Pacto Mesíanico

Romanos 287
cuál estábamos retenidos, de tal modo que sirvamos en novedad de
espíritu y no en antigüedad de letra.
No Hago el Bien que Deseo, Sino el Mal que No Deseo
7 ¿Qué diremos, pues? ¿La Toráh (es) pecado? ¡Jamás! Pero no conocí
el pecado sino mediante (la) Toráh; porque tampoco sabía de la pasión,
si la Toráh no dijera: No codiciarás. 8 Pero el pecado, tomando ocasión
mediante el mandamiento, produjo en mí toda (clase de) pasión; porque
por separado de (la) Toráh, (el) pecado (está) muerto. 9 Yo, pues,
entonces vivía sin Toráh; pero viniendo el mandamiento, el pecado
revivió, 10 y yo morí, y hallé que el mismo mandamiento que me (era)
para vida, a mí (fue) para muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión
mediante el mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató. 12 De
tal modo que la Toráh (es) santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
13 Por tanto, ¿Lo bueno para mí, vino a ser muerte? ¡Jamás! Sino que el
pecado, para mostrarse pecado, me produjo muerte mediante el bien,
para llegar a ser excesivamente pecaminosa la falta mediante el
mandamiento. 14 Porque sabemos que la Toráh es espiritual; pero yo soy
carnal, estando vendido bajo el pecado. 15 Porque lo que hago, no
entiendo; pues no hago esto, lo que deseo, sino lo que odio, eso hago.
16 Pero si lo que no quiero, esto hago, estoy de acuerdo de que la Toráh
(es) buena. 17 Sin embargo, ahora, yo no hago ya ello, sino el pecado
que mora en mí. 18 Porque sé que no habita en mí, esto es, en mi carne
(lo) bueno; porque el desear está al alcance de mí, pero el poner por obra
lo bueno, no; 19 porque no hago un bien que deseo, sino lo malo que no
deseo, eso hago. 20 Y si lo que yo no deseo, eso hago, ya no lo pongo
por obra yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo
hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está presente en mí. 22 Porque
según el hombre interior, me deleito en la Toráh de Elohím; 23 sin
embargo, veo otra ley en mis miembros, que hace guerra contra la ley de
mi mente, y que me toma cautivo con la ley del pecado, la que está en
mis miembros. 24 ¡Miserable hombre, yo! ¿Quién me librará del cuerpo
de la muerte esta? 25 Gracias doy a Elohím, mediante Yahshua (el)
Mesías nuestro Amo. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la Toráh de
Elohím, sin embargo con la carne a (la) ley del pecado.
Pacto Mesiánico – Mijael Kibutz