Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

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Según Rutherford “a los que han sido nuestros y se apartaron no los podemos matar, porque las leyes no lo autorizan, pero si nosotros pudiéramos ejercer ya el tal dominio de nuestra organización los mataríamos al instante”. La negativa de los Testigos de Jehová a recibir transfusiones de sangre ha costado muchas vidas sacrificadas inultilmente. Tanto de niños de corta edad, como el gallego Eliú C. C., o la vasca María Albertina M. G., como de adultos. En marzo de 1967, en Milano, Italia, la Sra. Clara Buccinelli dio a luz a una niña en el hospital Sesto San Giovani. Tanto ella como su marido eran Testigos de Jehová. Los médicos diagnosticaron que si la niña no recibía una transfusión de sangre moriría por incompatibilidad de factores sanguíneos de sus padres. Se opusieron éstos. Se pidió al padre firmar su negativa y, ante un juez, se despojó a los padres al derecho de patria potestad, practicándose la transfusión, y a los nueve días la niña fue declarada fuera de peligro. “Preferimos que muera (decían los padres) antes que se alimente de sangre. Nuestra religión lo prohíbe”. También en Italia, se hizo famosa la sentencia de un tribunal de Galgari que condenó a 14 años de cárcel a un matrimonio por “homicidio voluntario”: habían dejado morir a su hija, que necesitaba una transfusión. En el Hospital de Cruces (Barcelona) murió por parecida razón una niña, en 1977. Los padres se querellaron contra el juez que autorizó una transfusión ya tardía. El Supremo puso las cosas en su sitio: la patria potestad no da poderes a los padres para que dispongan a su antojo sobre la vida del hijo. Un certificado del doctor Javier Ojembarrena, del servicio de Nefrología de la Ciudad Sanitaria de Bilbao sobre la paciente Antonia A. R. (Testigo de Jehová), dice lo siguiente: “Se prescribió en el tratamiento transfusión de sangre completa en repetidas ocasiones, a lo que la paciente en plena consciencia y uno de sus familiares allegados se negaron rotundamente... la paciente falleció con clínica de insuficiencia cardíaca aguda secundaria a anemia aguda”. Eliú Cruz Canle de 2 años, murió en 1990 en Santiago de Compostela víctima de una enfermedad hematológica, después de que sus padres se negaran reiteradamente a seguir los consejos médicos. En octubre de 1994, Judith R.S., de 14 años, fallece de una meningitis en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida (Lérida), después de que la madre que se confesó Testigo de Jehová, se negara a que los médicos realizaran una transfusión de sangre. Los médicos que la atendieron decidieron practicarle una transfusión a lo que la madre se negó. Los responsables médicos avisaron al juez de guardia y este dictó 162

un auto para autorizar la trnasfusión de sangre que ya no pudo llevarse a cabo porque la joven murió durante ese período de tiempo. A finales de 1994 en Zaragoza, Marcos Alegre Vallés, de 13 años, murió en un hospital mientras sus padres, Testigos de Jehová, enarbolaban una biblia para negarle una transfusión de sangre (con la cual tendría un 70 % de posibilidades de sobrevivir a la leucemia galopante que padecía). El 21 de noviembre de 1996, la audiencia de Huesca absolvió a los padres de Marcos Alegre. Por otro lado en Sevilla, el 21 de noviembre de 1996, una orden judicial ha obligado a que se opere (con necesidad de transfusión de sangre) a una niña de pocos días de vida que padecía cardiopatía y cuyos padres, Testigos de Jehová, se negaban a la misma. La orden judicial fue dictada después de la denuncia de los responsables del hospital Vírgen del Rocío, pues si no se efectuara la operación peligraría la vida de la niña. En julio de 1991, una mujer murió en Cartagena porque su marido se negó a que recibiera sangre ajena. Intentaba curarse una salmonelosis en casa, con agua y limón. Un juzgado obligó al marido a llevarla a una clínica y a la necesaria transfusión, que también llegó tarde, basándose en el criterio de que “se ha de salvar la vida bajo todos los conceptos”. El primer caso que en España ha llegado hasta el Tribunal Constitucional es el recurso de amparo presentado por el leonés José Antonio Merayo, que solicita la patria potestad de sus dos hijos, concedida a la madre, miembro activo de los Testigos de Jehová. La resolución fue tomada por el juzgado número 3 de primera instancia de León. El demandante considera que dicha resolución vulnera los principios fundamentales de los ciudadanos. Los artículos 15 y 27.2 que tratan del derecho a la vida y a la educación, derechos fundamentales de los ciudadanos. La sentencia inicial alega, para desestimar los recursos presentados, la libertad de religión y que es una entidad que se encuentra legalizada. El Procurador del Común de Castilla y León, Manuel García Alvarez, admitió en septiembre de 1995 la queja de J.A. Merayo a trámite. Juan José Gussoni, empresario de Madrid, cuenta su historia: “Hace dos años monté una empresa para la fabricación de uñas artificiales. Como casi todos los obreros eran minusválidos, recibí un premio del Fondo Social Europeo y hasta salí en el programa En Familia, de Iñaqui Gabilondo, de TVE. Ya habíamos comenzado la producción y sólo nos faltaba la red de comercialización. Alguien me habló de una gente muy buena que se llama Testigos de Jehová, y que tenía locales y vendedores en todas las ciudades de España y serían ideales para la distribución del producto. Nos pusimos en contacto con ellos y nos presentaron los 163

