12.05.2013 Views

descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...

descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...

descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

llevara su cabeza, hazaña <strong>de</strong> la cual los soldados y el propio<br />

Juan Mentola y su bailaora esperaban no sólo cubrirse <strong>de</strong><br />

fortuna sino <strong>de</strong> fama.<br />

Lanchero entró con seiscientos hombres y trescientos indios;<br />

una cifra <strong>de</strong>sorbitante, consignada por los cronistas. No<br />

<strong>de</strong>bieron ser, la verdad, más <strong>de</strong> doscientos soldados, varios<br />

perros amaestrados, unos pocos indios yanaconas por guías, y<br />

una que otra india ladina en la retaguardia sirviendo a la mujer<br />

<strong>de</strong> Mentola para avituallar a la tropa.<br />

Por millares fueron los indios que mataron los soldados<br />

con sus cargas <strong>de</strong> fuego y perros rabiosos. Igual fue tanta la<br />

guasábara que éstos recibieron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros pasos en<br />

la provincia, y tales las empuyadoras <strong>de</strong> palmas muy secas,<br />

untadas <strong>de</strong> veneno y tan ocultas entre la maleza y yerbajos<br />

peinados por el agua, que muchos soldados murieron picados<br />

por este veneno y otros por las flechas que los indios les<br />

lanzaban, o por ocultas vigas puestas al paso. Los más que<br />

murieron fue por la misma tierra, tan pródiga <strong>de</strong> vida, tan<br />

alevosa.<br />

Pasados meses <strong>de</strong> muchos trabajos, Lanchero y su hueste,<br />

apoyada por otros soldados que <strong>de</strong>bieron acudir en su auxilio,<br />

por fin fundaron la Villa <strong>de</strong> la Santísima Trinidad <strong>de</strong> los Muzos.<br />

Era tal la alegría <strong>de</strong> Mentola y el garbo <strong>de</strong> su mujer, que en las<br />

noches alentaban a los suyos con bailes y cantos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l<br />

fuego, esperando pronto dar con la cabeza <strong>de</strong> Quirimaca.<br />

La alegría duró lo que el sol tarda en ir <strong>de</strong> saliente a ocaso. Fue<br />

poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> encontrar aquella piedra ver<strong>de</strong> en el buche<br />

<strong>de</strong> una gallina, que los indios llamaban tapyacar (esmeralda)<br />

y que habrían <strong>de</strong> encontrar, por montones, en el cerro <strong>de</strong><br />

Ytoco. Cercados en la ciudad empalizada y sin salida alguna,<br />

eran tantos los flecheros que brotaban al mando <strong>de</strong>l furioso<br />

Quirimaca, que parecía que los hervía la tierra.<br />

11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!