PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).
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80 TensIOnes IRResueLTAs: BOLIvIA, PAsADO y PResenTe de las intendencias. El conflicto Santa Cruz-Chuquisaca fue resuelto mediante un acuerdo salomónico suscrito entre las partes homologado en una ley que adjudicó a Chuquisca una fracción del territorio en disputa, llamado Ibo, mientras la otra, de nombre Cuevo, fue reconocida como cruceña. Un caso parecido es el pleito limítrofe (aún no resuelto) entre Cochabamba y Beni en torno a un territorio que también se considera rico en materia de hidrocarburos. El mismo se encuentra habitado por los yuracaré, pueblo prehispánico del que quedan pocos rastros y sin embargo su presencia es interpretada por una de las partes como evidencia de que el territorio le pertenece. Pero hay algo más: delegados y asesores de ambos departamentos han producido eruditos alegatos históricos y cartográficos (algunos de ellos tomados directamente del Archivo de Indias) para probar sus derechos. La controversia continúa y la solución podría ser más difícil en el caso de que aparezca petróleo o gas en la zona disputada. Las disputas limítrofes ahora se han presentado también en los municipios donde cada quien alega que ciertos yacimientos de gas o petróleo se encuentran dentro de su jurisdicción. Otra fricción que ha tenido lugar en la historia republicana es la referente a las regiones interiores que forman parte de un departamento. Tal sería el caso de Riberalta en el Beni, Vallegrande en Santa Cruz y Chichas en Potosí. Riberalta, situada en el extremo nororiental del país, en la confluencia de dos grandes ríos amazónicos (Madre de Dios y Beni) ha intentado varias veces convertirse en departamento y, en ocasiones, ha estado a punto de lograrlo, pero ha fracasado a causa de la cerrada oposición beniana con sede en Trinidad, la ciudad capital. Vallegrande y Chichas (con sus centros poblados principales en Tupiza y Cotagaita) han tenido la misma tendencia. En los últimos años han surgido voces para crear un nuevo departamento en la región del Chaco con territorios pertenecientes a Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija donde se encuentran los yacimientos gasíferos más ricos y productivos del país. A ese fin se invocan precedentes históricos y una pretendida “identidad” chaqueña. Buena parte de las fuerzas sociales que respaldan al Gobierno de Evo Morales han respaldado esa iniciativa debido a que ello significaría restar vigor a los departamentos de la Media Luna a los que consideran adversarios. Pero es obvio que éstos impedirán cualquier cercenamiento territorial, tanto por razones históricas como para evitar la disminución de sus ingresos por regalías departamentales sobre los hidrocarburos. Trayectoria del pensamiento regional sobre el centralismo Durante los años de la Revolución Nacional (1952-1964) dominada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), prevaleció un Estado central fuerte que no transigía los particularismos regionales. El Gobierno era conducido
RegIOnALIsmO, RevIsITADO 81 desde la plaza Murillo de La Paz donde se encuentran tanto la casa presidencial como el palacio legislativo. Todos los prefectos y alcaldes eran designados por el presidente de la República y el nombramiento de los empleados públicos, hasta en el último rincón del país, emanaba de algún ministerio o de las empresas estatales, todas también con sede en La Paz. Aunque la autonomía municipal estaba consagrada en la Constitución desde 1938, no fue sino hasta 1983 que se eligieron alcaldes por voto popular. Las rentas nacionales estaban concentradas en una “caja única” del Tesoro Nacional desde donde se enviaban los recursos a las capitales departamentales, mientras que las subprefecturas y alcaldías de provincia no recibían sino el sueldo de sus empleados. Los recursos para su funcionamiento debían ser arbitrados de fuentes tan dispersas como las casas de juego, el impuesto al derribo de ganado o el derecho de patentes de los espectáculos públicos. La época de 1952 a 1964 se caracterizó por una dura represión política que no toleraba la disidencia a menos de que ella fuera negociada. Por entonces, la única voz regional que se hacía escuchar era la del Oriente. El Comité pro Santa Cruz, fundado en 1950, logró movilizar a todos los sectores sociales para protestar contra el gobierno central. Cuando se exigió la regalía del 11 por ciento de la producción petrolera, se produjeron desordenes al tiempo que un partido opositor de extrema derecha conspiraba contra el Gobierno. Fue entonces cuando éste acusó a Santa Cruz de separatista, repitiendo lo sucedido en la década de 1920 a la caída del liberalismo cuando aparecieron los partidos llamados Orientalista y Regionalista 21 . La era militar que se extiende de 1965 a 1983 otorgó una mayor participación de las regiones en la conducción del país. Carentes de apoyo político partidario, enemistados con el sindicalismo obrero, los militares a cargo del Gobierno optaron por buscar el apoyo de los campesinos y de las regiones. Con los primeros celebraron un Pacto Militar-Campesino el cual consistió en garantizar que la distribución de tierras hecha por la Reforma Agraria de 1953 seguiría vigente en toda su integridad. Los militares no sólo cumplieron lo pactado sino que, con ayuda internacional, impulsaron programas de colonización para fomentar la inmigración de indígenas del empobrecido altiplano al fértil y acogedor Oriente. La alianza con las regiones también tuvo éxito y su etapa más creativa tuvo lugar durante el Gobierno militar de Hugo Banzer (1971-1978) cuando se crearon las Corporaciones Regionales de Desarrollo en los nueve departamentos, financiados con fondos propios de las regalías petroleras o, en su caso, mediante transferencias del Tesoro Nacional. Fue de esa manera que Santa Cruz logró dotarse de las obras públicas y servicios esenciales que durante tanto tiempo reclamó, inaugurando así un período de inusitada prosperidad. Restablecida la democracia en 1982, la atención pública estuvo centrada en las reformas a la administración gubernamental. Se presentaron por lo menos 12 21 Una visión sobre esta época puede verse en Roca (1979: 167-175).
