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es un miserable. Lo peor es el chisme que ya vuela por el<br />

campus.<br />

–Ok, gracias por todo, William. Hablaremos luego, estoy<br />

recibiendo otra llamada.<br />

Escogió ropa informal para afrontar los temores <strong>de</strong>l día, pero<br />

no había tenido tiempo <strong>de</strong> asearse como hubiera querido. Se<br />

percató <strong>de</strong> que su novia había puesto en la pared la pintura<br />

que tanto le gustaba. Una mezcla <strong>de</strong> satisfacción y angustia se<br />

dibujó en sus labios. Las manecillas <strong>de</strong>l reloj indicaban apenas<br />

las diez. Marcó el código <strong>de</strong> la llamada en espera y se puso<br />

otra vez al teléfono.<br />

–Hola. ¿Ya está enterado, no?<br />

–Sí, ya sé. ¿Sabe quién está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todo esto?<br />

–No estoy muy segura, pero el viernes me llamó Abelardo; por<br />

ahí va la cosa. También llamó a Patty y a Luisa. Le dijimos que<br />

hablaríamos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> semana santa. Insistió, pero nosotras<br />

no sabemos nada. Parecía que se iba a envenenar en su propia<br />

mierda. Eso es todo lo que sé. Bueno, ya está avisado, ¿no?<br />

Aguante ese calvario. Chao.<br />

El teléfono repicó en la tar<strong>de</strong>. En medio <strong>de</strong> su inquietud se<br />

duchó, se vistió con la ropa informal que ya había escogido y<br />

vació la maleta <strong>de</strong>l viaje. Tenía dolor <strong>de</strong> cabeza. Había tratado<br />

<strong>de</strong> calmarse, pero por más que respiraba con pausa no lo<br />

conseguía.<br />

Después <strong>de</strong> varias horas continuaba ahí, tendido en el sofá,<br />

al lado <strong>de</strong>l teléfono, mirando la pintura. Un año le costó<br />

arrebatársela a William <strong>de</strong> su cuarto <strong>de</strong> estudio. Des<strong>de</strong> que éste<br />

se la había comprado a un pintor callejero, quedó obsesionado<br />

con ella. Pero ahora tenía que volver a su problema. Algunos<br />

compañeros, entre ellos Alberto, no se habían enterado aún,<br />

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