por
otros métodos más sutiles y respetuosos con las libertades ajenas. En
todo caso, los cientos de desprogramados que lograron volver a ser
libres gracias a este agresivo método le están aún muy agradecidos.
Una desprogramación, básicamente, consiste en una confrontación
dialéctica entre un sectario y uno o varios especialistas y/o ex adeptos.
Bajo un esquema muy simple, pero con una realización muy compleja,
se trata de poner en discusión y analizar una serie de informaciones
sobre la secta en cuestión y, a través de ello, llegar a hacer una brecha
en el bloque de seguridad monolítico e irracional que caracteriza
al sectario.
Con la primera duda, el adepto retoma sus olvidados mecanismos
críticos y analiza lo que le ofrece el desprogramador a la luz del sentido
común, lejos del dogmatismo de la secta. A través de la duda (por
eso todas las Sectas Destructivas, si excepción, prohíben que sus adeptos
duden de los líderes y de la doctrina), por medio de la información
objetiva (que impiden igualmente todas las sectas), es el propio adepto
quien se desprograma a sí mismo. El técnico no pasa de ser un director
de orquesta más o menos hábil.
7.2. ABANDONO O EXPULSIÓN DE LA SECTA.
Cuando un miembro de una Secta Destructiva abandona su grupo lo
hace por alguna de estas tres razones:
1-Por iniciativa propia.
2-Porque ha sido expulsado.
3-Porque ha recibido algún tipo de ayuda exterior para superar su
dependencia del grupo.
En los tres casos, el ex adepto tendrá que enfrentarse a
diversidad de problemas que no siempre estará en condiciones de superar
(o tan siquiera de poder comprender), y adaptarse a nuevas condiciones
de vida que no le resultarán nada fáciles. Dejar una Secta Destructiva,
con ser mucho, no es el fin del proceso. Hará falta contar aún con
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