Según Rutherford “a los que han sido nuestros y se apartaron no<br />

los podemos matar, porque las leyes no lo autorizan, pero si nosotros<br />

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mataríamos al instante”.<br />

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sangre ha costado muchas vidas sacrificadas inultilm<strong>en</strong>te. Tanto de<br />

niños de corta edad, <strong>com</strong>o el gallego Eliú C. C., o la vasca María<br />

Albertina M. G., <strong>com</strong>o de adultos.<br />

En marzo de 1967, <strong>en</strong> Milano, Italia, la Sra. Clara Buccinelli dio<br />

a luz a una niña <strong>en</strong> el hospital Sesto San Giovani. Tanto ella <strong>com</strong>o su<br />

marido eran Testigos de Jehová. Los médicos diagnosticaron que si la<br />

niña no recibía una transfusión de sangre moriría por in<strong>com</strong>patibilidad<br />

de factores sanguíneos de sus padres. Se opusieron éstos. Se pidió al<br />

padre firmar su negativa y, ante un juez, se despojó a los padres al<br />

derecho de patria potestad, practicándose la transfusión, y a los nueve<br />

días la niña fue declarada fuera de peligro. “Preferimos que muera (decían<br />

los padres) antes que se alim<strong>en</strong>te de sangre. Nuestra religión lo<br />

prohíbe”.<br />

También <strong>en</strong> Italia, se hizo famosa la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia de un tribunal de<br />

Galgari que cond<strong>en</strong>ó a 14 años de cárcel a un matrimonio por “homicidio<br />

voluntario”: habían dejado morir a su hija, que necesitaba una transfusión.<br />

En el Hospital de Cruces (Barcelona) murió por parecida razón una<br />

niña, <strong>en</strong> 1977. Los padres se querellaron contra el juez que autorizó<br />

una transfusión ya tardía. El Supremo puso las cosas <strong>en</strong> su sitio: la<br />

patria potestad no da poderes a los padres para que dispongan a su<br />

antojo sobre la vida del hijo.<br />

Un certificado del doctor Javier Ojembarr<strong>en</strong>a, del servicio de Nefrología<br />

de la Ciudad Sanitaria de Bilbao sobre la paci<strong>en</strong>te Antonia A.<br />

R. (Testigo de Jehová), dice lo sigui<strong>en</strong>te: “Se prescribió <strong>en</strong> el tratami<strong>en</strong>to<br />

transfusión de sangre <strong>com</strong>pleta <strong>en</strong> repetidas ocasiones, a lo que<br />

la paci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a consci<strong>en</strong>cia y uno de sus familiares allegados se<br />

negaron rotundam<strong>en</strong>te... la paci<strong>en</strong>te falleció con clínica de insufici<strong>en</strong>cia<br />

cardíaca aguda secundaria a anemia aguda”.<br />

Eliú Cruz Canle de 2 años, murió <strong>en</strong> 1990 <strong>en</strong> Santiago de Compostela<br />

víctima de una <strong>en</strong>fermedad hematológica, después de que sus padres se<br />

negaran reiteradam<strong>en</strong>te a seguir los consejos médicos.<br />

En octubre de 1994, Judith R.S., de 14 años, fallece de una m<strong>en</strong>ingitis<br />

<strong>en</strong> el hospital Arnau de Vilanova de Lleida (Lérida), después de<br />

que la madre que se confesó Testigo de Jehová, se negara a que los<br />

médicos realizaran una transfusión de sangre. Los médicos que la<br />

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negó. Los responsables médicos avisaron al juez de guardia y este dictó<br />

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