descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
mi edad, y a esta edad, señor agente, uno no está para <strong>de</strong>cir<br />
mentiras, menos para robar a unas señoras, por Dios.<br />
No sé bien qué fue lo que pasó <strong>de</strong>spués, como ya le dije, yo<br />
iba a<strong>de</strong>lante, muy cerca <strong>de</strong>l muchacho que también se sentó<br />
a<strong>de</strong>lante. La cosa fue así. Escuche muy bien señor agente,<br />
es que todo estaba para que sucediera. Una <strong>de</strong> las señoras<br />
empezó entonces a reírse y a <strong>de</strong>cir que no, que no le creía al<br />
señor. Y el señor otra vez a intentar explicarle, y la señora que<br />
no, hasta que el tono se fue subiendo, se fue subiendo tan<br />
alto, señor agente, que el conductor <strong>de</strong>l bus quiso parar, pero<br />
yo creo que pensó que la cosa no era con él. Lo mismo <strong>de</strong>bió<br />
pensar el muchacho que estaba sentado cerca <strong>de</strong> mí. Claro, y<br />
yo pensé igual, que la cosa no era conmigo.<br />
Bueno, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que alegaron y alegaron, yo creí que todo<br />
iba a parar, pero no, mire como son las cosas, señor agente,<br />
el niño <strong>de</strong> brazos que iba con las señoras empezó a llorar. Es<br />
que las señoras, como al comienzo le dije, llevaban un niño<br />
<strong>de</strong> brazos, y el señor ya no se callaba, que él era un hombre<br />
<strong>de</strong>cente, que durante treinta años había matado ganado en La<br />
Feria y que nunca le había robado nada a nadie, y todas esas<br />
cosas.<br />
Yo en mis a<strong>de</strong>ntros hasta le daba la razón al señor, pues como<br />
le dije, yo le creí al señor. Para qué <strong>de</strong>cir mentiras, si todo había<br />
empezado por una simple cartera. Y el señor que gritaba más<br />
alto, el niño que lloraba, y mire, señor agente, qué señoras, el<br />
tipo bien bravo, ellas con un niño <strong>de</strong> brazos y tampoco que se<br />
callaban; y <strong>de</strong> pronto, señor agente, nada, todo era silencio, un<br />
silencio así como <strong>de</strong> muerto. Ah, entonces, pensé, algo pasó,<br />
pero yo al igual que el muchacho nos quedamos quitecitos en<br />
las sillas, y el bus a paso <strong>de</strong> tortuga; es que la cosa no era con<br />
ninguno <strong>de</strong> nosotros, ni conmigo, ni con el muchacho, ni con<br />
el chofer, no, con ninguno <strong>de</strong> nosotros.<br />
83