Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

14. LAS SECTAS DEMONÍACAS.
En esta segunda parte del libro trataremos los casos de Sectas
Demoníacas a los que intento juzgar objetivamente por sus consecuencias
sociales y perjudiciales tanto para la salud física como psíquica de
sus adeptos. Aunque se expongan sus creencias, como en el caso de las
Sectas Destructivas, no se las juzga por las mismas, que se compartan o
no, son tan validas y respetables como cualquier otras (por lo que aun
sin entrar a valorarlas personalmente, las admito y respeto, ya sean
ritos satánicos, cristianos, hinduistas, creencias ufológicas, etc.)
Dentro de las sectas demoníacas existen dos tipos principales; las
sectas satánicas y las sectas luciferinas, que pasamos a definir a continuación:
Las Sectas Luciferinas son relativamente modernas, herederas y
seguidoras de los magos magusianos, egipcios y salomónicos. Su dios es
Lucifer. Son elitistas, racistas, exclusivistas y políticamente
ultraderechistas. Buscan el poder, el dinero, la influencia y el
dominio del mundo. Su rito principal es la "misa roja", y sus adeptos
son gentes de dinero y de nivel intelectual alto, entre los que abundan
los profesionales liberales.
Según su doctrina, Lucifer otorgó la inteligencia a los seres
humanos, se reveló contra un Yahvé sanguinario que quería tenerlos
presos en su Edem, como unos animales más y dio la luz a los hombres y
fue expulsado de los cielos. De ahí su nombre Luzbel. Lo identifican
con Prometeo, héroe griego que robó fuego a los dioses. Zeus lo condenó
injustamente, lo encadenó en una roca y un águila le devoraba cada día
el hígado.
Sus fundadores podrían ser perfectamente líderes de las más
conocidas Sectas Destructivas actuales. La estructura es rígida, la
iniciación del adepto es costosa y está marcada por reglas fijas y por
una exigencia de sumisión total.
Las Sectas Satánicas son herederos directos y fieles de toda la
tradición brujeril de la Edad Media. Su dios es Satán. En general, son
grupos pequeños (aunque algunos están empezando a crecer y a tener
mucha fuerza), cerrados, constituidos por gentes taradas psíquicamente,
bien por una enfermedad, bien por una tradición familiar o local que
les obliga a seguir ese camino. Su nivel cultural es mínimo y abundan
los analfabetos. No buscan poder, ni dinero, ni influencias, ni
siquiera crecer; se conforman con ser fieles guardianes de sus
"saberes", fieles cumplidores de sus prácticas aberrantes, sin
conciencia ninguna del mundo que les rodea, de las leyes que
transgreden ni del mal que hacen a seres inocentes; al contrario, obrar
así es su obligación, su disfrute y su premio. Sólo algunas de estas
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