Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

sectas buscan el dinero y lo hacen a través del tráfico de drogas, pero
nunca se sabe si su satanismo es la tapadera de su negocio o si han
llegado a ese negocio a través del satanismo.
No tienen nada que ver con las Sectas Destructivas. No tienen un
líder carismático humano (su líder es Satán), no se organizan en
estructuras rígidas, ni tienen reglas fijas, ni normas cerradas; cada
uno funciona según su deseo, su inhibición, sus traumas o su
inspiración del momento, o bajo los efectos de alucinógenos,
estimulantes y afrodisíacos que en cada persona se manifiestan de
diferente manera.
Pero tanto las sectas luciferinas como las satánicas presentan una
diferencia fundamental respecto a las Sectas Destructivas: no engañan
al modo que lo hacen las Sectas Destructivas. Quien entra en una secta
demoníaca sabe perfectamente lo que es y adonde va: no hay mensajes
confusos, ni promesas falsas, ni subterfugios ni mentiras; no se camuflan
con cursillos, conferencias o prédicas de esoterismo, yoga,
filosofía, control mental o terapias de grupos. Su oferta es nítida:
“Aquí está el Diablo. El es nuestro amo y señor. A El nos entregamos”.
15. DOS CASOS DE SECTAS DEMONÍACAS.
En la revista Interviú, David R., de 26 años, electricista de profesión,
cuenta que fue miembro de una secta satánica en La Coruña
durante seis meses (hay un grupo de jóvenes sin nombre que funcionan
por la zona del puerto). Entró en contacto con un pintor coruñés que
pertenecía a una secta satánica, en el verano del 88 entró en el grupo.
Todos eran bastante cultos, muchos trabajaban en la Universidad de
Santiago y gozaban de un elevado poder adquisitivo. Lo sometieron a un
rito iniciático, como es costumbre, en el que tuvo que copular con la
sacerdotisa; fue un ritual con velas y paños negros, pero sin sangre,
una especie de bautismo de fuego. Era una parodia de la misa católica,
pero al revés, y con letanías invocando al Diablo.
Se escondían en un callejón muy discreto y bastante escondido,
cercano al edificio Ministerios y allí para recaudar fondos, vendían
hachís, marihuana, LSD, anfetaminas... Cuando se está con ellos a la
fuerza se debe consumir droga y mucho alcohol. Había un local cerca de
la Iglesia de Nuestra Señora de Oza en el que cobraban entrada para
participar en auténticas bacanales. Otra cosa que hacían era la
profanación de cementerios y de iglesias. Pocos meses después de que
entraran en la parroquia de los Santos Ángeles e hicieran pintadas,
falleció el sacerdote. En la iglesia de Nuestra Señora de Fátima le
pusieron pene a la Virgen y cosas por el estilo. También llevaban a
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