PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).
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LARgA memORIA De LO éTnIcO <strong>en</strong> BOLIvIA, cOn TemPORALes OscILAcIOnes 23<br />
caciques y otras autoridades indíg<strong>en</strong>as como bisagra <strong>en</strong>tre la república de indios<br />
y la de blancos. Ya m<strong>en</strong>cionamos que la sublevación g<strong>en</strong>eral de 1780-1784, que<br />
puso <strong>en</strong> vilo al régim<strong>en</strong> colonial como nunca antes, tuvo además el efecto político<br />
no pret<strong>en</strong>dido de despertar al mundo criollo y mostrarle la posibilidad real de<br />
la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, aunque contados fueron después los invitados a participar <strong>en</strong><br />
la Guerra de la Indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia.<br />
Cuando el nuevo Estado republicano int<strong>en</strong>tó construirse sin los pueblos<br />
indíg<strong>en</strong>as, ellos se <strong>en</strong>cargaron de seguir jugando un rol político, no sólo a través<br />
de su resist<strong>en</strong>cia militante al avasallami<strong>en</strong>to de sus territorios sino también tomando<br />
partido <strong>en</strong> las diversas pugnas <strong>en</strong>tre grupos políticos criollos que pret<strong>en</strong>dían<br />
escalar al poder. Después, exacerbados por la def<strong>en</strong>sa de su tierra am<strong>en</strong>azada,<br />
fueron <strong>en</strong> varias ocasiones actores y aliados clave de diversos grupos políticos<br />
emerg<strong>en</strong>tes, por mucho que una y otra vez fueran traicionados por éstos cuando<br />
se establecían <strong>en</strong> el poder. Así ocurrió, por ejemplo, cuando apoyaron la caída de<br />
Melgarejo <strong>en</strong> 1871, que había firmado y ejecutado las leyes de exvinculación <strong>en</strong><br />
contra de las “ex comunidades”; y de nuevo <strong>en</strong> 1899, cuando apoyaron a los liberales<br />
paceños <strong>en</strong> su insurg<strong>en</strong>cia contra los conservadores de Sucre; y por tercera<br />
vez, dos décadas después, <strong>en</strong> 1921, durante la revolución de Bautista Saavedra<br />
y sus republicanos contra los liberales (Albó y Barnadas, 1995, gráfico 31). En<br />
esa oportunidad, se llegó a formar una alianza <strong>en</strong>tre el Partido Republicano de<br />
Saavedra y el nuevo movimi<strong>en</strong>to cacical, llamado así <strong>en</strong> clara refer<strong>en</strong>cia a la recuperación<br />
de la memoria de los antiguos caciques coloniales <strong>en</strong> torno a los años<br />
veinte (Choque y Ticona, 1996: 35-45) 6 .<br />
La justificación ideológica de esta sociedad jerarquizada y discriminadora<br />
cambió parcialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre el período colonial y la república neocolonial, pero sólo<br />
para llegar a conclusiones relativam<strong>en</strong>te semejantes. En el primero, a la her<strong>en</strong>cia<br />
de la sociedad española estratificada, con ciertos toques incluso sacrales (Díos estaba<br />
por el lado español), se añadió al principio el debate <strong>sobre</strong> la condición humana<br />
de los indios. Se impuso lo obvio (al fin y al cabo los indios eran humanos), pero<br />
con una serie de restricciones con relación a su capacidad jurídica, por ejemplo,<br />
para acceder a determinados cargos públicos y religiosos. El mestizaje se desglosaba<br />
a su vez <strong>en</strong> un sofisticado espectro de “castas” (Szeminski 1983), que t<strong>en</strong>ía muy <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta la mayor o m<strong>en</strong>or dosificación de la mezcla <strong>en</strong>tre blancos, indíg<strong>en</strong>as e incluso<br />
negros, pese a que <strong>en</strong> Charcas y <strong>Bolivia</strong> nunca fueron numerosos. En cambio, <strong>en</strong><br />
el primer siglo de la República se impuso el llamado darwinismo social que, con un<br />
barniz de apari<strong>en</strong>cia ci<strong>en</strong>tífica, exaltaba la superioridad de la raza blanca (Demelas,<br />
1981). Incluso la subordinación de ex comunarios al régim<strong>en</strong> de haci<strong>en</strong>da llegó a<br />
ser vista como una v<strong>en</strong>taja para superar las limitaciones inher<strong>en</strong>tes a su raza.<br />
6 En relatos orales de Jesús de Machaqa he escuchado hablar del “partido cacique” como el contrapuesto al “partido<br />
liberal”.