descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Después <strong>de</strong> atravesar esa puerta, tal vez encontrarán otra <strong>de</strong><br />
seguridad y el maldito policía ya no podrá gritar ni pasearse<br />
altivo e indiferente por entre los visitantes. Luego habrán<br />
<strong>de</strong> recibirlos otros funcionarios no menos <strong>de</strong>spreciativos,<br />
¡pero no importa!, ya habrán cruzado esa puerta y tar<strong>de</strong> que<br />
temprano saldrán y se irán a sus casas a ducharse, a lo mejor<br />
a almorzar, a <strong>de</strong>scansar. La mayoría imaginará un mundo<br />
nuevo <strong>de</strong> colores, una vida con una paga digna, lejos <strong>de</strong> todo<br />
lo que más quieren y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya se prepararán para regresar,<br />
victoriosos, algún día.<br />
–¡Qué burocracia; qué canallas! —dice otra vez el hombre <strong>de</strong><br />
bigote <strong>de</strong> marinero, y yo aterrizo ahí, otra vez, encabezando<br />
ahora la fila que se agiganta como culebra.<br />
–A mí me gustan los países burocratizados —le respon<strong>de</strong> el<br />
hombre <strong>de</strong>l impermeable y dientes <strong>de</strong> ratón.<br />
Y yo me quedo mirándolo, con unas ganas <strong>de</strong> golpearlo en la<br />
cara, y luego arrastrarlo hasta el charco que se ha empozado<br />
en la calle. Sólo falta que pasen los carros por ahí y nos<br />
salpiquen.<br />
–Sí, a mí me gustan los países burocratizados —dice éste otra<br />
vez cuando siente que lo miro—, porque lo bueno <strong>de</strong> un país<br />
burocratizado, es que todo es como una carrera a ver quién<br />
primero se cansa.<br />
Me veo en una bicicleta, a punto <strong>de</strong> llegar a la meta, casi<br />
alzando los brazos, cuando en un instante alguien me sigue en<br />
otra bicicleta.<br />
–¡Ahora sí, los que vienen por primera vez a la cita!<br />
Es la voz <strong>de</strong>l policía que me rebasa, y yo cruzo <strong>de</strong> segundo la<br />
meta, empapado por los goterones <strong>de</strong> la lluvia que se hacen<br />
más pesados y mojan mi carpeta. Todos, otra vez agachamos<br />
99