Las Sectas Destructivas y Demoníacas en España - Prolades.com

opa usada que les habían entregado a través de un colegio (creyendo
que tendría un fin benéfico).
Según José Luis Belluga, ex-adepto de Remar: “De puertas adentro
el sistema es absolutamente como el de una secta. No se permite ninguna
lectura que no sea de la obra. Su mensaje lo dejan bien claro a la hora
de entrar en Remar: tienes que renunciar a todo lo que tenías. Ya no
hay deberes para con la familia, desde ese momento, es el mundo de
Cristo, y para él debes trabajar y entregar tus frutos”.
También descubrió que el síndrome de abstinencia “se debía pasar a
pelo”, sin ninguna clase de ayuda y sin ningún control médico.
Los centros de rehabilitación de marginados Remar no están acreditados
para este fin y todos carecen de facultativos y personal médico,
siendo los propios internos, toxicómanos rehabilitados y voluntarios de
la Iglesia Evangélica, los que se encargan del tratamiento.
Remar recolecta hasta la última peseta del salario de las personas
que coloca en empresas ajenas a la asociación. Además cuenta con un
grupo de voluntarios de la Iglesia Evangelista, quienes trabajan en las
mismas condiciones laborales que los toxicómanos.
La entrega de este auténtico ejército de trabajadores sin sueldo y
sin cotización en la Seguridad Social ha hecho de Remar toda una potencia
económica internacional: en un breve plazo de tiempo ha abierto 181
locales en el estado Español, donde atiende a más de 3.000 personas y
ha creado un importante número de negocios que le otorgan un
considerable poder económico.
Los beneficios económicos que les reportan los rastrillos son
realmente importantes. Si se tiene en cuenta que los productos que
venden proceden de donaciones, que el personal que está al frente de
ellos no cobra ningún salario, que no pagan ninguna clase de impuestos
(están registrados como asociación benéfica) y que por supuesto no
cotizan a la Seguridad Social.
Todo es gratis para Remar, incluso la manutención de los acogidos
a esta explotación disfrazada de terapia de desintoxicación, para quienes
algunas empresas mandan la comida que les sobra.
El testimonio de José Luis Belluga es esclarecedor: “En Remar no
hay nadie que genere gastos, todo el mundo tiene que trabajar, incluso
trabajas pasando el mono. Los alimentos que allí se consumen provienen
de donaciones y suelen estar caducados. No hay agua caliente y la calefacción
consiste en dos bidones con una fogata dentro. No entiendo
dónde va a parar todo el dinero que se genera en Remar”.
Remar posee una “constructora cristiana” llamada "Arquirema", en
Valencia una agencia de viajes llamada "Maranatha" y "Novimagen", dedicada
a la importación y exportación de artículos manufacturados donde
Remar tenga centros de trabajo. En el País Vasco tienen una
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