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RegIOnALIsmO, RevIsITADO 81<br />
desde la plaza Murillo de La Paz donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran tanto la casa presid<strong>en</strong>cial<br />
como el palacio legislativo. Todos los prefectos y alcaldes eran designados por el<br />
presid<strong>en</strong>te de la República y el nombrami<strong>en</strong>to de los empleados públicos, hasta<br />
<strong>en</strong> el último rincón del país, emanaba de algún ministerio o de las empresas estatales,<br />
todas también con sede <strong>en</strong> La Paz. Aunque la autonomía municipal estaba<br />
consagrada <strong>en</strong> la Constitución desde 1938, no fue sino hasta 1983 que se eligieron<br />
alcaldes por voto popular. Las r<strong>en</strong>tas nacionales estaban conc<strong>en</strong>tradas <strong>en</strong> una “caja<br />
única” del Tesoro Nacional desde donde se <strong>en</strong>viaban los recursos a las capitales departam<strong>en</strong>tales,<br />
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sino el sueldo de sus empleados. Los recursos para su funcionami<strong>en</strong>to debían ser<br />
arbitrados de fu<strong>en</strong>tes tan dispersas como las casas de juego, el impuesto al derribo<br />
de ganado o el derecho de pat<strong>en</strong>tes de los espectáculos públicos.<br />
La época de 1952 a 1964 se caracterizó por una dura represión política que no<br />
toleraba la disid<strong>en</strong>cia a m<strong>en</strong>os de que ella fuera negociada. Por <strong>en</strong>tonces, la única<br />
voz regional que se hacía escuchar era la del Ori<strong>en</strong>te. El Comité pro Santa Cruz,<br />
fundado <strong>en</strong> 1950, logró movilizar a todos los sectores sociales para protestar contra<br />
el gobierno c<strong>en</strong>tral. Cuando se exigió la regalía del 11 por ci<strong>en</strong>to de la producción<br />
petrolera, se produjeron desord<strong>en</strong>es al tiempo que un partido opositor de extrema<br />
derecha conspiraba contra el Gobierno. Fue <strong>en</strong>tonces cuando éste acusó a Santa<br />
Cruz de separatista, repiti<strong>en</strong>do lo sucedido <strong>en</strong> la década de 1920 a la caída del liberalismo<br />
cuando aparecieron los partidos llamados Ori<strong>en</strong>talista y Regionalista 21 .<br />
La era militar que se exti<strong>en</strong>de de 1965 a 1983 otorgó una mayor participación<br />
de las regiones <strong>en</strong> la conducción del país. Car<strong>en</strong>tes de apoyo político partidario,<br />
<strong>en</strong>emistados con el sindicalismo obrero, los militares a cargo del Gobierno<br />
optaron por buscar el apoyo de los campesinos y de las regiones. Con los primeros<br />
celebraron un Pacto Militar-Campesino el cual consistió <strong>en</strong> garantizar que la distribución<br />
de tierras hecha por la Reforma Agraria de 1953 seguiría vig<strong>en</strong>te <strong>en</strong> toda<br />
su integridad. Los militares no sólo cumplieron lo pactado sino que, con ayuda internacional,<br />
impulsaron programas de colonización para fom<strong>en</strong>tar la inmigración<br />
de indíg<strong>en</strong>as del empobrecido altiplano al fértil y acogedor Ori<strong>en</strong>te. La alianza<br />
con las regiones también tuvo éxito y su etapa más creativa tuvo lugar durante el<br />
Gobierno militar de Hugo Banzer (1971-1978) cuando se crearon las Corporaciones<br />
Regionales de <strong>Desarrollo</strong> <strong>en</strong> los nueve departam<strong>en</strong>tos, financiados con fondos<br />
propios de las regalías petroleras o, <strong>en</strong> su caso, mediante transfer<strong>en</strong>cias del Tesoro<br />
Nacional. Fue de esa manera que Santa Cruz logró dotarse de las obras públicas y<br />
servicios es<strong>en</strong>ciales que durante tanto tiempo reclamó, inaugurando así un período<br />
de inusitada prosperidad.<br />
Restablecida la democracia <strong>en</strong> 1982, la at<strong>en</strong>ción pública estuvo c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong><br />
las reformas a la administración gubernam<strong>en</strong>tal. Se pres<strong>en</strong>taron por lo m<strong>en</strong>os 12<br />
21 Una visión <strong>sobre</strong> esta época puede verse <strong>en</strong> Roca (1979: 167-175).